Capítulo 16
Harry estaba entrando en colapso nervioso. Había que actuar y rápido. Decidió que tal vez podría acercarse a ellos para saber qué planeaban hacer los mortífagos. Con este propósito se agachó y se escondió detrás de unos arbustos. No es que necesitara hacer eso, ya que llevaba la capa invisible encima, pero a veces cuando nos encontramos en situaciones extremas, es el instinto el que guía.
Al agacharse Harry notó que algo se pinchaba contra su muslo. Pero no le hizo caso, tenía cosas más importantes en qué pensar. Así que fue acercándose un poco más a dónde estaban todos esos encapuchados.
Cada vez que se movía, la esquina le pinchaba un poco más y llegó un momento en el que Harry decidió meter la mano en su bolsillo para colocar el maldito espejo bien.
Pero... ¡claro! El espejo... ¿cómo no se le había ocurrido antes?
Como ya tenía un plan, y no había mucho tiempo, Harry se levantó corriendo y se adentró otra vez en el bosque, hacia la zona en la que ya sabía que no había protección mágica. Una vez allí, sabiendo que los mortífagos estaban bastante lejos para oírle, sacó el espejo y llamó a sus amigos.
-Hermione...
Nada ocurrió.
Ron, responde...
Ninguna respuesta.
-Vamos.. ¡maldita sea¡Alguien!- Harry estaba perdiendo la paciencia.- Dumbledore, McGonagall, Lupin, Dobby, Filch...
Harry se quedó asombrado cuando una cara surgió en la superficie del espejo.
-Vaya, vaya... Potter... ¿Haciendo de las tuyas cochino tunante? De esta no te libras.
-Filch, no hay tiempo... ¡lleve este espejo a Dumbledore!
Filch le miró y luego le dijo torciendo la boca.
-En primer lugar no acepto órdenes de mequetrefes como tú y en segundo este espejo está confiscado. Se lo quité a tus amiguitos. Ya sabía yo que no era bueno.
-Señor Filch, escuche... es muy importante que...
-He dicho que no... aunque creo que después de todo sí que lo llevaré al Director... llevan toda la noche buscándote¿sabes? Espero que te castiguen a la antigua... con grilletes.
-Lo que usted quiera, pero por favor...
-¿Qué ocurre, Filch?- Harry escuchó una nueva voz que debía venir tras el espejo de Filch.
-Ah, Profesor... Creo que ya he encontrado al mocoso.
-¿qué? Déjeme ver?- dijo la otra voz.
Harry vio que la cara del espejo ahora mostraba otra muy familiar.
-¡Remus! No hay tiempo que perder... ¡Severus está en peligro!
-¿Cómo? Dónde estás Harry.
-No lo sé... hay muchos mortífagos y es una casa al lado de un bosque enorme... ¡tenéis que venir pronto! Están en peligro!
-Vale... según tengo entendido los dos espejos funcionan también como señal para saber dónde está el otro... Espera, intentaré reunirlos a todos.
Harry ya no vio nada más, la imagen del espejo había desaparecido.
Tendría que quedarse allí para que la Orden supiera dónde aparecerse siguiendo la señal del espejo.
Se sentó en el suelo incapaz de controlar sus nervios. ¿cuanto tardarían en llegar? Harry se agarró las rodillas con las manos y empezó a tararear en voz baja para pasar el tiempo. Pero súbitamente sus pensamientos y su canción se vieron interrumpidos por unas voces que escuchó provenientes de un árbol.
-Te digo que he oído voces por aquí.
-Estás paranoica... aquí no hay nadie.
Harry se quedó de piedra. Dos mortífagos avanzaban entre la espesura hablando entre ellos.
-Ya verás... ¿y si es el chico Potter? Dijo nuestro Señor que había escapado.- decía la mortífaga.
-Ya, el castigo va a ser horrible.
-Por eso.. ¿Imaginas nuestra gloria si lo capturásemos y se lo entregáramos?
El otro lo meditaba.
Harry no podía evitar pensar que la voz femenina que provenía de una de las capuchas le era conocida. Pero se arrebujó en su capa, rezando para que no le descubriesen. Pasaron muy cerca de él. Harry pensó que había tenido mucha suerte... si los mortífagos no estuviesen charlando, ya le habrían descubierto.
