Aaaahhhhh!( es un suspiro por sia). Aqui teneis el capìtulo final, espero q os guste. Le he puesto todo la dedicaciónen elfinal de mi primogénito, asi le digo de cariño a este fics.

Nunca está de más decir que los presonajes de Rk no me peretencen, sino q son obra del gran Watsuki sensei.

Ahora para no dar más la lata, vean enque termina esta relacion extraña de Megumi y Sanosuke.


Vives en mi corazón

Capitulo trece: Final: Parte II

Todo el cuerpo le dolía; cada músculo estaba agarrotado, le ardían los ojos de tanto llorar, y sentía hinchazón en el labio superior. Con desgano bostezó el último atisbo de sueño q le quedaba en el cuerpo, pero no así lo agotada y triste q estaba. Había tenido una buena noche, las patillas ayudaron a ello, pero solo vasto mirar su habitación, para q un torbellino de imágenes se le vinieran a la cabeza: Enishi intentando abusar de ella, Sanosuke peleando con Enishi, ella golpeando con una lámpara al peligris, Megu sanando a Sanosuke y éste curándola a ella, pero de repente…

-dime? – respondió Sano, afirmando la perilla de la puerta con su mano y volteando solo la cabeza para mirar a Megumi.

-Te… te puedes… quedar conmigo esta noche… por favor!

Al recordar esas palabras volvió automáticamente la cabeza para fijar la vista en el cuerpo q dormía a su lado.

-Sa… no…su…ke – murmuro para si.

oooooooooooooooooooooooooAoRoCoAoSoDoRoEoAoooooooooooooooooooooooooooooooooooo

Flash back:

-dime? – respondió Sano, afirmando la perilla de la puerta con su mano y volteando solo la cabeza para mirar a Megumi.

-Te… te puedes… quedar conmigo esta noche… por favor!

Sano abrió los ojos sorprendido ante tal propuesta, por lo q Megumi corrigió inmediatamente.

-tengo miedo… no creas q tengo una segunda intención – dijo ella mirando la blanca sabana q cubría su cama - es q no quiero estar sola...

Sanosuke comprendió. Hace solo unos momentos ella estuvo a segundos de ser violada, si no fuera porque él llego justo a tiempo. Sin duda tenía miedo, pues notó q aún le temblaban las manos. Además, solo debía esperar a q ella se durmiera y luego ir a su habitación. No pasaría nada más.

-está bien. Iré por Notaro para q también duerma contigo.

-Jeje – sonrió Megumi y con la cabeza índico q lo hiciera. El acariciar la peluda piel de ese animal la tranquilizaría

A los pocos minutos los tres estaban recostados en la cama. Megumi estaba abrazada a Notaro, ambos bajo las sábanas. A su espalda estaba Sano, sobre la sábana, con los brazos tras la nuca y mirando atento el techo de la habitación, pues las luces de los autos transitaban por el de vez en cuando.

-Tori atama?

-Dime…

-Gracias…

-Duerme, te hará bien…

-…

-Buenas noches

-Buenas noches, Sanosuke.

Fin flash back

oooooooooooooooooooooooooAoRoCoAoSoDoRoEoAoooooooooooooooooooooooooooooooooooo

Megumi sonrió.

-muchas gracias, Sanosuke – le susurró y abrazando la almohada se acomodó al lado del castaño.

Lo observo detenidamente. Se veía muy tranquilo, aunque tuviera esos moretones, el cotonito de algodón en la nariz y el labio igualmente cortado como ella. Sus mejillas estaban levemente sonrojadas, sus labios entreabiertos y esas largas y densas pestañas ocultaban sus ojos, que ahora descansaban.

-te ves muy guapo así – susurro Megumi una vez mas – Sayo tiene mucha suerte por tenerte… como la envidio.

