"Enemigo Diferente"
Por: AgosMalfoy
Disclaimer: Ningún elemento y/o personaje que aparezca de ahora en más es de mi propiedad. Pertenecen a la fantástica J.K. Rowlin. Yo no gano nada haciendo esto, sólo lo hago por diversión. ¿ALGUIEN PENSABA QUE ESTOS MARAVILLOSOS, TIERNOS Y CARIÑOSOS PERSONAJES ERAN MÍOS? ¡JA!
Advertencias: SlashRelación hombre / hombre, si esto no te gusta o te molesta, por favor, búscate un fic apropiado para tus gustos.
Parejas: Hermione/Ron, Harry/Tom.
N.A.: Hola! Ah, si... tardé... tardé mucho... más de 2 meses... woooo! Nunca tarde tanto!O.o. no hay perdón... lo sé... pero... lo siento... ¡AAAHAHHHHH! (Agos se esconde debajo de la mesa para que no la vean) ¡NO! ¡NO! ¡NO ME MATEN, SINO NO PUEDO SEGUIR LA HISTORIA! ¿Quieren saber por qué me demoré? Bien... es que me tomé unas "pequeñas" vacaciones de 15 díasU... y cuando volví a escribir... ¡MI MUSO ME ABANDONÓ! (Agos saca un látigo y se lo muestra a su muso con una sonrisa diabólica) Ah, pero no se va a volver a ir... ¡de eso me encargo yo! (lo ata y amordaza en una silla), y les tengo una buena noticia... ¡creo que el castigo con Nynia le está sirviendo porque... ya he empezado con el capi siguiente! Aplausos, aplausos! Xddd y además, los que chatean conmigo mediante mi Messenger también saben mi otro motivo O.o ¡maldita PC!
Bien, me dejo de tonterías. Como ya sabrán, ha puesto una norma de que no se pueden contestar los reviews en el fic, y, por ese motivo, los voy a contestar por e-mail, así que, si quieren que se les responda, déjenme un mail donde los pueda ubicar, y enviarles sus respuestas a los comentarios. AH! Me dejo de charlas. ¡espero que disfruten de la historia (que ya se ha empezado a desviar de mi idea inicial :P)
Gracias a mauleta, Watty, Mirels, Ann Magus, VK, Tom O'neill Riddle, Liuny y a Fénix por dejarme tan lindos reviews! Y muchas gracias por esperar hasta que actualice...
Por esta vez, a los comentarios los voy a contestar en forma general ..
¡Por supuesto que voy a poner lemon! Jajaja... voy a tener que cambiar el ratin a M, igual falta un poco para que aparezca, y voy a señalar donde esta.
¿En qué casa va a quedar Tom? Bueno... hum... ahora lo verán jajaja.
Otra cosa, yo he leído el 6º libro, pero a este fic lo empecé a escribir antes, así que, no tendré absolutamente nada en cuenta de ese libro... snif, snif, snif.
¿va a encontrarse con Voldi? Ah, ah, ah, ¿queréis saber? Entonces... ¡seguí leyendo!U
Espero que este fic les siga gustando! Y si no... Ya saben, ¡reviews!
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Capítulo 3: La decisión.
Harry, Ron y Hermione caminaban por los transitados pasillos de Hogwarts rumbo al gran comedor.
La mayor parte de alumnos ya estaban allí, pero Harry notó, al igual que sus amigos, que la casa de las serpientes era la más vacía.
"¿Por qué creen que la mayor parte de los Slitherin no están aquí todavía?" Preguntó el moreno mirando a sus acompañantes.
"No sé, pero me da mala espina. Miren si están..." Pero el pelirrojo no pudo terminar la frase. Hermione le había dado tal codazo que el chico no pudo hacer nada más que voltear.
Al darse la vuelta, Ron vio a su profesor de pociones, unos metros más atrás, hablando en susurros con Malfoy, el prefecto de su casa.
