N.A. Gundam Wing, Rurouni Kenshin y Slayers no son mios; aunque ustedes piensen lo contrario. Aunque no lo crean. En serio, no los poseo.
Cada uno tiene un dueño cuyo nombre no me acuerdo ni quiero acordarme solo por pura envidia.
Logrè actualizar en la cifra récord de 3 semanas, aunque no estoy muy satisfecho con los resultados. Logré pasar un bache que pudo haber tenido detenida esta historia por otras 2 semanas. Sin embargo prometo que los próximos 3 caps. Serán muchos mejores. O dejo de llamarme Jack.
Si algo pasa¿Pueden sugerirme nombres nuevos? Solo por si acaso.
Presten atención a las explicaciones de Zeross, y antes de que la tomen como la Biblia; las situaciones que se describen aquí son totalmente ficticias y no son oficiales.
Aunque, a su servidor le suenen muy lógicas.
Este capitulo esta patrocinado por:
Leche Pudrimilk Citra. "El chocolate que pudre a sus hijos." Ahora con un toque cítrico.
LALALALALALALALALALALA
El tiempo desaparece dentro de la mente, alma o lo que sea el lugar donde estaban. La pequeña pelirroja caminaba callada al lado el sacerdote misterioso. El camino estaba "techado" por las ramas de gruesos árboles que se levantaban orgullosos a cada lado. La luz que alcanzaba a filtrarse por los gruesos follajes formaba pequeñas islas luminosas en la pareja sombra que los cubría.
Reena estaba impaciente. No sabia cuanto tiempo llevaban caminando, pero a su gusto era demasiado. Y el silencio de Zeross no le ayudaba en nada.
Pero, por otra parte, el caminar en silencio por ese camino, entre esos árboles, le recordaba las incontables millas por las que viajaron en el pasado. Eso la hizo esbozar una sonrisa al reobrar tiempos mejores.
"Mira." Le dijo Zeross señalando a lo lejos con su bastón un lago. "Allí es."
Al inicio del viaje, le había comentado que necesitaría un lugar apropiado para ilustrar el primer secreto. Y ese lugar se acercaba.
A la orilla de ese lago apareció una pequeña fogata y un par de troncos que servirían de asiento mientras una jarra de agua hervía sobre el fuego y un par de tazas estaban colocadas cerca de un recipiente de te.
"Será conveniente que nos sentemos." Concluyó, haciendo precisamente eso, siendo imitado por Reena momentos después.
Zeross reflexionaba en la forma de decir las cosas en lo que preparaba un poco de te con el agua caliente. Sirviendo ambas tazas se dedicó a ver los reflejos del sol, en la superficie del lago cristalino.
"Sabes, hay una razón, por la cual se le llama El Mar del Caos a la fuente del poder primordial de los Ryuzokus y los Mazokus. El poder, la energía puede compararse como una masa de agua gigantesca. Millones de veces más grande que todos los mares. Puede estar estático, simplemente existiendo. O bien, en movimiento, formando olas, tormentas, y en ocasiones destruyendo o creando cosas y lugares. Ese es el Mar del Caos. El lugar donde habita L-sama."
Reena asintió minutos después. Después de todo era una explicación comparativa lógica del poder. Ella veía también el lago, imaginándoselo como un gigantesco recipiente de poder desmedido. Esperó por más explicaciones.
"Sin embargo, el poder por si mismo, no puede hacer nada. Solo estaría allí, estático, de no ser por la voluntad de una conciencia tan grande como el mismo poder. L-sama es esa conciencia. Ese conocimiento independiente que maneja el poder a su gusto, construyendo o destruyendo.
"Ella dijo una vez, "mi poder es mi voluntad; y mi voluntad es mi poder." Posiblemente se refería a que es ambas cosas a la vez. El punto es, que su primera creación somos nosotros. Los Ryuzokus y los Mazokus. Fragmentos de ese poder, y de esa voluntad que se encargaron de dar forma al mundo o universos que habitan.
"Debido a eso, estaos formados solamente de poder y conciencia. Como esto."
Vació lo que quedaba de agua de la jarra en el suelo. Quitándose los guantes, revelando una manos bronceadas y algo delicadas, para ser sinceros, tomó un poco del lodo que se formó. Lo amasó, formando una bolita.
"El poder por si mismo no puede ser contenido por nada, el conocimiento es como la tierra, esta presente y sirve para mantener la forma y el poder. Pero el conocimiento por si mismo también se desmorona y se pierde a la larga, a menos que sea contenido."
Reena tomó la bola de lodo y jugó un poco con ella.
"No creo entenderlo del todo Zeross. ¿Los Ryuzokus y Mazokus están hechos de lodo?" Preguntó, temiendo parecerse al Gourry de antaño.
"Piensa en Lady Laguardia. Aqua. En la batalla contra Shabranigudú, su poder fue desatado casi en totalidad, pero su conocimiento se conservó en los monolitos del Templo de Arena. Y contenido en campos de energía sostenidos por los Dragones Dorados en el Valle de los Dragones. Aqua mantenía su conciencia, el lo que gran parte de su poder se había perdido." Dicho esto Zeross secó con su mente la bola de lodo que sostenía Reena, la cual empezó a desmoronarse poco a poco.
"Entiendo. ¿Es lo mismo que tu? Tu conciencia se conserva en lo que tu poder se ha evaporado."
"No precisamente. Mi poder y mi conciencia siguen activas dentro de tu alma. El tercer recurso que forma a los humanos." Dijo, mientras sonreía al ver la cara de confusión de la pelirroja. "Veras. Los humanos fueron la última creación de L-sama. Poseen poder y conocimiento, pero en un grado muy inferior al de los Mazoku. Solo que ellos poseen un "tazón", su alma, que contiene esas cualidades."
Zeross hizo aparecer e la nada un tazón de porcelana lleno de agua.
"Este es el poder de un humano. Si se compara con el vasto Mar del Caos, no es nada. Si se compara con el Lago que es del poder de un Mazoku, es insignificante. Pero este poder contenido, hace que dure mucho más. Que pueda permanecer estático sin temor de perderse. Si yo arrojo esto al lago, el agua se mezclará, pero el tazón permanecerá. Al sacarlo, podré recuperar el poder que se disolvió en el lago. El alma le permite a un humano, conservar su poder. Un Mazoku o Ryuzoku, tiene que regenéralo constantemente mediante las emociones de los demás, o en dado caso del Mar del Caos."
"Entonces el alma de un humano es un tazón, que contiene poder y conocimiento."
"Así es. Al igual que hay distintas clases de personas, hay distintas clases de almas. Grandes, pequeñas, fuertes, frágiles. Las hay de un tamaño tan enorme, como para albergar dentro de si poderes superiores. Lei Magnus y Rezzo a Sabranigudú. Luna, tu hermana a Cephied. Y en tu caso, a L-sama, durante la batalla contra Fibrizzio. También su contenido varía. El Alma de Gourry albergaba mucho poder, pero poco conocimiento. El de Zelgadis era un poco más equilibrado, pero aún más pequeña que la tuya. En algunos, su conocimiento es tan grande, que el poder es tan poco. Es allí donde tu alma es tan diferente."