Dio un respingo hacia atrás. Asustada se llevó la mano a la boca y lentamente se levantó de la cama, para no despertar a Sanosuke. Se puso su bata y como autómata se encaminó hacia el baño. Cerró la puerta de golpe, abrió la llave del lavamanos, llenándolo lo suficiente como para hundir toda la cara en el agua. Ahí permaneció hasta q le faltó el aire y agitada se miró en el espejo. Las gotas resbalaban por su rostro moreteado y se escondían en su escote, luego de haber recorrido su cuello. Los ojos enrojecidos e hinchados estaban fijos en su reflejo, y su mirada reprochaba las palabras q le susurrara al castaño segundos antes. No se creía capaz de tales intenciones. Ayer tan solo su novio (bueno ex) intento violarla y ahora ¿se sentía embelesada por su caballero andante q la rescato de ese monstruo?. Tal vez si, tal vez no.

-Qué mierda te esta pasando Megumi? – se preguntó con ira, mientras que de un tirón se arranca la bandita q tapara el corte en la ceja, pues se había soltado con el agua.

El reflejo le dio una sola respuesta, pero ella la negó con un movimiento furioso de su cabeza.

-¡no es verdad! - grito con rabia – yo… yo no…- comenzó a llorar otra vez – yo no puedo estar enamorada de él.

Te engañas Megumi. Tú lo amas. Qué acaso nunca te haz dado cuenta. No, no es q no te hayas dado cuenta, sino q siempre lo negaste, pero por miedo. Porque cuando tuviste la oportunidad, te la arrebato Sayo ¿verdad? Desde ahí decidiste darte un oportunidad con Enishi, pero solo te ayudo a afirmar mas lo q sentías por Sanosuke. De una simple atracción se consolido en amor. Y ahora lo deseas¿no es así?.

-Cállate! - le grito Megumi a su reflejo q la miraba intensamente.

Me callas por q digo la verdad. Es casi un año viviendo con él, pero hace varios meses q lo ves ya no como tu compañero de departamento, sino como el compañero q deseas para la vida. Reconócelo Megumi, tú queres a Sanosuke.

-Cómo me fui a enamorar de ese Baka? – le pregunto con angustia, ya creía estar loca por estar hablando con su propio reflejo.

El negarlo fue tu primer error. Eso fue solo desear más para tu corazón. En el fondo no lo odias como crees. Esa es tu manera de amarlo, de demostrarle q te interesa. El te da muchas cosas q a ti te satisfacen, se preocupa por ti, te escucha cuando lo requieres, te abraza solo como él sabe hacerlo y hasta el momento es el único q te ha podido domar. Te alegra los dias, sabe

-Pero él está con Sayo.

Pero ella morirá luego.

-No digas estupideces, es mi amiga también – reprocho sinceramente Megumi, no deseaba q Sayo se fuera – ella no es culpable de q sienta esto.

Y qué harás ahora cuando salgas por esa puerta? Sanosuke está al otro lado.

-No lo sé…– dijo con desgana – creo…q por ahora nada… Sayo… aún ocupa su corazón.

Espero q sepas lo q haces.

Megumi salio un poco temerosa del baño y camino hacia su habitación, quería ir por ropa fresca para poder bañarse y verse las heridas. Sintió alivio al llegar, pues Sano no estaba en la cama, ni tampoco Notaro.

Busco rápidamente en su closet unas toallas, ropa cómoda y unas velas aromáticas, quería tomarse un baño largo y relajante. Lo necesitaba con urgencia.

-Megumi?- pego un salto cuando oyó esa voz mencionar su nombre. Las mejillas se le ruborizaron automáticamente, por lo q no se voltio para responder al llamado: - dime.

-Qué vas a tomar de desayuno? Tostadas o cereal?

-Un café bien fuerte, sin azúcar y con tostadas.

-Está bien – la puerta de su habitación se cerró, por lo q más aliviada, dio un suspiro y se voltio, pero…

-Te sucede algo? – Sanosuke estaba frente a ella.

