(Este capitulo va después del Capitulo I del de CCS)

Harry Potter y el Concilio de Magia de Oriente

By Maky chan

CAPITULO I

El cuartel general de la Orden del Fénix, ubicado en el numero 12 de Grimmauld Place, estaba siendo lugar de otra acalorada discusión. El joven licántropo miraba como el muchacho encargado a su tutoría hacia despliegue de todo su mal genio.

Cuando Harry Potter estaba ahí, ya a nadie le sorprendía escuchar sus gritos, que se filtraban a todos y cada uno de los rincones de la casa ancestral de la familia Black. Sin embargo, esta discusión era aun más fuerte que las demás.

"¿Ya terminaste?"- pregunto Remus J. Lupin quien ya se esperaba esta reacción por parte del moreno. Puesto que la información dada al muchacho había mercado había tenido varios errores en contra.

El primero, se le ordenaba al chico algo que no quería hacer. Provocando que este sintiera que intentaban manejar su vida porque creían que él no sabía hacer con ella. Atrofiando sus grandes deseos de libertad, que según varios miembros de la orden a veces llegaban al libertinaje.

El segundo, la persona que se lo mandaba era nada menos que Albus Dumbledore y, desde hacía casi un año el joven Potter no se tomaba muy bien sus grandísimas ideas u ordenes. Pues él, antes que cualquier otra persona, intentaba controlar su vida.

Tercero, definitivamente de todos los lugares habidos y por haber, el cuartel general de la Orden del Fénix en Londres, Inglaterra; era el pero que pudieron haber escogido para darle la noticia. Los sentimientos del moreno hacia esa casa también eran compartidos por su ex profesor de defensa contra las artes oscuras, la perdida que habían sufrido en el Departamento de los Misterios era aun mas latente cuando se encontraban en la casa que Sirius Black –padrino y mejor amigo respectivamente- le había heredado a su querido ahijado.

"¡No!"- la frialdad de las palabras y el odio que irradiaban sus ojos hubiesen intimidado a muchos, pero el licántropo ya se había acostumbrado a ellas- "Es que no entiendo ¿Por qué he de volver?"

"Tienes que presentar los EXTASIS para poder entra a la academia de aurores y ejercer legalmente"- explico este con paciencia.

"Pero los podría presentar sin perder todo un año encerrado ahí, no hay nada que me puedan enseñar en ese lugar, nada que me ayude a enfrentar mi destino"

"Y tampoco hay nada más que puedas aprender afuera, además Hogwarts siempre tiene algo que enseñar. Ya esta decidido volverás."

Los azotes no se hicieron esperar y Remus J Lupin solo suspiro.

"Si el joven Potter no mejora su actitud será mas posible que se convierta en el nuevo Señor Tenebroso antes de liberarnos de este"

La voz de Ojoloco Moddy se hizo escuchar. El auror retirado, cuyo rostro estaba deformado por un sin fin de cicatrices y la falta de un pedazo de nariz, se acerco haciendo un ruido seco producido por su pata de palo.

"¿Estaba aquí?"

"No solo escuche el final, aunque en algo estoy de acuerdo con él ¿Qué podrá aprender en Hogwarts? Si casi todos los miembros de la Orden nos hemos desvivido para que aprendiera todas las cosas que le serán de utilidad"

"Tú lo has dicho, es muy bueno con la magia y hasta la pociones. Pero le hace falta mejorar su actitud"

"Y ¿Acaso cree Dumbledore que estar rodeado de curiosos estudiantes que han escuchado historias oscuras sobre él durante todo un año ayudara a su actitud? He cuestionado muchas de las decisiones del viejo director, pero creo que esta es por demás insensata"

"No todo es lo que parece Moddy, créeme que Dumbledore sabe lo que hace"

"Lo que tu digas Remus, lo que tu digas..."

El joven licántropo de ojos miel vio como se alejaba el desconfiado auror. A pesar de la confianza con que había dicho las ultimas palabras a Moddy estaba preocupado por la decisión del director, ojála que todo saliera según lo planeado...


