Vives en mi corazón

Capítulo número 14: Epílogo.


ooooooooooPoRoEoÁoMoBoUoLoOooooDoEooooSoAoNoOoSoUoKoEoooooooooo

Aquí estoy, nervioso y ansioso, sentado en un tren de regreso a Tokio. Kenshin duerme a mi lado, me sorprende q aun durmiendo conserve esa sonrisa boba, pero amable. Como lo envidio, no he podido pegar pestaña, porque me he pasado la mayoría del viaje pensando en q palabras le diré cuando la tenga frente a mi, pero ninguna me parece suficientemente buena. Con todas las frases q he creado ya podría escribir un libro de poema, sin embargo, nada me parece bueno para ella.

También he estado pensando en cómo me recibirá; si me estrechara entre sus brazos (q es lo q mas deseo) o me lanzara por la ventana. Bueno, solo han pasado seis semanas, espero q no haya cambiado de opinión, según Kenshin no lo ha hecho, pero si yo me di cuenta de tantas cosas en una simple conversación, me da miedo q ella también lo haya hecho y sobre todo si juega en mi contra.

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FLASH BACK

-Sanosuke!

-Kenshin!- respondió el castaño poniéndose de pie, para q fuera mejor visto por le pelirrojo q acababa de entrar a la cafetería.

Ambos chicos, al encontrarse se estrecharon en un fuerte abrazo. Hace seis semanas q sano se marcho de Tokio y aunque se comunicaban por teléfono o MSN, se extrañaban mucho.

Luego de pedir el acostumbrado capuchino, Sano le contó (nuevamente) todo los pormenores de su regreso a Kyoto y lo sucedió en esas seis semanas de estadía. Le contó como lo recibieron en casa, su retorno a la universidad, también como ya estaba ejerciendo un empleo en la empresa de su padre, Makoto Shishio, como arquitecto. Por lo q estaba de regreso, hace no mucho, de New York, donde visito por dos semanas algunas agencias de arquitectos para negociar los posibles planos para unas torres de oficinas en Kyoto.

-vaya!... Si q te ha ido bien – exclamó Kenshin.

-Si… pero dime, cómo están todos por allá?

-Pues… Aoshi y Misao se han comprometido para casarse..., pero no te desesperes… por q acordaron q la boda seria una vez q Misao terminara su carrera universitaria, es decir dentro de unos 5 ó 6 años mas, si ingresa a Psicología, como ella desea.

-Aoshi debe tener paciencia de santo… pobre – rió Sanosuke – y… qué hay de ti y Jou-chan?

-Boda aun no, aunque ganas no me faltan. Por ahora Kaoru se prepara para dar el examen de admisión y está postulando a la beca deportiva, si todo sale bien, será parte del equipo de Kendo el otro año.

-Salud por ti amigo – dijo el castaño sonriendo picaramente y alzando la taza de capuchino como quien hace un brindis.

-Pero…Megumi es quien me preocupa – dijo Kensan serio, sin tomar en cuenta la burla de Sanosuke - desde q te fuiste q ya no es la misma.

-Eh?... en serio… y por qué? – Sanosuke desvió la mirada al preguntar, estaba evidentemente nervioso.

-Dímelo tú a mi… tú sabes la respuesta.

-…

-el silencio otorga – dijo Kenshin sonriendo maquiavélicamente.

-Megumi ya te contó todo? – Kenshin afirmo con una venia de cabeza - entonces no tengo nada q decir – Sanosuke miro por la ventana del local, su semblante cambio tristeza. Esa mirada disipo todas las dudas de Kenshin, con solo mirarlo al entrara la cafetería sabia q Sano no estaba bien. Lo conocía muy bien.

-La extrañas, verdad?

Los ojos de Sano se abrieron ante la sorpresa, nunca espero una pregunta tan directa de parte de Kenshin. De cierto modo se sintió enojado consigo mismo, por no poder ocultarle nada al pelirrojo, pero a la vez sintió alivio, pues ya no cargaría con ese extraño sentimiento en el corazón. Ahora podría contárselo todo a él.

