Hola: estamos llegando al final de la historia, este es el penúltimo capitulo, espero que les guste.
Conoceremos los verdaderos sentimientos de Ryoma hacia Sakuno, y lo irónica que puede llegar a ser nuestra propia conciencia.
Ahí va el cuarto capitulo.
Atención: LAS ORACIONES ESCRITAS CON LETRA CURSIVA SON LAS CONVERSACIONES DE LOS PERSONAJES CON SU CONCIENCIA, EL NO LEER ESTE AVISO PUEDE PROVOCAR PROBLEMAS EN LA COMPRESIÓN DEL CUARTO CAPÍTULO, SI NO QUIERES LEERLO SERÁ BAJO TU RESPONSALIBILIDAD.
ATTE: LA AUTORA
Capítulo 4: "inseguridades"
-¡Sakuno!- escucharon desde lejos.
-creo que Tomoka me está buscando- dijo un poco aliviada al saber que saldría de ese ambiente.
Jamás había agradecido tanto el llamado de Tomoka, desde ese minuto su amiga se había transformado en su ídola. Salió del lugar lo más rápido que pudo, mientras los dos chicos se miraban con odio.
Ryoma esperó a que Sakuno estuviese lo más lejos posible, no quería que lo escuchase, no por el momento. Sólo hizo lo que sus celos le permitieron.
-¿Qué se supone que hacías con ella?- preguntó enfadado, si no fuera porque habría gente alrededor se le habría abalanzado a romperle la cara.
-la besaba- respondió sarcásticamente.
-te lo advierto Tezuka, si tú…- dijo antes de que lo interrumpieran, toda esta situación lo sacaba de sus casillas.
-¡tú no me adviertes nada!- respondió, ahora él era el enojado -¡lo único que haz echo durante estos tres años es hacerla sufrir!- todos escuchaban su discusión, pero nadie sabía a quién se referían -y si lo que quieres saber es porqué lo hice te lo diré, yo la amo y lucharé por ella, aún contra tu recuerdo- caminó un poco, miró a Ryoma y le dijo -20 vueltas a la cancha por abandonar el entrenamiento-
El chico aceptó a regañadientes, pensaba en su reciente discusión, y mientras los hacía mantenía una agradable conversación con su conciencia.
-¿Cómo es posible que ella lo apoye a él y no a mí?- se preguntó
- ti jamás te importó su compañía ¿por qué ahora sí?-
-porque ella es "mía"- se respondió
-no veo que ella tenga escrito en ningún lugar "soy propiedad de Ryoma Echizen, el frío, insensible, egoísta, inseguro y miedoso príncipe del tenis, por favor no me toquen"- su mente era más irónica que él, de echo era parte de él.
-no me ayudes tanto- se disgustó.
-reconócelo, tú perdiste a esa chica porque no eres capas de revelar tus sentimientos-
-cállate- se dijo
-eres un miedoso, dices que amar es de tontos, cuando en realidad no amas por miedo a equivocarte-
-¿y qué quieres? ¿Qué me pare en frente de ella y le diga "Sakuno Ryusaki, estoy enamorado de ti", olvídalo-
-deberías-
-estás loco-
-algún día esa coraza que llevas para que no te lastimen te jugará en contra y te terminarás lastimando tú mismo, espero no estar ahí cuando eso pase-
-no estarás, eso te lo aseguro-
-sólo asume de una vez por todas que te encanta, que te mueres de ganas de besarla, reconoce que Sakuno Ryusaki te vuelve loco-
-es una niña-
-no es una niña, es toda un mujer y eso es lo que te gusta de ella, su inocencia, su dulzura, todo-
-te faltó su mirada-
-ves, te gusta, no seas tonto, oportunidades como ésta no se presentan todos los días, deja de ser tan inseguro y atrévete, te arrepentirás si no lo haces-
-no necesito tus consejos, me las puedo arreglar solo-
-todos estos años has estado solo y mira como te complicas por algo tan simple-
-no te escucho- siguió dando las vueltas que le quedaban, ignorando a su conciencia.
Sabía que su yo interno tenía razón, debía dejar su cobardía de lado y enfrentarse al destino, era un juego que debía ganar, de eso dependía su felicidad.
Siguió con su día, sólo tenía en mente su conversación. No tomaba en cuenta sus clases, sólo pensaba en ella, en lo que sentía cuando se le acercaba, quería sentirla cerca. Deseaba ser él el que tuviera todo el derecho a mirarla, ser su compañero, su amigo, todo. La quería sólo para él.
No entendía como una chica era capaz de hacerlo confundirse, pero ella no era cualquier chica, era "SU" chica.
Era posesivo, lo sabía, pero así era, no dejaría que le arrebataran lo más preciado; se había tardado mucho en descubrir que era lo que sentía por ella y lo feliz que lo hacia.
Llegó a su casa y se tumbó en su cama, pensaba en que hacer, como decirle, hasta en que momento hacerlo.
-¿cómo le digo que la quiero?-
-ya te lo dije, ve directo al grano-
-no fastidies-
-por eso no tienes amigos-
-tú déjate de molestar, yo ya pensaré que hago-
-¿piensas?-
-sí- se contestó duramente.
-hemos comprobado que Kami existe- lo molestó.
-ja, ja, ja- se dio media vuelta y se quedó profundamente dormido.
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Despertó con el desesperante sonido de la alarma, la cual le indicaba que debía levantarse. La pagó (la alarma), se levantó y se fue la baño. Lo había decidido, hablaría con Sakuno, soñó toda la noche con ella, quería que su amor no fuera sólo un sueño, quería hacerlo realidad, debía hacerlo realidad.
Ni siquiera desayunó, sabía que si lo hacía dudaría en declararse, y no quería, esta vez no podía dominarlo su inseguridad. Se propuso ser feliz y lo lograría.
El tenis le había dado muchas satisfacciones, pero nunca la de sentirse amado, quería comprobar que se sentía, ser fuerte y llevar ese sentimiento como pocos lo hacen; amar es fácil, pero mantener el amor no.
Tomó sus cosas y se dirigió a la escuela, dejó las cosas en su sala y se fue a buscar a Sakuno. La encontró en unas de las bancas del patio, conversando con alguien, pero en ese momento no se fijó quién era, tampoco le importó, sólo pensaba en ella.
Caminó rápidamente, quería demostrar su típica pose de seguridad.
Llegó a donde ella se encontraba, se acercó, pero…
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NA: el capítulo que me he demorado más tiempo en escribir (hasta el momento), lamentablemente la inspiración desapareció y me impidió terminarlo antes, como les prometí un capítulo totalmente dedicado a los sentimientos de Ryoma, y créanme, fue difícil llevar a cabo este capítulo ya que tuve que ser lo más irónica posible.
Espero les haya gustado, chao y gracias por todo.
