Antes de entregarles este nuevo capitulo, quiero agradecer los reviews de mi gran amiga Chitsuru (ahora sí lo escribí bien ), de Gabyhyatt (por tu eterno apoyo, no solo a mi, sino que a todos), de Lara y Misao-nav ( bienvenidas) y finalmente, pero no por eso menos importante, a Shysie ( tanto tiempo sin vernos ).
Los reclamos lo pueden dejar al final clickeando el botoncito de Go y aplicándose con un Review. ja!
Vives en mi corazón
Capitulo seis: En primera persona
Cuando desperté, trate de enfocar la vista, pero solo imágenes difusas venían a mi cabeza. Trate de incorporarme, pero un agudo dolor en mi hombro izquierdo me lo impidió. También me lo impidió una voz familiar, pero que no supe distinguir a quien pertenecía.- no te levantes, aún estás delicado-
Agudice la vista hacia la silueta que se recargaba sobre mi, pero solo imágenes borrosas. Opte por cerrar los ojos y continuar así con el diálogo.
- dónde estoy? – pregunte con dificultad.
-en el hospital…. Pero no hables demasiado, descansa….- susurro la voz. Creo que me estaba quedando dormido nuevamente, pues la voz me era lejana.
-por qué? – seguí hablando con esfuerzo.
- sshhhhhh!... Sanosuke…- sentí que unas manos tibias me arropaban con esa áspera cobija de hospital. Esas manos debían ser del dueño de esa voz…. una enfermera tal vez. – …. todos se alegraran el saber que haz despertado, pero estas agotado…. así que debes descansar-
- solo dígame… qué sucedió…por qué estoy a…. – pero una mano calló mi boca.
- no vale la pena hablar de eso ahora – susurro la voz cerca de mi rostro, por lo que un calido aliento jugo con mi piel. Esto me tranquilizo, por lo que me deje vencer por el sueño.
Durante mi letargo, mi subconciencia me mostró cada uno de los hechos vividos en días anteriores , tal vez, para encontrar la respuesta a la pregunta que formulara a la voz anteriormente ….. ¿Por qué?.
Todo comenzó así…….(flash back)
Sayo y yo veníamos saliendo del cine. Acabábamos de ver una de esas malas películas románticas que las mujeres aman tanto. Pero que le voy a hacer, después de todo, esta vez le tocaba elegir a ella.
A pesar de esto, había sido una buena tarde junto con Sayo. Después de que Kamatari arruinara la cita del día anterior, el ir a almorzar a casa a Sayo, luego ir a pasear al parque y terminar viendo una película mala; había compensado el mal momento vivido ayer por culpa de cierto manager.
Aunque en realidad, mi día había ido de mal en peor, por lo ocurrido con Megumi en la noche. El verla llegar en ese estado, en compañía de ese sujeto, me había puesto inexplicablemente de mal humor. Pero lo perturbarte fue que mientras la arropaba en su habitación, el verla ahí, tan indefensa y… hermosa…. NO… no otra vez…. Siempre termino pensando en lo hermosa que se veía… con el cabello revuelto, con las mejillas levemente sonrojadas y sus labios…ahhhhhh!…por eso, finalmente, termine esa noche durmiendo en el pequeño departamento de Kenshin. Por culpa de esos labios. De esa mujer.
Pero ahora…. disfrutaba de la compañía de Sayo…… MI NOVIA.
Era cierto, tal vez Sayo no es la mujer de mis sueños… pero me hace sentir bien y me da la seguridad y bienestar que necesito para pasar el mal momento que viví en Kyoto. Necesito sentirme querido y querer también. Necesito sentir, de algún modo, lo que perdí en mi vida.
Sayo es especial, es la "inocencia con pies" como dice su hermano Shogo. Su alegría, su ternura y su amor hacia los demás, son sus mayores virtudes… y eso es lo que me hace quererla tanto y sentir que debo protegerla…. pero de qué?.
Tengo esta sensación desde que la conocí.
