Karo, la continuación de Las Garras del Destino, que se titulará "entre corrientes", por lo que leo en tu review, creo que te gustará. De momento, disfruta de un nuevo capítulo... que comienza a presentar un punto de mayor emoción, nada comparado con lo que os espera...

Dulce vg. Siento el capítulo corto, pero es que están agrupados por temática, unos son largos y otros cortos, lo que importa es el título, si lees entre lineas observarás paralelismos.

Darth Maferius, a mi tambien me encanta la escena con los nietecitos, disfruté haciéndola e ideándola.

Shadir, ya ves que Zarbi es otro en este Fic, para que veas lo que 14 años de infierno pueden obrar para que un alma se arrepienta de sus pecados.

Angela, ¡me alegra volver a verte!. Espera a que leas la tercera parte, y continuación de Las garras del destino... te encantará, "entre corrientes" explorará los sentimientos de una mujer encerrada entre el amor a su marido, y el deseo hacia quien se ha decidido a conquistarla a toda costa: Raditz. No te adelanto más, jejjee. Y si te gusta el par Raditz, Bra, no dejes de leer mi nuevo Fic, del cual ya he sacado el primer capítulo aquí en Fanfiction: Salvaje.

Capítulo 4: Lecciones de supervivecia.

Raditz, Vegeta y Nappa llegaron al planeta que debían purgar. Para su horror, se trataba de una especie de tipo humanoide, aunque con el tipo de piel azul. Si al menos hubieran sido insectos, o incluso reptiloides, todo hubiera sido más sencillo.

Sólo Nappa parecía no estar afectado por semejante panorama, y él miraba con curiosidad a sus dos compañeros tratando de descifrar de algún modo, el silecio que imperaba en el grupo y los rostros desencajados. Por otro lado, no era normal que Vegeta aún no hubiera dictado las órdenes a seguir.

- Nos han ordenado que mantengamos las infraestructuras en buen estado. Así que tendremos que ir matándoles en pequeños grupos. - Pronunció Vegeta con tristeza aún tratando de sonar firme e inafectado. En el fondo de su corazón se prometió que cuando lograse hacerse con las bolas de dragón, iba a reparar todo el mal que se disponía a realizar. Se trataba de ellos o su pequeña e inocente niña. No iba a permitir que la dañasen bajo ningún concepto.

-------------------

Chibi Bra comía comedidamente en la cafetería de la base, sintiéndose observada por cada ojo de la habitación. - ¿Por qué me miran Zarbi?. -

- Escuchame bien. - Susurró Zarbón muy seriamente. - No debes llamarme Zarbi delante de los demás. ¿Comprendes?. -

- Si, eso mismo le dice mi padre a mami cuando le llama Vegi. -

- Ja. -

- ¿De que te ries?. - La niña parpadeó sin entender aún el motivo de la risa que estalló repentinamente en su interlocutor.

- Jajajaajajaja ¿Vegi? jajajajaa - Aclaró por fin.

Chibi Bra frunció el ceño y susurró. - ¿Quieres que te llame Zarbí aquí delante de todos, porque si no te dejas de reir de mi papá, lo haré. - Zarbón frenó la risa desenfrenada que le invadió al conocer el mote cariñoso de la esposa de Vegeta hacia el más serio y temible de entre los saiyajins. Sin duda su hija había heredado parte de sus 'malas pulgas'. Además, los mirones estaban intrigados del motivo de la risa de Zarbón y no dejaban de insistir en su afan de averiguarlo, hasta que el guerrero les dedicó una mirada peligrosa, y acto seguido, todos los mirones encontraron interés repentino en las luces del techo y las baldosas del suelo.

--------------------

Bulma y Bra daban vueltas por la mansión de Raditz, un caserón perfectamente decorado y reformado, con arquitectura tipo inglés del siglo XIX. Llevaban en sus manos unos aparatos medidores de ondas.

- MAMAA VEN RÁPIDO. -

Ambas coincidieron en la habitación de Raditz, donde supuestamente había desaparecido.

- El aparato tiene una lectura en este punto exacto. Aquí fue donde la chica aseguraba que desapareció. - Bra se sonrojó un poco al ver las sábanas revueltas y sentir el olor penetrante de Raditz en ellas. Suerte que su madre no gozara del sentido del olfato saiyajin, porque si no se sentiría aún ás incómoda.