-casi hasta a la enfermedad – se confeso sonrojado.

Kenshin sonrió ante la actitud de niño tímido de Sanosuke. En cuanto a mujeres y enredos del corazón, el castaño era un Don Juan, que siempre se jactaba de sus conquistas, nunca se sonrojaba de ellas – no te rías Kenshin – le reprocho y fijando la vista en el suelo continúo – todo comenzó cuando estaba en la estación, en el viaje de partida. Había un afiche del Hitten Ryu… al observarnos en el, sentí angustia en el corazón, aun no me abandona, me ahoga, es algo difícil de explicar, pero siento tristeza. Luego, en casa, Kaede me abordo con un álbum de todos los recortes del perfume que salieran en revistas o periódicos. Ahora ese álbum esta bajo mi almohada – tomó un sorbo de café y como Kenshin no lo interrumpió, prosiguió con su confesión - … en New York, conocí a una chica, lisa; pero no logre nada con ella, por q Megumi me lo impidió. Todo lo que hiciera o dijera lisa, inconscientemente las comparaba y Kitsune ganaba siempre… jejejeje que estúpido, no?

-está claro – dijo finalmente Kenshin – tan claro como el agua. Tu corazón se quedo en Tokio.

Sanosuke fijo la vista en la mirada violácea del pelirrojo, por lo q éste le sonrió, para demostrarle todo su apoyo.

-¿A la estación? – pregunto Kenshin leyendo los pensamientos de Sanosuke.

-Si – contesto éste poniéndose de pie – debo ir por mi corazón.

FIN DE FLASH BACK

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ooooooooooSoOoNoGoFoIoCooooDoEooooMoEoGoUoMoIooooooooooo

Oh, cómo quieres que me aclare
Si aún soy demasiado joven
Para entender lo que siento
Pero no para jurarle al mismísimo ángel negro
Que si rompe la distancia que ahora mismo nos separa
Volveré para adorarle, le daría hasta mi alma
Si trajera tu presencia a esta noche que no acaba

Un sábado más sin nada q hacer. Para variar he rechazado una propuesta de trabajo de Kamatari, pero es q no deseo trabajar, estoy sin ánimos.

Golpeo la mesa, pues todo es culpa de él, por mas q pongo todo de mi, no puedo olvidarlo…

Te necesito como a la luz del sol
En este invierno frío
Pa´ darme tu calor

…ya me deshice de todo lo que olvido; revistas, algunos papeles, algo de ropa (dos poleras), su cepillo de dientes; sin embargo, aun lo veo en cada rincón de la casa…

Como quieres que te olvide
Si tu nombre está en el aire
Y sopla entre mis recuerdos

…y el notebook tampoco es de mucha ayuda. Sí, lo olvido acá, como aquella vez me lo había prestado para hacer un trabajo de la U, al irse lo olvido en mi habitación. Ahora estoy apretando un botón del teclado, para ver pasar todas las fotos q recolectó mientras estuvo aquí…


Si ya sé que no eres libre,
Si ya sé que yo no debo
Retenerte en mi memoria

… eso si, he borrado todas las fotos donde sale junto a Sayo. No tengo nada contra ella, es mas, la visito regularmente al cementerio, pero odio verlos tan felices en esas imágenes… por eso ¿confirma q desea enviar estos elementos a la papelera de reciclaje?... por supuesto que… sí…bien, ahora a vaciar la papelera.

Alivio por unos momentos, pero luego me viene el remordimiento… y si él apareciera para buscarlo… ah! mala suerte no mas…el computador se desconfiguro… pero… si se desconfiguro¿no deberían haber desaparecido todos los archivos y no solo las fotos de Sayo? Memo: inventar una mejor excusa, por si llegara a volver… aunque lo dudo…


Así es como yo contemplo
Mi tormenta de tormento,
Así es como yo te quiero

…aquí está, la foto que Kamatari nos tomara en el día de mi cumpleaños. Una de las pocas, por no decir nulas, en donde aparecemos los dos. Además, hay otra donde sale Notaro también.