-Vamos, Bella... aquí no hay nada- dijo el hombre a su acompañante.
¿Bella¿Bellatrix? Ahora Harry ya tenía otra cosa en la que pensar. Ahí estaba ella, la asesina de su padrino. La odiaba, por su culpa no podría hablar nunca más con Sirius... Le hubiera gustado tanto conocer más a fondo a su padrino, vivir con él... Y si no podía era sobre todo gracias a esa.
Una furia ciega anidó en el pecho de Harry y se levantó para perseguirles. Sin ruido y con el máximo de los cuidados, fue tras ellos. Además tenía otra razón, si los seguía la Orden podría arrestarlos o castigarlos de algún modo, pero si los dejaba irse, a lo mejor ellos descubrían a los de la Orden y les daba tiempo a avisar a los mortífagos. Así que Harry decidió que lo mejor era tenerlos vigilados.
Avanzó tras ellos esquivando ramazos y matorrales. Ninguno de los otros pareció darse cuenta. Bellatrix seguía hablando.
-Tiene gracia lo del pequeño Pottie... ¿Sabes de lo que me he enterado? Resulta que está enamorado del grasiento bastardo de Snape... jajajaja
El otro mortífago le rió la gracia, pero Harry sacó su varita y no dejó de apuntar a la insufrible mujer, que añadía:
-Cuando pienso que era el ahijado de mi primo... en mi familia ha habido muchas ovejas negras... Como mi primo, o esa estúpida sobrina mía a la que le gusta llevar el pelo rosa. Es patética. Cuando ella era pequeña nos la encontramos mi madre y yo en el callejón Diagon... cuidado con esta rama, que tiene espinas... bueno, y ¿sabes lo que hizo? Al entrar en una tienda tiró todas las cosas de las estanterías y salió llena de plumas... es patética.
Harry sabía que hablaba de Tonks. Apretó los dientes con fuerza.
-La verdad, Bella... no sé por qué no os deshacéis de los estorbos familiares...
-Oh,lo hacemos... no sólo quitamos sus nombres del tapiz familiar... yo personalmente me deshice del más molesto.- Ella sonreía.
Harry estuvo a punto de saltar sobre ella y golpearla hasta dejarla sin aliento. Pero se dio cuenta de que no podía hacerlo.
-Uf... y ahora Lucius. Está casado con mi hermana... pensaba que era totalmente fiel a mi Señor... Si Narcissa piensa como él, me plantearé matarla... aunque espero que no sea necesario. Me llevo bien con mi hermana... de pequeñas siempre se dejaba chantajear sin rechistar... Todavía se deja.
-¿Harías eso a tu propia hermana?- preguntó el otro hombre, visiblemente asombrado.
Bellatrix se paró y dio la vuelta para encarar al otro.
-Da igual quién sea si desobedece a nuestro Señor.- dijo con calma pero remarcando cada una de sus palabras.
En ese instante Harry no pudo oír nada más, por que de la nada salió un animal que le atacó directamente, a pesar de la capa.
Harry se debatió contra la bestia. Temía mucho pelo y un hocico alargado. Sus largos y afilados colmillos intentaban abrir la piel del chico y desgarrar su carne. Harry luchó como pudo. Gritaba e intentaba desasirse desde el suelo.
Sólo una cegadora luz verde terminó con su lucha.
El bicho dejó de agitarse y Harry sintió un peso agobiante sobre él. Quiso que se lo tragara la tierra cuando descubrió que su capa invisible estaba hecha jirones y que los dos mortífagos le apuntaban con sus varitas.
-Bingo- dijo Bella.- ¿Lo ves? Te dije que había oído a alguien. ¿Cómo está mi pequeñín?- Y la mujer empezó a reírse de manera gutural. Harry pensó que realmente estaba loca.
-¡Bien hecho, Bella!- gritó el otro hombre.- ¡ahora el Señor Tenebroso nos recompensará!
Bellatrix le miró ladeando la cabeza.
-Tienes razón, se me olvidaba. Lo siento, McFadden, pero nunca me gustó compartir la gloria.
Y con un rápido movimiento, Bellatrix pronunció por segunda vez la imperdonable. Harry cerró los ojos para no ver cómo el hombre con cara de sorpresa volaba por los aires al ser alcanzado por un rayo verde que salía de la varita de la mujer.
