Wolas! Si lo sé, no hace falta que me lo digáis ¡me retardé muchísimo! Lo siento mucho pero es que la verdad pasé una temporada sin inspiración. No me venía, me había quedado completamente seca, me parece que tenía las ideas bloqueadas. Hice este capi con un arranque de inspiración pero ahora vuelvo a sentirme sin ella así que no me matéis por la tardanza del próximo capi.

Como compensación he puesto como Kaoru le dice a Aoshi y Kenshin que está embarazada, realmente no quería hacer aparecer esta escena sinó que lo hiciera aparecer directamente como todos lo saben pero bueno, releyendo los reviews vi que era una escena importante y que no podía saltarmela. Espero que me haya quedado bien.

No os digo nada más porqué seguro que tenéis ganas de leer el capi

Nos vemos a bajo.


-Misao me siento incómodo – dijo Soujirou Seta enfundado en un traje chaqueta

-Saito no te recibirá sino es vestido así – se quejó la muchachita cruzándose de brazos. Miró a Soujirou, hacia una semana que había salido de la prisión (n/a: no sé si dije cuanto tiempo le quedaba a Sou-chan en prisión pero era poco tiempo ya que cuando Megumi, Sano y Misao fueron a la prisión revisaron a los que saldrían antes, un pequeño recordatorio, y para quienes tengan curiosidad Chapter VI) y lo había puesto al día, le había comprado un traje y además se había enterado de que el chico había estudiado informática antes de entrar en prisión y que sus resultados fueron muy buenos

-Eres demasiada buena conmigo – Soujirou miró a la chica a los ojos y ella se sonrojó – Te lo compensaré.

-Tan cierto como que me llamo Misao

-Y me encontraste un trabajo

-No es seguro pero lo cierto es que el hospital necesita un informático para que ordene las dadas y los programas y esas cosas – dijo Misao moviendo la mano para restarle importancia

-Me siento… raro – Misao sonrió y se acercó a él, se echó un poco de gomina en la mano y peino el pelo de Soujirou

-Muy guapo – Misao apartó las manos del cabello del chico y él, en un rápido movimiento, cogió sus manos y las besó con suavidad

-Gracias Misao, muchas gracias – la chica se inclinó y besó su frente

-Para esto están los amigos ¿no? – Soujirou asintió mientras sentía como una felicidad agridulce le recorría por dentro – Cuando lleguemos voy a dejarte en el despacho de Saito y después me iré a urgencias a trabajar cuando termines vienes a verme ¿vale?

-De acuerdo

-Tienes que contarme si todo salió bien – y dicho eso los dos se dirigieron hacia la salida donde Megumi ya los estaba esperando con el coche


Kaoru daba vueltas en la cama, una y otra vez y, delante suyo, un sobre, análisis.

Tanto Aoshi como Hajime habían estado de acuerdo que se cogiese baja por depresión, sonrió al recordar los privilegios que tenía por ser la hija y la esposa de los jefes.

Esposa.

No podía recordar nada, aunque le habían contado todo, aunque Kenshin le había entregado todos los documentos que había investigado sobre su pasado… ¡nada! Solo flashes y sensaciones que venían de vez en cuando.

Recordaba perfectamente como Yahiko y Tsubame (en la Era Meiji) junto a Megumi la habían ayudado a dar a luz a Kenji, su hijo y el de Kenshin.

También recordaba perfectamente la muerte de Kenshin, él apoyado en sus rodillas y mirando a los cerezos.

Pero no podía recordar su boda, su primera vez, su primer beso, como conoció a todos. ¡Nada!.

Dio otra vuelta

Y además las estúpidas nauseas. Aoshi la obligaba a comer dos veces al día. Ella obedecía, al fin y al cabo Aoshi sabía como chantajearla perfectamente. También él y Tsubame había reservado hora para el ginecólogo pero ella se negaba a ir, no hasta que aceptase todo lo que había pasado.

Megumi también había ido a verla, al parecer, ahora vivía con Sanosuke aunque sus padres no lo aceptarán y aunque cada mañana ella viniera con Misao y Sanosuke con su moto.

