Después de llegar al colegio, Snape condujo a los Malfoy y a Harry a la enfermería para dejarles al cuidado de Madame Pomfrey. Él mismo no tenía mejor aspecto que sus compañeros, pero odiaba que le tuvieran entre algodones. Por eso, antes de que la enfermera pudiera ocuparse de él, abandonó la enfermería.
Había sido una noche difícil. Más de una vez había temido por su vida o la de los otros... especialmente por la de Harry y necesitaba relajarse. Decidió ir a sus mazmorras, su refugio, pero mientras avanzaba por el pasillo que salía de la enfermería, una voz a sus espaldas le detuvo.
-¡Espera!
No necesitaba darse la vuelta para saber quién era. Aún así, se giró para ver a Harry que corría hacia él.
-Espera, Severus...
-Ya te he dicho que no me llames así.- le reprendió Snape. No quería acostumbrarse a que el chico le tratara con mayor intimidad. Eso haría las cosas más difíciles para él si quería evitar sacar a la luz sus verdaderos sentimientos por Harry.
-Lo siento...- Harry había llegado a su lado.- Pensé que después de todas las cosas que nos han pasado... ¿tengo que seguir llamándote Señor?- Harry parecía un poco ofendido, lo cual hizo que Snape se sintiera un poco culpable.
-Sí, eso es exactamente. Pero ¿ahora qué quiere? Le recuerdo que prometí quitarle mil puntos a su casa. No agote mi paciencia o lo cumpliré.- su tono era impersonal y frío. Justo lo contrario de lo que sentía en ese momento. Lo que de verdad quería hacer era abrazarle y decirle cuánto se alegraba de que hubiera salido ileso... Aunque también quería matarle por haberle metido en ese aprieto.
-Sólo quería decirle, SEÑOR, que me preocupa su salud y que debería dejar que la señora Pomfrey le examinase.
Snape alzó una ceja y dio la espalda a Harry para seguir andando hacia su habitación.
-No necesito sus mimos ni su preocupación, Potter. Ahora tengo otras cosas en las que pensar.
Esperaba que con eso Harry se fuera, pero se equivocó.
-Entonces voy con usted.- Su voz sonó firme.
Snape paró su marcha.
-Le he dicho...
-Ya le he oído y si quiere saber mi opinión lo que menos necesita en este momento es aislarse del mundo. Me da miedo que vuelva con esa poción... Aperio... Me quedaré con usted.
Estas palabras impactaron a Snape, quién miró largamente a los ojos a Harry. Sin responderle, emprendió nuevamente la marcha y Harry le siguió.
Al llegar a las mazmorras Snape abrió la puerta de su despacho y dejó pasar a Harry.
-Muy bien, Potter. Aquí estamos... –dijo mientras se quitaba la capa y la guardaba.-¿Me puede decir cómo hará para vigilarme sin sus gafas?
Harry parpadeó. Desde que Bellatrix las rompió, no había visto nada... pero a Snape sí le distinguía... era esa mancha grande y negra que se movía a toda velocidad.
Snape se quedó contemplando los hermosos y miopes ojos de Harry que se veían muy desconcertados y no pudo reprimir echarse a reír. Harry parpadeó de nuevo. ¿Se estaba riendo de él? Pero la risa de Snape se le contagió y pronto los dos estuvieron riéndose por nada... supongo que serían efectos secundarios después de muchas horas en tensión.
Cuando por fin pararon, harry notó que el ambiente se había relajado y se acomodó en un sillón frente al hogar. Al poco, Snape se sentó en el sillón de al lado.
-Lo siento, Harry... no debería haberte tratado así.
-No importa. ¿cree que habrá clase hoy?
-Creo que hoy será un día especial. Ahora que lo pienso debe haber pocas personas que sepan lo ocurrido... ¿No prefieres ir a ver a tus amigos?- preguntó al fin, con un poco de temor.
-No. Quiero estar aquí, además dudo que pudiera encontrarlos sin mis gafas.
