Queridos amigos y amigas, gracias por las Reviews.

Felix-Kun, Runliney, Nikjo, Angie, Vegetzu, Shadir, Gracias de corazón por los ánimos. Si no fuera por vosotros quizás no hubiera continuado este fic.

Capítulo 2: Yamcha.

Bulma observó todo a su alrededor sintiéndose algo aturdida, luego parpadeó.

- Mamá ha debido cambiar la decoración de nuevo... a veces desearía que se dedicara sólo a hacer esos pastelitos... - Se levantó y caminó por la casa. - WoooWW. Esta vez si que se ha pasado... ya ni parece la misma casa... - Oh, tengo un terrible dolor de cabeza. ¿Qué me pasó?. No puedo recordar nada acerca de cómo es que estaba en el laboratorio de papá. ¿Papaaaaa, ¿Mamaaaa?. -

Bulma gritó sin escuchar respuesta alguna, luego suspiró. - Parece que no están en casa... o quizás andan ocupados... - Sus ojos se abrieron un tanto, y luego sacudió su cabeza. - En fin, mejor voy a visitar a Yamcha. Es tan guapo... (suspiró con ojitos enamorados). -

Salió de casa y sus ojos se abrieron de par en par al no reconocer en absoluto la calle a la que había salido. Suavemente deslizó sus ojos hacia atrás para asegurarse de que ella estaba realmente en su casa. - Esto es imposible... todo está cambiado... ¿Habrán sido las Bolas de Dragón?. Voy a tener que encontrar a Goku como sea, pero antes veré a Yamcha, a ver si él sabe algo de todo este lío. -

Bulma entró de nuevo a su casa y tomó algunas cápsulas que seleccionó con bastante sorpresa porque eran desconocidas para ella. Luego se miró bien y pensó que ir vestida con ese vestido provocativo, si encontrara dificultades no sería apropiado, de modo que subió a su habitación.

Sus ojos parpadearon en la incomprensión al visualizar la habitación de Bra, realmente alguien ALGUIEN se había atrevido a cambiar su cuarto... y eso la enojó sobre manera, pero es que no fue sólo eso, sino que además cuando asaltó el armario, tampoco estaba su ropa, sino la ropa de alguien más... Un suspiro de terror se escapó de su boca. ¿Qué estaba pasando?. Ni idea... pero Bulma Briefs lo iba a averiguar como fuera. Cogió unos pantalones de cuero negros, una camiseta rosa con letras en negras que decían 'bad girl', y unas botas a juego, se acomodó su pelo en una coleta, y corrió escaleras abajo. Cuando llegó a la calle hizo explosionar la cápsula con la moto. Su boca se abrió hasta abajo al ver una Harley Davidson ante ella, tan distinta a la motito que ella solía utilizar. - Bueno... no sabía que las encapsulásemos... - Sonrió con una mueca y subió en la moto recorriendo las calles hasta el sur de la ciudad.

A medida que iba recorriendo las calles se comenzó a sentir más agobiada por la situación. Aquella no parecía la misma ciudad, todo era más moderno, y a la vez extraño. La gente vestía de otra manera, todo parecía diferente. Por fin llegó al edificio donde Yamcha vivía cuando tenía 16 años. Se sorprendió al verlo mucho, muchísimo más viejo. - Si era una construcción nueva... - Susurró casi sin creer lo que pasaba.

Subió y pegó en la puerta del apartamento, pero quien salió de allí no era precisamente Yamcha, sino un hombre con barba de 3 días, aspecto de macarra y una mirada lasciva en sus ojos. - Es... ¿está Yamcha? - Susurró ella asustada al verle.

El hombre sonrió de un modo enfermo. - Puedes esperarle dentro... - Susurró y un aroma terrible a alcohol inundó el pasillo.

- Ehhh, no, en realidad... creo que le esperaré fuera... - Bulma salió corriendo a todo gas, escuchando las últimas palabras del macarra. - ¡Tu te lo pierdes guapa!. -

Definitivamente estaba sucediendo algo demasiado extraño. Volvió a su casa, que seguia desierta y cogió el teléfono marcando el número de Yamcha nerviosamente.

- ¿Si?. - Una ancianita contestó en esta ocasión.

- ¿Está Yamcha?. - Tras unos segundos de silencio.

- Se ha equivocado de número jovencita... - Bulma comprobó de nuevo el número y definitivamente no estaba equivocado.

Colgó el teléfono desilusionada. Luego llamó al teléfono movil de su padre, pero nadie lo cogía.

Tras un suspiro, notó que una puerta se abría, y se espantó al comprobar que quien entraba era un hombre de unos 40 años de edad, con el pelo puntiagudo y que venía del jardín. Se escondió detrás de una puerta para observar lo que hacía. Vegeta sonrió un poco sabiendo que el ki de su esposa estaba observándole en secreto. Le pareció divertido que ella también se tomara un tiempo para mirarle en secreto, tal y como él hacía con ella, así que no dijo nada, pero inconscientemente actuó lo más varonil y sexy que un hombre pudiera actuar para impresionar a su mujer. Vegeta se apoyó en la nevera y sacó algo de comer.