-Eh…eh… - su lengua se trabo y sus pensamientos corrieron a 1000 Km. por segundo frente a su nariz.

-Kitsune… estás bien?

-Ehhhhhhh… SÍ – contesto ella dándole la espalda nuevamente – eeee es q no encuentro la toalla azul… esa q es grande…mmmm me quiero dar un baño… yyyyy… no la encuentro.

-Oh!...Pueess… aquí está.

-Dónde?

-En tu mano – dijo él aguantado la risa y señalando con su dedo la famosa toalla azul.

-Ahyy! Que torpe amanecí hoy día¿no? – y con una mueca salio corriendo de la habitación y se encerró en el baño.

Sanosuke alzo los hombros, suspirando un "no entiendo a la mujeres. A la media hora Megumi salía lista del baño, pero con el semblante duro y molesto. Parece q había tenido una buena discusión con su reflejo.

Se sentó a la mesa y comenzó a devorar las tostadas, mientras Sanosuke le sacaba algunas fotos a Notaro jugando con una pelota roja (esa q Megumi le regalara tiempo atrás) y luego las descargaba en su computadora portátil.

- no le piensas echar mermelada – le pregunto con asco el castaño cuando noto q las tostadas iban desnudas hacia la boca de Megumi – con el café sin azúcar debe ser de lujo tu desayuno.

-ems q amsi me gmustam maz – respondió con la boca llena y desviando la mirada hacia cualquier punto de la casa q no fuera Sanosuke.

-Ya veo – dijo poniendo un codo sobre la mesa y apoyando su mentón en la mano – ¿saquémonos una foto?

-Qmuen!

-Traga antes de hablar!

-Lo siento...

-Bueno… quieres o no?

-Qué cosa!

-Sacarte una foto con Notaro y moi – el castaño mostró la cámara y Notaro pego algunos ladridos demostrando su disposición hacia la idea. Le encantaba q le tomaran fotos.

-Mmm… está bien.

-Bien, sentémonos en el sillón.

Megumi se levanto del comedor y tomo a Notaro entre su brazos, el pobre cachorro parecía q fuera un oso de felpa en las manos de una aterrada niña q cree q hay monstruos bajo su cama.

Sano puso la cámara frente al sillón y acciono el disparador automático. Cuando llego al lado de Megumi le paso el brazo por sobre el hombro y ordeno:

-digan whiskyyyyy!

-saliste horrible Kitsune… - se reía a mandíbula abierta el castaño una vez q descargo la foto en el notebook - no se como puedes ser modelo si sales con ese tipo de caras.

-cállate Tori atama – decía ella disgustada, pues la mueca q quería ser sonrisa desfiguraba todo su rostro y aun mas si añadimos los moretones y el corte en la ceja – mira q tus moretones y tu labio roto tampoco se ven muy agradables a la vista.

-Pero q dices, si yo salgo muy apuesto, no es así Notaro

-Guau guau

-Viste, Notaro esta a mi favor – argumento el castaño.

-Por qué lo tienes q apoyar en todo, se supone q yo soy tu ama – le dijo la pelinegra al pobre cachorro con la mirada asesina mas eficaz q pudieran darle sus ojos, por lo q Notaro corrió a esconderse bajo la cama de Sanosuke. Ambos rieron por el gesto, por un momento las penas de la noche anterior se olvidaron.

En ese instante, sonó le teléfono, por lo q los dos se miraron para saber quien contestaría.

- Esta bien, yo contestaré – dijo la pelinegra dándose por perdedora.

- Mochi, mochi!... ah! hola Shogo!... sí, dime… noooooo – Megumi miro automáticamente a Sano. Él pudo ver como algunas lagrimas asomaban a sus ojos, por lo q en una fracción de segundo entendió q la hora había llegado. Su Sayo ahora descansaba en paz.