Luego Bella se dio la vuelta y miró a Harry que estaba todavía en el suelo.
-Vamos, chico. No tengo todo el día. Levántate, alimaña.- le propino una patada en la cara, rompiéndole las gafas.- creo que tus cristales de culo de vaso mejor se quedan aquí.
Harry ahora estaba casi ciego. No sólo todo estaba a oscuras, sino que además lo poco que distinguía se veía borroso.
Con movimientos lentos, Harry se levantó. Pero antes de que Bella se diera cuenta, decidió sacar el espejo de sus pantalones y dejarlo en el suelo. Ojalá Remus y los otros no tardaran mucho más.
-Estúpido. ¿A qué esperas?- Bella le dio otra patada y se agachó para cogerle del pelo. Harry no tuvo más remedio que levantarse y seguirla. Dejaron el cadáver del hombre y de la bestia allí.
Bellatrix le condujo a punta de varita entre el bosque. De vez en cuando dejaba que Harry siguiera solo para que se estrellase contra algún árbol. Harry definitivamente la odiaba. Tenía que ganar tiempo. Imaginaba que la mujer no le mataba para no dejar sin trabajo a su Señor.
-¡Auch!.- dijo Harry al toparse contra una zarza que le dio de lleno en la cara.
-¿Qué pasa Potty- Potty¿No te apetece tener más cicatrices? Deberías considerar todo un honor llevar esa en la frente.
Ante eso Harry no pudo callarse.
-Voldemort es un cobarde asesino que se rodea de ratas putrefactas como tú. ¿Qué se siente al ser la puta del diablo, zorra lame culos? (n de la a : vale, no es el estilo de Harry¡pero qué a gusto me he quedado!)
Bellatrix se acercó a él y estrelló su mano contra la cara del chico.
-¿Cómo te atreves?- respiraba agitadamente.
-¿Ahora te haces la ofendida? Qué sorpresa, pensé que estarías acostumbrada a este vocabulario, dada la gente de la que te rodeas...
-Una escoria como tú no puede entender el privilegio que es estar a su lado. Tú que te rodeas de sangresucia y traidores de sangre... todos vosotros seréis aniquilados... cuando tu cabeza esté separada de tu tronco, y todo tu cuerpo esté bañando por la sangre de miles de traidores como tú veremos quién es la rata.
Harry paró de andar para seguir peleando. No quería llegar al claro... ¿y si ya era tarde para los otros¡¡¡Remus ven!
-Ah claro, comprendo que es mejor vender tu alma... ¿sabes que estás más fea desde que te uniste a Voldemort?
Bellatrix le abofeteó nuevamente.
-¡No blasfemes pronunciando su nombre!
-¿Su nombre¡¡¡Se llama Tom! Como su padre muggle. Lo de Voldemort es un apodo ridículo que se puso cuando era un niño demente. No sé cómo tomas en serio a alguien así.
Bellatrix parecía muy ofendida.
-Mira quién habla... ¿qué me dices del vejete adicto a los caramelitos? Si hay algo ridículo es seguir a ese. Claro... que a ti siempre te concede privilegios... ¿lo ves? No somos tan diferentes. Los dos seguimos a quién nos favorece.
-No me compares a ti, vieja demacrada.- ahora Harry sí que se estaba enfadando.
Bellatrix se rió.
-Camina Potter. Tengo muchas ganas de entregarte. No estaba tan feliz desde que mi querido primo cayó a través del velo.
Ahora Harry si que no se contuvo. Dio la vuelta y embistió a la mujer con la cabeza. Le dio de lleno en el estómago. Bellatrix se quedó en el suelo agarrándose la tripa... pero reaccionó enseguida cuando vio que Harry escapaba.
-¡Impedimenta!
Harry de repente no se podía mover. Vio cómo Bella se acercaba a él todavía con la mano en el estómago.
-Vaya, pequeño Potter... pensaba entregarte sin más, pero creo que te mereces una lección.
Y dejando a Harry tal y como estaba, empezó a descargar su furia contra él. No sólo le lanzaba crucios, también le golpeaba ella misma y se burlaba de él.
Cuando por fin se hartó, dijo:
-Finite incantatem.