- mira, Notaro, ahí estas tú…conmigo y con el Tori atama- le muestro su imagen al cachorro, que da dos ladridos cuando mi índice se deposita en la sonrisa de Sanosuke. Su sonrisa…

Te necesito como a la luz del sol
En este invierno frío
Pa´ darme tu calor

…Casi lloro otra vez, así q presurosa cierro la Carpeta, después Mis Documentos, voy a Inicio y marco Apagar equipo.

- Mejor huir - le digo a Notaro q me mira con cara de "no sacas nada con hacer eso"…

Te necesito como a la luz del sol

…de repente las orejitas de Notaro se enderezan al mismo tiempo q bruscamente mira hacia la puerta de entrada del departamento. Pega dos ladridos y moviendo la cola insistentemente corre hacia la puerta. Debe venir alguien supuse yo, pero… ¿Quién como para q él se ponga de esa manera?

- Notaro sal de ahí, para poder abrir- decía yo tratando de esquivar al "huracán bola de pelos" que brincaba, ladraba y se metía entre mis piernas – quién viene q estás tan contento?...


Tus ojos el abismo
Donde muere mi razón

…pero cuando ví quien era el causante de tal alboroto, el mundo por un instante se detuvo para mí…


Oh, cómo quieres que me aclare
Oh, amor, cómo quieres que te olvide

ooooooooooSoOoNoGoFoIoCooooDoEooooMoEoGoUoMoIooooooooooo


-¡Kenshin! – Él estaba sentado sobre el capo de su jeep frente al edificio de Megumi, por lo que el aludido saltó a la vereda para recibir a su novia q venia corriendo desde la esquina. .

-ah… vine… tan… pronto como… ah… me llamaste…ah… ah –

-recupera el aire primero, jejejeje - y el pelirrojo le dio un tierno beso a modo de saludo – ¿les avisaste a Misao y Aoshi?

-Sí - dijo la muchacha tomando una gran bocanada de aire – dijeron que vendrían inmediatamente… oh! Ahí vienen.

Justo en ese momento el Chevrolet Impala de Aoshi se estacionaba delante del jeep de Kenshin, pero aún no terminaba de hacer la maniobra cuando desde el lado del copiloto desciende Misao gritando histérica: - ¿Kenshin, alguna novedad!

-No, aun no – respondía éste con una gran gota en la sien – subió hace cinco minutos.

-Habrá q darles tiempo – decía Aoshi accionando la alarma de su auto. Luego saludo a Kenshin y Kaoru.

-Y ¿qué haremos ahora?... no aguantaré mucho estando acá afuera

-¡Pues tampoco podemos entrar y subir, Misao!- reclamaba Kaoru.

-Sano dijo q me llamaría al celular para avisar...

-Dudo q lo recuerde si todo sale bien – dijo Aoshi sorprendiendo a todos, pues la mirada con quien acompaño el comentario dejaba muy en claro lo q estaba pasando por su cabeza.

Daikirai datta sobakasu wo chotto, hitona deshite tameiki wo hitotsu, heviikyuu no koi wa migoto ni, kakuzatou wo issho ni toketa……………………

-Oh! Es mi celular – decía Kaoru apurada mientras zambullía su mano en el bolso para dar con el pequeño aparato, la canción del ringtone siguió, para la risa de todos, pues las cejas de la muchacha se tensaban más a cada segundo q pasaba – ahhhh por fin!

Click - Mochi mochi… ahhh mamá! - miro a los tres q la observaban expectantes, pero rápidamente fijo una mirada asesina en su hermano q cerraba los ojos y sonreía maliciosamente – no mamá, aún no sucede nada… está aquí… aja!... también está Misao y Kenshin…¿Cómo quieres q lo sepa, subió hace solo diez minutos!… si lo sé, cualquier novedad Aoshi te avisa – el aludido comenzó agitar los brazos indicando q él no lo haría – si… dice q estará feliz de llamarte después, para contarte todo. Aja! Adiós mamá – click

-eso te lo mereces por llamarla para contarle q Sanosuke había vuelto por Megumi – le grito desafiante a su hermano inmediatamente después de cortar la comunicación - aún no sabemos nada y ella ya esta armando la boda.

