Capítulo 9

Harry se retorcía las manos de angustia. Sabía que todo el colegio había bajado ya al Gran Comedor. Sólo faltaba él. No había más remedio que hacerlo. Bajó las escaleras que conducían hasta el Comedor y se detuvo un momento antes de cruzar el umbral. Tomó aire, y entró.

Al principio nadie se dio cuenta de su presencia, afortunadamente los huevos con beicon atraían más la atención de los comensales... sólo unos ojos negros desde la mesa de profesores le miraron y una sonrisa llena de maldad apareció en los labios del Profesor de Pociones.

Harry decidió aprovechar el momento. Sin darse mucha prisa, para que no se percatasen de su presencia se dirigió inexorablemente hacia la mesa de Slytherin... al pasar, algunos alumnos le señalaban, y todos miraban boquiabiertos la túnica de Harry... y su lazo en la cabeza. Rosa. Snape había tenido la "amabilidad" de conseguirle esa ropa.

Había distinguido a su objetivo desde la distancia. Draco Malfoy no se percataba de que él era el punto de mira, hasta que Pansy Parkinson señaló a su espalda y el rubio vio al moreno, primero con asombro, luego hilaridad y más tarde terror, al comprender que iba hacia él.

Harry sin esperar más, se lanzó a por él, el rubio se echó para atrás, pero la mesa le impedía la huida. Harry le cogió de la cara y acercó su rostro. Sin más preámbulos le besó.

Se hizo el silencio en el Gran Comedor. Nadie reaccionaba. Los profesores estaban casi más asombrados que los alumnos, menos Snape, quien hacía algo inusual: reírse a carcajadas.

Los dos chicos se separaron y empezaron a escupir. Harry sentía arcadas, quería irse de allí. Echó a correr hacia la salida, pero una mano le detuvo.

-Harry.- Harry intentó soltarse pero no podía.

-Harry- era Dumbledore... Harry intentaba huir, no le dejaban. Cada vez estaba más desesperado.

-¡Harry, despierta!

Harry abrió los ojos. Estaba en su habitación y era Ron quien le zarandeaba.

-Hey, tío. Despierta de una vez. No dejabas de retorcerte... ¿otra pesadilla?

"No lo sabes tú bien"- pensó Harry.

-Sí, pero nada grave.- respondió el moreno.

Al menos, Harry esperaba que fuese una pesadilla, y no una premonición... Harry sacudió la cabeza, como para que esos pensamientos le dejaran y comenzó a vestirse para bajar al Gran Comedor con Ron.

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-Oye, Harry, quería preguntarte si estás seguro de que quieres continuar con esto- Lupin se había reunido con él y paseaban juntos cerca del lago.

Harry tardó un poco en responder, no le apetecía mucho hablar de ello.

-Sí, profesor, es una apuesta. No puedo echarme para atrás.

Lupin esbozó una sonrisa. Le recordaba tanto a James...

-Bien, entonces haré de juez. Mejor asegurarse de primera mano que Snape no hará de las suyas...

-Profesor...- a Harry le había preocupado eso último.

-Harry, creo que tú me puedes llamar Remus.

-Claro, Remus... ¿Crees que Snape hará trampas?

-No te quepa la menor duda, así que prepárate ante cualquier cosa.

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Era de noche, Snape y Lupin estaban en los terrenos. De común acuerdo entre los tres, habían decidido que los dos profesores esperarían allí con el mapa del merodeador hasta ver que Harry salía de Gryffindor. Una vez hecho esto, Snape podría entrar e ir a su encuentro.

Para que Harry ganase, tenía que ir a un aula en desuso y coger una prueba de que había estado allí: un lazo rosa. El mismo que usaría, si perdía, para besar a Malfoy. Pero eso no era todo, después de encontrarlo y cogerlo, debía de volver a Gryffindor y todo esto sin que Snape le pillase. Por supuesto, todo debía de hacerse entre la hora de toque de queda, en la que menos los prefectos, todos debían estar en sus respectivas casas y la hora en la que se abría el Gran Comedor para desayunar.

-Bien, Severus. Espero que serás justo y no harás trampas... ¿qué hará Harry si pierde?

-Eso no te incumbe, es entre el señor Potter y yo.

-Claro... si le haces algo que pueda dañarle o que le ponga en ridículo, te las verás conmigo, Snape.