-Cuando regrese Dumbledore pídele que te dé unas nuevas. Le he visto millones de veces creando las suyas de la nada. Seguro que no habrá problema en hacerte unas para ti.
Harry le sonrió y Snape aprovechó que él no podía distinguir bien sus facciones para observarle detalladamente.
Tenía cara de cansancio, pero se le veía contento. ¿Cómo era posible que saliera ileso de tantos enfrentamientos con el Lord? Le observó acomodando sus manos sobre los brazos del sillón y acurrucándose en el mullido asiento. Le gustaba esa verle así. Ninguno de los dos interrumpió el silencio y al poco rato, Snape vio cómo el chico cerraba los ojos y empezaba a cabecear hasta que por fin pareció que se dormía en una extraña postura.
Snape decidió acomodarle, pero el sillón no parecía apropiado para dormir, así que le cogió en brazos sin despertarle y le llevó hasta su propia habitación. Le tumbó en su cama y le cubrió con algunas mantas para que no se enfriase con la humedad de las mazmorras. Se sentó al otro lado de la cama observando al chico.
¿Porqué le pasaba eso a él? Sabía que amaba al chico. Lo sabía. Lo que no sabía era qué clase de amor era el suyo. Reflexionó sobre las clases de amor que existían, intentando clasificar el suyo por Harry. Estaba el amor paterno-filial, el que existía entre amigos, el amor apasionado, el amor carnal, como escudo, el amor obsesivo, el posesivo, el desesperanzado... lo difícil era distinguir entre amor y enamoramiento. ¿Cómo iba a saber él qué sentía por el chico si ni siquiera era capaz de saber cuantas clasificaciones había de amor?
Contempló a Harry largamente y observó cómo subía y bajaba el pecho al compás de su respiración. Luego posó sus ojos sobre los rojos labios y sintió una tentación incontenible de probarlos,. Pero nuevamente su analítica mente se lo prohibió. ¿Qué sentido tendría lanzarse sobre el chico sin más? Aunque estuviera enamorado, el chico podría no estarlo de él... ¿y qué pasaba con las insinuaciones de los mortífagos y de Voldemort? Algunas cosas que había oído estando cautivo le habían dejado pensando, pero había alejado de su mente esas cavilaciones para más tarde. Y ahora ahí estaba, sentado en su propia cama observando al chico que le empezaba a obsesionar mientras dormía.
Snape decidió dejar de pensar. Ya lo haría mañana. Se tumbó al lado de Harry y cerró los ojos. No pasó ni medio minuto hasta que quedó profundamente dormido.
+HP+HP+HP
-Ejem, ejem.- una tos despertó a Snape de su sueño. Esudriñó la oscuridad hasta dar con la fuente de la tos y descubrió una larga barba plateada entre las sombras.
-Buenos días, Severus. Espero que hayas dormido bien.- Albus le sonreía abiertamente y Snape se avergonzó un poco.
Se incorporó para levantarse. Fue entonces cuando descubrió que un peso sobre su pecho le tenía inmovilizado. Snape parpadeó un par de veces hasta que descubrió que el peso era Harry, quien estaba fuertemente abrazado a él y roncaba ligeramente. Ahora comprendía por qué se reía Albus.
Snape miró a Dumbledore. Esperaba que el vejete no imaginara cosas raras. Viendo que el director no decía nada, sino que se limitaba a observarles y a sonreír, decidió empujar suavemente a Harry mientras le decía.
-Potter... Potter. Despierte... POTTER.
Harry se despertó de golpe y levantó la cabeza con brusquedad del pecho de Snape. ¿Dónde estaba? No entendía nada... pero eso no le impidió sonrojarse visiblemente cuando descubrió que estaba abrazado a Snape.
-Buenos días, Harry- saludó amablemente Dumbledore.
Harry intentó enfocar la vista. Pero seguía sin ver nada.
-¡Ah! Toma Harry... Remus Lupin las encontró en el bosque y me he tomado la libertad de arreglártelas.- le dijo Dumbledore.- No puedo decir lo mismo de tu capa invisible...