Bulma sin más suspicacias, cogió el medidor de Bra y frunció el ceño, luego cogió una calculadora, una libretita y comenzó a realizar algunos cálculos. - No puede ser... - Arrancó la hoja y siguió haciendo cálculos ante la mirada intrigada de su hija.

- Mamá... -

- Pssss, CALLA. -

Después de un cuarto de hora, Bulma miró desolada a su hija.

- Es muy extraño, lo he comprobado 3 veces y llego a la misma conclusión por todos los métodos que he utilizado... -

- VAMOS, ¿Quieres decirme ya?. - Contestó impaciente.

- Parece ser que Raditz ha sido transportado en el espacio y el tiempo. -

Bra se estremeció al recordar una fase muy oscura de su vida - ¿A qué tiempo? y ¿dónde?. Y sobre todo... ¿Cómo?. -

- Cómo ha podido pasar es para mi algo incomprensible. El tiempo es concretamente al año 774 del dragón. Y respecto al lugar... tendría que hacer cálculos al respecto... - Bulma rió falsamente y Bra estrechó los ojos.

- ¿Mamá...? ¿Me estás mintiendo?. -

- ¡Pero hija! Cada día que pasa te pareces más a tu padre. ¿Cómo se te ocurre semejante tontería?. Volvamos a casa, haré esos cálculos, ¿deacuerdo?. - Disimuló.

- Hmp. - (Poco conforme con aquella respuesta).

- Lo que yo digo... cada día más parecida a su padre. -

--------------------

Lo peor fue matar al primero de ellos. Vegeta se obligó a no cerrar los ojos, interiormente pidió perdón a su víctima, luego comenzó una oleada sangrienta e imparable de asesinatos, bloqueó su mente por completo para dejar de pensar en algo más que no fuera la pequeña niña que depende de él. Cuanto antes terminase, antes podría ir a protegerla.

Por su parte, Raditz, se sentía más monstruo que nunca. "Soy un saiyajin, me educaron para hacer esto". Susurraba dentro de su cabeza a esa vocecita interior que tenía el tono de su amor platónico: Bra. "Son sólo insectos, merecen morir." - Maldita sea. AHHHHHHHHHHHHHH. - Se convirtió en super Saiyajin y siguió su labor de 'purga'. "No puedo hacer otra cosa, esto lo hago por tí, Bra." - ¿Con quién hablo?. Me voy a volver loco... - Raditz frenó en seco su sangrienta misión. Miró sus manos temblorosas. - Todo lo que estoy haciendo por ti... y tú... - Apretó los dientes. - Estás casada con el idiota de mi sobrino... Goten... si pudiera matarte... ¿Por qué no le maté?. Soy un monstruo. Pero si le mato Bra no me amaría jamás. Si ella no lo supiera... Ahhhh. MALDITA SEA. Estoy en un infierno, ella no está aquí, posiblemente no la vuelva a ver jamás, además, yo he cambiado. Ya no... - Volvió a mirar sus manos llenas de sangre. - No... no he cambiado, sigo siendo el mismo asesino que era. - Miró a su alrededor, el erial de muertes, cuerpos despedazados, cabezas segadas, mueres, niños, ancianos, hombres, ... todos muertos por su mano. Fue capaz de matarles a todos ellos por proteger a Bra, y sin embargo, irónicamente, jamás fue capaz de asesinar a Goten, el único obstáculo que le separaba de ella. - Bra, si volvemos a vernos, juro que lucharé por tí. He pasado demasiados años esperando, te seduciré, te conquistaré, serás mía. Lo juro por mi honor saiyajin. -

---------------------

En el futuro...

- Vegeta, tenemos que hablar. -

- ¿Qué pasa mujer?. ¿Te sientes bien?. Estás más blanca que la pared. -

- Vegeta... es... acabo de revisar por décima vez, utilizando 5 métodos distintos, y es seguro, Raditz ha viajado en el tiempo. -

- Tanto escándalo por ese 'clase baja'. ¿y?. -

- Fue transportado al Planeta Freezer 79. - La expresión de desgana de Vegeta ahora cobró un tono de alerta, tensándo sus músculos en el acto.

- Al año 774 del Dragón. -

- No tiene sentido... Ese año fue en el que apareció Buu. No tiene sentido que le transportasen al Planeta Freezer... - El príncipe se sentó pensativamente.

