Wolas! Si vuelo a estar aquí, tal como prometí. ¡Acabé los exámenes! Bueno, en realidad no, me queda el de latín el lunes pero como ahora mismo me siento muy cansada para ponerme a estudiar verbos y declinaciones es como si los hubiera terminado

¡Aviso! Cuando terminé este mini epílogo más de uno váis a matarme, es que lo veo pero bueno, es algo de lo que yo estoy muy orgullosa y me encanta para final de este fic. Tengo varias cosas que decir pero lo diré a bajo porqué me parece que muchos ya os habéis quedado sin uñas, si, lo sé, quiero hacerme la importante.

Hay muchos flash back y estan en cursiva, así que ya sabéis.

¡Nos vemos a bajo!


Se miraba en el espejo. Lucía un vestido de color azul oscuro, casi negro, que se enmarcaba a su figura, ya no tan bonita si la comparamos ha 10 años atrás (debido a sus dos embarazos) pero aún atractiva, o eso decía su marido. Sonrió orgullosa al recordar a esa persona tan especial.

Aún no se lo podía creer, su hija, a los 24 años, se casaba con Yahiko y ahí estaban, todos listos para asistir al gran evento.

Sabía que su vida había dado muchas vueltas y finalmente parecía que se había detenido en una, dispuesta a ser feliz.

-Sin más secretos ¿verdad? – preguntó a su reflejo, le pareció ver que su reflejo le devolvía la sonrisa. Hacia mucho que no hablaba con la Kaoru del pasado quizá porqué ahora eran una misma persona


Salió fuera del despacho de Aoshi con su corazón latiéndole a mil por hora. Miró al pelirrojo que se movía, inquieto, de un lado al otro intentando tranquilizarse.

-Kenshin… - lo llamó suavemente. Él paró inmediatamente y la miró a los ojos, eso provocó que a la mujer un par de lágrimas le resbalarán de los ojos

-Kaoru… tranquila… - susurró él, ya cerca de ella y limpiándole las gotitas saladas.

-Es que… - Kenshin la abrazó, ella intentó controlar su llanto. No pudo. Después de cinco, diez, quince, no lo sabían con exactitud los minutos que pasaron, Kaoru se separó del pelirrojo

-¿Ya? – Kaoru asintió - ¿El veredicto es favorable para mi o para Aoshi? – sintió a Kaoru temblar debajo de sus brazos

-Kenshin… - Kaoru tragó la salida y lo miró a los ojos, cogiendo aire para decirlo de un tirón – Yo te quiero Kenshin – Kenshin iba a sonreír pero la cara de culpa de Kaoru hizo que su sonrisa tuviera que aguantarse

-Pero… - la animó él

-Pero no te amo – bajó la vista arrepentida de lo dicho mientras que en la mente del hombre se repetía la frase. Kaoru se inclinó y ahora, besó a Kenshin. Su último beso.


-¡Mamá, papá! – la voz de Tsubame la sacó de sus pensamientos y vio como Aoshi salía del baño con un el ceño ceñido dispuesto a matar a Yahiko antes de que se celebrase la boda

-Tranquilo, voy yo – Kaoru se acercó a él, se puso de puntillas y los besó suavemente. Aoshi asintió resignado al descubrir que con la única boda que había disfrutado era con la suya. – Cuida de Kei mientras yo voy a ver que le pasa a Tsubame


-El "lo siento" fue porqué… realmente… lamento haberte hecho sufrir de esta manera Aoshi – Kaoru estaba sentada en frente de él, hablando lentamente y con temor. Mientras Kenshin estaba preparando su traslado después que dos días antes Kaoru aclarara su decisión

-¿Sufrir?

-Sé que no es justo Aoshi, si estás enfadado conmigo lo entenderé pero… te amo y… - Aoshi se levantó de su asiento y se sentó a su lado, Kaoru lo miró con temor

-Ahora… ¿estáis las dos juntas? – Kaoru asintió.

-Es muy… raro. El amor que siento por Kenshin es un cariño muy grande que me indica que lo quiero, lo quiero muchísimo pero como amigo y… - Kaoru levantó los ojos culpables – Lo siento, sé que no debo hablar de Kenshin

-No me molesta, lo único que quiero saber Kaoru es si ya, las dos juntas, sabéis si queréis estar conmigo

-¡No hables en plural¡Yo soy una con recuerdos de dos! – se medio enfadó ella provocando una sonrisa de Aoshi

-Para mi también es extraño – se disculpó él, Kaoru sonrió.

-Cuando te besé… después de saberlo todo… fue algo muy extraño, supongo que quería cerciorarme si la decisión era la correcta

-¿Y lo era?

