Wolas! Ya estoy aquí, no sé si he tardado mucho pero puedo deciros que me he dado prisa para actualizar, sobretodo teniendo en cuenta los desmarches que llevo últimamente.

Tengo varias cosas que decir... ¡HEMOS LLEGADO AL REVIEW 101! Muchas gracias a todos, la verdad es que me hace muy feliz.

He de advertir que este capi no es recomendable para las personas que sean propensos a los ataques al corazón, hay demasiadas sorpresas y os juro que en el primer y el segundo párrafo ya se encuentra la primera así que...

Si, también he puesto la conversación de Kaoru y Aoshi, aunque hay otro invitados, quizá no sea lo que os esperábais pero bueno, se ha intentado.

No digo nada más porqué incluso yo estoy nerviosa para que lo leáis.

Nos vemos a bajo!


Kenshin se removió entre las sábanas y notó el calor de un cuerpo cercano al suyo. Abrió los ojos y empezó a acostumbrarse a la luz que entraba entre las cortinas, giró sobre si mismo y enfocó el cuerpo yaciente a su lado.

Tomoe.

Aún no se explicaba como había pasado todo. Hacia un mes que la había conocido, el mismo día que había tenido el encuentro con Kaoru (con la cual no había vuelto a hablar).

Todo empezó porqué a la mayor de los Yukishiro se le había escapado él autobús, hacia una semana que se estaban conociendo y enseguida hicieron buenas migas, así que como buen amigo la llevó a su casa.

Había descubierto que vivía en un barrio pobre y en un apartamento pequeño, Tomoe le informó que vivía con su hermano pero que él estaba trabajando para poder conseguir ver a la hija de este y le contó la historia fatídica de su hermano y porqué ella, aún con el buen sueldo que cobraba, no podía permitirse algo mayor.

Después de eso, la estaba besando y terminaron en la cama.

La mañana siguiente, cuando se despertaron, vio en él rostro de ella la misma sensación que sentía él, traición y se prometieron que nunca jamás volverían a estar así y des de entonces, noche tras noche, rompiendo la promesa, se encontraban.

Tomoe miró a Kenshin sumido en sus pensamientos y el remordimiento empezó a corroerla, ella… no podía estar haciendo eso, no otra vez.

-Me voy – la chica se levantó y se dirigió al baño, Kenshin no se lo impidió, él hacia exactamente lo mismo cuando era casa de ella, no sabía que tipo de relación tenían, no era sexo a secas pero tampoco hacían el amor – No te quiero Kenshin, no puedo quererte – informó Tomoe parándose delante de él y mirándolo a los ojos justo cuando salía del edificio

-Yo tampoco puedo quererte Tomoe, y me duele – la chica acarició suavemente su mejilla

-Entonces… nos vemos – se empinó y dio un suave besos en los labios del pelirrojo, después se fue caminando hacia su casa


Tomoe cerró la puerta de su apartamento con fuerza y se dejó caer pesadamente en el suelo, hacia dos días que vivían en un nuevo barrio, de mejores condiciones que el anterior.

Enishi iba a terapia mientras tenía dos trabajos, uno de marinero en el puerto y el segundo de camarero, uno por la mañana y otro por la noche. Se esforzaba, y el asistente social que los asesoraba decía que, si todo iba igual y Enishi no intentaba acercarse a la fuerza a su hija quizá pudieran llegar a algún pacto.

Pero lo que realmente le preocupaba a Tomoe era su traición, su traición a Akira Kiyosato. Su traición doble. No hacia ni una semana que había recordado "su pasado" en la Era Meiji, de cómo llegó a querer a Battousai al final aunque continuará amando a Akira.

Cerró los ojos con impotencia. Lo había intentado miles de veces, había intentado no ver a Kenshin pero siempre terminaban juntos, era como una atracción, pero al igual que él, sentía que algo no iba bien, que esa relación no los llenaba pero aún y así… seguían viéndose.