Harry se retorció en el suelo de dolor... sólo podía desear que Remus llegara... ¿pero por qué no venía¿Tal vez había dejado el espejo en una zona protegida, o es que los otros buscaban por el bosque y todavía no le habían encontrado?
-Bien, Potter. Ya me he hartado de nuestra pequeña charla. Ahora me acompañarás en silencio y a la primera palabra o intento de huida te destrozaré yo misma. ¿Me he explicado con claridad?
Harry no dijo nada, tenía ganas de llorar, pero no le iba a dar ese gusto a la mujer. Con valentía se levantó y ella hizo que los brazos de Harry se ataran a su espalda.
Tropezando, algunas veces cayéndose y otras chocando contra los árboles, Harry y Bellatrix llegaron al claro. A pesar de no llevar gafas, Harry descubrió que sus compañeros no debían estar mejor que él. Se hizo el silencio cuando el corro de mortífagos se abrió para dejar pasar a Bella con su presa.
Harry escuchó una voz fría y aguda.
-Mi querida Bella... siempre has sido un ejemplo a seguir.
Bellatrix sonrió.
-Mi señor, he pensado que este regalo sería de tu agrado.
Y todos los allí presentes, menos cuatro personas rompieron a reír.
A Harry le empujaron en el centro del corro junto con sus compañeros. Quedó de rodillas en el suelo.
-¿Severus? – Susurró.
-Oh... qué tierno. ¿Habéis visto cómo se preocupa por su amado?- dijo con sorna Bellatrix, quien se había colocado en el puesto de honor, al lado de Volemort.
Harry no hizo caso. Snape le contestó.
-Potter... pensaba que ya habías huido.- Harry notó que lo decía con tono de decepción y eso le dolió mucho más que todos los golpes de Bellatrix y todos los insultos que había tenido que sufrir hoy.
-Bien, y ahora que tenemos al grupo maravilloso al completo, dejémonos de formalidades. Todos moriréis... pero será de manera lenta y dolorosa, aquí mismo, en este claro. No os daremos más oportunidades de escapar. Con Draco no sé que hacer. ¿Qué le habéis hecho? No ha respondido a ninguna de mis preguntas... y yo sé que me era fiel.
Harry se dio entonces cuenta de que Severus ya había pensado que esto podía suceder cuando al darle la poción a Draco le dijo que no contestaría a ninguna pregunta... tal vez esa sería la salvación e Draco en cualquier caso.
-En cuanto a Potter... me gusta verte de rodillas ante mí... cuando te mate, haré una escultura con tu cadáver en esa posición. Todos podrán escupirte cuando pasen a tu lado y seguro que más de uno querrá usarte para otros fines.
Snape notó que algo horrible pasaba por su estómago. ¿Qué le iba a hacer a su Harry ese loco?
-Voldemort...- empezó Harry.- no podrás matarme si lo hago yo antes.
Todos se callaron y se quedaron observando al chico. Había pronunciado esas palabras con tono tan convincente... Severus notó que se le inflaba el pecho de orgullo. Muy a su pesar admiraba el valor Gryffindor, aunque seguía considerando que en ocasiones era una estupidez. Sólo esas palabras habían hecho que renaciera la esperanza en Snape. Entonces supo que sin dudar seguiría a Harry hasta la muerte. Antes ya estaba dispuesto a ello, pero ahora lo tenía tan claro que por primera vez se sintió completo, colmado.
Snape miró a Voldemort a los ojos, quien los tenía fijos en Harry. Sin previo aviso, Voldemort sacó su varita y la apuntó hacia ellos.
-Ya veremos, Harry. ¡crucio!
Pero en ese momento algo pasó. Un ser plateado y brillante se interpuso entre el rayo de la varita de Voldemort y los cuatro que estaban en el suelo.
Harry se permitió sonreír cuando comprendió que por fin había sucedido. Remus y los otros habían llegado.
-Vamos, Harry.- notó que le decía Severus por lo bajo mientras le cogía de un codo y le ayudaba a levantarse. Harry miró hacia él y asintió. Severus desató sus manos.
A su lado, Lucius Malfoy llevaba a su hijo en brazos. Desde cerca podía ver que Lucius estaba muy cansado. El Patronus seguía dando vueltas alrededor de los cuatro. Y aprovechando la confusión organizada por la venida de la Orden se adentraron en el bosque. Harry no podía distinguir quién peleaba contra quién, pero comprendió que en ese momento estaba de sobra, y que sin ver era más un estorbo que una ayuda. Se dejó conducir por Severus a través del bosque hasta que llegaron a donde ya podían aparecerse.