Mmm. Para mí que están planeando algo." Volvió a insistir sin prestarle mucha atención a la chica que lo tomaba del brazo.
"Ron, vamos a sentarnos. Todo el mundo nos mira."
En efecto, todo el comedor los observaba con curiosidad, ya que ellos dos eran los únicos de pie, mirando a los Slitherin.
Al darse cuenta de esto, Ron enrojeció violentamente y fue a sentarse junto a su amigo en la mesa Griffindor.
"¿Por qué no nos dijiste nada?" Le preguntó al ojiverde una vez que el resto lo había dejado de mirar y volvían a sus asuntos.
"¿A qué te refieres?"
"¿Cómo a qué me refiero? Todo el comedor nos miraba con cara extraña, y tú no hacías nada."
"Ah, eso. Porque no me ibas a escuchar" Respondió simplemente Harry y dirigió su mirada hacia la mesa de profesores, donde el viejo director se ponía de pie y un gran silencio se hacía en el lugar.
"Bien, mis queridos alumnos," comenzó Dumbledore, "como he avisado hoy en el almuerzo, tenemos el agrado de recibir a un alumno que vino de Estados Unidos por un intercambio. Ahora por favor, invitemos al joven Alexander Sthenzcher a realizar la debida selección".
Harry vio como las puertas del gran comedor se abrían lentamente, y por ellas ingresaba la profesora McGonagall con el viejo y andrajoso sombrero que se utilizaba en todas las selecciones. Pero al fijarse en la persona que venía detrás de ella, no pudo hacer más que sobresaltarse. El joven Riddle que él había visto en el diario era igual a este. Es más, podría jurar que todavía no había desaparecido, y aún se encontraba en aquella pesadilla!
Recordó aquella vez, cuando ese joven le había hablado con esa voz fría, carente de expresión, y cómo aquellos ojos negros lo miraban con burla, desprecio y una maldad que le hizo dar un escalofrío por toda la columna vertebral. En ese entonces, no podía preguntarse cómo una persona podía tener tanto odio en su interior, nada de amor, nada de cariño. Pero luego, al enterarse quién era en realidad, las cosas se habían aclarado un poco. Aunque, hasta ahora se lo preguntaba, ¿si quizá, y si sólo quizá, Tom Riddle en su infancia, en vez de ser maltratado en el orfanato y despreciado por su padre, hubiera recibido el amor de una familia, el cariño de los que lo querían, se habría convertido también en el Señor Tenebroso?
La voz de la profesora Minerva McGonagall lo sacó de su ensimismamiento.
"Muy bien, ahora deberás colocarte este sombrero, el cual dirá el nombre de la casa a la que asistirás luego."
Tom avanzó lentamente, con un porte orgulloso y sin hacer caso de las miradas que le dirigían al pasar por su lado, llegó hasta el lugar donde se encontraba el sombrero y se sentó en un taburete que estaba junto al mismo, mientras aquel objeto era colocado de inmediato sobre su cabeza.
Harry notó, no por primera vez, que la mujer hacía todo lo posible para evitar la mirada del joven Riddle. Pensó que su profesora lo había conocido en su época de estudiante, pero le pareció absurdo.
El comedor estaba sumergido en un profundo silencio, pero poco a poco unos murmullos fueron percibiéndose en el lugar. Y era que, en todo el tiempo que Harry había estado en una selección, el sombrero jamás había tardado tanto en nombrar una de las cuatro casas.
Si no era porque Harry lo había visto y sabía quién en realidad era, habría jurado que aquel chico no era un mago, y que se habían confundido al "elegirlo".
Al dirigir su mirada nuevamente hacia el joven que estaba sentado en el taburete de las selecciones, no pudo hacer más que sorprenderse. Él esperaba que, como había hecho cinco años atrás con Malfoy, apenas tocara la cabeza de Riddle, éste lo proclamara enseguida un Slitherin. Sin embargo, ya habían pasado casi seis minutos, y el sombrero aún no daba señales de haber tomado una decisión.
