SEGUNDA GENERACION
Hola, yo de nuevo, presentándoles el capitulo 2. ¿Les gustó el primero? bueno entonces lean este, parecer que la historia se pone más emocionante. Nada mas; hasta aquí voy yo, nos vemos al final del capitulo. ¡Ah! y muchas gracias por los reviews.
EL MISTERIOSO GUERRERO
-------------- Casa de los Brief --------------
- ¡¡TOC, TOC! Bra ¿estas ocupada? necesito hablar un momento contigo a solas. Dijo Bulma desde el exterior del cuarto de su hija.
- Si mama, puedes pasar estoy probándome ropa, nada mas.
La puerta se abrió y una muy ansiosa Bulma pasó a través de ella, nerviosa por la respuesta de su hija. Se sentó a los pies de la cama y entrelazando sus manos, comenzó la tediosa conversación, previendo que no seria una tarea fácil.
- Esta bien hija, sabes que yo no soy de ese tipo de personas que le gusta dar charlas reflexivas ni mucho menos, pero esta vez es un poco diferente. Continúo Bulma maquinando sus próximas palabras.
- Mama... Comprendo que estas sensible al igual que todos por lo de Trunks, pero eso no significa, que a mi vaya a pasarme lo mismo. ¿Entiendes?.
- Si, lo se hija, pero esto no tiene nada que ver con eso. Vengo hablarte sobre una tarea que quiero que realices después del liceo. Y fue directo a la cuestión.
- No hay problema mama, ¿de que se trata, ¿de asear la casa? ¿o quizás de cortar el pasto?. Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea, siempre y cuando no esté ocupada, por supuesto .
- ¿Para lo que sea? ¿estas segura?.
- Bueno, sabes mi situación con los libros, estoy en guerra con ellos. No me pidas eso. Contesto defendiéndose por si acaso.
- ¡Jajajaja, no te preocupes no se trata de estudio, se trata sobre trabajo. Necesito que vengas luego de terminar tu horario liceal, a la corp. cápsula, a trabajar en la sección de animales, ya que últimamente se han estado yendo empleados. Suspiro Bulma intentando hacer la situación lo mas real posible.
- ¡¿Yo? ¿trabajar! ¿estas hablando en serio?. No creo que sirva para eso mama.
- No te preocupes, no es nada difícil, tendrás ayuda todo el tiempo y además no estarás sola. Dijo aclarándose la garganta y preparándose para la gran pregunta.
- Era de suponerse ¿no?. ¿Quien me dejaría sola a cargo de una compañía?.
- ¿Entonces quien trabajará conmigo?. ¿Es alguien que conozco?.
- En realidad si la conoces pero no en profundidad. De todos modos estoy segura que te divertirás mucho y te llevaras muy bien con ella.
- ¿Quien es entonces?. Dilo ya de una vez, no des tantas vueltas. Ya un poco ansiosa por todo el preámbulo que había hecho su madre.
- Pan, la muchacha es Pan. Y quedo callada esperando lo que suponía que iba a pasar.
- Oh Pan, si es una muy buena muchacha, de seguro la pasaremos muy bien. No recuerdo claramente su rostro pero la he visto muchas veces en otras secciones de la empresa.
- Ehhhh... no Bra, la mujer de la que hablas no es Pan. A la que yo me refiero es a la hija de Gohan, la nieta de Goku.
- ¡¿Queeeeeeee!. No pensaras que voy a compartir mi empresa con esa inepta. Respondió Bra adueñándose de la corporación.
- La vida es dura hija, y no siempre se obtiene lo que uno quiere.
- Pero mama, yo soy tu hija, esa Pan no tiene nada que ver contigo.
Bulma aunque dura y perseverante, intento resistir, pero el solo pensar en su querido Trunks hacia que su fuerte voz se desvaneciera lentamente. Ya casi no podía ver a su pequeña Bra tan desconforme con la situación, estaba a punto de desistir, ver a su hija le producía recuerdos de su primer primogénito Trunks
- Pero hija...
- No mama, no iré y aquí se termina el tema.
- Que equivocada que estas pequeña. ¿Como te atreves a hablarle a tu madre en esos modos?. Te crees muy capaz porque tienes quince años ¿no?. Pero te advierto que conmigo no podrás, me obedecerás y te obligare a que hagas lo que tu madre ha dicho. Dijo Vegeta que se encontraba tras la puerta, conociendo a la perfección cual seria el resultado de esa conversación.
