Hola a todos! Despues de cientos de años sin saber nada de mi aqui traigo un nuevo capitulo... como decia, el hada de la inspiración se pasó por casa anteayer y no pude dejarla marchar. Spoilers! del 6º libro... pero muy relativizados, solo utilizo lo que me conviene. Ale! os dejo pa que leais! Besines...
CAPITULO 4: Polvos flú
Las semanas se convirtieron en meses y para cuando se dieron cuenta ya estaban a finales de noviembre. Entre la orden y el ministerio no daban a vasto. Entrenamientos, guardias y servicios especiales... Un par de noches después de aquella primera reunión encontraron el cuerpo de Rufus Scrimgeour, echado en la cocina de su casa sin vida y con una horrenda expresión de terror en los ojos. No había señal alguna de que el antiguo ministro de magia hubiera opuesto resistencia... no habían cristales rotos ni ninguna otra marca que hiciera pensar en un posible forcejeo así que se barajó la idea de que la victima conociera a su asesino. El mundo mágico se puso en alerta máxima y los sucesos posteriores no ayudaron a suavizar la situación. El ministro fue el primero de una avalancha atroz de asesinatos sin sentido que se perpetuaron, tanto a muggles como a magos, por toda Gran Bretaña. El ministerio, ya de por si afectado por la falta palpable de su portavoz oficial, tuvo que actuar rápidamente para poder silenciar los sucesos, a fin de aplazar el pánico entre los habitantes. Decenas de casas reconstruidas, cientos de familiares desmemorizados, miles de hombres y mujeres patrullando las calles... y aun así, a cada paso que daban una nueva victima en su camino y ninguna conexión entre los desaparecidos.
Harry Potter suspiraba exasperado frente a un gran montón de pergaminos esparcidos sobre la mesa de su escritorio. Estaba más desaliñado que nunca y no recordaba cuando fue la ultima vez que había comido algo caliente. Hacia tres noches que no pasaba por casa, no tenia tiempo, las guardias y los trabajos para la orden le tenían obsesionado. No entendía lo que había pasado ¿qué había cambiado? Todo era tan confuso... el contacto de Diggle había dicho lo de aquella reunión días antes del atentado contra el ministro¡eso ya lo sabían! Habían interrogado mil veces a aquel hombre que había resultado ser, nada más y nada menos que Stan Sunpike... años atrás habría puesto (sin saber muy bien porque) la mano en el fuego por ese muchacho que en su día le dio conversación en el autobús noctámbulo, claro que eso había sido antes de saber que se había convertido en seguidor de Voldemort hacia ya tantos años... la cabeza le palpitaba en las sienes y estaba apunto de estallar de cansancio... claro que si lo pensaba bien, no había sido algo tan raro. Harry aun recordaba perfectamente la cara que había puesto al relatar la historia sobre Sirius Black y aquel-que-no-debe-ser-nombrado. Sus ojos no reflejaban miedo, era más bien un brillo de... ¿orgullo¿anhelo? Si, definitivamente no había sido algo tan descabellado. Y por eso mismo Harry no pudo retener el impulso de golpearle cuando le vio entrar por la puerta seguido de cerca por dos aurores. Se le veía atemorizado, les contó aquello que ya sabían. Había habido una reunión pero el no estaba invitado, de hecho era una persona non grata para la escoria que frecuentaba, había sido repudiado por oponerse al asesinato de su madre, Devora Sunpike, una antigua inefable muy conocida en el mundo mágico por su talentosa carrera como escritora de libros con nombres tan sugerentes como "Lo que se esconde en la oscuridad" "El tiempo ¿aliado o traicionero?" "La dama de la inteligencia" y "Ensayo sobre las cerraduras inquebrantables"... El señor tenebroso había visto en aquella mujer la posibilidad de desentramar, al menos ligeramente, los secretos que envolvían a la profecía y sus protagonistas. Cuando Stan comprendió el alcance de sus intenciones no pudo evitar sentirse culpable "al parecer aun hay mortifagos con corazón" pensó Harry llegados a este punto. Stan dio alerta al departamento de aurores y huyó para ponerse a salvo. Harry recordaba haber archivado hacia meses la carpeta del caso... los aurores habían hecho un magnifico trabajo aquella tarde, apresaron a tres mortifagos y derribaron a dos mas. En aquellos entonces una captura de semejante envergadura era todo un logro. En un tiempo en el que la situación estaba tan normalizada el único fallo fue el de no poder salvar a la mujer que cayó en el fuego cruzado, la muerte le llegaría días después tumbada apaciblemente en una cama del hospital San Mungo.