Harry alargó el brazo hacia él, pasándolo por encima de un visiblemente incomodado Snape y recuperó sus gafas de manos del director.
-Gracias, Señor.- dijo poniéndoselas.
-Y te dejo la varita encima de la mesa. Ahora os dejo para que os arregléis. Cuando estéis listos, venid a mi despacho. Tenemos muchas cosas de las que hablar.- Y salió del dormitorio guiñando un ojo a Harry.
Harry se incorporó y se sentó sobre la cama. A su lado estaba Snape mirándole. Harry se sintió de pronto muy raro en la cama de su profesor y decidió que ya era hora de buscar a Ron y Hermione. Pero Snape pareció leer sus pensamientos.
-Si necesita paz y tranquilidad antes de que le encuentren sus amigos, puede arreglarse aquí. Si abre esa puerta de allí encontrará un baño. No tarde mucho, yo iré después.
Harry asintió y como movido por un resorte se metió en el baño y se aseguró de cerrar bien la puerta. Una vez dentro, se quitó la ropa y se preparó un baño. Normalmente se duchaba, pero ese día necesitaba relajarse del todo. Además, no quería salir y enfrentarse con la mirada de Snape. Sería su imaginación, pero le parecía que Snape le estaba evaluando. ¡Y otra vez había vuelto a llamarlo de usted!. Mientras se metía en el agua reflexionó que Snape sólo le hablaba en ese tono cuando estaba enfadado o nervioso... tal vez fuera parte de su máscara. Se sentía feliz de haber logrado que en ocasiones le hablase de tú, pero preferiría que fuese todo el tiempo, y no a ratos, dependiendo del variable temperamento del profesor.
Era un baño muy bonito. No espectacular, pero si aseado y agradable. Apoyó la cabeza en el borde de la bañera dejando que sus pensamientos fluyeran libremente mientras aspiraba el suave perfume del jabón que había usado y de las sales. No esperaba encontrar sales en la bañera de Snape. Tal vez las fabricara él mismo.
Uf... la verdad es que era un milagro que Snape no se hubiera enterado de lo que sentía por él después de todas las burlas de los mortífagos respecto al tema delante de él. Se acordó de la perra de Bellatrix y de lo que le había hecho... ahora podía ver los moretones y heridas. Si la señora Pomfrey le pillaba, le iba a castigar por no haber permanecido en la enfermería. No quería que nadie viera esas marcas, suficiente tenía con la cicatriz de la frente y odiaba que le compadecieran. Sin duda Draco Malfoy se burlaría de él cuando recuperara el conocimiento. Y hablando de Malfoy... ¿seguiría afectado por la poción? Harry deseaba darse de cabezazos contra la pared cada vez que pensaba en que él mismo le había lanzado la poción. Y a saber lo que le habría hecho a Severus en esa habitación. Recordó que al entrar él y Lucius, Snape sólo llevaba un cojín verde. ¿Qué había pasado con su ropa¿se la habría quitado el propio Snape o fue el rubio? Mejor no pensar en eso... Aunque sólo recordando la visión de Snape tapándose con un cojín le hacía temblar de excitación.
-Ya lleva media hora ahí encerrado. ¡o sale o le saco yo!- Snape aporreaba la puerta al otro lado.
Harry tomó aire:
-Primero: ya estoy acabando. Segundo: es de muy mala educación aporrear así la puerta y Tercero: apuesto lo que quiera a que no se atreve a entrar sin mi permiso.
Harry sonrió, esperando la repuesta. Una parte de él deseaba que entrase y otra no.
-Señor Potter, la última vez que apostamos, ganó usted, así que esta vez me tocaría a mí ganar. ¿Cree que me da miedo ver a un estudiante sin ropa? Normalmente me da miedo verles vestidos... pero aún así no crea que esto es motivo de apuesta. Con que salga pronto me conformo.
Snape se alejó de la puerta. No es que no quisiera entrar, incluso había girado el pomo de la puerta... pero estaba echado el pestillo. Mejor. Así no se veía envuelto en otra situación incómoda.
Harry salió de la bañera con un suspiro y se acercó a su ropa.