El sol brillaba en el cielo azul sobre los frondosos árboles de un bosque junto del cual había un pequeño pueblo, gente común y corriente hacía su vida cotidiana, su vida cotidiana durante las vacaciones; los niños corrían de aquí a allá en un pequeño parque vigilada por los adultos, el panadero suba frente un gran horno, el doctor del pueblo revisaba por quinta vez en esa semana a la Sra. Brooke –una hipocondríaca, solterona de 70 años- y en la peluquería de Madame Laurence se reunían las chismosas del pueblo.

Solo una cosa interrumpió su vida cotidiana, la mujeres -cuyas cabezas estaban o debajo de la secadora o cubierta de papel aluminio. Dejaron su cotillero de lado al ver pasar una cabeza pelirroja.

El dueño de dicha cabeza era nada menos que el miembro de la familia mas extraña del pueblo, bueno no precisamente del pueblo, sino de sus cercanías. Atravesando el frondoso bosque había una casa, una pequeña y modesta casita donde residían los Wesleys.

Extraños, eran las palabras con las que definían los pueblerinos a la familia y el hablar de ellos era el tema favorito de las chismosas de la peluquería, puesto que su extravagancia formaba una gran lista.

El hecho de que casi nunca bajaban al pueblo ni siquiera para provisiones alimenticias, la extraña manera en que vestían, el que no recibieran visitas ni tuvieran amistades en el pueblo.

Las pocas veces que se veía a alguno de los pelirrojos en el pueblo las mujeres parecían espías, al parecer no tenían nada mejor que hacer, pues cuando el varón mas pequeño de los Wesley pidió prestado el teléfono de correos ellas hablaron sobre como gritaba por el articular y se inventaban frases sobre lo que el muchacho había dicho en su corta charla telefónica. Donde lo único extraño era que había hablado a gritos.

Cuando la lista de sus extravagancias no era suficiente las aburridas mujeres criticaban pequeñeces, tales como el sobrepeso de la Sra. Wesley y la terrible planificación familiar de los esposos.

El ver pasar al mayor de sus hijos esa tarde les animo la repetida historia del nacimiento de Sammy Turner a los ocho meses de la boda de sus padres que se hallaba en el top de la popularidad desde hace meses –teniendo en cuenta de que el pequeño ya casi cumplía el año-.

La primera vez que ese joven había paseado por el pueblo en esas "fachas" armo un gran revuelo. Vestido extrañamente pero muy a la moda, con un colgante del colmillo de un extraño animal y su cabellera roja atada en una coleta, que en conjunto desato los suspiros de las chicas y las lenguas de las señoras.

Ann Laurence, la dueña de la peluquería fue la primera que lo vio pasar ese día; tenia apenas veintiocho y había heredado el local de su madre Madame Laurence hace poco tiempo cuando esta falleció, junto con su grupo de clientas lenguas sueltas del pueblo. Ann era una de las chicas del suspiro.

Al ver que su estilista había dejado de aplicarle tinte a su cabello Marcy Evenston esposa de el hombre mas influyente del pueblo also su mirada y vio a Ann mirar al pelirrojo para después dar aviso al resto de las mujeres del local.

"Ay cariño realmente no se que le ves"- comento la Sra. Smith

Esa frase era últimamente muy repetida, puesto que el mayos de los hermanos Wesley atravesaba el pueblo por lo menos una vez al mes en el ultimo año para dirigirse a casa.

"No negara que es muy apuesto"- se defendió Anne sonrojada.

"¡Apuesto! Míralo tiene facha de un holgazán, de seguro es uno de esos jóvenes que se drogan y emborrachan terminando en alguna pelea callejera"- sentencio la Sra. Evenson y lo dicho por la Sra. Evenson era la ley.

"¡Ay como lo siento por su madre! De seguro va a casa a pedirle dinero"- expreso hipócritamente Jacqueline Olsen cuyo hijo Bobby, era un vividor y en ves de gastar el dinero en la universidad a la cual no asistía desde el primer semestre lo hacía en las mas de juego de un horrible barrio en Londres.

"Además cariño, no se ve bien que una muchacha comprometida como tú este tras un tipo como ese, en especial si el muchacho que será tu esposo es tan buen partido"

"No estoy detrás de él, solo digo que es apuesto. Ver no quita nada, además yo quiero a John y no lo engañaría".

