Aquí pongo otro capítulo más. Espero que os guste y que me dejéis reviews, please,me dan ánimos para actualizarlo pronto. Besitos a todos.
Capítulo 9: Si Malfoy muere
La semana siguiente, el equipo de Gryffindor seguía con los entrenamientos pero empezaban a inquietarse por la falta de un buscador, insistían en convocar pruebas antes de Navidad. Ahora que no estaba Harry, Ron era el capitán.
-¿Le has preguntado ya a Malfoy lo que estuvimos hablando?- dijo Harry a Hermione.
-Ah, si.- contestó Hermione, un poco cortada.
-¿Por qué no nos lo has dicho?¿Qué te dijo?¿Coló lo del filtro?
-Por poco le da algo cuando se lo dije, y si, ya he empezado a aprender.- dijo Hermione, que ya habían dado unas cuantas sesiones de entrenamiento y se manejaba bastante bien.
-Menos mal.- dijo Harry aliviado- los del equipo están insistiendo en convocar pruebas, pero Ron tiene que evitarlo, para ponerte a ti.
Harry a menudo iba a ver los entrenamientos de Gryffindor. Cuando el entrenamiento terminó Harry y Hermione volvían con los del equipo de Gryffindor y se encontraron con los de Slytherin que iban a entrenar al campo. Vieron entonces la nueva escoba de Malfoy, y Harry y Ron no pudieron evitar la expresión de asombro.
-¿Te gusta, Potter?- dijo Draco, con pose orgullosa.- ¿Estás triste porque tu escoba ya no es la mejor del colegio? Es duro tener que ceder el protagonismo ¿verdad?
-A lo mejor así ganáis de una vez la copa de quidditch, porque... ya ni os acordareis de lo que es eso.- dijo Harry en tono hiriente.
-Ahora eres de Slytherin, deberías alegrarte si ganamos ¿no?- contestó Draco irónicamente, y evitando en todo momento el contacto visual con Hermione- Pero está claro que deberíais retiraros de la competición, sin buscador... ¿O vais a poner a Longbottom?- dijo esta vez dirigiéndose a Ron.
-Yo de ti no estaría tan seguro.- dijo Ron, mientras hacía un gesto a los demás para que siguieran caminando.
Cuando se habían alejado:
-Hay quien nace con suerte.- dijo Ron con resignación.
-No creo que ser un Malfoy sea ninguna suerte.- dijo Harry.
-Yo tampoco.- dijo Hermione, pensando en el temor que Draco tenía a su padre.
El viernes, a última hora, Harry y Ron tenían Adivinación. Desde que Harry tuvo la visión, cada vez que tenía clase se ponía nervioso, temiendo que le pasara algo parecido otra vez. La profesora Trelawney dijo que empezarían a probar con las premoniciones.
-Está claro que no todos los alumnos tienen las dotes necesarias para obtener premoniciones. Todos los métodos de adivinación necesitan de una preparación mental y del ojo interior, por eso empezaremos a ver las premoniciones, para que os vayáis familiarizando. Seguramente hoy no consigáis ver nada, pero no os desaniméis.
La profesora apuntó con la varita al fuego de la chimenea haciendo que el ambiente aún fuera más agobiante con el calor y el perfume que desprendían las llamas, les sirvió una taza de valeriana, para que se relajaran y dejó la clase a oscuras, excepto por la luz de la chimenea. Les pidió a cada uno un objeto, que luego repartió entre los demás. Harry pensaba que a quien le hubiera tocado el suyo lo tenía fácil, con inventar que iba a morir era suficiente.
-A ver, señorita Patil, concéntrese en su objeto, relájese y piense.
Parvati cerró los ojos mientras sostenía en las manos un pintalabios.
-Vaya rollo, por lo menos sabe que es de una chica.- dijo Ron en voz baja a Harry.
-¡Señor Weasley! No desconcentre a su compañera.