- Vegeta, por favor deja que...
- No Bulma, Bra ira a la corp. cápsula por su bien y por el nuestro. Tiene que dejar de una vez por todas que la sangre saiyan fluya en su interior, como la guerrera que es.
- Papa, por favor, sabes que esa chica me pone los nervios de punta, es imposible tratar de entablar una charla decente con ella, no tengo idea que es sobre lo que le gusta hablar.
- Esa no es una razón valida pequeña. Y no sigas intentando porque el príncipe saiyan ha hablado y ya no hay vuelta atrás. ¿Esta claro?. Mañana luego de clases iras inmediatamente a la corporación. Y si por alguna razón se te ocurre la fatal idea de no obedecer, ya sabrás lo que soy capaz de hacer. Concluyo Vegeta parado en el umbral de la puerta, demostrando su autoridad frente a su familia.
- Te odio, papa, te odio. Dijo Bra mientras su madre salía de la habitación, intentando que su hija tuviese tiempo para aclarar sus ideas y aceptar la situación en la que se encontraba.
- Fuiste demasiado duro ¿no lo crees? Vegeta.
- No seas tonta mujer, es solo una niña, debe saber quien es el que manda aquí. Si viviera en el planeta Vegita lo único que podría hacer es acatar órdenes, como lo hacían todas las mujeres.
- Ok, pero recuerda que tú hogar es ahora el planeta tierra, y las reglas han cambiado, especialmente las referidas a relaciones humanas. Como ya te has dado cuenta aquí trabajamos en equipo para que todo tenga una rápida solución.
- Que tonterías, en el planeta Vegita es donde se trabaja realmente en equipo, aquí solo alardean de como se deberían aplicar las reglas, pero nunca llegan a los hechos. Los humanos son seres verdaderamente débiles en todos los sentidos.
- Basta ya, estoy harta de escuchar tus quejas sobre este planeta día tras día, acepta de una vez que es el único lugar que tienes para vivir y agradece a Dende que tienes una familia como nosotros que te ama, y que nunca te abandonara. Tapándose la cara con ambas manos, Bulma corrió a su habitación sentida por todos los golpes que le había propinado la vida esos últimos años. Vegeta sin vacilar fue tras ella, viendo como su relación se derrumbaba frente a sus ojos sin hacer un mínimo movimiento para evitarlo. Para el saiyan estos últimos años también habían sido los peores de su vida, a causa de todos los obstáculos que había tenido que atravesar. Muchas veces había pensado que seria de su vida si nunca hubiese llegado a la tierra. Quizás estaría al mando de un gran imperio, con el cual siempre había soñado. O por otro lado podría estar disfrutando los mejores años de su vida en el infierno gozando de las más crueles torturas despojado de su hermoso cuerpo. En fin, esto nunca lo sabría, sin embargo era una pregunta que muy a menudo se paseaba por los rincones de su cabeza, inconscientemente tratando de rotomar su vida de luchador. Ciertamente extrañaba demasiado la acción, aunque ya no le provocaba placer asesinar y destruir como es sus mejores tiempos, de todas formas el espíritu combativo es algo que los saiyans traen muy arraigado en cada célula imposible de negar y esperando el mejor momento para resurgir furioso.
Despejando su mente por un instante, un grito fue lo único que pudo oírse entre los fuertes llantos de Bulma y Bra. Vegeta estaba a punto de estallar, ya no podía retener tanto dolor, su ki aumentaba desconmensuradamente y a altas velocidades. Su pelo comenzaba a tornarse dorado cuando de repente el fuerte sonido del timbre lo liberó de su estado.
- ¿Donde estoy?. Por Dios, Bulma ¿estas bien?. Preguntó Vegeta desconcertado mientras golpeaba la puerta de su dormitorio.
- Snif, snif, si estoy bien, un poco confundida, por favor necesito solo un momento.
- Esta bien, alguien viene, voy a ver quien es, luego quiero hablar contigo, necesito que me escuches.
Saliendo al jardín, Vegeta pudo darse cuenta que Pan se encontraba tras la reja esperando impaciente la respuesta a su llamada.
