Harry Potter y el Concilio de Magia de Oriente
By Maky chan
CAPITULO 2
El ministro de magia ingles se paseaba molesto por su oficina frente a la atenta mirada de Percy Wesley, su secretario particular. Refunfuñaba cosas inteligibles acerca de la reunión que había tenido esa mañana con los estudiantes orientales.
Habían resultado ser unos mocosos insoportables, arrogantes y prepotentes; en especial uno de ellos, que además había tenido el descaro de traer un aparato muggle a la reunión.
"Realmente no entiendo porque desean acabar con la ideología de la pureza de sangre si reniegan tanto la tecnología muggle"- había dicho uno de ellos, un insoportable muchacho de gafas- "Y les es imposible decir la palabra celular y distinguirla de un teléfono. Para erradicar de raíz el problema, deben aceptar la inteligencia del hombre común"
Esos insolentes habían llegado a su oficina a repartir consejos cuando aun no terminaban sus estudios, sabía muy bien que debían ser hijos de unos hechiceros muy influyentes de oriente, pero no tenían porque meter las narices en los asuntos de los adultos, en sus asuntos. Suficiente tenía con Albus Dumbledore y su protegido, el famoso Potter.
"Y dime Wesley¿Qué has oído de Potter?"- pregunto al muchacho para seguir con un tema también odioso para él.
"He oído rumores de que esta de nuevo en el país, señor"- le respondió con su usual tono de cuando se dirigía a un superior- "Por el momento su cacería de mortífagos ha terminado. Pero, aun no entiendo por que le ha dedo inmunidad ante la ley"
"Ese no es tu asunto Wesley"
Odiaba tener que dar explicaciones, creía que al traer al lame zapatos Wesley con él se aseguraría de tener información de Dumbledore y Potter, pero Wesley no le había servido para nada, al parecer se había alejado del nido familiar.
Sin embargo, su molestia aumento al recordar como se había visto obligado a darle inmunidad al muchacho. No era solo una cosa, eran varias. La horrible conducta de Umbrige, el ver que el innombrable sí había vuelto, la muerte de Sirius Black...
El mocoso había jugado bien sus cartas, ya que si el afamado niño que vivió abría su boca para reportar al mundo todas las metidas de pata del –ya bastante repudiado- ministro, el susodicho ya se podía ir despidiendo del cargo.
Así que el niñato le había hecho una lista de peticiones:
1.- No volvería a Hogwarts.
2.- Podría hacer magia fuera del colegio.
3.- Y el se encargaría, por su lado, de Voldemort y sus secuaces.
Pero sobre todo el ministerio no tendría el poder de ponerle una mano encima, hiciese lo que hiciese. A Fudge al principio no el pareció tan mala idea.
¿Qué podía hacer un muchacho de 16 años?
Pero de nuevo el niño que vivió le había dado una desagradable sorpresa.
Se había convertido en un héroe, en un héroe oscuro.
Infundía respeto y temor.
Había varios rumores oscuros sobre él, aunque claro, el ministro había ayudado un poco con eso. No iba permitir que el pueblo lo idealizara.
Aun así, y volviendo al tema de los orientales, esperaba que la entrevista hubiese estado bien. Necesitaban urgentemente aliados en su bando.
Lord Voldemort estaba furioso, y cuando el Señor tenebroso estaba de malas; lo mejor era estar del otro lado del mundo.
El idiota de Harry Potter se había vuelto ha hacer, ya sus informantes le habían comunicado que la misión de bosque escondido había fallado rotundamente. Y, a pesar de que ya había torturado casi una hora al estúpido de Colagusano, la rabia no se le podía ir.
Pero esta vez, esta vez él era quien tenía ventaja, y el odioso de Albus Dumbledore estaba atrás.
Él ganaría la guerra.
Una sonrisa de satisfacción surco su cara ante el inminente triunfo.
"Me habían dicho que estabas molesto"
Sin dejar que su inesperado visitante se percatar de su sorpresa, Voldemort se giro con elegancia para observar a quien había hablado.
"No es nada que no se pueda solucionar"- respondió fríamente.
"Tus mortífagos te han vuelto a defraudar"- La afirmación de la ilusión tuvo el efecto de hacer rabiar otra vez al lord- "Y por tus gestos puedo darme cuenta de que el culpable fue ese tal Potter¿No?"
Voldemot estudio a su interlocutor, parecía un fantasma, una larga capa blanca no dejaba ver su rostro, el rostro de su aliado.
"Dejemos esto de lado"- repuso fríamente- "Y dime ¿Para que me molestas?"
"Ellos han llegado"
Voldemort hizo un gesto como para quitarle importancia.
