Taking care of you

por Khira

# 7. Desvelando secretos

Es domingo por la tarde, y el señor Rukawa invita a un par de socios a tomar el té a casa, uno de ellos es el señor Nakamura. Erik está con ellos en el salón, ya que quieren abrir una sucursal de su empresa en Alemania y le están pidiendo opinión sobre la situación económica de su país natal.

Como está lloviendo, Kaede no ha podido ir a entrenarse un rato más aparte de la práctica matutina con el equipo y está en su habitación estudiando inglés. Empieza a notar los resultados de haberse puesto en serio con esa asignatura, pues cada vez le cuesta menos entender ese idioma, pero sabe que aún debe dominarlo mejor para cuando se vaya a Estados Unidos.

Levanta la vista del libro y se queda pensativo. Irse a Estados Unidos es algo que ha querido desde hace mucho tiempo, casi desde que empezó a jugar a baloncesto. Cuando se lo consultó al entrenador Anzai y este le pidió que primero se convirtiera en el mejor jugador de bachillerato de Japón, al principio no se dio cuenta de lo difícil que sería. Pero después del campeonato nacional, tras enfrentarse con Sawakita, decidió no precipitarse y asegurarse antes de partir hacia la meca del baloncesto de que no haría el ridículo contra los americanos; por eso le dijo a su padre que se esperaría a terminar el bachillerato.

De pronto una duda le asalta¿iría Erik con él?

No, lo más probable que para entonces ya no fuera ni su guardaespaldas.

"¿Qué haré cuando mi padre decida despedirle, cuando crea que ya no corro peligro?"

Se levanta de mal humor para bajar a la cocina a beber algo. Erik, el señor Rukawa y sus socios le ven pasar por el salón sin decir una palabra. Kazuhiko mira al cielo un momento pidiendo que por favor le devuelva algo de educación a su hijo. Siguen charlando unos segundos, hasta que el señor Nakamura se levanta disculpándose por ausentarse un momento para ir al baño.

- Claro, ya sabes donde está – dice Kazuhiko a su socio.

- Sí, al fondo a la derecha, junto a la cocina¿verdad? – pregunta Shintaro Nakamura.

- Exacto.

Los ojos dorados de Erik le persiguen con desconfianza, pero no debe precipitarse.

En la cocina, Kaede se está terminando un vaso de zumo cuando oye pasos y se gira.

- Hola – saluda el señor Nakamura.

- … - Rukawa se limita a seguir bebiendo.

- ¿Me servirías un vaso de agua? – pregunta amablemente.

- Sírvase usted mismo, ahí tiene la nevera – dice Kaede señalándola con un gesto.

Nakamura se muerde los labios pero Rukawa no lo ve porque se ha girado para dejar el vaso sobre la encimera junto al fregadero. Se acerca a la nevera y la abre, mientras el chico moreno camina hacia la puerta, y al pasar junto a Nakamura siente un extraño escalofrío. Antes de salir se topa con Erik que entraba.

Rukawa al tener a Erik tan cerca se ruboriza un poco y para que el alemán no lo vea se escabulle rápidamente por el pasillo para regresar a su habitación. Erik se queda mirando al señor Nakamura.

- Pensé que dijo que tenía que ir al baño – dice Erik con voz helada.

- De pronto me entró sed – replica Nakamura en el mismo tono.

El guardaespaldas continúa mirándole mal disimulando la antipatía que siente por ese hombre. Cuando Nakamura vuelve al salón, Erik le sigue pero después desvía su camino y sube las escaleras para ir a ver a Kaede.

Toca levemente su puerta y entra sin esperar respuesta. Kaede, que en ese momento se estaba poniendo el pijama, se sobresalta.

- Lo siento, es que quería hablar contigo – se disculpa.

- ¿De qué?

Pero Erik no contesta, se ha quedado mirando el torso desnudo de Kaede.

- ¿Q-qué pasa? – el muchacho se turba al darse cuenta y se apresura a ponerse una camiseta.

- Nada, que estás muy delgado. Deberías alimentarte mejor.

- ¿Eso es lo que tenías que decirme? – pregunta con una venita en su frente. Ya tiene bastante con que la señora Ishizaka se lo diga constantemente para que ahora Erik se apunte.

- No – Erik se acerca dos pasos – Es sobre uno de los socios de tu padre, Nakamura.

- ¿Qué pasa con él?

- ¿Cuánto hace que lo conoces?

- Pues… hará unos cinco años. ¿Por qué?

