Hola!!! No se si será buenas o malas las noticias que traigo (yo espero que buenas, jejejej). Bueno, como ya he dicho, los primeros capítulos ahora que los leo de nuevo me reafirmo, son un poco tontos, así que como el ff es largo pues os traigo ¡¡cuatro capítulos de golpe!! Para que ya se vaya perfilando la trama. A ver qué os parece y si no me matáis cuando lo hayáis leído (:-P). Besitos a todos los que me seguís!!! (Respuestas a los reviews abajo)

Capítulo 4: Un castigo acertado

A la mañana siguiente, después del desayuno, Hermione y Draco tenían que ir a ver a Dumbledore. Hermione apenas había dormido ni comido por los nervios. Mientras se dirigían al despacho no hablaron nada, se podía respirar la tensión en el ambiente. Una vez que llegaron, estaban Dumbledore, Snape y McGonagall.

-La profesora McGonagall me ha puesto al corriente de lo que ocurrió anoche. Es sin duda motivo suficiente para ser expulsados, pero como sois alumnos de 7º curso y ambos tenéis un futuro prometedor, se os perdonará sólo por esta vez. El castigo acordado por los jefes de vuestras casas y por mi, es que deberéis trabajar juntos durante todo el curso.- dijo Dumbledore.

Hermione y Draco suspiraron en señal de alivio,

-Como sabemos que los dos queréis presentaros a los éxtasis, cada semana se os mandará una tarea y seréis examinados también cada semana. La nota será la misma para los dos, Si al final de curso, habéis cumplido bien con el castigo y las notas son buenas, se os devolverán los 100 puntos que se os han quitado a vuestras casas. ¿Alguna duda?.- dijo Dumbledore.

-Si, ¿pero y si Malfoy no estudia nada?.- dijo Hermione, que no le parecía justo el procedimiento.

-Por eso mismo deberéis hacer el trabajo juntos, la nota ya la verá el profesor que os examine.- dijo Dumbledore.

-¿Han avisado a mis padres?.- dijo Draco preocupado.

-Si, esta misma mañana hemos enviado una lechuza a su padre.- dijo Snape a la vez que a Draco se ponía pálido.

-Esta es la tarea para esta semana, el examen será el sábado por la mañana en el despacho del profesor Snape.- dijo McGonagall entregándoles un montón de pergaminos.

Hermione y Draco salieron del despacho, no sabían que decirse. Ambos pensaban que era una pesadilla tener que compartir trabajo durante todo el curso, pero precisamente por eso era un castigo.

-¿Cuándo empezamos?.-dijo Hermione con miedo.

-No sé si haré este estúpido trabajo.- dijo Draco.

-No me voy a jugar mi futuro por tu culpa, así que vas a hacer el trabajo aunque tenga que hacerte la maldición Imperius.- dijo Hermione.

-Eso ya lo veremos.- dijo Draco.

Cuando Hermione volvió a la sala común les contó lo que había pasado a Harry y Ron. Se puso enseguida a leer los pergaminos y a estudiar, y se pasó la mayor parte del día buscando libros en la biblioteca que le pudieran servir, además de pensar en qué decirle a los profesores si Malfoy no estudiaba. Llegó a pensar en que Malfoy sería capaz de suspender para fastidiarla a ella.

A la mañana siguiente, en el desayuno, Hermione se lamentaba sobre su futuro y explicaba todas sus teorías sobre Malfoy a Harry y Ron.

-Vale que es lo peor que te podría haber pasado, pero no seas exagerada- la consolaba Harry.- me imagino que Malfoy querrá graduarse, igual que todos, y no ha suspendido nunca.

-Además su padre está en el consejo escolar, ya se encargará de que apruebe.- dijo Ron.- Por cierto, el sábado vi en Hogsmeade a Pansy Parkinson comprando unas hierbas extrañas en una tienda, seguro que es para el filtro de amor.

Diciendo esto, entraron al comedor las lechuzas con el correo.

-¡Mira! Malfoy ha recibido un vociferador.- dijo Harry, mientras prestaban atención bastante alegrados.

Todo el colegio se había enterado de lo que había ocurrido con Hermione y Draco, y tenían que soportar que los de sus propias casas los miraran mal por haber perdido 100 puntos.

