En busca del Caiba.
Prólogo.
Se trata de un valiente explorador con su equipo de marineros que son los más famosos por comerciar y mercadear comida, oro y joyas de todo el mundo. Un día se les presenta una oportunidad única de encontrar la isla perdida del Caiba.
La leyenda dice que en ese lugar se encuentran las mejores joyas y las más valiosas del mundo, pero la más buscada por el hombre es la esmeralda caótica, también cuenta la leyenda, el que la posea tendrá el poder total del mundo. Esta historia es del siglo 19.
Actuación especial de:
Sombra, como: El capitán Sombra. Hablada en tercera persona y en primera.
Charmi, Vector y Espio.
Advertencia Sombra será menos triste y más optimista.
-Era un hermoso día de verano y excelente para encontrar tesoros escondidos.
Había un erizo vestido con camisa celeste con mangas arremangadas y pantalones azules, estaba en un barco, mirando el horizonte.
Mi nombre es Sombra y soy el capitán de este barco, gané este puesto por mi honor, valor e inteligencia. No todas las personas tiene eso. ¡Au!
Un erizo más robusto y más grande que Sombra le había tirado un periscopio.
Éste sonreía entre dientes pero malignamente.
Si eso te dolió imagínate cuando vengan los ingleses. No se distraiga… capitán… hay que estar alerta todo el tiempo.- CON ESA CARA HORRIBLE SE FUE.
Ese es Crouch, ¿recuerdan lo que dije que no todas las personas tienen esas cualidades? Bueno ese patán es uno de esas personas. Crouch me odia porque yo tenía lo necesario para ser capitán de un barco. Así que lo nombraron segundo capitán, desgraciadamente en mi barco.
No pudo llegar a este puesto tan fácilmente pero pudo… por la muerte de un capitán. Demasiada coincidencia para mí.
El capitán se alejó de ahí para inspeccionar el barco y a sus tripulantes.
En la cubierta había un erizo azul que llenaba de pólvora los cañones.
Sonic, ¡cómo van esos cañones?
El erizo sorprendido se paró derecho y le hizo una venia
Todo está bien capitán.
¡Capitán!-era Crouch que se acercaba. Miraba a los dos con el seño fruncido, pero más a Sonic.
¡Marinero! ¿dónde está el respeto?
¿He hecho algo malo señor?
¡Cuando un capitán le habla a sus marineros de respuesta el marinero idiota hace una venia!
Oh, lo ciento señor.- le hizo una venia.
¿Lo sientes? ¡Eso quedará reportado!
No seas tan rudo con el chico Crouch, es difícil recordar que hay dos capitanes.- le dijo Sombra.
¡Llevo años aquí!- le contestó.
Y el marinero lleva tres días.- Quedaron un minuto de silencio.
… Bueno solo por eso no lo reportaré. Permiso iré a hacerme de comer. ¡Y más vale que tú limpies bien esos cañones o te aré caminar por la plancha, y serás alimento de tiburón! Marinero idiota.- y se fue al interior del barco a la cocina
Sonic se puso mal y Sombra negaba con la cabeza, pero sin fruncir el seño.
No le hagas caso, es un pez de agua sucia.
No, tiene razón jamás haré algo bien, mejor déjeme o podría cometer otro error y lastimarlo.
Vamos, lo que pasó ayer no fue tan malo.
Incendié la cama del capitán Crouch.
¿Y cuál es el problema?
Él estaba durmiendo allí.
El capitán Sombra hizo un ruido con la boca como un tssss.
Pero no le pasó nada ¿verdad? Déjame ver como pusiste la pólvora.
Si señor.
Sombra asomaba la cabeza por el cañón y sacó un poco de pólvora.
Puse el contenido exacto señor.
Sombra lo pasaba por sus dedos.
Si, está todo bien, pero hay un problema.
¿Cuál?
Esto no es pólvora. Es canela. Sonic ¿Qué bolsa tomaste?
Me dieron dos sacos una de pólvora y otra de semillas de canela.
¿Y dónde está la pólvora?
… O no.
¡¡Pum!
La cocina explotó y ahí estaba Crouch con una sartén con semillas de canela sobre el fuego. Sacó su cabeza por la ventana.
¡¡¡Soooooniiiiiic!
Sonic cerró los ojos y miró al suelo, Sombra lo miraba con cara larga.
Pasaron unas horas y Sombra controlaba el barco. Fue a ver a su navegante que manejaba el timón.
¿Todo va bien marinero?
Si señor, falta poco para que lleguemos a España.
Excelente.