Tras esta nueva información los investigadores se vieron forzados a leer toda la saga de la autora y en la situación actual se delegó la tarea en tres becarios: Harry, Hermione y Ron cuyo conocimiento, superior al de sus compañeros, sobre las artes oscuras y el departamento de misterios les ofrecía la seguridad de que no pasaran nada relevante por alto. La parte buena es que, a cambio, les habían otorgado oficinas individuales para que nadie pudiese molestarlos. La mala fue que tuvieron que pasar nada menos que nueve días de lectura sin descanso (todo un reto para nuestro querido Ron), tomando notas y haciendo conjeturas aunque, como ya había dicho Hermione de antemano, no sacaron nada en claro "Un inefable no puede hablar de nada que tenga que ver con su trabajo bajo pena de muerte, además yo ya los he leído... estamos perdiendo el tiempo" había dicho con su voz mandona... Harry se recostó sobre la mesa abatido y cansado. No tenían nada, todo era confuso, el dolor de cabeza iba en aumento pero eso era ahora lo de menos, necesitaba descansar.
No supo cuanto tiempo estuvo dormido, había soñado otra vez con aquel claro del bosque, un encapuchado y ese destello morado... ¿y después de aquel ultimo grito desgarrador? "nada". Solo silencio.
Abrió los párpados lentamente y con pesadez. Su cicatriz le quemaba en la frente, sentía que se había desgarrado por dentro. La tenue luz de los últimos rayos del atardecer cruzaban la estancia desde la ventana dando un aire sombrío al lugar. Tenia frío y calor, miedo y rabia... Se encontraba tirado sobre el suelo y, lo que era aun peor, había arrastrado todos los pergaminos y documentos en su caída. Hizo un esfuerzo por incorporarse y se sentó torpemente sobre su silla, se llevó una mano a la nuca, debía haberse golpeado con algo mientras dormía... aun se sentía confuso y, en cierta manera, desgraciado... aunque lo más curioso es que no sabia el porque. Unos ligeros pero insistentes golpecitos en la puerta llamaron su atención... así que eso era lo que le había despertado "Adelante"... la puerta se abrió con sumo cuidado y en el umbral apareció Hermione "Entre la luz y la oscuridad" susurró ella caminando con cuidado y saltando los obstáculos que encontraba a su paso. Se sentó con firmeza en la silla frente a Harry... sin darle tiempo a reaccionar, con un chasquido, encendió todas las luces de la sala cegando a Harry por unos instantes, cuando sus ojos se acostumbraron a la nueva iluminación observo como ella, con un semblante serio, le miraba desafiante.
-¿Crees que es bueno para ti estar en estas condiciones tan, tan... deplorables?- Harry se quedó atónito.
-Hermione por favor no es el moment...