"¿Por qué¿Solo porque usé el poder de L-sama?" Preguntó Reena, como si eso no fuera suficiente ara hacerla especial. Después de todo había sido la única que lo había hecho.
"Por una parte si. Imagínate que a esta tetera intentas meterle mas agua que la que puede contener. Solo si la metes a presión, pero si no es resistente, finalmente estallará. Tu alma es grande, amplia, y lo suficientemente resistente para contener el inmenso poder de L-sama. Eso es lo que te hace especial. Y debido a eso L-sama te tiene como su representante."
"¿Representante¿El que cumple su voluntad?" Preguntó Reena sin apartar la vista del lago frente de ella.
"Así es. Tu alma fue endurecida a través de numerosas pruebas. La tiranía de tu hermana, la molestia de Naga, los compañeros constantes de tus viajes. ¿Recuerdas el Torneo de Racket en el que te enfrentaste a Martina?" Zeross vio como un aura roja se manifestó a su alrededor. "Creo que si. El riesgo de que Gourry muriera y ver la muerte de cada uno de tus amigos. Esas cosas mejoraron tu alma y la hicieron lo suficientemente resistente como para albergar a L-sama."
"Por eso ella me dejó en la tierra. Porque me ajustaba a sus propósitos."
"Por una parte. Otra fue la muestra de amor de Gourry al seguirte hasta entrar al mar del Caos. L-sama te dejó, confiando en que seguirías mejorándote, hasta alcanzar la plenitud del poder que tenía reservado para ti."
Reena cerró los ojos. Era mucha información. Pero de alguna forma eso explicaba varias cosas.
"Entonces, los humanos tenemos un alma que contiene nuestro poder. ¿Cuándo morimos? Esa alma se va o…"
"En la mayoría podría decirse que si. Pero aquellos que aún tienen un propósito o se les reserva una recompensa, L-sama los conserva, hasta que es el momento de renacerlos de nuevo."
"¿Cómo sabes todo eso? No creo que te lo haya enseñado Zellas. ¿L-sama te lo dijo?"
"En parte. Pero, la mayoría de las cosas que se, las aprendí de un libro tan antiguo como la Biblia de Claire. Y tan peligroso que en manos de cualquiera podría desencadenar la destrucción de los 4 mundos."
Pausó, como si no quisiera recordar eso. Pero era el segundo secreto que Reena debía de conocer.
"Lo aprendí del Sánscrito del caos."
LALALALALALALALALALALALALA
Sherra sonreía satisfecha de su investigación. Con cartas astrales en una manos y señales del Sánscrito en la otra, al fin le había dado fecha "Al día en que los Astros se Alineen" Por Fin, La Alianza tenía una fecha límite para su trabajo y esfuerzo.
Lamentablemente estaba demasiado cerca, sobre todo teniendo en cuenta que los científicos del Jupongatana no habían sido capaces de generar a los Portadores de las Armas. Sin embargo era consolador el hecho de que el día prometido no estaba muy lejos. Ya no podía esperar mas para librarse de ese lastimero estado humano, en el cual dependían de la raza más débil creada por L-sama para sus propósitos.
Ansiaba ya estar unida a su Señor Dynast por la eternidad en el Mar del Caos.
Y el día se acercaba.
"Las hojas caerán por dos días, antes que una restauración surja en el lugar de habitación eterna" decía una parte.
Las hojas caerán. Otoño. Por dos días. 23 de Septiembre.
Ese día se restaurará el Plano Astral.
Y la Tercera Kouma será efectuada.
LALALALALALALALALALALALALALA
La Alianza
Capitulo 11 "Monte Hiei"
"5 Reclámenlo para sí las tinieblas y la densa oscuridad; repose sobre él una nube, y cáusele terror el oscurecimiento del día.
6 Apodérese de aquella noche la oscuridad. No sea contada junto con los días del año ni aparezca en el cómputo de los meses.
7 ¡He aquí, sea aquella noche estéril; no penetren en ella los gritos de júbilo!"
(Job 3:5-7)
LALALALALALALALALALALALALA
El verano estaba en todo su apogeo. El sol de las 3 de la tarde brillaba en todo su esplendor quemando dulcemente la piel de aquellos que habían olvidado usan un buen bloqueador.
Los pájaros volaban presurosos en llevar comida a sus nidos donde hambrientos polluelos reclamaban con chillidos la tardanza de sus emplumados padres. Cheep-Cheep. Cheep-Cheep.
Las cigarras también chillaban, siendo casi absolutas en todo el territorio nipón. Más aún, en el jardín del Aoia, donde escondidas, molestaban con ruido constante, a los que habitaban, aunque estos ya se habían acostumbrado a ellas. Scree- Scree
La vida era animada en la Otrora podada de inicios de la Era Meiji, aunque ahora era solo un lujoso restaurante tradicional siendo competido solo por el Shirobeko de Sae. Las personas pisaban suavemente la madera añeja, endurecida por el paso del tiempo y el ambiente de más de siglo y medio. Esta crujía un poco en cada paso suave de pies descalzos gracias a la tradición de dejar el calzado en el umbral del lugar. Crack-Crack
La luz era suave, permitiendo a muchos cocinar, limpiar, incluso meditar en santuarios privados. Atestiguaba las risas animadas de conversaciones satisfacientes con la casual broma de un carácter amistoso y alegre. Jaa-Jaa
Heero Yui Maldecía cada uno de esos sonidos.
Maldecía el estúpido Cheep-Cheep de los pájaros.
Maldecía el Screeee de las cigarras.
Maldecía el Crack de la madera.
Maldecía las risas.
Maldecía….. Maldecía con toda su alma a ese par de bastardos que lo orillaron a esa situación.
Una resaca. No. Una GRAN resaca. RESACA con mayúsculas.
Eso explica su mal humor.
El autor no es un docto en toxicología. Pero cree firmemente que cuando se mezcla el alcohol de una bebida fuerte como el Whisky o el Sake. Con un potente alucinógeno como el LSD (aunque sea en pequeñas porciones), mas un estimulante poderoso como las anfetaminas. Mas Extasis, algunos alcaloides y, recordando lo que escribió en la parte final del capitulo anterior, un potente afrodisíaco.
Bueno, el resultado es una Cruda… que ni Pedro Infante soportaría.
Heero Yui había despertado como para mediodía. Pero el dolor atroz en la cabeza lo obligó a permanecer debajo de las sabanas de su futón. Ignorando el dolor del orgullo herido, y el de otros miembros sometidos a una tensión no acostumbrada.