-¿Por qué será que esa amenaza no me da miedo? Métete en tus asuntos, Lupin.- Snape sonrió para sus adentros.

Nunca le había caído bien Lupin... aunque debía de ser justo y reconocer que de todos los merodeadores, era el más amable y el que más le respetaba. Por eso había decidido que sería el juez ideal, Harry confiaba en él. Potter ni siquiera había pestañeado cuando le entregó el mapa al licántropo... lo que hizo pensar a Snape que Lupin ya sabía algo del extraño pergamino. Snape se sorprendió cuando vio el mapa, ya lo había tenido una vez entre sus manos, cuando sospechaba que Harry había ido sin permiso a Hogsmeade, recordaba que en esa ocasión fue Lupin quien defendió a Harry... Sí, definitivamente el lobo hacía mucho que conocía ese pergamino.

-Mira, Severus. Harry ya ha salido de la torre. Ahora puedes entrar.

Snape no se lo pensó dos veces y franqueó la entrada seguido por Lupin.

Nada más hacerlo, tropezaron con dos personas...

-Miren por dónde van- Les dijo Snape, enfadado.

-Lo sentimos, profesor.- le dijo Pansy. Iba acompañada de Malfoy.

-¿Qué hacían corriendo por aquí?

-Lo siento, profesor. Hacíamos la ronda nocturna y hemos descubierto que Peeves ha hecho de las suyas.-Malfoy arrastraba las palabras.- Estábamos buscando a los prefectos de Gryffindor para reducirle entre todos.

Lupin miró a los dos muchachos y no lo pensó.

-"Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas"- susurró apuntando con su varita al pergamino, el cual había "apagado" después de ver que Harry había salido de su torre.

Snape le vio y de un manotazo se lo quitó de las manos. Lo escondió entre sus túnicas para que los dos prefectos no lo vieran.

-¿Se puede saber qué haces, Lupin? Se supone que un papel como este no debe ser visto por cualquiera...

-Snape, no seas ridículo y devuélvemelo.- Lupin estaba harto de que Snape le tratara siempre como si no supiera hacer nada bien. Le tendió la mano, esperando a que Snape se lo devolviera.

-Idiota, en fin, toma. No tengo tiempo que perder.- y sacó de su túnica el pergamino, se lo dio a Lupin y se fue.

Lupin, después de un rato les dijo dónde estaban los de Gryffindor, se guardó el plano y se fue a dormir.

Snape sonrió. Los dos prefectos habían hecho su trabajo perfectamente. Ahora el verdadero mapa del merodeador estaba en su poder. Gracias a los dos, había podido dar el cambiazo a Lupin ¿Cómo era posible? Muy sencillo: volvamos atrás en el tiempo:

Flash back

Harry estaba en el despacho de Snape. El profesor le había mandado llamar después de las clases para comprobar que el mapa funcionaba de verdad.

-Bien, Potter, parece que es auténtico... aunque si no me equivoco ya había visto este chisme anteriormente...

Harry se sonrojó, pero no dijo nada.

-Bueno, pues entonces no hay ningún impedimento para que hagamos nuestra pequeña... prueba¿verdad¿Ves esto de aquí?- Snape sonreía mientras sostenía un lazo rosa entre sus manos.

Harry le miró con temor.

-Oh, sí, Potter... es lo que te vas a tener que poner si pierdes... pero también será tu salvación si lo atrapas.- Snape calló un rato esperando a que sus palabras hicieran efecto en el muchacho.

-¿Qué quiere decir con eso, profesor?

Snape le miró de nuevo.

-El día que lo hagamos, lo esconderé en la clase en desuso del segundo piso. Tendrás que cogerlo y regresar a la torre de Gryffindor sin que te encuentre.

-Pero un lazo tan pequeño...

-Vaya¿no eres mago¿De hecho no eres un mago muy famoso? Seguro que te las apañarás para encontrarlo... aunque te advierto que vas a perder.

Ahora fue Harry quien lo miró con decisión.

-Eso está por ver, profesor. Vaya preparando el caldero, tendrá que preparar un filtro de amor conmigo.