"Sabes muy bien, por experiencia propia, que hablando de poder la edad no cuenta. Y si los elegidos se alían ambos caeremos"
"Lo sé, lo has repetido un sin fin de veces."- respondió este- "Pero aun así la alianza entre oriente y occidente es muy difícil. Mas no te preocupes, les daré una bienvenida muy especial"
31 de Julio.
Esta fecha teñía más de un significado desde hacia un año, sí ya era casi un año, un año desde que le había dicho adiós. ¿Quién hubiese creído que ahora estaría de nuevo ahí, donde todo había empezado?
Los ojos castaños de la linda castaña miraba como una hermosa lechuza blanca se alejaba perdiéndose en el horizonte llevándose consigo un presente, un presente de cumpleaños; de la misma manera en que había mandado el de navidad. Sin esperar respuesta alguna.
Cuando la lechuza hubo desaparecido su ojos se dirigieron hacia la fina pulsera de plata que tenía en su muñeca, la había recibido el día de su cumpleaños con una nota en la que lo único que se leía era un Gracias escrito en una letra que ella conocía tan bien, y aquella palabra, a pesar de su simplicidad, significaba mucho.
No era una pulsera común y corriente, tenia una sencilla H colgando en ella, además brindaba protección mágica a su portador, se preguntaba que diría él cuando la viera de nuevo.
¿Habría realmente cambiado tanto?
Pensé que era un buen momento,
pensé que se haría realidad,
tanto oír hablar de tu silencio,
dicen que te arrastra como el mar.
Una risa conocida seguida por una voz molesta la hizo salir de sus meditaciones y de decidió a reunirse con sus amigas, a quienes quien sabe si vería pronto, tenía muchas ganas de encontrarse con las personas de su pasado, pero eso significaba que el tiempo que le quedaba con ellas se terminaría. No deseaba que el tiempo pasara.
Pero, como si fuera una maldición, el tiempo nunca deja de correr. Y muy pronto llego el tiempo de que todos lo estudiantes de Hogwarts cruzaran la pared que separaba al adén 9 ¾ del mundo muggle.
Llene de libros mi maleta,
también de fotos tuyas de antes,
dibuje tu sonrisa junto a la mía,
me dormí con tu abrigo en el sofá.
La castaña hizo una mueca mientras intentaba subir su baúl al tren, pesaba demasiado, de seguro era culpa de las decenas de libros que había empacado, pero no podía dejar sus preciados tesoros en casa. ¿Y si los llegaba a necesitar?
"Deja que te ayude"- le dijo una voz varonil que parecía muy amable.
Hermione se dio la vuelta para agradecerle la gentileza al muchacho, pero su cabello negro y sus anteojos la confundieron por un momento.
"Gra..gracias"- tartamudeo al extraño sonrojándose un poco por su error.
"Siempre es un placer ayudar a una bella dama"- le respondió él mientras le besaba la mano y de paso flirteaba con ella.
Cuando la muchacha reacciono el desconocido ya había desaparecido, subió al tren algo contrariada, no recordaba a aquel muchacho y su sonrisa parecía misteriosa.
Entonces se dedico a buscar un bacón vacía preguntándose si encontraría a algún conocido, no le había informado a nadie que volvería a Hogwarts, bueno a casi nadie.
Quiero estar a tu lado,
quiero mirarte y sentir,
quiero perderme esperando,
quiero quererte o morir.
Al estar de nuevo ahí, en el expreso Hogwarts, no podía dejar de recordar el pasado, mas bien la ultima vez que ambos habían tomado ese tren. No creía volver estar ahí, su corazón latía al saber que posiblemente él también estuviera ahí, quizás mas cera ce lo que imaginaba.
No se había dado cuenta antes, pero estaba ansiosa por verle.
Y en el momento en que vi tu mirada buscando mi cara,
la madrugada del veinte de enero saliendo del tren,
me pregunte que seria sin ti el resto de mi vida,
y desde entonces te quiero te adoro y te vuelvo a querer.
Aun recordaba su triste expresión el día que viajaban en el tren después del quinto curso en Hogwarts, él estaba destrozado. En aquel momento se dio cuenta que lo podría perder muy fácilmente y quizás lo había hecho, pero le recuperaría, recuperaría a su mejor amigo.
Te perdí y no te perderé,
nunca más te dejare.
Te busque muy lejos de aquí,
te encontré pensando en mi.
"Aquí estas"- le dijo una voz desde la puerta, mientras ella apagaba el discman que había estado escuchando.