Sacar conclusiones para él, sería una tortura. Por el simple hecho de que lo único que recordaba era estar tomando su quinto cóctel que le habían ofrecido. Y después de eso. Puff. Nada de nada.
Pero como dolía.
Y por si fuera poco, tenía una necesidad imperiosa de ir al baño.
No sería elegante para sus raíces inglesas el orinarse en la cama.
Con un gran, GRAN dolor, se levantó tambaleante y salió de su habitación.
El Aoia, al haber sido en el pasado una Posada de gran renombre, estaba construida como tal. Y a pesar de ser modernizada con Luz eléctrica, agua caliente, drenaje y televisión satelital, resultaba con que no había sanitarios en los cuartos. Todos compartían un sanitario que, para desgracia de Heero, estaba hasta el fondo de un largo pasillo.
Bueno, el pasillo solo medía unos 15 metros, pero para alguien en su estado era una larga distancia.
Vestido en camiseta sin mangas y un par de bóxer holgados, caminó con pasos vacilantes mientras rezaba a los dioses del inodoro si clemencia para no ser derrotado por la urgencia.
Tan concentrado estaba en eso, que no las vio.
La Señora Shinomori, Misao; y por lo visto una compañera de clases giraron en la esquina de un corredor que Heero no vio y chocaron con él dolorosamente.
Bueno, la chica que acompañaba a Misao chocó con él, terminado ambos en el suelo, uno frente a otro. Ambos sujetando sus cabezas.
"Lo lamento, perdón, no lo…" Vi, iba a concluir, eso fue antes de ver el estado en el que el chico frente a ella estaba.
Lo que ella vio fue a un atractivo chico de su edad. Bastante fuerte a juzgar por los músculos que su ligero atuendo dejaba ver. (Insertar pequeño sonrojo de su parte) Bastante cansado. (A juzgar por las ojeras profundas y la cara de un vago de callejón) Y que le agradaba la vida nocturna con excesos. (A juzgar por el aroma fuerte que desprendía) Lástima. Lo que ella buscaba era algo más diferente.
"No, it was my fault. I'm sorry." Dijo el chico revelándole a la chica que era extranjero.
"Perdona a Yui-san, un par de amigos lo llevaron a conocer Kyoto. Y ya sabes como se pone Sanosuke."
La chica, que se había levantado y le tendía una mano para ayudar al soldado a levantarse, asintió. Sintiendo algo de lástima por el joven. Con esa clase de amigos, no necesita enemigos.
"Don't worry Yui-san. The next time, i'll have my eyes open" prometió con una sonrisa la joven de cabello café claro y ojos verdes.
"Excuse me" Dijo Heero mientras se lanzaba al baño sintiendo que casi perdía su batalla interna.
"Es lindo¿no crees Misao?" Preguntó Yui Ikari a su compañera de clases.
"No como mi Aoshi-sama." Dijo esta con corazones, flores y estrellas en los ojos. "Pero supongo que te queda bien a ti. Dado que no te gustan los hombres mayores."
Yui se sonrojó un poco al recordar a un barbado conocido del Profesor Kozou, y cambió el tema de inmediato.
"Me retiro Misao-chan, el reporte para la Maestra Akagi me espera." Se despidió, antes de que su amiga la siguiera emparejando por el chico que aún no salía del baño.
"Adios Yui. Salúdame a Naoko de mi parte." Se burló la chica sabiendo como se detestaban la alumna y maestra.
Aoshi, quien terminaba su sesión de meditaciones diarias se encontró con la amiga de su esposa.
"¿Se retira Ikari-san?"
"Si me disculpa Shinomori-san, tengo deberes que atender."
Asintiendo la dejó pasar en lo que se acercaba a la puerta del baño.
"Yui, te sugiero que tomes un par de pastillas que están en el bote rojo del botiquín detrás del espejo. Necesito tu completa atención para una sesión de entrenamiento. Y, sugiero que tomes un bañó antes de comer."
Un gruñido fue la respuesta en lo que el alto individuo se retiraba al Dojo del Aoia.
Dentro del Baño, Heero Yui juró a si mismo que se desquitaría de ese par de locos.
Hacer sufrir a Sanosuke y a Kenshin.
Misión aceptada.
Tomó 5 pastillas además.
LALALALALALALALALALALALALALA
Una roca recibió el fresco baño de un chorro de agua que caía de un cucharón de madera.
Un pequeño ramo de flores amarillas descansaba frente de la lápida en lo que unas cuantas varillas de incienso y sándalo se quemaban cerca de allí. La lápida a su lado tenía los mismos artículos, solo que una shinai nueva era añadida.
Kenshin Himura visitaba la tumba de su esposa e hijo, por primera vez en un par de meses.
A diferenta de la última vez, en donde el cargo de conciencia, las pesadillas y la tortura constante de Battosuai cubría su vida; ahora estaba mucho más tranquilo, en paz. Sonriendo juntó sus manos para rezar un poco en la memoria de los que descansaban allí.
Battousai estaba lejos, a una decena de tumbas de distancia, no queriendo interrumpir en el ritual de su contraparte. Hasta él le tenía respeto a los muertos. Sobre todo cuando habían sido importantes. No era que le importara, claro, sino que no se sentía cómodo con la idea de burlarse de ellos. Como si algo se lo evitara y definitivamente NO era la conciencia.
Odiaba eso, sin embargo no encontraba las fuerzas para revelarse más. Como si Kenshin lo fuera debilitando cada vez más, poco a poco.
Suspiró, alejándose del lugar. No sin antes hacer una reverencia ante las tumbas de Tomoe y Yahiko, dejando a Kenshin solo una vez más.
Después del rezo, y la promesa de regresar pronto, Himura se levantó, resuelto a seguir con su misión. Resuelto a mantener el recuerdo de ellos intacto, hasta que Battousai ya no fuera necesario y pudiera exorcizarlo de su cabeza. Cuando pudiera hacer eso, al fin lograría ser feliz.
Realmente feliz.
Tal como ellos lo hubieran querido.
Se retiró, dejando el agua de la lápida evaporándose en el sol. Las flores meciéndose con la suave brisa tibia del varano, y el incienso consumirse lentamente perfumando el aire con su humo tenue.
Las sombras cambiaron, de acuerdo al paso del sol por el cielo. Pudo ser una hora o más, pero las flores dejaron de mecerse cuando una persona se paró frente a la tumba.
No era Kenshin.
La persona pisó las flores deshaciéndolas en cientos de pedazos.
Llevaba el cabello gris, revuelto en un desorden estético. Un par de pequeños lentes oscuros cubriendo sus ojos y una cara de profundo odio por aquel que se atrevió a profanar la tumba de su hermana con su sola presencia.
"Así que al fin estas en Kyoto, Battousai. Perfecto, valió la pena la espera."