"Debo protegerla". Me he sorprendido diciéndome esta frase miles de veces, pero no sé por qué razón.
Algo en mi corazón me decía que esta noche lo descubriría. Pero hubiera preferido que mi corazón, por esta vez, se hubiera vuelto a equivocar.
Ya llevábamos dos cuadras caminando de la mano, cuando un fuerte apretón por parte de ella, puso mi cuerpo a alerta.
-SAYO - grite alarmado al verla con el rostro pálido, en mis brazos.
- lle…lleva…me a casa, Sano..su-ke- dijo ella con gran dificultad para respirar. Llame a un taxi. Le dí la dirección al chofer, que se ofreció ha ir mejor a un hospital, al ver la apariencia de Sayo. Ella objeto por todo lo alto. Por lo que le di la orden de que solo hiciera lo que se le indicaba, pues para eso le pagaba y no para dar consejos.
Sayo tenía su cabeza recostada en mis piernas, y respiraba con dificultad, pero aun así me repetía que no me asustara, que ya se le pasaría el malestar.
Llegamos rápidamente ante su casa, pero su semblante no mostraba mejora. Le pedí al taxista que tocara el timbre y que me ayudara con la cartera de Sayo. En mis brazos la cargue hasta la casa.
- qué le sucedió? – fue la automática y obvia pregunta que formulo Shogo al abrirnos la puerta.
- íbamos saliendo del cine, cuando repentinamente se desmayo- fue mi escueta respuesta, mientras la recostaba en el sofá. Luego le dí las gracias al taxista, por su compresión y, claro, la paga por la carrera.
Al volver a la sala de estar, Shogo le daba unas pastillas junto con un poco de agua a Sayo, que estaba muy debilitada.
- es solo una crisis – me señalo al mirarme por un micro segundo. Mi cara de interrogación debió ser muy obvia.
- crisis de qué?- pregunte instintivamente. Pero mi mente aclaro la duda inmediatamente al traerme la imagen de mi madre. Caí pesadamente en un sillón equidistante al sofá donde se encontraba Sayo. – Cáncer! – dije en voz alta.
- lo siento Sanosuke, debimos habértelo dicho…. pero Sayo se rehusó… no quería que tu sufrieras una vez más….- la voz de Shogo era sincera –… ella me contó lo de tu madre -
Yo no quería escuchar a Shogo, solo me limite a mirar como Sayo respiraba normalmente sumida en el sueño, producto de las pastillas que le administrara su hermano. Se veía tranquila. "Como mi madre, cuando le administraban Morfina" pensé cruelmente. Sacudí la cabeza y mire fijamente a Shogo, que traía una manta con que cubrir a Sayo.
- cuánto le queda de vida? – fue todo lo que atine a decir.
Cuando entre a casa, venia tan ensimismado en mis pensamientos que no me percate de que dos personas se encontraban a mi espera.
- Oni-san! - escuche gritar. Levante rápidamente la vista. Ante mi estaba mi hermano Yahiko, con su característica sonrisa. Los dos nos estrechamos en un fuerte abrazo – te extrañe mucho – le dije mientras le golpeaba la espalda, de esa manera fraternal que solo aceptamos y aguantamos los hombres.
- POR QUE ME OCULTASTE QUE TU VERDADERO APELLIDO ES SHISHIO – trono en mi oído. Yahiko y yo nos separamos con espanto ante tal gruñido. Era Megumi que con caras de pocos amigos y apretando los puños, exigía una explicación de mi engaño.
- maldito mocoso – golpee a Yahiko en la cabeza, por ser tan bocón. Luego de un suspiro, agregue – porque ya no deseo nada con ese apellido. Ahora soy Sanosuke Sagara y punto - y me senté resuelto en el sofá mientras buscaba en mis bolsillos la cajetilla de cigarros.
- hay algo, que por si no sabes S A N O S U K E S H I S H I O, se llama confianza. – mi nombre lo había escupido letra por letra - Yo te abrí las puertas de mi hogar y después de dos meses me doy cuenta que aún sigo viviendo con un completo EXTRAÑO.