-¡¡Draco Malfoy!! Prepárate porque hoy mismo voy a Hogwarts , maldito niño consentido, espero que esto satisfaga tu afán de protagonismo.- decía el vociferador a la vez que Malfoy se ponía pálido como la pared.

-Bah, que light, yo esperaba algo más fuerte.- dijo Ron.

Por la tarde, estaban en clase, cuando llegó Lucius Malfoy sacando a Draco del aula, por lo que no se enteraron de lo que le dijo. Después de la cena, cuando volvían a la sala común, Malfoy paró a Hermione por el pasillo.

-Haré ese trabajo, esta noche a las 11 en la biblioteca.- dijo Malfoy sin mirarla a la cara.

-Está bien, allí estaré.- dijo Hermione bastante aliviada pensando en que la bronca que le habría echado su padre había servido de algo.

A las 22:55:

-Ron, me tengo que ir, he quedado para lo del castigo a las 11 en la biblioteca.- dijo Hermione.

-Eso no es justo, tu eres prefecta también.- dijo Ron.

-No te quejes, que a esta hora está todo tranquilo, además así no entrará nadie en la sección prohibida.- dijo Hermione excusándose y dirigiéndose a la biblioteca.

Cuando estaba poniendo sobre la mesa todos los libros que había cogido llegó Malfoy. Se sentó enfrente y Hermione pudo ver que tenía una de las mejillas muy roja, con la sangre saltada.

-¿Qué te ha pasado?.- dijo Hermione.

-Nada.- contestó Draco.- limítate al trabajo.

-Bueno, he sacado estos libros. Mira tú en estos – extendiéndole varios libros.- y yo miraré en estos.

Hermione comprendió que eso era una bofetada. Estuvieron consultando los libros bastante rato, pero de vez en cuando, Hermione lo miraba disimuladamente y pudo ver que aunque no lloraba, tenía los ojos empañados. Lejos de alegrarse, sintió lástima, el Draco Malfoy que tenía delante no era el monstruo que ella conocía, era un chico normal y vulnerable como cualquier otro y aunque fuera muy en el fondo de su corazón, también tenía sentimientos.

A lo largo de la semana, Harry no tuvo más noticias de Cho desde que pasara lo del beso. Era cierto que Cho no pasaba mucho tiempo en Hogwarts porque sólo daba clases de vuelo a los de primero y aún no habían empezado los partidos de quidditch, pero a Harry le parecía raro no haberla visto ni un solo día.

Por otro lado, Hermione y Malfoy siguieron cumpliendo con el castigo por las noches. Los primeros días Malfoy soltaba de vez en cuando alguna de las suyas pero conforme se acercaba el día del examen se metía menos con Hermione. No hablaban mucho, pero al menos hablaban sobre el trabajo, cosa que a Hermione le pareció todo un logro. El sábado por la mañana tenían el examen en el despacho de Snape. Mientras hacían el examen, Snape corregía el trabajo, y una vez que terminaron tuvieron que esperar a que corrigiese los exámenes para decirles la nota.

-El trabajo no está mal, pero tendréis que esforzaros más si queréis que en el próximo os ponga mejor nota, tenéis un 7.- dijo Snape con una sonrisa de satisfacción mientras miraba la cara de desencanto que ponía Hermione.

Hermione sabía que eso no era justo, el trabajo estaba muy bien pero sabía que a Snape le dolía ponerle a ella la misma nota que a Malfoy.

-En cuanto a los exámenes, Granger, tienes un 9.- dijo Snape sin ni siquiera mirarla pero mirando con enfado a Malfoy.- y tu Malfoy, tienes un 4. Parece que no te has tomado muy en serio lo del castigo, y mucho menos en serio lo que te dijo tu padre el otro día. Tendré que informarle de esto.- dijo Snape a la vez que Malfoy contenía la respiración.

Algo pasaba que ella no sabía, pero la expresión de Malfoy cambió en cuanto oyó a Snape. Hermione sabía que, pese a sus dudas sobre Malfoy, había estudiado bastante y después de lo del primer día del trabajo, el sentimiento de lástima se apoderó de ella. Si Ron o Harry se enteraban de lo que iba a hacer, no se lo perdonarían pero si había alguna posibilidad de echar una mano a Malfoy, era con el profesor Snape.