Oscuridad.
Oscuridad.
Oscuridad.
Era lo único que podía verse en el interior de aquel andrajoso sombrero.
Oscuridad.
Silencio.
Oscuridad.
Y de pronto... una voz.
Una voz que ya había escuchado antes... hace tiempo... seis años...
Pero esta vez era diferente... palabras, frases sin sentido...
'"...una oportunidad...", "Vas por mal camino, muchacho...", "Mmm, ¿por qué no? Si... esto te ayudará..."'
'"¿Qué me ayudará? ¡Deja de decir estupideces, porquería de sombrero...!"'
'"Ah, querido hijo... yo te he visto crecer... sé en lo que te convertiste... y eso no puedo permitirlo nuevamente... no... tengo la posibilidad de cambiar este destino... y no me cabe ninguna duda de que lo haré..."'
'"¿de qué harás que? Sabes, estoy perdiendo mi paciencia... ¡dilo ya!"'
'"Si así lo deseas... entonces, yo digo que eres un..."'
"...¡GRIFFINDOR!"
"¿¡qué!"
Fue el grito que se escuchó salir de la boca de dos jóvenes, mientras la mesa Griffindor aplaudía enérgicamente a su nuevo compañero, agentes de quien en realidad era.
"¿Qué te sucede, Harry? ¿Por qué gritaste?" Le preguntó Hermione a su amigo mientras lo miraba calculadoramente. "¿te encuentras bien? Te ves muy pálido..."
"Na-Nada, Hermione, no te preocupes."
Tom se había quedado parado en su sitio... ¿cómo podría ir a sentarse en aquella mesa? Con unos ineptos Griffindors... ¡EL ERA UN SLITHERIN HASTA POR DESCENDENCIA!
Los festejos poco a poco fueron apagándose, al darse cuenta de que su nuevo miembro de casa parecía no poder, ni querer, moverse de donde se encontraba, y en su lugar, unos cuantos murmullos llenos de sorpresa y curiosidad, fueron escuchándose hasta tomar un volumen alarmante.
De inmediato Dumbledore se puso de pie golpeando su reluciente copa de oro para reclamar nuevamente el silencio de todo el alumnado, y le hizo señas al joven para que se ubicara en la mesa Griffindor, indicándole que luego del banquete hablarían en privado en su despacho…
Resignado, frustrado y muy enfadado, Tom no tuvo otra opción que hacer lo que aquel vejete le ordenaba… si no quería seguir llamando la atención de todos los estudiantes.
Se sentó al lado de un chico regordete de cara redonda y muy estúpida, en opinión del Ex – Slitherin.
"Bienvenido a Griffindor" –le dijo la muchacha que estaba enfrente de él- "mi nombre es Hermione Granger, y soy la prefecta de este año… ya sabes, cualquier cosa, problema o duda que tengas, puedes dirigirte a mi o a Ron" –señalándole al chico pelirrojo que se sentaba a su derecha- "quien es el otro prefecto…"
Como si necesitara tantas presentaciones... al fin y al cabo, ¿cuándo acudiría a pedirle ayuda a esos dementes Griffindors? Claro que ahora era uno de ellos… el solo pensarlo lo asqueaba… saber que cuanto más tiempo se quedara allí, más tiempo estaría rodeado de aquella gente indeseable…
"…y este de aquí es Harry Potter" –terminó la charla la prefecta- "vamos a sexto curso… ¿a qué año irás tú?"
"Sexto" –gruñó sin despegar la mirada de su plato… no podía aguantar más ni un segundo allí… ¡era una tortura!.
De pronto notó que uno de sus "AHORA NUEVOS COMPAÑEROS" no dejaba de observarlo de una manera calculadora y curiosa… como si ya lo conociera... pero eso era algo imposible… él venía del pasado… o no sea que... no, no podría ser ningún futuro familiar suyo, dado que sino el viejo se lo hubiera avisado… ni tampoco él pensaba formar parte de una… sus ideales eran diferentes… nada de una "vida color de rosa".
