Disclaimer: Los personajes de CCS no me pertense, son propiedad de Clamp


:Volverte a ver:

Prologo

Era un día caluroso de verano, todos en Tomoeda disfrutaban de esta espectacular estación, niños corrían por los parques, las albercas estaban llenas, miles de parejas recorrían la ciudad tomados de la mano, pero a pesar de esta alegría y gozo veraniego en una casa existía una persona un tanto desesperada…

La casa era grande, enorme, sin embargo no llegaba a ser una mansión, tres pisos constituían la edificación y un amplio jardín hacia juego perfecto con la casa, dentro de ella habían muchos cuartos, cinco recamaras, una sala y un comedor sumamente amplios al igual que la cocina, tenia alberca techada y un gran estudio; el estudio era bastante grande, había libreros por todos lados con miles de volúmenes de literatura clásica y moderna en ellos, cuadros de diversos artistas decoraban las paredes y habían tres pequeñas butacas de muy fina piel, en el escritorio de caoba estaba un ordenador y varios papeles regados en el, por ultimo un ventanal detrás del escrito ofrecía una bella vista al jardín; justamente en este lugar un chico pasea desesperado, revuelve su cabello color chocolate con una mano, camina de un lado a otro, regresa al escritorio a ver lo que esta escrito en los papeles y vuelve a su desesperada caminata, da un largo suspiro… ¿Como es posible que a el justamente a el no se le pudiera ocurrir nada para continuar su relato? Por dios si la crítica lo había considerado la joven promesa para este decadente siglo literario; no sabía por que, pero simplemente la inspiración no llegaba… Pero eso era imposible, no podía pacerle eso, no a él, no a Xiaolang Li…

Xiaolang, o Syaoran como era llamado en Japón, podía considerarse en la cúspide de su vida…

Era apuesto, de cuerpo atlético y un muy formado abdomen, alto, de rasgos finos una sensual boca y esa sonrisa tan perfecta que podía derretir a cualquier persona del sexo femenino, sus ojos color almendra eran vivaces y expresaban energía y su cabello café estaba siempre revuelto haciéndolo ver siempre relajado.

Era considerado de los mejores escritores contemporáneos, alcanzando la fama desde su primer libro "La sombra del pasado", uno de los escritores con mas futuro de acuerdo a los expertos.

Era adinerado, no solo por sus libros, sino que por herencia familiar le correspondía más dinero que a cualquier príncipe o princesa que existiera actualmente y eso que solo tenia 25 años; o si, el era un Li, el Clan mas poderoso de todo Hong Kong, China y por que no decirlo de todo Oriente, y no era cualquier Li, era el heredero, el único hijo varón de esta dinastía.

Y por ultimo y lo mas importante estaba a punto de casarse, en un mes exacto empezaría una nueva vida a lado de una maravillosa mujer que lo amaba por lo que el era y no por el dinero, la fama o el apellido. Teniendo lo que cualquier hombre pudiese desear por que no encontraba la inspiración faltante, lo tenía todo, fama, juventud, dinero, y una chica a la que amaba con toda el alma... Por que la amaba ¿cierto?

El mejor que nadie sabía por que no podía continuar con su libro, era todo el asunto de la boda, y no, no eran los preparativos, era ese maldito fantasma que aparecía en su memoria desde el día en que le dio el anillo a su futura esposa; como era posible que después de tantos años aun siguiera pensando en ella, ya no sabia si estaba haciendo lo correcto al casarse cuando ella estaba presente todos los días en su mente¿Por qué, el ya la creía asunto olvidado pero al parecer no era así. Una vez más dio un largo suspiro y fue hacia el ventanal, veía el jardín mientras se acordaba de ella… ¿Dónde estaría? Eso se preguntaba todos los días desde que hizo la propuesta de matrimonio…

Estaba tan sumido en sus pensamientos que no noto cuando se abrió la puerta y por ella entro una bella mujer, camino sigilosamente para no sacarlo de su concentración y lo abrazo por la espalda…

- Hola amor- lo saludo susurrándole en la oreja mientras sus manos recorrían su abdomen por debajo de su camisa

El sonrió, como le encantaba que hiciera eso, volteo y la vio frente a el, y por un momento olvido lo que estaba pensando y se enfoco solo en ella… Era realmente hermosa, no era muy alta, pero no era pequeña, tenia muy lindo cuerpo, muy bien proporcionado, largas piernas, la castaña cabellera le caía por debajo de los hombros, su cara igualmente bella, su nariz y su pequeña boca hacían perfecto juego con esos ojos verdes que expresaban inocencia, entonces se agacho muy lentamente y la beso mientras sus manos paseaban por su cabello…

Si debía de pensar en ella solo en ella… en Sakura Kinomoto y es que era tan perfecta, linda, simpática, agradable, llena de energía, trabajadora (era la dueña de una compañía de juguetes que había iniciado desde abajo) y muchas otras cualidades que la hacían sorprendente.

- Que linda bienvenida- dijo mientras se separaba y empezaba a ver las hojas- Aun nada ¿eh?-

- No, no se que me pasa simplemente no se como continuarla- le respondió mientras se volteaba de nuevo hacia el ventanal

- Tranquilo, ya veras como se te va a ocurrir algo, mientras quiero que conozcas a alguien espera aquí, no me tardo- ella salio, el sabia que se dirigía por la razón que se había ausentado en la mañana su amiga que vivía en Alemania venia exclusivamente para la boda

- Syao, te presento a mi mejor amiga, Tomoyo Daidouji-

Syaoran se estremeció al escuchar ese nombre, dio la vuelta lentamente y se encontró con ella, con la razón de sus dudas, con el fantasma que habitaba en su memoria, si definitivamente se había vuelto loco…


Notas de la Autora: Hola! Este es mi primer fanfic, ojala y les haya gustado, se que la pareeja resulta un tanto extraña, pero el chiste es experimentar cosas nuevas, asi es que espero sus reviews... Gracias

Kari Kauffman