Sin saber de las murmuraciones en las que el era objeto Bill Wesley atravesaba el pueblo para llegar a su casa. Quizás el hecho de que siempre que aparecía por ahí tenia un golpe o herida nueva era lo que avivaba los comentarios en su contra –de los cuales no estaba enterado- aunque nadie sabia la verdadera razón de aquello, ni siquiera gran parte de su familia.

Y así fue como el pelirrojo llego finalmente a casa.

La madriguera no había cambiado nada, seguía siendo la casita con habitaciones agregadas que se encontraba de pie gracias a la magia. Pero era una de las casas de las que emanaba mas calidez, pues los habitantes de ella siempre estaban con los suyos apoyándose.

Bueno, quizás no todos, pero en todo hogar había una oveja descarriada que, con grandes esfuerzos por parte de sus padres, tal vez algún día regresara al redil.

Pero eso no le preocupaba a Bill mientras ingresaba a la cocina de la familia donde el delicioso aroma de los guisos de su madre lo recibió. La Sra. Wesley se encontraba de espaldas revolviendo la sopa por lo que no se dio cuenta que había alguien mas en la habitación.

El pelirrojo se iba acercando lenta y peligrosamente a la autora de sus días cuando...

"BILL"

El grito de la mas pequeña de los Wesley puso a su madre en aviso. La Sra. Wesley se volteo para ver a su hijo con una inconfundible cara de niño descubierto en la travesura.

"Bill Wesley¿Qué intentabas hacer?"- riño en lugar de un "Hijo has vuelto"

" A mí también me alegra verte mamá"- respondió este supuestamente ofendido y después miro a su hermana molestos por su intromisión pero el abraso de su linda y pequeña hermanita lograron que se le olvidara lo sucedido.

"¿Cómo te fue en Egipto?"- pregunto la pequeña inocentemente.

"Muy bien, pensé en traerte una caja con una maldición adentro para niñas malcriadas pero creí que a mamá no le gustaría"- respondió logrando que su hermana frunciera las cejas.

"Has llegado justo para comer, Ginny ve por tu hermano Ron y lávense las manos"- ordeno Molly Wesley a su hija.

"Creo que yo también me lavare las manos"- se excusó Bill para salvarse de las posibles preguntas de su madre.

Mientras en una de las habitaciones de arriba que estaba adornada por estampillas naranjas con la inscripción CC un pelirrojo pensaba en las musarañas mirando el techo de su cuarto.

Durante el ultimo año la vida de Ronald Wesley había cambiado demasiado. Cuando ingreso al colegio deseaba poder superar a sus hermanos y de cierta manera lo había logrado, aunque de seguro no iba a ser Premio Anual, era prefecto y el año anterior había sido nombrado capitán del Equipo de Quidditch de la casa de los leones.

El invisible Ronald Wesley se había convertido en uno de los alumnos mas populares de la escuela Hogwarts de Magia y Hechicería; se encontraba rodeado de gente, chicos que querían ser sus amigo y chicas que querían...bueno en realidad no hace falta decir que querían. Pero el triunfo de el menor de los Wesley tenía un sabor amargo.

La razón: sentía que el no lo merecía.

Había sido nombrado prefecto en quinto año en lugar de él y había sido nombrado capitán el año pasado por que él ya no estaba. Su triunfo se debía a que la figura que le hacía sombra ya no estaba.

Muchas veces había sentido celos de él, lograba atraer la atención sin ningún esfuerzo y, al estar con el, solo es convertía en el distraído chico pelirrojo que le seguía a todos lados.

Sabía que su vida no era fácil, pero él tenía lo que él ambicionaba: fama y dinero. No se daba cuenta que tenía lo que él deseaba: una familia.

Y ahora el se había quedado con su fama en el colegio desempeñando los cargos que el otro merecía, que el otro le había dejado cuando se había ido. Pero cuando se había ido dejo un hueco que la fama no pudo llenar, la perdida de su mejor amigo.