- Porque tu padre está ocupado ahora y no puedo preguntárselo… ¿Y cómo te llevas con él?

- Apenas hemos hablado nunca… ¿Por qué necesitas saber eso?

- Es una costumbre que tengo… me gusta investigar un poco las personas que rodean a mis protegidos, ayuda más de lo que parece…

- Ah… - de pronto Rukawa siente curiosidad – Oye Erik…

- Dime.

- ¿Con cuantas personas has trabajado? Quiero decir… ¿a cuantos has protegido?

Erik no tarda en contestar. Lleva la cuenta al día.

- Tú eres el sexto.

El chico castaño va a dar media vuelta para salir de la habitación, pero la voz de Kaede le detiene de nuevo.

- ¿Y ha habido alguien a quien… no hayas podido proteger?

Rukawa espera su respuesta con algo de temor. Erik le mira con una leve sonrisa en los labios.

- No. Todos me han despedido ilesos – afirma ampliando un poco más su sonrisa.

El chico de ojos azules se la devuelve tímidamente. Entonces sucede algo que casi le para el corazón. Erik se acerca un paso más a él y le acaricia con una suave palmada la mejilla.

- Deja de preocuparte. Ya te dije que no te pasará nada mientras yo esté contigo. Confía en mí.

Dicho esto, Erik sale de la habitación. Rukawa siente casi como si le temblaran las piernas y tiene que sentarse en la cama.

xXx

En el Danny's, Sakuragi y su ejército están cenando y celebrando animadamente el cumpleaños de Ookusu. Las risas suben de tono cuando el chico rubio abre sus regalos y entre ellos encuentra un bote de tinte 'rubio claro dorado'.

- Es que se te empiezan a ver las raíces… - se ríe Noma en su cara.

Ookusu le toma del cuello y empiezan una pelea de amigos que dura hasta que Takamiya y Yohei les separan después de conseguir calmar sus ataques de risa. Sakuragi ha observado la escena con aire ausente.

- Ey Hanamichi¿qué sucede? - la voz de Yohei le devuelve a la realidad.

- ¿Eh? Nada¿por qué lo dices? – pregunta el pelirrojo.

- Te ves extraño – comenta su amigo.

- No sé… quizás es que estoy algo cansado por el entrenamiento…

- ¿Cansado tú? – se sorprenden todos.

En ese momento entran en la cafetería una pareja formada por un chico y una chica de aproximadamente su misma edad a los que no tardan en reconocer.

- ¡Mirad, son Ayako y Miyagi! – exclama Takamiya.

- ¡Tonto, no les molestes! – le reprende Yohei.

Pero es demasiado tarde, la pareja se gira hacia ellos, entre sorprendidos y decepcionados. Aquella iba a ser su primera cita a solas y se han encontrado a los chicos más sinvergüenzas y escandalosos de todo Shohoku.

- Ah, hola… - saluda Ayako.

- Hola – saluda Ryota entre dientes.

- ¡Hola chicos¡Sentaos con nosotros! – les pide Takamiya ignorando a Yohei, que le está pellizcando la barriga.

- ¿Qué hacéis aquí? – pregunta Noma.

- Pues, lo mismo que vosotros, cenar… - suspira la asistente principal del Shohoku.

La pareja se sienta con ellos y tras unos minutos de intentos de pique y respuestas evasivas la conversación no tarda en centrarse en lo que se ha convertido en centro de las vidas de algunos de ellos: el baloncesto.

- El entrenador Anzai me ha dicho que mañana elegirá a los titulares para el partido del sábado – comenta Ryota.

- Sí, lo he oído – dice Sakuragi.

- Pero si siempre salís los mismos… - dice Ookusu - ¿Es que va a sustituir a Kakuta?

- Pues sí, por lo que me ha comentado, quizás Hanamichi juegue de pívot… - anuncia el chico del pendiente.

- ¿Qué? – se sorprende el pelirrojo.

- No pongas esa cara, Hanamichi, no sería la primera vez…

- Ya, pero… ¿y quién jugará de alero?

- Puede que Sasauka o Yasuda… o quizás Rukawa, últimamente se le ve muy cómodo en ese puesto. Eso si viene al partido, claro…

- Oye, que tuvo un accidente – Ayako riñe a Ryota por el comentario.

- Sí, y seguro que fue por ir en coche con ese amigo suyo extranjero – continúa el chico.

- ¿No es muy raro que siempre vayan juntos? – pregunta inocentemente Yohei, pues Sakuragi no le ha contado nada de lo que sabe – No hay día que no le venga a buscar a la salida del entrenamiento… incluso ahora le acompaña por las mañanas.

