Todos los personajes son propiedad de J.K. Rowling (mas quisiera yo que fueran mios).
Y al despertar vuelvo a perderte
CAPITULO 1: Hoy solo Harry
Curiosamente era una noche muy calurosa en chapple street, digo curiosamente porque la oleada de calor había sido especialmente fuerte ese año. Apenas estaban a finales de julio y si la temperatura seguía subiendo así el mes de agosto se haría insoportable. Las calles estaban desiertas, seguro que la mayoría de los vecinos habían aprovechado el fin de semana para disfrutar del magnifico tiempo lejos de la asfixiante ciudad. A pesar de las altas horas de la madrugada unas voces provenientes del nº19 se hacían eco en la silenciosa calle.
-Venga Hermione una más- decía Ron al tiempo que llenaba tres vasos de chupitos con una botella casi vacía de whisky de fuego- hoy estamos de celebraciones!!!
-Vale.... pero el ultimo que si sigo bebiendo más no se lo que podría pasar- y mirando a un Harry que en ese momento se encontraba absorto en la búsqueda de un CD apropiado para la ocasión añadió- Harry vienes?
-Enseguida- sonrió el susodicho desde el otro lado de la habitación.
-Nunca entenderé como funcionan esos trastos- dijo Ron mirando embobado el aparato de música- quiero decir que no entiendo como de un plato de metal agujereado puede salir música, ¿como lo hacen sin magia? Es una locura
-Ron no voy a perder el tiempo explicándote las complejidades que envuelven el funcionamiento de esos "trastos" como tu los llamas.
-Pero es que es una locura.
-Que tú lo tengas todo a golpe de varita no significa necesariamente que el ser humano pierda la inteligencia, imaginativa y destreza que le caracterizan. De alguna manera teníamos que mejorar nuestro nivel de vida, o que creías? Que no existe el mundo fuera de los muros de la magia??- preguntó exasperada.
Harry, que para ese momento ya se había decidido por un CD de celtas cortos que Hermione le había traído de su viaje a España tras finalizar su sexto año escolar, se acercó a ellos con aire resuelto. La rodeó con sus brazos haciendo que se sobresaltara y captando toda su atención.
-Herm no tiene caso que se lo expliques, yo lo he intentado millones de veces y no hay nada que hacer- dijo al tiempo que su amigo le miraba con reproche.
-Oye que te pasa?!? Ni que fuera tonto! Y encima lo dices delante de mí como si nada- le reclamó transformando su mirada seria por una sonrisa al ver a su amigo doblado de la risa- que te pasa??- preguntó sin poder aguantar la risa.
-Hermione este se ha fumado algo y no lo ha compartido- Ante la mención de su nombre Hermione sacudió la cabeza. Una media sonrisa se perfiló en su rostro al observar la escena (si yo hubiera estado en su situación habría pensado "donde me he metido". Bueno no, seamos honestos, yo habría sacado una botella de ron). Ella simplemente tomó los chupitos y se los pasó a sus dos amigos. No todo en la vida consiste en ser una insufrible sabelotodo, nuestra Hermione también es joven.
-Bueno, porque brindamos?- preguntó Harry recuperando la respiración y alcanzando su vaso. La música empezó a sonar suavemente. Ron se aclaró la garganta y dijo con voz solemne:
-En primer lugar por el cumpleaños de nuestro pequeño Harry. Porque lleva ya 19 años esquivando la muerte y por que cumpla muchos más. Y en segundo lugar por nuestra querida Hermione quien en solo tres años se ha sacado la carrera de sanadora y de auror al mismo tiempo logrando batir un nuevo record............ no... no os riáis, y tú menos Harry que esta señorita ha acabado sus estudios a mes y medio de nuestra graduación..... y menos mal porque llegas a acabar antes que nosotros y mi madre me mata- añadió sonriendo- porque eres la mejor, si fueras otra nos habrías dejado a la altura del betún.
-No digas sandeces Ronnie.
-Solo es la verdad y no me llames Ronnie sabes que lo detesto H-e-r-m-y- contestó poniendo especial énfasis en la ultima palabra, Hermione frunció el ceño.