Snape le sonrió. El pequeño Potter estaba aprendiendo mucho de él... pero no lo suficiente: mientras hablaban, Snape había pasado el mapa por debajo de la mesa con disimulo, en donde estaba Malfoy... Snape le había prometido que le recompensaría si le ayudaba a ganar, y ahora Draco estaba haciendo una réplica del mapa. En realidad no funcionaba, se veían manchitas de personas moviéndose, pero no pasaba eso en la realidad. Con que diera el pego, bastaba. Así que Malfoy hizo un excelente trabajo y si no te fijabas mucho, podías pensar que la réplica era idéntica al original. Como era un encantamiento rápido, mientras Snape distraía a Harry le dio tiempo a acabarlo.

Con disimulo, tiró del bajo de la túnica del profesor y éste, que entendió la seña, alargó la mano para recibir el auténtico y se lo devolvió a Harry.

-Bueno, Potter. Supongo que tendrás tanto que hacer como yo.

Harry captó la indirecta y se marcho.

Cuando hizo esto, Malfoy salió de debajo del escritorio.

-Espero que funcione, señor.

-Más te vale, Draco... si esto sale bien, no tendrás que preocuparte por tus notas... Dame la copia.

Malfoy sonrió y se la dio

-¿Cómo dará el cambiazo?

-Necesitaré su ayuda. Lo que hay que hacer es...

Y Draco escuchó atentamente las instrucciones del profesor. Era una suerte que en la imitación del mapa hubiera puesto a Weasley y la sangre sucia... así todo quedaría menos sospechoso.

Draco salió del despacho y pensó que en la conversación que había escuchado debajo del escritorio había una cosa inusual y que le había incomodado un poco: Snape hablaba de tú a Potter.

Fin del Flash Back

Snape recorría los pasillos con tranquilidad. Con el mapa en sus manos era imposible perder. Ahora veía a Potter bajar las escaleras principales. ¡Qué inocente! Encima iba por los lugares de más fácil acceso... iba a ser pan comido. Luego dirigió su vista hacia la clase a la que tenía que llegar Potter. Y comprobó que Filch y la señora Norris estaban donde les había dicho que estuvieran. Snape sonrió más.

El estúpido de Malfoy estaba cerca de la torre de Gryffindor. Snape no le había dicho que tanto si Potter ganaba como si perdía, el peor parado iba a ser él mismo. Draco y Pansy se habían dividido. Mientras Pansy hacía la ronda ella sola, pues era una tarea que no podían eludir, Malfoy montaba guardia para que Potter no llegara. Parkinson se acababa de encontrar con los prefectos de Gryffindor. Perfecto, seguro que la chica haría que evitaran las zonas en donde tendría que pasar Harry. Así no le podrían ayudar. Y creyendo que la Slytherin no sabía nada, seguro que también ellos evitarían la zona, para que Pansy no pudiese intervenir. Snape se sentía viendo el mapa como ante un tablero de ajedrez, con todas sus fichas bien colocadas. Nada podía fallar.

Harry corría por los pasillos desesperadamente. Se jugaba mucho en esa apuesta. Ya no es que quisiera ganar para ver a Malfoy persiguiendo a Goyle, lo que no quería era perder, o tendría que besarle delante de todo el colegio... Le había contado todo a Ron y Hermione y esperaba que le ayudaran aunque no demasiado, sería un orgullo conseguirlo él solo. Era muy extraño que no hubiesen aparecido todavía. Harry no se podía imaginar que en esos momentos estaban junto a Pansy "distrayéndola" inútilmente, pues en realidad era la Slytherin la que les distraía a ellos.

Se pegó a la pared, en medio de la oscuridad. Le había parecido oír un ruido. Todavía estaba muy lejos de su meta, y sabía que Snape ya había empezado a buscarle. Se relajó un poco cuando advirtió que el ruido era provocado por la conversación entre dos fantasmas que pasaban por allí.

Iba a incorporarse y a continuar cuando algo le golpeó y oyó una voz chillona.

-¡Harry Potter no debe continuar o perderá!

Harry miró a quien le detenía.

-¡Dobby! Este no es el momento para...- masculló.

-Señor, el profesor Lupin me pidió que vigilara al profesor Snape... ¡él ha hecho trampas, Harry Potter!

-Sssshh, no grites, Dobby. ¿Qué quieres decir?

Dobby estaba muy agitado, el muchacho no se daba cuenta de la gravedad de la situación.

-Vi como el profesor Snape cambiaba el mapa del profesor Lupin por otro diferente...

