Capítulo 17: Planes y teorías
Un día, después de seguir buscándole explicación a los últimos acontecimientos, decidieron ir a ver a Sirius, por si éste podía aclararles algo.
-¿Qué piensas tu sobre Lucius Malfoy?- preguntó Harry después de disimular un rato hablando sobre otros temas.
-Qué os voy a contar de él que no sepáis. Sin duda fue un mortífago, y te creo cuando dices que sigue siéndolo.-dijo Sirius.
-Si, pero cuando nos lo encontramos en Hogwarts...- dijo Ron.
-¿Os lo encontrasteis en Hogwarts?- preguntó Sirius sorprendido-¿Cuándo?
-Cuando salió en el periódico del colegio que Draco tenía una novia muggle.- dijo Ron, y a Hermione le dio una punzada en el estómago.
-¿Ah si? No me había enterado, como comprenderéis no me intereso mucho por los cotilleos de los alumnos. Supongo que no le haría mucha gracia, ya sabéis como son esa familia con la pureza de sangre, me sorprende que no mandaran a Draco a Durmstrang, sobre todo sabiendo lo que opina Lucius sobre Dumbledore y de que estudien aquí hijos de muggles.-continuó Sirius.
-Draco dijo que su madre no quería que fuera tan lejos al colegio.-dijo Harry encogiéndose de hombros.
-¿Eso dijo? Bueno, en parte me imagino que tendrá algo de verdad, Narcisa no es tan insensible como su marido y tampoco querría que el chico lo pasara mal-dijo Sirius.
-¿Por qué iba a pasarlo mal?- dijo Hermione muy interesada.
-Bueno, me parece que ese no es el tema del que queríais hablarme.-dijo Sirius dándose cuenta del interés de Hermione, decidió no contar nada más. Estaba claro que no sabían por qué Draco estudiaba en Hogwarts y no en Durmstrang.
-¿Crees que todo ha sido un plan de Voldemort para tener a alguien en el ministerio que obedezca sus órdenes?- preguntó Harry, tenía cosas más importantes en las que pensar que en Draco Malfoy.
-Por supuesto, también pienso que estos años han sido una forma de ganar posiciones con cautela.- dijo Sirius que parecía haberles leído el pensamiento.
-¿Y que me dices de Snape?¿No es sospechoso que sea profesor de DCAO precisamente este año?- dijo Ron.
-¿Snape? No creo, es demasiado... no sé, siempre va al sol que más calienta, dudo que vuelva a unirse a los mortifagos.- dijo Sirius.
-¿Y si el sol que mas calienta ahora es quien-tu-sabes?¿y si los mortífagos nunca supieron que se había unido a Dumbledore? Si lo supieran le despreciarían, y sin embargo, es muy amigo de Lucius Malfoy.- dijo Ron.
-Realmente no creo que Snape sea un mortífago.-dijo Sirius en tono de querer dejar zanjado ese tema.
-¿Piensas que Draco Malfoy puede saber algo de cómo su padre ha llegado a ministro de magia?- preguntó Hermione.
-Ha sonado la campana, vais a llegar tarde a clase.-dijo Sirius.
Pero antes de abandonar el despacho de Sirius, Hermione pudo ver que la expresión de preocupación con la que Sirius se había quedado cambiaba poco a poco como si hubiera descubierto algo de repente.
Pasaron algunos días, Hermione y Draco hacían el trabajo en la biblioteca y de vez en cuando Hermione veía como Draco se reía solo.
-¿De que te estás riendo? Me estás poniendo nerviosa.- dijo Hermione un poco harta.
-No es nada.- dijo Draco volviendo a reírse.
-Si claro, y me lo tengo que creer, llevas varios días así.-dijo Hermione empezando a ponerse de mal humor.
Harry le había contado que últimamente en el dormitorio Malfoy cuchicheaba mucho con Crabbe y Goyle y se reían, y pensaba que estaban tramando algo.
-Estás tramando algo ¿no?- dijo Hermione muy seria- ¿estáis inventando alguna de vuestras ridículas insignias o algo por el estilo?
-¡Nuestras insignias no eran ridículas!- Malfoy se acordó de "Potter apesta" y volvió a reírse- todavía guardo algunas ¿sabes?
-O sea, que no me lo vas a contar.- dijo Hermione volviendo a mirar sus apuntes.
-Si te lo contara perdería la gracia.- dijo Malfoy.
-Ah, admites que tramas algo.-dijo Hermione.
-Ya lo verás.- dijo Malfoy.
Por más que intentó que se lo contara no lo consiguió, ni ese día ni los siguientes, al igual que Harry, que tampoco consiguió enterarse de nada de lo que cuchicheaban.
Una noche, Ron y Hermione estaban en la sala común estudiando, y vieron como un grupo de alumnos miraban fijamente el tablón de anuncios.
-¿Qué pasa ahí?-preguntó Hermione levantándose para mirar.