"Así que es cierto lo que se rumoreaba por el tren, no se como te atreves a traer tu sucia persona otra vez aquí"
Las palabras salieron siendo arrastradas de los labios de un apuesto rubio de ojos grises, sin duda herencia de la sangre black que corria por sus venas. Pero el resto de él recordaba bastante a su progenitor.
Draco Malfoy ya no era el niño mimado que habia sido la primera vez que subio al tren, ahora era un apuesto joven, que quizas podria arrancar el temor de algunos, pues había madurado en el ultimo año, despues de que su padre hubiese sido oficialmente declarado como Mortífago.
Pero sin duda no escamitaba en seguir molestando e insultando a los demás, sintiéndose superior.
Sin embargo la persona que se hayaba frente a él no se inmutaba ante sus palabras y mucho menos le temia. Sus ojos solo le miraban con frialdad.
"Que gusto verte Malfoy, creo que la proxima vez que vea a tu padre le mandare tus saludos"- le dijo para luego añadir- "O quizas tú le veas mas que yo ¿Te has unido ya a su Club del Té?"
El cuestionamiento sobre el supuesto ingreso del rubio a los seguidores del Señor Oscuro no paso desapercibido por ninguno de los presentes y mucho menos para el rubio, quien con la mesion de su padre perdio los estribos y cogio su varita.
Nadie supo como paso, pero Malfoy ni siquiera había logrado pronunciar una maldición cuando ya se hayaba en el piso inconciente.
"Yo creo que no, ni siquiera tienes el nivel de los principiantes"
Con esas palabras Harry Potter se fue caminado. De regreso en el colegio pensó con desdén buscando un compartimiento para alejarse de la mirada curiosa y los murmullos de los estudiantes Ya imagino que tendrán mucho que comentar el primer día de clases
Lo que el joven mago no sabía es que cuatro pares de ojos lo habían visto todo.
La castaña bajo temerosa del carruaje y se detuvo un instante para admirar el impotente castillo antes de subir las escaleras hasta la puerta.
Es extraño, pero parece que de nuevo estoy en casa
Se disponía a entrar al Gran Comedor pero una voz conocida la llamo, la linda bruja se giro sobre sus talones y se dirigió hacia quien la había llamado.
"Buenas tardes Profesora McGonnagall"- saludo alegremente la muchacha al encontrarse con su maestra favorita quien impartía Transformaciones y la Jefa de su casa.
"Me alegro mucho de verla de nuevo por aquí Srta. Granger"- le saludo cortésmente la animaga- " La verdad me gustaría que me acompañara a mi oficina para detallar sobre su reincorporación al colegio"
Hermione asintió y siguió a su profesora hasta su oficina.
"Supongo que se habrá encontrado con alguno de sus antiguos compañeros en el tren"- comentó la profesora mientras le indicaba que tomara asiento.
"Solo con Ginny, ha sido la única a quien le he informando sobre mi regreso"- le respondió la sonriente castaña recordando el rencuentro con la pelirroja en el tren.
"Entonces será realmente una noche de sorpresas"- murmuro la profesora mas para sí que para la Griffyndor.
"Lo dice por el regreso de Harry ¿no?"
"Entre otras cosas"- repuso la profesora restándole importancia, para después empezar a revolver los papeles en su escritorio- " Ciertamente su participación en el Instituto para Brujas de Salem fue lo que nosotros esperábamos, aunque hay ciertos reportes de conducta que me extrañan"- empezó la profesora mientras la chica sonreía ante la ultima parte- "Estoy segura de que esta capacita para continuar los cursos de séptimo grado, aunque realmente me da pena informarle que ha sido remplazada en su cargo de Prefecta por la Srta. Patil"
"No tiene importancia Profesora, realmente no tenía intención alguna de recuperarla"
"También recibimos la lista de las materias que va ha llevar según el resultado de sus TIMOS" – continuo- "Transformaciones, Encantamientos, DCAO, Pociones, Aritmancia e Historia de la Magia; ¿Es esto correcto?"
" Así es profesora"
"Entonces mañana recibirá su horario junto con los demás estudiante"- le dijo levantándose- "Lo mejor será que nos dirijamos al Gran Comedor, la selección debe de haber terminado y el Director no podrá anunciar tu regresó si no estas ahí"
Un poco aturdida Hermione siguió a su profesora hasta las puertas del gran comedor.
Anunciar su regreso
Definitivamente no se esperaba eso, a decir verdad se sentía nerviosa, era constante de lo mucho que había cambiado, no era la misma sabelotodo de hace un año.
" Espero que los traten con fraternidad durante su estancia en el colegio..."- las palabras de Dumbledore ya eran audibles y con el corazón latiéndole fuertemente la castaña entro al recinto detrás de la profesora.