-Sólo he visto que es de Hanna Abbott.- dijo Parvati.
-Muy bien, para ser el primer día, está muy bien.- dijo la profesora.
-Seguro que ya lo sabía.- dijo Ron de nuevo a Harry.
-A ver, Weasley, ¿ve algo?
Ron cogió su objeto, una pluma, e hizo lo mismo que Parvati. Se sobresaltó porque realmente, aunque no vio nada en concreto, vio una nube sin forma. Nunca había visto nada en serio en clase de adivinación.
-He visto una nube roja.- dijo Ron muy contento esperando que la profesora lo felicitara también.
-¿Y esa nube roja era de alguien?¿Pasó algo?- preguntó la profesora.
-No, sólo se movía.- dijo decepcionado.
-Bueno, la próxima vez concéntrate más, pero al menos has visto algo.
Ron hizo un gesto de satisfacción a Harry. Se fijó en el objeto de Harry y se dio cuenta de que era el suyo, y le señaló por gestos que era de él.
-A ver, Potter, concéntrese en su objeto.
Harry hizo lo mismo también, cogió un guante y pensó en qué inventar sobre Ron. No veía nada al principio, pero luego apareció la nube roja que había dicho antes Ron. Pensó: voy por buen camino. Siguió concentrándose y de pronto, la nube despareció y apareció una imagen, como un flash, que no duró ni un segundo. Abrió los ojos de repente.
-He visto...un chico.- dijo Harry pensando en cómo decir lo que había visto. Ron se señalaba a si mismo para recordarle a Harry que era su objeto.
-¿Qué chico?¿Qué hacía?- preguntó la profesora.
-Estaba...parecía muerto.- dijo Harry dudando se sus palabras. Ron dejó de señalarse.
-Profesora, ese...era mi objeto.- dijo Ron con voz temblorosa.
-¿Era el señor Weasley a quien has visto?
-No.- dijo Harry para alivio de Ron- No lo conozco.
La clase empezó a murmurar, y aunque la profesora Trelawney preguntaba cosas a Harry, no quiso dar más detalles. Terminó la clase e iban de camino al comedor.
-Ron ¿ese guante era tuyo de verdad?- preguntó Harry.
-Si.- contestó mientras miraba en la mochila, y encontró otros pares de guantes más- ¡No! Espera...estos me los prestó Hermione ayer porque no encontraba los míos.
-Verás Ron- dijo Harry en un susurro- el chico que vi...era Malfoy. No quise decirlo en la clase para no armar un jaleo.
-Pero ¿de veras estaba muerto?- preguntó Ron sin creérselo.
-No se si estaba muerto, no se veía muy claro y duró muy poco, pero estaba en el suelo como inconsciente y tenía mucha sangre.
-Eso es muy fuerte.- exclamó Ron- no se si deberías contárselo a alguien.
-No lo sé, es una premonición absurda en una clase absurda, no se si deberíamos darle mucha importancia.- dijo Harry en tono tranquilizador, pero en realidad le quedaba la duda.
-Quizás Hermione confundió sus guantes con los de Malfoy y...- dijo Ron, atando cabos.
Después del almuerzo, salieron fuera para contarle a Hermione lo que había pasado.
-Hoy, en Adivinación, ha pasado algo muy extraño.- empezó a decir Harry, con bastante tiento.
-¡Otra vez esa dichosa clase! No se por qué seguís en ella.- replicó Hermione, que le parecía que era una pérdida de tiempo.
-Estábamos con las premoniciones y cuando cogí el guante de Ron, vi en una fracción de segundo a Malfoy, como muerto, con mucha sangre...- explicó Harry y aunque Hermione era escéptica no pudo ocultar una expresión de espanto.
-¿Cómo?¿qué tiene que ver el guante de Ron con Malfoy?
Ron sacó los guantes de su mochila y se los dio a Hermione, evidentemente no eran los de Hermione, porque le estaban grandes.
