Como decía el genio de la lampara de aladdín...

¡he vuelto!

jejejejeje

Hola a veis sigo con mi manía de escribir aunque nadie lea (si es que...mira que autoestima jejeje). Este trozo va dedicado a Teresa o Teka, porque gracias a ella el problema de recordar el argumento de la historia no me ha sido tan difícil (siempre te lo estabavolviendo a explicar porque no te aclarabas...qué días aquellos en los que no me obligabas a escribir hasta dejarme sin uñas, eh? En segundo lugar, como siempre, a mi familia de escritoras que espero que sigan pasandose por el link y se enteren de que sigo publicando


El rugido de las olas me taponaba los oídos. Podía sentir que mis lágrimas se mezclaban con el agua que se colaba en mis pulmones. Intentaba impulsarme hacia arriba, pero el frío me paralizaba las piernas. Por un momento mi mente me animaba a desistir, a morir ahogada. Pero no la hacía caso, quería vivir. Tenía tantos sueños por cumplir, tantas esperanzas de hacer algo con mi vida...La corriente me llevaba de un lado para otro, debilitando mis fuerzas a cada minuto. El arkum me parecía cada vez más pesado en mi muñeca. Desee quitármelo, morir como una humana aunque fuese eso lo único que me quedara. Me imaginé por unos momentos mi vida sin mis poderes, sin obligaciones, sin esclavitud. Fue entonces cuando recordé algo más, algo que había olvidado: mis compañeros. Aquellos residentes que con uno sólo de sus comentarios conseguían ayudarme a pasar cada día, a pensar en el futuro y sonreír. Si no hubiese tenido poderes nunca los habría conocido, pensaba mientras mis manos se paralizaban del frío.

Entonces, como si de un sueño se tratase, mi arkum se adhirió a mi piel. Noté cómo mi carne se unía al metal limpiamente, sin dolor. Contemplé el talismán con las últimas fuerzas que me quedaban. Por fín había comprendido lo que siempre me decía Evan: ser hechicera era mi destino, el que yo había elegido. El agua me cubrió por completo. Cerré los ojos y agarré el talismán. Una luz nació de él. Ignoré todo lo que me rodeaba mientras me iba hundiendo en las profundidades y pensé en lo único que deseaba de verdad: vivir.

Sentí como si todo desapareciese. Recé para que el teletransporte hubiera surtido efecto. Fue en ese instante cuando sentí el agua más cálida. Me impulsé hacia arriba y rompí la superficie acuosa. El aire invadió mis pulmones devolviéndome la vida. Abracé mi arkum, sin importarme sumergirme de nuevo en el agua. Había sobrevivido, eso era lo único importante.

¿qué haces en el agua?- gritó una voz desde lejos. Mis ojos contemplaron emocionados un pequeño puerto a unos metros a mi derecha. Sonreí, ignorando que mis fuerzas se agotaban. Mis ojos se cerraron mientras el agua me cubría por completo.

¡James Shadows¿se puede saber qué demonios haces?- preguntó una voz acercándose a la orilla del puerto. Su pelo rizado se movía al compás del viento y sus pasos iban acompañados por el sonido de sus tacones. Un chico de pelo rubio y preciosos ojos verdes levantó la cabeza. Sus ropas estaban empapadas al igual que la chica desmayada a su lado. La chica observó la escena con los brazos cruzados al llegar hasta ellos, ocultando una pequeña sonrisa.

¿así que ahora ahogas a los extranjeros, eh?- bromeó, apartándose un rizo de la cara. El joven sonrió a su amiga, temblando de frío.

Galy...podrías...- comenzó a decir, intentando encontrar la mirada de la chica. La joven dudó unos instantes, arrodillándose después en frente de la joven desmayada. Sus ojos color miel se posaron en el arkum que sobresalía de la manga de la chica, haciendo que su rostro se contorsionara de la sorpresa. Miró primero a James y después, alzando su brazo hacia el aire, creó una llama, calentando el aire que los rodeaba y secando las ropas de los dos jóvenes.

gracias- dijo el rubio sacudiéndose la ropa y cogiendo a la joven desmayada. Galy clavó su vista en la muchacha que su amigo llevaba a cuestas. No debía ocultarle el brazalete.

Shadows, espera-. El joven se paró, mientras una mueca de aturdimiento se formaba en su bello rostro en el momento en que Galatea le enseñaba el brazalete que portaba la desconocida.

¿hechi...es una hechicera?- musitó, con los ojos abiertos de par en par ante tal sorpresa. La muchacha asintió, empujándole para que siguiera.

necesita ayuda, así que muévete- le espetó, clavándole las uñas en la espalda. James avanzó por el muelle y subió hasta la plaza Renald, donde el castillo de la princesa Evenue podía verse en todo su esplendor a la luz de los últimos rayos de sol. Los dos jóvenes avanzaron por la calle principal, decorada por decenas de robles estrechamente cercanos a las mansiones que la cercaban. El aire se llenó de risas de niños cuando el reloj del castillo de la princesa dio las once: era la hora de las expediciones nocturnas de la familia White. Una muchedumbre de niños de todas las edades bajó corriendo la cuesta de una mansión de color rosa pálido, seguidos de una decena de mujeres y hombres armados con bastones. La mujer que iba en cabeza se acercó a ellos, asombrada del equipaje del primogénito Shadows. Su cara se iluminó al ver el brazalete de la joven.