También sabía que Misao vivía ahora con Soujirou Seta, el hombre de la cárcel y que su padre, después de refunfuñar mucho aceptó que trabajará en el hospital ya que hacia falta urgentemente.

Y Enishi… Enishi le había enviado una carta, quería hablar con ella. Al parecer había ido a terapia, estaba consultado con un asistente social y con un abogado. Quería volver a ver a su hija. Enishi nunca le había dicho quería ir a los juzgados ni mucho menos, tampoco quería la custodia solo… ver a su hija, hablar una o dos veces al mes con ella. No había dicho nada de eso a Aoshi, él nunca lo aceptaría.

Un par de lágrimas se desprendieron de los ojos de Kaoru. A todo el mundo se le solucionaban los problemas y a ella… solo se le complicaban cada día más.

-Mami – la voz de Ayame hizo que Kaoru se secará rápidamente las lágrimas

-Ayame… ven cariño – la niña corrió hacia la cama y se subió torpemente en ella, Kaoru en retiró las mantas y dejó que la pequeña se escabullera dentro de ellas - ¿Qué haces aquí¿Y la guardería?

-Papá me dijo que… hoy no podía llevarme y que me quedase cuidándote – Kaoru sonrió mientras Ayame se acurrucaba en su pecho - ¿Es verdad que voy a tener un hermanito?

-Si, está creciendo aquí – Kaoru tomó la pequeña mano de su hija y la posó sobre su vientre

-¿Tan pequeño es?

-Si, pero irá creciendo

-¡OH¿Y entonces te volverás como una bola de billar?

-Pequeña sinvergüenza – sonrió Kaoru abrazándola – Una bola de billar con patas mejor – Ayame dejó ir una carcajada – Dormiremos un poco más y después vamos al parque ¿vale?

-Si – dijo la niña contenta. Kaoru sintió dormirse a la pequeña y decidió que saldría de esa depresión, no por ella, ni por Aoshi, ni por Kenshin sino por Ayame y por la criatura que estaba creciendo dentro de ella


Kaoru envolvió a su hija en una toalla grande y ella sonrió contenta. Se había bañado con su madre y ella había vuelto a sonreír.

-Ahora iremos al parque ¿vale? – Ayame dio una vuelta sobre si misma y sonrió – Voy a cambiarme

-¡Yo voy a la habitación!

-No te caigas – sonrió Kaoru viendo a su hija bailar sobre si misma, Kaoru se giró hacia el espejo y entonces lo vio, sus ojos eran… azules, azules mar. Cerró los ojos un par de veces y se los frotó, intentando hacer que sus visiones se quitaran pero una voz muy parecida a la suya detuvo las acciones de la mujer

-Soy yo, Kaoru Kamiya de Himura – Kaoru miró a su reflejo que movió lentamente los labios

-Pero…

-No puedo seguir así mucho tiempo, ni tu tampoco – la Kaoru del espejo suspiró con cansancio – Vamos a unirnos Kaoru

-¿Unirnos? Siento decirte esto… Kaoru – sonrió Kaoru con dificultad – Pero si nos unimos, algo… alguna de las dos… ¡se irá!

-Efectivamente

-Pero… entonces… Aoshi o Kenshin…

-Los estás dañando, estás casada con Aoshi pero a la vez piensas en Kenshin. ¡Estás esperando un hijo de él!

-Aún no es…

-Kaoru – las dos se miraron a los ojos – Un día, te dejó un solo día.


Tomoe volvió a salir, una vez más, de la ducha de Kenshin Himura. Miró el espacioso baño que tenía y se miró al espejo. Tenía remordimientos pero empezaba a querer a Kenshin al igual que él la empezaba a querer a ella.