-Son los guantes que me prestaste ayer.- dijo Ron.
-Debí equivocarme al cogerlos en la biblioteca.- dijo Hermione intentando recordar.
-¿Ves?- dijo Ron mirando a Harry.
-Harry, realmente deberías dejar esa clase, te está trastornando.- dijo Hermione, pero visiblemente preocupada.- No se hasta que punto tomarlo en serio.
-Ya, yo pienso lo mismo.- dijo Harry.
En realidad Hermione se quedó dudando, era cierto que las clases de Adivinación le parecían una estafa, pero Harry había visto algo, no iba a inventarse una cosa así.
El sábado por la tarde, Harry había quedado con Cho en la sala de la escobas, a no ser que hubiera entrenamiento de quidditch nadie solía ir por allí los fines de semana. Llevaban un buen rato allí, y los dos estaban sentados en el suelo, Cho delante de Harry mientras él la abrazaba por detrás.
-Es una lástima que hayas tenido que abandonar el equipo de quidditch.- dijo Cho.-¿Te acuerdas que te dije que le diría a un amigo mío que es ojeador que viniera a verte?
-Si.- dijo Harry con tristeza.
-Pues vino el otro día al partido de Gryffindor contra Ravenclaw.
-¿Cómo?¿Por qué no me lo habías dicho?
-No quería que te pusieras nervioso.- comentó Cho, mientras Harry pensaba que menos mal que no le había dicho nada, porque con la desaparición de la Saeta de fuego ya habría tenido bastante.-Y estaba muy interesado en seguirte en los partidos que quedan.
Harry pensó por un momento en decirle a Cho lo que tenían planeado entre él, Ron y Hermione, pero eso sería muy fuerte, podrían desclasificar al equipo si se enterara alguien.
En ese momento, la puerta de la sala de las escobas se abrió. Los dos se pusieron de pie de un salto y vieron que era Hermione. Hermione también se había pegado un buen susto, ella no debería entrar en la sala, supuestamente no debía saber la contraseña.
-¿Qué haces tú aquí?- preguntó Cho, empleando el tono de profesora mosqueada.
-Yo... nada, venía por la Saeta de fuego, Harry me dijo que me la prestaba.- dijo Hermione, mirando a Harry con cara de ¡Ayudame!
-Es verdad.- dijo Harry.
-¿Le has dicho la contraseña?.- dijo Cho, que parecía que le iba a quitar puntos a Slytherin, aunque a Harry no le hubiera importado.
-Si.- dijo Harry mirando al suelo, y sin que Cho lo viera, le echó una mirada asesina a Hermione.
Cho, que se estaba dando cuenta de que nada de aquello tenía sentido, añadió:
-Parece que Harry olvidó decirte que desde el partido no guarda la Saeta aquí, la guarda en su cuarto.- y le lanzó una mirada a Harry de "ve pensando en que me vas a contar ahora".
-Bueno, yo...creo que me voy.- dijo Hermione saliendo despacio.
-20 puntos menos para Gryffindor y 20 puntos menos para Slytherin.- dijo Cho.
Cuando Hermione salió, suspiró y fue donde había quedado con Draco, en el límite del bosque.
-¿Qué pasa? ¿No has cogido la escoba?- preguntó Draco, que guardaba la Nimbus 2001 en la sala y la escoba nueva en su cuarto.
-No, es que me ha pillado la profesora de vuelo, me preguntó que qué hacía yo allí y de donde había sacado la contraseña.
-¿Y que le dijiste?
-Me inventé una historia poco creíble de que Harry me la había dicho para que cogiera la Saeta.
-Bueno, voy yo, la Nimbus es mía y puedo cogerla cuando quiera ¿no?
-¡No!- se apresuró a decir Hermione, si Draco iba allí vería a Harry y a Cho.- es que estaba muy mosqueada. Será mejor que hoy vayamos sólo con una escoba.