-Bueno entonces brindamos por que yo siga vivo, por que Herm deje de superarnos en todo y- dijo alzando su copa- por que Ron ha batido su propio record, dos años con la misma novia. Pobre Luna, no se como te aguanta- Hermione soltó una risita, ahora era Ron quien los miraba con el ceño fruncido.
-Ja ja ja ja- rió sarcásticamente, a lo que sus amigos no pudieron aguantar más la respiración y soltaron sendas carcajadas.
-Por nosotros!!!- alzó su vaso Hermione.
-Por nosotros!!!- dijeron a coro apurando el contenido de un solo trago.
-Oye Ron el otro día me encontré con Seamus. Me pidió que te diera las gracias pero no me dijo porque. Estuvimos hablando un rato y fue muy gracioso porque no se acordaba de nada de lo que pasó la noche de nuestra graduación.
-Pues no me extraña, iba dobladísimo- dijo Ron con sorna- menos mal que no lo visteis, cuando se apareció en su casa se dejó atrás los brazos. Menos mal que yo estaba con él sino aun los estaría buscando. Seguramente te lo diría por eso.
-No era él quien le estuvo tirando los trastos a tu hermana?- preguntó Harry con sorna.
-A mi hermana. Y a esa también!!!- dijo dirigiéndole a Hermione un dedo acusador. La susodicha miró a Harry sintiéndose acorralada, suspiró al ver la cara risueña de su amigo.
-Que pasa, que aquí todo el mundo se entera de todo menos la implicada?- se dirigió a Ron con una sonrisa traviesa.- Sube el volumen Harry, me encanta esta canción!!
Hermione arrastró a Ron al centro de la sala y empezaron a bailar. Harry sacó su varita apuntando a la cadena que aumento ligeramente su sonido, no se unió a sus amigos. Apoyado en la pared les siguió con la mirada, tanto tiempo había pasado? no pudo contener una sonrisa al recordar la primera vez que los había visto en el tren de camino a Hogwarts. Lo recordaba como si fuera ayer.
La puerta del compartimento se abrió y entró el menor de los pelirrojos "hay alguien sentado ahí? Todos los demás vagones están llenos" Harry negó con la cabeza notando que todavía tenia una mancha negra en la nariz. Cuando la puerta del compartimento volvió a abrirse entró una niña. La muchacha ya llevaba la túnica de Hogwarts "¿Alguien ha visto un sapo? Neville perdió uno" dijo. Tenia voz de mandona, mucho pelo color castaño y los dientes de delante bastante largos. Harry miró a la Hermione de carne y hueso que en ese momento se divertía bailando estrechamente con Ron. Llevaba un vestido blanco ajustado a la cintura muy veraniego, tal vez de los hippies, con un escote en uve, Harry pensó que seguramente a la luz del sol se podrían percibir con mayor claridad sus formas. Sus ondulados cabellos castaños saltaban graciosamente al son de la música y su sonrisa denotaba unos dientes perfectos. "....Ya me he aprendido todos los libros de memoria, desde luego, espero que eso sea suficiente.... Yo soy Hermione Granger. ¿Y vosotros quienes sois?" "Yo soy Ron Weasley" "Harry Potter" Con el paso de los años Hermione había dejado de aferrarse a la seguridad de sus libros y entre los tres habían infringido mas normas en la escuela que todos los demás alumnos juntos "sois una mala influencia" les había dicho una vez, no estaba herrada del todo pero a pesar de ello siempre se mantuvo firme y trató de inculcarles su pasión por el estudio. "en el fondo sigue siendo la misma" pensó Harry sonriendo. Le debía tanto. Ron por otro lado no había cambiado mucho, ahora tenia mas seguridad en si mismo que cuando se conocieron, su porte imponía respeto y era más pecoso que nunca. Pero también seguía siendo el mismo chico risueño a pesar de las constantes veces que se había expuesto a la muerte y Harry sospechaba que en el fondo siempre seria un niño. Allí de pie se preguntó si el también había cambiado tanto, si sus amigos se paraban a apreciar ese cambio. Si bien eran muy jóvenes cuando se conocieron también era cierto que él ya era muy maduro para su edad, su familia se lo hizo pasar muy mal los primeros años de su vida y la cosa no mejoró mucho al entrar a Hogwarts y sufrir una y otra vez los constantes ataques de un loco de quien él jamás había oído hablar y que trataba de matarle a toda costa por culpa de una estúpida profecía, por ella se encontró en el centro de una guerra que no entendía. Tuvo que cargar con el peso del mundo desde muy pequeño y con una angustia que a sus 20 años seguía atormentándole. Ser asesino o victima. Sacudió la cabeza alejando esos pensamientos, por un día no iba a pensar en el mañana ni en Voldemort, en la orden o en Dumbledore. Por una noche se divertiría con sus amigos. Por una noche seria Harry a secas.
