Capítulo 20: Una palabra inadecuada
Por la noche era la cena especial de San Valentín. Todo estaba decorado para la ocasión con corazones y todo aquello de lo más pasteloso, también había un montón de chocolatinas, bombones y tartas en forma de corazón.
Cuando terminaron de cenar, llegaron las lechuzas que traían los regalos, de esa forma se guardaba la intimidad de aquellos que querían enviar un regalo a alguien de forma anónima. Como siempre había una gran expectación. La lluvia de regalos inundó el comedor. A Hermione le sorprendió mucho encontrarse con un regalo, porque había acordado con Malfoy en darse los regalos en la intimidad para no suscitar rumores.
¡Has recibido un regalo- le dijo sorprendido Ron.¿de quien será? Es una de las lechuzas del colegio.
-Por qué te sorprendes tanto ¿no puedo recibir regalos en San Valentín- dijo Hermione abriendo la caja.
-Ostras, son bombones del chocolate más caro de Honeydukes ¿sabes lo que valen? Un ojo de la cara.- dijo Ron mirando los bombones con ojos golositos¿puedo probar uno? Solo para saber como saben.
-Anda, coge uno.- dijo Hermione extendiendo la caja.
Ya sabía de quien eran los bombones, eran de Malfoy, estaban envueltos con un lazo verde. Miró a la mesa de Slytherin y vio como Draco le sonreía.
En ese momento, una de las lechuzas que pasaban por la mesa de Slytherin dejó caer sobre Pansy Parkinson una lluvia de rosas rojas, por lo menos 100, Hermione pensó en que habría sido muy bonito si no fuese porque Pansy no merecía un regalo así, ni siquiera si venía de parte del asqueroso de Goyle, que todo hay que decirlo, había tenido un detalle muy romántico.
¿No pone de quien es- decía Ron mientras saboreaba el bombón- ya que se ha gastado la pasta podría haber puesto el nombre.
-No, no lo pone.- dijo Hermione.¿y tu regalo¿qué es?
-Ah, una nueva túnica de gala, la verdad es que me hacía falta.- dijo Ron enseñándosela a Hermione- está muy chula ¿verdad?
La cena terminó y todos se fueron a las salas comunes comentando sobre los regalos y los posibles remitentes, pero los prefectos tenían que hacer la ronda, sobre todo en una noche como esa, donde el amor se respiraba en el aire.
¿No has recibido ningún regalo- preguntó Ron a Harry cuando salían del comedor.
-No, quedamos en dárnoslo en persona.- dijo Harry, evitando mirar a Hermione pero rápidamente se fijó en que llevaba algo en las manos.¿qué es eso?
-Hermione ha recibido bombones de Honeydukes, de los caros.- dijo Ron poniendo cara de extasiado- están buenísimos.
¿Quién te los ha enviado- preguntó Harry muy interesado.
-No lo sé, ahí está la gracia ¿no- dijo Hermione.
Harry volvía a tener esa noche cita con Cho en su dormitorio y seguía igual de preocupado o más que la noche anterior.
-Esta noche te toca a ti la cerca de los dragones ¿no- preguntó Ron a Hermione cuando Harry se había ido.
-Es verdad, no me acordaba.- dijo Hermione fastidiada, pues ya había estado planeando la noche con Malfoy.
¿Me cambias el turno- dijo Ron un poco colorado- es que le toca a Padma también, así tendremos un poco de intimidad.
-Ah, claro. Cualquier cosa antes que estar pasando frío.- dijo Hermione guiñándole un ojo a Ron.
Hermione y Malfoy habían planeado igual que la vez que tenían la capa invisible, esperar a que los demás prefectos se hubieran ido a dormir, sólo que esta vez, Hermione pensó que quizás algunos de los prefectos quisieran volver tarde también, como Ron y Padma. La noche fue movidita, pues encontraban cada dos por tres alguna pareja en las aulas vacías, pero Hermione fue benévola y no les quitó puntos, era una noche especial.