-Es el momento perfecto para decírtelo¿Tu te has mirado en un espejo? Suponiendo, claro, que aun sepas lo que son... Nadie te ha visto el pelo en tres días... te has pasado todo el tiempo aquí encerrado, solo paras cuando te desplomas sobre la mesa... estas agotado- Hermione no paraba de hablar, el dolor de cabeza iba en aumento. Se sentía indefenso, incapaz de replicar- ¿Crees que así ayudas a alguien? Por... por mucho que te leas y releas estos papeles no vas a hallar la respuesta! ASÍ NO!- Hermione estalló, Harry la miraba perplejo y no pudo pasar el detalle de que sus ojos empezaban a humedecerse, lo cual le hizo sentir ligeramente culpable- CREES QUE PUEDES CON TODO! CREES QUE TODO ES COSA TUYA!- Hermione se levantó y empezó a caminar alrededor suyo, recogiendo todo lo que se encontraba a su paso- TE DIRÉ UN SECRETO HARRY-JAMES-POTTER ASÍ SOLO VAS A CONSEGUIR ACABAR MATANDOTE- dijo ella lanzando sobre la mesa el mapa que acababa de recoger y desplomándose de nuevo sobre la silla. Haciendo lo que le pareció a Harry un gran esfuerzo, tomó aire tratando de serenarse.
-Ahora no Hermione-dijo- no puedo, no paro de darle vueltas pero... no lo entiendo. No encuentro la conexión, no sabemos lo que trama Voldemort y eso me asusta...- Ella le miraba impasible-... tengo- tragó saliva fuertemente- ... tengo pesadillas desde hace semanas y luego no, no las recuerdo... estoy agotado y cansado- la expresión de la muchacha se suavizó y alargándose sobre la mesa tomó la mano de Harry entre las suyas.
-¿Y no crees que lo mejor seria que te tranquilizaras un poco? Una mente descansada vale más que nada... puede que solo necesites refrescarte un poco para verlo todo con más claridad¿no crees?...
-Podría intentarlo...- respondió él observando fijamente sus manos que ahora estaban entrelazadas y llevando la mano libre de la chica hasta su cara dejando reposar apaciblemente su mejilla sobre ella- tal vez cuando despierte la vida no sea tan confusa...
-Tal vez...- respondió ella mirándole fijamente a los ojos. Sus manos entrelazadas se movían según su propia pauta, la mejilla de él acariciando suavemente la palma de su mano... Los ojos de Hermione centelleaban con un destello acuoso- Auch!- Hermione dio un respingo y se apartó bruscamente llevándose, inconscientemente, el dedo meñique a la boca.
-¿Que pasa?
-Me he cortado- Harry miró alrededor. Sobre la mesa, frente a él descansaba el compás que había estado utilizando para trazar las zonas afectadas en el mapa.
-Déjame verlo- pidió amablemente. Hermione alargó la mano. Observó el dedo, era una herida poco profunda. Dejaría de sangrar enseguida, aseguró. Una gota de sangre resbaló de la herida, Harry siguió su trayectoria hasta que cayó sobre el mapa formando un pequeño punto rojo. Hermione apartó el dedo y se lo llevó de nuevo a los labios, pero Harry no la miraba. Observaba el mapa sonriendo.
-¿Qué te hace tanta gracia?- preguntó indignada
-Nada, es solo que eres magnifica- ella le miró sin comprender, por toda respuesta él le pasó el mapa- eres la primera persona que conozco que ha sido capaz de marcar la situación exacta de un lugar ilocalizable mágicamente.
-Es Hogwarts...- susurró ella.
-Exacto!- dijo arrebatándole el mapa y guardándolo en el primer cajón- ¿nos vamos? Estoy agotado.- dijo levantándose con decisión- no me vendrá mal dormir en una cama decente.
-No- respondió Hermione saliendo por la puerta- y tampoco te vendrá mal una buena ducha...- sonrió- ¡Hueles que apestas!- Harry soltó una franca carcajada.
-Bueno... da gracias a que sea un caballero- dijo pasándole un brazo sobre los hombros- ... sino podría sentirme claramente ofendido, pienso... ¿qué habría hecho Ron en mi lugar?
-Ron no habría vivido lo suficiente para verse haciéndolo... sea lo que sea que estés pensando- dijo en el ultimo momento sacándose el brazo de Harry de encima.