-Hum... no tiene muy buen aspecto... y apesta.- murmuró refiriéndose a su ropa.- Qué asco.
Cogió una toalla limpia y se secó. No tenía más remedio que pedirle algo a Snape. Abrió la puerta y se encontró con el profesor leyendo en la cama. Se veía muy gracioso desde donde estaba Harry. Al notar su presencia, Snape levantó la vista de su libro y le dijo:
-Ya era...- pero se calló al ver el cuerpo desnudo del estudiante tapado mínimamente con una toalla alrededor de su cintura. Snape sacudió la cabeza mentalmente y se concentró en las páginas de su libro mientras seguía reprendiendo al chico.- ...hora. ¿se cree usted la sirenita o algo por el estilo?
-Profesor... er... me preguntaba si tendría ropa que dejarme... es que la mía está muy sucia y me da asco ponérmela ya limpio.
-Vaya... menuda princesita... ningún Malfoy podría superarle en semejante mojigatería...
Harry frunció el ceño al ser comparado con los Malfoy.
-Por favor...
Snape levantó nuevamente la mirada y se encontró con los suplicantes ojitos verdes. Suspiró y se levantó, intentando no pensar en el escultural cuerpo. ¡Lo que hacían unos años de entrenamiento en el Quiddicht! Se dirigió a su propio armario y notó como Harry le seguía. Al abrirlo Harry se sorprendió al ver que no sólo había túnicas negras. Había varias túnicas de gala muy elegantes de varios colores y algunas túnicas ligeras para tiempos más cálidos. Casi todo era sobrio y sencillo, pero estaba en muy buen uso.
-¿Porqué nunca lleva estas otras?- no pudo evitar preguntar señalando una túnica especialmente bonita de color verde oscuro. Se imaginó a Severus vestido con ella. Seguro que le quedaba muy bien.
Snape no le respondió. ¿Qué tenía de malo su túnica? Más de una vez sus colegas le habían insistido en que abandonara el negro, pero él se había negado. Prefería seguir siendo esa persona oscura que intimidaba a todos a su paso... aunque últimamente había relajado bastante su política.
-No creo que ninguna de éstas te sirva... ¿eres más bien delgado, no?- se giró para observar su figura y volvió de nuevo la vista hacia el armario recordando la toalla de Harry. –Sí, eres delgado. Yo diría que tienes la misma talla que yo a tu edad. ¿Te importa llevar ropa muggle?
Harry se preguntó si lo había oído bien.
-¿Ropa muggle?
-Si... por aquí guardo ropa de cuando era más joven, pero sólo la muggle. Éstas túnicas de gala también son de esa época, pero ir de gala en día normal es demasiado incluso para el Gran Harry Potter. ¿o no?-Snape le sonrió burlonamente.
-Déjeme ver la ropa.
Y Snape se apartó para dejar a Harry elegir. Al final, Harry cogió unos vaqueros y una camiseta. No iba a pedirle ropa interior también, eso sería ya demasiado. Con las prendas en la mano, Harry se metió de nuevo en el baño dejando a Snape en la habitación, que pensaba en lo fácil que hubiera sido decir "Accio, toalla".
+HP+HP+HP
Albus Dumbledore esperaba pacíficamente en su despacho a los otros dos. Ya había pasado más de una hora y todavía no habían llegado, pero Albus no se impacientaba. Mejor que se lo tomasen con calma.
Por fin, llamaron a la puerta y tras su invitación, pasaron Snape y Harry. Snape llevaba su túnica habitual, pero Harry lucía unos vaqueros y una camiseta corta bastante ceñidos. Se preguntó por qué llevaba esa ropa. No era el uniforme del colegio y pensaba que toda la ropa muggle de Harry era heredada de su primo... que seguro que no había adelgazado tanto. Miró a los ojos a Snape, quien agachaba la cabeza y decidió no hacer preguntas.
-Bienvenidos. Tomad asiento, por favor.- les dijo señalando las sillas frente a su escritorio y acomodándose él mismo al otro lado.
Dumbledore enlazó sus dedos y empezó.