Yukishiro Enishi sonrió, sintiendo como su sangre hervía ante la perspectiva de vérselas con Battousai una vez más.
La última vez.
LALALALALALALALALALALALA
"…por eso, luchando unidos, obtendremos la victoria definitiva y el control de Sibe…" Trieze tacho ese nombre y escribió otro en la libreta. "…Japón. Después El Mundo."
Satisfecho, cerró la pequeña libreta donde había bosquejado su más reciente discurso y la guardó en un bolsillo del uniforme.
"¿Terminó Lord Trieze?" Preguntó Shishio que fumaba tranquilamente una pipa que Yumi le había regalado en su cumpleaños mientras hojeaba un reporte del forense de Kyoto. Era tranquilizador ver las formas tan variadas en las que la gente muere cada mes.
"Si. Después de todo solo era un discurso estándar. Utilicé uno que di antes de una lucha en Rusia. Solo tuve que cambiar en nombre adecuado." Trieze bebió un sorbo de vino de Zefila. La reserva disminuía rápidamente, por lo que ahora se conformaba con Sake a la hora de comer. "Se que eso motivará a las tropas cuando realicemos el ataque. ¿Quiere oír el inicio, Shishio-san?"
"¿Porque no? Dynast aún no viene."
Dynast los había citado en la Biblioteca, la cual, antes de que ellos llegaran había pertenecido a Ouji. Según lo que había prometido, les mostraría un gran avance en los planes para la resucitación de Ruby Eye. Pero en lo que llegaba, valía la pena entretenerse en algo.
Trieze se puso de pie, asumió una pose que ni Koffi Annan podía imitar y empezó con voz diplomática.
"Hace mas de dos mil años, Alejandro Magno, y su pequeño ejercito de leales hombres derrotaron a las tropas de… ¿Pasa algo Shishio-san?" Preguntó al percibir la risa burlona del vendado.
"Lamento decirle que falla en su introducción. La carne de cañón no necesita se educada, así que le puedo apostar la base entera a que ni uno solo de mis soldados conoce a alejando. Creo que no los convencerá."
"Maldición." Pensó Trieze, tenía un buen punto allí.
"Ah, que demonios. Creo que usaré el discurso No. 4. Promesa vanas de poder y fortuna. ¿Le parece adecuado?"
"Creo que funcionara." Prometió Shishio en lo que la puerta se abría.
Dynast apareció, sonriendo de satisfacción. Después de curiosidad al ver que Trieze arrojaba hacia atrás una pequeña libreta, la cual cayó en el cesto de basura más lejano del lugar.
"Caballeros, les agradezco que hayan venido. Se que todos hemos estado demasiado ocupados atendiendo nuestros negocios desde bases extrañas, sin embargo, confío en que este avance en nuestros planes les haga ver que todo ha valido la pena."
Sin más preámbulo, debió añadir, pero no habría sido muy adecuado. Abrió de nuevo la puerta y una pequeña jovencita entró a la habitación.
Era pequeña. No parecía tener más de 15 años o algo. Su cabello era blanco con pequeños reflejos de azul celeste. Era delgada e iba vestida con lo que parecía ser un bodysuit rojo oscuro. Mantenía la vista baja, en un rostro pálido muy serio. Shishio la reconoció.
"Shishio-san, Lord Trieze, les presento a Cephied. Nuestro clon de Reena Inverse. Dentro de ella está la parte de Shabranigudu que ustedes vieron en el castillo Croft. Mediante su cuerpo, el alma que Trieze le pudo fabricar, obtendremos que su resucitación sea mas fácil"
Trieze se sorprendió. Le habían dicho que llevaría la parte de Shaby dentro de ella, pero no que ya la tenía. Si algo hubiera salido mal…
"Cephied, saluda a los caballeros."
Shishio esperaba que… no se, que algo pasara. ¡Se acababa de acostar con el mismísimo Ruby Eye! Eso era…perturbador.
"¡Hola¿Cómo están? Me llamo Cephied y ¡es un gusto conocerlos!" Dijo una vocecilla tremendamente jovial.
Caminado hacia ellos dando brinquitos como niña mimada, saludo vigorosamente a Shishio, e incluso con un fuerte jalón hizo que se inclinara para darle un beso en la mejilla. Después, caminando de la misma forma y con una sonrisa de oreja a oreja se dirigió a Trieze.
"Papi, Hola." Saltó para abrazarlo del cuello. A lo que Trieze solo pudo reír, algo incomodo. Ella terminó el abrazo y regresó con Dynast.
"Como pueden ver, su mente y persona es demasiado simple, lo cual le permite a Shabranigudú tomar el control más fácilmente."
Dicho esto, la expresión de la chica cambió drásticamente. Incluso sus ojos se llenaron de un fulgor rojo intenso.
Me presento Caballeros. Soy Ruby Eye. La voz parecía hablarles dentro de su cabeza. Sin embargo la expresión de Cephied les indicaba la fuente de aquellas palabras. Debo decirles que estoy complacido por los esfuerzos que han hecho para llevar a cabo mi resucitación. Y sepan que puedo confirmar la promesa que viene en la profecía que Dynast les ha mostrado.
Poder. Sonó esa palabra en las cabezas de ambos líderes.
Mientras tanto, estaré dentro e esta niña, vigilando sus avances. Y de ser necesario tomando parte en su trabajo. Y, no se inquiete Shishio-san. Un mazoku no tiene sexo, así que su masculinidad no ha sido comprometida. Y como pudo comprobar, Cephied es muy adaptable.
Distraídamente Shishio aclaró su garganta. Solo para mantener una imagen, ante las sonrisas leves de Dynast y Trieze.
Sigan con sus planes, que yo sabré recompensar todos sus esfuerzos.
La voz se desvaneció, y la expresión de Cephied volvió a su normalidad.
Si es que se puede llamar "normal" a una inocente colegiada de alma negra.
"¿Verdad que es lindo¿Verdad que Shaby es lindo?" Les preguntó emocionada.
"Caballeros, tenemos que seguir adelante con nuestros planes." Concluyó Dynast, poniendo una mano sobre la saltarina Cephied. "Esta es la llave para nuestro éxito."
Nadie negó ese hecho.
LALALALALALALALALALALALA
Después de una larga ducha que borrara cualquier huella de la… orgia… (Detestaba esa palabra, pero no había otra más adecuada para lo que hizo esa madrugada. Ya se las cobraría con ese par de locos.)… varios litros de agua y un buen almuerzo. Heero se encontraba en el dojo del Aoia, atendiendo clases del Okashira del Onniwabanshu Shinomori Aoshi.
"Para un espía es totalmente vital pasar desapercibido. Sentir el Ki, también es importante, ya que incluso en la oscuridad le indica si alguien quiere o no atacarlo. Saber donde se encuentra su objetivo, o simplemente entrar sin que nadie se entere." Le decía Aoshi mientras Heero asentía. Como miembro importante del ejército de Oz, había tenido parte de ese entrenamiento. "Sin embargo, en tu caso, te será difícil. Porque a pesar de que inconscientemente intentas disminuirlo, tu Ki es demasiado fuerte. Mas de lo que debería tener una persona normal."