- Entra pequeña, esta abierto. Grito el saiyan sin ni siquiera acercarse.
- Gracias señor Vegeta. Respondió Pan sonriendo inevitablemente.
Al entrar a la casa inmediatamente fue capaz de percibir la densa atmósfera que flotaba en el interior. Estaba claro que algo había sucedido. Por un momento pensó en la llegada del tal Trunks, pero en ese caso se respiraría felicidad. De todas formas decidió no preguntar e ir directamente al propósito de su visita,
- Bueno enana, ¿Que es lo que quieres?. Dijo el saiyan aun un poco aturdido por el mal trago de hacia unos segundos.
- ¿Se siente bien señor Vegeta?. Lo noto algo extraño.
- No te metas en lo que no te interesa y di de una vez la razón por la que has venido.
- No es necesario que me hable de ese modo. He venido para hablar con su esposa Bulma. ¿Se encuentra desocupada?. La niña aunque respetuosa no permitía destratos a su persona. A Vegeta en particular le gustaba mucho esa actitud desafiante de Pan. La misma actitud que le había atraído de su actual esposa Bulma...
- En este momento Bulma no puede atenderte. Es mejor que vengas en otro momento.
- No Vegeta. Estoy aquí, ya me siento mejor. Interrumpió su esposa con los ojos hinchados, símbolo de un profundo llanto.
- Hola Bulma. ¿Como estas?.
- Bien, muy bien. ¿En que puedo ayudarte Pan?.
- Bueno, intentaré ser breve, pero tiene que ver con las bolas del dragón.
- Yo me retiro, hasta luego. Dijo Vegeta caminando en dirección a la cápsula de entrenamiento.
- Prosigue, presiento que puedo ayudarte. Los ojos de Bulma cambiaron su mirada, se notaba interesada.
- En conclusión, necesito que me prestes la esfera que tienes bajo tu poder.
- Pero, habíamos acordado con Goku que...
- Si, estoy al tanto de eso, ya hable con el abuelo acerca del tema y me dijo que no te preocupes, no permitiremos nada malo ocurra.
- Entonces Goku esta involucrado en esto...
- Si, pero es para una causa noble, no pediremos bienes materiales ni nada parecido, solo diremos a Shen Ron que cure a mi abuelita.
- ¿Milk? ¿te refieres a Milk?. No sabía que estaba enferma.
- Así es, hace unos meses comenzó a sentirse mal y ahora ha empeorado, ya no existe tratamiento capaz de aliviarla, mucho menos curarla, ya hemos probado todo. Bajando la cabeza Pan sugirió el estado en el que se encontraba su abuela.
- Lo lamento mucho, Milk no se merece algo como eso.
- Por esa razón hemos acordado hacer lo imposible por salvarla. Solo necesito que me des la esfera y el radar del dragón para buscar las faltantes.
- Esperame un momento, de seguro están en el garaje, tirados por algún lado. No me tardo.
Pan se quedo sola, en esa inmensa casa, tantas puertas y ventanas, ¿como eran capaces de recordar cada rincón? se preguntaba la muchacha, mientras recorría los pasillos husmeando tras cada puerta.
Que baño tan maravilloso. Pensó Pan al ver las dimensiones y el lujo de la habitación. Siguiendo su camino e intentando ver la cápsula de entrenamiento de Vegeta se detuvo al oír unos débiles sollozos. ¿Quien podría ser? volvió a decir a si misma.
- ¿Te encuentras bien?. Grito desde el exterior. Pero no obtuvo respuesta alguna.
- Hola, ¿necesitas ayuda?. Volvió a insistir.
- ¿Puedes oírme?.
- Ya déjame en paz. Y abriendo la puerta bruscamente, Bra se encontró a su peor pesadilla frente a sus ojos.
- Solo quería ayudarte. Dijo Pan cambiando su actitud al ver que era Bra la que estaba allí.
- No necesito tu ayuda, vete de mi casa ya me basta con verte la cara todos los días en la corporación.
- ¿De que diablos estas hablando?
- ¿Que no lo sabes?. Entonces pasare a contarte de seguro tampoco estarás de acuerdo. Una sonrisa maliciosa de dibujo en su rostro.
- Pues dilo ya. No tengo tiempo que perder.