- Ya dije yo, que ese tipo es gay y va detrás de Rukawa – ríe Miyagi.

- Entonces Rukawa también debe estar interesado, porque así como es él de distante, de lo contrario no dejaría ni que se le acercara… - Takamiya sigue con la broma.

- ¿Rukawa gay? – se burla Noma – Bueno, ahora que lo decís… por algo será que no hace ni caso a sus fans…

- Pero fijarse en ese tipo… aunque los extranjeros pueden resultar atractivos… – dice Ookusu - ¿Tú que opinas, Ayako?

De pronto Sakuragi se levanta de golpe de su silla, y sin mediar palabra, deja el importe de su consumición sobre la mesa y sale rápidamente del local.

- Hanamichi… - se sorprenden sus amigos.

Una vez en la calle, Sakuragi se encamina hacia su casa con las manos en los bolsillos, temblando más por la rabia que por el frío. Aún llovizna un poco, pero el chico pelirrojo ni se da cuenta.

"El zorro está con ese tipo porque no le queda más remedio", intenta convencerse.

Pero la leve sonrisa de Rukawa dirigida al cabeza cuadrada aparece en su mente.

"No, no puede ser… no puede ser que se haya enamorado de él…"

xXx

Esa noche Rukawa tampoco puede dormir bien a causa de los nervios que le acompañan desde hace varios días, concretamente desde el "accidente". Son las tres de la madrugada y aún está dando vueltas en la cama. De pronto un extraño ruido le sobresalta.

"¿Qué ha sido eso¿Un quejido?", se pregunta el chico de ojos azules.

Se levanta de la cama y sale al pasillo. A la izquierda está la habitación de su padre, y a la derecha la de Erik, y le parece que el quejido ha venido de esta última.

El mismo sonido repitiéndose se lo confirma, y sin dudarlo entra en el dormitorio de su guardaespaldas.

Las cortinas no están echadas y hay luna llena, por lo que hay bastante claridad en la habitación. Puede ver perfectamente a Erik tumbado de lado en la cama hacia el lado de la ventana. Se acerca con sigilo para no despertarle.

El rostro del castaño está bañado en sudor frío. Parece como si tuviera los ojos fuertemente cerrados y su respiración es agitada. Aún así, al estar observándole con detenimiento por primera vez, se da cuenta de que realmente el alemán es un hombre bastante atractivo.

"¿Qué le pasará¿Tendrá una pesadilla¿O estará enfermo?"

Sin pensar muy bien lo que va a hacer, Rukawa apoya una rodilla en la cama y se inclina hacia Erik a la vez que alarga una mano para tocarle. Pero de pronto Erik se gira en la cama, y al toparse con el brazo de Rukawa se despierta bruscamente al mismo tiempo que le coge del cuello con fuerza.

Por una milésima de segundo los ojos dorados se muestran furiosos mientras que los azules parpadean asustados.

- ¿Kaede…? – balbucea Erik al reconocerle y soltarle del cuello.

Erik se incorpora en la cama confundido, pero no más que Rukawa, que se sienta y se acaricia el cuello allí donde la mano del castaño le ha apretado.

- L-lo siento, tengo mal despertar… - se justifica el castaño torpemente - ¿Qué haces aquí¿Sucede algo?

- ¿Mal despertar? – se burla Rukawa – Casi me ahogas.

- … - Erik no dice nada. Está avergonzado.

- He oído un ruido extraño y he entrado – explica el chico de ojos azules - ¿Qué soñabas¿Era una pesadilla? – pregunta curioso.

- No me acuerdo.

Rukawa se da cuenta en seguida de que le está mintiendo.

- No es justo – dice con un poco de ira en sus fríos ojos – Me pides que te cuente cosas. Que hablemos de mi madre. Que confíe en ti. Pero tú no me cuentas nada.

- Nunca me has preguntado – le recuerda Erik – Al contrario, me dijiste que yo no te interesaba lo más mínimo.

- Pues ahora sí – se le escapa, y al momento se ruboriza un poco.

Se quedan en silencio unos segundos, hasta que finalmente Erik se decide a hablar, pues Rukawa no parece tener intención de moverse de ahí.

- Sí, era una pesadilla… - dice en un suspiro.

- Que soñabas? – pregunta Kaede.

- No lo quieres saber.

- Entonces no te habría preguntado.

- Creo que es la primera vez que te oigo hablar tanto.

- No me cambies el tema.