Esto colmo mi paciencia - nadie te a pedido el que debas conocerme – me puse de pie y enfrente a Megumi, mirándola hacia abajo de manera desafiante, pues era obvia la estatura entre ambos – yo solo soy tu inquilino, y no tu amigo, hermano o novio; y doy GRACIAS A DIOS por ello – dije alzando los brazos al cielo - como para que te sientas con el derecho de saber absolutamente toDAS LAS DECISIONES QUE TOME EN MI VIDAAAAA.
- PUES BIEN…. QUEDATE CON TU MALDITA VIDA Y….Y….Y VETE AL CARAJO. MALDITO CABEZA DE POLLO! – y a grandes zancadas y con una gran portazo Megumi desapareció en su habitación.
- ZORRA DECREPITA, LOCA Y AMARGADAAAAAAA ! - grite como para que escucharan todos los vecinos del edificio y cuadras cercanas.
Con violencia agarre el casco de la moto que dejara, minutos atrás, sobre la mesa, y entregándoselo a un sorprendido Yahiko, le ordene…o mas bien diría, que gruñí: TOMA, NOS VAMOS DE AQUÍ!
Kenshin se alegro mucho de volver a ver a Yahiko. Pero después de contarle sobre mi pelea con Megumi, su cara no era muy alegre que digamos.
- si sé - era lo único que le decía cada vez que, de brazos cruzados, él me decía un grave "te lo dije".
- Oni- san, lo lamento mucho – dijo repentinamente Yahiko, después de que la reprimenda de Kenshin terminara – es mi culpa el que te hayas enojado con tu novia. Gomen nasai!
Kenshin soltó en carcajada por lo que había dicho Yahiko, mientras que una vena en mi cabeza, tan grande como su bocota, le digiera a mi hermanito que se había ganado un nuevo puñetazo en la cabeza. – ELLA NO ES MI NOVIAAAAAAAAAA –
- Pero Yumi dijo…..- murmuro él mientras se sobaba el chichón.
-Yumi?... Qué les contó esa arpía? – pregunte.
- Ella nos contó que te había encontrado por casualidad aquí en Tokio y que tu habías insistido en hablar con ella, por eso fue a tu departamento, donde conoció a tu novia, con la que vivías muy feliz - Yo sonreí, después de todo la pequeña mentira de que Megumi era mi novia había funcionado – le insistí a Yumi que me diera tu dirección, Sanosuke, pero ella se negó, argumentando que tú no deseabas verme, pues estabas muy feliz con tu novia.
Le explique lo sucedido a Yahiko, desde el encuentro en la discoteca con Yumi y su visita al departamento, incluyendo la pequeña mentira de que Megumi era mi novia. Obviamente, omití algunos detalles, pues Yahiko no sabe nada de lo que sucedió aquella noche en el despacho de papá.
- y cómo fue que diste con el paradero de Sanosuke, si Yumi no te quiso dar su dirección? – pregunto Kenshin mientras nos servia una cerveza para mi y un jugo para Yahiko.
- Kaede lo tomo prestado de su agenda- sonrió Yahiko - Esa Yumi no es muy astuta, si quería esconder algo, no debió hacerlo en el lugar más obvio – termino la explicación levantando los hombros.
Kenshin y yo solo nos miramos. "Esa vieja astuta de Kaede" me dijo con la mirada, mientras yo le afirmaba con la cabeza.
- Hace tiempo que deseaba hablar contigo hermano….- continuo Yahiko - Como desapareciste sin dejar pista alguna, me dedique a buscarte, pero nadie sabia algo de ti, incluso hable con tu padre Kenshin, pero él no sabia nada…también me dijo que tú tampoco sabias donde estaba este cabeza de pollo….AUCH! – le lance un cojin por lo de "cabeza de pollo" – IDIOTAAAAAAAA – me grito él mientras me devolvía el proyectil, que esquive fácilmente.