-¿Estás bien? – preguntó la voz masculina de él

-Si, claro, ya salgo – se envolvió en una toalla y salió del baño cediéndole el puesto al anfitrión. Se vistió con la ropa de recambió y llamó a Enishi para decirle que estaba en casa de su "novio", aunque nunca supiera quien era. Enishi no aprobaba la relación sexo-trabajo-sexo que llevaba su hermana y mucho menos que parecía que había olvidado a Akira Kiyosato, ese hombre a quien él admiraba tanto pero Tomoe estaba segura que si Enishi llegaba a enterarse que con quien se veía era Kenshin Himura, el cirujano que no pudo salvar a Akira y que además no había dado la cara por él, Enishi lo haría picadillo. Preparó algo de comida y esperó a que Kenshin se terminará de preparar – Iré a la panadería para comprar algunas pastas

-No hace falta Tomoe – Tomoe lo miró y sonrió. Sabía perfectamente que Kenshin estaba "comprometido" con Kaoru Shinomori, actual esposa del jefe de urgencias, sabía, por boca de Kenshin, que ella esperaba un hijo y muy probablemente fuera de él y sabía, por boca de Kenshin, que entre ella y Kaoru, escogería a Kaoru

-Dos minutos – Kenshin asintió.

-Yo preparó café. – Tomoe cogió su pequeño bolso y salió del edificio.


Saito miró a Soujirou Seta, o pequeño desgraciado, como lo había hecho sufrir en el pasado y ahora… Seta estaba arreglando su sistema informático, ordenando las dadas con SU mujer.

-Tokio – la mujer se giró para mirar a Hajime

-¿Quieres algo Hajime? – preguntó prestándole atención

-Escucha… - pero su palabra se quedó en la boca cuando Soujirou, delante de una duda, reclamaba la atención de Tokio

-Tokio – Hajime volvió a repetir el nombre de la mujer con más fuerza

-¿Qué quieres Hajime? – ahora se podía adivinar por el tono cansado que Hajime se estaba haciendo pesado

-Nada, no quiero nada – Saito se puso las manos en los bolsillos y se dio media vuelta mientras maldecía por dentro la sensación de sentirse estúpido y enamorado

-No eres estúpido y me alegra que estés enamorado – Tokio se las había apañado para quedar entre los brazos de Hajime – Pensaste en voz alta – sonrió ella al ver la cara de confusión de Saito

-Retiro lo dicho – Saito en retiró sus ojos de los verdes de Tokio

-Estás raro Hajime – Tokio abrazó al hombre por la cintura acercando su cuerpo al de él

-Siempre he sido raro – Tokio tuvo que ahogar una risita – No te rías de mi pequeña mocosa

-Si gran doctor de prácticas – Tokio vio como Saito fruncía el entrecejo, sabía perfectamente que le picaba muchísimo

-Eres una niña rica y mimada

-Y tu un pervertido

-¿Pervertido?

-¿Te piensas que no te veo cuando me miras las piernas?

-Es culpa tuya por ir con estas faldas que no tapan nada

-Siempre he ido igual

-Menos cuando estabas embarazada

-Menos cuando estaba embarazada –admitió Tokio. Saito la abrazó fuertemente oliendo su aroma. La había echado tanto de menos, tanto. Y ahora, ahora que ella volvía a estar a su lado se volvía a sentir como el cuando tenía 22 años, como la primera vez que la vio, que la abrazó, que la besó… que la hizo suya y ahora se sentía, como anteriormente había dicho, estúpido y enamorado. Fue entonces como un escalofrío lo recorrió por dentro al recordar que la persona que había salido del amor que procesaba hacia Tokio estaba en problemas y... embarazada. Aún recordaba ese día como si fuera ayer cuando hacia ya dos semanas que Kaoru se lo había dicho, a él y a sus dos hombres

---------------------- Flash Back ----------------------

Kaoru tocó suavemente la puerta del despacho de Aoshi. Estaba nerviosa, se había hecho la prueba y era seguro que estaba embarazada. ¿Cómo se lo diría a Aoshi?

-Adelante – se tranquilizó enormemente al sentir la voz de Aoshi pero se volvió a tensar cuando, al abrir la puerta se encontró con Kenshin y Aoshi

-Lo siento, no quería interrumpir – susurró ella, esto ya no empezaba bien

-No interrumpes Kaoru, no te preocupes – dijeron los dos hombres a la vez, Kaoru solo pudo esbozar una sonrisa

-Supongo que has venido a hablar con Shinomori, yo ya me voy – Kenshin hizo ademán de levantarse pero Kaoru lo detuvo

-No… me parece que… lo que tengo que decir es importante… para los dos… los tres… bueno… los cuatro – terminó de decir Kaoru nerviosa

-¿Estás bien? – preguntó Aoshi ansioso y cogiéndola suavemente por el brazo la sentó en una silla

-Si, bueno, estoy más que bien – sonrió la mujer

-¿Entonces?