Harry le miró sin comprender. Y luego cayó en la cuenta.

-¡Dobby! Corre a avisar a Lupin. Coge el mapa falso y vuelve a cambiarlo por el de Snape, luego devuelve el auténtico a Lupin. ¡Corre!

Dobby desapareció (recordad que los elfos domésticos sí son capaces de hacerlo en Hogwarts. ¡Dobby hasta ha sido capaz de encontrar a Harry con la capa invisible puesta!).

Harry de repente se dio cuenta de que si Snape veía sus movimientos, no podía quedarse quieto, y se movió. Suponía que Dobby cumpliría rápido, así que siguió avanzando.

Dobby llegó hasta la habitación de Lupin, quien ya se había acostado. Cuando Dobby le contó todo, le dio el mapa falso y le dijo:

-Es muy importante que hagas esto rápido. Ve a donde el Profesor Snape, y cámbiaselo por el verdadero.

Dobby no se hizo esperar y desapareció.

Snape estaba emocionado. Ahora ni siquiera veía el mapa, estaba pensando en qué le diría a Harry cuando le encontrase... ese mocoso no se reiría nunca más de él ante sus narices.

De repente, tropezó con algo y se cayó al suelo.

-Oh, lo siento profesor Snape. Dobby malo, lo siento, señor. –Dobby hizo una reverencia y desapareció.

"Maldito elfo, casi me mato... en fin, a lo mío."

Recogió el mapa, que estaba en el suelo y lo observó... qué extraño... Según el mapa Harry se había movido mucho en poco tiempo... y no iba en la dirección correcta. Siguió por el camino que llevaba.

Dobby llegó hasta la habitación de Lupin sin problemas con el mapa del merodeador que había robado a Snape.

-Gracias, Dobby. Harry te estará muy agradecido. Ahora¿qué te parece si nos quedamos observando lo que pasa con todos estos por si acaso Snape guarda más sorpresas? Anda, siéntate a mi lado, y no permitas que me duerma- Lupin no pudo contener un gran bostezo, estaba muy cansado.- Pero antes... ¿Podrías traerme una taza de chocolate caliente?

Harry estaba acelerado, esperaba que Dobby ya hubiera cambiado los mapas, y corría por los pasillos. Se topó con algunos profesores de guardia, pero ninguno se percató de su presencia. Por fin, encontró la puerta que daba a la clase que buscaba... Pero ya había alguien dentro.

"Oh, es Filch, ahora entiendo lo que quería decir Lupin con eso de que Snape haría de las suyas".

-Vamos, minina... busca... seguro que vendrá. El profesor Snape dijo que vendrían alumnos a este aula... Sólo hay que esperar, pequeña. –Filch se calló de repente. Antes no había notado que la puerta estuviera abierta.- Sssshh, minina, alguien puede haber entrado.

Harry contuvo la respiración cuando la señora Norris empezó a maullar en su dirección. ¡Tendría que buscar el lazo con esos dos en la habitación! Odiaba a ese bicho.

La gata se acercó hacia donde él estaba. No era la primera vez que Harry pensaba que la Señora Norris podía ver a través de la capa. Se quedó muy quieto.

-Vamos, minina. Creo que son cosas de la edad. Aquí no hay nadie... ¿O sí¡estudiante apestoso, sal de donde estés!

Harry guardó silencio, no se veía nada en la clase... ¿Cómo iba a encontrar una maldita cinta rosa? Empezó a moverse muy lentamente, mirando en los pupitres, por las estanterías... muchas veces estuvo a punto de tropezar con Filch y la Señora Norris estaba siempre mirando hacia él con sus brillantes ojos acusadores.

Harry empezaba a desesperarse... se le acababa el tiempo y Snape vendría pronto a por él, seguro.

Empezó a mirar en todas direcciones. La señora Norris maullaba... y entonces Harry la vio.

"Severus, eres de lo que no hay"- Harry no sabía si maldecir a su profesor de pociones o admirarlo aún más. El lazo había estado todo el tiempo a la vista... La pregunta era cómo demonios se lo iba a quitar a la Señora Norris del cuello.