-No se, habrán cambiado el día de la salida a Hogsmeade.- dijo Ron.
-¡No pueden cambiarla! Es el día de San Valentín.- dijo Hermione.
-Y a ti que más te da- dijo Ron- tu no tienes a nadie con quien celebrarlo.
Hermione lo miró con cara de enfado.
-Oh Ron, eres tan delicado.- dijo Hermione con ironía- desde luego que no comprendo qué hiciste para que Padma saliera contigo, no me lo imagino.
-Lo siento, no lo he dicho con mala intención.- dijo Ron que había dicho eso sin pensar y no quería que Hermione se volviera a enfadar con él- yo me refería a que Harry lo celebrará con Cho...
-¿Intentas arreglarlo?- dijo Hermione y añadió fingiendo que estaba molesta:- ya se que Harry va a celebrarlo con Cho, no me lo tienes que recordar.
Se acercaron al tablón y vieron que la salida a Hogsmeade seguía siendo el día de San Valentín.
-Oh, que pena, te toca quedarte en Hogwarts, creo que alguien no va a poder celebrar San Valentín en Hogsmeade- dijo Hermione con ironía al ver que a Ron le tocaba ronda de prefecto.
-Bueno, a lo mejor a Padma también le ha tocado quedarse.- dijo Ron como diciendo:¡Toma!- Ah, pero vaya, a alguien le ha tocado supervisar la decoración del Gran comedor.
-Si, ya lo veo- dijo Hermione pensando que supervisar a los de primero y segundo que se quedaban para la decoración durante la mañana era lo más horrible del mundo.
-¡Mira! Van a venir a darnos charlas sobre las salidas profesionales, eso está bien, a lo mejor me aclaro las ideas.-dijo Ron al ver la hoja que estaban mirando los otros alumnos.
-Yo ya lo tengo claro, pero está bien.- dijo Hermione mientras volvían de nuevo a la mesa- alguien ha debido decirle algo a Dumbledore.
-Si- dijo Parvati que estaba sentada cerca- ha sido Charlie, le dije que estábamos un poco perdidos.
-Ya me imagino la charla que nos dará Charlie- dijo Ron poniendo cara de aburrimiento- sólo espero que no llamen a Percy para que venga.
Después de seguir estudiando un rato más, Ron y Hermione tenían que irse a la ronda nocturna. Parvati y Lavender hacían cosas muy raras.
-¿Qué hacen esas dos?- preguntó Hermione.
-Creo que están practicando las premoniciones para la clase de Adivinación.- dijo Ron a quien nunca se le hubiera ocurrido hacer algo así.
-Practicar premoniciones.... ¿No es absurdo? Se supone que por eso son premoniciones, no se pueden tener cuando uno quiere ¿no?- dijo Hermione a Ron mirando a Parvati que cerraba los ojos pensando.
-¡Lavender!- dijo Parvati con sorpresa, y luego le dijo en voz baja- va a ocurrir el día de San Valentín.- y las dos soltaron una risita tonta.
-¿Qué va a ocurrir en San Valentín?- dijo Hermione, que aunque se suponía que no debería haberlo escuchado le preguntó, para que viera el coraje que daba que te cotillearan la conversación.
-Son cosas íntimas, ya sabes.- dijo Parvati muy colorada y mirando de reojo a Ron.
Cuando Ron y Hermione salían de la sala común:
-Es que le daría corte decirlo delante tuya- dijo Hermione.
-Si, se creerá que soy tonto, que no se lo que pasa en la intimidad entre chicos y chicas- dijo Ron.
-Ya, pero es tu hermano.- dijo Hermione- ¿no crees que es muy precipitado? Llevan muy poco saliendo juntos. ¿No estará aprovechándose de ella?
-Bueno, ese es su problema, ellos sabrán lo que hacen, y no creo que Charlie se esté aprovechando de ella, siempre ha sido muy responsable, Parvati tiene más peligro que él, sin duda.- dijo Ron.
Hermione se quedó pensativa, iba a resultar que todos estaban más espabilados que ella y Draco.
-Oye Ron- dijo Hermione muerta de vergüenza- tu y Padma...
-¡Hermione!- dijo Ron, que nunca se habría imaginado a Hermione preguntando algo así y poniéndose muy rojo- eso son cosas privadas.
Hermione se disculpó, pero por la cara que puso Ron le dio la impresión de que no.
-Es que por lo que intuyo, me da la impresión de que todos están muy espabilados- dijo Hermione.
-¿A quien te refieres con "todos"?- preguntó Ron con interés.
-Bueno, Harry y Cho, Parvati y Charlie...- dijo Hermione.
-Parvati y Charlie todavía no ¿ y eso son "todos"?- dijo Ron- ¿Y eso te preocupa? Las cosas llegan cuando tienen que llegar, no hay que precipitarlas que luego vienen los arrepentimientos y no hay vuelta a atrás.
-Tienes razón.- dijo Hermione.