Caminaron en silencio, un junto al otro. El ministerio estaba prácticamente vacío. Al llegar a la entrada saludaron al vigilante y cruzaron la estancia hasta llegar a las chimeneas que conectaban con la red flú, últimamente se habían habituado a aquel sistema... aunque no pudieran decir que era uno de los más limpios, si era (con seguridad) de los menos engorrosos. Solo dos de las 20 chimeneas funcionaban a esas horas de la noche y una estaba siendo limpiada en esos momentos así que Harry haciendo gala una vez más de su caballerosidad le murmuró "Las damas primero" Ella con una mirada cómplice le acercó los polvos flú para que se sirviera... luego lanzó el puñado que tenia en la mano y al instante las brasas que quedaban en la chimenea estallaron convirtiéndose en fuertes llamaradas de color verde intenso "Buenas noches Hermione" dijo acercándose y dándole un beso en la mejilla "que descanses" Hermione sonrió maliciosamente "No te vas a librar tan fácilmente de mi Potter" y cogiendolo de la túnica le empujó al interior de la chimenea "Al numero 19 de Chapple street" dijo sintiendo el ya conocido tirón en el estomago al tiempo que rodeaba a Harry con sus brazos. Él no tuvo tiempo de reaccionar, respondió abrazándola y acercándola más hacia si... las chimeneas pasaban a velocidades desorbitadas... se estaba mareando. Esto era una locura. Una locura muy agradable, Hermione olía a agua de rosas... él, prefería no saber a que olía él. Aquella situación resultaba muy reconfortante. Sus mejillas pegadas, la nariz escondida entre los castaños bucles, los cuerpos rozándose insistentemente por el movimiento, el olor a flores. Cuando empezaba a creer que podía habituarse a aquello tocaron tierra firme tambaleándose aun por la sacudida. Habían llegado a casa y Ron los observaba con ojos desorbitados desde el sillón de la sala. Se separaron.
-Buenas noches- ninguno contestó.
-Eso ha sido muy arriesgado Hermione, podríamos habernos desintegrado o...
-Se lo que me hago-respondió ella acomodándose el cabello detrás de la oreja- nunca habría arriesgado nuestras vidas por una tontería así. Se puede hacer- dijo con una sonrisa- no ha pasado nada ¿no?
-Hola!- insistió Ron ligeramente molesto- perdón pero creo que merezco un mínimo de atención ¿no? No todos los días se ve a un amigo desaparecido hace siglos salir de una chimenea con una hermosa dama...- tomo aire-... peligroso ¿no crees Hermione?
-Buenas noches Ronald- dijo Hermione sentándose junto a él, Harry se quedó de pie observándolos- te dije que lo traería y aquí lo tienes.
-Si, pero no hacia falta que le secuestraras Hermione¿Estas bien amigo?- preguntó incorporándose un poco.- tienes mala cara.
-¿Estaba planeado?- preguntó Harry perplejo.
-Si te refieres a lograr a toda costa que vinieras a descansar de una maldita vez ummm si!- dijo Ron con una sonrisa triunfal- Lo de la red flú ha sido todo cosa de ella- señaló en un susurro casi imperceptible. Hermione sonrió abiertamente.
-Ahora todo es culpa mía ¿no?- contestó- él me provocó- dijo apuntando con un dedo acusador al ojiverde.
-¿Yo?- preguntó indignado.
-Pues claro y si lo niegas me veré en la obligación de relatarle a Ron las causas que me han llevado a tomar tal determinación...- empezó a hablar
-Esta bien- aceptó el derrotado- estoy cansado, sucio y mareado... en estas condiciones no puedo ganar nada. Si me disculpáis, voy a darme un largo y relajante baño.
-Perfecto! Ron y yo haremos la cena y después te daré una poción para dormir sin soñar... mañana estarás como nuevo- dijo Hermione levantándose y apremiándole para que subiera las escaleras, ella se dirigió a la cocina- Ronald! Venga levántate!- escuchó antes de cerrar la puerta del baño.