"Creo que Reena tiene la culpa de esto." Murmuró al recordar el entrenamiento que Reena les dio a él y a Kenshin. No muy grato debía añadir. "En ese caso¿Cómo logro hacer que mi ki desaparezca?"
"Tu ki desaparecerá el día en que mueras. Lo mejor que puedes hacer es disminuirlo hasta el grado de que nadie, ni siquiera alguien entrenado pueda sentirlo. Por lo general se necesita un periodo demasiado largo de práctica y entrenamiento, pero deberás lograrlo para mañana en la noche. Pues su misión será a la media noche de mañana. Así que, presta atención."
Durante aproximadamente dos horas, Aoshi trató de explicarle el como poder hacerlo. Como el controlar el Ki era tanto como controlar los sentimientos. Como al igual que se concentraba para añadir Ki a un golpe para hacerlo mas dañino, también se puede invertir el proceso.
Heero batallaba en comprender esos conceptos. Pero su determinación ha hacerlo, también la conciencia que tenia una misión que cumplir, lo llevaron a entenderlos. Ademas estaba ese pequeño astuto de la venganza…
Kenshin había llegado a tiempo para la cena. Según él, había tenido un par de diligencias que hacer. Nadie lo cuestionó, habían aprendido a no tratar de sacar más información de lo necesaria, o se enfrentarían a la mirada dura de Battousai.
Aunque en esta ocasión el estaba muy lejos.
De pronto desapareció. Así nada más. Nadie lo encontró hasta muy avanzada la noche. Inconsciente, con su cuerpo atravesando el árbol más grande del Aoia. Un pequeño hilillo de sangre corriendo su cara y un chichón del tamaño de una toronja con un curita en forma de cruz en el. Por último, una pequeña hoja de papel con un par de caracteres escritos. Jinnchuu. "Aunque el cielo te perdone, serás castigado".
Justicia humana.
Nadie supo, ni el mismo Battousai de cómo o porque llegaron a eso.
Pero Heero estaba atípicamente feliz, sonriente. Hasta había ayudado a Okon y a Omasu a lavar los trastos de la cena.
Aoshi pudo imaginarse el porque.
Ese chico era un genio.
Lo había logrado.
LALALALALALALALALALALALALA
"El sánscrito del caos. ¿Qué es eso?" Preguntó Reena temiendo que fuera una cosa muy, muy mala.
Zeross pensó la forma adecuada en explicar lo que era.
"Si la Biblia de Claire es la memoria de el Gran Dragon del Agua, por lo tanto de Cephied. El Sánscrito del Caos, es la memoria de Shabranigudú. Escrito por las manos de Lei Magnus, antes de la Guerra de Kouma, inspirado por los pensamientos de Ruby Eye. ¿Puedes imaginarte lo peligroso que es este texto?"
"¿Que puede tener de malo¿Mas información de magia negra?" Dijo Reena mientras comía una deliciosa pata de puerco que Zeross había aparecido de ninguna parte. Después de un rato dentro de "su alma" o lo que sea, su apetito había regresado.
Tal vez sea por sentirse con la coman de alguien conocido de nuevo.
"Después de lo de Dark Star, rendí informe a Zellas. Satisfecha me dejó vagar por donde quisiera, debido a que no tenía más misiones para mi. Así que durante un tiempo, vagué, por las tierras nuevas del continente. Viendo lugares nuevos, aumentando mi colección de guías turísticas y probando nuevos sabores de helado." Pausó para notar una gota de sudor en a cabeza de Reena. Apareció más comida para que no dijera nada. "En esas andanzas, encontré un templo, en el centro del desierto de la Destrucción. Un templo antiguo. Un templo con siglos de antigüedad. Más que Sailoon y Zéfira juntas. Estaba protegido por una gran barrera mágica que fue bastante divertido violar. Sin embargo dentro de ese lugar, encontré un libro encantado con magia negra, para ser perpetuo. Para jamás desgastarse. En su tapa estaba el símbolo de Shabranigudú y la firma de Lei Magnus. Al abrirlo, desee, jamás haberlo abierto.
"Dentro de sus paginas, encontré la ubicación de todas y cada una de las partes de Ruby Eye en todo el continente. Sus sellos, el como romperlos y traerlo a la vida. Eso, por si mismo era la ambición de todo Mazoku. Traer de vuelta a Shaby. Pero…"
"Pero…"
"Había más. Mucho más. Shabranigudú había dejado ese libro, no solo para que los Mazoku encontraran y liberaran sus fragmentos, sino como testimonio a sus planes.
"Sabes que existen 4 universos, cada uno regido por un Ryuzoku superior y un Mazoku superior. En estos momentos está el destruido mundo de Dark Star, al haber dominado a Volfied y siendo este destruido por ti. El estático mundo de Seriyushin, al haber destruido a Caotic Blue, no quedando más que el Orden. Sin embargo existe otro, totalmente diferente.
"Mucho antes de la lucha entre Cephied y Shabranigudú en los inicios de los tiempos, Death Fog combatió a Lebenphied. La derrotó, la clavó a un muro y le cortó las piernas. Con ellas generó a 15 "hijos" los cuales manejaban el poder del caos a su antojo. Así dominó ese universo a su antojo. Los humanos que vivían en ese lugar, solo podían sobrevivir, siendo usados solo como alimento para esos Mazokus."
"Un momento. ¿Death Fog dominó ese universo¿Qué el propósito no es… destruir?"
"El propósito es mantener un equilibrio en movimiento. Pocos lo han entendido. Death Fog aprendió que podía hacer su propio destino y eligió dominar. ¿Puedes imaginarte lo que es vivir en un universo regido por un Mazoku? Ese es el universo de Death Fog. Ese es el universo que Shabranigudú deseaba también. Por eso se enfrento a Cephied, para derrotarla y regir este universo. Juntarlo con el de Death Fog, aumentar su poder y conquistar los otros restantes. Con eso, rebelarse contra los deseos de L-sama."
Reena no dijo nada. Eso era algo totalmente aturdidor.
Rebelarse en contra de su creadora.
Malditos ambiciosos.
LALALALALALALALALALALA
Después de una noche de descanso, las tropas del Shinsengumi se preparaban para la batalla.
La punta de lanza, el equipo que se inmiscuiría en la base de Shishio serían solo Kenshin y Heero. Tres, si se cuenta a Battousai también. El resto de las tropas se quedaría a montar guardia en Kyoto, en el eventual caso de que el Jupongatana se le ocurra atacarlos después de enterarse de la intromisión.
