Disclaimer: Se ha determinado que Naruto en serie y manga son adictivos a tal punto que pueden llegar a ser parte del torrente sanguíneo. Ley de impuesto a quien no sabe ni tiene dónde caerse muerto xD
¡Gracias por sus reviews! Ya hay unas preguntitas, por lo que al final del capítulo se las responderé con mucho gusto.

Capítulo 3: Ansiedad

Cuando Saya abrió finalmente los ojos, estaba sola en su habitación. Lentamente, fue enfocando uno por uno los objetos que estaban a su alrededor, deteniéndose brevemente en un ramo de jazmines que estaba sobre la mesa. La luz que entraba por la ventana iluminada todo tenuemente, lo que le indicó que estaba anocheciendo.

Alzó una mano y se tocó la cara, notando que estaba completamente curada. Los rasguños y moretones habían desaparecido, seguramente un Jutsu de los ninjas médicos habían restañado esas heridas.

Intentó sentarse, pero no pudo, no tenía la fuerza suficiente. Miró sus manos, notando la aguja hipodérmica en el dorso de una de ellas. Alguien le había dado su sangre...

— Mou... —murmuró, haciendo una mueca al escucharse, su voz estaba ronca por tanto tiempo sin uso. Tenía mucha sed.

Una mano le acercó un vaso con agua, el cual ella bebió con ansia. Después de beber, miró al que la había ayudado, encontrándose con unos ojos azules, un cabello amarillo y una amplia sonrisa. Saya se sentía exhausta, por lo que devolvió débilmente la sonrisa.

— Gracias, Yondaime-kun... —murmuró, antes de caer inconsciente de nuevo.

Kakashi entró en la habitación, encontrándose con sus estudiantes frente a la cama de Saya. Su ojo visible se agrandó por la sorpresa al ver a Saya en una posición distinta de la cual la había dejado.

— Kakashi-sensei —saludó Sakura con una sonrisa—. ¡Despertó, ella le habló a Naruto!

— ¿Ah, sí? —respondió metiéndose las manos en los bolsillos y aparentando indiferencia—. ¿Y qué fue lo que te dijo?

— Me llamó Yondaime-kun —dijo el rubio, rascándose la cabeza. Kakashi apretó la mandíbula—. Ése era el nombre del Cuarto Hokage¿no?

— Sí, así es... lo cierto es que tú te pareces mucho a él, Naruto —respondió Kakashi sinceramente, viendo cómo al muchacho se le iluminaban los ojos—. Tienen el mismo color de cabello, aunque los ojos difieren un poco, podría decirse que son bastante parecidos. Lo único diferente son las marcas de bigotes en tus mejillas, pero por demás son iguales.

— Kawaii! —exclamó el portador del Kyuubi saltando de alegría. Sakura le dio un sopapo en la cabeza, siseando.

— ¡Cállate!.¡La puedes despertar!

Sasuke presenciaba toda la situación mirando fijamente a Kakashi. Éste parecía sonreír debajo de la máscara, pero su ojo iba continuamente hacia la mujer.

— Bueno, suficiente. Vayan al claro, yo iré en un momento... mientras, hagan cincuenta vueltas, quinientas sentadillas y quinientas lagartijas.

Con un gruñido de Sasuke, una retahíla de maldiciones y quejas de Naruto y un suspiro dramático de Sakura, el equipo siete salió de la habitación. Kakashi soltó la respiración y se sentó junto a la cama.

— Oi, Saya-chan... estuviste a punto de meterme en un enorme problema... —masculló, antes de sacar su libro de tapas naranja y embeberse en la historia.

-- X --

Saya abrió de nuevo los ojos y se encontró con un rostro juvenil. Los ojos desmentían la fresca apariencia del rostro femenino, pues eran insondables y llenos de sabiduría. Saya inspiró profundamente, absorbiendo el aroma a sake que traía Tsunade.

— Cuánto tiempo... —susurró, mirando a Tsunade. Ésta se encogió de hombros.

— Llevas una semana entre dormida y despierta, Saya —respondió con voz suave. La aludida hizo una mueca de frustración—. Te salvaste por poco, menos mal que Kakashi ha donado sangre, Kurenai también y otros más...

— Espera... espera... ¿Kakashi Hatake está vivo?

— Sí, mujer... y no sólo él, también has tenido un visitante diario. Genma Shiranui¿lo recuerdas?

El poco color que Saya tenía en su rostro se fue repentinamente al escuchar el nombre del shinobi. Cerró los ojos y los labios le temblaron. Comenzó a murmurar descontroladamente, pero Tsunade no entendió nada de lo que dijo. Viendo que estaba cayendo de nuevo en un sopor, la Hokage la tomó de las manos.

— ¡Venga, Saya, no te duermas! Tienes un reporte que hacer,. ¿lo recuerdas?

— Tsunade, por favor, déjame salir del hospital... quiero ir a mi casa...

— Lo siento mucho, Ryukai, pero no puedo dejarte ir aún. Kakashi vendrá ahora a darte más sangre y francamente no estás en condiciones de caminar por las calles de Konoha. La villa ha cambiado bastante en los últimos años y mucha gente vive por allí.

Saya asintió brevemente, dándose cuenta que no podría salir tan fácilmente.

— Kami... ¿Puedo pedirte algo, Hokage? No dejes que... Genma entre a verme... dile que estoy durmiendo, en coma, lo que tú quieras, pero no dejes que me vea... no podría soportarlo...

— Ya es tarde para eso, Saya... él ha venido todos los días a verte y no le he visto decir nada en tu contra.

Estaba mintiendo, lo sabía bien. Y Saya también lo sabía.