Harry estaba en la habitación de Cho, hablaban pero él se notaba distante, aunque intentaba centrar toda su atención. Al menos, parecía que a Cho se le había olvidado por completo el enfado. Estaban sentados en el sofá, Cho acurrucada sobre el pecho de Harry mientras él la abrazaba mirando distraído las llamas de la chimenea. Ella decía algo pero su mente había desconectado, se imaginaba que a quién tenía abrazada era a Hermione, y le gustaba. Cerró los ojos y siguió imaginando, Cho empezó a besarle mientras le quitaba la ropa. Seguía con los ojos cerrados dejándose llevar por completo con cada beso que recorría su cuerpo. Fue a quitarle la ropa a Cho, pero ella ya se la había quitado, y la acarició como si nunca hubiera acariciado aquel cuerpo pues tenía en su mente la imagen de Hermione. Parecía tan real...decidió tomar la iniciativa con una pasión inusual, que hizo que Cho se extrañara pensando que Harry estaba más "salvaje" que nunca, pero le gustaba, así que no dijo nada. Cuando todo terminó, Harry no quería abrir los ojos, quería mantener la imagen en su mente, concentrándose con fuerza para que no se desvaneciera. Pero Cho habló y sin quererlo volvió a la realidad, aunque cerrando con fuerza los ojos.
-Te quiero.- dijo Cho acariciándole suavemente el pecho.
-Yo también te quiero, Hermione.- dijo Harry intentando que volviera a aparecer la imagen.
¡¿Cómo has dicho- dijo Cho, levantando la cabeza.
-Que... yo también te quiero, Cho.- dijo Harry abriendo los ojos de golpe ¡dios¿qué había hecho?
¡Mentira! Has dicho Hermione, estabas pensando en ella ¿no¡¡Mientras hacíamos el amor pensabas en ella- chilló Cho, que se puso a gritar como una histérica.
-Cállate, te va a oír todo el mundo.- dijo Harry asustado.
¡Me da igual! Que se entere todo el mundo, que eres un cabr...- chillaba Cho mientras tiraba la ropa encima a Harry para que se vistiera.¡Vete de aquí ahora mismo, y no vuelvas nunca más!
Harry intentaba disculparse una y otra vez, pero no encontraba una excusa convincente ni parecía que Cho estuviese dispuesta a escucharlo. Salió de la habitación con la capa invisible, fue hasta la sala común de Slytherin a esperar a que entrara alguien, pues era muy temprano como para que Malfoy volviera. Se dejó caer contra la pared y se quedó sentado en el suelo, inmóvil. ¿Qué había hecho? Cho tenía razón, era un cerdo, pero no podía evitar pensar que le había gustado, y eso hacía que se sintiera aún peor. Después de un rato sumido en sus pensamientos oyó unos pasos que se acercaban, levantó la vista y vio a Hermione. Pasó justo por su lado, y Harry sintió un pellizco en el estómago, después de lo que había pasado era muy violento ver a la Hermione real, pero tenía que hablar con ella, así que le cogió un pie. Hermione se llevó un susto de muerte.
¡¡¡Ahhhh¿Qué pasa ahí- dijo sacudiendo el pie para soltarlo de lo que fuera que lo tenía cogido.
-Hermione, soy Harry.- dijo en voz baja y levantándose del suelo.
-Ah, eres tu, que susto me has dado.-dijo Hermione tanteando en la nada hasta que dio con lo que se suponía que era Harry.
-Tenemos que hablar.-dijo Harry.
¿Ahora- dijo Hermione mirando a su alrededor- puede venir alguien.
Con "alguien" se refería a Malfoy. Pero Harry no hizo caso, cogió a Hermione de un brazo y se la llevó por el pasillo hasta un aula vacía, después echó la capa invisible por encima de los dos.
¿Sabes lo que estás haciendo? Si Malfoy vuelve y no te ve en tu cama se te va a caer el pelo.- dijo Hermione con preocupación.
-Lo tengo controlado, se que vuelve muy tarde, además dejo a un doble en la cama con el hechizo desdoblador.- dijo Harry, que sabía que Hermione no pararía hasta enterarse.
Hermione se quedó pensando. Así era como Harry se veía con Cho... Era muy arriesgado. Solo esperaba que no descubriera por qué Malfoy volvía tan tarde.
¿Qué pasa? Me estás preocupando.- dijo Hermione sosteniendo la extraña mirada con la que Harry la miraba a los ojos.