"Mejor sigue contando" le increpe, muerto de la risa por la cara de frustración de mi pequeño hermano. Sin duda, lo echaba mucho de menos.
- debo felicitarlos por lo bien que te ocultaron Sanosuke, pero Yumi cometió el error. Así que tome mis cosas y partí hacia acá - una sonrisa que nunca antes había visto en mi hermano se dibujo en su rostro - Pues tengo algo que puede salvar a papá de esa arpía y a la vez, tú podrás volver a la casa con la frente en alto.
Mi cara de interrogación se sumo a la de Kenshin.
- qué es lo que sabes? – le interrogue. Con sorpresa me entere de que Yahiko sabía todo lo que sucedió aquella noche. Nos contó que él había entrado al despacho poco antes que yo, para poder comer tranquilo una bandeja de deliciosos pasteles que había robado de la cocina. (N/A: ¬¬u) Pero al sentirme girar la perilla de la puerta, pensó que seria nuestro padre, por lo que se oculto debajo del escritorio. Así fue como escucho todo. La conversación, la declaración y las peleas, además del llanto.
- no hay que subestimar la astucia del mocoso – le dije a Kenshin con una gran sonrisa, me sentía aliviado de que él supiera la verdad.
- pero…. – interrogo inmediatamente Kenshin – dijiste que tenias algo que salvaría a tu padre de Yumi y ayudaría a Sanosuke a volver a casa.
- así es…..- contesto Yahiko alegremente, para luego tomar su bolso y extraer de ahí una cinta de video.
- en qué me puede ayudar eso - pregunte con cierta desconfianza.
- por si no sabes, nuestro padre, unas semanas antes de efectuarse la boda decidió instalar un sistema de seguridad en toda la mansión – decía mi hermanito mientras en el aire agitaba la cinta, con aires de superioridad –… acaso el "sistema de circuito cerrado de televisión" no les dice nada.
- excelente – grito Kenshin.
- no entiendo – dije yo de mal humor.
- Ahy! Kamisama – suspiro Yahiko - todo lo que sucedió esa noche esta grabado en esta pequeña cinta, oni –san – sonreía satisfecho mi pequeño hermanito.
Kenshin y yo nos abalanzamos sobre el muchacho – ERES GENIAL YAHIKO – gritábamos los dos, mientras le desordenábamos el cabello y lo alzábamos en vilo. Reímos y jugamos, como lo hacíamos tiempo atrás, durante algunos minutos, luego corrimos por todo el departamento persiguiendo a Yahiko, para poner finalmente la cinta en el pasa películas, y ver las imágenes que me devolverían la dignidad ante mi padre.
Estar frente a esa casa me ponía los pelos de punta, pero no necesariamente por miedo, sino más bien por ansiedad. No la recordaba tan imponente y pulcra. Era un gran terreno, en eso estoy de acuerdo, pero el mirar ese lugar que por muchos años fue mi hogar, luego de tanto tiempo lejos de el, me dio otra perspectiva de las cosas. Me di cuenta que realmente echaba de menos cada rincón de ese lugar. Sus verdes prados, donde jugaba fútbol ya fuera con Yahiko, mi padre o ambos; la piscina, en donde se realizaron las mejores fiesta que la ciudad de Kyoto recordara y por supuesto, el "Señor Roble". Ese era el nombre que Yahiko le dio al árbol, en donde construimos una "casa club anti-adultos", y que fue nuestro refugio durante la enfermedad de mamá.
Con Yahiko decidimos partir al día siguiente, de que este nos mostrará el video. Le encargue a Kenshin que le avisara a los demás que me ausentaría por unos días, pero que no les contara el motivo, que inventara la excusa de que me iría a visitar a mi familia. Lo que no supe fue que con Megumi la mentira no resulto, olvide por completo que ella sabia la verdad del incidente de Kyoto, por lo que Kenshin se vio obligado a contarle todo.
Kaede se alegro mucho cuando me vio llegar junto con Yahiko. Me abrazo solo como ella sabe hacerlo. También me dieron la bienvenida los demás sirvientes de la casa, todos grandes amigos míos.
