Después de las duchas, los 3 estaban dejando de mirarse solo como buenos amigos, Harry miraba a Ron como un objeto de usar y tirar, a Hermione como una caliente y a el como un vicioso, mientras que Ron y Hermione formaban la segunda personalidad de sus amigos con la premisa que bajo un uniforme y una amable personalidad, se escondían todos los deseos e impulsos de la adolescencia, cuya lascivas mentes estaban siempre disponible y sus cuerpos en forma para practicar sexo en todo momento, así que era inevitable que detrás de cada beso de mejilla o apretón de manos, pensar en segundo sentido: "¿Cómo y cuando me la voy a tirar?"…, así empezaban a ponerse las cosas para nuestros amigos en las vísperas de tomar el Hogwarts Express, que los llevaría de vuelta a la agitada y peligrosa vida en Londres, ahora con el agravante de Lord Voldemort, todos se estaban preparando para afrontar con buena cara, los acontecimientos futuros.

Así llego Harry a la torre de astronomía, vacía en la noche, podía proporcionar al visitante nocturno una buena vista y aire fresco, en la inmensidad de la noche, se puso a pensar lo vertiginoso del año y de las cosas que le habían ocurrido, buenas o malas, al recordar las buenas, no pudo menos que sonreír, como un primer beso se había trasformado tambien en su primera vez, como una noche común y corriente, había llegado al punto culmine de la intimidad con sus mejores amigos, anhelando con fuerza que eso volviera a ocurrir, mientras la suave brisa de la noche acariciaba su rostro.

Pero al parecer, Harry no era la única persona que necesitaba de nuevos aires; Hermione tambien se dirigía a la torre a pensar e imaginar estrategias de cómo tirarse a sus grandes y guapos amigos, ya que después de las duchas, estaba decidida a como de lugar a tener una vida sexual activa, por lo menos, con las personas mas confiables para ella, pero sin embargo algo quedaba de su recato para no decir de inmediato sus intenciones.

Hermione al llegar, vio en las orillas del balcón una silueta, que al acercarse le empezó a hacerse familiar, hasta identificar a Harry. Sin intención alguna se dirigió a el y lo saludo:

- Hola Harry, ¿Qué haces? – Harry al darse cuenta de su presencia se sobresalto, pero esto no le impidió guardar la compostura.

- Ho...Hola Hermione…- dijo algo azorado – que haces tu aca… no deberías estar en cama

- Si, pero hace algo de calor y… necesitaba pensar algunas cosas… que no me dejaban dormir Harry

- Muy bien, somos dos – dijo Harry, mirando fijamente el cielo

- En los últimos días, después de lo que paso… no he parado de pensar Harry de lo que hicimos en las duchas… no es que tenga remordimiento pero…

- Pero que - le insistió Harry – no creo que ahora te haya bajado un ataque de moralismo ¿o si?

- No Harry, pero te diré la verdad… al contrario… me quedo gustando la cosa

- ¿Verdad, bueno yo también me impresione… verte así, yo igual quede con ganas, y las sigo teniendo

Al decir estas palabras, Hermione contemplaba silenciosamente a Harry, viendo en el, cosas que en 5 años no había visto. Cosas en la que jamas se había fijado, pero que en esa noche de Junio se notaban más en su amigo de aventuras y estudio, en su rostro de un tipo normal que mostraba las dificultades de la edad, además de cargar con la cruz de un nombre famoso, que mostraba pasión, consecuencia y amor a la vida, en la soñadora y penetrante mirada de esos matadores ojos verdes esmeralda, que daban un peculiar toque a la cara de el, su característico y desordenado cabello negro azabache, que denotaba las características de su dueño además de que el desorden del uniforme de Hogwarts que traía, hacia que se viera mas guapo aún, hacían que Hermione viera ahí con otros ojos a Harry.

Lo mismo hacia Harry, de manera disimulada, miraba el rostro de ella, su ordenado y ondulado cabello color castaño, así como sus ojos que denotaban sagacidad e inteligencia, el prominente desarrollo de su cuerpo adolescente, la pulcritud y orden en sus prendas de vestir hacia que ella demostrara otra imagen tanto para compañeros como profesores, pero ella había sacado su personalidad con el, en la loza de unas duchas.

Por pensar lo mismo, ambos se miraron, como si no se conocieran o la persona que estaba al lado había abandonado la hipocresía y las caretas, Harry intentaba con sus ojos, develar el pensamiento de ella, al igual Hermione, que miraba a Harry como un delicioso chocolate de la mejor lechería suiza, entonces empezaron a acercar sus cabezas lentamente, gozando de la mutua excitación del primer beso verdadero, sin el patético sudor del deseo con frenesí o de las miradas de segundos, y así acercaron sus labios, primero, para luego las lenguas se unieran en una cadena comparada al titanio, en un deseo y cariño mutuo, desahogado ahí, como un condenado a muerte sacia sus deseos íntimos con una ultima cena, como el delgado hilo de la muerte, que hizo que no pudieras decir a la persona amada tus sentimientos o en el caso de Harry, de la muerte inesperada, rondando como un despiadado oficial de la SS dispuesto a descargar su Luger sobre cualquier cosa que amenace los oscuros objetivos, emanados y calculados en mentes paranoicas que están en el cenit del poder total, en la desesperada lucha entre el bien y el mal.

