Capitulo 1: El Bosque Kokiri

En la región mas alejada del sureste de Hyrule, se encuentra el vasto bosque de los Kokiri, un bosque milenario, tan antiguo como los secretos que esconde. Este misterioso lugar recibe su nombre de una tribu, una tribu que hacia mucho tiempo se pensó desaparecida, cayendo en el olvido, hasta que su existencia no fuese mas que un rumor, un mito que no muchos recuerdan ya.

Protegidos por el olvido de los otras razas, los Kokiris restantes viven en paz en el corazón del bosque de Hyrule, ajenos a todos los conflictos, guerras y desdichas de nuestro mundo. Inocentes e ingenuos, como niños por siempre y para siempre.

Espíritus de la naturaleza cuidan del bosque y sus habitantes. El supremo espíritu guardián del bosque es el Gran Árbol Deku, que cuida de cada criatura del bosque como un padre cuida de sus hijos, con sus ojos atentos que alcanzan hasta las regiones mas inhóspitas y lejanas de su dominio.

El Árbol Deku a asignado una hada guardián a cada uno de los miembros de los Kokiri, excepto a un niño…

"Link, hijo mío, que es lo que te aflige?"Pregunto el soberano del bosque a un niño rubio, vestido con una túnica verde, que se hallaba sentado muy pensativo recargando su espalda contra una de las raíces del Gran Árbol Deku.

"Gran Árbol Deku? Porque yo no tengo un hada aun?" preguntó el pequeño volteando a ver al árbol. Una parte de la corteza del árbol tenia una extraña formación que parecía asemejarse al rostro de un hombre adulto.

"Ya hemos hablado antes sobre eso. Un hada vendrá a ti cuando el tiempo sea correcto"

"Cuando será correcto el tiempo?" pregunto insistente.

"No desesperes. El tiempo será cuando estés listo"

Link hizo un sonido de decepción por la respuesta.

Desde que Link tenia memoria se había distinguido de los demás niños, y no solo por su falta hada. Era como si hubiera algo extraño en él.

Link se levanto, decepcionado por la respuesta del árbol Deku(a pesar de ya haberle preguntado lo mismo mas de diez veces sin novedad). Camino de regreso a la aldea. El camino que conectaba al claro donde se hallaba al Gran Árbol Deku a la aldea de los Kokiris era un camino estrecho, rodeado por árboles y maleza, que oscurecían el trecho.

Link caminaba distraído, mirando las pequeñas luces que se movían por el aire, que eran en realidad hadas muy jóvenes, como el bien sabia. Formaban formas muy extrañas, jugaban entre si a seguirse, formando tiras largas de esferas de luz o jugaban danzando por el aire. Era todo un espectáculo para cualquier observador, tan entretenido que Link no se dio cuenta de la persona que venia corriendo en sentido contrario por el camino y que irremediablemente se estrello con él.

"Lo siento, lo siento!" dijo Link rápidamente, sin siquiera ver quien era

"Link, venia a buscarte" Link se levanto rápidamente al ver de quien se trataba

"Lo lamento!" exclamó él, mientras ayudaba a incorporarse a su amiga "es que venia distraído y…!"

"No importa, además es mi culpa por correr" sonrió ella "me alegra encontrarte"

Saria era una niña de un singular cabello verde sostenido con una diadema en medio, vestida de verde también. Ella era la mejor amiga de Link.

Caminaron juntos de regreso a la aldea, platicando alegremente. La aldea de los Kokiris era un conjunto de casas, todas construidas dentro de árboles, eran casas pequeñas, como todo en la aldea.

"Últimamente has ido mucho con el Gran Árbol Deku tú solo…" comentó Saria como trayendo el tema casualmente, mientras pasaban por un camino de rocas sobre un riachuelo.

Link se puso un poco serio. Saria sabia que algo en especial le preocupaba últimamente, y él no se lo diría sin forzarlo un poco.

"Solo le pregunte mi falta de hada, eso es todo" dijo el en un tono cortante, saltando la última piedra del camino.

"Durante toda la semana has ido solo para que te diga que te lo dirá luego?" preguntó ella incrédula.

