Advertencias: Va a haber mención de violencia y violacion (lo siento...) pero solo mncion. ademas muerte d un personaje y cmo ya sabeis embarazo masculino. espero q aun asi os guste. bs
Cap 10: El fin de...( 2ª parte)
El rubio Slytherin leía a la luz de la chimenea el duodécimo libro sobre conversaciones telepáticas. No quería darse por vencido, y aunque los ojos le escocían por el esfuerzo, no podía parar, repitiéndose una y otra vez como una mantra que su esposo le necesitaba, y que no podía fallarle. Sin darse cuenta se quedó dormido en el sillón, y al despertar estaba en su cama. Al intentar levantarse, su padrino Severus se lo impidió, dándole antes una poción para recuperar las fuerzas.
- Lo necesitarás, como supongo que habrás leído, esta práctica requiere un gran esfuerzo mental y físico.
- Pero¿cómo es que Harry se pudo comunicar conmigo tan fácilmente?
- No lo creas, seguramente al entrar en tu mente, se quedó debilitado.
- Esperemos que el lord no se aproveche de ello...
- No pienses en eso, ya verás como lo tendrás aquí sano y salvo.
- Eso espero- suspiró resignado el Slytherin.
Un par de horas más tarde ya no era de la misma opinión. Reunido en el despacho del director con unicamente los dos mortífagos, o ex-mortifagos, y oyendo el loco plan del anciano.
- Pero, pero...¿está loco o qué le pasa?
- Draco por favor no te he educado así...
- ¡Lo siento padre pero digo la verdad!- a su lado Severus aguantaba como podía la risa.- No pienso dejar a Mi Esposo Embrazado en manos de otro que está todavía más chiflado que éste.
- Seamos razonables señor Malfoy- Dumbledore no perdía la compostura.- si aprovechamos el interés que tiene Voldemort en Harry, podrá encontrar una oportunidad para derrotarlo. Además de qiue no sabemos exactamente dónde está situada la fortaleza, es inmarcable.
- ¿No es también este colegio inmarcable y lo puede localizar fácilmente?
- Sólo los que hayan estado aquí lo podrán encontrar.
- Es decir, la completa sociedad de magos de Inglaterra y un puñado de muggles...
- Esta conversación ha dejado de tener sentido, señor Malfoy. Le recomiendo que se intente comunicar telepáticamente con Harry y le cuente sobre nuestros planes.- luego añadió mirando a los otros dos hombres- pueden retirarse.
Harry golpeaba una vez más las ventanas en vano. Sabía que sin varita estaba perdido, y todo estaba protegido mágicamente. Además el collar de su cuello le impedía hacer la mínima demostración de magia. Suspiró con pesar, sabía que tendría que acatar el plan que Dumbledore había planeado, y que le había transmitido Draco hacía apenas una hora. Todavía no estaba seguro de cómo, pero le parecía que el rubio, a pesar de la distancia y de la falta de contacto con sus ojos, había entrado en su mente. Pero no para leer sus recuerdos, si no para dejar unos nuevos. Todo era muy confuso, y le daba dolor de cabeza, pero intentaría hacerlo lo mejor posible... aunque aún tendría que aprender a mentir.
- Potter, acompáñame,- un mortífago acababa de abrir la puerta de su lujosa habitación. Detrás de él, sólo se podía distinguir la oscuridad, oscuridad que él mismo recibió, cuando el enmascarado le colocó una venda sobre los ojos.
Anduvo todo el camino a ciegas, a trompicones, y a veces tropezándose; en dichos momentos, el mortífago le ayudaba a caminar hasta que se encontraban en un sitio llano nuevamente, y Harry podía notar la lasciva mano posada en su trasero, pretendiendo ayudarle, o por lo menos demostrarlo ante alguien. Sabía que alguien más se encontraban por los pasillos, pues oía de vez en cuando ligeros murmullos, y sonidos de pisadas que no le pertenecían, y estaba seguro que tampoco a su "guardaespaldas".