- Pan, Pan, ya he encontrado la esfera y el radar, baja pronto. Bulma ya se había percatado que su hija y pan estaban hablando y no en muy buenos términos. Al sentir del garaje el volumen de la conversación, apuro su paso para llegar pronto e impedir el completo desarme del plan de Gohan. ¿Quien sabe que podría llegar a hacer la pequeña Pan?. Era una muchacha muy impulsiva, casi imposible de controlar.
- Creo que tengo que irme, adiós. Dijo Pan, dando la vuelta, enfrentando una gran escalera.
- Espera , no te olvides lo que te he dicho, cuando llegues a tu casa te darás cuenta que es verdad. Termino Bra cerrando vigorosamente la puerta, sin saludar como corresponde.
- Maldita estupida, ya veras un día de estos, te haré comer esos malos modales que tienes. Esta frase se repitió todo el trayecto hasta llegar a Bulma.
- ¿En que piensas Pan?. Pregunto la mujer intentando averiguar si Bra ya había abierto la boca.
- En nada Bulma, en nada. A propósito, ¿conseguiste la esfera y el radar?. Cambiando de tema.
- Si aquí están, pero parece ser que el radar esta dañado. Lo mejor será que me lo dejes hasta mañana, ya veremos alguna forma de encontrarnos.
- Ok, entonces hasta mañana y muchas gracias señora Bulma.
- De nada y sabes que siempre eres bienvenida aquí. Aunque Bra no piense lo mismo jajaja.
- Adiós. Concluyo la chica y salio al jardín para llegar como habitualmente volando a su casa. Lo único que lamentaba era no haber podido ver la cápsula de entrenamiento. Aunque no seria un problema serio si aceptaba la propuesta de su padre. En fin, inicio el despegue y solo pudo pensar en el estado de su abuela, pobre de ella, y pobre Gohan que mal se sentiría si se enterara la grave situación que afrontaba toda la familia. Pero de todos modos ya estaba decidido, nadie le contaría nada hasta que algo relevante pasara, ya sea bueno o malo. Su silueta sosteniendo la bola de dragón se perdió en el horizonte mientras caía la tarde, su próxima y última parada seria su casa, ya era hora de descasar.
-------------- Casa de Gohan --------------
- Esta noche dará inicio el comienzo de mi investigación, por fin podré empezar con mi tan revolucionario experimento, aunque debo tener mucha cautela en lo que hago, nadie puedo enterarse, ni siquiera mi familia. Ya no puedo esperar más. Pensaba para si mismo.
- Gohan cariño ¿que haces en el altillo? ¿necesitas ayuda?.
- No Videl, no te preocupes no es nada importante. Si me descubre estoy frito, debo ser más cuidadoso en esto. Volvió a pensar.
- Esta bien, Gohan. Respondió Videl, preocupada por las extrañas actitudes de su marido. Su comportamiento era preocupante, ya hacían varios días que no tenía ningún deseo de estar con ella, y más aun hacia cinco horas que le había pedido hilo y agujas y no salía del altillo. La joven Videl no quería pensar que su marido ya no la deseaba, y mucho menos que tenía otras tendencias. Pero lo pensaba. y no podía dejar de hacerlo. ¿Cual era la solución?. Lo mejor será hablar con el, si, eso es lo mejor. Pero ¿como puedo decírselo?.
- Muy bien, con esta tela roja podré hacer algo, no será la mejor obra de arte del mundo, pero que mas da, yo soy un científico no un costurero. Tomando la aguja entre sus dedos, con mucha dificultad intento coser lo que probablemente seria un traje.
Pasadas unas dos horas, ya estaba casi terminado, no lucia atractivo, y para colmo era mucho peor que el traje del gran saiyaman, a pesar de todo no era el traje el punto importante de la investigación, solo serviría como medio para obtener lo que en realidad necesitaba.
Bajando por las escaleras, Gohan cerró con llave la puerta al altillo, para que nadie pudiera husmear en sus cosas.
- Mi amor, has terminado, estaba deseosa de verte.
- Yo también, amor. ¿Por que no preparas la cena? ha sido un día muy duro.
- Enseguida Gohan. Videl pudo ver como se escabullía entre sus manos, evitándola una vez más.