¿dónde la encontraste?- murmuró, posando su mano en la frente de la muchacha. Un gesto de alivio se vislumbró en su cara: no tenía fiebre.

apareció en el muelle hace unos minutos. Se desmayó en cuanto la saqué del agua- explicó James, notando que la joven comenzaba a pesar demasiado.

pasad, pasad- dijo la mujer apartándose y ofreciéndoles paso. Galatea sonrió nerviosa ante tal atención y entró, seguida de James. Los pequeños, al ver la escena, dejaron de reír y observaron a la matriarca White con los ojos vidriosos.

iros con esos pesados- ordenó la mujer a los demás, haciendo que la multitud de niños estallará en gritos de alegría y continuara bajando la calle principal. Rostine White sonrió para sí mientras volvía a entrar en su mansión. En realidad, cualquier excusa era buena para no tener que aguantar por más tiempo a todos esos chiquillos. Lentamente subió las escaleras, hasta llegar a donde estaban sus huéspedes. Las puertas se abrieron en el instante en que notaron la presencia de su dueña. Los dos jóvenes siguieron el ruido del bastón de la mujer hasta llegar al salón.

auch!- exclamó Galy al darse contra la esquina de uno de los sillones. A un movimiento de su mano, los candelabros que decoraban la rústica habitación se encendieron. James dejó con mucho cuidado a la joven desmayada en uno de los sillones, mientras Rostine hacia aparecer una bandeja de té.

me halaga que hayáis venido- dijo la mujer sonriendo ampliamente- esos críos llegan a desquiciarme en algunos instantes

lo sabemos, tía- respondió el joven sirviéndose algo de té en una taza. Rostine arrugó la nariz: la manía de su ahijado de llamarla "tía" nunca le había gustado, pero él parecía indiferente a todo cuanto ella le dijese.

no te hagas el listillo, James Shadows- respondió la matriarca White esbozando una pequeña sonrisa maliciosa- si hubieras ido con semejante chica a casa de tus padres...sé de alguien que te hubiera desheredado

Galatea y Rostine estallaron en débiles risas mientras el rostro del rubio se iba tiñendo de un rojo vivo.

¿y por qué tanto interés en acogerla?- preguntó James, cambiando de tema y clavando sus ojos verdosos en su madrina. Rostine borró su sonrisa y permaneció en silencio unos instantes.

James, Galatea, los dos sabéis mi profundo amor a mis poderes. Más incluso que a esos chiquillos de los que tanto me quejo-. Los dos jóvenes rieron por lo bajo, reconociendo esa absoluta verdad. Como bien supo Galatea al llegar a Kalion, pocas eran las familias que no tenían como matriarca o patriarca a algún hechicero o hada. La más famosa era, sin duda, Rostine White, conocida por todos por haber enseñado algunas facultades a la propia princesa Evenue sin tener ella capacidades mágicas.- Temo ser ya demasiado vieja como para luchar en la guerra que tanto planeáis, chicos. Mis niños me hacen olvidar este incordioso bastón, pero no es suficiente...

esta chica es hechicera, vosotros mismos habéis visto su arkum- continuó la mujer moviendo su taza de té con parsimonia- hace mucho que un hechicero con nivel llega a nuestra ciudad, y me temo que no vendrá ninguno con un nivel 4 como el de esta joven

Galatea abrió los ojos sorprendida. Una cosa era distinguir el arkum de una hechicera y otra saber su nivel. Sólo alguien como Rostine, antigua residente en Târsis, podía llegar a traducir aquella extraña alineación de piedras preciosas y signos ilegibles.

quiero ayudarla y ayudarme a mí misma. Esta chica, con mis conocimientos, podría llegar a ser muy poderosa- dijo la mujer implorante- dejadme sentir que aún sirvo para algo que no sea ser la niñera de todo Kalion, por favor

Los dos jóvenes compartieron miradas nerviosas. Galatea le confirmó a James lo que él ya sospechaba: la familia Abiméleck nunca aceptaría a una chica por las buenas, por lo que esa familia quedaba descartada. Los Nott, por otro lado, recurrían mucho al dinero y, lamentablemente, ninguno de ellos era lo suficientemente rico como para cumplir sus exigencias. Sólo quedaban los Shadows. James negó con la cabeza: no hacía ni siquiera una hora que habían aceptado a un hada de la tierra. Por mucho que dudasen, las White eran las únicas que podrían aceptar a aquella chica.

Antes de que alguien pudiera decir nada, Charlie abrió los ojos. James se acercó, notando la mirada sonriente de Rostine en su nuca.

