Detective Conan es propiedad intelectual de Gosho Aoyama-sensei y de todos sus distribuidores. Este fanfic no está hecho con ánimos de lucro, por eso no me considero violadora de ninguna ley.

Aclaraciones: Las cosas entre comillas son cosas que piensan los personajes, los asteriscos indican cambio de lugar y estos símbolos indican ruidos o cosas dichas por aparatos ya sean contestadores, conversación por teléfono (siempre estará entre los signos la persona que está al otro lado del teléfono fuera de donde se sucede la acción), máquinas expendedoras, televisiones, etc.

Mente en blanco Capítulo 2: Awakening By Miruru

Ran tomó aire y lentamente, como si por abrirla más lentamente fuera a ocurrir algún milagro, abrió la puerta de la habitación de Conan. Kogoro fue el primero en entrar y poco después entró Ran, cuando vio al pequeño quedó muy sorprendida, estaba tumbado en la cama con el brazo y la cabeza vendada, le habían administrado suero y también tenía puesto uno de esos aparatos que marcan los latidos del corazón. Ran se acercó a él y se le quedó mirando fijamente absorta en sus pensamientos hasta que su padre le habló.

Tampoco tiene tan mala cara, ¿verdad? –dijo el detective intentando animar el ambiente.

¿Qué no tiene mala cara? Sé realista papá –dijo Ran cortándole.

Solo intentaba animarte un poco. Tienes que pensar en el marrón que me como yo también –dijo Kogoro apesumbrado.

Mientras Conan se recupere no pasará nada

Al poco de haberse quedado totalmente en silencio llamaron a la puerta de la habitación y entraron el inspector Megure seguido de Sato y Takagi.

Hola, ¿Cómo está? –preguntó Megure mientras se quitaba el sombrero.

Sigue inconsciente –comentó Ran

¿Cómo es que han venido? –preguntó Kogoro un tanto desconcertado.

Estamos investigando el caso en el que este pequeño se ha visto involuntariamente involucrado –dijo Sato.

Ya estamos casi seguros de que ha sido un suicidio pero tenemos que asegurarnos y para eso necesitamos el testimonio de Conan –dijo Takagi.

De repente la puerta se abrió y entro una enfermera joven, alta y de rasgos delicados parecía muy sorprendida al ver a tanta gente dentro de la habitación a estas horas volvió a mirar su reloj para asegurarse de la hora.

Deberían marcharse ya. El tiempo de visita ha terminado así que solo puede permanecer una persona aquí, además tengo que comprobar el status del paciente –dijo tajante.

Yo me quedo, ¿vale papá? Si necesitas comida o algo llama a mamá, ya sabes su número y si le explicas la situación creo que lo entenderá –dijo Ran.

Vale, nosotros nos vamos –dijo Kogoro un poco ofendido por las palabras de su hija.

Kogoro, Megure, Takagi y Sato salieron de la habitación y después de tocar algunas cosas la enfermera también se marcho. Ran se quedó en aquella silenciosa habitación donde se escuchaba un pitido intermitente, era el corazón del pequeño luchando por la vida.

Cuando por fin llegaron a Tokyo ya era bastante tarde, se acercaron a la central de policía y preguntaron por el inspector Megure y les dijeron que había salido y que llegaría pronto así se sentaron en unos asientos que habían allí y esperaron hasta que por fin llegó el inspector.

¡Hattori tu por aquí! –dijo el inspector con gran alegría.

He venido por lo del último caso –contestó el joven.

Ah sí, aunque ya está prácticamente todo solucionado solo falta el testimonio de Conan.

¿Ha ido a verle? –pregunto Heiji con cierto nerviosismo.

Sí pero no hemos podido hablar con él –respondió el inspector.

"En cuanto se haga de día iré a verlo" –pensó Heiji- Ahora inspector explíqueme los detalles del caso.

Sígueme –dijo el inspector.

Fueron hasta una sala donde una cantidad considerable de policías (comparados con los que solía haber a esa hora) trabajaban incesantemente.