Su nombre es Nudillos, es mi confiable marinero y siempre sabe el momento en que llegaremos a casa. Parece como si reconociera las calles del mar.
Me pregunto dónde estarán esos tres.
El erizo capitán fue a ver otros tripulantes.
Un cocodrilo, un camaleón y una abeja estaban sentados y sobre una caja de madera (que usaban como mesa) jugaban a las cartas.
Apuesto una bolsa de frijoles.- dijo Vector.
Pido otra carta.- dijo Espio.
La abeja estaba sudando.
¿Por qué tan nervioso Charmi?- le preguntó Vector con cara pícara.
Yo- yo no estoy ne-ne nervioso.
Sabes que vas a perder.- dijo Espio con cara pícara también.
Bueno Charmi, apuestas o no.- dijo Vector.
Yo…… yo…- miraba sus cartas y miraba lo que apostaban.- Yo…
Vamos Charmi decídete de una vez pareces un loro.- le dijo Espio.
Yo… ¡Me rindo, no puedo con todo esto!
Es solo un juego.- dijo Espio.
Me retiro.
Bueno solo quedamos tú y yo.- dijo Vector.
Espio lo miraba serio y Vector sonreía con cara burlona. El camaleón miró su baraja y se preparaba para tirarla.
¡No dejes que gane de nuevo, Espio!- dijo Charmi.- ¡Patéale el trasero!
Estás acabado.- Espio sonrió y tiró sus cartas- ¡Seis diamantes! ¿qué le dices a eso!
Me impresionas Espio.- dijo Vector y el otro snreía.
Pero te impresionarás más cuando veas esto ¡Seis corazones!
¡Ah!- se espantó.
Parece que te pateó el trasero a ti Espio.- le dijo Charmi.
¡Ay! ¡No puede ser!- se golpeaba la cabeza con la mesa.- ¡¿Por qué me pasa esto a mí?
¡Jaja! Gané.- tomó todo lo que apostaron.
No comeré por una semana.- dijo Charmi.- Es raro que Vector gane una semana seguida.- Lo miró.
No te sientas mal ya habrá otra oportunidad.- seguía riendo.
Oye vector ¿Qué hay en tu boca?- le preguntó la abeja.
¡¿Qué dices! ¡No hay nada en mi boca!
Entonces no te molestará que mire.
¡Mete tus manos en mi hocico y te la arranco!
Charmi le dio un pisotón al cocodrilo y él gritó abriendo bien su boca. Él voló hacia su boca y sacó de ella una baraja de naipes todas de corazones.
¡No importa cuántas veces juguemos tú siempre ganarás!
Espio dejó de golpearse un rato y le quedó una carta pegada a la frente.
Se mareó un poco pero luego miró a esos dos.
¡Espio, Vector hizo trampa todo el tiempo!- vio las cartas en su hocico y los dos lo querían matar.
¡Me dejaste una semana sin desayuno ahora me lo devolverás!- dijo Espio ahorcándolo con sus brazos
-Ejem.- dijo Sombra y ellos al verlo automáticamente se alinearon y pusieron derechos.
- Buenos días capitán.- dijeron al mismo tiempo.
- Buenos días, lindo día para jugar cartas.
- ¿Cartas? Nosotros no jugábamos con cartas, señor.- dijo Vector con gotas en la cabeza.
- Vector dice la verdad, son naipes.- dijo Charmi y Vector le dio una patada.
- Naipes y cartas es lo mismo, torpe.- le susurró.
- No jugamos a nada de eso.- dijo Espio.
- ¿En serio?- dijo su capitán que le sacó al camaleón una carta pegada en su frente.
Los tres miraron el suelo sintiéndose culpables.
Señores saben que siempre descubro la verdad, la verdad siempre se descubre.- decía yendo de ida y vuelta.
Lo sentimos.- dijeron al mismo tiempo.
No volverá a pasar.- dijo Vector.
Tssss, lo siento muchachos les advertí la última vez. Limpiarán la cubierta para que aprendan a limpiar su conciencia.
Ponían caras largas.
Vamos muchachos, no es un castigo.
Esos mis tripulantes más vagos pero son buenos amigos, aunque no puedo decir eso por mantener la formalidad sino lo haría.
En el camino se encontró con Crouch que se limpiaba la cara con una toalla,
¿Todo bien capitán?
¡No! todavía tengo sucia la cara por el incendio.
Pobre Sonic, no era su intención. Hablando de él ¿dónde está? Tendría que estar aquí.
Jajaja, lo puse en un lugar donde no podrá molestarnos.
¿Dónde está?
Lo degradé a vigilante.
¿Qué?