-Bueno... parece que por fin estamos todos a salvo.
-¿Cómo están los de la Orden¿Hay algún herido?- preguntó Harry.
-Oh, no... están todos bien. Cogimos a algunos mortífagos, pero la mayoría ha escapado. Del asunto que tenemos que ocuparnos ahora es de Lucius Malfoy.
Harry vaciló un momento antes de preguntar.
-¿Usted confía en Lucius Malfoy?
Dumbledore le miró por encima de sus gafas de media luna antes de responder
-Si. He hablado con él. No desconfío de él más de lo que lo haría de ti o de Severus.
Snape se removió incómodo en su asiento. Tenía mucho que agradecer al Director por haber creído en él, a pesar de lo que dijeran muchos a sus espaldas.
A Harry no pareció convencerle del todo, pero aceptó la respuesta de Dumbledore. Si Dumbledore creía en Lucius, él también lo haría... aunque le tendría vigilado.
-No hace falte que os diga que los Malfoy se encuentran en una posición delicada. Lo mismo Draco que Lucius. He decidido darles asilo en el colegio hasta que puedan ocultarse en otro lugar. Ya he llamado a Narcissa para que se una a su familia.
Harry estuvo a punto de soltar un bufido sarcástico. Albus ìntaba a los Malfoy como una inocente familia en apuros. Aún así Lucius le había salvado... Así que no dijo nada. Se limitó a escuchar el informe de Dumbledore en el que cada vez prestaba menos atención.
-... Y ahora os toca a vosotros.- posó su mirada sobre ellos.- ¿Severus?
Snape pareció salir de su ensimismamiento y a Harry le hizo gracia comprobar que no era el único que había estado en las nubes.
-Sí, señor Director.
-Me puedes llamar Albus, Severus. Ya te lo he dicho. ¿qué ocurrió?
Snape se irguió en su asiento y empezó a relatar la historia. Cómo Harry le había seguido a pesar de sus órdenes (Harry se encogió un poco en este punto tratando de pasar desapercibido), su descubrimiento de que Draco estaba en la casa y cómo se propuso protegerle. También narró la escena en la habitación con Voldemort y cómo Harry había sido descubierto, gracias a lo cual Snape se libró de un castigo más severo.
Dumbledore asentía con la cabeza al oírle. Harry le observó. Sus facciones cambiaban a medida que Snape iba relatando cosas. Afortunadamente a él no le hacía hablar. Se sentía muy estúpido y molesto. Cada vez que Snape mencionaba a Draco notaba una sensación de furia. Cuando Snape llegó al punto en el que explicó su castigo se paró un momento, incomodado.
Harry alzó los ojos para mirarle. ¿Cómo iba a explicar Snape que su castigo consistió en que el rubio hiciera lo que quisiera con él? Apretó los puños al recordarlo. Sin embargo, tras una pequeña pausa, Dumbledore carraspeó y quitó importancia al asunto.
-Bien, Severus... ¿pero cómo pudiste escapar de Draco?
Harry miró asombrado a Albus.A pesar de todo, Snape no había mencionado a Draco más que por encima. Ese hombre adivinaba mucho o sabía demasiado. Snape pareció pensar lo mismo, pero continuó.
-Lucius se apoderó de nuestras cosas y las guardó en la sala a la que tenía que ir. Me lo comunicó mentalmente, ya que nos vigilaban. Afortunadamente entendí su mensaje, pero no podía dejar que Draco sospechase que mi varita estaba en la habitación. Al principio le seguí el juego...
Harry enrojeció. Le siguió el juego. Apretó más los puños. Quería levantarse y gritar que hasta cuando le había seguido el juego. Pero decidió que iba a ser demasiado e intentó mantener la calma.