Fue conciente de que al su llegada las voces callaron y todas la miradas se posaron en ella.
"Ah si, me faltaba un anuncio por darles. "- dijo el Director al verla llegar- " Al igual que el señor Potter, a quien supongo yo todos ya habrán notado su presencia"- agrego seguramente haciendo alusión al incidente en el tren- " Se me hace muy grato informarles que la Señorita Hermione Granger, aquí presente, después un año de abandono en el que tubo una brillante estadía en el Instituto para Brujas de Salen, reingresan para su ultimo curso en Hogwarts. Espero que ambos sean recibidos calurosamente y se sienta en casa, como lo será este colegio para siempre. Creo que ahora puede dirigirse a la mesa donde los miembro de sus casa estarán deseosos por recibirla"
La castaña se dirigió a su antigua mesa entre los murmullos de los estudiantes quienes, sin duda alguna no la habían reconocido. Se sentó junto con Ginny quien le había guardado un lugar y fue en ese momento cuando se dio cuenta de algo.
Aparte de la usuales banderas que representaban a cada una de las casa había otra en el que aparecía un extraño dragón chino y sentados en su misma mesa, había cuatro chicos con uniforme diferente al suyo, que se le hacían francamente familiares.
Cuando la vio entrar al gran comedor la había reconocido rápidamente, No podía entender ¿Qué demonios hacia ella aquí? Había seguido cada uno de sus movimientos, desde como había ido a sentarse al lugar junto a Ginny hasta como ahora habla con aquellos extraños sujetos extranjeros que habían llegado.
No retiro su mirada hasta que la chica, quien quizás lo había sentido, voltio su mirada a el y ambos pares de ojos se encontraron por un segundo hasta que él rompió el contacto visual para dirigir su mirada furiosa a la mesa de profesores.
Lo que vio entonces le hizo molestarse aun mas, como era obvio el director lo había estado observando y ahora le dirigía una de sus ridículas sonrisas.
¡Quería que esta maldita cena terminara ya!
El mismo pensamiento pasaba en ese momento por la mente de un joven pelirrojo, esto parecía una maldición, había escuchado los rumores del tren de que Harry Potter se hallaba a bordo y de la anécdota de que había noqueado a Malfoy en un abrir y cerrar de ojos. Pero no había sentido el suficiente aplomo para irle a buscar.
Tenía la impresión de que estaba teniendo un sueño muy extraño y que su mamá no tardaría en ir a despertarlo pues se le hacia tarde para tomar el expreso. Pero no, no era así. Era la cena más extraña de inicio de cursos que habían tenido – incluyendo aquella ocasión en que el falso Moody apareció a medio discurso después de un rayo – primero la presencia casi fantasmal del que fuera su mejor amigo, luego la presentación de los estudiantes de intercambio y finalmente la aparición de Hermione.
A quien no hubiese podido reconocer sin la presentación de Dumbledore, su amiga había cambiado mucho, su ahora cabello completamente liso estaba sujeto en una coleta bien peinada, podía notar que la falda estaba un poco mas arriba de lo normal y la corbata mas abajo – efecto producido por los botones desabotonados que dejaban ver un dije de plata-.
Cuando la vio no pudo dejarse de preguntar acerca de quien era aquella joven que lucia los distintivos de su casa. Ahora estaba seguro de que su pequeña hermanita si estaba enterada del regreso de la castaña, ya buscaría la manera de vengarse...
Aun así esto parecía una maldición, al parecer los tres se habían sentado lo más lejos posible: él estaba sentado al principio de la mesa, Harry casi en medio y la castaña se hallaba al final de la misma.
El pelirrojo suspiro, nunca antes había deseado que una cena terminara rápido. En ese momento se dio cuenta de que su plato permanecía vació y de los deliciosos platillos exóticos – posiblemente en honor a los asiáticos- que tenía delante. Seria una pena desperdiciar tal banquete.
Así fue como se apresuro a llenar su plato de comida antes de que la cena terminara.
Momentos después Hermione se despidió de Ginny quien se disponía a llevar a los de primero a la sala en común, al parecer según la tradición familiar, la mas pequeña de los Wesley había conseguido la placa de Prefecta el año pasado.
Y se disponía a salir del Gran Comedor hacia la Torre de Griffyndor pero los calurosos saludos de sus compañeros se lo complicaban de sobremanera.
Cuando casi había logrado alcanzar la puerta una figura se le interpuso.