Tres días después se realizaba el funeral, con una gran convocatoria de gente (Sayo era muy querida), todos de estricto negro. Shogo iba destruido, sus ojos que ya no podían derramar más lágrimas iban cubiertos por unas gafas de sol. Sanosuke iba a su lado, dándole apoyo, pero igualmente iba cabizbajo. Megumi, Kenshin, Aoshi, Kaoru y Misao iban atrás de ellos, en el cortejo fúnebre que custodiaba el ataúd q llevara el cuerpo de Sayo.

Sayo se fue tranquila, mientras dormía, en la madrugada de aquel día. Fue encontrada por una enfermera, según ella, Sayo sonreía. Shogo fue notificado del deceso de la castaña a la media hora después, avisando inmediatamente a Sanosuke, quien llego en compañía de Megumi 30 minutos después, pero la castaña ya había sido depositada en el ataúd, por lo q la despedida definitiva fue solo a través de un vidrio. Sanosuke lloraba amargamente, pero Shogo lo reconforto con algunas palabras y un abrazo. Megumi solo los observo, no quería intervenir en esa complicidad.

El funeral fue muy emotivo, Shogo despidió a su hermana con algunas palabras, depositando después una rosa blanca sobre la madera color caoba y luego fue el turno del cura de hablar, pero aquí fue Sanosuke quien dejo una rosa blanca sobre el ataúd acompañado el gesto con un adiós.

Así, lentamente y bajo las bendiciones del padre, el ataúd comenzó a descender. Megumi observaba, desde el frente, como Sanosuke se sentaba con la mirada fija en la caja de madera. Las gafas negras ocultaban sus ojos, pero ella sabia q estaba llorando, por lo que deseo ir a abrazarlo, darle consuelo, sin embargo, se obligo a quedarse ahí, quieta, con el corazón oprimido por no poder ayudar a Sano.

-Megumi… ya es hora – la mano tibia de Kenshin se posó sobre su hombro.

-Sí – respondió ella, emprendiendo el camino de vuelta junto a sus hermanos y amigos. Pero su mente y corazón se quedaron junto a Sano, quien se quedó acompañando a Shogo, hasta q pusieran la lapida sobre el nuevo hogar del cuerpo de Sayo.

Kenshin invito a todos a su departamento, Megumi también acepto la oferta. Aún no quería llegar a casa, no antes que Sanosuke por lo menos. El trayecto a la casa de Kenshin fue silencioso y por un momento la estadía en ella también, luego se dieron citas los monosílabos y frases entrecortadas, hasta q Misao interrumpió.

-saben qué hará Shogo ahora?-

-creo q se ira a holanda – respondió Aoshi, tomando la taza de té q le trajera su hermana.

-Ah – respondió mirando al techo la pequeña de trenza – pobre sano – suspiro finalmente.

Todos asintieron con la cabeza.

-sin duda q pronto volverá a Kyoto – dijo Kaoru cogiendo una galleta – es una lastima, lo extrañare mucho.

-Todos lo extrañaremos – acoto Kenshin.

-Pero no Megumi – sonrió Aoshi.

-Ah! – respondió Megumi siendo extraída de sus pensamientos.

-Que tú serás la única q no extrañara a Sanosuke.

-Tal vez – respondió la pelinegra sumiéndose nuevamente en sus pensamientos.

Todos se miraron extrañados, la respuesta obvia q esperaban era un: "Ohohohohohohhohohoh! Claro q si, por fin me desharé de ese Tori atama estúpido", no un "tal vez"

-Estás bien, Megumi?

-Sí…

-Pues no estas muy comunicativa hoy – dijo Misao esta vez, mirando con ojo examinador las facciones de Megumi.

-Acaso q quieres q ande saltando en un pie – gruño Megumi ante la insistencia – hoy enterramos a Sayo, por si lo olvidaste.

-Ohh!... pues lo siento – se disculpo rápidamente la muchacha.