-Si. Bueno, me parece que ahora es hora de que yo te deje solo para que puedas pensar

-¿Te molesta si no te retengo? – Kaoru sonrió y negó con la cabeza. Aoshi cerró los ojos cuando el aroma de Kaoru desapareció de la sala y pensó en todo, en todo lo que había pasado des de que había conocido a Kaoru hasta ahora


En la iglesia ya se encontraban todos cuando Kaoru fue a sentarse en el primer banco, donde Megumi y Sanosuke ya la esperaban.

-Si que habéis tardado – susurró la Kitsune

-Lo siento, es que Kei y Ayame empezaron a hacer una guerra con las flores y…

-Parece mentira que esos niños ya tenga 10 y 13 años respectivamente – dijo Sanosuke provocando una sonrisa de Kaoru y un tic por parte de Megumi

-Tú cuida a tu hija que está muy revoltosa – dijo señalando una niña que quería saltar del banco pero que fue detenida a tiempo por Sanosuke y llevándola al regazo de su madre – Kanna, cariño, estate quieta – la niña fijó sus ojos en su madre y sonrió. La verdad era que la niña era el vivo retrato del su madre (físicamente hablando) pero de carácter era igual que Sanosuke y como al padre, Megumi era la única que podía calmarla. Sanosuke sonrió con el hecho y se inclinó para besar en la frente a esas dos mujeres.

Kaoru se giró para hablar con los que estaban sentados en el banco de atrás. Hajime y Tokio y a su lado Soujirou y Misao, está última con un avanzado embarazo.

La marcha nupcial empezó a sonar y Tsubame entró del brazo de Aoshi hacia el altar donde un Yahiko muy inquieto ya la esperaba.


Kenshin pidió el traslado a otro hospital, no se marcharía muy lejos pero se marcharía, para poder olvidar a Kaoru, para olvidar a Tomoe, para olvidarlo todo.

Dos semanas después se fue, lo único que Kaoru supo es que se despidió de ella con un abrazo, deseándole lo mejor y dándole las gracias, también supo que había hablado con Aoshi justo antes de entrar en el coche para desaparecer de sus vidas, nunca supo de qué.

Sanosuke y Megumi se casaron al cabo de un año y la familia de la chica puso el gritó en el cielo al saber que su niña se casaba con un pervertido proveniente del barrio pobre que tuvo que pagarse los estudios con los ahorros de todos y cada uno de sus vecinos y que aún debía. Megumi tuvo que enfrentarse a sus padres y sus abuelos, los primeros terminaron de aceptar la situación cuando vieron los ojos de Megumi brillar por la emoción al planear la boda. Después de un año Megumi quedó embarazada de Kanna, la primera (y al parecer la última) de sus hijos.

Mientras tanto Soujirou y Misao iban avanzando por su lado y se casaron justo cuando Kanna tenía dos años, ahora ella esperaba un bebé.

Saito y Tokio continuaron juntos pero sin llegar a volver a casarse, según el presentimiento de los dos la palabra "matrimonio" había matado su buena convivencia.

El hijo de Kaoru nació y fue muy diferente de cómo todos lo esperaban, lo esperaban pelirrojo y con pecas pero salió con el cabello azabache y ojos de un color violeta y azul oscuro preciosos, Kaoru no fue capaz de ponerle a su hijo Kenji, después de todo lo que había pasado y optó por el nombre Kei.

Finalmente, después de muchas terapias, Enishi consiguió hablar con Tsubame. La chica estaba asustada y en ningún momento se separó de su madre y de su novio que la acompañaron al encuentro. Enishi pudo ver que el mal que había hecho no quedaría nunca perdonado, ni para Kaoru, ni para Aoshi y mucho menos para Tsubame pero al menos intentaría arreglarlo. Poco a poco sus reuniones fueron más frecuentes pero nunca estando Tsubame sola. La pequeña Saito firmó la paz invitando a su padre biológico a su boda junto con su pareja. Y es que Enishi, aún haberlo negado se fue enamorando cada día más de su terapeuta, Yôko Tsukimine, con la que estaba viviendo en pareja hasta la fecha.


La boda fue un éxito y todos felicitaron a la reciente pareja ya que los novios se veían radiantes y más si sabían que les esperaba una ruta durante un mes por Europa.

Kaoru comentaba día si y día también lo que su hija le decía por teléfono a Megumi, Misao y Sayo (la cual había podido llevar cabo su boda sin ningún inconveniente y ya era madre de dos hijos y uno más que venía en camino)

-Kaoru – Aoshi entró en la cafetería donde el cuarteto hacia sus habituales reuniones

-Aoshi ¿quieres unirte a nuestra charla femenina? – sonrió burlona Megumi

-No gracias – sonrió sinceramente el hombre

-¿Querías algo? – preguntó Kaoru que aún sonreía por la broma

-Si, hay alguien que quiere verte

-¿A mi? – preguntó ella confundida

-Creo que será interesante – Kaoru se despidió de sus amigas y se dirigió al vestíbulo

-¿Por qué no lo llevaste a mi despacho?