Pero eso no era todo, ella también se había ido. Cuando ella se fue lo comprendió todo, comprendió que ella estaba ahí solo porque esa persona la necesitaba, se dio cuenta de sus verdaderos sentimientos.

Hacia un año que los había perdido a ambos, hacia un año que no sabia nada de ellos excepto los oscuros rumores acerca del niño que vivió. Del tristemente celebre Harry Potter.

La cabeza de su hermana pequeña asomándose por la puerta lo saco de su meditación.

"Pensando en ellos de nuevo, cierto"

"¿Por qué se fueron?"- pregunto Ronald por milésima vez mientras su hermana se sentaba en su cama.

"Harry necesitaba despejarse Ron, ha sufrido demasiado y no quería compañía, aunque mamá dice que no fue lo correcto. Y Hermione quería poner a salvo a su familia"

"Ya que él no estaba no tenía nada que hacer aquí"- comento este otra vez, pero sin la amargura que hacía unos meses había caracterizado a esa frase.

"Mamá dice que bajemos a comer Ron"- le informo la pelirroja sonriendo al notar que su hermano ya estaba madurando- "Bill esta en casa"


La gente se movía al ritmo de la música que sonaba en aquel lugar, las luces de colores se prendían y apagaban, el humo de los cigarros y de un par de maquinas viajaba lentamente hacia el techo y el alcohol no era lo único que se consumía en grandes cantidades.

Pero era parte de lo que la gente buscaba en lugares como ese y tal ves más, un lugar en donde la diversión venia junto con el libertinaje. Un lugar donde los jóvenes y los no tan jóvenes desperdiciaban su vida en busca de placeres fáciles. Un lugar donde encontrar a una chica decente no era fácil.

Pero eso no era lo que se buscaba en ese lugar, él buscaba un escape, un escape de la vida que le tocaba vivir. Quizás era cierto que de todas esas personas reunidas en ese antro él era el que más lo necesitaba, pero eso no lo convertía en lo correcto. Él lo sabia, pero no le importaba, el solo quería descargar su frustración y hacía rato que había encontrado la manera de canalizarla.

Como paso seguro de quien esta acostumbrado a semejante ambiente se dirigió a la barra, pidió un par de tragos al cantinero quien lo saludo como se le saluda a un cliente continuo y sus ojos recorrieron la vista buscando una nueva presa.

Una linda chica bailaba encima de una mesa, su pelo estaba teñido de negro con la puntas rojas, sus ojos enmarcados en pintura negra estaban rojos, la blusa negra de gasa dejaba ver su sostén y traía una minifalda y unas botas.

Sintió la penetrante mirada que le dirigía el muchacho de la barra, salto de la mesa y se dirigió a él, le había visto varias veces rodando ahí. Llegaba bebía un poco, una chica se le acercaba y ambos desaparecían.

Al parecer ese día era su turno, había charlado una vez con una de las que había salido con ese extraño visitante: no era adicto y solo buscaba una cosa. Algo que ella estaba dispuesta ha hacer.

Llego hasta a él y le sonrió seductoramente. Después de que le invitara un trago como todo un caballero, algo difícil de encontrar ahí, ambos salieron del lugar.

Caminaron por las oscuras calles de Londres que estaban casi vacías, donde lo único que les llamo la atención fue un trío de lo que parecían turistas que se dirigían a un Taibol, pues uno de cabello castaño parecía contrariado y no quería entrar al lugar.

Su camino se detuvo en un motel, no pidió habitación la condujo hasta un cuarto, al entrar en el la chica se dio cuenta que era el que el muchacho ocupaba. Y sin decir nada comenzaron lo que les había llevado a ese lugar.

La mirada verde de su acompañante era realmente atrayente, era todo un misterio, pero a ella le gustaban los misterios.


Cuando sus hermanos menores subieron a sus habitaciones Bill Wesley supo que no tenia escapatoria.

"¿Cómo esta?"- pregunto su madre sin mas rodeos.

"Igual mamá, igual"- le respondió con voz cansina a su madre.