Link volteó para otra parte, como si las hojas de un árbol-casa que estaba cerca se hubieran vuelto de repente lo mas interesante del lugar. Durante un momento se quedo en silencio viendo atentamente esas hojas.

"Ah!" dijo de repente recordando algo, volteó de nuevo a ver a su amiga "Ven, hay algo que quería enseñarte!" dijo emocionado. Corrió hasta su casa, seguido por Saria.

Debe ser verdad que las cosas se parecen a su dueño, pues la casa de Link era la mas singular de todas. Mientras que las otras estaban construidas dentro de árboles muy gruesos, tan grueso que su tronco constituía las paredes y el techo del edificio, como si el árbol en cuestión hubiera estado allí durante muchísimos años. La casa de Link, en cambio era una casa construida con tablas de madera, sobre un árbol, aunque duro y firme, era apenas lo suficientemente grueso para sostener la casa sin problemas. Era definitivamente el árbol mas joven de la aldea.

"Qué es, Link?" preguntó Saria al ver a Link bajar de su casa con algo en sus manos.

"Ta-dah!" exclamó Link, levantando el objeto sobre su cabeza "Es una resortera, la hice yo mismo" comentó orgulloso.

Saria lo miró un poco confundida "Para que sirve?"

"Ah, pues sirve para alcanzar las cosas que están lejanas. Mira" Link apuntó a una manzana que colgaba un árbol cercano, y la tiro usando una semilla que había recogido del piso como munición.

Link le mostró la manzana a su amiga con una sonrisa de orgullo.

"No esta mal para un medio-Kokiri" dijo una voz en tono de burla. Link volteó enfadado para encontrarse con un niño pelirrojo y pecoso que lo miraba con enfado acompañado de un par de niños. Parecía que los había estado observando desde hacia un rato.

"No me llames así, Mido!" gritó Link enfadado.

"Si tuvieras un hada no necesitarías de esa clase de tonterías" dijo Mido, refiriéndose a la resortera. Link apretó la manzana en su puño con coraje.

"Mido, no digas esas cosas, Link se esforzó mucho en hacerla!" le reclamó Saria al pelirrojo.

"Siempre hace esas cosas porque no tiene un hada!" gritó uno de los niños que venia con Mido, dándole por su lado.

"Si, no puede hacer nada como la gente normal!" grito el otro niño que venia con Mido, siguiendo el juego.

"Si, eres un retrasado, un fenómeno!" grito Mido avivado por el apoyo de los otros niños.

"Mido..!" gritó Saria

"AUUCH!" aulló Mido cuando una manzana hizo impacto en su cabeza. Link se la había lanzado con tal fuerza que ya se le veía el chichón en la cabeza.

"No soy un retrasado! ni un fenómeno! Solo soy… soy…" Link se calló al no encontrar como acabar su frase, sino era un fenómeno, entoncesque era él?

Mido, que lloriqueaba todavía por el golpe, gritó aun mas enfadado "Lo ves! Lo ves! Ni siquiera tú sabes lo que eres! Mírate! Eres extraño!"

Link no pudo evitar mirar a su alrededor. Varios Kokiris se habían reunido para ver que causaba tanto escándalo, todos vestían de verde, todos y cada uno acompañados por luces brillantes de diversos colores que revoloteaban cerca de ellos.

"No le hagas caso…" murmuró Saria preocupada. Link la miró, solo para encontrarse con una luz rosa que revoloteaba sobre los hombros de la niña, su hada guardiana.

De repente Link, se sintió apartado, como si él no encajara en ese lugar.

"Link!" Saria intentó detenerlo pero no pudo, Link salió corriendo lo mas rápido que pudo hacia lo profundo del bosque.

"No vuelvas! Anormal!" Bufó Mido, sobandose el enorme chichón que tenia en la cabeza.

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En la parte mas profunda del bosque Kokiri, conocida como el Bosque Perdido, Link se hallaba escondido detrás de un tronco, sollozando. No le gustaba que nadie lo viera llorar.