-Me iré – se puso de pie repentinamente la pelinegra - estoy agotada.

Nadie objeto. Ésta había sido una semana muy difícil, primero el intento de violación por parte de Enishi. Los moretones obligaron a contar a Aoshi y a Ken lo sucedido, por lo q el peligris fue expulsado del equipo de kendo de la universidad, luego de tener su obvio encuentro con el pelirrojo, y fue amenazado por Aoshi de que si intentaba algo mas con su hermana, se encargaría de q un buen abogado lo destinara a pudrirse en la cárcel. Segundo, la muerte de Sayo, todos habían sido afectados, pero ninguno dimensionaba cuánto lo había hecho con Megumi. Era su amiga y la novia del hombre q amaba. Eso es suficiente para descolocar a cualquiera.

Aoshi se ofreció de ir a dejar la casa, pero ella insistió en q tomaría un taxi. Pero en realidad, decidió caminar, pues la casa de Kenshin no quedaba a muchas cuadras de la suya. Sin embargo, si ahora le preguntaran cuántos árboles hay de la casa de Kenshin a la suya, no sabría q responder, pues iba tan sumida en sus pensamientos, que no se dio el tiempo de observar detalladamente cada rincón del camino; cada baldosa de la acera; cada vitrina; cada luminaria; cada persona q pasara a su lado.

Cuando llego a su edificio se dedico a conversar unos minutos con Hanagata y luego subió al ascensor. Sanosuke sin duda ya habría llegado, pero seguramente estaría encerrado en su habitación o fumando en el balcón, como lo hacia cada vez q estaba mal.

Era casi un año conviviendo juntos, por lo q sabia como se comportaba Sano en cada situación. Sabia q fumaba como carretonero cuando estaba triste o ansioso; o que no dejaba de hablar cuando estaba nervioso; o q se callaba cuando le daba vergüenza, por un momento se sorprendió de lo bien q lo conocía, pero era casi un año, en un año puedes aprender mucho sobre alguien.

-llegue! – grito desde la puerta cuando entró al departamento.

Notaro corrió a recibirla, como siempre, pero del castaño ni idea. Sin embargo, lo mas extraño es q algunas cosas de éste estuvieran apiladas en cajas o desparramadas por el living.

-Notaro¿Dónde esta Sanosuke? – el perrito corrió hacia la habitación del castaño, pero 5 segundos después sale huyendo de ahí, pues Sano venia detrás cargando un caja, que monto sobre otra mas grande cuando hubo llegado al living.

-Qué haces? - pregunto Megumi al no saber por q su compañero de departamento sacaba todas sus cosas de la habitación.

-Me voy… vuelvo a Kyoto – dijo éste sin molestarse en mirarla y volviendo rápidamente a su alcoba.

Para Megumi el tiempo se detuvo, sabia q tarde o temprano Sanosuke debería volver a Kyoto, pero nunca creyó q ese día fuera hoy.

-pero… porqué! – pregunto Megumi siguiéndolo hasta la habitación.

-Ya no tengo nada más q hacer aquí – dijo Sano ordenando unas poleras dentro de un bolso.

-Y… Kenshin…ya hablaste con él?

-No, pero lo haré

-Cuando te iras? Mañana?

-Si… ya hablé con mi padre.

Megumi lo veía muy decidido, por lo q su corazón se angustiaba a cada segundo. Ella no quería verlo partir, no quería quedar sola, no quería quedar con ese sentimiento q recién había descubierto.

-¿cuándo te despedirás de Aoshi… y de las muchachas, de Shogo y… y de Kamatari, tus amigos de la facultad?. Todos se pondrán muy tristes con tu partida… tan repentina. – decía atropelladamente y con desesperación, buscando algo de lo q poder aferrarse, algún salvavidas, algo q impidiera q el castaño se marchara.