Y se fueron los dos en la "Rayo de plata" de Malfoy. Así que ese era el lugar donde Harry y Cho se veían, pensó Hermione.
El entrenamiento con la escoba nueva de Malfoy fue increíble, la Nimbus 2001 era muy buena pero esa era muchísimo mejor. Como sólo llevaban una escoba, Draco tiraba piedras para que Hermione las cogiera, y las cogió casi todas.
-¿No has pensado en ser buscadora de Gryffindor?.- dijo Draco en broma cuando estaban a punto de irse.
-¿De verdad?.- dijo Hermione esperando la reacción. Pensó: Si tu supieras...
-Es broma, aunque aprendes rápido. No creo que encontréis a nadie que me pueda hacer sombra a mi y mi Rayo de plata- dijo Draco, besó a Hermione y luego añadió- y aunque fueses tu, sabes que no te dejaría ganar.
-Ya, ya lo se- dijo Hermione con una sonrisita.
Por la noche, Hermione hacía la ronda cuando se encontró con Harry en la puerta de la sala común de Slytherin.
-¿Qué haces aquí, Harry? Es muy tarde, tienes suerte de que no te haya visto otro prefecto.- dijo Hermione.
-Es que no se la contraseña, Malfoy las cambia cada dos por tres para fastidiar, y como no me la quieren decir, tengo que esperar a que entre alguien.- dijo Harry.
-Oye Harry- dijo Hermione llevándoselo a un sitio más apartado- te aconsejo que cambiéis de sitio donde veros tu y Cho, habéis tenido suerte de que haya sido yo la que ha entrado esta tarde.
-¿Y qué hacías tu allí? No veas la bronca que me ha echado Cho.
-Lo del entrenamiento.- dijo Hermione en voz baja- yo no tengo escoba y tenía que coger la Nimbus de Malfoy, él me dio la contraseña. Menos mal que no fue él a cogerla.
-Ah vale.- dijo Harry comprendiéndolo todo.
Hermione vio a lo lejos a Pansy Parkinson.
-¡Eh! Parkinson, ven aquí un momento.
-¿Qué mosca te ha picado ahora, Granger?.- dijo Pansy, y luego dijo dirigiéndose a Harry- tienes suerte de ser de Slytherin, si no te hubiera quitado al menos 30 puntos por andar a estas horas.
-Sabes muy bien por qué está aquí, dile la contraseña o hablaré con el profesor Snape.-dijo Hermione.
-¿Vas a hablar con Snape?¿Para qué? ¿Para que vaya contigo al baile?.- dijo Parkinson riéndose.
-Eso quisieras tu, tener una pareja para el baile- dijo Hermione en tono sarcástico.
Pansy le echó una mirada fría ¿sabría Granger que Malfoy no le había pedido aún ser su pareja?
-La contraseña es "Noche de Halloween"-dijo Pansy mientras se iba mirando a Hermione con mala cara.
Cuando Harry dijo la contraseña y se disponía a entrar, Hermione le preguntó:
-¿Me dijiste que Malfoy ponía las contraseñas?
-Si
Hermione se dio la vuelta sonriendo, y pensó:"noche de Halloween", qué romántico. (N.A:Recuerdo que fue en Halloween cuando ella y Draco empezaron juntos). Seguro que pensaba en ella cuando puso la contraseña. Y así era.
Cuando terminó la ronda, volvió a la sala común. No tenía mucho sueño, así que decidió ponerse a estudiar un poco para el examen del castigo, que casi siempre eran los lunes. Por las mesas había apuntes y libros de otros alumnos. Después de un rato estudiando, se distrajo un poco para descansar y vio un sobre cerca de donde estaba ella. Era para el periódico del colegio. Lo cogió y miró lo que había dentro. Eran fotos, algunas de ellas ya habían sido publicadas en otros números. Había una foto de Ron y Padma paseando. ¿Sería ese el cotilleo de la semana? Hermione se guardó la foto, seguro que Ron se molestaría si saliera en el periódico. Mirando las demás fotos vio una del partido de Slytherin-Hufflepuff, que ya habían puesto en el periódico. Salía Malfoy con la snitch sonriendo. ¿Sería cuando le sonrió a ella? Estaba tan guapo... Nadie la echaría de menos si se llevaba la foto, total, ya la habían publicado. Se la guardó en la túnica y la escondió en su cuarto.