-Porqué él no quiso

-¿Él?

-Él – asintió Aoshi indicando a un pelirrojo que estaba en medio de la sala de espera de urgencia

-Kenshin… - susurró ella y se encaminó hacia él – Kenshin – lo llamó haciendo que la cabeza pelirroja se girara hacia ella

-Kaoru

-¡Cuánto tiempo! – sonrió la mujer

-Mucho, diez años

-Cierto ¿Qué te trae por aquí?

-Estaba de vacaciones

-¿Vacaciones? Pensaba que esa palabra no existía en tu vocabulario – Kenshin no pudo evitar sonreír

-No cogí vacaciones por mi mismo

-¿No?

-Kaoru, quiero presentarte a alguien – movió su cuerpo y cogió de la mano a una joven. Era rubia, cabello corto y con ondulaciones. Sus ojos eran pequeños charcos grises. Preciosa, todo tenía que ser dicho – Kaoru, te presento a Rachel Dawson

-Mucho gusto – saludaron las dos a la vez, después sonrieron

-Nos casamos hace… ¿cuándo? – preguntó el pelirrojo provocando que la tímida rubia le golpeara amistosamente las costillas

-Cuatro días – respondió ella con la voz frágil – Kenshin me habló mucho de ti y quería conocerte – Kaoru no pudo evitar sonrojarse

-Gracias, supongo

-Tranquila, todo lo que dijo fueron cosas buenas

-Entonces no tengo de que preocuparme – Kenshin sonrió al ver a las dos mujeres tratarse con tanta familiaridad

-Rachel, cariño. ¿Puedo hablar con Kaoru un momento?

-¡Claro! – la chica se inclinó y besó la mejilla de Kenshin prometiendo volver pronto

-Es muy simpática – sonrió Kaoru

-Te amé durante cinco años y Rachel estuvo conmigo en los Estados Unidos

-¿Tan lejos fuiste! – Kenshin asintió.

-Finalmente pude olvidarme de mi pasado, de ti y de Tomoe para mirar al presente, al futuro

-Me alegro

-Yo me alegro más porqué ahora… entiendo como te sientes, por eso vine a verte, para decírtelo, para decirte que te entiendo y que no te guardo rencor sino que te quiero como a mi más preciada amiga

-Yo igual Kenshin

-Por fin puedo ser feliz con la mujer que amó.

-Me alegró tantísimo – los dos se abrazaron, pero no un abrazó de amantes sino uno de amigos, amigos para siempre

-Ahora me voy que sino perdemos el avión hacia Australia

-¡Australia¡Te cuidas bien! – Kenshin se carcajeó.

-Lo justo después de tanto tiempo

-Ya

Se despidieron las dos parejas y Aoshi vio, abrazado a Kaoru, como Kenshin junto a Rachel se alejaba del hospital e inconscientemente recordó las últimas palabras que el pelirrojo le había dicho "Sería justo que se lo dijeras", antes de coger a Rachel de la mano y marcharse la mar de feliz.

Y la conversación que mantuvo hacia diez años con el mismo pelirrojo lo asaltó.


Kenshin iba a entrar en el coche cuando vio a Aoshi acercarse hacia él, si tenía que decírselo, al fin y al cabo estaba en su derecho.

-Lamento que tengas que irte de esta manera Kenshin – se dijo Aoshi

-Tranquilo – Kenshin negó con la cabeza – Quizá quien tenga que disculparse sea yo

-¿Qué quieres decir? – preguntó Aoshi al ver que el pelirrojo no se refería a todo lo pasado entre él y Kaoru

-Verás… el día en que Kaoru y yo… - Aoshi frunció el seño – Nunca llegué a hacer el amor con Kaoru, Aoshi -Aoshi intentó procesar la información pero Kenshin leahorró el trabajo con una simple frase - El niño que espera es tuyo – Aoshi lo miraba a los ojos, sabía le decía porqué era verdad, lo veía en sus ojos pero...por alguna extraña razón no se atrevía a decir nada, se había hecho a la idea que iba a aceptar a un niño que no era suyo y ahora… - Tenía que decírtelo, no hubiera sido justo por mi parte – Kenshin entró en el coche

-Kenshin – el hombre levantó su mirada dentro del coche – Gracias

-A ti amigo – y sin más arrancó el coche y se dirigió a la salida del hospital donde no tenía previsto volver hasta después de mucho, mucho tiempo


Los sentimientos de las mujeres son fuertes y no son fáciles de olvidar pero yo quiero que tú me olvides, que nuestros recuerdos, pasen a ser recuerdos olvidados, recuerdos olvidados por parte de todos.

