Vives en mi corazón

Capitulo uno: Amistad de Infancia


No sé que haré. Necesito urgente a alguien, no puedo pagar sola este departamento! -gritaba Megumi al otro lado de la línea telefónica.

Pero no serás tú la del problema?

Qué tratas de insinuar? – pregunto Megumi a su interlocutor telefónico, por lo que éste al otro lado de la línea no pudo percatarse de la cara de odio de ella.

Pues que haz tenido tres compañeras en el último mes. Eso te aclara algo? – pregunto Aoshi con tono sarcástico.

Lo sé, lo sé. Pero que quieres que hagas esas mujeres me vuelven locas con sus manías. Tú sabes que la última traía cada día un novio nuevo con quien acostarse.

Aayyyy! Hermanita – se escucho suspirar al otro lado de la línea – no será que estabas celosa, porque tu hace tiempo nada de nada?

Aoshi! - el aludido tuvo que alejar de su oreja el auricular para que el tímpano no le estallara por los desiveles de semejante chillido.

No te enojes - acompañada de una pequeña risa ( N/A: Sí, este Aoshi si se ríe), cuando ya hubo callado, agrego – pero que harás?.

No lo sé. Tendré que aceptar a la primera persona que pida compartir mi departamento. Tendré que dejar mis manías de lado.- contesto Megumi sin mucho entusiasmo.

Jajajajajajaja! Eso tendré que verlo. Bueno hermanita tengo que colgarte, mañana tengo una reunión a primera hora. Que duermas bien.

Adiós Aoshi y dale muchos besos a mamá y a Kaoru de mi parte.- concluyo la conversación apretando un botón en su teléfono inalámbrico. Con melancolía miro la grandiosa vista de la ciudad desde su balcón, "no quiero dejar de ver este paisaje" pensó. – seria realmente una pena dejar este lugar después de todo lo que he logrado – sentencio en voz alta.

Megumi era una chica de 19 años, que estudiaba medicina en la cercana Universidad de Tokio. Esa era una de las tantas razones por que amaba ese departamento. Cerca de la universidad, sin necesidad de más locomoción que sus pies.

Sus ojos negros y almendrados observaban cada una de la luces de la ciudad, mientras la calida brisa de primavera mecía su melena azabache. Ella además era modelo, por lo que a temprana edad decidió marcharse de casa, contra toda orden paternal, por lo que comprenderán Uds. que no se fue en muy buenos términos con Hajime Saito, el gran patriarca del clan Saito. Hasta el día de hoy no se hablan. Eso lo heredo de él, el maldito ORGULLO.

Ella decidió irse solo por libertad, y al verse con su trabajo de modelo con suficiente dinero para subsistir, opto por cortar el cordón umbilical.

Ring, ring. Sonaba nuevamente el teléfono.

Hola? – contesto ella una vez hubo apretado el botón para contestar.

Megumi ¿Dónde estas?- se escucho una familiar voz masculina.

Kenshin! – quien no reconocería a su mejor amigo - Estoy en casa.

Entonces por que no contestas el citófono, estoy abajo con alguien dispuesto a compartir el departamento. Abre de una vez. – dijo el muchacho con irascible voz.

Megumi corrió ha abrir la puerta del edificio por medio del citófono. Cuando sintió que el ascensor llegaba a su piso, abrió la puerta de su apartamento para recibir a su amigo y a la nueva inquilina.

( O.O ) No puede ser…estás loco! – grito Megumi cuando las puertas del ascensor abrieron de par en par.


El ambiente era tenso. Nadie hablaba, sólo se observaban. Había tres tazas humeantes de té a la espera, en la mesa de centro, de que alguien tuviera compasión de ella y se dignara a probarlas.

Por favor, Megumi! ( n.nu ) – se oyó decir con cierta timidez y suplica a un joven pelirrojo de unos hermosos ojos violetas.

No, Kenshin, lo siento. Pero esta vez será no.- dijo Megumi, de brazos cruzados y ceño fruncido, sentada en frente de Kenshin.

No hay mejor trato, tú necesitas alguien con quien compartir los gastos de este departamento y él necesita un lugar donde vivir en Tokio. – dijo Kenshin señalando al chico que, también de brazos cruzados, estaba sentado a su lado, con cara de que lo único que deseaba era irse pronto de ese lugar.

Pero que no lo ves Baka, él es un hombre, yo necesito una mujer como compañero de apartamento. – y mirando de reojo al muchacho que había traído Kenshin – Además no tengo garantías de que no sea un pervertido.

Este comentario hizo que el amigo de Kenshin se levantara, tomara su bolso y se dirigiera a la salida del departamento. Hasta que la voz del pelirrojo lo detuvo: - Sanosuke, espera!

Kenshin - voltio el morocho, denotando en su voz cierta rabia – no aguanto más, así que por hoy alojaré en un hotel y mañana buscaré otro departamento.- y dirigiendo sus HERMOSOS ojos castaños hacia la morena, agregó - Señorita déjeme decirle que usted no despierta el más ínfimo deseo de perversión en mi ser, hasta un cerdo es más sexy que usted.

QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE! – Megumi no lo podía creer. Cómo ese hombre que recién la venia conociendo se atrevía a tratarla de esa manera. Todos los hombres de Tokio la deseaban. Sobre todo desde que hizo esa campaña publicitaria de ropa intima.

Oro? – Kenshin solo veía como de los ojos de sus amigos salían chispas de furia y odio. "Esto no esta nada bien" pensó el pelirrojo "que hago ahora para resolver este problema". Un flash de luz llego a su cabeza. (N/A: De esas iluminaciones divinas que son bienvenidas sobre todo en medio de un examen.)

Por favor Megumi, acepta a Sanosuke de compañero o… le muestro a la prensa ciertas fotos, las cuales estarían muy deseosos de publicar. - dijo Kenshin con picardía en la mirada y una mueca de triunfo en los labios.

O/O – Megumi.

0.0? – Sanosuke.

n.n – Kenshin.

0/O no serias capaz? – hablo la muchacha.

Kenshin sólo la miro con determinación.

Ahhhhhhhhhhh! – suspiro la muchacha – está bien él puede quedarse, pero debe compartir los gastos. - señalo levantando su dedo índice a modo de advertencia.

Megumi eres grandiosa! – la abrazo el pelirrojo.

Bien Sanosuke, este será tu nuevo hogar en Tokio desde ahora – vocifero Kenshin mirando a su amigo.

Grandioso – agrego este con tono irónico – "ahora deberé vivir con una loca" pensó para si.

Fin capitulo uno


Ahhhhhhhhhhhh!. (suspiro de liberación de ansiedad)

No saben lo emocionada que estoy con mi primer fic,. La idea de hacer un fic me ronda desde que me hice fanática de esta pagina, pero la iluminación divina de la historia me llego cuando trajinando entre las cosas de mi madre encontré unas revistas vanidades y leí de esas historias de Corin Tellado. Algo estupido , pero quería hacer una historia de sano & megu y la historia me pareció genial.

Bueno esperando que alguien la lea y que no sean tan malas con sus rewiev.

Se despide Arcasdrea.

PD: gracias a mi hermano por no quitarme el Pc a golpes mientras hacia la historia.