Eso hacía que se besaran con deseo, de estar ahí por siempre, de gozar infinitamente de la sobrecogedora situación, hasta que ambos se separaron y se abrazaron fuertemente, como un naufrago a su madero de salvación para luego separarse diciendo:

- Esto es superior a la magia que enseñan aquí, Harry, pero estoy confundida, me gusta Ron, pero a la vez siento un profundo cariño por ti, no se que haces para que yo me sienta atraída a ti, me gustas mucho, tu olor me enloquece, tus besos me embriagan y tus abrazos me descolocan, desde las duchas que vengo pensando en ti, cosas que en todos estos años no pensaba ni hacer… y contigo…

Harry se quedo perplejo, era la primera vez que alguien le era sincero de verdad, sin bromas ni chistes, después de Dumblendore, Hermione era la primera persona que le había hablado así, con sutileza y paciencia casi papal, incluso había sido mas directa que Cho, porque no llevaba remordimiento ni la sensación de traición a otra persona, sino llevaba contrariedad pero a la vez amor y pasión.

En esa situación, Harry empezó a valorar la diferencia entre sexo y hacer el amor, porque antes pensaba que solo eran frases clichés, para denominar lo mismo, pero haciendo un alto en su estrenada vida sexual, solo había tenido sexo, incluso con Cho, que para el fue sacar con ella los impulsos de un amor casi platónico y el resto, sexo. Pero ahora se le brindaba la oportunidad de hacer el amor, que aparte de un pene, se hace con el corazón y los sentidos dedicados a un ser especial… y ese ser resultaba ser la persona más cercana para el y la más estimada: Hermione

Ambos estaban gozando de la mística de hacer el amor, con miradas de cariño y pasión, que fueron transformadas a besos y caricias, bajo la bóveda estrellada, como únicos testigos, las piedras que habían albergado generaciones de magos, en la soledad de noche, sus jóvenes cuerpos se fundirían en uno solo. Hermione hizo un alto y cariñosamente empezó a desnudar a Harry, a despojarlo de su desordenada corbata, camisa y pasear sus manos por el pálido pecho de el, a pasar su lengua que hacían que Harry suspirara y las caricias de sus manos por su espalda y trasero, mientras que el la empezaba a desnudar, sacándole sus ordenadas prendas, dejando al descubierto sus vigorosos senos, tapados por la ropa interior, que sacó inmediatamente, para comenzar a palpar con sus manos, esos senos maravillosos y luego besarlos, recorriéndolas con su lengua, mientras que metía mano bajo las faldas de ella, haciendo contacto con la húmeda vagina, mientras pegaba golosos lametones a los pezones de ella, que seguía acariciando el trasero de Harry, para luego separarse entre suspiros, Hermione le saca el cinturón y los pantalones a el, dejándolo solo con zapatos y le baja los boxers para dejar al descubierto la excitada y palpitante verga de Harry, la toma con cariño, comienza a palparla y a recorrerla con sus finos dedos, para luego empezar a hacerle una paja a el, entre los suspiros de Harry, ella comienza a darle sus lametones al pene de el, para luego, continuar con una mamada de antología, la situación lo había hecho, así que Hermione mamaba no solo por ganas, también por amor, esto hacia que Harry se afirmaba bien del borde del balcón de la torre, con la mirada ida hacia el cielo, entre suspiros y jadeos, empezó a sentir la sensación del orgasmo, mientras acariciaba los castaños cabellos de ella, acabo en su boca, en un electrizante gemido, mientras ella se afirmaba de las nalgas de Harry.

Hermione se incorpora y besa largamente al cansado Harry, cuando este comienza a desnudar completamente el cuerpo de ella, a besarla y acariciarla por todas partes, le saca las bragas, para comenzar a lamer su entrepierna, su castaño vello púbico y a acariciar con su lengua el húmedo y excitado clítoris de Hermione, entre los apasionados gemidos y aspavientos de ella, mientras Harry gozaba de la primera vez de hacer un sexo oral con ganas, no por cumplir, y de verdad la estaba pasando muy bien entre las piernas de Hermione, se sentía acogido en los interiores de ella, mientras que su lengua hacia ver las estrellas y toda la Vía Láctea a nuestra caliente y fervorosa amiga.

Hermione se fue con todo en la boca de Harry, luego de descansar, este se incorpora y la comienza a besar fuertemente, apasionadamente, como si en ello se le fuese la vida, para luego prepararse para la gran maratón, entre las dulces caricias de ambos, las cosas vuelven a ponerse a mil, ella acomoda a Harry en el suelo, y con delicadeza, se empieza a calzar la verga ardiente de el en su húmeda y necesitada vagina, mientras que el disfruta al máximo el acogedor interior caliente de Hermione.