Harry James Potter llevaba la túnica mal puesta, su cabello había crecido mucho y estaba aun mas indomable, pero lograba cubrir en sus totalidad la cicatriz en forma de rayo que llevaba en la frente. Su altura también había aumentado, ya no era bajito, ella era alta para ser mujer y ahora él le sacaba casi media cabeza de altura.
Su rostro que ya había dejado casi todos los rasgos infantiles y ahora mostraban una mueca seria, casi acusadora.
"¿Qué haces aquí?"- le pregunto directamente, al parecer sin emoción ninguna en el tomo de su voz.
Como si fuera por arte de magia todo movimiento a su alrededor ceso, la mayoría de los estudiantes estaban pendientes de cada una de las palabras pronunciadas por los recién llegados. Y es que aparte de las palabras que el niño que vivó había cruzado con Draco Malfoy en el tren, no se había dirigido a hablar con nadie.
"Hola Harry, me da mucho gusto verte"- la castaña le saludo alegremente sin reparar en la pregunta que él moreno le había hecho y que ella había escuchado perfectamente bien- "¿Cómo has estado?"
"Te he hecho una pregunta"- reprendió esta frunciendo el ceño mientras cruzaba los brazos.
La castaña alzó las cejas y analizo al muchacho con la mirada para después poner una mueca de decepción.
"Supongo que lo mismo que tú: estudiar ¿no?"- le respondió para luego volver a sonreír, Harry no se dio cuenta como paso pero entonces la chica se le acerco y se paro de puntas para darle un beso en la mejilla- "Bueno me voy, quiero hablar con Ron, de seguro esta molesto"
Él se quedo parado ahí durante un segundo sin poder procesar los sucedido, cuando se dio la vuelta la castaña ya había desaparecido, conciente de que era objeto de varia miradas decidió dirigirse a la sala en común... por el camino largo.
Un rato despues la castaña se hayaba frente al retraro de la Señora Gorda recriminándose su despiste, había olvidado preguntarle a Ginny la contraseña.
"Ya te dije, sin contraseña no hay acceso" - le dijo la mujer de la pintura mirándola desconfiadamente.
"Sí lo sé"- respondió ella con desdén – "Tendré que esperar a alguien para entrar"
"¿Estas segura que esta es tú sala en común? No te recuerdo y pareces muy grande para ir a primero"
"¿Sabe si Ron Wesley ya entro?"- pregunto ignorando el ultimo retrato de la Señora Gorda
"¡Ah! Ya veo"- expreso alegremente el retrato alabando repentinamente su inteligencia- "Debes de ser otra de sus nuevas admiradoras"
"¿Admiradora?"- Hermione contuvo sus enormes ganas de poner los ojos en blanco- " Ah sí, ya me habían contado que fue la estrella de quidditch el año pasado"
"Supongo que has estado hablando mucho con Ginny en el transcurso del año ¿no?"
La chica se volteo y ahí estaba Ronald Wesley el capitán del equipo de quidditch, también había crecido bastante y también parecía molesto.
Aburridas notas de la Autora:
Lo sé, lo sé, tardo bastante en postear los capítulos realmente lo siento espero hacerlos mas rápido, mañana mismo espero con el capitulo correspondiente a CCS, lo juro, espero subirlo para el fin de semana.
Je, je, je.
Para los rencuentros no soy muy buena uuU, pero me gusta ir lento con las relaciones¿No creen?
Respuesta a los reviews del capitulo II de MCyOdF
Darkwolf Hola! Me alegra mucho que te guste el fic. Y por supuesto que va haber S&S ¿Puede haver un fic de Sakura sin S&S? Acerca de quien es más poderoso que quien, bueno como se explico en el primer capitulo la magia que ambobos utilizan es muy diferente –hablando de Harry y Shaoran – mas sin embargo ambos son de los magos y hechiceros mas poderosos –respectivamente- que existen. En cuanto a Sakura, posiblemente tenga la capacidad de superar al jefe del clan Li, pero aun no lo hace.
Dark Knigth realmente lamento mucho la tardanza –aunque no soy de los autores mas tardos- ahora que estoy de vacaciones espero actualizar mas seguido, aunque aun no se si saldre de viaje. Espero no defraudarte.
Náyade Sí al parecer la parte de HP es más oscura, pero para los orientalas tambien habra varios problemas. Y finalmente si fue cap de HP.
Hakari Katsuragi jajajaja, definitivamente Mei nunca cambiara, acerca de rika no puedo negar ni afirmar nada, ojala que este cap te haya gustado.
Chaoito.
Dejen Review.
Por cierto, HP, SCC y la canción 20 de enero de la OdVG pertenecen a sus respectivos autores, esta es solo una historia ficticia sin fines de lucro, hecha de fans para fans.