Ahora explicaré los detalles. El siniestro se produjo poco después de la hora de salida de los colegios un coche atropelló a Conan, el conductor yacía muerto en el interior del coche y estaba tumbado hacía el asiento del copiloto como si hubiese caído por el movimiento que se produjo durante el choque, el cadáver aun estaba caliente y llevaba el cuchillo clavado y en él sólo estaban las huellas de la víctima. También hemos encontrado ceniza aunque no el cigarro del cual provenía.

¿Y la víctima? –preguntó Heiji.

Es un hombre de 43 años empresario en la Co. Toshiba, últimamente habían rumores de que el empresario no estaba haciendo tratos muy limpios que digamos, pero nada se ha averiguado al respeto.

Perdonad que interrumpa pero... ¿Cómo está Conan? –dijo Kazuha, por primera vez en bastante rato había dicho algo.

"Ka... Kazuha..."

Heiji estaba sorprendido, Kazuha había hecho la pregunta que él había temido hacer, temía por como estaría su amigo.

Está inconsciente, por eso mismo no pudimos hablar con él –respondió el inspector.

Inspector, ¿Dónde está el coche? ¿Puedo verlo? –preguntó Heiji intentando olvidar por un momento a Kudo.

El coche está en el depósito, si quieres ir a verlo yo te puedo dar autorización para entrar, pero no te puedo acompañar.

Vale, no pasa nada. Iremos Kazuha y yo, ¿verdad? –le dijo a la chica guiñándole un ojo.

Que remedio... –contestó Kazuha con un suspiro, había sucumbido al guiño de su amigo.

Los dos jóvenes salieron de la central y se dirigieron al depósito siguiendo un mapa que les había dado el inspector. Al llegar a la puerta Heiji rebuscó en sus bolsillos y sacó un permiso que el inspector Megure.

Heiji yo te espero aquí –dijo Kazuha- Este sitio de noche no me gusta.

Vale, ya entraré yo solo –contestó Heiji.

El joven se acercó a una cabina que había al lado de la puerta que daba al depósito donde un policía de mediana edad miraba una pequeña pantalla de televisión mientras se tomaba un café.

Hola, venía a examinar un coche, tenga esta hoja.

Muy bien, pasa. –dijo el hombre casi sin mirarle.

El depósito estaba muy oscuro, con una linterna que había cogido al hombre buscaba el coche que el inspector les había descrito en la comisaría. Después de un rato comparando coches con la descripción dio con el coche que estaba buscando, tenía el lado derecho abollado en el lado derecho del golpe que se había dado contra la pared, en el lado izquierdo cuando se acercó puedo ver claramente un fragmento de tela azul seguramente de la chaqueta de Conan. Abrió la puerta del coche y se fijó en la mancha de sangre que había en el asiento del copiloto, seguramente cuando el cuerpo se cayó hacía la parte del copiloto degotó sangre. Nada más se apreciaba, parecía ser que esta vez el inspector no se había saltado ningún detalle y el caso era un auténtico suicidio, solo el testimonio de Conan podía cambiar este hecho y aún así era muy misterioso. Salió del depósito y se reunió con Kazuha.

Heiji, ¿ahora qué? –dijo Kazuha.

Vamos a casa de Agasa –dijo Heiji- cuando llamé me dijo que fuéramos a su casa así que vamos.

En todo el camino hacía casa no habían hablado nada, cada uno de ellos reflexionaba a su manera sobre lo ocurrido y por fin llegaron a casa del doctor Agasa, Ai se sentó al lado de la ventana mirando hacía la oscuridad del cielo.

"¿Al final acabara contigo un simple asesino y no ellos? Sería un final irónico" –pensaba Ai.

¿Quieres cenar algo Ai? –preguntó el doctor.

No –dijo Ai tajante.

Al rato Hattori llamó al teléfono, las horas pasaban lentamente y cuando ya era muy tarde y se iban a dormir llamaron al timbre de la casa.

Hola, al final hemos venido –dijo Heiji medio sonriendo.

Siento haber venido tan tarde, debería darte vergüenza Heiji –dijo la chica empujándole.

Pasad, no importa –dijo Agasa.