Hermione se sienta completamente en el pene de Harry, entre los aspavientos y gemidos de ambos, ella comienza a cabalgar suavemente, disfrutando cada estocada, sintiendo las manos de el en su cadera, recorriéndola por todo el cuerpo, entre los entrecortados gemidos de ambos, mientras que Harry sencillamente esta con la mente en blanco, esta haciendo la maravillosa conexión con la persona que esta encima de el, pero mientras el se entrega, ambos empiezan a gritar:

- OOOHHH… DIOS MIOOOO… JOODERRR…. SIGUE ASI

- FOLLAME HARRY… TE DESEO… HAZME EL AMOR…. OHHHHH…

- TUS DESEOOS… SON ORDENESSS… JODER… UFFFFFF

- AHHHHH… UHHHHHHH…. OHHHHH… SIIIIIIIIIII… VAMOS…

- OOOHHHHH… QUIEN IBA A PENSARRRR… NO SABIA QUE TU LO HICIERAS TAN BIEN…

- SIIIIIII…. HAZME GOOZARRR… HARRY… AMOR...

- TE LO HAGO... GOZA…. UHHHH…

- MASSS RAPIDO… ME VOY…

- OHHHHH… SIIII… ME VOY A COORRER…. CASI… TOMA…

- OHHHH… COMO SE SIENTE…

Y así terminaron, en grandes y sonoros gemidos, en un gran orgasmo por parte de los 2, ella cayó rendida sobre Harry, mientras este tomaba aire y recuperaba el aliento, mientras sentía el agradable peso de ella sobre el, acariciando el cabello de Hermione y con la otra, estrechándola sobre su pecho, mirando la inmensidad del cielo que se extendía sobre sus cabezas.

Pero después de descansar un rato, las cosas se volvieron a poner igual de calientes, así que entre los besos y caricias de ambos, Harry comenzó a dilatar, con sus dedos el ano de Hermione. Al sentir esto, ella volvió a estar en éxtasis, sintiendo esos dedos en su trasero, mientras sus manos volvían a manosear al caliente y concentrado Harry.

Esta vez cambiaron las posiciones, Harry la puso a cuatro patas, mientras que seguía con su tarea de no hacer ni difícil y dolorosa la penetración para ella, ni muy áspero para el. Ya terminado esto, Harry acoplo su dura y caliente tranca en el rosadito y dilatado ano de Hermione, entre los pujidos de dolor y placer de ambos, el término de encajar de maravilla su pene, lo que confirmo ella al emitir un suave y excitante gemido.

Harry comenzó a moverse a un lento compás de sus caderas, mientras que sus manos recorrían las caderas y los senos de ella, a lo que ella respondía con el bamboleo de sus caderas y los gemidos que le arrancaban esa enculada nocturna, ambos estaban llegando al máximo paroxismo de placer que el cuerpo puede dar, empezaron a gritar y gemir:

- UUUFFFF… COMO ESTO PUDE DAR UN PLACER TAN GRANDEEE…

- OHHHH… SIIIII… UHHHHHH… MUEVETE MAS FUERTE… OH HERMIONE…

- SIIII LO HAGO… ME ENCANTA TU TRANCA… Y TU….

- AHHHHH… IGUALLLL…. OHHHH… ESO ES… MÁS RAPIDO

- OHHHH… HARRY MAS FUERTE ESTOY QUE ME COORROOOO

- ¿SI? MAS RAPIDO QUE YO TAMBIEN… OHHH…

- OHHHH… CASIIII… AHHR…

- TOOMAAA… OHHHHH… JOODERRR…

Después de pegar estos gritos, ambos se fueron en el cuarto o quinto orgasmo de la noche, cayendo ambos sobre la fría loza de la torre, sudados, cansados, pero inmensamente felices. Ambos ahí tomaron aire, recuperaron el aliento perdido después de follar como locos.

Ya recuperados, se levantaron y sonrientes, empezaron a recoger la ropa que estaba dispersada por todo el suelo y a comenzar a vestirse lentamente, de una manera muy sensual y ya vestidos, abandonaron la torre de astronomía, tomados de la mano, pero sin decir palabra alguna, llegaron a la torre de Gryffindor sin ningún problema, entraron a la sala común, ya vacía y se dirigieron a las escaleras de los cuartos para retirarse sin antes decir:

- Lo que dije fue en serio Harry… pero no comentes esto a Ron, por razones obvias

- Te creo, yo tambien lo disfrute y te agradezco lo que dijiste, pero te pido lo mismo: que no le digas a nadie

- Bueno… buenas noches Harry, que descanses…

Harry la toma de un brazo y le da un caliente y último beso de buenas noches que ella responde con todas las ganas, después de un rato, ambos se separan, Harry dice:

- Que descanses – dio media vuelta, echo un suspiro y se dirigió a su cuarto

- Igualmente… - alcanzo a decir ella, aunque no le escucho, quedo largo rato en los bordes de la escalera, pensando.

Pasado un rato, ella se fue a su cama, pensando que en los futuros cursos, le darían el tiempo para pensar, ahora que estaba entre la espada y la pared, en la odiosa tarea de elegir con quien quedarse.

Harry menos preocupado, se durmió como un tronco, dejando esas preocupaciones al mundo de los despiertos.