Llegó la siguiente semana, la última antes de las vacaciones, y el sábado sería el baile. Hermione volvía de clase de Aritmancia para ir a Encantamientos, cuando de lejos vio a Malfoy, Crabbe y Goyle. Malfoy se acercó a un grupito de chicas de Slytherin de 4º que cuchicheaban entre sí al verlo. Le dijo algo a una de ellas y se apartaron del grupo. Luego la chica volvió muy sonriente y las demás volvieron a cuchichear y todas se volvían a mirarlo. Hermione sintió un pellizco en el estómago. Estaba celosa. Luego intentó convencerse a sí misma, era lógico que Malfoy buscara una pareja para el baile, ella ya tenía a Harry aunque no se lo había dicho aun a Malfoy, había estado evitando el tema. Al menos, eso fastidiaría a Pansy.
Una noche, Harry volvía a su dormitorio, después de haber tenido que esperar a que alguien abriera la sala común porque habían vuelto a cambiar la contraseña. Al pasar por la sala común, vio a Malfoy sentado con otros chicos del equipo de Slytherin, Adam Townsend, uno de los cazadores, tenía el brazo vendado. Pasó sin mirar, pero Malfoy le dijo:
- ¡Eh, Potter! Tenemos un lesionado, ¿quieres unirte tu al equipo?
Harry notó claramente el tono irónico, Malfoy había dicho eso porque sabía que le dolía no poder competir. Murmuró algo para sí mismo que no pudieron oir, sin ni siquiera mirarlos.
-Vaya, no irás a hablarnos ahora en pársel, para hacerte el listo con nosotros.
Las carcajadas de los que estaban en la sala común se dejaron de oír al llegar al dormitorio. Se tumbó en la cama, cerrando las cortinas. ¿Tendría realmente sentido haberse cambiado de casa? Luego cayó en la cuenta de algo que no había pensado antes. Si se había visto a sí mismo acabando con Voldemort, con las ropas de Slytherin... eso quería decir que debería ocurrir en ese mismo año, su último curso. Una sensación de angustia le sobrecogió. Y luego estaba la extraña visión de la clase de Adivinación. Entre todos aquellos pensamientos le costó mucho dormirse, pero al final concilió el sueño, un sueño muy agitado y extraño.
Se despertó en medio de la noche con un sobresalto. Se tocó la cicatriz, no sabía si realmente le dolía o había sido por el sueño, pero Voldemort no salía en el sueño... Había visto de nuevo la imagen de la clase de Adivinación, seguía sin ser muy clara, pero esta vez no había duda, estaba muerto. Esta vez vio a Lucius Malfoy junto a su hijo, que yacía en el suelo ensangrentado. El padre quitaba la camisa al hijo para ver de donde provenía la sangre, y una enorme herida apareció justo en medio de las costillas. En realidad todo era muy borroso, pero algo se destacó claramente cuando el padre le quitó la camisa: la Marca tenebrosa aparecía nítidamente en el antebrazo del chico.
Se incorporó en la cama, aturdido. Ya sabía que Lucius Malfoy era uno de ellos pero...¿también Draco?
Se levantó de la cama sigilosamente y se acercó a la cama de Draco, abrió un poco las cortinas, estaba allí dormido, en perfecto estado de salud, para alivio de Harry. Tenía un brazo fuera de la cama. Harry dudó un momento, pero tenía que saberlo. Con mucho cuidado empezó a subirle la manga del pijama, pero Draco se movió y abrió un poco los ojos. Harry soltó rápidamente la manga.