El Patronus seguía cuidando de ellos. Harry supo de quién era cuando paró de dar vueltas y se acercó a él. Era un gran lobo blanco. El ser más hermoso que había visto nunca. Harry alargó la mano para acariciarlo y fue entonces cuando el Patronus de Remus se desvaneció en el aire.
-Vamos Harry. Abrázate a mí. Cuando lleguemos a Hogwarts voy a quitarle unos mil puntos a tu casa.- le dijo Snape.
Harry no sabía si lo decía en broma o no, pero sin rechistar rodeó el cuerpo de su profesor.
-¿Lucius?- preguntó Snape.
-Si, Severus... estoy bien, y Draco también.
Y sin decir nada más, los cuatro aparecieron frente a las puertas de Hogwarts.
Remus Lupin había llegado en el último segundo. Le había costado bastante reunir a toda la Orden pero por fin lo había conseguido. Cuando llegaron al lugar en el que estaba el espejo, el silencio cayó entre los presentes. Molly Weasley sollozó al ver la espantosa escena. A un lado el cadáver de un mortífago, a otro el de una bestia con dientes agudos.
Lo más inquietante de todo fue encontrar la capa invisible de Harry destrozada por lo que parecían los dientes del animal y las gafas rotas. Buscando un poco más, encontraron la varita del chico. No sabían a dónde dirigirse, por que esperaban haberse encontrado con Harry. Se dividieron en grupos para buscar las barreras mágicas. Ya que estaban convencidos de que la casa que mencionó Harry debía estar protegida. Dumbledore la encontró. Pero descubrieron que era muy grande, así que todavía tardaron un rato más en encontrar a Harry y a Snape.
Lo que vieron en el claro les dejó sin habla. Justo Voldemort estaba lanzando una maldición sobre Harry cuando Lupin convocó a su Patronus y le instó a que protegiera a las cuatro figuras tendidas en la hierba. Remus se preguntó quiénes serían los otros dos, pero no tuvo mucho tiempo para reflexionar, porque en ese momento una bandada de mortífagos fueron directamente hacia ellos. Lupin defendió a los suyos y a sí mismo con valentía. ¿Cuantos mortífagos habría allí reunidos? Más de los que recordaba haber visto nunca juntos.
Les superaban en número, pero era consciente de que no eran tan poderosos como los de la Orden.
Vio cómo Bill Weasley ayudaba a Tonks con uno que se había acercado a ella por la espalda, y luego Remus lanzó un petríficus a otro que se acercaba a él.
Los cuatro protegidos por su Patronus pasaron corriendo a su lado y se resguardaron en el bosque. Bien, pensó Lupin, Harry estaría a salvo.
La encarnizada lucha continuó casi hasta el amanecer. Las bajas de los mortífagos fueron notables, tanto que los que seguían luchando era minoría ahora con respecto a la Orden. Pasado algún rato, Voldemort dio la orden de huida y todos se dispersaron.
La barrera mágica desapareció y Dumbledore pudo avisar al ministerio para que se encargara de los mortífagos que no habían conseguido huir.
Remus vio a Tonks pasar a su lado con cara de cansancio cuando ya todo terminó.
-Hola, Remus. Te invito a un buen chocolate caliente en las tres escobas.- ella le sonrió y Lupin la abrazó dándole un pequeño beso. Ojalá terminase la guerra. Padecía siempre que tenían que ir a alguna misión como esa... no podría soportar perder a esa mujer que le comprendía y le hacía reír.
Tomándola de la mano, le dijo:
-¿Con churros y galletas de chocolate?.
Tonks le sonrió nuevamente y asintió. Los dos desaparecieron, igual que los miembros de la Orden que ya no tenían nada que hacer allí.
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Bueno... parece que esta historia se está acabando. Siento que sea tan corto el cap pero ha llegado la hora de las preguntas:
¿Queréis un final feliz¿Queréis un drama¿Que va a pasar ahora con Draco¿y con Lucius¿Se os ocurre alguna buena idea que pueda poner en esta historia¿o ya estáis hasta el moño de mi Languor y queréis que lo termine de una maldita vez¿alguna pregunta¿alguna duda?