Abrió la llave del agua y puso el tapón en la bañera. Se observó en el espejo mientras comenzaba a despojarse lenta y cuidadosamente de toda la ropa que llevaba encima. Su cuerpo adolorido por la falta de sueño se quejaba insistentemente. Su relación con Hermione había cambiado, seguían siendo grandes amigos pero entre ellos ahora se alzaba un gran muro invisible que separaba sus caminos. Atrás quedaron aquellos jóvenes que bailan alegremente cierta noche de julio, ambos estaban ahora enfrascados en sus respectivas obligaciones. Hermione a pesar del asfixiante trabajo como auror había conseguido plaza en San Mungo como medimaga y Harry estaba realmente obsesionado con el plan de Voldemort y sus secuaces. Si alguno de los dos hubiera invertido cierta parte de su tiempo en reflexionar sus sentimientos tal vez se habrían preguntado de donde venia aquella necesidad de saber del otro, tocarlo, sentirlo cerca... El vaho estaba empañando el cristal, Harry ya solo vislumbraba la silueta borrosa de su figura, acabó de desnudarse y se introdujo en la bañera, el agua tibia relajaba y purificaba su piel con leves caricias. Cerró los ojos recostándose y suspirando... Algo le incitaba a acercarse a ella. Verla todos los días, trabajar codo con codo, salir al cine o cenar en familia... tenerla a su lado constantemente era, con seguridad, lo único que evitaba que otros sentimientos hacia ella afloraran desde su subconsciente. Y es que, para Harry, aquellas pequeñas muestras de afecto, que en algunas ocasiones habían estado apunto de hacerle perder el control, eran solo eso... relativas muestras de afecto hacia su mejor amiga. No había pasión, no sentía la necesidad imperiosa de verla... tal vez por el hecho de que siempre habían estado juntos, cerca o a una relativa distancia. En Hogwarts eran el trío inseparable. Iban juntos a clase, hacían los deberes en la sala común o la biblioteca. Hermione no se había pedido ni uno solo de los partidos de quidditch en los que él competía y compartían todos los secretos y aventuras que envolvían a Harry con aquel-que-no-debía-ser-nombrado... desentramaron los misterios de la piedra filosofal, la cámara de los secretos, Sirius, el torneo de los tres magos, el departamento de misterios e incluso los horcruxes... retomaron juntos su ultimo año en el colegio con la fuerza de aquellos que ya no tienen nada que perder y se graduaron con honores.
Después todo había seguido igual. Harry, Hermione y Ron eran como un tótem indestructible... pero en aquellos años las diferencias empezaban a tomar forma... sus relaciones personales no seguían el mismo camino que su amistad... y aun así, a pesar de las mujeres con las que había estado, Harry no podía separarse de ella. Empezó siendo algo inconsciente, un beso en la mejilla, un abrazo que se prolongaba demasiado, caricias inocentes en cualquier momento... apoyo en los momentos duros, aliento para continuar y siempre los celos de terceras personas que lograban desconcertar a ambos, al no concebir el efecto de su inusual afecto... hasta aquella noche... Harry tomó aire y hundió la cabeza bajo el agua... aquella noche que sin quererlo lo había cambiado todo...
... Flash back...
Harry se sentía abatido, en la habitación más alta del numero 12 de Ginmauld placea cabeceaba apoyando todo su peso sobre la pared de la fría y siniestra estancia... escuchaba los acelerados e inconstantes pasos de kreatcher que desde el piso inferior caminaba sin dirección farfullando sin sentidos e improperios. Abrió los ojos para mirar de frente a la muchacha que le observaba.
-¿Por qué estas aquí arriba?- preguntó ella en un susurro.
-Bueno, esta era la habitación de buckbeack, tiene su esencia, me ayuda a sentirme mejor- respondió sin darle mayor importancia.