— Veré qué puedo hacer, Saya. Pero te aconsejo que abras la boca de una buena vez¿me entendiste?

— Con todo respeto, Tsunade-sama... sólo usted puede darme la orden.

— Pues lo ordenaré en su momento. Ahora, bebe esto, te hará dormir más.

— Gracias, Tsunade... —musitó esbozando una pequeña sonrisa—. Eres digna sucesora de Yondaime...

-- X --

— ¿Dónde está?.¿Dónde!

— Cálmate, Genma. ¿Dónde está quién?

— ¡Ryukai, no está en su habitación! Yumi,. ¡dime dónde está!

— Ella salió esta mañana, según lo que veo acá —respondió la enfermera leyendo—. Fue dada de alta por la misma Tsunade-sama... ¿Genma?.¡Genma!

Él no la escuchaba. Dos semanas esperando para que abriera los ojos, para escuchar su voz... y ella volvía a hacer lo mismo. Irse sin decir nada.

Saltando de techo en techo, llegó a la parte donde estaba la mansión Hyuuga con rapidez. Un grupo de casas estaban ubicadas a un lado, pero la majestuosidad y grandeza de los dominios Hyuuga restaban notoriedad a estas viviendas. Genma se dirigió directamente a una casa pintada de blanco viejo, la cual tenía en su jardincito principal más maleza que flores. Estaba claro que nadie habitaba en ella desde hace mucho tiempo.

Tocó a la puerta... y no obtuvo respuesta.

Tocó de nuevo, sintiendo que el senbon que tenía entre los dientes se doblaba un poco por la presión de los mismos. Su sangre estaba comenzando a bullir con furia, con frustración, con desesperación.

— Vamos, Saya... ¡por lo menos sé lo suficientemente fuerte como para enfrentarme!

— Oi, Genma —saludó Kakashi a sus espaldas—. Ella no está allí, parece que está con la Hokage...

— ¡Pero ya salió del hospital con el permiso de Tsunade-sama!

— Pero conociendo a Saya, fastidió a Tsunade para que ella le concediera el permiso, sabes bien que algunas costumbres nunca cambian... y ella nunca ha sido fan de los doctores,. ¿recuerdas?

— Sí, lo sé... honestamente, no creo que quiera regresar a esta casa, después de todo... la buscaré luego. Gracias, tuerto.

Kakashi esperó que Genma se fuera para desaparecer él mismo en una nube de humo... y aparecer dentro de la casa.

— Ya se fue, Saya... ya puedes salir —dijo, metiéndose las manos en los bolsillos.

La pelirroja salió de entre las sombras, apretando con fuerza una capa negra contra su pecho, respirando agitadamente.

— Hatake-kun... —musitó débilmente. Éste la tomó de los hombros y la dirigió a una polvorienta silla, sentándola e acuclillándose frente a ella.

— ¿Por qué saliste del hospital? Aún no estás recuperada y la sangre que te hemos transferido no es suficiente... realmente no has cambiado, Ryukai.

— No podía dejar que Genma me viera así... no puedo mirarlo a la cara... me da vergüenza enfrentarme a él...

— Escúchame, Saya-chan... han pasado quince malditos años desde que tú tomaste esa misión de Yondaime-sensei y te fuiste, pero aún no sabemos por qué lo hiciste. ¿Quieres hablar al respecto?

— Mou, Kakashi... era una misión de clase A, sabes que no puedo decirte nada sin autorización de la Hokage...--

— No me evites, Saya-chan —interrumpió el ninja copia, levantando el hitai-ate. Ella se echó hacia atrás en la silla, asustada—. Tranquila, no te haré daño. Sólo quiero revisar el estado de tus heridas, es todo.

Saya cerró los ojos mientras Kakashi escudriñaba su chakra con el Sharingan, asintiendo al ver que la convaleciente tenía un flujo de chakra más estable.

— Kakashi... ¿aún me odias por haber defendido a tu padre?

— No, Saya-chan... de hecho, aprendí mucho de tu postura... ya ves, tengo un regalo invaluable de mi mejor amigo...

— Pero aún piensas que no debí haberlo hecho¿no es así?

— Ah, Saya-chan, ha pasado demasiado tiempo... por favor, hablemos de esto en otro momento... por ahora te digo una cosa: no esperes mucho tiempo para decirle todo a Genma, a ver si por fin se entera y entiende tus razones... y si lo haces, avísame para escuchar, pues la curiosidad me come desde hace quince años...

La ligera broma hizo sonreír débilmente a Saya, quien bufó levemente.

— Eso sería como esperar que algún día te quites esa maldita máscara, Hatake... ¿seguro que no tienes acné?

— ¿Seguro que estás convaleciente de una pelea? Porque veo que tu lengua viperina sigue siendo la misma, Ryukai...

Ella rió por lo bajo, mientras el ninja copia se levantaba y se dirigía hacia la puerta.

— ¿Kakashi...?

— ¿Aa?

— Me da gusto verte de nuevo, pervertido...

Kakashi se volvió y su ojo se curvó.

— A mí también me da gusto verte, cazadora...

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A/N: Me sigue preocupando lo OOC que está saliendo Genma, pero bueh... mucho angst para el gusto del pobre Shiranui, jeje... A ver, vamos con las respuestas... jijijij xD
Nabiki.Chan: Ese es el problema, que Genma no sale casi en la serie... pero bueno, habemos fans de él, a pesar de sus pocas apariciones en la serie... :-P
Nadeshiko-Uchiha: De hecho, habrá otras parejas planteadas en la historia pero de una manera muy sutil... a ver si las pillas ;-P
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