Misao y Kenshin se reían a carcajadas, viendo como Aoshi trataba de dar explicaciones a su pequeña onechan y como ésta le gritaba q era un imprudente… La señora Tokyo en cuanto a chismes o rumores era de temer… por lo menos a hora la mitad de Tokio ya estaría invitada a la boda de Sanosuke y Megumi… si es q ya no se habían ido de luna de miel.

-oye!- exclamó Kaoru luego de decirle unas cuantas cosas a su hermano – ¿por qué no vamos a la cafetería de la esquina?

-Es buena idea, creo q deberemos esperar su par de horas mínimo – sonrió picaramente Misao.

-Ahora sé a quién le aprendió lo pervertido mi hermano.

-OYEEEEEEEE! – grito Misao furiosa, mientras Kao le sacaba la lengua como burla.

Kenshin y Aoshi resoplaron al ver al ver a las chicas correr calle abajo.


-Hola!

-Hola!

Silencio

-oh! – Sanosuke se agacha para acariciar al "bola de pelos"que le bailaba hace mas de cinco minutos para q le tomara algo de atención - ¡Notaro¡Que grande estás muchachote! – y mirando a Megumi – se nota q la Kitsune te ha malcriado, también estás más gordo.

Sano entre risas, recibía los alborotados languetazos del cachorro. Estaba feliz de que su amo estuviera de regreso. El corazón de Megumi también lo estaba, latía mil por hora, viendo al castaño postrado en el umbral de la puerta con Notaro entre los brazos y recibiendo todo el cariño que esa cola pudiera dar.

Ella se dio cuenta de algunos cambios en el castaño; el cabello lo tenía mas largo, con unas pequeñas ondulaciones en las puntas; también traía una barba sucia, de esa q no tiene más de tres días y ya no usaba esa ridícula cinta roja. Se veía más maduro y apuesto que nunca.

Por su lado, Sanosuke, mientras acariciaba a Notaro, observo a Megumi de reojo. Estaba más delgada, pero no perdió sus curvas; su cabello lo llevaba tomado en un moño sujeto solo por un lápiz, por lo que algunos mechones le caían por los lados. Como tenia sujeto el cabello, su nievo cuello estaba a la vista, "una tentación" pensó Sanosuke, pues el escote del Top negro que llevara la pelinegra, creaba un conjunto apetecible.

-qué haces aquí? – pregunto Megumi dándole la espalda y caminando hacia el living, haciéndose la desentendida con sus propios sentimientos, que lo único que querían era arrojarse a los brazos de Sanosuke.

-Pues he venido por algo que olvidé aquí.

-Ahí está tu notebook – dijo ella indicando con su índice el aparato, sobre la mesa del comedor. Sanosuke cerro la puerta tras de si, y con las manos en los bolsillos camino hacia el living. Megumi se había sentado en uno de los sillones con la mirada fija en la mesa de centro. Notaro seguía agitando la cola a un lado de Sanosuke.

-No es el notebook – dijo él mirándola fijo.

-Pues lo demás eran solo revistas y papeles… ah! y dos poleras, pero se las di a Hanagata – dijo Megumi evitando la mirada de Sanosuke. La perturbaba. El castaño se dio cuenta de esto, por lo que algo de seguridad aplaco a su miedo y le dio mas audacia para lo que venia.

-Tampoco es eso – dijo finalmente.

-Entonces qué… ya no hay nada mas que sea tuyo en esta casa – dijo ella de manera agresiva.

-Jejejejejejejeje – comenzó a reír Sanosuke - ¿Por qué tan quisquillosa, Kitsune?

-Eh! – "qué se cree?. Acaso olvido todo lo que sucedió antes de que se fuera, yo le confesé…bueno… eso… y él llega aquí como si nada. Esto es el colmo"

-te hice una pregunta – Sano se había sentado al lado sin que ella se diera cuenta. Por lo que el tenerlo tan cerca provoco que se sonrojara y esto fue un punto a favor para el castaño, que sonrió con orgullo.