Mientras, Snape se había despistado. Creía haber estado muy cerca de Harry en una ocasión, pero cuando alargó el brazo para atraparle, no había nada allí. Harry era ágil pero habría sido muy difícil que estuviera allí. ¿Estaría el mapa fallando? Miró. Indicaba que Potter estaba justo en la pared en donde él estaba apoyado, pero era imposible que allí hubiera alguien. Encontró otro fallo: el puntito negro con un cartelito que ponía "Severus Snape" no estaba donde debería...Snape cerró los ojos con fuerza y lo comprendió todo.

-Maldito elfo...- susurró. Ahora no tendría tantas ventajas. Aceleró el paso.

"Ya basta de tonterías, cogeré a Potter en el lugar del crimen" –Pensó mientras se acercaba al aula en la que se suponía que estaba Filch.

Cuando llegó, vio a Filch que acariciaba su gata. No parecía que Potter hubiese pasado por allí.

-Filch¿todo en orden?

-Oh, sí, profesor... Por cierto, gracias otra vez por la preciosa cinta rosa que me regaló para la Señora Norris.- Buscó por el cuello de la gata- Mire, le sienta... ¿eh¿Dónde está?

Snape Abrió mucho los ojos. Estuvo a punto de pegar al estúpido viejo y tirar a la sucia gata por la ventana, pero se contuvo. No en vano hacía unas semanas que intentaba cambiar de carácter. En lugar de eso, resopló y salió disparado hacia la torre de Gryffindor.

Harry jadeaba por correr tan rápido. Tenía la cinta gracias a un accio que conjuró cuando Filch no miraba en su dirección.

Ya no le quedaba nada para llegar a su sala común y por lo tanto, para ganar. Empezó a subir a toda prisa las escaleras que conducían a Gryffindor cuando vio algo que le hizo parar en seco. Draco Malfoy estaba sentado en uno de los escalones a escasa distancia de él. Tendría que subir con mucho cuidado si no quería descubrir su presencia.

"Encima Malfoy, como si no tuviese suficientes problemas ya"- pensó Harry.

Se fue acercando poco a poco al rubio con sigilo. Intentaría pasar por uno de los lados. Por si acaso, llevaba preparada la varita.

Draco estaba un poco soñoliento. Llevaba bastante tiempo sentado en la fría roca y empezaba a pensar que estaba perdiendo el tiempo allí.

Harry contuvo la respiración cuando subió el primer escalón. De momento, todo iba bien. Malfoy no se había dado cuenta. Subió otro escalón más. Draco se acomodó un poco en la pared, justo por el lado por el que iba a rodear al rubio.

"No pasa nada, Harry. Pasa por el otro lado, además, ahora tienes más espacio."-se decía Harry a sí mismo para no perder la calma.

Pero estaba tan nervioso que sin darse cuenta, al subir el siguiente escalón, se pisó la capa. De repente Harry se dio cuenta de que la capa no le cubría por completo. Ya era tarde. No era el único que lo había notado.

-PROFESOR ¡ESTÁ AQUÍ PROFESOR! POTTER ESTÁ FUERA DE LA CAMAAAAA.- gritó Malfoy mientras agarró a Harry con un brazo para evitar que se fuera.

Harry no lo pensó dos veces. Se olvidó de la capa y empujando a Malfoy hacia la pared empuño con fuerza la varita.

-¡Petrificus totalus!

Los gritos cesaron por lo que Harry pudo oír claramente unas pisadas que se acercaban, aunque todavía no podían ver quién era. Recogió su capa, que estaba unos escalones más abajo y se puso al lado de Malfoy, cubriéndolos a los dos.

Como era un sitio muy angosto y a Harry le convenía dejar libre la escalera, se abrazó con fuerza al petrificado Draco, para ocupar menos espacio.

-Esta me la pagas, Malfoy.- le susurró en la oreja al chico rubio. Draco aún petrificado, notó cómo se le erizaba la piel al sentir el abrazo del otro chico y su aliento acariciando su oreja. Intentó pensar en otras cosas.

-¿Draco¿Dónde estás?- Las pisadas que había oído Harry eran de Snape. Obviamente el profesor había escuchado los gritos.

Harry vio cómo el profesor comenzaba a subir varita en mano las escaleras, ya estaba muy cerca de ellos. Notó cómo su corazón se aceleraba al ver al hombre tan de cerca. De repente el profesor se tensó y se echó para un lado de la escalera, en el mismo en el que estaban los otros dos, pero más abajo.