La luz del sol rayaba en el horizonte, debían de ser alrededor de las seis. Las rosas del jardín estaban bañadas por el suave rocío de la mañana. Hermione caminaba descalza sobre el césped, le gustaba sentir el roce de su piel con la fresca hierba. Extendió los brazos permitiendo que la suave brisa entrara por todos los poros de su piel, el momento más fresco antes de que el sol volviera a sumir a la ciudad en el soporífero verano. Abrió los ojos fijando su atención en el vecindario. Sonrió, el mundo no gira solo después de todo. Calle abajo el lechero le compraba un ejemplar al repartidor de periódicos mientras comentaban las noticias del día. De no ser Domingo la gente estaría empezando a despertar para retomar su vida tal cual la dejaron al irse a la cama, pero en Domingo todo está más tranquilo, uno se puede permitir dormir un poco más. Apoyado en el marco de la puerta un muchacho de ojos verdes y cabello alborotado la miraba embelesado. De espaldas a él, Harry observaba como los tenues rayos de luz se filtraban a través de su pelo. No pudo resistir el impulso de formar parte de esa maravillosa escena y salir a su encuentro. La abrazó por detrás. Harry la sintió estremecerse, como siempre. Pareciera que nunca se acostumbraría a sus cariñosas muestras de afecto.
-Ron esta dormido en el sofá, ha caído como un tronco- susurró- cuando se levante va a tener un buen dolor de espalda- añadió hundiendo la nariz entre sus rizos. Hermione no contestó, apoyó la cabeza en su hombro permitiendo que Harry depositara suaves besos alrededor de su delicado cuello. La aferró contra si acortando aun más las distancias- y si a eso le añadimos la resaca- continuó entre beso y beso acercándose peligrosamente a la comisura de sus labios. Un gemido salió de la boca de la joven, Harry sonrió ante aquel acto involuntario aproximándose cada vez más. Como si le hubieran dado una descarga eléctrica, Hermione se separó bruscamente con tan mala fortuna que no pudo controlar el temblor que recorría su cuerpo y que la hizo perder el equilibrio. Cerró los ojos esperando el golpe pero unos brazos la jalaron evitando que se precipitara contra el suelo.
-Gra-ci-as- tartamudeó tratando de controlar su nerviosa voz. Él solo se limitó a perderse en sus castaños ojos. La tenia tan cerca que podía sentir su agitada respiración en las mejillas. Tan cerca y a la vez tan lejos- será mejor que me vaya, ya es muy tarde- dijo incorporándose y zafándose de él.
-Quédate conmigo- dijo inconscientemente y al notar el rubor en sus mejillas añadió- no seria muy prudente aparecerte en tu estado.
-No estoy borracha Harry- él arqueó las cejas- bueno, puede que lo haya estado en algún momento de la noche pero ya se me ha pasado.
-De todas formas estas cansada y además no tiene caso sabiendo que vas a tener que volver en unas horas.- Harry leyó la duda en su rostro- no confías en mi?- dijo queriendo parecer ofendido- para que crees que tenemos un cuarto de huéspedes??
-Esta bien, es una tontería irme a mi casa si ya hemos quedado aquí para comer con los Weasley. Vamos dentro, el sol es malísimo para la resaca- sonrió empujándole hacia el interior de la vivienda- no pensarás dejarlo ahí?- preguntó una vez dentro echándole una mirada a Ron que roncaba en el sofá y otra a Harry que empezaba a subir las escaleras.