-No me sucede nada – contesto Megumi viendo la sonrisa indescriptible de él, pero que la irrito por lo arrogante que era, así q con tono aun mas grave y duro le pregunto – dime, de una vez, que fue lo que se te olvido aquí?

Sanosuke no respondió, o por lo menos no con palabras, sino que la rodio con un brazo por cintura y con la mano libre tomo su rostro para besarla. Sanosuke en ese beso se jugó la vida, demostrándole en el cuánto la extrañaba, deseaba, amaba.

Megumi en un principio estaba sorprendida, por lo que la turbación no la dejaba pensar claramente, pero a medida que el castaño seguía apoderándose de sus labios, se sintió embriagada y finalmente cedió.

Esos labios eran calidos, tal como los recordaba de aquella (única) vez que se besaron en la alfombra, pero ahora eran distintos, no eran solo pasión o erotismo, ahora eran amor, entrega, delicadeza.

Ella se estrecho a su cuerpo, llamándolo, por lo que él profundizó el beso. La batalla era descarnada, ambos deseaban la muerte del otro, pero en sus labios.

-Vine por mi corazón – dijo Sanosuke cuando pudo separarse unos milímetros de Megumi, quien haciendo caso omiso de esas palabras, y deseando mas, no permitió que se alejara por mucho tiempo de ella. No otra vez.

Notaro, entendiendo que deseaban estar solos, salió al balcón, donde permaneció durmiendo hasta que lo llamaron. Pero eso fue varias horas después, así que volvamos a donde estábamos, para no perdernos.

La pareja jugo por un rato con sus bocas, hasta que Megumi le quitó la polera a Sanosuke.

-No te devolveré tu corazón. Lo quiero para mí – agrego ella en tono de burla. Sanosuke sonrió complacido y ofreciéndole la mano, la invito a la habitación.

En el camino desapareció el TOP negro de Megumi y el lápiz que sujetaba su cabello. Él se dejaba llevar por el aroma de los cabellos que se apretaban entre sus dedos y ella tocaba todo lo que sus manos pudieran explorar.

Besándose tropezaron con el borde de la cama, por lo que riendo cayeron en ella.

-Eres tan hermosa – dijo Sanosuke debajo de megumi.

-Ytú un grandísimo tonto.

-Pero… - trato de protestar Sanosuke, pero el índice en su boca le indico q se callara.

-Prométeme que nunca te iras – dijo ella observando la sonrisa que le dirigiera Sanosuke a modo de promesa. Luego se voltearon quedando Megumi bajo Sanosuke.

Él la beso una y otra vez, para reafirmar el compromiso. Le beso los labios, las mejillas, la frente, el mentón, el cuello, los hombros y sigan contando. No dejo centímetro de piel sin conquistar. Las manos de ella lo ayudaban en esa conquista, deshaciéndose de todo lo que pudiera estorbar.

Sin mucho tramite entró en ella… siempre fue suya como él siempre fue de ella…

El movimiento acompasado y lento de Sanosuke era seguido por Megumi. El placer se les descifraba en los ojos, se deseaban y así los demostraron por varios minutos.

El ritmo aumento como también aumento el gemir de cada uno. Entrelazaron sus dedos. Eran uno, desde ahora y para siempre.

El estadillo llego con un grito que fue callado por un beso. La convulsión dio paso a un escalofrió provocado por el susurro de un "Te amo".

-Por qué provocas esto en mi?

-Porque eres mía… - otro beso.

Se tumbo a su lado y atrayéndola hacia sí, la arropo bajo las sábanas para conservar el calor. Ella apoyo su negra cabellera en el tonificando pecho de el.

-Tu corazón late muy rápido…

-Porque tú vives en el, Megumi – y la estrecho aun más hacia su cuerpo – tú vives en mi corazón.

Ahora sí que por fin el Fin de el fic Vives en mi corazón.


Gracias a todas y todos.

Se les quiere un montón.

Arcasdrea