Harry también se empezó a preocupar. Al igual que Snape, él había oído voces. A lo mejor Snape creía que era él. Era evidente que Snape ya no tenía el mapa. Harry se apuntó mentalmente regalarle a Dobby una corbata nueva y dos pares de calcetines.

Hermione y ron iban cogidos de la mano. Ya había terminado su turno de ronda nocturna y se iban a descansar. Snape se relajó.

-Vaya, vaya... la parejita de prefectos... ¿Ya os retiráis?

Los dos se quedaron quietos, pero Ron tomó la iniciativa y empezó a subir las escaleras.

-Si nos disculpa, profesor, estamos muy cansados. Buenas noches.

Hermione fue por detrás de él.

Harry se dio cuenta de una cosa: Hermione y Ron eran su salvación. Si conseguía pasar cuando ellos dijesen la contraseña...

Ron pasó por delante de él sin tener ni idea de lo importante que era ayudar en ese momento a su amigo. Tenían muchas ganas de llegar a Gryffindor para saber si Harry había ganado, pero el hecho de que el propio Snape estuviera allí, no era muy buena señal. Y ahora tampoco podían quedarse más tiempo fuera de la torre, porque el mismo Snape estaba allí, vigilando.

Harry los vio subir como a cámara lenta. Los dos pasaron de largo, pegados a la pared contraria en la que se apoyaban Snape , Harry y Draco. Desaparecieron de la vista de Harry al haber avanzado un poco más.

Snape se había quedado donde estaba, afortunadamente, por que si hubiera subido un par de escalones más hubiera encontrado lo que tanto buscaba...

Harry oyó que sus amigos paraban de subir. Ese era el momento. Ahora dirían la contraseña.

-Ad Veritatis Lumen.

Harry tomó aire y se lanzó escaleras arriba todo lo rápido que fue capaz. Ante los atónitos ojos de snape apareció Malfoy petrificado y oyó los pasos de alguien corriendo a toda prisa. Pasó de largo de Malfoy y corrió detrás del otro.

Harry sabía que ya había sido descubierto, pero si llegaba a Gryffindor.

"Por favor, por favor, que no se haya cerrado el retrato..."

Pasó por un rellano y empezó a subir por el úlimo tramo de escalera. Sólo ese y ya estaba. Oía a snape corriendo detrás.

Lo iba a conseguir, Harry subía las escaleras como un rayo además Snape era más viejo que él, era imposible que le pillara. Se iba a vengar de Malfoy por intentar descubrirle...

Harry casi se cae del susto. Todo estaba perdido. Se acercó hacia el retrato de la señora gorda. Sus amigos habían pasado y le habían dejado fuera.

Al otro lado del rellano, Snape acababa de subir. Ahora estaban los dos solos allí. Harry, a pesar de la carrera y de la impresión, seguía con la capa tapándole.

Snape sabía que había estado persiguiendo a Harry. Su pecho subía y bajaba acompasadamente por la alocada carrera. Ahora encontraba el retrato cerrado. ¿le habría dado tiempo al chico a entrar?

Harry se sentó en el suelo sin hacer ruido. No podría decir la contraseña sin que Snape le oyera ni sin quitarse la capa, pues la señora gorda no le dejaría pasar sin verle. Los dos esperaron en silencio, pensando.

A Snape se le ocurrió ir palpando las paredes hasta encontrarlo, pero entonces abandonaría su puesto tapando la escalera de bajada, y Harry tendría una oportunidad de escapar.

Si pudiera hacer que el chico se delatara a sí mismo... Snape confiaba en su instinto, y algo le decía que Harry estaba allí con él. Sabía que Harry era muy sensible, así que empezó a hablar.

-Bueno, Potter... parece que ya estamos llegando al final... ¿no es verdad? Venga, lo dejaremos en tablas.- Snape esperó. No recibió respuesta.

Harry no se fiaba. Estaba seguro de que Snape tramaba algo.

-Sí, no tiene ningún sentido que estemos aquí jugando al ratón y al gato... además, teniendo en cuenta que te han ayudado...

Harry pensó que él si que había hecho trampas, cogiendo el mapa. Estuvo a punto de caer en la trampa y de contestar a Snape, pero se contuvo a duras penas.