Solo mire que útil es.- Miraban arriba en el mástil donde estaba Sonic aburrido.
¿Cómo está el clima marinero?
Fresco.- respondió sin humor.
¿Lo ve? Todos estamos contentos.
¡Capitán! ¡Ya estamos llegando al puerto!- gritó Nudillos.
A toda marcha.- dijo el capitán Sombra.
No tardamos mucho en llegar y al llegar bajamos la mercancía y recibimos nuestro dinero por traerla. No se la entregábamos a cualquier comerciante era el rey de España que se ocupaba de esa zona del puerto.
Muchas gracias señor.- dijo Sombra tomando el dinero.
No, gracias a ustedes, las joyas son impresionantes cada son más hermosas.- decía el rey mirándolas. Crouch estaba al lado y opinó,
Pudimos haber sacado más si hubiéramos atacado a los aborígenes.
No Crouch, no asesinamos comerciamos y buscamos.- dijo Sombra.
Debemos demostrar que somos más fuertes si fuera por mí traeríamos el doble de joyas.
Capitán.- dijo el rey.- no queremos peleas con los continentes.
Pero lo hacemos por usted, ¿no quisiera tener el poder de los países vecinos?
¡Señor Crouch!- se levantó de la mesa y muy indignado dijo.- ¿Quién se cree para decirme eso? ¡Yo soy el rey y tomo mis propias decisiones! Y se acabó.
Crouch estaba enfadado, lo se, esa vena que estaba a punto de explotar en su cara no era por felicidad .
-Capitanes, por ser los mejores dirigentes de barcos de toda España me gustaría hacerles una proposición.- se levanto y buscó en un armario.- No lo he hablado con nadie, pero puedo confiar en ustedes.
Se sentó y trajo algo color marrón viejo que dejó en la mesa.
¿Qué es ese trapo?-preguntó Crouch.
Esto no es un trapo.- la abrió y era un muy bonito mapa.
¿Qué es esto?- preguntó Sombra
Es un mapa muy antiguo pero fácil de entender.
¿Por qué nos muestra esto?
Esta es una isla perdida que tiene una leyenda. Dice que es la más hermosa de todas y tiene en su interior las más hermosas y grandes joyas del mundo.
A Crouch le gustaba oír eso, él es un maniático por las joyas. Si estuviera legal creo que se casaría con ellas.
Es difícil de hallar y muchos que lo intentaron murieron…
Señor con todo respeto escuché que esa isla no es más que un cuento… una fantasía. más probable una historia para niños.
Es verdad y no lo culpo.- decía mirando fuera de la ventana.- Pero una parte de mi corazón dice que existe y me gustaría tanto que navegaran por lo más profundo del océano…- se le veía la cara de felicidad al rey.- Y me trajeran pruebas de que Caiba existe.
Bueno Señor.- dijo Crouch.- habría que hablarlo con tiempo y…
¡Lo haremos!- dijo Sombra de un salto.
¿Qué?
¿Lo harán?
¿Lo haremos?- dijo Crouch sin poder creerlo.
¡Claro que si! Yo también tengo un sueño su majestad.
¡Pisa tierra firme Sombra!- lo chilló Crouch.- No estamos hablando de sueños esto es real, estamos poniendo en riesgo nuestras vidas.
Pusimos en riesgo nuestra vida hace años y todo salió bien.
Pe- pero…
Rey, mi señor, hay trato.- Sombra le estrechó la mano.
Pero… pero…
Señores partirán mañana.
Crouch miraba sus manos estrechadas y dijo: ¡No, no, no! ¡Me opongo yo no quiero ir!
Les comento que sería buen ejemplo para mí para ser buen esposo.
Eso les llamó la atención.- Si van a Caiba y regresan elegiré a un de los dos para casarse con mi hija Amy.
Ambos sabíamos que la princesa Amy era la más hermosa de España y que estábamos enamorados de ella.
Está bien.- dijo Crouch.- Todo por el corazón de la princesa Amy.
Pero ¿Qué pasa si llegamos y volvemos juntos, quién se casa con su hija?-preguntó Sombra.
Bueno, pudrían viajar en barcos separados, eso lo hace más interesante ¿no?- dijo el Rey sonriendo.
Aunque la princesa Amy sea mi verdadero amor... - dijo Crouch.
Y el único.- dijo Sombra que eso disgustó a Crouch.
Tengo algo de miedo por el viaje, nunca entramos a mar abierto, dicen que por allí las olas son tan potentes como un millón de caballos.