Pasaron dentro de la casa mientras Agasa abría unos armarios, sacaba unos futones y comenzaba a preparar las camas.

¡Ya le ayudo! –dijo Kazuha mientras corría a ayudar el doctor.

Entre los dos arreglaban los futones mientras Heiji miraba a la callada Ai preguntándose si habría visto a Kudo.

¿Qué pasa? –dijo finalmente Ai.

Ah... pues... ¿Has... has visto a Conan? –preguntó Heiji.

No, no hemos podido entrar, cuando le han trasladado a una habitación era bastante tarde y hemos dejado que entrara Ran y Kogoro.

Ah... –dijo Heiji con una notable decepción.

A mí también me gustaría haber entrado a verle pero Ran estaba mal, se ve que ella le vio en la escena del accidente y le acompañó hasta el hospital por eso no le di importancia, podía esperar un día.

La conversación finalizó allí ninguno de ellos dijo nada más, los dos entendían que en este campo Ran tenía preferencia aunque ella no lo supiera. Después de darse las buenas noches se fueron a dormir aunque no todos lo hacían, en aquella larga noche todo el mundo tenia en mente al joven detective. A la mañana siguiente todos estaban despiertos desde bien pronto, se prepararon y salieron hacía el hospital.

La noche se le hizo interminable a Ran, había dormido a trozos y siempre que despertaba era para asegurarse de que el pitido intermitente no había cesado. Se quedó mirando la habitación como si fuese la primera vez que entraba en ella, la verdad es que las habitaciones de hospitales siempre le habían parecido muy tristes, si se suponía que los pacientes debían animarse para mejorarse no entendía porque las hacían tan pésimamente alegres. Las cortinas eran de un color verde como el de los trajes que llevan los doctores cuando operan a los pacientes, lo único que daba alegría a la habitación podría ser las plantas que llevan normalmente la gente cuando va a ver a sus pacientes pero en la habitación de Conan no había ninguna. Ran miró como iban pasando las horas y nada ocurría a parte de que vino el doctor a comprobar el estado de Conan y le dijo que no había ninguna novedad. Así fue pasando el día hasta que el horario de visitas comenzó, entonces la puerta sonó y Ran salió para ver quien era y su sorpresa fue ver allí a Agasa, Ai, Heiji y Kazuha.

¿Ka... Kazuha qué hacéis aquí? –dijo Ran muy sorprendida.

Nos hemos enterado de lo que le ha pasado a Conan y como Heiji ya tenía pensado venir a Tokyo pues hemos decidido venir a verle –dijo Kazuha

Supongo que hoy si que podremos verle –dijo el doctor Agasa.

Sí, aunque el doctor ha dicho que hay que entrar de uno en uno –dijo Ran.

Se miraron los unos a los otros y al final entró primero Agasa el cual al entrar quedó muy parado al ver el estado del joven detective. Era bastante duro ver al joven, que siempre estaba lleno de vida, en aquella cama tan inmóvil, silencioso y con ese aspecto tan lamentable. Al poco rato de entrar Agasa salió y entraron Ai y Kazuha ya que como Ai era solo una niña pequeña no querían que entrara sola. Ai confirmo sus temores al entrar y verle, se sentó en una silla mientras que Kazuha hacía lo mismo y al mirarlo le entró mucha rabia y no pudo evitar que dos lágrimas surgieran de sus ojos.

"Idiota... me dijiste que no te pasaría nada y mírate..." –pensaba Ai mientras sollozaba.

¿Estás bien? –le preguntó Kazuha que estaba muy sorprendida de ver por primera vez a Ai llorando.

Sí, se me pasará enseguida –dijo Ai secándose las lágrimas y saliendo de la habitación seguida por Kazuha.

El último en entrar fue Heiji el cual, como todos los demás, quedó paralizado al ver el estado de su amigo, tan quieto y callado. Vale que Kudo solía ser callado y hasta a veces reservado pero no hasta el punto actual, a lo mejor les estaba gastando una broma a todos y ya llevaba un buen tiempo despierto.

