Angela, me alegra mucho que dejases tu reviews, ya sabes que no ganamos nada al escribir los fan fics y nuestro premio son esos comentarios lindos que haceis los lectores y lectoras de nuestras creaciones. Gracias.
Dulce-vg. El Plan de Freezer no importa ya porque realmente Zarbón se le ha adelantado... lee y verás. Jejeje.
Shadow. Nunca molestas con tus comentarios, cómo se te ocurre. ¿Sabes? yo creo que no es drama lo que escribo, es angustia, pero no te quejarás porque siempre hago que terminen bien mis historias, por muchas penas que tengan en el desarrollo. Sapo, jajajaja si te escucha Zarbi se muere... jajaja
Shadir, espero que disfrutes la escenita de Zarbi y Raditz, yo la encuentro de lo más divertida...
Capítulo 6: Valiosa información.
La puerta se abrió y Raditz tembló por completo. - Hola guapo. - Dijo seductoramente el hombe de cabellos verdes.
- H...Ho... Ho.. Ho.. Ho... Ho... Ho... l...la "¿Por qué me pasan estas cosas a mi?". -
- Vi como me mirabas hoy... ¿me deseas eh?. -
- S...si, muchísimo. - Gruñó Raditz interpretando bastante mal su parte del teatro.
Zarbón respiró hondo. Esto no iba a ser muy divertido... teniendo en cuenta lo mal actor que era Raditz tendría que hacer él todo el trabajo para dar credibilidad al asunto. - Los saiyajins sois siempre tan inexpresivos... - Seguramente el mono idiota pensaba que él estaba disfrutando de aquello, seguramente ignoraba que cuando Freezer descubriera el 'romance', si es que no estaba presenciando la escena personalmente ahora mismo, le iba a dedicar una sesión sádica doble. Pero como siempre los saiyajins no se destacaron por pensar en la situación de los demás.
Raditz estaba parado, su ceño fruncido y sus ojos vagando por cualquier detalle estúpido de la habitación que no fuera el hombre verde delante de él. Zarbón miró la misma baldosa del suelo que parecía captar la atención completa del saiyajin. Y allí estaban los dos como tontos mirando la misma baldosa, uno para disimular su terrible nerviosismo y el otro para averiguar qué tenía de especial aquello... Zarbón arqueó una ceja y le miró directamente. - ¿Se te ha perdido algo amor?. - Cantó dulcemente.
El saiyajin salió de su ensimismamiento sacudiendo su cabeza y le miró seriamente. - De hecho creo que si... que he debido perder la cabeza... - gruñó él.
- ¿Por mi?. Qué romántico. - Zarbón le abrazó y le susurró al oido. - Abrázame idiota y haz como que me besas el cuello. -
Raditz gruñó y lo abrazó como quien coge un saco de patatas. Zarbón gimió en alto y Raditz le soltó como si quemase. - ¿Es tu primera vez con un hombre verdad?. No estés nervioso... relájate... ¿quieres?. - La última pregunta fue acompañada de una mirada terriblemente enojada. - Deja que yo te inicie... - De nuevo el saiyajin tragó saliba maldiciendo interiormente su mala suerte. Esta situación estaba en el límite de lo permisible.
Zarbón cogió su mano y lo acompañó a la cama. - Desvístete y mírame mientras lo haces... vicioso... - La voz sonaba melosa pero los ojos brillaban furiosos, lo cual tranquilizó algo al guerrero. Al menos le estaba proponiendo algo en lo cual no tendrían que tocarse mutuamente. Podría fingir que imaginaba a Bra desnudarse... Una sonrisa circuló por sus labios mientras se quitaba su ropa, pero se desvaneció por completo cuando escuchó el sonido de la armadura de Zarbón golpeando el suelo.
- ¿Te gusto?. Quiero escuchártelo decir... amor... quiero saber cómo estás de caliente... - Zarbón le iba dando bastantes pautas a Raditz para que pudiera hacer bien el papel, lástima que lo suyo no fuera el teatro.
- Si... amor... - Dijo rudamente él. Zarbón suspiró y comenzó a pensar que aquello estaba pudiendo llegar a ser una mala idea después de todo. Bien, él se lo había buscado, ahora tendría que hacer algo bastante desagradable para solucionar el entuerto.