-...ese elfo amiguito tuyo... No nos llevamos muy bien él y yo, seguro que fue él quien consiguió las branquialgas de mi armario. Ya le enseñaré a no robar nada más. Le castigaré tan duramente que tendrá que darse de baja durante una semana... y eso sí que es una deshonra para un elfo doméstico.- Snape escrutó la oscuridad, esperando encontrar algún indicio de dónde estaba Harry.

Pero Harry estaba aguantando... ¿cómo se atrevía a insultar a Dobby¿Y qué pasaba con Malfoy y con Filch?

-Mira, Potter. Si te dejas ganar, reduciré tu castigo y sólo tendrás que ir al Gran Comedor vestido de rosa, nada de besar a Malfoy.

Harry no le creía.

Snape estaba perdiendo la paciencia. Se sentía extraño hablando para las paredes. ¿se habría equivocado? A lo mejor Potter ya estaba en su cuarto durmiendo...

Snape se sentó en el suelo sin alejarse de las escaleras.

-Potter, estoy muy cansado. Mañana tengo que dar clase a varios cursos de estudiantes cabeza-huecas... y no voy a poder hacerlo si no he dormido nada antes...

"Pues duérmete y déjame en paz"- Harry apoyó la cabeza en la pared. Tenía que pensar en algo, si no entraba antes de que el comedor abriera habría perdido, según las normas que pusieron al principio... en realidad faltaban tres horas para eso, pero Snape parecía dispuesto a pasar allí toda la noche.

Era divertido ver las tretas del profesor para que se pusiera en evidencia. Estuvo a punto de caer en varias. Empezó a dejar de preocuparse. Contemplar a Severus en la penumbra era muy tranquilizador. Pensó en lo bien que se estaría dentro de su capa con Snape. Snape abrazándole, susurrándole cosas, acariciándole en la oscuridad...

Lupin estaba preocupado, según el mapa, Harry y Snape llevaban bastante tiempo uno frente al otro en el descansillo que había frente al retrato de la señora gorda. Hermione y Ron estaban al otro lado de ese mismo cuadro, seguramente esperando a Harry.

Harry debía llevar puesta la capa, y Snape debía de saberlo pero no le había atrapado todavía, o no estarían así.

-Dobby, tenemos que hacer algo... sin que se note. Yo no puedo, porque soy juez, pero tú... Escucha¿sabrías hacer un hechizo que durmiera poco a poco a alguien? Algo que pareciera natural...

-Oh, sí profesor. Es una de mis especialidades. Cuando estaba en casa del señor Malfoy tenía que hacerlo constantemente... luego el señor Malfoy no hacía nada bueno con la gente que dormía... ooh¡Dobby malo!

Fue a pegarse cabezazos contra la pared, pero Lupin le detuvo.

-Dobby, necesito que hagas esto por Harry.

Harry y Snape hacía mucho tiempo que estaban callados y quietos. Snape se había hartado de su monólogo y ahora sencillamente estaban viendo quién aguantaba más.

A Harry le pareció oír un ruido por detrás de Snape, pero pensó que serían imaginaciones suyas.

Estaba pensado que se dormiría y Snape le descubría porque la capa se le resbalaría... o porque roncaría. Él no se lo creía, pero Ron decía que Harry roncaba tan fuerte que a veces le había despertado.

Volvió a fijarse en Snape y ladeó la cabeza.

No se lo podía creer, vio como Snape se resbalaba poco a poco por la pared en la que estaba apoyado y le caía la cabeza sobre el pecho. ¿Sería otra trampa? No podía arriesgarse. Esperó un rato. Snape parecía dormido de verdad.

Sin previo aviso, el retrato de la Dama Gorda se abrió y Ron, seguido por Dobby, aparecieron en el rellano.

-¿Harry?- Dijo Ron inseguro. Miraba al dormido profesor.

-Ron...- dijo Harry , no se podía creer su suerte.

-Vamos, entra.

Harry no se lo pensó dos veces. Se levantó de un salto, con la capa puesta, no se atrevía a quitársela por si ocurría algo inesperado. Y cruzó el agujero.

Una vez en la sala común, se permitió soltar el aire que había retenido y la capa. No se lo podía creer¡Había ganado¡y no tendría que besar a Malfoy! Si no hubiera estado tan cansado, habría dado saltitos de alegría. Hermione le abrazaba mientras Ron le explicaba que Dobby había dormido a Snape y luego había ido a avisarle a él para que abriera el retrato.