Se levantó del suelo y se encaminó al centro de la sala. En una estantería, había fotos. Una de sus padres cuando eran jóvenes (aunque nunca habían llegado a viejos) con ella y Enishi en brazos. Otra era de sus tiempos de adolescente y otra de su madre en sus 15 años, junto con una chica de cabello azabache y ojos verdes y otra de cabellos café y ojos del mismo color, en el pie de la foto decía "Por Siempre Guapas, Tokio & Yumi & Tae"

Y en el centro, una foto de Enishi y ella junto con un chico un par de años más grande que ella. Era de un año después de la muerte de sus padres, ese chico la había ayudado a superar la depresión en que había caído y de ayudar a Enishi en su papel de padre de familia. Ese chico… Akira Kiyosato.

Aún recordaba como se había enterado de su muerte. Una llamada telefónica, la recordaba como si fuera ayer.

---------------------------Flash Back------------------------------

Tomoe salió apresuradamente del baño para coger el teléfono.

-¿Diga?

-Señorita Tomoe Yukishiro

-Yo misma

-¿Es usted familiar de Akira Kiyosato?

-Soy su prometida

-Lamento decirle señorita Yukishiro que el señor Kiyosato ha ingresado de urgencia en el hospital

-¿Hospital?

-Ahora mismo lo están atendiendo y…

-¿Cómo está?

-No me está permitido revelar su estado

-¡Cómo está? – volvió a preguntar la chica con la voz entrecortada

-Por favor, venga al hospital – y sin más colgó. Tomoe tardó en reaccionar dos minutos, ahí parado con el auricular del teléfono en la mano y se dio prisa en llamar a Enishi, que contaba con 18 años, para que la llevase al hospital

-Hola – Tomoe se acercó apresuradamente a recepción mientras su hermano aparcaba el coche – Me dijeron que mi prometido estaba aquí – la mujer la miró con arrogancia y ella se preguntó mentalmente porqué la gente no tenía un poco de consideración en un momento tan crítico

-Nombre

-Akira Kiyosato

-Yo lo atendí – dijo un hombre que tenía pinta de médico en práctica, la recepcionista se giró y fue a atender a otro visitante, en ese momento llegó Enishi - ¿Familiares?

-Soy su prometida y él es mi hermano – dijo Tomoe, tenía un par de lágrimas en los ojos

-Su prometido se encontró en medio de un atracó, presentaba un par de heridas de balas, una en la frente y otra en el abdomen, intentamos extraer la de la frente pero todos nuestro esfuerzos fueron inútiles

-Vaya al grano – replicó Enishi mientras aguantaba a su hermana

-Yo y el cirujano Kenshin Himura lo atendimos pero… ya estaba todo perdido – Tomoe se desmayó ahí mismo

---------------------------Flash Back------------------------------


Kaoru entró en el hospital, como ya era de costumbre de ese mes, sola mientras Aoshi aparcaba. No había ido a vivir a otra casa porque no quería preocupar a sus hijas. Vio a Aoshi entrar y saludar a Megumi. Más de una vez tenía que aguantarse las ganas de salir corriendo y tirarse al cuello de su marido para besarlo pero no haría nada de eso sin una explicación.

Aoshi vio desaparecer a Kaoru, no le había contado nada porqué Saito había estado fuera dos semanas y quería que él también estuviera presente pero, ahora, ya no habían más excusas, si ella quería alejarse ya no podía impedirlo.

Vio entrar a Kenshin, aún no sabía si odiarlo o perdonarlo porqué quizá, él, en la misma situación, hubiera hecho lo mismo.

Se dirigió al despacho de Saito, se encontró con Tokio que hablaba con él y salió del despacho con un gran golpe de puerta, la verdad era que Hajime Saito era el único capaz de exasperar a Tokio.

-Tenemos que hablar Saito – fue lo único que dijo cuando entró en el despacho


Aoshi vio como Kaoru se dirigía hacia la zona de análisis. Era ahora o nunca

-Kaoru – la chica se giró sobresaltada

-Aoshi… ¿qué… qué querías? – preguntó nerviosa y al parecer lo estaba mucho porqué se estaba destrozando los labios de tanto mordérselos

-No te muerdas los labios se estropean – dijo el hombre acariciando suavemente la carne de los labios