"No sé como Dumbledore permitió que pasara esto, es solo un niño, no creo que enfrentarse a un montón de mortífagos sea bueno para él"

"Mamá, créeme, Harry ya no es ningún niño, en ningún sentido"- repitió pacientemente,

"Lo deberías traer algún día, lo que Harry necesita es cariño ¿Por qué no lo trajiste?"- reclamo.

"Él no quiere venir mamá, además estoy seguro que tenía otros planes"- respondió el pelirrojo haciendo alusión a las no tan inocentes costumbre de su compañero de misiones para la orden, aunque ninguna de las actuales costumbres del ojiverde podían ser catalogadas bajo ese adjetivo.

"Pero has oído las murmuraciones..."

"Mamá no creas todo lo que oyes, en algunas cosas los chismoreos exageran; aunque te confieso que en otras cosas se quedan cortas"- las palabras del muchacho reflejaban pesadumbre- "Además te tengo una buena noticia, el oscuro señor Potter volverá a Hogwarts"

Los ojos de las señora Wesley se iluminaron al saber que Dumbledore retiraría a su "hijo adoptivo" del frente contra Voldemort y lo llevaría a donde pertenecía. Después de unos comentarios animosos de la matriarca Wesley y su promesa de no revelar nada a nadie, esta se retiro a su habitación.

"¿Realmente Dumbledore cree que es buena idea?"- cuestiono su padre que se había mantenido al margen de la situación- "Tu madre no lo ha visto en un año, pero yo sí; la actual conducta de Harry no se adaptara al colegio"

"Lo sé, pero Dumbledore tiene un Az bajo la manga" – el pelirrojo con un poso de pesadumbre en su voz.

"Pero entonces si Harry regresa al colegio, eso significa que tu necesitaras un nuevo compañero"

"No, no lo necesitare"


Comentarios de la autora:

Hola que tal, bueno se que no hay mucha información pero juro que mejorare. Bueno les tenia que presentar lo que había vivido Ron ¿no? Creo que es lo unico interesante en el capitulo pero realmente juro que mejorara.

Respuesta a los reviews del prologo de Harry Potter.

Gaby: Gracias

Mine-chan: muchas gracias me alegras que leas mi fic aunque no sea de u shipper favorito, se que es difícil.

Gissy: Muchísimas gracias, tu review de muchos ánimos, creo que no ha sido un mes, por lo menos la semana pasada publique el de ccs o eso creo. Espero que sigas leyendo.

Hikari Katsuragi: jeje, como ya dije el reencuentro SS fue algo decepcionante, pero falta poco para el rencuentro HH; juro que en este se dirigirán al menos dos o tres frases, jejeje '

Respuesta a los Reviews del Capitulo I de McyOdF

AmiLiLupin: Acerca de los caps mas largos, ejem espero lograr hacerlo, este fue de 9 paginas Word pero te juro que los siguientes serán de mínimo diez, aunque no creo que superen los quince uuU, no soy buena con los capítulos largos. Sobre Shaoran celoso de Harry no lo creo, mi Harry es muy hosco, pero realmente habra problemas para que el HH y el SS se den, hasta ahora el SS tendrá como tres obstáculos, jeje. Sí en el aeropuerto era Hermione y sus amigas. Aquí esta Remus que lo disfrutes, tendremos mucho Remus en el fic, dp de todo es el tutor de Harry ahora.

Kirshe: realmente me agrada recibir tus reviews, espero tu siguiente capitulo de Castle Memories y no la pelirroja no era Ginny.

Hikari Katsuragi: Aquí esta el de Harry Potter, este tu review...' pues creo que si le entendí, no te preocupes Sakura y Shaoran hablaran.

Serenity-princess: no te preocupes era una broma, no le voy a poner a mi hija Hermione y si esos dos tendran muchos sonrojos, especialmente con eriol cerca.

Bueno encontre mi primer obstáculo que es la manera en la cual responder sus reviews, jeje, pero el plan seguira siendo el mismo, los reviews seran contestados en dos capitulos.

Bueno espero seguir pronto, el siguiente cap estara porsteado en la pagina de ccs, esto sera dentro de una semana o quice días, estamos en el ultimo mes de clases y no sé si tenga tiempo.

Bueno chaoito.

Dejen Reviews.