Después de la euforia inicial, Harry decidió una cosa. Cogió los polvos flu para comunicarse con Lupin.

Lupin sonrió cuando vio aparecer la cabeza de Harry en su chimenea.

-Hola Harry. ¡Felicidades! Te he visto llegar.

-Gracias Remus. Sólo quería asegurarme de que lo sabías.

-Pues ya ves que sí. Después de que me diera cuenta de que Snape había cambiado el mapa, decidí quedarme hasta el final despierto.

-Gracias por ayudarme.

-Sssshh- Lupin se llevó un dedo a los labios.- Yo no he hecho nada, sólo soy el árbitro. Dáselas a Dobby, pero que no te vea Snape. Aunque ese Slytherin merecía que hubiera declarado inmediatamente que él había perdido.

-Ajajaj, bueno, Remus, ya puedes irte a dormir. Yo voy a hacer lo mismo.

-Buenas noches, Harry.

-Buenas Noches.

Y Harry salió de la chimenea.

-Hala, chicos. Si os parece, mañana hablaremos de todo lo que ha pasado.

-Sí, mejor. Buenas noches a los dos.- dijo Hermione mientras iba hacia su cuarto.

Harry y Ron subieron a su dormitorio también mientras que Dobby desapareció. Ron se metió en la cama enseguida y se quedó dormido como un tronco, pero Harry sentía que todavía le quedaba algo por hacer.

Cogió una manta y una almohada y sin hacer ruido salió del dormitorio y de la sala común.

Snape seguía durmiendo en una extraña postura. Harry se acercó a él puso la almohada en el suelo y tumbó a Snape en una posición más cómoda con la cabeza sobre ella. Él apoyó la espalda en la pared y cubrió a los dos con la manta. Era una oportunidad única para él.

Empezó a acariciar la cara del Profesor y su cuello, a pasar sus dedos entre el pelo. No quería nada más, sólo estar así el tiempo que pudiera. Harry suspiró. Snape era inalcanzable para él. El hombre empezó a mover la cabeza respondiendo a sus caricias y Harry pensó que un gatito lo haría de la misma manera... Oyó al profesor murmurar algo y paró de acariciarle. ¿Y si Snape le pillaba? Sería muy embarazoso.

Harry no se dio cuenta, de repente Snape le cogió por la cintura muy fuerte y dijo:

-¡Te tengo, Potter! Prepara tus labios para Malfoy...

Después del susto Harry sonrió y calmadamente dijo:

-Profesor, ha perdido.

Snape no acababa de entenderlo... ¿de dónde habían salido esa manta y la almohada? Espera... ¿qué le acababa de decir Potter?

-¿Qué quieres decir?

-Se durmió.- Harry intentó no pensar en que el profesor estaba abrazado a él.- Yo llegué a Gryffindor. Solo volví para cubrirle... pregunte a Lupin si no me cree...

Snape estaba procesando la información. Cuando lo entendió, se levantó de un salto, enfadado. Apartó la manta y a Harry y se iba a lanzar escaleras abajo cuando se dio la vuelta:

-50 puntos menos para Gryffindor por andar fuera de su cuarto a horas indebidas.- Y se fue hecho una furia. Por el camino encontró a Draco todavía petrificado, pero pasó de largo.

El rubio tenía toda la culpa.

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¡Hola¡ Hoy no podéis decir que no haya actualizado rápido¿qué os ha parecido? Yo me ponía nerviosa escribiéndolo...

Espero que se haya entendido todo bien y no haya dejado lagunas sin explicar...

¿Qué queréis? Ahora Snape tendrá que cumplir su palabra... ¡Prepárate Draco! Ajajjjajaj. ¿Queréis que salga todo de perlas¿Enamoramos a Draco de Harry¿Hacemos que Snape se de cuenta de lo que siente Harry¿y qué siente él¿y qué hago con Lupin¿Que se vaya de Hogwarts¿Que se quede ya hasta el final de curso? Pues nada, como veis os dejo decidir, también.

¡Si os ha gustado el capítulo, decídmelo!

Un beso a todos/as. Por cierto, quiero dedicar el sueño de Harry del principio a Kaworu, que me lo sugirió.

Ciaooooooo