- Cuando quieres eres muy insistente¿eh?

- Lo necesario.

Erik se da por vencido con un suspiro y se echa un poco para atrás a la vez que se estira un poco.

- Con una condición – dice el castaño. Rukawa le mira interrogante – Si yo te cuento esto tú me responderás a una pregunta.

Rukawa se lo piensa un poco y luego asiente. Erik le ha preguntado ya tantas indiscreciones que no cree que una más le afecte.

- Soñaba con algo que sucedió hará cosa de cinco años… - comienza el alemán – Yo trabajaba en la Bayerischen Polizei, uno de los dos cuerpos de policía alemanes - Rukawa le escucha atentamente, sorprendido al descubrir que su guardaespaldas fue policía – Un día, en una especie de conferencia entre varios países de la UE, unos radicales iniciaron un tiroteo… tú tenías diez años, así que creo que no recuerdes la noticia – el chico moreno niega con la cabeza – Bueno, la cuestión es que abatimos a un par de ellos…

Llegados a este punto la voz de Erik ya no es tan firme como cuando empezó.

- Yo…abatí a uno, y cuando me acerqué a él y le quité el pasamontañas, vi que era un amigo mío…

- ¿Un amigo? – se sorprende aún más Kaede.

- Así es…

- ¿Y tú no sabías que estaba metido en…?

- Eso es otra pregunta, y ahora es mi turno¿no? – interrumpe Erik con una sonrisa.

Rukawa asiente con un gruñido.

- Espero que seas un poco más original que de costumbre y no me preguntes por mi madre… - comenta el chico de aspecto zorruno.

- No. Esta vez es sobre tu padre.

- ¿…?

- ¿Qué sientes por él?

Rukawa le mira intentando averiguar a través de sus ojos dorados que pretende con esa pregunta. Pero como no lo consigue, suspira y contesta.

- Le quiero… - murmura desviando la vista al suelo.

Erik sonríe un poco más.

- ¿Y entonces por qué le tratas tan fríamente?

- Eso es otra pregunta¿no? – dice Rukawa mientras se levanta de la cama con la intención de salir de la habitación.

- Vaya, aprendes rápido – ríe Erik.

- No lo sabes tú bien…


N/A: Holaaa! Feliz día HanaRu! A ver si suben alguno nuevo jejeje. Bueno, espero que les guste este capítulo, aquí van las respuestas a sus reviews:

Yiya: de momento sí que se mete un poco, pero ya ves que involuntariamente… porque es Kaede quien lo está metiendo XD Besitos y gracias por el review!

Caritadmanga: gracias por tu comentario, como ves he seguido tu consejo y he incluido la escena en que empiezan a temerse algo… y a Hana no le ha sentado muy bien XDD a ver si ahora espabila… Besitos y muchas gracias por el review!

Balucita: a que sí? Me encanta, ADORO cuando Hana se preocupa pro Rukawa… es taaan mono… Besos y gracias por el review!

JHikaru: más que faltarle, él cree que le falta… a ver si alguien se lo hace ver, Erik lo ha intentado pero sin mucho éxito de momento. Besitos y gracias por el review!

Abuelitnt: en serio? Wooo sería un regalazo XD. Y sino, aunque sea dentro de unos días pues también! Me encanta tu fic, no me cansaré de repetirlo. Besitos y gracias por el review!

Mish1: es que me gusta que Ru se interese por alguien más que Sakuragi o Sendoh XD Besitos y gracias por el review!

Elena: vaya que sí XD y yo que siempre le hago palidecer aún más XDD Besitos y gracias por el review.

Miguel: Hola! que sepas que he metido en este fic también lo del tinte de Ookusu como lo podía meter en otro, no era mi intención seguir con el tema XD Pero ya que estamos… tienes razón que en el manga no se dice explícitamente, yo lo supuse pero fueron las 'aclaraciones de la traducción' que me lo confirmaron, al explicar por qué en el tomo 2 unos chicos llaman a Sakuragi y su gundam 'yankees'. Y la verdad que no comprendo porque prefieres pensar que Hanamichi es pelirrojo natural… así que te explicaré porque yo prefiero que no sea así: para mí, que Sakuragi, a pesar de las risas, las burlas y las críticas a su pelo, siga manteniendo su look y estilo, es una prueba más de la fuerte personalidad del rey de los rebotes… mi personaje favorito como ya sabes es Rukawa pero la verdad es que también adoro a este monito XD.

Mañana actualizaré 'Heridas abiertas'!

Besoss

Khira