Zarbón avanzó hasta Raditz, lo agarró de los pelos y le plantó un beso en los labios. El saiyajin intentó revolverse pero se encontró con que el hombre de cabellos verdes tenía más fuerza que él. Sin transformarse en super guerrero no iba a poder separse a aquella lapa pervertida de los morros. Antes de que accionase a su siguiente nivel Zarbón se apartó y le susurró en el cuello. - Estás actuando tan mal que Freezer nos va a descubrir a todos, idiota. Te advierto que si no finges mejor me veré obligado a violarte, quieras o no. Y ahora... quiero que imagines que soy la mujer de tus sueños. -
Raditz tragó saliba. Aquello se ponía feo... feísimo. Bien, tendría que actuar, no había más remedio. Eso, o matar a Zarbón antes de que le tocase más intimamente. Pero si hacía eso, Vegeta le mataría después a él, y después de todo Zarbón parecía tener que decir algo importante acerca de Bra.
Puede que el teatro no se le diera bien, pero si había aprendido algo era a recitar poesías, y el había escrito algunas de contenido erótico. Bien, tendría que recitar un poco...
- "Ven pequeña... ño... (corrigió sobre la marcha)
tus labios...
son dulces como dagas
envenenadas... " -
Pronunció seductoramente imaginando que la escena era con su amada Bra.
- "Ven a mis brazos,
quiero hacerte
sentir...
el fuego que arde dentro,
más abajo...
sofocándome,
más abajo...
susurrándome,
indecencias...
prohibidas." -
Zarbón se sonrojó con aquellas palabras. ¿Estaba actuando o era de verdad?. Porque si era de verdad, ese no se escapaba aquella noche. WoW. Que excitante. Raditz le miró por un segundo con una mirada asustada al analizar la excitación del rostro de su oyente. Zarbón suspiró, estaba actuando... pero que bien lo hacía. - Ahhh. Sigue amor... - Gimió en alto. Lástima que no fuera gay.
Por fin ambos se desnudaron y se metieron bajo las sábanas. Zarbón se colocó detrás de Raditz, que empezó a tener pánico y le susurró al oido. - Freezer tiene un plan. Gime, idiota, como si te diera placer. -
- Ahh. - Gimió roncamente Raditz y Zarbón casi se muere de excitación.
- Quiere vengarse de todos nosotros por lo que le hicimos y tiene pensada una tortura específica para cada cual. Gime, mierda. -
- Ahh. - Gimió rudamente enfermo por completo con tener que hacer todo aquello, pero sin perder palabra de lo que le decía.
- Aaahhh. - Gimió Zarbón afeminadamente y Raditz casi saltó fuera de la cama como un gato asustado, si no fuera porque Zarbón lo sostuvo cerca y siguió susurrándole.
- Tengo un contra plan para arruinar sus planes. He estado averiguando. Freezer tiene su poder gracias a las dragon ball. Capturó a los namekianos, les drogó anulando su voluntad y les obligó a crear unas bolas de dragón específicas para este planeta. Aaahhh. Gime. -
- Ahhh. -
- Actualmente tiene encerrados a varios centenares de ellos en una sala especial llena de medidas de seguridad. Ahhh. Puede convocar a las bolas de dragón en el momento que quiera, puede efectuar cuantos deseos quiera, y cuenta con un poder casi ilimitado, Gime. -
- Ahh -
- Ahhhh. Pero no completamente ilimitado, puesto que las bolas de dragón conservan su poder gracias a los namekianos. Así que a pesar de lo que dice no es inmortal, pero si tiene capacidad de regeneración instantanea. Gime idiota. -
- Ahh. -
- AAaaaahhh. - Acompasó Zarbón con un contraste sumamente afeminado.
- El problema es Bra. - Zarbón tensó todo su cuerpo sólo al escuchar el nombre de ella.
- Ahhhh. - Siguió Zarbón para evitar que descubrieran el teatro. - Relájate ¿quieres?. -
- La niña ha sido envenenada, requiere de un antídoto para recuperarse, que debe serle administrado cada 24 horas, sin embargo, no existe cura para su mal. Sólo puede curarse con un deseo de las Dragon Ball. Gime. -
- Ahh. -
- Ahhhh. El problema es que tendremos que sincronizarnos perfectamente para conseguirlas, y a la vez derrotar a Freezer. Las medidas de seguridad que tiene alrededor de ellas son extremas. Gimeee. -
- Ahh. -
- Ahhhh. Cámaras que descargan electricidad al portador de un ki diferente al suyo, y un sin fin más de torturas. Alguien de nosotros deberá sufrir un infierno de dolor para conseguirlas, mientras que los demás luchamos en conjunto contra Freezer y sus secuaces. Ahhh. Gime, mierda. -
- Ahh. -
- Ahhhhh. -
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Raditz salió de la habitación completamente asqueado de lo que había tenido que soportar. Sin embargo mereció la pena, el plan de Zarbón era inteligente, contaba con esa información adicional tan interesante...