PAF, un ruido en el salón principal que resonó en toda la casa. Era Pan que a pesar de su advertencia había regresado en hora para la cena cargando la esfera del dragón de una estrella. Rápidamente escondió la bola detrás de un sillón para que nadie pudiera descubrir el destino que se le tenia asignado.
- Hija has venido, ¿acaso la abuela Milk no ha podido hacerte una deliciosa comida?.
- No mama. Solo se limito a contestar brevemente, su madre tampoco estaba al tanto de la situación.
- Pan has regresado antes de lo esperado. ¿Que ha pasado?. Pregunto su padre a la vez que la abrazaba y regalaba un cariñoso beso.
- Nada papa, solo que estaba muy aburrida.
- Oh, bueno. ¿Has tenido tiempo para pensar en lo que te propuse esta mañana?.
- En realidad no, pero tengo una leve sospecha que Bra tiene algo que ver en esto.
- ¿Como lo sabes? ¿con quien has hablado?. Pregunto absorto Gohan.
- He tenido que ir a la casa de Bulma, y la muy estupida casi me hecha de su casa en medio de un ataque de nervios.
- Entonces es tiempo de decirte la verdad.
- ¿Verdad? ¿Que verdad?.
- Que el trabajo en la corporación no solo tiene propósitos de trabajo en si mismo, quiero que compartas un tiempo con Bra, en el laboratorio, en la sección de animales. Recuerden que ustedes dos son las últimas saiyans y estará en sus manos la protección del planeta. Es necesario que comiencen a llevarse bien y aprendan la una de la otra.
- Ja, así que a eso se debe la reacción de Bra, por primera estoy de acuerdo en algo con ella. Creo que esta de mas decir que no acepto tu idiota propuesta.
- Pan, tienes que entender, no puedes vivir negando el mundo que te rodea, debes saber relacionarte con delicadeza en vez de con esos malos modos. Ciertamente pareces hija de Vegeta.
- Nunca mas digas eso, papa. Acto seguido tapo su boca, el instinto no le había permitido ocultar lo que realmente sentía.
- ¿Por que dices eso?. Pregunto extrañado su padre.
- Es que detesto a ese tipo, es tan arrogante... De hecho Vegeta le provocaba algo a la niña que no sabia como controlarlo. No podía descifrar tampoco que clase de sentimientos eran, pero estaba segura que rechazo no estaba incluido en la lista. Muchas veces parecía admiración, pero cuando se acercaba a él una lucha en su interior se desataba. Encarnizada en punga, la negación y el amor, combatían de par en par, resultando siempre triunfante la primera, aunque no deshaciéndose completamente del amor, el cual se mezclaba con el capricho para pasar desapercibida. En fin, era casi imposible que una niña de doce pudiera competir con una mujer, bella, inteligente, y lo mas importante ligada a Vegeta por un lazo matrimonial.
Que desgracia, para Pan Vegeta había sido su primer amor, y el causante de la frustración y enfado con el mundo por no poder conseguir lo querido. Quizás al príncipe le haya pasado lo mismo cuando joven; pensaba ella en las noches cuando se le hacia dificultoso sumirse en un encantador sueño acompañada de su anhelado amor.
- Eso creí. Dijo su padre temiendo la realidad.
- Volviendo a lo nuestro, déjame decirte que no permitiré que me desobedezcas, te ordeno a que vayas a la corporación cápsula, y aquí acaba el tema.
- ¡Mpfh!. Como quieras, pero te arrepentirás de haberme obligado a ir. Dentro de tres días me querrán fuera de la empresa, como no te lo imaginas. Prepárate para el descenso en tu reputación papa.
- No se te ocurra cometer barbaridades Pan, estas jugando con el trabajo de tu padre, tenlo siempre en cuenta. Replico Videl que se mantenía atenta a la ávida charla.
- Creo que tienes razón, al fin y al cabo, gracias al sueldo de mi papa puedo comer cada día. Pero que no quepa duda que estaré fuera de esa empresa en menos de lo que puedes pronunciar Vegeta.
- ¿El que?. Reacciono Gohan al oír esas palabras.
- ¿Que tiene de malo la palabra vegetal?. Dijo Pan haciéndose la tonta, mientras se encaminaba a su cuarto.