-Es inevitable – sonrió Kaoru avergonzada y roja por el acercamiento de Aoshi

-Si, lo sé, pero son más bonitos cuando no están mordidos y rojos – sonrió el hombre, Kaoru lo miró a los ojos y él le devolvió la mirada, sin poder evitarlo y casi como acto reflejo Aoshi agarró la cintura de la chica y la estrechó contra él – Te quiero Kaoru – sus labios se acercaban, Kaoru miró sorprendida el rostro de Aoshi, había algo dentro de ella que le decía que se alejara y otra que se acercara

-¡Shinomori! – una voz masculina los hizo separarlos

-¿Qué? – respondió de mal humor Aoshi después de haber soltado a Kaoru

-No quería molestarte pero… - respondió de mala gana Kenshin e iba a continuar si no fuera porqué había visto a Kaoru detrás de Aoshi – Tenemos una urgencia – respondió aún con más rudeza

-Yo me marchó.

-¡Kaoru! – la llamaron los dos hombres que después de eso se lanzaron una mirada asesina – Quiero veros a los dos por la noche – dijo Aoshi a Kenshin y Kaoru – Es importante – Kaoru sintió como un peso se aligeraba de sus hombros, por fin Aoshi se dignaba a decirle algo

-Está bien – dijo Kaoru y Kenshin solo pudo asentir, a partir de entonces empezaría la verdadera lucha


Kaoru entró en el restaurante preferido de su padre, había ido a casa de Misao para pensar con claridad y se había arreglado ahí, interiormente pensó en reprochar a Aoshi por hacer una conversación tan importante en un sitio tan elegante.

En una esquina del restaurante pudo ver las miradas de odio que se dirigían sus tres ocupantes, Aoshi, Kenshin y Hajime Saito

-Lamento llegar tarde – se disculpó Kaoru cohibida al ver tres pares de ojos mirándola

-No importa hija, siéntate – indicó Saito un sitio a su lado

-Gracias papá – los cuatro se miraron nerviosos

-Kaoru… - empezó Aoshi nervioso pero fue cortado por la camarera que les ofreció la carta, pidieron y esperaron el primer plato

-¿Alguien va a empezar? – preguntó divertido Saito, aunque realmente estaba bastante preocupado

-¿Por qué tengo estás "visiones"? – fue lo primero que preguntó Kaoru - ¿Por qué pierdo conciencia de quien soy yo?

-Creo que debemos empezar por el principio – informó Aoshi – Estás reviviendo una vida pasada Kaoru

-¿Vida pasada¿Me estás diciendo que soy una reencarnación? – Aoshi asintió.

-Todos lo somos – sonrió Saito

-Nuestras vidas pasadas se sitúan en la Era Meiji – empezó Kenshin – Yo… era un asesino, el mejor en el arte de la espada – Aoshi y Saito lo miraron

-No hace falta fanfarronear Battousai – fue lo único que dijo Saito

-Hasta que un buen día mate a mi mujer, Tomoe Yukishiro

-¿Yukishiro¿No es la hermana de Enishi? – Aoshi le hizo un gesto para que callará.

-Después de eso empecé a vagabundear por Japón hasta que llegué a Tokio y encontré el dojo Kamiya, tu dojo Kaoru – Kenshin sonrió con nostalgia – Me acogiste aún sabiendo que era el asesino más buscando y me aceptaste como un más en tu extraña familia, junto con Yahiko, Sanosuke y Megumi – Kaoru calló, después preguntaría – Hasta que un buen día… me enamoré de ti y lo más gracioso no era que simplemente no era digno de ti sino que además tu me correspondías, amabas a un asesino despiadado que había matado a miles de personas

-Se deben conceder segundas oportunidades a la gente – fue lo único que dijo Kaoru, recordando a Enishi y la petición de ver a Tsubame, se revolvió nerviosa, tenía demasiadas cosas en las que pensar

-Eso me lo dijiste una vez – sonrió Kenshin – Vivimos felices y tuvimos un hijo hasta que…

-Hasta que la abandonaste Battousai, te fuiste a dar la vuelta por Japón a salvar a la gente dejando a tu hijo y a tu esposa – tajó Saito

-Saito por favor – intentó decir Aoshi aunque él había pensado en jugar ese argumento

-Battousai… era el nombre que tenían por tu técnica de lucha ¿verdad? – preguntó Kaoru

-Así es. Cuando reencarné en esta vida y recordé mi pasado, también me acordé de ti y me propuse ser la mejor persona que hubieras conocido para poder darte una vida mejor sin enemigos que te buscarán para tomar venganza ni sangre que manchará mi pasado – cogió suavemente las manos de Kaoru por encima la mesa – Vine a buscarte Kaoru pero…

-Llegaste tarde – dijo Aoshi y Kaoru se deshizo de las manos de Kenshin

-No… no puedo recordar todas las cosas, no soy capaz – Kaoru cerró los ojos - ¿Y vosotros?