¿Y si Narcissa no está de acuerdo con el cambio de Lucius¿Qué relación tienen Lucius y Snape? O mejor lo pregunto de otra manera¿queréis que haya más conflictos con los Malfoy¿sentimentales¿políticos¿Algo relacionado con Bella¿le damos su merecido a esa? Jos, no sé qué más. Dependiendo de lo que digáis, continuaré o sólo añadiré un par de capítulos más... Personalmente creo que sería lo mejor, sólo un par de caps más y ya está.
¿y qué pasó con Snape y Lily? Os he dado una idea, pero seguro que puedo escribir un capítulo dedicado sólo a eso. Claro que si es lo que queréis... como ya he dicho, para mí esta historia está casi acabada.
Y no sé qué más preguntaros. Así que me despido. Como siempre, gracias por leer.
Respuestas a reviews:
Miss Andreina Snape: bueno, ya el chico parece que empieza a pensar un poco más... aunque meterse con Bellatrix no es una buena idea... odio a esa mujer tanto como Harry. Esta vez el héroe ha sido Lupin... ¡aunque no sé que estaba esperando el hombre! en fin, es mi lobito y yo le quiero tanto como a mi Sev. besos.
MarisolBlack: jajajaj, sip, la verdad es que llevaba mucho tiempo queriendo hacer que Lucius fuera bueno, una especie de amigo incondicional para Snape. Realmente estaría bien que Lucius fuera así. Mi pobre sev en la realidad sufre demasiado para mi gusto. snif... con tal de que Jk le trate bien... pero nada, tendremos que esperar para saber qué pasará.
Nakuru Tsukishiro: jajaja, es que me gusta haceros sufrir un poco... no tengo remedio... ¡con lo que yo odio que me hagan esas cosas en los fics y luego yo soy peor! Hasta qué punto podemos confiar en Lucius? yo esperaba confiar en él plenamente, pero también dependerá de lo que opinéis vosotras/os. Pobre Draco... mejor le dejamos vivo para que sufra... no le tengo mucho afecto.Ay, el lemon...pensaba hacer una escena paralela de lo que le ocurría a Sev en la habitación y de lo que ocurría a Harry con los dos mortífagos y Lucius antes de que sepamos que él es bueno. Al final lo dejé diciendo que a Harry lo sobaban (si hubiera puesto lemon, imagínate hasta qué punto) y a Sev lo encuentran desnudo. La gente me ha dado las gracias porque Draco no lo ha conseguido... pero en realidad ha estado bastante cerca. Creo que no he dejado muy claro que fue Draco quien le desnudó... pero como no describí la escena, la gente no lo ha pillado... besos.
Uyuki: bien, si terminar la historia significa que me echarás una maldición, entonces no escribiré más y la dejaré incompleta... noooo, tranqui. Puf, yo odio el Sirius-Remus... ¿sabes por qué? por que me encanta la relación de amistad muy fuerte que tienen en la "realidad" y creo que convertirlo en enamoramiento es un error. Hey¿quién ha dicho que Draco no lo ha conseguido? todavía tenemos que escuchar la narración de Sev de cómo se deshizo del rubio... y te anticipo que al principio él le siguió el juego para que Draco confiase en él... jos, si me echas un Avada no escribiré más, y no es una amenaza, es la cruda realidad. Atente a las consecuencias... Byeee
Riku Lupin: holis... me gustaría que me explicaras tu concepto de algo realmente malo... porque si a mí me pasara lo que he escrito que le pasaba a Harry en capítulos anteriores... Pero nada, aquí tienes la continuación. No sale mucho Sev, pero bueno, así le daba más protagonismo a mi lobito... espero que aún así te haya gustado. jejeje¿puedo hacerme del club "I love Snape White" ? prometo que si me admites me querré a mí misma más que nadie... jajajajaja. pues nada, espero tu review!
Brenda: holaaaa... muchas gracias por tu comentario... yo tampoco sé por qué me gusta escribir este fic, pero me gusta y eso es lo que importa. Ahora espero que tú también opines sobre lo que quieres que pase ¿vale? un besoooo
Snape White
Miembro de la Orden Severusiana
In Severus I trust