-Lucius escondió mi varita en una mesilla de noche. No era un lugar muy astuto, pero estaba cerca de la cama y supuso que ahí sería más fácil de coger. Aproveché un momento en que Draco no miraba (Harry intentó no imaginarse porqué dejó de mirar Draco) y la cogí. Luego le desmayé, y quedó tendido en el suelo. Justo en ese momento oí que alguien se acercaba a la puerta y me escondí debajo de la cama. Comprobé que era Lucius Malfoy, pero todavía no me fiaba mucho de él, así que seguí escondido. Cuando descubrió a su hijo en el suelo, yo salí de mi escondite y fue entonces cuando él me dijo que estaba de nuestro lado y que Harry estaba en la habitación con nosotros.- Snape miró fugazmente a Harry.
-Oh, ya veo. ¿cómo era posible eso, Harry?
Harry vaciló un poco antes de hablar. Pensar en que Snape le "había seguido el juego" a Draco no le hacía muy feliz y casi no podía pensar en otra cosa. Sin embargo, hizo un esfuerzo:
-Cuando se llevaron a Snape, Lucius se quedó conmigo y otros mortífagos, pero aprovechó que no le miraban y los desmayó. Luego me dio la capa invisible y me dijo que le siguiera. No tenía otra opción e hice lo que me pedía. Me llevó hasta el dormitorio en el que encontramos a Draco –Hizo una mueca- desmayado.
-Ajá. Bien, supongo que luego intentaríais escapar...
-Así fue, señor. –dijo Snape retomando el hilo de la historia.- Hasta que Nagini nos descubrió. Salimos los cuatro corriendo de la casa. Draco estaba drogado y Harry iba cubierto con la capa por lo que era más difícil que lo cogieran...
-Pero me encontraron al final.- dijo Harry con dureza. Todavía tenía varias cuentas pendientes con Bellatrix.- Yo llevaba el espejo que me regaló Sirius y pude hablar con Remus. Y el resto ya lo sabe. Llegasteis justo a tiempo.
Dumbledore se apoyó en el respaldo con aire satisfecho.
-Gracias a los dos, me habéis dado información muy útil... ahora, id a la enfermería. Ya basta de heroicidades por parte de los dos.
Snape y Harry empezaron a protestar al unísono, pero Dumbledore detuvo sus quejas con un movimiento de la mano. Así que no tuvieron más remedio que levantarse e irse.
Cuando por fin estuvieron fuera del despacho, Harry sintió que necesitaba seguir hablando con Snape. Se sentía algo intranquilo y el relato ante Dumbledore había hecho despertar sus dudas.
-Espere, profesor. ¿De verdad vamos a ir a la enfermería?
Snape alzó una ceja.
-¿Y qué esperas que hagamos? Seguro que nos está vigilando.
-Bueno, podríamos ir a la enfermería, pero más tarde.- le dijo Harry con sonrisita inocente que no concordaba con su estado de ánimo.
Snape le devolvió la sonrisa.
-¿Qué intentas, Potter?
-Nada, profesor...
Snape intentó no pensar en la ajustada ropa que llevaba el chico. Estaba pensando en regalársela, con la esperanza de verle así más veces. Se fijó en la corta camiseta y vio que al moverse Harry un poco de su tripa quedó al descubierto. Intentó no cambiar su expresión, cuando vio uno de los grandes moretones que tenía Harry en la piel. Por supuesto ya los había visto antes, cuando sólo llevaba la toalla, pero ahora comprendió que Harry realmente necesitaba ir a la enfermería.
-Harry... tienes que ir a la enfermería. No tienes buen aspecto.
Harry abrió la boca para protestar. ¿Qué quería decir con eso? Y entonces vio que Snape señalaba su tripa, por dónde asomaba una gran contusión... un recuerdo de las patadas de Bellatrix... o de algún otro indeseable. ¡Hasta Lucius le había golpeado ese día varias veces!
-No quiero ir. Y esto me da igual.
-Potter, no seas cabezón. Tienes que ir y punto.
-¡Vaya, se preocupa por mí!- dijo Harry con sarcasmo. Había abandonado su aire inocente.
Snape encontró esta respuesta un poco rara. No podía adivinar lo que pasaba por la mente del chico en ese momento. Harry pasaba de un estado alegre a uno de nervios y de enfadado a triste, de triste a risueño... no había quien le entendiera. (n. de la a: está premenstrual). Y ahora parecía que se estaba enfadando. Y no sabía por qué.