- y señorito Sanosuke, cuándo jugaremos una partida de pokér – me pregunto el viejo Tsuma, restregando sus manos codiciosamente. Él era el cocinero de la casa, desde mucho antes de que yo llegara a este mundo.
- pues cuando estés dispuesto a perder todo tu dinero, mi viejo Tsuma - reí feliz de poder verlos a todos nuevamente. A Izumi, la mucama; que estaba casada con Kuno que era el chofer de papá. También estaba el siniestro Osuma, digo siniestro porque con ese aspecto pálido y el esmoquin más se parece a Drácula que a un mayodormo.
-Qué alboroto es ese, Kaede?- grito una voz enérgica desde lo alto de la escalera. Todos miramos con horror al dueño de esa voz. Era Makoto Shishio. Mi padre.
Cuando me vio entre toda la muchedumbre, su cara se deformo por el enojo, y ordeno enérgico a todos que se retiraran a hacer sus quehaceres, pero nadie obedeció.
- Váyanse de aquí – dije yo dando un paso al frente – yo me encargare de esto. Antes de irse, Kaede me beso la frente y en sus ojos leí un "yo estaré tras la puerta, omae no kodomo". Le sonreí con confianza, para que se sintiera segura, pero dentro de mi sabia que no era suficiente.
- Acaso no te prohibí que regresaras a esta casa?-
- Yo prometí que volvería para vengarme – las rodillas me temblaban. La mirada de mi padre era fría, con un leve alo rojo de rabia.
- quiero te vayas, antes de que yo te eche a golpes.
- Otosan, Sanosuke dice la verdad. El nunca tuvo alguna intención con Yumi. Ella te engaño – dijo Yahiko que no se había apartado de mi lado.
El solo lo miro, no le dijo nada, en cambio me dirigió la peor mirada de odio que pudiera tener. – ahora le lavas el cerebro tu hermano, no creí que cayeras tan bajo.
- Otosan, el no me dijo nada, yo lo vi todo – grito Yahiko al borde de las lagrimas – aquí esta la prueba de que lo que decimos Sanosuke y yo es verdad – le mostró la cinta. Su mano temblaba.
- yo no sabia que habías instalado un sistema de seguridad, pero Yahiko dice la verdad padre, aquí esta todo lo que tienes que saber de aquella noche – dije tomando la cinta que Yahiko sostenía en sus manos y con firmeza la enfrente al rostro de mi padre – solo te pido que la veas, por la memoria de Okasan – y agache la cabeza en una reverencia, a la espera de su reacción.
Vamos – fue su orden. Obedecimos sin chistar.
Entramos en la biblioteca y Yahiko instalo la cinta en el pasa película. Yo oprimí PLAY en el control remoto y la cinta comenzó a rodar.
Mi padre estaba hundido en su gran sillón de cuero mirando, sin expresión alguna, las imágenes que el televisor le mostrara. Sus manos estaban apoyadas bajo su mentón y sus codos sobre los brazos del sillón. Esa posición me daba escalofríos, tal vez porque era la misma que adoptaba cada vez que se me venia un castigo encima, cuando era pequeño.
Yahiko tenia los brazos cruzados para no mostrar lo nervioso que estaba. A él también le daba miedo esa posición de papá al sentarse.
Yo no quise sentarme, opte por quedarme de pie, a un lado del televisor y así apreciar los rasgos de papá, que se encontraba frente a mí.
Lo de" una imagen reemplaza a mil palabras", en este caso fue cierto. El silencio en esa habitación se instalo por la eternidad, después de que yo oprimiera el STOP. Ninguno de los tres quería o podía hablar.
Unos suaves golpes en la puerta, nos trajeron a todos a tierra.
- Makoto, estas aquí?...- se escucho al otro lado de la puerta. Era Yumi. Quien al parecer no se había enterado que yo me encontrara ahí, pues la palidez que llego de golpe a su rostro cuando me vio, me hizo suponer que se desmayaría en cualquier momento.