Algo de pronto le sacudió electricamente su espina dorsal. - Bra... no... -
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Minutos antes... en el futuro...
Bra estaba sentada en el sofá de casa, su hija Bura a su lado, Goten y Vegeta, los 4 jugando al parquís a petición de la más pequeña.
- Bura cariño, mueve las fichas de mami... - Sonrió Bra ocultando el temblor que sentía en todo su cuerpo por el nerviosismo. Tenía un presentimiento terrible, a pesar de llevar puesto el aparato que su madre había construido para que no la pudieran transportar en el tiempo.
- Mueve las mías también. Toma, tira mi dado. - Se apresuró a decir Vegeta
- Así no es divertido. - Susurró gélidamente la niña dedicando una mirada fría a los adultos.
- Yo moveré las fichas de tu abuelo y tú las de mamá, ¿vale?. - Intervino Goten cariñosamente.
- Bueno... - Contestó de mala gana la pequeña abrazando a su padre. - Al menos tú eres divertido. -
- Yo puedo mover mis fichas, idiota. - Replicó Vegeta enojado al ver que su nietecita estaba más contenta con Goten que con él.
Bra sonrió apenas analizando la situación, cuando de pronto sintió como si trataran de tirar de su alma. Era una sensación extraña. Sus manos de pronto desaparecían y aparecían. Pánico. Sentía pánico.
- Bra. - Mami. - Dijeron todos al unísono.
De pronto, el aparato que colgaba de su cuello estalló autodestruyendose, y Bra sólo alcanzó a mirar de un modo indescriptible a su padre, su esposo y su hija. Se la llevaban... delante de sus propias narices, se la llevaron al pasado otra vez.
- BRAAA. - MAMAAAAAA. - Gritaron ellos tratando inutilmente de sostener un cuerpo que se evaporó como si fuese un espíritu.
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Bra despertó en la sala del trono de Freezer. Dodoria reía entre dientes. Zarbón se acopló al couple horrorizado de verla de nuevo, y a la vez entristecido por todo el daño que le infringió años atrás. Cuando abrió los ojos, sus pupilas azules se posaron en la sala en la que estaba, aún seguía teniendo pesadillas en las que veía claramente ese mismo suelo, sentía esa misma sensación fría terrible. - No. - Sollozó ella sin querer siquiera mirar los dueños de aquella risa enferma.
Pero él habló. Freezer habló y congeló cualquier atisbo de cordura que pudiera haber conservado ella. - Hola, mi hermosa niña... -
- Noooo. - Aquel sonido desgarró el alma de Zarbón, sonaba como un animal que es despedazado en vida. Ni siquiera en los peores momentos de la tortura que pasó, el la había escuchado quejarse tan lastimeramente como ahora lo hacía. Aquellas acciones debieron dejarle secuelas profundas. Esa era la explicación.
- Mi pequeña puta. ¿Cómo has estado estos años?. No pensé que soportarías vivir sin el regalo que te hice... y sin mis caricias... - Susurró melosamente el tirano sosteniendo una copa de su peor vicio.
Bra no podía mirarle siquiera, era demasiado duro para ella, esto era sólo una pesadilla. Cerró los ojos y rezó para despertar del horror, pero no despertaba, se convenció de que sólo era un mal sueño, sólo eso, hasta que sintió la cola de Freezer rozándo su cuerpo. - Toma... esto aliviará tu dolor... - Susurró entregándole un tubito de la droga que años atrás la había hecho tanto daño. Algo en el cerebro de ella gritaba por beberlo, y algo en su interior gritaba para que no lo hiciera.
Bra se levantó obligándose a mirar de frente a Freezer, a Dodoria y a Zarbón. Sus ojos llenos de lágrimas, su mano aún encerrando en su puño aquella maldita droga. Su mano vagó por su pecho y formó una bola de ki a la altura de su corazón.
- No te atrevas estúpida. Te resucitaré de nuevo. - Susurró Freezer observando que ella pretendía suicidarse.