Sanosuke se detuvo en su tarea y sin mirarla dijo: - Kitsune, podrías dejar de hablar… debo dejar todo listo para mañana – luego siguió guardando más ropa dentro del bolso.

Notaro se escondió debajo de la cama de Sanosuke, dejando solo asomar su pequeña y negra nariz. Un modo muy personal de protesta por la partida de su amo postizo.

Megumi observo la actitud del cachorro y decidió q no haría lo mismo, no se escondería… le haría notar a Sanosuke su enojo, su tristeza, su desesperación, su angustia, todos los malditos sentimientos q se agolpaban en su corazón.

Por que quiéralo o no, su alma, su cuerpo, su corazón, pedían a gritos por el amor de Sanosuke. Aunque fuera solo un poco de la atención, cariño y calor q le diera a Sayo, aunque fueran migajas de amor, ella seria feliz.

Nunca supo como se fue a enamorar de él, pero desde que supo de la existencia de este sentimiento, también supo q Sanosuke no solo había llegado a vivir a su departamento, sino q llego a vivir en su corazón y para siempre.

-sano…suke… - murmuro ella.

-Kitsune, por favor, necesi…- pero ella lloraba por lo q no pudo continuar.

Por algunos minutos ninguno de los dos dijo palabra. De repente Megumi comenzó a mover la cabeza de un lado a otro.

- tú no te puedes ir – lo enfrento finalmente.

-Kit… su… ne – susurro él.

-¡Tú no te puedes marchar así como así! – comenzó a gritar con rabia en los ojos – tú no me puedes abandonar, no me puedes dejar… tú… tú

-Ya te dije q no tengo nada más q hacer aquí – contestó Sanosuke alterándose tanto como Megumi – además, por qué me gritas de ese mo…

-… porque te amooooo – interrumpió la embestida de Sanosuke, para luego caer de rodillas cubriendo el rostro entre sus manos.

Quería controlar esas lagrimas, no quería ser débil, pero por más q deseara no podía y lo peor es q no sabia por qué.

Notaro se acerco lentamente para encaramar sus patitas delanteras en el regazo de Megumi, brindándo el apoyo que requería su ama y hacer unión a la causa, él tampoco quería q se fuera. Los ojitos perrunos buscaron los humanos color miel suplicando q hiciera o dijera algo, a su ama que lloraba tan amargamente.

Sanosuke no supo q responderle a Notaro, aun estaba atónito por las palabras de la chica.

Era cierto q los últimos meses se habían acercado bastante y reconocía que él algunas veces había caído en tentación con respecto a su compañera de departamento. Recordaba perfectamente como la observaba cada ves q ella salía de la ducha, o la vez q ella lo visito en el hospital, o como lo ayudo con Yumi haciéndose pasar por su novia, o la búsqueda de mas de dos horas por el regalo ideal para el cumpleaños de la pelinegra (con el de Aoshi solo fueron tres minutos). También están los celos inexplicables q sentía con Enishi, pero concluyó, después de lo sucedido anoche, que eran solo una advertencia de la mala espina q le daba el peligris.

No obstante, cómo explicar las sensaciones q experimentaba cuando tenía su cuerpo cerca, como aquella vez en las fotografías de la campaña publicitaria o cuando ella llegó borracha en compañía del sujeto ese; o anoche, cuando la sintió tan cerca acostados en la misma cama, o incluso esa vez en q se besaron sobre la alfombra. Sí, era verdad, él lo recordaba perfectamente, solo se había hecho el desentendido. Razones, solo él las sabe.

Pero aún así, las palabras de la muchacha le causaban dudas sobre si mismo, sobre sus sentimientos. Aún el cuerpo de Sayo no se enfriaba y Megumi le declaraba sus sentimientos. ¿Qué hacer en un caso así?

-Me…gu… mi – atinó a decir mientras postrándose junto a ella la estrechaba en un abraso.