Eh Kudo despierta –dijo Heiji tocándole el brazo a modo de despertador.

Serás idiota... casi nunca te pasa nada cuando persigues asesinos y ahora vas y dejas que te atropelle un coche. Pobre de ti que te mueras... –dijo finalmente mientras salía.

Al llegar fuera Kazuha estaba hablando con Ran la cual se veía un poco más animada después de todo lo que había pasado y allí estuvieron sentados hasta que acabó el día, Heiji propuso a Ran que se fuera con Kazuha y que él pasaría la noche con Conan. Después de insistir mucho Ran aceptó y se marchó con Kazuha mientras Heiji volvía a entrar en la habitación.

Ran salió por fin del hospital acompañada del doctor, Ai y Kazuha, durante el camino no hablaron mucho y después de despedirse del doctor y Ai se dirigieron a casa de Ran. El pensamiento de Ran seguía en Conan, ¿y si le pasaba algo mientras no estaba? Sabía que Hattori estaba con él pero igualmente no estaba tranquila... Por fin llegaron al piso de los Mouri y llamaron al timbre del cual salió un Kogoro un poco andrajoso.

¡Ran! Por fin has vuelto hija –dijo el detective.

Sí, hoy Hattori se ha quedado con Conan –dijo Ran.

Hola, señor Mouri –dijo Kazuha con una breve reverencia.

Pasad, pasad –dijo Mouri - ¿Y el niño cómo está?

Igual –dijo Ran tristemente.

Aquella noche por fin Kogoro pudo cenar como dios manda ya que él era un poco penoso en la cocina y su orgullo no le permitía llamar a Eri, ni tampoco su estómago. Después de cenar estuvieron hablando un buen rato de lo acontecido en los últimos días mientras las horas fueron pasando y cuando se dieron cuenta de lo tarde que era recogieron todo y se fueron a sus respectivas habitaciones. Kazuha durmió en la habitación de Ran y así pudieron hablar de todo lo sucedido y Kazuha explicó a Ran lo que había hecho Ai cuando había entrado en la habitación de Conan.

Cuando se hizo de día Ran y Kazuha prepararon el desayuno para Kogoro y se fueron al hospital y estuvieron delante de la puerta de la habitación charlando con el doctor Agasa mientras la pequeña Ai les miraba y escuchaba de todo lo que hablaban y estuvieron así de tranquilos hasta que a media tarde Heiji salió de la habitación muy exaltado.

¿Qué pasa? –preguntó Ran asustada.

¡Llamad a un médico! –gritó el joven.

Todo estaba muy oscuro y no podía ver nada, tampoco escuchaba nada aunque si se sentía como si estuviese flotando, no notaba su cuerpo a lo mejor eso era estar muerto. Pero nada más lejos de la realidad, de repente comenzó a escuchar un pitido intermitente muy lejano, como si fuese un eco y cada vez lo oía con más nitidez hasta que por fin notó el ruido como si lo tuviese a su lado, después comenzó a notarse el cuerpo aunque no lo podía mover, le dolía demasiado. Pesadamente abrió los ojos pero los tuvo que cerrar rápidamente porque la visión de todo tan borroso le había mareado. Nuevamente lo volvió a intentar y esta vez la imagen se aclaró completamente y vio a Heiji mirando por la ventana, con pesados movimientos miró hacia los lados observando con detalle toda la habitación, como intentando descubrir algo oculto en ella.

Heiji que había estado demasiado concentrado en la observación de Tokyo no se había dado cuenta hasta que "despertó" y sintió un ruido de sábanas y entonces vio al pequeño detective con los ojos abiertos y observando toda la habitación con mucho detenimiento.

¡Ku... Kudo! Por fin te despiertas –dijo Heiji lleno de euforia.

Ha... Hattori que... –dijo Conan aclarándose la voz.

No digas nada, primero voy a decir que avisen a un médico.

Sin que dejara decir nada más al recién despertado, se abalanzó contra la puerta, la abrió y comenzó a chillar.

¿Qué pasa? –preguntó Ran asustada-.

¡Llamad a un médico! –gritó Heiji.

