Notas previas: Este capítulo va dedicado a mi buena amiga Vermi-chan, que sé que hoy es un día espcial para ti. Ya sé que te lo dije hace ya 10 horas, pero da igual, FELICIDADES y que lo disfrutes.

La desaparición del as de corazones

Parte 1

En el restaurante Macarroni

A medianoche

-Pero, Shinichi, estás paranoico, hace ya una semana que nos lo dijiste y ni vigilancia ni nada, no he detectado nada.

-Heiji, sinceramente, esperaba más de ti.

Los 5 jóvenes se encontraban en la terraza de un restaurante bastante conocido en la ciudad londinense, conversando acerca de los temores de Shinichi y esperando a la llegada de uno de su amigos, al que hacía tiempo que no veían.

-Yo creo que Heiji tiene razón, Shinichi, me parece que te estás pasando.

-Kaito, tú eres de esos que sólo teme al lobo cuando le ve las orejas, pero no sabe que entonces ya es demasiado tarde ¿no?

-No, Shinichi, yo soy de los que piensan que hay un límite entre lo lógico y las alucinaciones.

Hideo, que había estado hablando por el móvil, interrumpió la discusión, antes de que ésta empezara:

-Ey¿visteis el otro día el mundial de Moto GP? Como iba el italiano ese... era una bala, ni siquiera el catalán ese pudo pillarlo...

Shinichi, que tenía la espalda apoyada en la barandilla, miró al cielo y le dijo:

-La vida...

-Perdón?- Maokoto, que estaba con los brazos cruzados sobre la barandilla, al igual que el resto, sentía que se había perdido gran parte de la conversación.

-Que es muy extraña, Makoto. Los que un día son tus amigos, al día siguiente se convierten en tus peores enemigos y te ves enfrentándote a él, todo por alguna estúpida razón, que de tu corazón ha desbancado la amistad.

-Shinichi- interrumpió Kaito- ¿no estarás hablando de Araide, verdad? Lo digo porque tu cara de satisfacción cuando lo metimos entre rejas no es comparable a ninguna.

-No Kaito, era sólo una simple reflexión.

En ese momento, bajó la mirada y al instante levantó un brazo y gritó "Eyyy, que estamos aquí" Inmediatamente, vieron como alguien se acercaba hacia ellos, se repartieron abrazos entre ellos y se dirigieron hacia dentro, donde se sentaron en la mesa que sus chicas ocupaban, al verles, ellas también se levantaron y saludaron al recién llegado, ya sentados, comenzaron las preguntas.

-Saguru, dime¿qué tal en España?

-Bueno, es un país verdaderamente interesante, la cocina es realmente buena.

-¿Ah, sí?

-Sí, y al igual que en Japón, cada zona tiene su especialidad. Por ejemplo, para comer buen pescado, ve al sur, a Andalucía, para unos buenos mariscos, ningún lugar como el norte, Asturias es realmente increíble¿los mejores plátanos? Vete a Canarias...

-Vale, vale. Espera 5 minutos a que traigan la comida y sigues, que me estás haciendo una agujero en el estómago...

-Heiji, sigues pensando sólo en comida...

-¡Calla!- gritó él, simulando enfado.

-Jajajajaja- en la mesa se extendió rápidamente una risa generalizada. Habían vuelto los viejos tiempos, aquellos en los que estaban juntos casi en todo momento y donde sólo importaba su amistad y sus chicas, no había ningún salido asesino o secuestrador tras ellos.

Lo poco que quedaba la noche y el comienzo de la mañana, lo pasaron bailando y comiendo a más no poder, mientras que los bidones de cola empezaban a desaparecer.

Ya comenzaba a salir el sol, y sólo un coche estaba rodando en la carretera y ese vehículo era propiedad de Shinichi Kudo, uno de los jugadores más cotizados y uno de los 2 japoneses que se encontraban en la lista FIFA 100, en la que se encontraban los 100 mejores jugadores del mundo y de la historia. (El otro, por si a alguien le interesa, es Hidetoshi Nakata, jugador de la Fiorentina italiana, cedido al Bolton inglés)

En el asiento del conductor, un Shinichi Kudo sumamente concentrado en la carretera, pero también en todo lo que había hablado con Saguru.

-F-L-A-S-H-B-A-C-K-

Shinichi había vuelto a salir a la terraza, esta vez acompañado sólo por Hakuba, ambos se cruzaron de brazos y se inclinaron sobre la barandilla, Shinichi apuró su vaso de agua y dijo:

-Saguru¿has conseguido algo?

-Nada, Shinichi, nada. He hablado con los contactos que tenemos en el FBI (Federal Bureau of Investigation), la CIA (Central Intelligence Agency), Scotland Yard, INTERPOL, con mi amigo Hiroshi, de la JDA (Japan Defense Agency), con mis amigos de la NDA (National Defense Academy), incluso llegué a preguntar en el CNCA (Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista), ya que hice trasbordo cerca, pero nada. Todo lo que dice es que es el director de la editorial Mashimaki, que tiene 28 años, y que es accionista de varias compañías ¿Estás seguro de que ése era su nombre?

-Sí, al menos eso me ha dicho mi padre...

-Está bien, también he hablado con nuestros chicos de Inteligencia y Espionaje. Según dicen, el satélite que lanzamos secretamente hace un año está en perfectas condiciones, y como ya le hemos introducido los datos que querías, está bajo vigilancia 24 horas al día.

-Más nos vale que sea así, no me lo perdonaría si yo resultase tener razón... y le pasara algo a Ran...

-Tranquilo, Kudo, todo está completamente bajo control.

-Confiaré en ti, Saguru. Bien, cambiemos de tema¿qué tal las españolas?