-¿Qué ha pasado Harry?- él no pudo evitar sorprenderse, ella no lo sabia.
-¿No te lo han contado?- la muchacha negó.
-Acabo de llegar, Ron solo me ha dicho que estabas aquí arriba y que la Orden esta celebrando una reunión urgente.
-Han, han...- carraspeó fuertemente- anoche fueron a casa de los Dursley, Hermione- comenzó en un susurro casi inaudible- los, los han matado... Voldemort los mató personalmente... me lo dijo en mis sueños- sollozos silenciosos escapaban de su garganta- hace años que no tengo contacto con ellos, Hermione, tu lo sabes pero... él, él creyó que eran importantes para mi- Hermione hizo un amago de acercarse pero él la rechazó con un movimiento- no es que se hubieran portado bien conmigo, Herm... pero no se merecían esto...
-Harry...
-... Voldemort ha creado un horcrux con la muerte de mi tia, Hermione... lo necesitaba urgentemente porque destruimos todos y creyó que alguien importante para mi...- su voz se apagó, tenia la garganta seca- funcionó, lo se... por mi sangre corre la sangre de mi madre, la de mi tia... ella no sabia que tuviese tanto poder- una lagrima rebelde escapó por su mejilla y ya no pudo reprimir por más tiempo el aullido de dolor. Hermione se acercó y lo abrazó, meciéndolo como a un niño pequeño, susurrando palabras de consuelo-... me obligó a verlo... si hubiera practicado oclumancia, no habría tenido que presenciarlo... fue horrible, había sangre por todas partes y... y luego le arrancó algo, no se que era... aquellas palabras sin sentido, esta loco Hermione- ella le dio un beso en la frente y recorrió sus mejillas con las palmas de las manos- me preguntaba "¿Te gusta el espectáculo Harry¿Te gusta lo que ves?" creí que iba a volverme loco Hermione, no podía moverme, no pude hacer nada- dijo mirándola ahora directamente a los ojos.
-Harry- empezó Hermione rozando la nariz contra la de él- Se que nada de lo que diga va a ayudarte a sentirte mejor, pero puedes salir de este lugar y dejar que te haga un buen caldo de pollo... esta casa aun me pone los pelos de punta y a ti te deprime...
-Es lo único que me queda de Sirius- dijo él con afecto.
-Entonces la reconstruiremos juntos- sonrió ella incorporándose y ayudándole para que hiciera lo mismo. Hermione caminó hacia la puerta dándole la espalda, pero la voz del joven la obligó a volverse.
-¿En serio me ayudarás a reformar este antro?
-Por supuesto- respondió ella sin comprender del todo la pregunta. Harry se acercó y la estrecho entre sus brazos.
-¿Cuándo esto termine?- susurró a escasos centímetros de su oído al tiempo que enredaba las manos en su enmarañado cabello atrayéndola más hacia si.
-Cuando todo termine...- gimió ella recorriendo su espalda con las manos y estremeciéndose al tiempo que se le humedecían los ojos- cuando acabe, cuando acabe la reconstruiremos desde los cimientos...- Hermione sintió un escalofrío cuando Harry empezó a estampar suaves besos sobre su piel, su nariz rozando casi imperceptiblemente el cuello de la muchacha- ... va a ser...- se le erizaron todos los poros, las manos de la joven recorriendo aquel cuerpo masculino, tratando de aferrarse a él para no caer- ... magnifica...-Harry se separó imperceptiblemente para encontrarse con su mirada. No había salida, la deseaba - ... ya lo verás...- dijo Hermione antes de ser silenciada por un beso cálido y desconcertante. Se separaron segundos después, Hermione le observó preguntando en silencio "es que he visto el anhelo en tus ojos" susurro él sin palabras. Pero ya toda lógica había volado lejos de allí, sus cuerpos aun entrelazados se negaban a separarse y una simple frase-... hazlo otra vez...- bastó para desatar toda la pasión que guardaban aquellos labios ardientes...