- ¿Y Cooler? -

- Cooler... el hermano de Freezer... pero él apareció poco tiempo después de que derrotasemos a los androides, no coincide la cronología. -

- Ten en cuenta que el pasado cambió debido a la intervención de Bra. -

- Pero sigue sin tener sentido que Cooler quisiera transportar a Raditz a su tiempo... -

- Aún hay más... No se utilizó ninguna tecnología para abrir la puerta espacio temporal. -

- Explícate. -

- Fueron las Dragon Ball, casi podría asegurarlo. -

- Pero entonces... Significa que quisieron llevarle de vuelta a su tiempo... -

- ¿Y si quisieran llevar de vuelta a nuestra hija también?. -

Vegeta abrió los ojos, no es que esa idea no hubiera pasado por su mente, es que ni siquiera quería pensar en ella.

- ¿Quién piensas que puede estar detrás de todo esto?. -

- Nosotros seguro que no... -

-------------------------

- Bra. - Vegeta entró por la ventana de la casita donde vivía su hija.

- Hola papá, ¿Te ha dicho mamá algo acerca de lo que descubrió hoy?. Estaba muy rarita... -

Vegeta se tensó y Bra achicó los ojos. - Parece que si. Bueno, cuéntame. -

- ¿Está Goten por aquí?. - Bra arqueó una ceja.

- Está al llegar. -

Din Don.

- Mejor dicho, ha llegado. Es un despistado, siempre se deja las llaves olvidadas en la guantera del coche. - Bra rió divertida mientras abría la puerta.

- Hola princesa... - Goten le dió un besito en los labios y le sonrió tiernamente.

- Se me quedaron las... - Bra le interrumpió risueña.

- Llaves en la guantera del coche... - y terminó la frase. Goten sonrió con su brazo tras la nuca.

Vegeta interrumpió la escena. - Ejem. - Tosió y Goten se cuadró en el acto.

- No sabía que tu padre nos había venido a visitar. Hola señor Vegeta. - Bra volvió a achicar los ojos, realmente su padre pensaba decirles algo serio.

- Mmmm, papá, haz el favor de decir ya lo que has venido a decir, porque me estoy poniendo muy nerviosa con todo esta intriga. Goten ya ha llegado, espero que no tenga que llegar Bura también, porque tardará una hora en salir de su clase de ciencia avanzada. -

Vegeta frunció el ceño. - Raditz ha sido transportado en el tiempo, tenemos razones para pensar que ha sido transladado mediante un deseo de las Dragon Ball, y es posible que los mismos que realizaron ese deseo, quisieran solicitar tu vuelta al pasado también.

- ¿Qué año? y ¿dónde? - Preguntó ella en un susurro gélido esperando una respuesta que presentía iba a ser terrible.

- Al año 774, al Planeta... Freezer 79... - Contestó mirándola fíamente y odiándose por no ser capaz de tener más tacto.

Bra sintió que sus piernas le flojearon de repente y vió todo negro por unos segundos. Goten la sostuvo entre sus brazos preocupado por el tono serio de Vegeta. - Bra... ¿estás bien?. -

Ella se recompuso enseguida tratando de ocultar la turbación. Había pasado 7 años de su vida luchando contra una psicosis, contra unas secuelas terribles que la droga le había causado. Aún después de 14 años seguía teniendo pesadillas respecto a las terribles torturas y vejaciones que padeció en ese planeta. Y aún ahora, que había rehecho su vida y tenía una hija, había temporadas de recaidas mentales en las que debía tomar medicación para evitar que su mente le jugase malas pasadas, o incluso llegase a hacerle caer de nuevo en el terrible vicio que arruinó su vida. Era una lucha diaria. Y ahora esto, este terrible suceso.

- ¿Quién utilizó las Dragon Ball?. - Susurró nuevamente ella ya sentada en el sofá. Goten le dió un vaso de agua y una pastilla calmante, alarmado por el temblor involuntario que tenía en las manos.

Bra cogió la pastilla y frunció el ceño. - NO NECESITO ESTA MIERDA. - Gritó estampandola en la pared en un lanzamiento inesperado. - ¿QUIEN?. - Susurró con los dientes apretados. - Freezer está muerto ¿no?. El murió... ¿Quién querría hacer que Raditz fuera a ese planeta y viajase en el tiempo?. - Preguntó desesperada.