-¿Qué haces Potter?.- dijo Draco, llevándose un susto al verlo allí- eres... eres un perturbado. Déjame en paz.
Harry se había llevado tal susto también que no fue capaz de decir nada, y se volvió rápidamente a su cama. Casi no pegó ojo en lo que quedaba de noche.
A la mañana siguiente estaba deseando contárselo a Ron y Hermione, y los esperó a la salida del Comedor para ir a clase. Cuando estaban en el vestíbulo los tres, pasaron por su lado Malfoy y sus amigos. Harry se quedó mirando fijamente y Malfoy se dio cuenta.
-Ya se que te gusto, Potter. Pero no voy a ir al baile contigo, así que no te molestes en pedírmelo.- dijo Malfoy riéndose.
Aquel comentario dejó a Ron y Hermione desconcertados y tuvieron que aguantar la risa por respeto a Harry.
-No seas idiota, Malfoy, además de que no eres mi tipo, ya tengo pareja.-dijo Harry irónicamente, aunque incómodo por la situación.
-¿Ah si? Déjame adivinarlo, seguro que un chico ¿a que sí?
Ron y Hermione ponían cada vez caras más raras. ¿Qué era todo eso?
-Es una chica, y muy guapa, aunque no sepas apreciarlo porque con el gusto atrofiado que tienes... mira que ir con el callo de Parkinson.- dijo Harry
-¡Yo no voy con Parkinson!
-Para tu tranquilidad, no me van los chicos, y voy con Hermione.
La expresión de Malfoy cambió de repente, se puso muy serio y lanzó una dura mirada a Harry y luego, deteniéndose bastante más tiempo, a Hermione.
Aquella mirada hizo que a Hermione se le helara la sangre. Debería habérselo contado antes, ahora estaría enfadado con ella. Nunca se habían enfadado desde que estaban juntos... ¿y si la dejaba? No podría soportarlo.
Cuando Malfoy se hubo marchado, Ron no pudo esperar a preguntar qué había pasado.
-Harry, Malfoy decía unas cosas muy raras ¿no?
-Eso es lo que os quería contar.- dijo Harry en voz baja mientras iban hacia la clase.
Por el camino, le contó todo lo que había pasado la noche antes. Hermione se alteró bastante cuando Harry dijo que sin duda estaba muerto. Ella sabía perfectamente que Malfoy no tenía ninguna Marca tenebrosa porque lo había visto, pero no podía decirlo.
-Eso no tiene ningún sentido- dijo Hermione intentando buscar una excusa- Cuando pasó lo de Buckbeak, Malfoy fue a la enfermería por lo de su brazo, la hubieran visto.
-Si, pero podía tenerla, la Marca no se hubiera vuelto visible hasta el año siguiente cuando quien-tu-sabes volvió.- dijo Ron, rebatiéndole la teoría a Hermione.
-Y desde entonces, que sepamos, Voldemort sigue vivo, los que tuvieran la Marca, deben tenerla visible.- dijo Harry.
-¿Y nadie se la ha visto nunca?- dijo Hermione- No sé, en los vestuarios, en el baño... Ron, tu eres prefecto, alguna vez habrás coincidido con él.
-La verdad es que no me había fijado.- dijo Ron- puedo estar atento.
-Y tu Harry, ahora compartís cuarto, alguna vez se cambiará de ropa, digo yo. No creo que duerma con el uniforme.- volvió a decir Hermione.
-Claro, intentaré averiguarlo.- dijo Harry.
Durante la clase de Defensa contra las artes oscuras, Hermione estuvo distraída pensando en qué le iba a decir a Malfoy cuando lo viera, y dándole vueltas al sueño de Harry. Estaba con la mirada perdida cuando el profesor Snape preguntó algo. Incluso Snape se extrañó de que Hermione no hubiera levantado la mano para responder. Ron le dio un codazo a Hermione.