Al día siguiente Harry cortó definitivamente con Ginny. La joven lo tomó con mucha más soltura de la que él hubiera esperado... o deseado. Pero comprendió que Ginny no estaba hecha para soportar el peso de una relación con él, ella se había cansado hacia ya mucho tiempo. Los Weasley no lo comprendieron en un principio y culparon a Harry por lo sucedido... pero Ginny con gran soltura agregó que se había enamorado de otro y que Harry lo había comprendido y aceptado con mucha entereza así que la situación no pasó a mayores. ¿En cuanto a Harry y Hermione? Ellos nunca hablaron de lo sucedido aquella noche en el ático. Hermione se sentía culpable y rastrera así que se alejó todo lo que pudo de Harry. Se volvió fría y distante... el muchacho comprendió que para recuperar a su mejor amiga debía olvidar todo lo ocurrido y poco a poco las aguas volvieron a su cauce. Aunque no del todo, ya no eran los de antes... y una llama insistente empezó a cobrar tamaño en el corazón de Harry... nunca olvidaría el sabor de sus labios... y ya habían pasado casi dos años...
...Fin del flash back...
Se sentía blando y arrugado, Ron entró al cuarto de baño para asegurarse de que todo andaba bien... al parecer llevaba una hora allí dentro y abajo empezaban a impacientarse "Tengo hambre!" le apremió antes de cerrar la puerta con un sonoro portazo. Se envolvió en el albornoz y observó el empañado cristal... sus tripas rugieron, él también estaba hambriento... ya habría tiempo para pensar después. Se vistió y bajó las escaleras apresuradamente, el pelo mojado deslizaba gotas de agua por su nuca. La mesa estaba puesta, no faltaba nada: los candelabros en el centro para iluminar la velada, pan, una jarra de agua bien fría, las servilletas, la ensalada y fruta recién cortada para el postre. Un plato humeante le esperaba frente a su silla. Ron empezó a devorar sin miramientos, Hermione le observó unos instantes y poniendo los ojos en blanco dirigió una mirada cómplice a Harry acercándole la ensalada ... que diferente era todo cuando Hermione estaba con ellos. Obviamente era una chica, pensó divertido antes de coger los cubiertos que descansaban, expectantes, a ambos lados de su plato.
La velada transcurrió animadamente. Hermione y Ron no pararon de hablar y discutir una vez este ultimo hubo agotado todas las existencias de la mesa. Harry los observaba, risueño, incapaz de intervenir. Estaba extenuado. El sutil olor a canela y el calor de las velas terminaron por hacerle sucumbir y con gran modorra anunció que se iba a la cama. Los otros dos apenas si le escucharon, Ron alzó la mano en señal de aprobación y Hermione le miró una milésima de segundo antes de volver a enfrascarse en la acalorada discusión que ahora debatía el porque Hermione lanzó aquella bandada de pájaros contra Ron en 6º curso. Hermione estaba realmente exasperada. ¿Que quería el pelirrojo que dijera? Que había sido por diversión, por rabia, enfado o celos? Probablemente fue por una mezcla de todo lo anterior... ¡Pero a tanto tiempo de aquello! No iba a permitirse darle la razón. Cinco minutos después de que Harry se hubiese ido Hermione subió las escaleras y entró en la habitación de invitados dando un portazo, dejando a Ron solo y más rojo que nunca con la mesa aun por quitar y la cocina patas arriba... Aquello era agua pasada se dijo exasperada. Harry se revolvió inquieto entre las sabanas.
Notas de autora: Lo se, lo se... ¿de donde ha salido esta historia? Ya se que hacia siglos que no actualizaba... lamento tener que decir que soy asi de inconstante. No cambiaré nunca. Reviews y criticas constructivas siempre se agradecen... Gracias por leer!
Notas de autora a pie de pagina: Tranquilos, puede que trade pero "Volveré" eso es seguro. Ta luec!