Mido siempre se enfadaba con Link, por alguna razón que él no entendía. Como el pelirrojo era el líder de la aldea, se sentía con derecho de tratar a todos como él quisiera, y parecía que Link se llevaba la peor parte siempre. Cuando peleaban, Mido solía sacar a relucir todo lo que hacia a Link distinto y lo gritaba para que todo el bosque lo oyera. Lo que mas le daba coraje a Link era que sabia que tenia razón, él era muy extraño, y no podía negarlo.

Link se secó las lagrimas y se levantó. Vio hacia arriba, las estrellas brillaban altas en el cielo. Ya era de noche.

Camino durante algunos minutos buscando su camino de regreso a la aldea. Comenzó a ponerse nervioso, el bosque de noche lucia muy tétrico. Se le heló la sangre cuando oyó el aullido de un Wolfo en la lejanía… o era mas cerca, no estaba seguro.

Aceleró el paso cada vez mas, pero no llegaba, era como si caminara en círculos. El sonido de sus propias botas sobre las hojas era lo único que escuchaba ahora, todo estaba muy silencioso.

Se detuvo tratando de reconocer el lugar en donde estaba. Hubiera jurado que ya había pasado por allí hacia un minuto.

Estaba a punto de gritar por ayuda, cuando oyó algo, no era el sonido de ningún animal, ni del viento. Prestó mas atención, se puso una mano sobre el oído para oír mejor. Era música.

Intrigado, Link trató de seguir el origen la melodía, cada vez se hacia mas clara, incluso creyó reconocerla.

Al fin tras unos minutos, llegó a un claro en el bosque. Con una escalinata de piedra, una especie de ruina abandonada, y , sobre un tronco sentada, estaba Saria tocando la misteriosa melodía en su ocarina.

Link se alegro terriblemente al verla, ya se había dado por extraviado.

"Saria!" gritó Link eufórico.

Saria dejo de tocar de repente "Link!" corrió a recibirlo con un abrazo "Estaba preocupada por ti"

"Que haces aquí? Que es este lugar?" dijo Link separándose de ella y viendo a su alrededor con asombro, nunca había visto antes nada parecido.

"Este es un lugar sagrado y muy antiguo, escondido en el centro del Bosque Perdido. El Gran Árbol Deku me contó que este lugar fue construido por los antiguos sabios, hace mucho mucho tiempo, para resguardar el poder del bosque" Link no entendía del todo lo que ella le contaba, pero la oía con asombro "Vine aquí a tocar mi melodía para indicarte el camino, sabia que desde aquí podrías oírme, no importa donde estuvieras"

Link la miro sin saber que decir. Él había huido imprudentemente al Bosque Perdido sintiendo lastima por sigo mismo, mientras su mejor amiga preocupada por él se adentro en el bosque arriesgándose ella misma para guiarle el camino correcto.

Link sintió las lagrimas otra vez en su cara, pero no lloraba de tristeza, estaba conmovido. Se cubrió la cara con el brazo tratando de ocultar sus lagrimas, sin mucho éxito. Saria solo lo miraba sonriendo, feliz de verlo a salvo.

Saria guió a Link de regreso a la aldea. Link se quedo maravillado como ella podía moverse con seguridad por el bosque, como si lo hubiera recorrido miles de veces en el pasado.

"La razón por la que e estado yendo con el Gran Árbol Deku…" dijo Link de repente mientras caminaban de regreso a la aldea, como si Saria le acabase de preguntar "…es que e estado teniendo sueños extraños… pesadillas" dijo Link algo apenado. Guardo silencio por un momento para ver si su amiga decía algo, pero como no lo hizo él continuó "…son muy vividas, no son como cualquier sueño que haya tenido… tengo un mal presentimiento acerca de ellas…"

"Que te dijo el Gran Árbol Deku?" preguntó Saria

"Me dijo que hice bien en contarle, pero que no puede hacer nada para detenerlas. Dijo que mis sueños son especiales, señales de que algo esta por ocurrir"

Saria lo miró consternada "Algo malo?"

"No lo se…"

No hablaron mas del tema. Antes de ir a su casa, Link se despidió de Saria, quien algo preocupada le deseo dulces sueños.

Link fue directamente a su cama. Se acostó, dio un par de vueltas y se durmió.

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