Después de lo que parecieron kilómetros, se pararon, y por fin se le fue retirada la venda. En un principio sintió dolor al encontrarse con la luz de una antorcha, pero poco a poco se fue acostumbrando. El mortífago ya había picado en la puerta, y ahora lo empujó dejándole dentro y cerrando tras de él.
- Potter, bienvenido de nuevo,- el tono sarcástico de la voz no dejó al chico indiferente.- Aunque ahora estás en mis habitaciones, y no al revés, debes seguir mis reglas. Toma asiento- de inmediato una silla le golpeó en la parte de atrás de las rodillas obligándole a sentarse sobre ella y acercándolo a la mesa tras la cual se encontraba su más odiado enemigo.- ¿Y bien?
El moreno dio unos minutos de silencio en respuesta mientras vaciaba su mente de cualquier sentimiento o pensamiento que dieran alguna pista al ser mitad serpiente de enfrente.- Deseo unirme a usted, señor,- de inmediato sintió como su mente era leída por un legemerens, pero Voldemort no debió de encontrar ninguna prueba de que mentía, así que asintió.
- ¿Y puede preguntar, Harry, por qué de tan repentino cambio?
- Han pasado varios días desde que me capturaron y...creo que si Dumbledore es tan poderoso como lo pintan ya me habrían encontrado...- voldmort siseó al oír la voz de tan odiado enemigo.
- No vuelvas a decir ese nombre...- en menos de lo que se tarda en parpadear estaba al lado de Harry agarrándole con fuerza el brazo.
- ¿Qué nombre?- Harry decidió jugar un poco aunque el otro le llegase a hacer daño,- ¿Albus Dumbledore, es ese?- Voldemort no respondió, sino que le retorció el brazo tras la espalda y le agarró del cuello. Pero harry no iba a demostrar dolor porque era justamente lo que esperaba.- ¿Por qué no te gusta el nombre de Albus, y además el apellido Dumbledore le da un toque de...distinción¿no es así, Tom?- es ese momento Ryddle sintió una furia indescriptible y agarró el cuello de Harry con más fuerza, notando su fragilidad.
- ¿Te gustaría morir?- el chico movió levemente la cabeza en horizontal.- Tienes un cuello muy fino, podría partirtelo con fragilidad- se inclinó sobre el chico-que-vivió y le dio largas lametadas.- No me enfades, Harry, que seamos aliados no queire decir que puedas tener esas familiaridades conmigo¿ha quedado claro?- Harry asintió lentamente sin dejar traslucir sus sentimientos.- Esta bien- el señor oscuro lo soltó bruscamente.- Tal vez más adelante desee tener más familiaridad contigo...pero de una forma más personal y sin ataduras...¿comprendes?
Harry volvió a asentir angustiado, y pidió permiso para regresar a su cuarto, permiso que le fue concedido. Al abrir la puerta de fuera, se encontró con un mortífago, no podría decir exactamente si era el de antes o no, puesto que todos llevaban máscaras, incluso en la fortaleza, para evitar que los menos cercanos a ellos les reconociesen, siempre se podía sospechar de un espía.
Aquella vez, el moreno no había llevado venda y las que le siguieron tampoco. Parecía que el lord confiaba ya algo más en él, aunque sólo le llamaba en caso necesario. Poco a poco, Harry se fue dando cuenta de que el lord, quería algo más de él, y se intentaba acercar sigilosamente, lo que llenaba a Harry de angustia al darse cuenta de que si se negaba podría ocurrirle algo a los que más quería...
Draco era consciente de la angustia y el ocasional miedo que a veces su marido sufría. La unión que habían efectuado en diciembre, les permitía sentir los ánimos de la pareja a su antojo, con ello se sentía más cerca de su amado, y también le servía para infundirle ánimos, aún con la distancia que los separaba.
- ¿Draco?- unos ligeros golpes lo distrajeron de sus pensamientos.- ¿Te encuentras bien?
- Sí, pasa Blaise.- junto con su amigo, también entró Ron Weasley. Era extraño a la vez de sorprendente ver cómo había cambiado la relación entre ambos. No podía decirse que eran amigos, pero por lo menos se soportaban, y podían reunirse en la misma habitación sin acabar en pelea. También su relación con Hermione había cambiado, ahora tenían una amistad más profunda, parecida a la que tenía con Zabini, pero de menor intensidad.