-No se preocupe tanto, profesor, que ya me alejo de usted... ¿no prefiere venir conmigo? Así verá a su querido Draco... ¿ le disgustó que entráramos Lucius y yo para interrumpir su sesión de sexo?- Harry estaba empezando a no saber lo que decía.
Lo cierto es que llevaba soportando los celos desde hacía mucho y había llegado a la conclusión de que Snape se preocupaba más por Draco que por él. ¿Acaso no le había confirmado el mismo Snape que le tenía cariño, que era su alumno favorito? Empezaba a estar harto de verdad del rubio y también estaba harto de tener que guardar sus sentimientos.
-Harry..
-Se equivoca, yo no soy Harry. Para usted soy y seré eternamente Potter. El inútil de Potter, el arrogante, el que no piensa y se mete en líos... – Harry decidió que ya estaba bien de armar barullo en el pasillo, cualquiera le podía oír y sabía que si se quedaba armaría alguna escena mayor. Así que se dio la vuelta para alejarse de Snape.
El profesor reaccionó a tiempo para agarrarle de un brazo y obligarle a voltearse. Cuando estuvieron cara a cara Snape le preguntó.
-Harry¿qué te ocurre?- su mirada era inescrutable y Harry sintió que se le congelaba la sangre.
-¿De verdad quiere saberlo?- respondió lentamente bajando la vista de los ojos a los labios de su profesor. Estaban muy cerca y Snape le tenía sujeto entre los brazos.
Snape no sabía qué contestar. Algo se olía, pero no estaba seguro.
Harry soltó un bufido irónico al ver que no contestaba y declaró:
-Odio a Malfoy.- y sin más se lanzó a por los labios del profesor.
Snape recibió ese beso como un impacto de bala. De repente su mundo se había abierto. Todo giraba a su alrededor y parecía que todo lo que conocía no tenía sentido. ¿Qué estaba pasando?
Pero antes de que pudiera hacer o decir nada, descubrió que Harry se iba corriendo por el pasillo. Había sido un beso fugaz, pero revelador. Su corazón empezó a latir a mil por hora.
¿Harry sufría porque le amaba?
Necesitaba una taza de café y tiempo para pensar. Se alejó a paso pausado por el pasillo en dirección contraria a la de Harry todavía con el pasmo pintado en su cara.
XXXXXXXXXXXXXXXX
Wola! Jeejejej, menudo punto culminante. Casi parece un culebrón... pero ha sido divertido escribirlo.
Gracias por vuestras sugerencias. Ya he pensado la continuación y el final... sólo me queda redactarlo.
Respuestas a reviews:
-Paula: Hola! bienvenida... Realmente has tenido suerte de encontrar el fic cuando ya había pasado la situación de los mortífagos... este capítulo es más ligth en cuanto a acción y tensión, aún así espero que te guste y que sigas leyendo! un beso
-Amazona Verde: ey, muchas gracias... humor y escenas (ejem) interesantes... supongo que el beso del final se podrá considerar así, aunque me temo que tu te refieres a cierto cojín ;P. Jos, a ver qué te parece la continuación. Creo que pondré más escenas (ejem) interesantes y desde luego mucho humor! no lo puedo evitar... es que mientras voy escribiendo se me ocurren frases estilo Snape criticandome y a veces las pongo por ahí. Si pusiera todos los comentarios que se me ocurren mientras escribo, el fic sería el doble de largo, créeme. Un besooo.