En uno de los cuartos, Misao vestía a Aoshi de su traje de batalla y le acomodaba las Kodachis en la espalda. Todos los movimientos eran casi ceremoniales, evitando caer en el pequeño juego de caricias "involuntarias". Ambos deberías tener la cabeza fría durante toda la noche.
En otros cuartos, cada uno del Onniwabanshu se vestía como era adecuado, equipándose de sus armas favoritas, discos, Boomerangs, anillas de metal, e incluso el anciano Okina, había desconectado su reproductor de DVD para no caer en la tentación de ver sus videos eróticos como era su costumbre.
Heero se armaba con cada juguete que había sacado de la "tienda" de Sagara. Colocándose su armadura personal de metal ligero y ajustándose el pesado abrigo de Kelvar.
Battousai afilaba metódicamente cada Kodachi mientras mentalmente se preparaba para derramar la mayor cantidad de sangre posible en esa noche. Vestía su habitual abrigo, sus refuerzos de cuero en los brazos y las botas pesadas. Su cara era neutra, a pesar de que ocasionalmente sus ojos cambiaban de violeta a dorado.
A la hora programada, ambos se montaron en un par de Motocicletas de montaña y emprendieron el camino hacia el Monte Hiei. Las motos, depuse de un viaje de 30 minutos en una carretera oscura, se internaron en el bosque oscuro, brincando en sus vehículos cada vez que encontraban un obstáculo. Llevaban los faros apagados, para no llamar la atención, y sin reducir la velocidad esquivaban hábilmente árboles, piedras y ramas que pudieron hacerlos caer.
De hecho uno de ellos cayó, por estar discutiendo con su conciencia. Sin embargo eso no los retrasó.
LALALALALALALALALALALA
La base tenía múltiples entradas. La mayoría de las cuales eran "de servicio" debido que de allí salían y entraban las provisiones, los cargamentos. Por esa misma razón, no era recomendable entrar por alguna de ellas, dada su gran vigilancia.
La entrada principal, la cual era más antigua, estaba demasiado lejos y muy a la vista, por lo que también resultaba inconveniente, sobre todo si querían entrar "en sigilo".
Después de analizar los poco confiables planos que La Comadreja1000 les pudo proporcionar, decidieron que la mejor ruta de entrada era por…
…el drenaje.
Nadie dijo que las misiones debían ser agradables.
"Y bien, ahora que hacemos." Preguntó Battousai, sus ojos llameando en la oscuridad.
"La parte fundamental de la misión se centra en investigar que es lo que la Alianza está haciendo aquí. Localizar el laboratorio que Komagata debe de tener, y de ser posible destruirlo. Y salir sin ser vistos, para evitar dar motivos de un ataque el Aoia." Repasó Heero mientras avanzaba por el agua nauseabunda.
"Mmmmh" dijo en desilusión el pelirrojo. "No me gustan las misiones calladas."
"Lo se, por eso creo que lo conveniente es repetir la estrategia del Castillo Croft. Yo investigo, tu distraes."
Como el fuego al que repentinamente se le abre una entrada de aire, los ojos de Battousai resplandecieron aún más en la oscuridad.
"Distraer, si. Eso me agrada." Por un momento pausó, en lo que Kenshin recuperaba el control de su cuerpo. "¿Crees que tardes mucho? No me agrada la idea de matar sin sentido solo por distracción."
"Bueno, nadie ha dicho que debas matarlos. Solo desviar la atención de mí. Puedes atacar con el reverso de tus espadas¿no crees?" Solucionó Heero y sonrió cuando Battousai susurraba un callado "Maldición" y Kenshin contestaba alegremente "Tienes razón."
Con esto en mente, se separaron. Moviéndose a través de pasillos oscuros, ductos angostos, Battosuai y Heero Yui se inmiscuían en la base.
LALALALALALALALALALALA
"Detecto movimiento en el pasillo 2 del nivel 4." Informó uno de los hombres de Shishio a cargo del cuarto de monitoreo. Este estaba vestido con el uniforma usual del Jupongatana, a saber, un estilo vagamente de un ninja de color azul oscuro. Incluso llevaba un pañuelo cubriéndole la nariz y la boca como todos los demás. Parecía bastante tradicional si no fuera por un par de gruesos lentes en su cara, y una pistola de mediano calibre en la cintura y un radio pequeño. "Según el horario, la ronda normal pasará dentro de 10 minutos por allí." Dijo revisando el itinerario al que Ouji los había acostumbrado.
"Tal vez se adelantaron, no hay mucho que vigilar con el grueso de las tropas en el auditorio." Le comentó su compañero e cual se deleitaba con algo de buen material literario clasificación H.
"No, saben que el horario es estricto. Si alguien está allí, no es la ronda." Afirmó. Se prestó a sonar la alerta básica, sin embargo los sensores detectaron movimiento justo fuera del cuarto. "¿Qué?"
La puerta se abrió, revelando a un pequeño intruso de ojos dorados.
"Tienes 5 segundos para sonar las alarmas." susurró por lo bajo.
Antes de 3 segundos, la alerta amarilla había sonado y el intruso salía dejando el cuarto desprovisto de vida.
Creí que no los matarías.
'No se tiene todo en esta vida.'
Caminando tranquilamente se dedicó a vagar por la base, enfrentándose a los pobres infelices que tenían la desventura de encontrarse con él.
LALALALALALALALALALALA
"..De esa manera, todos ustedes serán los que inicien una nueva era. Donde el más fuerte, gente como nosotros, domine por una eternidad."
Trieze terminaba su discurso no. 4 reformado y vagamente actualizado. Aunque seguía teniendo los mismos efectos.
Las tropas reunidas en un auditorio tamaño mediano dentro de la base gritaban y ovacionaban alegres y excitadas a sus líderes quienes les habían prometido el poder que todos ellos deseaban.
Los apellidos de Trieze, Shishio y Dynast se habían olvidado. Ahora las tropas coreaban "Alianza" rítmicamente, casi olvidando que habían sido miembros de la Yakuza más poderosa de Japón el Jupongatana.
Ahora eran una fuerza mundial. "La Alianza".
Ouji dio instrucciones particulares a cada líder de las facciones de las tropas. En lo que los demás se retiraban a un cuarto privado, fuera del auditorio. El ella se dieron varias noticias.
"Alerta amarilla. Eso es grave Shishio-san." Preguntó inocentemente Cephied, quien de alguna manera se había logrado colar dentro de la habitación donde supuestamente solo deberían estar las Diez Espadas. Tal vez el hecho de que estuviera virtualmente pegada al brazo de un sonrojado Soujiro era la respuesta.
El chico que no demostraba sentimientos parecía sudar un poco al sentir…bueno la parte del cuerpo de Cephied que estaba pegada a su brazo. (no era muy grande, pero suficiente para sentir algo suave, cálido y muy blandito…)
"Esto indica que hay intrusos en la base. Quizás no sean peligrosos, por eso la alerta es…"
"Créame Shishio-san" interrumpió Dynast al analizar un poco el Plano Astral. "Debo decirle que las dos personas que están dentro de la base tienen un poder considerable, para ser humanos."