- No lo sabemos, pero tu madre está ideando un aparato para evitar que puedan transportarte al pasado. Lo tendrá listo lo antes posible, de momento, quiero que te traslades a casa con la niña. Y... deberías hacer caso a Goten y tomar ese calmante. No creo que sea conveniente que Bura te vea así. -

Aquella frase dolió como si le hubiesen clavado un puñal en el alma, y Bra estalló a llorar. Vegeta se odió nuevamente por su rudeza, pero Goten le dió las gracias con la mirada, Bra era tozuda como una mula, y aquello la habia hecho reaccionar afortunadamente, incluso las lágrimas que lloraba le estaban sirviendo para desahogar toda su rabia interior. Goten se alejó a la cocina para traer otro calmante y Vegeta abrazó a su hija consoladoramente. - Déjame. - Ella se revolvió en el abrazo dolida aún por aquel comentario. - Yo soy una buena madre, y nunca jamás digas lo contrario. -

- Se que lo eres, por eso te dije lo de antes. - Contestó Vegeta

- Mi hija me adora, y ella no me ve como vosotros me veis, yo he rehecho mi vida, pregúntale a Lilian (la psiquiatra que la había tratado, actual esposa de Mirai Trunks), vamos... -

- Todo está bien. - Susurró Goten poniendole el tranquilizante en los labios.

- No soy ninguna niña ya, tengo 30 años. - Goten y Vegeta ignoraron su pataleta verbal y sonrieron interiormente al ver que Bra tomaba su medicación.

Dos lágrimas se escaparon de los ojos de ella. - Yo no tuve la culpa de lo que me hicieron. Ahora soy la Presidenta de Capsule Corporation, y soy toda una madre responsable... yo no tuve la culpa... -

- Tranquila, todo va a estar bien. - Susurró de nuevo Goten arrullándola en sus brazos. - Te amo, y nuestra hija Bura te adora, quiere ser como tú de mayor. -

- Han pasado 14 años y aún no puedo tener una vida normal. Aún no puedo dejar de tomar esa medicación de mierda. - Sus puños se cerraron por la rabia que sentía. - ¿Cuándo terminará todo esto?. - Susurró ella más hacia sí misma que hacía los dos hombres que se preocupaban a su lado. - Goten, ve a recoger a Bura, yo iré a casa de mis padres. Nos veremos allí. - Pronunció tranquilizándose. Goten asintió acariciándole el pelo y con la mirada cedió el cuidado de su esposa a su suegro Vegeta.

------------------

- Mi querido Zarbón. - Susurró Freezer melosamente al guerrero arrodillado ante él.- Veo que estás más repuesto de nuestra magnífica sesión de anoche. -

- Si maestro. -

- Seguro que estás impaciente por repetirlo... -

- S...si... maestro... - Susurró con voz inestable y enfermo sólo de pensar en volver a repetir algo tan terrible.

- ¿Cómo se comporta tu pequeña asignación?. Espero que no te esté dando muchos quebraderos de cabeza. -

- No, maestro. -

Freezer sonrió y arqueó una ceja a la vez. - ¿No?. ¿De verdad?. -

Zarbón se odió por haber dicho aquello con tal simpleza. Si Freezer se percataba de que sentía algún aprecio por ella le retiraría la custoria y quien sabe qué sería capaz de hacer. - Esa híbrido no merece tantas atenciones. -

- No te preocupes Zarbón, serán sólo unos días más... -

- ¿Cómo?. - Sus ojos se abrieron en el choque de lo que acababa de averiguar. - ¿Piensa matarla?. -

- Oh, en realidad, la pequeña está muerta ya desde hace tiempo, sólo estamos retrasando su muerte. -

- No comprendo... si ella muere... Vegeta no... -

- IDIOTA. ¿De verdad crees que dejaré que Vegeta viva impunemente como si nada?. Quiero que SUFRA. Y mi maravilloso plan va sobre ruedad. -

- ¿Qué plan?. -

Freezer sonrió y se dispuso a rebelar su terrible venganza. Por suerte para nuestros amigos, el lagarto tenía la mala costumbre de alardear de sus planes inteligentes. Zarbón agudizó su oido para no perder un sólo ápice.

----------------------