-Por alguna extraña razón todos nos hemos reencarnado en esta época – dijo Saito – Tu no eras mi hija, Tokio si era mi mujer en el pasado, pero debo decirte que nunca nos llevamos demasiado bien, aunque ahora te quiera – Kaoru sintió un calorcito por dentro ante la confesión de mi padre

-Yo me casé con Misao, tu mejor amiga en aquel entonces, y Sanosuke y Megumi nunca estuvieron juntos – dijo Aoshi – Yahiko terminó casándose con Tsubame y Ayame solo era una conocida tuya

-¿Misao? – Aoshi apartó la vista interrogante de la chica

-Por eso, cuando nos distanciamos mientras tú salías con Enishi, yo salí con Misao. Llegué a pensarme que, si alguna vez amé a Misao, podría volver a hacerlo, me equivoqué, causando dolor y sufrimiento a dos de las mujeres más importantes en mis dos vidas

-Aún no entiendo

-Es normal Kaoru – dijo Saito cogiéndola de las manos – Todos esto parece irreal pero lo más irreal es que en ti habitan dos Kaoru's, la de ahora, la que quiere a Aoshi, y la de antes, la que quiere a Himura

-Por eso cuando pierdo la conciencia siempre voy en busca de Kenshin – Kaoru se estaba mareando, no podía ser… tanta información y de golpe - ¡Pero es imposible!

-No lo es – negó su padre

-Pero papá… entonces, los sentimientos que siento, que Ayame sea mi hija, que tuviese una hermana, mis recuerdos… todo es falso, está conteniendo a una Kaoru antigua que lucha por salir en la busca de un amor pasado

-No ahora Kaoru. Tienes que aprender a discernir entre el pasado y el presente – dijo Aoshi – Te costará pero…

-¿Des de cuando lo sabes?

-Des de que empezaste a salir con Enishi

-¿Y tu papá?

-Des de siempre, tu madre no sabe nada

-¿Y me lo habéis ocultado! Algo tan… importante

-No lo hubieses entendido

-¡No lo entiendo ahora! – se levantó indignada, medio restaurante la miraba - ¡No quiero y no puedo entenderlo! – se dirigió hacia la salida del restaurante chocando de pleno con un camarero – Lo siento yo…

-Kaoru

-¡Enishi! – lo miró a los ojos, no eran los mismos ojos de odio que tiempo atrás la miraban ahora eran más puros

-Kaoru… tenemos que hablar - Kaoru miró a Enishi confundida ¡Es que todos los problemas le venían encima al mismo tiempo?

-Ahora no por favor – miró hacia atrás como Aoshi salía en su busca y salió del local, buscó a un taxi que por suerte llegó antes que Aoshi y se dirigió hacia casa de Megumi


Después de verlo revisar un par de cosas con Tokio y ver entrar a Kenshin se retiró hacia la cafetería para encontrarse con Misao y Sanosuke, aún no había procesado la información y vivía en casa de Misao durante una temporada, no entendía nada, era irreal.

No podía ser que… bueno de poder ser lo era porqué ahora entendía parte de los extraños sucesos que le habían pasado pero… no podía hacer eso que Aoshi había dicho "discernir el pasado del presente", era incapaz.