"Vaya, en ese caso, creo que la identidad de los intrusos es lógica. ¿No creen?" Dijo Trieze con una sonrisa.
"¡Que bien! Tenía ganas de ajustar cuentas con Himura-san. Tal vez terminemos lo que empezamos en el Castillo Croft." Se alegró Soujiro mientras amablemente se despegaba de Cephied, quien parecía estar en trance. "Shishio-san¿me permite salir en su búsqueda?"
Shishio, con sonrisa en los labios, negó con la cabeza.
"No tiene caso que te esfuerces en eso, Sou. Ya tendrás tu oportunidad. Creo que será mejor dejar a nuestro invitado que lo busque." Dijo ante las miradas cuestionantes de los demás. Apretando un botón de un teléfono que estaba en un escritorio cercano, la puerta se abrió segundos después.
Un joven alto de cabello blanco y lentes oscuros entraba.
Cargando una espada muy larga.
LALALALALALALALALALALALALA
La pequeña pantalla de la PALM de Heero parpadeaba mientras varios planos de la base cambiaban de posición. La Comadreja1000 había dedicado 3 días en conseguir toda la información de la base de Shishio que le fue posible encontrar. Conjuntándola con las pequeñas porciones de información que un espía dentro de la base había alcanzado a mandar, habían formado un parco mapa del lugar.
Sin embargo había cosas que faltaban en el mismo.
Como la impresionante puerta frente a Heero.
Esta era de casi 3 metros de altura y de un ancho parecido. Hecha de acero macizo de por lo menos 2 o tres pulgadas de grueso. Enclavada en la roca de la montaña por bisagras más gruesas que su brazo lucía a todas luces de alta seguridad.
No tenía cerradura visible, lo que indicaba que había varias formas de abrirla. Lo que si, es que, al no aparecer en los planos, solo podía esperarse que lo que fuera que estuviera detrás de la puerta, sin duda, era sumamente importante.
"Battousai¿me escuchas? Repito¿me escuchas?"
En otra parte de la base, no muy lejos realmente, Battousai escuchaba la pregunta de su compañero, aunque se rehusaba a contestar.
Deslizó con gran suavidad la hoja afilada de la Kodachi sobre el cuello de un incauto y un chorro de sangre brotó de las arterias seccionadas. Al mismo tiempo, dos soldados intentaba huir del demonio de pelo rojo. Con sonrisa en la boca, hizo girar la espada para tomarla de la punta y la arrojó con puntería directamente a la base de la cabeza de uno de los cobardes.
"Si, te escucho." Contestó finalmente. Con la mano extendida invocó una onda de viento que arrojó al último soldadillo que quedaba a la pared más cercana donde sus huesos crujieron asquerosamente. "Estaba algo ocupado."
"Escúchame, debo volar una puerta con explosivos. ¿Crees que puedas hacer algo para cambiar la alerta amarilla a una alerta roja? Necesito mas espacio libre." Un par de disparos sonaron por su auricular.
"¿Mas distracción? Permíteme…"
Heero escuchó como cortaba la comunicación por radio, y para cuando él acabó de colocar 4 bombas de C4 alrededor de la puerta las alarmas sonaron estridentemente.
"Alerta Roja, Alerta Roja, todo el personal a sus puestos." O algo por el estilo.
El japonés no era su fuerte.
"Allí está." Gritó el líder de un pequeño comando de 4 solados armados con rifles de asalto.
Empezaron a disparar. Heero los maldeciría, de no estar ocupado esquivando las balas. Pero tenía ganas increíbles de hacerlo. Los estúpidos disparaban muy cerca de las bombas y él estaba demasiado cerca de la puerta.
Esquivando, haciendo bailar la amplia "flalda2 del abrigo y sus hombreras de metal repeliendo algunas balas, Heero sacó un par de CZ's y en pleno giro metió una bala por cabeza de sus atacantes.
Habiendo llevado la cuenta en la mente, se arrodilló y cubrió con el abrigo.
3…2…1…¡Boom!
Una bola de fuego rompió el perímetro de la roca de la puerta. Muchos de los fragmentos golpearon la espalda de Heero y otros más se pulverizaron. Cuando el polvo se asentó, Heero se sacudió un poco de tierra y giró para ver la puerta.
Seguía en su lugar. Aunque ya no tan firmemente enclavada.
Suspiró de frustración. Cerró sus puños haciendo crujir sus nudillos y se arrojó a la puerta para golpearla.
Antes de que pudiera hacerlo, esta cayó lentamente, hacia atrás.
"Bueno, pero se abrió." Dijo débilmente antes de sentir algo. En décimas de segundos, apuntó con un arma que por lo visto solo estaba allí, a un lado suyo.
Battousai se acercaba lentamente, con su abrigo un poco empolvado por una reciente explosión.
"Así que por eso necesitaba distracción." Dijo serenamente mientras sacudía un poco de polvo gris de su abrigo negro.
"Si. Esta puerta o aparece en ninguna parte, así que cualquier cosa que esté aquí, debe de ser realmente importante." Concluyó Heero guardando su arma. "Me gustaría si toma usted la delantera en este recorrido."
"Será un placer Yui-san." Dijo Battousai sonriendo. Empuñó las Kodachis en cada mano, y con el shinsoku, desapareció de la vista de Heero.
Sonriendo, Heero Yui, caminó tranquilamente por el oscuro pasillo recién abierto.
Seguro de que algo interesante pasaría allí.
LALALALALALALALALALA
"Deberíamos aumentar la defensa en estos puntos. Los infiltrados pueden llegar a las zonas vitales de la base si se los permitimos. El laboratorio y la…" Ouji se interrumpió al darse cuenta de que nadie le hacía caso alguno. Cada líder estaba ocupado en sus propios asuntos. Los cuales parecían tan triviales que le fastidiaba a Ouji.
Aunque no lo demostrara.
"¡Shishio-san!" Reclamó un poco.
"Te preocupas demasiado Ouji. Ya he enviado a Yukishiro a buscar a Battousai, será solo cuestión de tiempo para que lo encuentre. Anji y Usui estar rastreando al chiquillo. No hay necesidad de preocuparse." Shishio leía un viejo libro de ocultismo que Dynast le había prestado. Nunca es tarde para aprender las bases del nuevo poder que estaba teniendo.
"Además, se que esos tipos son bastante fuertes. Rivales dignos de ese chico. Así que no hay necesidad de preocuparse." Comentó Trieze mientras mantenía una comunicación en el MSN con Lady Une.
Para no despertar sospechas, hay que hacer lo más obvio. lAdY1 desde Londres. Tr13z3k05h desde Kyoto.