- ¿Qué tal?- eran frecuentes las reuniones con su amigo, en el apartamento. Draco sospechaba que era una estratagema de Severus, o tal vez de Dumbledore, para que no se ahogase en sus pensamientos.
- Pues más o menos. Ya han pasado cerca de 2 meses y parece que no han hecho ningún avance.
- Parece que no Draco, pero tú sabes que sí. El odioso de Nott ya está en Azkabán, sabes el paradero de Harry aunque no podais ir a buscarlo, y tanto él como el bebé están en perfectas condiciones.
- Eso es un verdadero alivio- reconoció Draco alegrándose una vez más.- Mientras no sospechen de mi padre podrá seguir trayéndome noticias acerca de HArry y el bebé.
- ¿Recuerdas lo último que dijo? jejeje- los tres chicos empezaron a carcajearse al recordar las palabras de Lucius: "está como un neumático, todavía me extraña que pueda salir por la puerta"- seguro que a Harry no le haría mucha gracia oírse describir así.
- Fijo que no- respondió el rubio dándole la razón.- En condiciones normales no le habría importado pero ahora está un poco...deprimible. Cualquier cosa que le digas se echa a llorar.
- Eso se llaman hormonas- intervino Ron.- Y espero que ninguno más tengamos que sufrirlas.
- ¿Vamos a comer?- convino Blaise, los otros dos le siguieron, pero de pronto Draco se paró al notar un terrible malestar. Sin poderlo evitar, se desplomó en el suelo, tembloroso mientras gritaba una y otra vez el nombre de su amado.
- ¡HARRY!
- Draco¿qué te ocurre¡¡Draco respóndeme!- los dos muchachos se las ingeniaron para llevarlo a la enfermería donde Pomfrey le hizo un rápido exámen y lo sedó.
- ¿Qué le pasa¿Por qué gritaba el nombre de Harry¡Qué le ha ocurrido a Harry?- el pelirrojo hacía las preguntas sin pestañear, sin parar a respirar, verdaderamente preocupado por su amigo prisionero.
- Cálmese señor Weasley o tendré que administrarle a usted también un calmante. Ahora déjeme que le explique...- en ese momento entró alterada Hermione, que no había sido testiga de nada pero había oído unos vagos rumores que hablaban de Malfoy gritando sin control, y Weasley con Zabini llevándoselo con un hechizo levitador.- ¿Ya están todos?- preguntó madame con algo de enfado.- Pues siganme a mi despacho.
Úna vez en el inmaculado despacho de la enfermera del colegio, protegidos de oídos indiscretos y de entradas inoportunas, Poppy Pomfrey se dispuso a dar su diagnóstico de los hechos acaecidos.
- Como ya sabrán, bien por mediación del señor Malfoy, bien porque lo buscaron en algún libro, Draco puede sentir las emociones de Harry y viceversa, aunque sólo a su antojo. Por lo tanto algo grave debió de ocurrirle al señor Potter para que su pareja lo notase sin hacer el esfuerzo en entrar en su cabeza. También creo que, por el shock que presenta el señor Malfoy, pudo ver los hechos acontecidos...
- ¿Pero Harry está...?
- No lo creo señorita Granger, si Voldemort lo considera su mano derecha, no tendría por qué matarlo, además si eso hubiese sucedido dudo mucho que el señor Malfoy siguiese consciente al llegar a la enfermería.
- ¿Y eso ocurre en todos los matrimonios?
- Sólo en los que se tiene una total entrega el uno del otro, señor Weasley. Los matrimonios en los que se confía el uno en el otro, y se está pendiente de la pareja. Por ejemplo, si su madre estuviese en grave peligro su padre estaría al tanto de ello, y viceversa.
- ¿Entonces por qué no supo mi madre lo que pasó en quinto hasta que lo mencionó Harry?
- Sí que lo notó, estaba angustiada pero no sabía el por qué. En las personas embrazadas se sabe con mayor intensidad por lo que Draco pudo conjurar la imagen en su mente...