-¿Qué pasa?- preguntó Hermione, como si se hubiera despertado de repente.
-¿No respondes?- preguntó Ron.
-Ah, es que no me he dado cuenta ¿qué ha preguntado?
-A ver señor Malfoy, ¿puede responderme a la pregunta?- dijo Snape.
Como Malfoy no decía nada, se fue hasta Malfoy y dio un golpe en la mesa.
-¿Qué?- dijo Malfoy con un sobresalto.
-Ya veo que estáis hoy todos un poco distraídos.- dijo Snape mirando a Hermione.- A lo mejor os espabiláis para el examen que os voy a poner el viernes.
Toda la clase empezó a quejarse, era miércoles y el viernes era el último día de clase antes de las vacaciones.
-Suerte que no te ha preguntado a ti cuando estabas distraída, nos hubiera quitado puntos seguro.- dijo Ron a Hermione cuando salían de clase.- pero claro, Malfoy puede hacer lo que sea que a él no le quita puntos nunca.
-Eso es lo único bueno que tiene que me haya cambiado a Slytherin.- dijo Harry- ahora Snape no me quita puntos así como así.
Hermione seguía pensativa, no era normal que Malfoy estuviera así en una clase con Snape. ¿Qué estaría pensando?
Cuando por la tarde iba hacia la biblioteca pensó de todo, tenía un nudo en el estómago. Al entrar y ver a Malfoy en el sitio donde siempre se sentaban se sintió más aliviada, al menos había venido. Se sentó al lado y él no levantó la vista de los libros. Cuando pasó un rato sin decir nada, no pudo evitar preguntarle:
-¿Estás enfadado?- dijo Hermione, con un tono inocente.
Él levantó la vista y la miró fijamente a los ojos.
-¿Por qué de entre todos los chicos de Hogwarts tuviste que elegir a Potter?¿No se te ocurrió pensar en mi por un momento? Yo te prometí que no iría con Pansy.
-Pero es que... no tenía a nadie más.- dijo Hermione, era la verdad, aunque no la creyera.- Él me lo pidió y...
-Te olvidaste de contármelo ¿no? Si me lo hubieras dicho podría haberlo aceptado, pero enterarme así de repente por boca de Potter...- dijo Draco negando con la cabeza.
-Si quieres le digo que no, que no voy con él.- dijo Hermione intentando arreglarlo.
-Ya que más da, el daño está hecho.- dijo él volviendo a mirar los libros.
-Te guste o no, Harry y Ron son mis amigos, no puedo renunciar a ellos. Es una situación difícil para mi estar entre dos bandos.- dijo Hermione con las lágrimas saltadas.
Estaba temiendo que Draco le dijera que tenía que elegir entre los dos bandos, pero no lo hizo. A él le dolía aquella situación tanto como a ella y no quería arriesgarse a que ella prefiriera a Harry y a Ron antes que a él.
Hermione hundió la cabeza entre los brazos que tenía apoyados en la mesa y empezó a llorar; aquella relación no había hecho más que complicarles la vida a los dos, pero sólo pensar en que se podía acabar le partía el corazón.
Draco, que intentaba mantenerse en sus trece, no pudo evitar que su corazón se enterneciera al verla derrumbarse de aquella forma.
-Mira, Hermione.- le dijo levantándole la cara mojada por las lágrimas- no puedo ocultar que me moleste verte con ellos, que cada vez que estoy contigo sienta que lo estoy arriesgando todo, pero por encima de todo eso estás tu y no quiero perderte.
Hermione sonrió con los ojos aún más llenos de lágrimas.
-Me da igual lo que se interponga entre nosotros porque yo... te quiero.- dijo Malfoy poniéndose muy rojo y bajando la mirada.
Ella miró alrededor, no había nadie a la vista, le dio un abrazo y se besaron.
-Yo también te quiero.- le dijo ella al oído antes de volver a su sitio cuando oyeron que alguien se acercaba.