La cena ya había terminado, y el joven Alexander (na: voy a tratarle por los dos nombres: Alexander y Tom, así que avisados están U), se dirigía rápidamente a la oficina del director… para pedirle una explicación de lo que había ocurrido en la selección… porque estaba seguro de que él sabía la respuesta… siempre la sabía.
"Tarta de manzana" –Pronunció una vez frente a la horrible gárgola de piedra que custodiaba el acceso al despacho, y girando sobre sí misma, ésta le dio libertad.
Llamó una vez con tres toques suaves en la puerta, y una débil voz del otro lado le permitió el ingreso… jamás, en sus días de estudiante hasta el momento, había estado tan seguido en el despacho de un profesor/director…
"Ah, joven Riddle, es usted. Pase y tome asiento, por favor."
El director lo observaba detrás de sus anteojos de medialuna de forma extraña… como si supiese por qué el adolescente se encontraba frente a él... algo que quizá era cierto…
"¿Qué le trae por aquí?"
"Discúlpeme, señor, pero creo que usted sabe el motivo de nuestra charla…"
El anciano suspiró audiblemente, inclinándose hacia atrás en su butaca, juntando las puntas de sus dedos… una costumbre ya adquirida desde hace tiempo…
"Claro, Tom. Ya he mantenido una charla con el sombrero seleccionador, quien muy amablemente me explicó los sucesos de esta noche..."
"¿Y bien, señor?"
"Tom, ya sabes que no puedo revelarte nada de este tiempo… de tu futuro… no podemos cambiar la historia..."
"Pero señor…"
"Lo único que puedo decirte" –Lo interrumpió Dumbledore-, es que estoy totalmente de acuerdo con el sombrero… una decisión muy sabia… no sé, el tiempo dirá si podrás saber esos motivos... pero aún no, Tom. Todavía no."
Una sombra de rabia cruzó por el rostro de Riddle, pero pronto se quedó impasible… como una máscara… como que si lo mencionado por Dumbledore no le afectara.
"Discúlpame..."
"No, señor, no se preocupe… estoy acostumbrado a esto…"
"Tom, lo sabes muy bien como yo… no puedo decirte nada... no podemos cambiar la historia."
"Si, lo entiendo. Ahora si me disculpa, necesito ir a descansar… fue un día de muchas emociones… muy buenas noches, profesor Dumbledore."
Levantándose bruscamente de su asiento, el joven Alexander se dirigió a la puerta sin cruzar ninguna palabra con su director.
"La contraseña es "Leonis dorado…"" –fue lo último que escuchó el muchacho antes de salir de la oficina.
Dumbledore observo tristemente como Tom Riddle caminaba furioso, muy furioso y molesto hacia la puerta… y entendía sus razones, pero era imposible decirle algo de esta época…
Mirando a un rincón, el anciano murmuro suavemente:
"¿Esta seguro de esto…?"
"Por supuesto, profesor Dumbledore. Es la decisión mas difícil que me ha tocado, pero estoy seguro de que elegí lo correcto…" –Una voz se pudo escuchar, suave, llena de sabiduría… y, sobre todo, una inteligencia inimaginable…
"Espero que así sea, espero que así sea… y que no nos equivoquemos…"
Y con esas últimas palabras resonando en la habitación, Albus Dumbledore se puso lentamente de pie, y penetró en su dormitorio.
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Agos Malfoy
Miembro de la Orden Siriusana
Miembro de la Orden Remusiana
Miembro de la Orden Luciusana
Miembro de la Orden Severusiana
Miembro de la Orden de los Merodeadores
Miembro de la Orden de las Mortifagas
Administradora de la Orden de Voldemort
(si quieren agregarme al msn pueden hacerlo en: agoztina90 hotmail. Com