-Ya te he dicho que es imposible moverlo- le contestó girándose a mirarla, al observar la sala desde esa perspectiva pudo apreciar lo desordenado que estaba todo- fregotego- dijo apuntando con su varita. Hermione le miró escéptica.
-Y para que crees que existen los hechizos?- la cara de Harry reflejaba claramente un "como no lo he pensado antes?"- eres increíble- bufó- movili corpus- el cuerpo de Ron levitó unos metros sobre el suelo, lo condujeron escaleras arriba- donde se lo pongo señor Potter?!?!?- preguntó risueña como quien habla de un mueble.
-Por aquí- dijo Harry abriendo una puerta y apartándose para dejarlos pasar, Hermione posó suavemente a Ron en su cama y salieron de la habitación.
-Cual va a ser mi habitación?- preguntó ya en el pasillo.
-Es esta de aquí enfrente, si es tan amable señorita Granger- dijo haciendo una reverencia al tiempo que ella cruzaba el umbral- Tienes un camisón en el armario, Ginny se lo olvidó la ultima vez.... Y debo informarle de que es usted nuestra primera huésped oficial. Quitando de la familia de Ron y de algún que otro miembros de la orden claro!!- Hermione le miró divertida.
-Y eso es ser la primera?- preguntó escéptica
-Bueno de los amigos eres la primera, siquiera Luna ha dormido ahí. Aunque pensándolo bien cuando Luna se queda no necesita una habitación aparte- dijo- el baño esta al fondo del pasillo y mi habitación es la de al lado- añadió picaramente- por si necesitas algo.
-Buenas noches Harry- y antes de que pudiera contestar ella ya había cerrado la puerta.
Harry entro en su habitación con paso lento, se desvistió y se tumbó en la cama. Estaba cansadísimo, había sido una noche muy larga. Miraba a la pared de enfrente, escuchó el sonido de una luz al apagarse, al otro lado Hermione debía de haberse acostado ya. No sabia exactamente que sentía por su amiga, lo único que sabia a ciencia cierta era que si la tenia a su lado no había nada que temer, que todo estaba bien. Desde hacia unos años su confianza se fue incrementando en lo que ahora para todos eran claras muestras de algo más que cariño, ellos desechaban esas ideas alegando que solo eran buenos amigos. Pero si era así ¿por qué le molestaban tanto sus repentinos alejamientos?¿por qué sentía la necesidad imperiosa de besarla? El recuerdo de aquel único beso le carcomía el alma "...necesito que vuelvas a ser el de antes, sin ti todo esto carece de sentido" le dijo cierto día en la sala de los menesteres, lugar en el que Harry se refugiaba tras la muerte de Sirius, antes de besarle con gran ternura. Un beso que él necesitaba y que ella sabia que necesitaba. El recuerdo del sabor de sus labios le perseguía. Alejó esos pensamientos de su mente y girándose en la cama cerró los ojos. No podía permitirse pensar en esas cosas. Era un privilegio que quedaba fuera de su alcance, desventajas de ser el-niño-que-vivió. Susurrando un ligero "buenas noches Hermione" cayó en un profundo sueño. Lo que no supo fue que en la habitación de al lado una muchacha suspiraba por la misma causa.
Notas: Bueno pues ahí va el primer capitulo. Comentarios y Howlers ya sabéis donde, os agradecería vuestra opinión. Espero que la historia os guste, a mi me gusta escribirla. Para Inma con amor, por ser mi critica personal y para Patri a quien le encanta la frase que da nombre a la historia "tan cerca y a la vez tan lejos" aunque dudo q ella llegue a leerla algun dia. B7s pa mis niñas.
Un pequeño avance:
-Deberías buscarte un novio, así dejarían de decir cosas.
-Claro!!! Como no se me había ocurrido antes??- le contestó irónicamente- mañana sin falta voy a la tienda y me compro uno- bufó- esas cosas hay que pensárselas mucho Harry. No es tan sencillo.
-¿Por qué no? Me consta que tienes muchos pretendientes.
-Ninguno se parece ni de lejos a ti.