-Es que… no sé como abordar el tema

-Kaoru solo te pusiste así cuando… - Aoshi calló de inmediato - ¿Estás embarazada?

-Si – un par de lágrimas salieron de los ojos de Kaoru y Aoshi le faltó tiempo para ir y secárselas

-Pero cariño eso es maravilloso, otro niño en la familia, otro Shinomori – Kaoru cogió con suavidad las manos de Aoshi

-Aoshi… - más lágrimas salieron de los ojos de Kaoru – Es que… no sé si es tuyo Aoshi – y la vista de Kaoru se posó inevitablemente en Kenshin quién había estado callado viendo perdida la batalla una vez Kaoru quedará embarazada de Aoshi

-¿No… no sabes si… si es…

-Lo siento Aoshi, lo siento muchísimo pero…

-¡Serás desgraciado! – a Kaoru se le rizaron los pelos de la espalda y vio pasar como un rayo a Hajime Saito

-¡Papá por favor! – Kaoru se levantó intentando detener a su padre pero vio que cuando detuviera a Saito, a Aoshi le faltaría tiempo para intentar ahogar a Kenshin

-¡Hijo de mala madre! Serás… - Saito lo tenía cogido del cuello de la camisa con fuerza y hacia esfuerzos para no levantarlo del suelo

-¡Hajime! – la voz de Tokio sonó como melodía para los oídos de Kaoru

-¡No te metas Tokio!

-Hajime ya basta – Tokio se acercó a varias zancadas hacia su ex marido y el pelirrojo – Deja al señor Himura – miró a Saito que en ese momento lo había levantado del suelo - ¡Déjalo ya Saito! – eso pareció hacer efecto porqué Hajime tiró al hombre al suelo – Bien – susurró Tokio – Y ahora alguien… ¿me puede decir que pasa aquí? – dijo Tokio mirando como Kenshin recuperaba la respiración y Kaoru intentaba detener a Aoshi - ¡EH! – reclamó Tokio

-Este desgraciado ha dejado embarazada a nuestra hija. ¡Eso es lo que pasa! – exclamó furioso Hajime. Tokio miró a Kaoru quien oculto su mirada entre su flequillo

-Pues entonces no es solamente culpabilidad de él – dijo indicando a Kenshin – Kaoru también se ofreció, a no ser que la violará porqué entonces jovencito soy la primera en denunciarte – Kenshin miró a la mujer capaz de dominar a Hajime Saito, por fin la conocía y esos ojos verdes transmitían furia en esos momentos

-Fue por voluntad propia mamá – dijo Kaoru rompiendo el silencio incómodo

-Entonces Hajime, creo que el que tendría que estar enfado tendría que ser Aoshi y a quien deberías gritar es a Kaoru, al fin y al cabo es ella la que tenía compromiso y no Himura

-¡Es tu hija Tokio!

-¿Te piensas que no lo sé¡Perdí a una hija por un embarazo no deseado! – lágrimas surcaron el rostro de Tokio y Saito corrió a estrecharla entre sus brazos

-Es problema vuestro, tu madre tiene razón – dijo Saito – Pero como vuelvas a acercarte a mi hija te rompo la cara y te juro que Aoshi me ayuda – le escupió a Kenshin y después salió del despacho con Tokio entre los brazos

-Lo siento… - Kaoru volvió a romper el silencio – Siento… causar… tanto dolor

-Kaoru… - pero la muchacha ya había salido del despacho

---------------------- Fin Flash Back ----------------------


Kenshin se encontraba en la puerta de su apartamento. Ya era hora de ir a trabajar y Tomoe aún no había vuelto de comprar las pastas, aunque era lógico, ahora mismo la panadería debía estar a tope. Vio aparecer a la mujer por la esquina, iba con una sonrisa y se acercó a él.