- La pregunta es¿qué imagen?...
Harry se encontraba tirado cual alfeñique en la cama de la habitación que le había asignado Voldemort. Aún no podía entender cómo había ocurrido todo, sus continuos rechazos había llevado al otro a una única salida, la cual era forzarle. El moreno se intentaba mover lo mínimo posible para evitar el roce de las sábanas, le dolía todo el cuerpo, estaba cubierto de moratones y se sentía asqueado consigo mismo. Lentamente se levantó y se dirigió al baño, el mostruoso ser se había largado en cuanto había terminado con el "ultraje". Sus últimas palabras aún se le repetían a Harry en la mente: "qué pena que no fueses virgen."
Se duchó, y sin ánimo se dirigió a la cama nuevamente. Al llegar se amreó con el olor a sexo y sangre y la visión de las sábanas manchadas que le trajo todo de nuevo a la memoria. Se dirigió con paso apresurado nuevamente al baño, para soltar todo lo ingerido y sin ingerir (es decir hasta las tripas).
La verguenza y el asco dieron paso a un nuevo sentimiento más intensificado: el odio, odio que sentía por ese ser con cara de serpiente, desde que había aprendido su historia, suponía que albergaba ese odio en su corazón desde antes de abandonar la casa de sus padres, en el momento de su muerte. Ya era hora de deshacerse de ese odio, y de vengar esas muertes...
A la mñana siguiente, Harry vacilaba acerca de la idea que había tenido la noche anterior, ya no estaba seguro de ser capaz de realizarlo. Pero caundo un mortífago le dejó delante de la puerta del despacho de Voldemort, ya estaba más convencido de que haría lo correcto, y de que todo saldría bien. Aferró con fuerza su varita, la cual le habían devuelto hacía ya bastante tiempo, a la vez que le quitaban el collar, y entró.
- Harry¿has amanecido bien?
La pregunta irónica del mayor, fue dada de lado, y Harry se acercó lenta y sensualmente.
- Oh, Tom, anoche estuviste fabuloso...- Voldy pasó por alto que el chico le hubiese llamado por su verdadero nombre. El sólo verlo le excitaba, y le hacía pensar en lo ocurrido la noche anterior.
- Osea que el gran Harry Potter no es tan casto como se creía. ¿Te gusta el sadomasoquismo dulzura?
- ¿Por qué dices eso?- Harry se había pegado a su cuerpo impidiéndole pensar con coherencia (esto me suena...)
- Se supone que ayer te forcé...
- Se supone- le interrumpió el moreno lamiéndose los labios sensualmente. El otro emitió un gemido y se intentó abalanzar sobre él para besarlo, pero Harry, sonriendo se apartó suavemente.- ¿No deberías coger algún tipo de protección...?- el otro quedó desconcertado, pero como no podía juntar la conexion neuronal, se giró a ver qué podía ser lo que el otro le había pedido.
- ¡Ahora!- chilló Harry sobresaltándolo y haciéndole darse la vuelta. Lo que se encontró Voldemort fue al pelinegro apuntándolo con dos varitas, la propia y la que era suya.- ¿tus últimas palabras?- el lord no estaba asustado, únicamente esperaba el momento propicio para arrebatarle la varita nuevamente, pero no contaba con la fuerte resitencia del mago, era como si alguien le estubiese ayudando...- Así es- Harry parecía estar leyéndole los pensamientos, pero nunca fue bueno en legeremanica¿no?
- Él no pero yo sí- volvió a decir Harry, pero no era la voz de Harry, era la de Draco Malfoy...- así es, hemos aprovechado la conexión mental para derrotarte¿sorprendido? Yo diría que más bien asustado. Harry¿estás listo¡¡Ya!
Dos cuerpos, un alma. Dos miradas, una persona. Dos varitas, un sólo hechizo. Dos palabras, una persona. Dos lenguas...(inglés y pársel)...provocaron El Fin De Voldemort.
Fin del capitulo
os ha gustado? pues envien un review a: ventanita lila, apartado de correos, esquina izquierda, bajo :p