- qué haces aquí?- fue su pregunta. Yo no conteste. Desvié la mirada a mi padre que en ese momento se había puesto de pie. Él con paso firme se dirigió hacia Yumi, quien retrocedió unos pasos gesticulando algunas silabas, mientras sus ojos se abrían con horror.
Una bofetada se dibujo en su cara. Cayó al suelo producto de la fuerza.
- VETE DE AQUÍ, PERRA! - fue todo lo que oí decir a mi padre.
La desolación en la mansión era agotadora. Luego de que mi padre echará a Yumi de ella, se encerró en su habitación, con orden estricta de no ser molestado.
Yo me refugie en "Señor Roble". La casa en el árbol estaba muy deteriorada, pero aun tenia fuerzas para mantenerse en pie. La puerta había sido hecha para dos niños, uno de cinco y otro de trece, además que yo no pegue el estirón hasta los quince o dieciséis años, por lo que mi metro 80 de ahora hizo que me costara bastante el ingreso por ella.
Gateando llegue hasta un rincón, con la mano despeje un poco el polvo y me senté a mirar los bosques que se encuentran tras la mansión, a través de la única ventana de la casa.
Mi mente divago por recuerdos, anécdotas y distintas situaciones que viví en este lugar, por los 22 años de mi vida. También mi mente viajo hasta Tokio, recordé a Kenshin, Kaoru, Misao, Aoshi, y también me acorde de la Kitsune, comprobando que aun estaba enfadado con ella. Pero me enfade aun más al recordar a Sayo. "Por qué a mi?" le pregunte a Kami.
Salí de la casa del árbol, fui hasta el garaje de la mansión y tome uno de los autos, para dirigirme veloz a ver a mi madre.
No sé cuanto demore, ni tampoco recuerdo detalles del camino. Mi mente iba concentrada en llegar. Una vez frente a la tumba, me desplome. Llore como cuando me dieron la noticia de que ella había muerto. Entre llantos, le pedí que me diera fuerzas para ayudar a Sayo.
Un calido viento agito las ramas del Aromo que se encontraba a un lado de la tumba. Entendí que era su forma de decir que aun estaba conmigo.
- ella te extraña mucho– escuche decir detrás de mí. Al voltearme vi que era mi padre. Traía un gran ramo de calas, las flores favoritas de mamá, que me entrego con una sonrisa sincera. Yo las deposite sobre la lápida, para luego devolverle la sonrisa.
Luego ambos golpeamos nuestras palmas y enunciamos una oración por el descanso de Okasan.
Pasamos el resto del día juntos, yo le conté sobre mi nueva vida en Tokio, mis estudios, mis nuevos amigos, de mi novia y su enfermedad. Por esto, le explique que aun no podría volver a casa como él me había propuesto, pues yo debía acompañar a Sayo. "Es mi deber, Otosan" le dije con angustia, mientras sin decir palabra su mano se aferraba a mi hombro. Era su manera de brindar apoyo, y solo hasta ahora lo entendí.
Durante todo este tiempo le recrimine el que me abandonara tras la muerte de mamá, pero ahora entendía que su forma de amar es el silencio. Sin hablar, sin dar consejo, sin apelar. Simplemente estar ahí.
No hay mayor muestra de amor que simplemente callar y acompañarte en el silencio, comprendiendo el dolor del otro.
Volvimos a casa muy tarde, todos nos esperaban para cenar. Yahiko había dispuesto que cenáramos en la cocina con los sirvientes. Fue una noche muy agradable, la comida que preparara Kaede fue exquisita. El viejo Tsuma saco su guitarra y cantamos canciones hasta bien entrada la madrugada con Yahiko, Kaede, Izumi, Kuno y hasta el siniestro Osuma. Obviamente papá no canto, pero su silencio lo agradecí, pues sabia que era su forma de decir: "Bienvenido hijo".