- ¿Ya te vas, Pan? ¿no te quedas a cenar con nosotros?. Pregunto Videl simultáneamente colocando un vaso y un plato adicional a la mesa.
- No mama, hoy no tengo hambre, creo que voy a descansar. Respondió la joven luchadora.
- Pan... tengo una pregunta que hacerte. Hablo Gohan con una voz fría y preocupante, tornando el ambiente tenso.
- Dime papa.
- ¿Que sabes de tu abuela?. Hace varios días que no hablo con ella, ya ni siquiera me llama.
- Ehhhhh. es que... lo que pasa es que la abuela esta muy ocupada, si eso muy ocupada. Respondió con una voz quebradiza capaz de percibir el nerviosismo de la chica.
- Aja, así que esta muy ocupada para hacerle una simple llamada a su hijo. Muy bien, entonces mañana mismo estoy en la montaña Paoz para averiguar lo que realmente le sucede. Dijo Gohan probando a su hija, sospechando que algo no andaba bien.
- ¡NO PAPA!... Digo... no es necesario que vayas hasta allá, yo misma le diré mañana que te haga una llamada telefónica ¿si?.
- Yo, sin embargo tengo muchas ganas de verla, por lo tanto, ni tu ni nadie impedirá que la visite mañana. Tema concluido.
- Pero papa...
- Nada Pan, ya esta decidido. Y vete a tu cuarto por mentirle tan descaradamente a tu padre y hacerlo para colmo tan mal. Pan sin rebatir, cerró su puerta y al mismo tiempo pudo sentirse la música lo mas alto posible intentando desconectarse del mundo. Aunque a ella no le gustaba hacer eso lo utilizaba como un escape a todos los problemas. Pero tanto intento escapar que olvido la pequeña e insignificante bola de dragón.
- Esta niña, no comprendo de donde saca todas esas actitudes, de esta casa de seguro no provienen, porque lo único que comparte con nosotros son las noches mientras duerme. Y en la casa de mi padre, bueno ya conozco como es la situación allá. No me lo explico...
Luego de una opípara pero callada cena la joven pareja se dispuso a descansar como de costumbre.
Pero Gohan, sin embargo tenía otros planes en mente...
- Buaaaaa, que sueño que tengo hoy. Dijo Videl abrazando a su marido.
- Ve a acostarte cariño, yo termino las ultimas tares, no te preocupes.
- Te esperare muy ansiosa, en la cama. Dijo susurrándole al oído.
- Ehhh, discúlpame pero hoy debo quedarme en el altillo trabajando un poco mas, sabes que es muy importante.
- Oh... muy bien, te veo mañana. Contesto ella claramente disgustada por el comportamiento del saiyan.
- Perdóname cariño, por favor. Haciendo una guiñada, pudiendo desprender solamente una débil sonrisa el rostro demacrado de Videl.
Rápidamente acabo can las pocas obligaciones de ama de casa que quedaban y subió sigilosamente para que nadie se percatara de sus acciones. Flotando llego al altillo, donde se encontraba montado un humilde laboratorio, lleno de aparatos, extraños y planos esparcidos por cada rincón de la habitación. Sin detenerse a pensar tomo una especie de artefacto que coloco alrededor de su cintura con demasiados botones como para poder contarlos, y el tan horrendo traje rojo que había confeccionado con sus mejores intenciones.
Se cambio de ropa, vistiéndose con el famoso traje que le cubría completamente, haciendo irreconocible la imagen del saiyan, se arreglo la gran capucha y...¡listo! el nuevo guerrero estaba preparado.
Sin esperar mas se aproximo a la ventana y levitando suavemente comenzó a volar a través de esta, aumentando luego la velocidad, al ver que su casa ya no estaba al alcance de su vista.
- Ojala que esto funcione... Dijo incrementando la velocidad mientras oprimía un botón capaz de hacer irreconocible su ki.
------------------------- FIN DEL CAPITULO 2 -------------------------
¿Y? ¿que les pareció?. Yo digo que todavía no empezó la historia, esperen a ver lo que les tengo preparado... ¡jijiji!. En serio, espero que les haya gustado. Si es así dejen reviews, en caso que la respuesta sea negativa, igual dejen reviews porque me ayuda a mejorar.
Hasta el próximo capitulo, bye bye.
Gowan