Les daré lo que necesiten para su barco, ¡Ah! olvidé decirles… sobre una joya en particular.- Eso les interesó, más a Crouch.- en lo más profundo del Caiba se encuentra escondida la esmeralda caótica. Dice la leyenda que el que la posea tendrá el poder del mundo.
A los ojos de Crouch se le hizo como un brillo maligno y con una sonrisa que hacía juego.
Los dos se miraron.
El rey aplaudió una vez- A trabajar.
Al rato ya estaban construyendo un Barco para el capitán Crouch. Sombra lo miraba.
Es más grande que el mío.
Sombra.- dijo el rey a su lado.- ¿Sabes por qué te elegí?
Dudo por qué eligió a Crouch.
No, no elegí a Crouch, te elegí a ti por tu buen corazón, tus ganas de explorar y…
¿Por las tres cualidades de un capitán?
Por tu confianza, muchacho jaja.- el rey le hizo una caricia en la cabeza.
Amy se asomaba por su carruaje a observar el lugar y mientras miraba por ahí sus ojos se posaron sobre un erizo que estaba cerca del rey y sonreía.
Ese erizo azul también le sonreía pero se impresionó que una princesa lo mirara, él no se sentía digno de ella. Ese erizo era Sonic y estaba un poco avergonzado.
- Marinero Sonic… ¡Marinero!
- ¿Qué? ¿Qué?- se despertó.
- Suba los víveres, zarparemos en un minuto.- dijo su capitán.
- Si señor, ¡ay!- se tropezó y subió rápidamente.
-Eh, ¿marinero? ¿No olvida algo?
-¿Qué señor?
- Los víveres.
- ¡Oh! Lo siento.
Sombra movía negativamente la cabeza pero sonreía por la gracia que le daba su marinero.
Puede que sea muy distraído, pero no quiere decir que sea un mal marinero.- dijo Sombra.- Hablando de marineros ¿con quiénes navegará Crouch?
Eligió un equipo más numeroso y el más peligroso de toda España.
¿Quiénes?
A los hombres de la cárcel.
Debieron a ver a esas bestias, dientes sucios, en realidad estaban sucios hasta los pies. Parece que Crouch eligió el equipo perfecto que haría juego con su personalidad.
¿Por qué no quiso un barco nuevo, capitán?- le preguntó el rey.
No reo que haga falta, a mí me gusta así.
¿Es un capricho?
No su alteza, solo que me encariñé con este barco, he estado con él en mil situaciones diferentes.
Si le gusta tanto ¿Por qué no le pone un nombre?
Mmmh, tengo uno pensado.
Los dos barcos partían, el del capitán Crouch que se llamaba "La Esmeralda caótica" y el del capitán Sombra que se llamaba "El CAIBA".
Pasaban por el puerto donde había unos hombres que les tomaban el pelo.
¡Miren eso muchachos, ese barco se llama Caiba!
¡Creen que existe el Caiba!
Se mataban de risa.
¡Oigan cuando tengan tiempo tráiganme unas cuántas joyas!
¡Y unas sirenas!
Los del barco estaban furiosos pero los ignoraban.
No les hagan caso marinos, los bagres no son tan aventureros como los pejerreyes.- dijo Sombra.
Los hombres que burlaban quedaron en silencio.
Oye ¿Qué quiso decir?
¿Nosotros somos los bagres o los pejerreyes?
¡Capitán Sombra!- lo llamaba su contrincante desde el otro barco.
¡Tomaremos este camino! ¡Así que no lo usen, es nuestro!
Crouch y sus marineros carceleros reían y los insultaban.
En el barco del Sombra quedaron en silencio.
-………………………………… Vamos a morir ¿verdad capitán?- dijo Vector.
- Crouch nos hará pedazos.- dijo Charmi.
- Tiene armas, fortalezas y toneladas de comida.- dijo Epio.
- Jamás los venceremos.- dijo Sonic.
Sombra se acercó a ellos.
Escuchen y escúchenme bien… Crouch tiene marineros con la mentalidad de primates que nada que ver con ustedes. Ese capitán no sabe lo que es necesario para sobrevivir en un viaje como éste.
Pero su barco es mejor.- dijo Charmi.
Lo que se necesita lo tenemos, un equipo. El equipo te cuida, nunca te abandona y si te traiciona lo abandonas… Y eso no pasará aquí no en este equipo.
¿Está entendido?
Si capitán.- dijeron al mismo tiempo.
¡Pregunté si entendieron!
¡Si señor!- gritaron sonriendo.
¡Entoces vamos al Caiba!
¡Si!
El viaje recién empieza y el Caiba está muy lejos. ¿Llegarán? Esta historia continuará.
Proyecto Clara.