Adiós Yahiko- chan – dije abrazando al chico – cuida a Otosan de las "arpías busca fortunas" (Cara de Makoto: ¬¬U) hasta que yo vuelva – y como era mi costumbre le desordene el cabello
No me digas chan - grito Yahiko, mientras por el alto parlante decían que mi tren estaría pronto a salir.
Sube al tren, o te quedaras aquí, lamentablemente para nosotros – dijo mi padre dándome un ultimo abrazo. A pesar de que solo fueron tres días, nos unimos mas que en 22 años de relación padre e hijo.
¡MAKOTO SHISHIO! – escuchamos gritar tras de nosotros.
Con horror comprobamos que era Yumi, apuntando un revolver hacia nosotros. Instintivamente ubique a Yahiko tras de mi.
- Yumi – la llame tratando de calmar mi voz y acercándome lentamente, sé que era una locura, pero mi mente y cuerpo iban a más de 1000 por hora.
- ALEJANTE DE MÍ – grito con furia. Por sus mejillas corrían lágrimas salvajemente.
- pe…pero yumi…. tu y yo… – trate de decir personificando un repentino amor por ella. ¿Qué? ….Ya lo dije: mi mente y cuerpo iban 1000 por hora.
- NO ME VENGAS CON ESTUPIDESES… - maldije hasta al Papa al ver queno funcionaba - …TU NO ME AMAS… ESE NIÑO ME JODIO LA FELICICDAD – con el revolver apunto hacia Yahiko – SI NO FUERA POR EL, AHORA ESTARIAS CONMIGO Y TU PADRE BAJO 7 METROS DE TIERRA.
- YUMI – grito repentinamente mi padre – NO HAGAS NADA DE LO QUE TE PUEDAS ARREPENTIR.
- CALLATE – grito Yumi sacudiendo con violencia la cabeza – TU… TU… ERES ASQUEROSOOOOO…. ERA REPUGNANTE CADA VEZ QUE ME TOCABAS Y AHORA DESPUES DE TODO LO QUE TUVE QUE AGUANTAR POR TI… ME HECHAS A LA CALLE…. PERO AHORA…. JAJAJAJAJAJAJAJAJA - esa risa era tétrica – TE MATARE… Y ASI… ASI… SANOSUKE VENDRA CONMIGO.
- Claro que iré contigo! – me apresure a decir cubriendo a mi padre y a Yahiko con mi cuerpo. Todo las personas de la estación al ver la escena y el revolver se habían abalanzado al suelo o habían arrancado hacia el exterior. El silencio era roto solo por nuestras voces.
-En serio lo harás? – pregunto ella calmando su voz.
- por supuesto – inmediatamente al decir esto dos estruendos retumbaron en toda la estación.
Mis rodillas flaquearon y con pesadez caí sobre la loza. Un agudo dolor en mi pecho y otro en mi pierna comenzaron. Lleve mi mano hasta el dolor punzante del pecho, para comprobar como se empapaba de sangre.
Comencé a buscar con impaciencia a Yumi. "Aun tiene el revolver" fue el pensamiento automático que me llevo a buscarla.
Ella estaba de pie frente a mí, con el revolver pegado a su sien, pero una gran sonrisa de felicidad se dibujaba en su demacrado rostro.
- soy feliz, ahora los dos estaremos juntos en el infierno - y sin mas jalo del gatillo. Para cuando cayó a mi lado, todo se volvió negro para mí.
(Fin flash back)
Fin del capitulo número seis.
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Ahora pueden entender por qué este capitulo se llama así, pues esta narrado completamente por Sanosuke.
Ojala no se hayan enredado con la lectura, ya que empezó desde atrás. Trate de hacerlo lo mas comprensible posible, así q si alguien desea un esquema o línea del tiempo que explique este capitulo, solo tiene que pedirlo. Además si necesitan explicación personal, no duden en pedirlo. Es un combo promocional. je
Bueno ahora me despido
Dejándoles un gran beso a todos y diciendo un:
Hasta el siguiente capìtulo!
Arcasdrea