Te querrá para toda la eternidad...

... Sayuri Saito Yukishiro ...


¡Ya está! Realmente estoy muy orgullosa con el final, sé que muchos vais a matarme y espero que otros me felicitéis.

Quiero hacer varios comentarios del capítulo así que lo haré por partes.

¡La desición de Kaoru! La verdad es que cuando empecé el fic quería que Kaoru utilizará la frase "Te quiero pero no te amo" para declinarse hacia Aoshi en vez de Kenshin. Quería remarcar que querer a alguién no es lo mismo que amarlo. No sé si me explico, amar a alguién es algo muy profundo, yo no puedo decir que haya amado nunca a un chico pero si he querido a uno, no, lo sé, no me explicó pero bueno, quería hacer la distinción entre Amar y Querer.

Sobre Enishi... me negaba a dejarlo como malo y me parece que no quedó como bueno pero tampoco quedó como malo hijo de perra ¿a qué no?

¡Y el descubrimiento del hijo de Kaoru! La verdad es que en un principio pensé seriamente en hacer que fuese de Kenshin pero entonces se me planteaba una segunda parte del fic en el cual ni los personajes ni el tiempo no me cuadraban (y en la cual Tomoe estaría viva y no moriría hasta más adelante) así que decidí que el hijo fuera de Aoshi, también quería jugar la carta de un Kenshin que se había aprovechado todo el tiempo del "hijo" de Kaoru pero al final, decide decir la verdad al ver que con o sin niño había perdido. Sobre si lo sabe o no Kaoru... está en vuestros deseos. Por un lado está que si la Kaoru del pasado y la del presente se han unido significa que en un cuerpo residen dos recuerdos y por lo tanto, también el recuerdo de ese momento en el hospital pero por el otro no sabemos exactamente que pasó, si Kaoru se quedó dormida, si Kaoru se negó... así que... ¡como os guste más!

Y para terminar el final. Realmente quería terminar con algo expectacular y no se me ocurría nada, ni una escena ni alguna declaración... ¡nada! Y de repente pensé... ¡Sayuri! La pequeña Saito no ha aparecido en todo el epílogo y me parece que es un personaje muy importante en el fic y releí toda su historia y... ¡me topé con la carta que escribió para Enishi! Y ese trozo me tocó muchísimo y creo que... era perfecto para terminar el fic. Expresa miedo, tristeza, abandono... pero a la vez veo esperanza en él, una nueva vida, sin recuerdos en los que urgar. Y ahí está... firmado por Sayuri.

Quiero dar muchas gracias a todos los que me habéis mandado un review. Minami, smcg2, the black misao, naokoL-K, CiNtHiA y gabyhiatt.

Los reviews del epílogo los contestaré personalmente cuando tengo un especio de tiempo (será la semana que viene porqué... ¡habré terminado los exámenes¡Yuuuuuuuuuupi! )

Ahora, algo que no tiene nada que ver con este fic pero no sabía como comunicaroslo.

Primeramente, el fic de "Black Rose" pues... está parada y quizá eliminado, por una simple razón. Es compartido con Naoko LK, pues como ahora Naoko está un poco ausente (Naoko, si lees esto, no sé como decírlo sin revelarlo porqué tampoco sé si quieres que lo diga así que...) yo sola no puedo continuar ese fic así que está parado pero prometo que cuando pueda (y podamos) volveremos a la carga.

Otra cosa y que me parece que os ayudará a comprenderme es que me retiro. ¡No! No para siempre pero si por una temporada, quiera dejar volver mi imaginación y seguir escribiendo por mi cuenta y cuando tenga una historia subirla pero... ahora mismo necesito un descanso. Con este fic terminado solo me queda el de "Black Rose" (el cual ya he explicado mis razones anteriormente) y el de "El Sabor de la Felicidad" (publicado en el espacio de Harry Potter (os lo invitó a leer) y el cual es la continuación de otro fic y que al tenerlo todo terminado solo tengo que tomarme un tiempo para ir actualizando) Así que Aya-Mery se retira durante una temporada para dejar que vengan nuevas ideas a esta cabecita loca.

¡Os hecharé de menos! Vuestros reviews y... Bueno, nada, que me despido por una larga temporada. ¡Os quiero! Gracias por todo

Se despide con un fuerte abrazo y con pocas ganas de despedirse

Aya-Mery


Fic terminado el 3 de diciembre del 2005