"Aunque lo mas seguro es que los maten, nunca esta de mas saber cual es la fuerza actual de nuestros rivales. Sin Inverse, ellos no son muy diferentes a los demás. No hay necesidad de…"
'…preocuparse.' Completó mentalmente Ouji mientras veía a Dyanst leer algo de 'Hellblaizer' junto con Cephied en un sofá bastante cómodo.
"Si. Tengo curiosidad por saber como pelean." Habló Cephied sonriendo tiernamente a Ouji quien acabó rindiéndose y se retiró para monitorear los pasos de sus indeseables "visitas."
Al retirarse, los cuatro que estaban en la habitación, sonrieron en complicidad.
LALALALALALALALALALALALALA
Heero se había estado moviendo en las sombras durante más de 10 minutos, y no llegaba a ningún lado importante. Cuartos, bodegas e incluso una cocina, buen provisionada por cierto. Se empezaba a desesperar.
Sudaba, pero no por el esfuerzo de moverse. A pesar de usar un abrigo de 20 kilogramos, unas hombreras de metal de 10 Kilos y una docena de armas no muy ligeras, era capaz de movilizarse tan suavemente como si caminara descalzo.
Sudaba porque le costaba trabajo bajar su ki, y evitar que alguien lo viera.
A cada vuelta, giro, disparaba a toda cámara que le estorbara. De hecho antes de que alguien pudiera percibirlo. Ya llevaba mas de 5 gargantas cortadas cuando se acercaba por detrás de los soldados que vigilaban.
El hecho de que solo se enteraran de su presencia después de cortarles el cuello, era muestra de que realmente estaba siendo furtivo.
Pero aún así, era demasiado esfuerzo mantenerse en ese estado.
Había llegado a un espacio abierto. Bueno, tan abierto como podría estar una gran cámara en las entrañas de una montaña. Era como un área de entrenamiento.
Estaba oscuro, aunque sus ojos se habían acostumbrado a ella, la oscuridad lucía más amenazante.
Como su pudiera percibir algo. Algo que se movía.
"Allí estas, niño." Le gritó una voz en una barandilla de madera, a mas de 15 metros de él, a 3 de altura.
¿Cómo pudo percibirlo? Pensó mientras sus manos buscaban sus armas.
Entonces algo grande cayó frente a él.
Por la forma vio que era un GRAN sujeto con pañoleta en la cabeza.
Y también había mantenido su Ki bajo.
Lo habían sorprendido.
En fracciones de segundos un gigantesco puño chocó contra su blindado pecho, con una fuerza solo comparada a un golpe de un trailer desbocado.
La espalda de Heero se hundió en la roca mientras su cuerpo recibía el poder total de un Futae No Kiwami directo, y poderoso.
Yukuzan Anji vio como el chico abrió los ojos desmesuradamente, antes de dejar caer su cabeza hacia delante, en la obvia muestra de que había perdido la conciencia.
Aún con el brazo extendido, llevó su mano izquierda hacia delante en un geto de plegaria.
"Que descanses en paz." Susurró mientras inclinaba respetuosamente su cabeza, deseando lo mejor al chico que con seguridad acababa de matar.
Un par de gotas de sangre cayeron de la boca de Heero mientras sus ojos se ocultaban tras de su cabello.
LALALALALALALALALALALALALALALALA
'Es extraño, no debería estar tan solo. Esto se pone aburrido.' Protestó Battosuai.
Durante 10 minutos habían vagado con la esperanza de encontrar más resistencia y crear mas distracción para su compañero. Pero los pasillos estaban solos, vacíos. Como si le huyeran al asesino.
Eso era, bueno, halagador. Pero una pequeña traba para ellos, para él, quien deseaba matar.
Kenshin estaba contento. Durante las semanas anteriores, Battousai se había controlado mucho. De hacho casi se estaban llevando bien. Pero esa pequeña orgia de sangre, y la perspectiva de seguir matando, lo hacían mas y mas dominante.
Eso no era lo que deseaba.
Mantente alerta. Las cosas se ponen malas cuando esto está tan tranquilo. Apremió Kenshin. No podía dejarlo desatado.
Entraron ahora a una clase de biblioteca. Estantes y mas estantes de libros la llenaban. Su tamaño era parecido al de un salón de clases. Pero parecía más grande al estar lleno de muebles.
"Por lo visto, 4 años de espera valieron la pena." Dijo una voz en las sombras.
Battousai giró para encontrarse con un sujeto de cabello blanco, vestido de indumentaria vagamente china. Cargando una larga espada que identificó de inmediato con una Wattou.
"4 años. Creo que mi alianza con Shishio, valió la pena. Battousai. Ahora si¿estas listo para nuestra venganza? Mi hermana me la pide agritos. ¿Puedes oírla?"
Oh demonios. ¿Por qué ahora?
"Enishi." Identificó Battousai a su cuñado.
Yukishiro Enishi.
LALALALALALALALALALALA
N.A.
Cephied es un clon de Reena. De alguna forma se parecen. Pero si se la quieren imaginar mejor, recuerden a Kula de The King Of Fighters. (¿Alguien sabe donde puedo encontrar la historia oficial de ese juego? Porque ¿Kula batea del otro lado?)
Escogí a Enishi en lugar de Soujiro para enfrentarse a Kenshin porque es lo más adecuado. Es necesario el Wattoujustu y dudo que hayan querido ver muerto al pobre Sou-chan tan rápido. Para aquellos que no han leído el manga en la saga "Venganza", lástima, aquí en México se está empezando a publicar.
Cualquier duda, mándenmela por correo, con un gran gusto se las responderé. O la haré mas grande, lo que pase primero.
LALALALALALALALALALALALA
En el próximo capitulo:
Battousai se enfrenta a Enishi con todo su poder. Responderá a las acusaciones que este le lanza para revelarle la dolorosa realidad detrás de la muerte de su hermana Tomoe. ¿Pudo el Futae No Kiwami derrotar a Heero, o lo hará "El ojo de la mente" de Usui? Varias cosas de las bodegas de la Alianza serán robadas misteriosamente mientras Kenshin se encuentra a un nuevo fantasma de su pasado que lo detendrá en seco.
¿Por qué Cephied esta tan interesada en Battousai?
Todo esto y más en el próximo capitulo de la Alianza "Fantasmas del pasado." En este mismo lugar.
LALALALALALALALALALALALALA
Elena, Marie, Mi-io, Kotorimoon, Gaby, todas ustedes. Gracias. Espero que lo que sigue les guste mucho mas.
LAALALALALALALALALALALA
Sugerencia del dia.
"Episodio III de Star Wars". Si, ya se que falta algo de tiempo. Pero ¡QUE EMOCION!
O en su defecto. "Fundación" de Isaac Asimov. Ese sujeto era un maldito GENIO.
Cuando sea grande escribiré igual que él.