-Lo siento, la panadería estaba llena – se disculpó ella con un beso en la mejilla

-No importa, nos las comeremos por el camino – la chica asintió. Esperó mientras Kenshin sacaba su coche del aparcamiento y subió en él - ¿Qué compraste? – preguntó el chico

-Unos croissant

-¿De chocolate? – Tomoe sonrió tiernamente

-De chocolate

-Perfecto – Kenshin giró la cabeza para mirar a Tomoe, se veía preciosa mientras rebuscaba en la bolsa el croissant de chocolate y entonces, en un Flash Back la imagen de Kaoru diciéndole que estaba embarazada lo heló. Amaba a Kaoru pero… quería a Tomoe y…

-¡Kenshin cuidado! – Tomoe gritó al pelirrojo, él miró hacia el frente y vio como se le había cruzado una viejita acompañada por un niño pequeño, su nieto. Hizo un giró de volante y su coche dio una vuelta de 180 grados, volvió a girar el volante para que se estabilizará y piso el freno chocando inevitablemente contra un muro destrozando parte del coche


Ya está¿Cómo quedó?

A ver, tengo varias cosas que decir. Hace muchísimo que no sabemos nada ni de Sanosuke ni de Megumi, y tres cuartos de los mismo con Misao y Soujirou, por eso, de estos dos últimos, introducí la primera escena aunque ya os digo que habrá más pero hasta ahora no han tenido cabida.

Que más, la escena de Tokio y Saito me hacia muchísima ilusión hacerla, quería mostrar a un Hajime celoso y enamorado. "Estúpido y enamorado" es su traducción

Kaoru, bueno la depresión de Kaoru no estaba planeada pero... ¡no es para menos! A la pobre le han venido todos los problemas encima sin verlos venir. Además que está esperando un hijo y no sabe de quien, aunque lo más probable es que sea de Kenshin ¡con el que no recuerda haber tenido ningún tipo de relación! Pero me encantó la desición de Kaoru, vivir y sobrevivir no por un chico, por ninguno (en realidad las mujeres transformamos a los hombres en el centro de nuestro universo sin darnos cuenta) sino por sus hijos.

Cuando Kaoru dice que está embarazada, la actitud de Tokio quizá haya sido demasiada dura pero normalmente siempre se dan las culpas a la mujer por quedarse emabrazada, aquí a sido al hombre. Quiero recordar, ante todo, que si se lleva a cabo el acto sexual es por acuerdo de las dos personas que intervienen (o más, xD). Los dos tienen responsabilidad, tanto él como ella, a no ser, como bien dijo Tokio, que fuera una violación. Cuando una persona queda embarazada es culpa de las DOS personas, no solo de una. Vale que el hombre dejó la semillita pero si la chica hubiera dicho que "No sin preservativo" eso no habría pasado.

Y la reacción de Hajime, si, en parte reaccionó así porqué era su hija pero una parte muy importante ha sido que si ha reaccionado así ha sido básicamente porqué ha visto reflejada a Sayurien Kaoru. Un embarazo no deseado. Y eso hizo que el pobre Hajime Saito perdiera la paciencia. Sabremos más de este tema más adelante.

¡Y el accidente de Tomoe y Kenshin! Vamos, será uno de los temas principales en el próximo capítulo. A ver que pasará... ¡tachán!

También deciros que, gracias a un comentario que me hicieron, que estoy pintando a Kenshin como malo. ¡No! Bueno, si lo pinto como malo pero no era mi intención. Quiero decir... Kenshin apareció en el momento menos apropiado y claro pues las cosas se liaron pero... ¡Kenshin solo lucha por lo que quiere! Al igual que Aoshi y Kaoru, claro, si averigua que quiere porqué ahora mismo vemos que está hecha un lío. Bueno, en todo caso, no era mi intención pintar a Ken-san de malo, xD.

Si lo sé, soy muuuuuuuuy mala, jeje. Pero en realidad no quiero serlo, si os sirve de algo yo misma me muero de las ganas por saber como desenvoluparé las escenas siguientes.

Nada más que decir, solo dar las gracias a Seyruu-San, the black misao, Kao-ryu, michael 8 8 8 y gabyhiatt, muchas gracias por vuestro review.

Espero que si tenéis dudas, suggerencias, críticas constructivas y/o felicitaciones me mandéis un review que siempre van bien para una escritora ¿vale?

Nos vemos en otro capi

Muchos besos

Se despide con un abrazo

Aya-Mery