Megumi se aferró con fuerza el cuerpo de Sanosuke. No, no te vayas…- seguía gimiendo entre llantos, empapando la camisa masculina. De repente Megumi sintió el aroma de Sanosuke impregnándose en ella, por lo q su llanto ceso. Levantó el rostro para encontrarse y perderse en la mirada preocupada del castaño. A tientas con su mano busco la boca de Sanosuke, para recorrerla, sentirla con las yemas de los dedos e hipnotizada trato de apresarla con sus labios, después.

Sanosuke dio un salto hacia atrás antes de ser capturado, separándose asustado a una distancia considerable de Megumi.

-lo… lo siento… yo…. – Megumi se tapo los oídos con sus manos y agitando la cabeza de un extremo a otro comenzó a llorar nuevamente.

Sanosuke por su lado trataba de explicarse, de decir algo, pero tantas eran las cosas q se le venían a la mente q solo se confundía mas.

De repente la chica corrió a su habitación, Sanosuke reaccionando la persiguió, pero no llego a tiempo, pues la puerta le fue cerrada en las narices. Megumi recargó con pesadez la espalda a la puerta y lentamente se deslizo hasta quedar sentada sobre la alfombra.

-Megumi… ábreme por favor…

Ella seguía llorando y sus ahogos llegaban a oídos del castaño recargado de frente, al otro lado de la puerta.

-abre, Megumi… abre, por favor…

Megumi negaba con la cabeza, pues tenia un nudo en la garganta, no quería oír lo q ella tanto temía.

-Megumi abre de una vez…

-YA VETEEEEEEEEE…- grito ella con el alma.

-Yo no quise dañarte… - comenzó a explicar el castaño - pero hoy fue el funeral de Sayo, aun su cuerpo esta frió… y tú… tú …

-OLVIDALO – grito ella nuevamente – olvídalo - susurro para si misma.

-Megumi… tú – Sanosuke hablaba bajito, grave, pero lo suficientemente alto como para q ella lo escuchara al otro lado de la puerta - … y Aoshi, Misao, Kaoru, Shogo, Kamatari y… Sayo… todos fueron muy amables en recibirme… pero mi camino aquí se acabo… ahora debo regresar a Kyoto… al lado de mi padre y de Yahiko… debo regresar a hacerle la vida imposible al mocoso… jejejeje – rió para si.

-Megumi… quiero q sepas – continuo hablando – q te agradezco todo lo q hiciste por mi, haz estado conmigo en los momentos más difíciles… así q… gracias.

Megumi, abrazando su propio cuerpo tembloroso, escucho como Sano cerraba la puerta de su habitación, por lo q el silencio se apodero de cada rincón del departamento.

Notaro aún estaba bajo la cama de Sanosuke, continuando con su protesta personal por la partida de su amo querido. Y así cayó la noche.

Algunos ruidos la despertaron por la mañana. Agudizando el sentido, se dio cuenta q esos ruidos eran el acarreo de cosas, los ladridos de Notaro, la voz de Kenshin y la voz de Sanosuke… su voz… ya no la volvería oír.

- bueno… eso es todo?- escucho preguntar a Kenshin

- Sí… no se me olvida nada, estoy listo.

No quería levantarse, estaba cansada de llorar, estaba agotada…

-Y Megumi?

-Ah!... me despedí de ella ayer…bien vamonos – terminaba de decir Sanosuke después de unos segundos de silencio – ¡Notarooooo! – Megumi sintió la loca carrera de las patitas del cachorro – Aquí estas muchachote… - se imagino al castaño con Notaro entre los brazos, haciéndose cariño mutuamente – ¡Oyeeee¡Saco de pulgas! - Megumi sonrió, sin duda le daba de languetazos, pero por más q Sanosuke tratara mal a Notaro, sabia que quería al cachorro tanto como ella, que era la dueña - …cuida mucho a la Kitsune, Notaro… esa será tu misión, cuidar mucho de tu ama…- Megumi abrió los ojos con sorpresa y sin ser invitadas las lágrimas volvieron – adiós Notaro… vamonos Kenshin…

-Si – respondió el pelirrojo

-Nooooooooo! – grito Megumi en un ultimo intento de detenerlo, pero el sonido de la puerta y el leve gemido de Notaro, indicaron q el castaño se había marchado.