¿estás bien?- murmuró, ayudándola a levantarse. La muchacha asintió, aturdida. Sus ojos recorrieron el salón de cabo a rabo, parándose en Galatea y Rostine. Cuando su mirada encontró la de James, Rostine volvió a hablar.

bienvenida a Kalion, pequeña-dijo con su voz más alegre. Charlie no pudo contenerse un gesto de alegría: lo había conseguido, estaba en Kalion.

gracias...- comenzó a decir la joven, sintiendo ser el centro de atención- ¿cómo...cómo he llegado yo aquí?

te traje yo- contestó de inmediato James luciendo su mejor sonrisa- te encontré hace media hora en el muelle y...

¡qué modesto!- saltó Galy levantándose y saludando a la joven- yo le ayudé. Encantada de conocerte...

Charlie, me llamo Charlie-. Galy también se presentó, estrechándole la mano a la muchacha con una sonrisa.

siento no levantarme, señorita Charlie, pero mis piernas ya no son lo que eran. Si quieres estrecharle la mano al bastón...- comentó Rostine White, haciendo que el trío de jóvenes estallara en carcajadas. Charlie saludó al bastón y se sentó con James y Galatea en un sofá.

querida, temo decir que te he acogido aquí por ese brazalete- reconoció la mujer al cabo de unos minutos. El rostro de Charlie se ensombreció: se había imaginado que Kalion no podía ser prefecto: la esclavitud que tanto proclamaba el Onymus lamentablemente también había llegado a esa ciudad.- Charlie, sabemos que acabas de salir de Târsis pero las cosas no están lo suficientemente bien como para que duermas en la calle

¿por qué?- murmuró la joven alzando una ceja. Ahora era Rostine quien mostraba un gesto de tristeza, pocas veces visto por James.

desde hace años, un clan del Onymus se ocupa de "limpiar" las calles de delincuentes y vagabundos. Los utilizan para aumentar sus poderes, pero a nadie le importa con tal de no tenerlos apostados en sus casas. Las DârkSín son así, debemos aceptarlo, pero en Kalion se intenta que no ocurra eso

entonces... ¿debo unirme a una familia?-. Su pregunta quedó flotando en el aire unos segundos: había otra opción, pero mucho más peligrosa. Galatea la conocía bien puesto que ella había sido una de las pocas personas que había aceptado el reto de lealtad de la Princesa y había sobrevivido. Pocos eran los habitantes de Kalion que conseguían entrar en la familia de la princesa Evenue, y muchos menos llegaban a tener la oportunidad de ser sus confidentes.

mi familia estaría encantada de darte cobijo, Charlie- respondió Rostine White al fín- pero debes decidir tú lo que quieres hacer...

Había pasado un mes desde el comienzo de la primavera. El olor de los olmos llegaba de todos los lugares del parque, llenándome de una tranquilidad casi irreal. Era tan difícil soportar a los pequeños aquellos meses de sol y lluvia que ahora, cualquier momento era bueno para escaparme y recorrer los jardines de la princesa. El viento soplaba del oeste, enredando aún más los espolones de las diminutas torres que decoraban el Gran Salón del castillo.

me imaginé que estarías aquí- murmuró una voz acercándose hasta donde estaba y sentándose a mi lado. Sus ojos verdes brillaron como siempre, recordándome aquella época en la que mi arkum me salvó la vida. Desde entonces, y a pesar de las muchas protestas de la matriarca de mi clan, el talismán había permanecido unido a mi piel.

odio a Ronnie- contesté, escondiendo la cabeza. James rió ante la respuesta: siempre decía lo mismo cuando me pillaba escabulléndome de la mansión White. Ladeó la cabeza, dándome a entender que eso no me serviría de excusa después de haberle tenido dándole vueltas por todo Kalion buscándome.

déjate ya de lamentos, Charlie- dijo chasqueando la lengua, algo que siempre me ponía histérica- pronto llegará la celebración del cumpleaños de la princesa y podrás deshacerte de esos pesados durante unas horas

¿unas horas?- chillé, llamando la atención de uno de los guardas que me miró con reproche- eso no es nada comparado con las horas que me he pasado intentando que comiesen el caldo de pollo de Lisie

es que Lisie cocina horrible...- reconoció James intentando esquivar mi mirada de odio

de acuerdo, digamos que utiliza demasiada pimienta. ¡Pero tampoco es tan horrible!- reí, sabiendo que por mucho que quisiera mentir, todos los de mi familia rezaban para que nunca le tocase cocinar a Lisie.

hablando de familias... ¿has oído el último chisme de Alexia?- comentó, esquivando mi mirada. Yo negué con la cabeza, absorta en mis propios pensamientos (¿le tocaría cocinar hoy a Lisie o a Julia? no, por favor, todo menos eso).

dicen que pronto las familias White y Shadows estarán más unidas que nunca- dijo en un susurro casi inaudible James, como si no quisiese que lo escuchase

bah- exclamé, sin darle importancia- otro chisme más

¿y si te dijera que no lo es?- preguntó, acercándose a mí y pasando un brazo por mi cintura. Mis ojos se abrieron de la sorpresa mientras él me besaba.


Después de veinte hojas leyendo dramas ya era hora de que saliese la parejita de James con Charlie, una pareja en mi opinión bastante amistosa pero según los extraños personajillos que se lo leen por msn está muy bien descrita...

¿qué opináis vosotros? Sólo tenéis que darle al Go!

Ly