-Estas semanas de abstinencia te están sentando mal Jou-chan – informó Sanosuke cuando Kaoru se dejó caer en la silla

-Claro, como tu y Megumi últimamente flotáis a dos metros del suelo con la cara de "He tenido un sexo fantástico" pues te dedicas a criticar a los demás – dijo Misao mientras llevaba un café y un croissant a Kaoru – Come Kaoru, te sentará bien, hace unos días que estás pálida

-No me encuentro nada bien y no me entra nada

-¿Estás enferma? – Sanosuke le tocó la frente

-No, no tengo fiebre. Creo que es algo del estomago, estoy yendo al baño de manera continua

-Bueno, entonces voy a cambiar el café pero una camomila ¿si? – Kaoru agradeció a Misao el gesto, aunque de solo ver a Sanosuke comer de una manera tan… entusiasta ya que se le estaba removiendo el estómago

-Sé más educado hombre – le dijo Megumi a su novio no oficial

-Si Kitsune – pero pasó olímpicamente de ella, aunque Megumi ya se lo esperaba, Misao dejó la camomila a Kaoru y le indicó que comiera

-Me parece que Aoshi te busca – informó Megumi

-Pues que siga buscando – fue lo único que dijo después de dejar la infusión y empezar por la pasta

-Habéis estado muy raros este mes y medio – dijo Misao

-Y parte de la culpa es tuya – informó Megumi que era la única persona que sabía lo que pasaba en la pareja y también las "visiones" del pasado

-Megumi no necesito que me levanten la moral – dijo en tono irónico

-Solo quiero decirte que no tienes porqué mortificar a Aoshi, el pobre no tiene la… - pero Kaoru se levantó rápidamente y se dirigió al baño - … culpa. ¡Podrías tomarte la molestia de escucharme ¿no! – entonces miró a Misao y las dos entendieron a la perfección - ¿Voy yo o vas tu?

-Ve tu, no sé como abordar el tema – intentó escaquearse Misao

-Eres muy valiente para ir a ver a tu novio a la cárcel pero no para decirle la verdad a Kaoru

-¿Novio¿Cárcel? – preguntó Sanosuke que ya había terminado

-¿Quieres el croissant de Kaoru? – le acercó el plato Misao para que, al menos, estuviera un ratito más callado


-¿Kaoru? – Megumi entró intrigante al baño y vio como Kaoru se refrescaba la cara

-Ya estoy bien

-Sabes que tienes ¿verdad?

-No tengo ni idea – Megumi bajo los hombros, claro que lo sabía

-¿Cuándo tuviste la última regla?

-¡Vamos Megumi es imposible que este embarazada!

-Los signos indican lo contrario, nauseas con la comida y un retraso de un mes. Voy a decirle a Aoshi que te haga las pruebas

-No hay necesidad

-¿Por qué?

-Porqué no puedo estar embarazada, la última vez que estuve con Aoshi fue hace mes y medio y… - Kaoru se miró al espejo, no era posible… ¡No podía ser posible! Giró la cabeza para mirar a Megumi con temor, la chica asintió tristemente

-Hace menos de un mes que tuviste tu encuentro con Kenshin


¡Tachán! Ya está se terminó el capi, jiji, incluso yo estoy nerviosa para saber como continuará el fic (Sonrisa maliciosa)

Yo no sé como quedó la conversación entre Aoshi, Kaoru, Kenshin y Saito pero intenté hacerlo lo mejor que supe, además que es un tema delicado y cuesta bastante de entender pero pronto veremos avances en el tema, lo prometo,solo esperad entre un capi y dos (porqué aún estoy pensando en la estructura que van a tener)

Vaya, a Kaoru se le complican las cosas y todo le viene encima en el mismo momento, vamos a ver como lo solucionará y hay otro tema, Misao y Soujirou aún no he dicho nada de ellos pero próximamente sabremos que pasa con Seta y la pequeña Makimachi, jiji

Solo puedo decir que esperéis, gomen nasai.

Quiero dar muchas gracias por las personas que me han apoyada hasta aquí, consiguiendo 100 reviews en 12 capítulos (para mi es un record) y espero que no dejéis de enviarme reviews y así superar mi record, jiji.

También dar las gracias por sus reviews del capi pasado a the black misao, Alexandra Shinomori (sipi fuiste el 100, xD), michael 8 8 8, misao shinomori-12 y layla kyoyama. Muchas gracias

Ya sabéis, alguna duda, alguna suggerencia, crítica constructiva o felicitación (que nunca vienen nada mal, xD) dejadme un review ¿vale?

Muchas gracias por todo y nos vemos en el próximo capi

Se despide con un abrazo

Aya-Mery