-Perdón profesor, la culpa ha sido mía.- dijo Hermione mientras Malfoy la miraba sin creer lo que oía.- Oculté información a Malfoy para que suspendiera el examen.

-Parece que aquí nadie se toma en serio esto. Os pondré un suspenso a los dos.- dijo Snape enfadado. A Hermione casi le da algo.

-Pero...eso no es justo. Podría repetir el examen a Malfoy.- dijo Hermione en un intento por salvarse.- le daré todos los apuntes, se lo juro.

-Está bien, repetiré el examen a Malfoy el lunes – contestó Snape divertido ante la desesperación de Hermione.- si vuelves a suspender, avisaré a tu padre, y en cuanto a ti, Granger, tendrás tu nota, pero 50 puntos menos para Gryffindor por juego sucio.

Cuando salieron del despacho, Hermione no se podía creer lo que había hecho, le había salvado el cuello a Malfoy y casi le cuesta un suspenso, pero en el fondo se sentía bien. Por la otra parte, Malfoy no comprendía por qué Hermione le había defendido después de todo lo que le había hecho. Siempre había estado a la defensiva con ella y nunca se había preocupado de mirar más allá de la repelente sangre sucia amiga de Potter.

-¿Por qué has hecho eso?- preguntó Malfoy a Hermione mientras se alejaban.

-Estamos juntos en esto ¿no? Tenía la oportunidad de ayudarte y lo he hecho. Tienes que estudiar más para el lunes.- dijo Hermione intentado parecer amable.

-Gracias.-dijo Malfoy mirando al suelo, avergonzado.- he tenido problemas familiares y no me he concentrado lo suficiente.

-Ya me he dado cuenta, si no te hubieses esforzado no lo hubiese hecho. Voy a recoger la tarea de esta semana, nos vemos.- dijo Hermione dirigiéndose al despacho de McGonagall.

Mientras se iba, a Hermione le sobrevino de nuevo el mismo sentimiento que el primer día del trabajo; Malfoy como un chico normal, y se imaginaba como hubieran sido los años anteriores si hubiesen sido amigos. Seguía caminando, sonriendo e imaginando cosas, cuando pensaba que Malfoy, en realidad, era muy guapo, si hubiese sido de otra forma con ella... Y se imaginó a Malfoy y a ella juntos. Este pensamiento la sobresaltó ¿pero qué estaba pensando?, se paró y miró hacia atrás. A la vez que Malfoy se iba, pensaba que Hermione no era tan odiosa como creía, era buena persona. Nunca se había fijado en ella más que para insultarla, pero le vino al pensamiento la imagen de principios de curso en el tren: al verla tan guapa había deseado que hubiera sido cualquier chica de Hogwarts menos Hermione. En su interior se debatían imágenes y pensamientos, se dio la vuelta y miró hacia donde estaba Hermione. En ese momento, ella también se había dado la vuelta. Al verla, Malfoy le sonrió y siguió su camino. Hermione, giró rápidamente y continuó por el pasillo a la vez que el corazón le latía acelerado.

Ana María: Me alegro que te gustara el capítulo y a ver qué te parece lo nuevo que traigo. Sobre Cho... a mi tampoco me gusta después de leer el libro 5 (digamos que en el 4º me era indiferente) así que la Cho de mi ff (pensada antes de leer el libro 5) no es una llorona como todos sabemos y no es tan tonta como la Cho de verdad.

Wolfgang Snape: No te preocupes si no pudiste dejar mensaje, pero siempre son bien recibidos ;-D, a ver si al final consigo que Malfoy te caiga bien jejeje (es un personaje que me gusta mucho, claro está siempre por detrás de mi Snape). Y sobre lo del ff de Snape, pues trata sobre algo distinto de lo de Akasha, algo que ocurrió en el pasado de Snape. Aunque ahora me estoy pensando si añadir un capitulo al de Akasha explicando como se conocieron en los mortifagos, pues la verdad ese era un One Shot y creo que quedó todo acabado.

Noctis Black Snape: Entiendo que odies a Cho, pero ¡¡no le puedo cambiar la novia a Harry!! Porque el ff casi lo tengo acabado ¡tendría que cambiarlo entero! Pero no te preocupes, tampoco dará mucho la lata Cho... Sobre lo del sombrero...si que traerá cola, lee un par de capítulos más y lo descubrirás ;-D

Gracias por seguirme!!! Besitos