La puerta se abrió de repente, y en ella aparecieron Vegeta, Raditz, Nappa y Chibi Bra, los cuales quedaron congelados al presenciar la delicada escena.
- Oh, Vegeta, has llegado justo a tiempo... explícale que suicidarse no le servirá de nada. -
- No lo hagas. - Gritó Chibi Bra poniendose frente a ella de repente con una mirada compungida a la par de un ceño fruncido.
Bra quedó mirando a su homólogo del pasado. Esta era ella. La situación era poética incluso. Su yo inocente, imperturbado, su yo puro, virginal, infantil, pidiendole que no se quitase la vida. Pero ella no era ya pura, ella estaba corrompida, si no, hubiera roto aquel tubo de droga. Ya no era virginal, porque soñaba cada noche con los abusos que sufrió en las terribles violaciones de las que incluso disfrutó por culpa del afrodisiaco que le administraron. Ya no era inocente, porque su inocencia murió hace muchos años atrás. Ella ya no era ella misma. La vista de Bra se nubló ante los ojos de su yo infantil. Era como su hija Bura, de la misma edad. ¿Qué hacía allí?. ¿Pretendía Freezer hacerle daño?. - Bura... - Susurró y sintió que un poco de fuerza moral la comenzó a sostener con el amor de su hija.
Zarbón se apartó del lado de Freezer. - Buen trabajo zirsan. - Dijo a la niña al ver que Bra dejaba de amenazar con matarse y había bajado sus brazos.
- NO. - Gritó Bra agarrando a la niña fuera del alcance del hombre de pelo verde.
- Tranquila, él nos ayudará a vencer a Freezer. - Susurró Chibi Bra a la mente turbada de Bra.
- No. - Vegeta fue hacia sus hijas y sostuvo en sus brazos a Chibi Bra, la bajó al suelo y sostuvo la mano de Bra fuertemente.
- Hay que acabar con él. - Susurró Bra gélidamente y Vegeta asintió.
Raditz intervino de pronto apareciendo a su otro lado, cuando Bra le olió, giró su cabeza lentamente. Al verle una mezcla de alegría y consuelo. - ¿Raditz?. ¿Eres tú?. ¡Raditz!. - Ambos se fundieron en un abrazo a pesar del gruñido de Vegeta. - Raditz... - Lloró Bra sintiéndose algo protegida entre los fuertes y reconfortantes brazos de aquel guerrero de 2 metros de estatura.
- Bra... vamos a acabar con él... - Afirmó él transformándose en super Saiyajin.
- Pero que bonita escena... - Aplaudió Freezer. - ¿Vegeta vas a dejar que tu pequeña niña muera?. Ignoras que sólo yo tengo el antídoto... -
Vegeta se turbó unos instantes y miró a Zarbón fíjamente. - Tenemos un plan. - Susurró el hombre de cabellos verdes.
El príncipe sonrió. - Déjate de palabrerías lagarto, vamos a luchar ahora mismo. Salgamos fuera. -
- Eso, llavero con patas, ahora vas a ver lo que mi papá te va a hacer, malo idiota, se creerá piloto de fórmula uno con el casco que es más grande que él. - Todos sintieron una gota de sudor en sus frentes ante aquel desparpajo de Chibi Bra. - Marrano, cochino, idiota, cerdo, estúpido, cabezón, enano, feo, cara culo, insecto, miserable, débil, hhmmmmm - Vegeta le tapó la boca avergonzado del lenguaje de su pequeña princesa. ¿De quién lo había aprendido, je, je. Ya decía Bulma que no pronunciase palabrotas delante de los niños, pero él jamás pensó que las aprendieran tan rapido...
Zarbón no pudo evitar reirse después de semejante retahila de insultos. - Te arrepentirás de esto Zarbón. - Susurró el lagarto gélidamente mientras salían fuera.
Las fuerzas especiales fueron congregadas también en el campo de batalla, bastante alejado de la base. De un lado, Raditz, Vegeta, Nappa, Bra, Chibi Bra y Zarbón. Del otro lado Freezer, Dodoria, Reecom, Ginew, Jees, Botter y Gurdo. Un viento frío inundó la oscuridad de la noche.
¿Podrán nuestros amigos vencer al nuevo Freezer y sus secuaces?. El reloj corre en su contra. Chibi Bra necesitará su dosis en apenas una hora más.
Al menos Zarbón sigue teniendo la fuerza extra que consiguió tras su batalla en la Tierra. ¿Será eso suficiente?.
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