-¿Las tortillas? Buenísimas, tío, son las mejores tortillas que he probado jamás.

-Imbécil, hablo de las chicas...

-Chicas o grandes, están buenísimas, sobretodo cuando la hacen dejando el huevo casi sin hacer...

-Saguru, te hablo de tías, mujeres, esas cosas... ya me entiendes.

-Ah, eso... pues hay algunas que están bastante bien, en particular una vecina mía... el problema es que nos teníamos que comunicar en inglés y, la verdad, no es mi fuerte, y cuando ya empezamos a medio hablar en español, va y estos dirigentes del Portsmouth me ficharon y mírame, estoy aquí, con vosotros y sin una chica realmente buena con la que compartir mi vida.

-Tranquilo, Saguru, vente un día de estos con nosotros al centro de la ciudad, verás como las inglesas también merecen la pena.

-Está bien, veré que puedo hacer con mi agenda... han cancelado la copa de Asia, y mi equipo, este año, empieza la temporada dentro de un mes y medio, tienes hasta entonces para decirme la fecha.

-De acuerdo- respondió Kudo, sonriendo.

Y así continuaron, hablando de trivialidades, hasta que Ran se acercó y le pidió a Shinichi que la llevara a casa, que no se sentía demasiado bien...

-F-L-A-S-H-B-A-C-K-

Miró hacia el asiento de su acompañante y al contemplar el rostro dormido de su mujer, pensó que quizás pensaba demasiado, que se comía el coco por una simple y estúpida ilusión, pero él siempre había pensado que mejor que te pusieran tres inyecciones a coger una sola enfermedad.

Llegó a su casa, llevó a su mujer a su habitación, se quitó la ropa, quedándose en calzoncillos y se echó a dormir, esperando despertar de esa amarga pesadilla en la que se había sumido.

A la mañana siguiente, cuando despertó, se encontró abrazando a su esposa, con su cabeza completamente cubierta por los cabellos de ella y preguntándose como demonios seguía vivo. Abrazó la cintura de su mujer con fuerza y lentamente comenzó a acariciar el firme vientre de su esposa, cuando noto algo que hacía ya 5 años que no notaba, algo que se movía, que respiraba y palpitaba y algo que daba sentido al por qué Ran le pidió irse de una fiesta. Shinichi se dio cuenta en ese momento que aquello le haría tener que reforzar la seguridad, que a pesar de que tuviera cámaras cuidando de todos los ángulos de la habitación, salvo la cama y el baño, fuera a ser que algún guardia se descentrara... igualmente pondría dos GPS a Ran, para prevenir cualquier tipo de tentativa o algo así, pero también era otro problema¿y si a su posible secuestrador se le ocurría atacarla en el hospital? No, en ese caso él mismo en persona se encargaría.

Se levantó suavemente, se puso unos vaqueros sin abrochar y se dirigió a la cocina, de donde salió poco después con una bandeja en la mano, cuando llegó a su habitación, se acercó lentamente a Ran y susurró lo más bajo que pudo:

-Ran...

Ella, al oírle, comenzó a desperezarse lentamente, Shinichi sabía que eso mismo, 3 meses atrás habría sido imposible, pues cuando Ran dormía era como si estuviera inconsciente, pero le ocurrió lo mismo cuando estuvo embarazada de Junichi y de Shinji, el olfato de Ran se volvía extremadamente sensible a la comida.

-Ran-chan, chôshoku de gozaru.

Ran, al percatarse de que en la bandeja, Shinichi traía un vaso con zumo de naranja, un vaso de EKO y unas galletas integrales, se percató de que Shinichi se había dado cuenta, así que actuó en consecuencia.

-Arigatô gozaimasu, aijô, 2 meses.

Shinichi no se lo pensó dos veces, puso la bandeja en mesilla de noche y se abalanzó sobre su mujer, abrazándola al tiempo que empezaba a besarla con felicidad por todos lados. Cuando paró, se puso frente contra frente junto a ella y le dijo:

-No estaría mal que fuera una niña¿no?

-Sí, tanto niño en esta casa me está cansando...

-¿No me estarás llamando niño a mí, verdad?

-No... ¿qué motivos tendría?- contestó ella, juguetonamente.

-¿Ah, con que esas tenemos, no?

Se lanzó sobre Ran y comenzó a hacerle cosquillas por un lado y cuando ella intentaba cubrirse él atacaba el otro flanco, un plan infalible, pero Shinichi no contó con que su mujer diera un tirón ascendente de caderas, haciendo que él quedase a horcajadas sobre ella, pero sin ejercer ninguna presión sobre Ran, momento que ella aprovechó para girar ligeramente las muñecas del ex detective, sin hacerle daño pero consiguiendo que él no tuviera punto de apoyo, así que fue un juego de niños hacer que la situación cambiara y fue ella quien estuvo sobre él y le devolvió sus ataques, pero no por mucho tiempo, ya que él levantó el rostro dándole un beso en los labios a Ran, que no pudo resistirse y continuó el beso, y así estuvieron continuando con el juego durante bastante tiempo, pero no se percataron de que alguien les observaba furioso desde la ventana...

Notas del autor: Ya estoy aquí de nuevo, pero el tiempo apremia y tengo que irme pronto, así que seré breve.

Muchas gracias tanto a Vermi-chan como a Seishiro, que ya sabéis que es un honor recibir reviews de vosotras dos.

Cualquier tipo de duda lingüistica, o de cualquier otro tipo, me la apuntáis en un review.

Y ahora, con el reloj maracando las 10:00 AM, y mi padre gritando que suba al coche,

se despide

michel 8 8 8