Ya voy –dijo el doctor Agasa mientras salía corriendo a buscar a un doctor.

¿Pero que pasa? –preguntaba Ran cada vez más alterada.

¡Se ha despertado! –dijo Heiji aún más eufórico.

¿Qué? –respondieron los otros incrédulos.

¡Ya se ha despertado! ¡Conan ha despertado ahora mismo! –dijo Heiji con una amplia sonrisa.

Ran, Kazuha, Ai y Heiji entraron en la habitación de Conan y muy poco después entraron Agasa con un médico. Al verlo despierto todos se quitaron un gran peso de encima, ese que habían llevado durante estos días

A ver, ¿Qué pasa? –dijo el médico un poco desconcertado.

El niño se ha despertado, doctor –dijo Ran notablemente contenta.

A ver apártense, ¿cómo te encuentras pequeño?

... "Pero ¿qué...?" –pensaba el pequeño detective muy confundido.

Conan, el médico te está preguntando –dijo Ran acercándose a Conan.

R... Ran, ¿puedo hacerte una pregunta? –dijo Conan.

Sí, dime –dijo Ran un poco intrigada.

¿Qué hago aquí? ¿Qué me ha pasado?

De momento todo había salido según su plan. En un café situado en el centro de Tokyo un hombre de unos treinta años, pelo castaño y ojos azules tomaba un café tranquilamente mientras miraba un pequeño televisor que estaba colgado en la parte derecha de la barra. Mientras fumaba un cigarrillo observaba las noticias en busca de algún posible fallo en su plan.

" Seguramente el chico no sobrevivirá, así que nadie podrá testificar nada... nadie me vio excepto el mocoso y el mocoso estará muerto dentro de poco por culpa de las heridas" –pensaba mientras sonreía.

El hombre miró su reloj y observó que eran las siete de la tarde, miró de nuevo hacía la pequeña pantalla alarmado por una noticia de última hora donde se informaba que el pequeño que había sido atropellado dos días antes había despertado y iba recuperándose. Al sentir eso la cara del hombre se contrajo en un gesto enfurecido, se levantó, cogió la taza de té y la estampó contra el suelo.

¡Maldición! ¡Maldita sea!

¡Señor! –exclamó una camarera dirigiéndose hacía el hombre.

Todo el mundo en la cafetería estaba alarmado por el violento comportamiento del hombre, éste aún gritaba mientras dos camareras intentaban sofocar al hombre.

Señor por favor debe marcharse –decía una muy asustada.

Pague y márchese por favor

De repente el hombre se quedó quieto, dejó unas monedas en la mesa y mientras se dirigía hacía la puerta comenzó a reírse con una cruel carcajada que dejó a toda la gente del local helada. Mientas se montaba en un coche plateado aún reía mientras su mente planeaba el siguiente paso.

Bueno... aunque parezca mentira...¡¡he actualizado mi fic muerto! Diooos ya puedo tirar serpentinas o algo y hacer una fiesta para celebrarlo xDDDD Os pido perdón a las dos personas que me dejasteis review porque os he echo esperar muchísimo (creo que demasiado) y bueno decir que gracias a una amiga me animé a continuarlo... vaya tendré que cambiar el profile xDDDD. Bueno espero que os gustara y esta vez intentaré actualizar más pronto... es que releyendo he visto que no era una historia demasiado mala... u.uU que desastre de persona que soy... Bueno comentar vuestros 2 reviews n.n

Michael 8 8 8, me alegro que te gustara tanto y espero verte en los reviews de este capítulo n.nU pq me sabe mal haberos echo esperar tanto... gracias por avisarme en aquel entonces de lo de los reviews anónimos n.n y bueno aquí tienes el siguiente n.n

Palito-chan, pobre, espero que aún te queden uñas xDDD porque con lo que me demoré... xDDDDD bueno espero que si lo leas te guste aunque este también se queda mal diría yo... u.u

Bueno y eso es todo, como ya he dicho... perdón por tardar tanto en actualizar, espero que la próxima vez no sea así n.n

Jya ne!

Miruru Yaoi Kuroba