Fin del capítulo número trece y del FanFiction Vives en mi corazón.


Miércoles 30 de noviembre de 2005 a las 02: 12 am.. (Santoral para hoy: San Andrés y Andrea, jajjajajaja es demasiada la coincidencia, lo acabo el día de mi santo y lo subiré el día de mi cumple)

Por fin di término al primer fic de mi vida como escritora y q espero nunca acabar. Aunque como le dijera ayer a Kitsune por MSN, lo mío nunca fue la pluma, lo mío es el dibujo, el comic más específicamente, pero como el comic también se trata de narrar una historia creo q exploté un lado q aun creo no tener.

En un principio comencé con miedo, uno no sabe a q tipo de cometarios se arriesga a recibir de los q leen, pero luego del primer review q llegara hasta mi mail decidí seguir, pero no por los review, sino por mi. Estoy haciendo lo q nunca lograría con un comic y no porque si me dieran la oportunidad no lo haría, sino por q hay q reconocer q aquí es muy difícil un arte como el comic. No estamos en Japón o en USA. Espero q me entiendan.

Ahora bien, este año para mí ha sido espectacular, además de terminar con mi carrera universitaria, consolidarme como jefa de dos proyectos de la facultad para hacer campamentos recreativos en localidades rurales de Chile, he terminado a mi primogénito. También he conocida amigas, amigos, y he cumplido con todos los propósitos q me impusiera a principio de año. (El q mas feliz me pone es el de no comerme las uñas XD)

Primero, debo dar las gracias a mi madre por poner Internet, sin ella no hubiera llegado a y de ahí no hubiera dado con amigas de la calidad de las Kazuko RK (espero q ahora no me maten). Cisne.negro, Lazara, Kala, DaniHimura, Akari-aoi, Leslie, Shysie, Renialt, Alis-chan, Monika-dono, Sakura, Yukiko, quiero darle las gracias a cada una por la manera en como me han apoyado (echan porras) y me divierten en las salas de Chat q improvisamos en MSN. Mis onechan y onesan queridas, se les quiere mucho.

También debo dar las gracias a las q no son oficialmente Kazuko RK (por q solo no han sido presentadas oficialmente ante la sociedad), pero q aguantan q esta pesada las moleste por MSN, como Ghia- hikari, Chitsuru y Mibichan.

Además, debo dar las graciasa las (os) con quien nunca hable por MSN, pero se dieron el tiempo de dejar su review (aunq haya sido en un solo capitulo): Gabyhyatt, Misao-nav, Tomoerelena, Cristy-girl, Kaoru, Kaze no angel, Kitty, Michel 8 8 8, An-nto-cha-n, Ayumi9, Lara, Manashaxp, Asumi, ChibiChise y Sayo 23.

Y como siempre puse, a todos los q leyeron este fics y nunca dejaron su review, pero no importa, por q igualmente son importantes.

Ahora me despido, para dedicarme de lleno a mi otro fic y a darle vida a los miles de proyectos de fic (no son tantos en realidad, esta bien… son solo dos ¬¬) y q están dando vuelta por mi cabeza.

Besos a todas menos a una,ARCASDREA.

Pd: Este no es el verdadero final… jajajajajajajjaja… guaaaaaaaa…era broma… qué pensaban ya?... q iba a dejarlos separaditos… nones… no soy tan mala… Hohohohohohohohohohohohohohohohhoohohohohohohohohohohoh…..

Me despido hasta el epílogo. Kiss para todas.

Arcasdrea os saluda . 0.