-Miss Andreina Snape¿No te imaginaste lo del espejo¡anda ya! Si era lo más cantoso del mundo... Me costó mucho hablar de ese espejo en los capítulos anteriores sin que la gente pensara que era muy extraño que me preocupara tanto por el maldito espejito de las narices... Supongo que la explosión de Harry no la esperabas... pero es que a Sev hay que darle algún empujoncito de vez en cuando. ta luegooooo
-Uyuki: me alegro de que hayas entrado en razón. Si me hubieras matado, no habrías podido ver a Harry con toalla . La verdad es que este capi es extraño... ya me dirás tu opinión y si voy por buen camino... espero no pasarme de patético. ¡Ah! y no te preocupes por las preguntas... no pensaba decírselo a nadie pero es un buen truco decir cosas que podrían pasar para que la gente se ponga a hablar y suelte buena ideas o sencillamente diga cosas que ayuden a mi historia. En realidad SI que tenía una idea de cómo seguir, pero me gusta saber qué opina la gente para 1)sorprender y 2)llegar a soluciones más complicadas y completas. Jejeej, es un plan perfecto, reconócelo. en cualquier caso, yo tengo la última palabra sobre mi fic. Chau!
-Marisol Black: holis! me alegro de que te gustara Lupin con Tonks... hacen buena pareja. Mucha gente me ha pedido que juntara a Lupin con Draco... pero ahora ya casi lo veo imposible. Si acaso los acercaré un poco más, pero no llegarán a quererse... ya veremos si las dos hermanas (Narcissa y Bellatrix) tienen buen fin... jos, primero te hablo de Draco, luego de Tonks y luego de esas dos, encima tú te "apellidas" Black... ¡aquí sois todos familia! ;P un besooooo
-Riku Lupin: vaya ¿así que puedo entrar en el club¿me dejas ser la presidenta? si me elegís a mí, prometo que manipularé a harry y Sev hasta que terminen juntos de manera creíble... jajajajaj.Bien... hemos entrado en otro tipo de problemas. Un conflicto bélico nunca es tan atroz como un conflicto interno, creeme... así que realmente yo creo que ahora que ya ha salido de la casa es cuando más va a sufrir Harry. Lo siento. Pero las cosas no van a ser tan fáciles para todos. ¡y draco sigue afectado por la poción aunque no lo haya sacado en este capítulo! ñas, ya me contarás ... Besos... no, espera. Quería decirte que... ¿ya no me mandas abrazos? bueeeee, bueeeee...
-Nakuru Tsukishiro: Hola, holaaaaa! jaajaj¿conseguiste algunos churros o se los comió todos Lupin? jajaja, este lobito... Le diré que la próxima vez te guarde alguno. En cuanto a tus respuestas, estás de suerte, creo que la continuación se adapta bastante a lo que querías... pero todavía os quedan algunos sustos y sorpresas... jajaja. Y sí, qué asco da Draco... puag, con su gomina y su manera de arrastrar las palabras. No sé por qué todo el mundo le tiene idealizado (mi conciencia me dice que yo también tengo idealizado a Snape... pero paso de mi conciencia)... como te iba diciendo, es insoportable. Hum... el lemon... estoy escribiendo una historia que no publicaré en fanfiction, sino en Slasheaven en el que hay tanto lemon que ya me aburre escribirlos... ¡es que son casi siempre iguales y se me agotan las ideas! jos... bueno, la historia estará guay. Es un "elige tu propia aventura" y (mira por donde) el prota es Draco... escogí a Draco como protagonista por que no me importa lo más mínimo hacerle sufrir aunque en mi fic tendrá bastantes recompensas (recuerda que me estoy hartando de lemon)... dependiendo de la opción que elijas... ¡Cómo me enrollo! un besooooo
-Devilish Heart: sobra decir que estás excusada con creces de tu larga ausencia y que me alegra saber nuevas tuyas. Respecto a la historia... en fin, entramos en un terreno pantanoso. Me va a ser mucho más difícil escribir escenas con descripción de sentimientos, pero lo haré lo mejor que pueda y que el público juzgue. Siempre me quedará el consuelo de que yo dí lo mejor. (¿ves? me pongo melodramática para entrar en calor). Y sí, Lucius es un chupa-cámaras y Bellatrix una puta. ¿algo nuevo? espera a leer la continuación. . Recibo tus amenazas con alegría y regocijo y te deseo también lo mejor para tí. :P Chauuuuuu
Un besoooo a todosssssssssssss
Snape White
Miembro de la Orden Severusiana
In Severus I trust.