-Y hablando de espabilados, Neville, Seamus y yo estamos intentando hacer de celestinos con Dean y Hannah Abbot, es que el pobre se quedó hecho polvo después de lo de Parvati, a ver si así se olvida de ella y se anima un poco.- dijo Ron.
-¿Tu de celestino? No puedo creerlo.-dijo Hermione sonriendo.
Durante todo este tiempo seguían mirando con atención cada noticia que salía en El profeta, por si acaso les daba una pista, pero sospechosamente, aparte de insistir en que estaban buscando por mar y tierra a Fudge, no había ninguna otra noticia que les aclarara las ideas. Estaba claro que no podían ignorar la desaparición de Fudge y tenía que parecer que el ministerio estaba muy interesado en encontrarlo. Lo más curioso fue que el periódico se deshacía en elogios para el nuevo ministro. Esto sólo hizo confirmar las sospechas de Harry, Ron y Hermione de que El profeta sólo publicaba aquello que a los mortífagos les interesaba y seguramente habrían podido colar en los altos puestos a alguno de los suyos.
-¿No es indignante? Estamos aquí en Hogwarts sin saber qué pasa en realidad y tan tranquilos.-dijo Hermione muy alterada.
-No veo que estés muy tranquila.-dijo Ron.
-Si, vale, pero ¿y si hacen algo para liberar a los de Azkaban?¿y si les da por echarles la maldición Imperius a los aurores para que ataquen a los que no son mortífagos?¿y si se dedican a matar a los muggles?- expuso Hermione bastante histérica sobre todo si tenía en cuenta quién era el ministro.
-Tienes razón en todo eso que dices, pero hacer algo así sería muy sospechoso, pondría en alerta a toda la comunidad mágica. Yo pienso que de momento no pretenden actuar tan a la ligera, que esto es un plan cuidadosamente trazado.- dijo Harry intentando tranquilizar a Hermione, aunque ni el mismo podía estar tranquilo.
-¿Podría Percy contarnos algo?- preguntó Hermione.
-¿Percy? ¿Estás loca? Ya sabes como es, el ministerio es lo primero- dijo Ron, como si estuviera avergonzado de que Percy fuera su hermano.
-Si pero el ministerio que hay ahora está controlado por los mortifagos, no creo que esté de acuerdo con eso.- dijo Hermione.
-Mira, Percy es muy ambicioso, nunca admitiría que el ministerio haya cometido un error.- dijo Ron.
-¿Ni aunque el ministro sea Lucius Malfoy? Yo lo tenía como una persona inteligente, no creo que esté tan ciego como para no darse cuenta. Me imagino que tendrá tan poco aprecio hacia Lucius Malfoy como él le tiene a vuestra familia.-dijo Hermione.
Todo aquel tema había tenido a Harry bastante afectado, pero no había querido agobiar demasiado a Ron y a Hermione para que no se alterasen. Desde que tuvo la visión sobre Voldemort, había estado deseando que no fuese real que quizás estuviese equivocado y el periodo de tranquilidad que habían vivido se prolongara para siempre, pero ahora todos los indicios apuntaban a que de verdad iba a ocurrir. Tarde o temprano tendría que enfrentarse a él, no sabía que era peor, si saberlo o no pero en el fondo había algo que lo hacía dudar ¿realmente acabaría con él? Ahora sólo tenía que empezar la cuenta atrás, quedaban cuatro meses para acabar el curso y podría ocurrir cualquier día.
-No os preocupéis, al menos por ahora. Mientras estemos en Hogwarts estaremos seguros.- dijo Harry.
-Para ti es muy fácil decirlo, estás súper protegido tanto aquí como en casa de tus tíos, pero ¿y los demás? Y no sólo lo digo por mí, pero estaré en el mundo muggle, con mis padres muggles, sin poder hacer magia por ser menor de edad, y siendo sangre sucia. No es por nada, pero tengo motivos suficientes para preocuparme.- dijo Hermione.
-Si todo sale bien, estarás pasando el verano tranquilamente, acuérdate de mi visión.- dijo Harry fingiendo estar seguro de si mismo.
Aquello no hizo que Hermione se tranquilizara, en el fondo deseaba que las visiones de Harry fueran producto de su imaginación. Pero si eran ciertas, eso significaba que tanto Voldemort como Malfoy iban a morir. Una lágrima brillante se escapó de sus ojos.
- Vamos, no te pongas así.- dijo Harry intentando consolarla- no va a pasarte nada, para eso estamos Ron y yo. Venga, que vamos a llegar tarde a Pociones.
Lo que menos le apetecía en ese momento era tener que hacer alguna poción. Cuando llegó a la puerta del aula, estaban allí los de Slytherin. Malfoy era el centro de atención de su grupo y hablaba muy animadamente. Aquello hizo que el nudo que sentía en la garganta se apretara aún más: no podía morir, no podía ser un mortifago, no podían quedarle cuatro meses de vida como máximo.