- Ah, que guapo es... - Bulma susurró sin saber que alguien había sonreido al escuchar su comentario.

- ¿Disfrutando de la vista?. - Vegeta decidió que sería bastante interesante hacerla enrabiar un tanto, además que la situación se estaba poniendo de lo más sexy, y el tenía ganas de hacerle el amor desde hacía días. - Quizás debiera castigarte 'duramente' por andar a escondidas espiandome... - Dijo en su tono de voz más seductor. Para su sorpresa, tras ese comentario, Bulma corrió como alma que se lleva el diablo saliendo fuera de la casa.

Vegeta quedó marcando ocupado unos instantes, luego su ceño se frunció. - ¡Maldita sea!. ¿Por qué tiene que ser tan orgullosa y tan testaruda?. Parece que sigue enojada... - El príncipe subió a su habitación para tomar una ducha de agua fría.

Bulma descansó su cuerpo acelerado por la carrera sobre la pared de una callejón, varias cuadrás más adelante. - No comprendo que está sucediendo... pero tengo que encontrar a Yamcha urgentemente. - Sin más dilación fue a un comercio cercano y solicitó por favor que le permitieran consultar la guía telefónica. Por fin encontró el teléfono. Frunció el ceño al comprobar que era otro distinto al que ella tenía, pero ya no se podría sorprender demasiado de ello...

En una cabina cercana, efectuó la llamada y por suerte encontró el objeto de su búsqueda. - ¿Yamcha? -

- ¿Si?. ¿Eres tú Bulma?. - Preguntó él sin creer aún que era ella, aunque sacando en claro que quizás le llamaba para invitarle a una de sus fiestas.

- ¡Pues claro que soy yo! - Gruñó ella. - Sólo faltaría que no me conocieras. - Yamcha tragó saliba, no parecía de muy buen humor.

- ¿Qué sucede?. - Preguntó algo intrigado.

- Estoy asustada... ese hombre con el pelo puntiagudo... - Su voz parecía inestable y terriblemente asustada, no ya como la de una mujer que era, sino como la de una niña a punto de llorar.

- ¿Vegeta?. ¿Te ha hecho algo el bastardo ese?. - gritó.

- ¿Además de invadir mi casa y amenazar con castigarme?. - Contestó con sarcasmo.

- ¿Eso hizo?. Siempre supe como era en realidad... maldito... -

- Hablas como si le conocieras... -

- CLARO QUE LE CONOZCO. Le conozco mejor que nadie en este mundo, siempre he sabido a la perfección quien era... no importa como engañó a todos... - Contestó alterado. - No se como pudiste... "pero ha llegado mi momento, por fin ella se ha dado cuenta de cómo es el maldito Vegeta y volverá a mí. Estoy seguro de ello". -

- Yamcha tenemos que vernos urgentemente. -

- Nos encontraremos en el parque, dentro de 15 minutos. -

Antes de que colgara el teléfono, Bulma le dijo algo que jamás esperó escuchar. - ¡Yamcha!. No podemos despedirnos así... -

- ¿Cómo?. Nos veremos en 15 minutos ¿no?. - parpadeó él en la incomprensión.

- ¿No vas a decirme cuanto me quieres?. - Rió ella coquetamente. Yamcha abrió los ojos asombrado.

- Siempre has sabido mis sentimientos hacia tí Bulma, hace tiempo que te dije que tú y sólo tú podrías ser la mujer de mi vida. - Contestó él cerrando los ojos con seriedad y tomándo una respiración profunda al terminar la frase.

- Te amo Yamcha... - Esa oración logró hacer que su corazón se parase unos instantes y luego golpeara furiosamente en su pecho.

- Te amo... Bulma... - Contestó él casi por reflejo.

- No puedo esperar para que me beses. - Dijo ella con coquetería aún sonrojada completamente.

- Yo... tampoco... - El teléfono se cortó y Yamcha voló con rapidez e ilusión hacia el ki de Bulma.

-----------------------

Minutos después...

Yamcha vió su silueta perfecta, su pelo azul, sintió su ki ondear suavemente, la tomó por la cintura desde atrás y le susurró al oido. - Te amo Bulma... - Ambos cerraron los labios y se fundieron en un beso largo y apasionado.

Realmente Bulma no esperó jamás que Yamcha la besara de esa manera, él aún tenía un cierto miedo a los besos, sin embargo se había revelado como un experto besador de repente.

Se separaron del beso largo y apasionado y entonces...

- ¿B..B...Bra? -

PPPPPOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOMMMMMMMMMMMMMM (Yamcha salió despedido por los aires lejos de Bulma).

-----------------------

Minutos antes cierto príncipe Saiyajin había decidido que ninguna ducha de agua fría, ni ningún entrenamiento le iba a poder sacar de la cabeza a su mujer, de modo que alzó el vuelo en busca de su ki para poder aclarar las cosas de una vez... Pero su ira fué mayúscula al ver la escena romántica de Yamcha, sosteniendo entre sus brazos a un bombom de pelo azul que tenía la firma ki... de Bulma...

------------------------