¿Yo... te gusto- dijo Harry en un susurro.
Hermione quedó en estado de shock, se suponía que Ron no debía haberle dicho nada a Harry. ¿Tendría que seguir con esa mentira?
-Ha pasado algo ¿verdad- dijo Hermione evitando la respuesta.
-Dime si te gusto.- repitió Harry, esta vez más seguro de sus palabras.
-Mmm- Hermione no sabía si decirle la verdad o no- Si, me gustas- dijo como si hubiera dicho algo que le entristeciera profundamente.
-Bésame.-le dijo Harry mirándola fijamente a los ojos.
-No puedo.- dijo Hermione apartando la mirada.
¿Por qué no¿no quieres-dijo Harry volviendo a poner sus caras frente a frente.- Necesito que me beses, necesito saber qué siento si me besas.
¡No puedo! Tu tienes novia, no voy a hacer algo así.- dijo Hermione saliendo de debajo de la capa invisible, aquella situación era muy desconcertante.
¡Espera, Hermione- dijo Harry quitándose la capa invisible y corriendo tras ella.- Lo siento, estoy muy confundido.
-Ya lo veo.- dijo Hermione que no sabía si estaba enfadada o qué era lo que sentía en ese momento, pero tenía unas ganas inmensas de darle una bofetada- si has discutido con Cho, ve a arreglarlo, pero no me metas a mi en medio.
-No tiene arreglo.- dijo Harry mirando al suelo.
-Todo tiene arreglo en esta vida menos la muerte, así que venga, ve a hablar con ella. Yo sólo quiero que seáis felices, de verdad, no te preocupes por mi.- dijo Hermione poniendo su mano en el hombro de Harry, como señal de que no debía preocuparse.
La actitud de Hermione conmovió a Harry. Había sido como la prueba de fuego, ella se había negado a pesar de que él le gustara porque respetaba a Cho, y él en cambio se había portado como un cerdo. Hermione le había demostrado ser una buena amiga, prefería que él y Cho estuviesen bien a aprovecharse de la situación. Tendría que dejar pasar unos días antes de intentar hablar con Cho, y esperaba que no volviera a asaltarlo algún pensamiento sobre Hermione.
Hermione estaba traumatizada, y se alejó lo mas posible de la entrada a la sala común de Slytherin, no podía creer lo que había pasado. No quería ni imaginar qué habría pasado si Malfoy los hubiera pillado, seguramente habrían tenido que recomponer el cuerpo de Harry como si fuera un puzzle. Ya se lo había advertido "¿y si Potter intenta ligar contigo?". ¿Qué le habría pasado a Harry por la cabeza para fijarse en ella? No tenía sentido, sólo unos días antes, la poción de la verdad hizo que Harry negara que le gustaba. Trató de no pensar más en ello, pero no era fácil. Desde que salía con Malfoy, toda su vida se había enredado de una forma increíble¿realmente merecía la pena?
Un ruido y una sombra que se ocultaba hizo que dejara en el aire sus pensamientos por un momento. Se acercó hasta donde había visto la sombra, con la varita en la mano. Lo más seguro era que se tratara de alguna parejita de enamorados.
¿Quién anda ahí- preguntó Hermione con firmeza.
-Soy yo, Hermione.- dijo Parvati saliendo de detrás de una estatua.
¿Qué haces aquí a estas horas- preguntó Hermione, era la típica pregunta que los prefectos hacían, pero Parvati se puso muy roja, y supo inmediatamente qué pasaba.
-Venía de ver a Charlie.- dijo Parvati alisándose el pelo con la mano intentando disimular lo despeinado que estaba.
-Venga, vete antes de que te vea otro prefecto- dijo Hermione en tono comprensivo.
-Muchas gracias.
-Pero no creas que si te pillo otra vez vaya a ser tan buena.- dijo Hermione pensando en que a veces uno da la mano y le toman el brazo.
Siguió con la ronda colocándose en un sitio estratégico. Pudo ver que Ron y Padma volvían de la cerca de los dragones, y que Pansy Parkinson volvía a la sala común de Slytherin. También se había encontrado con Justin y Ernie y se había despedido de ellos. Era el momento de buscar a Malfoy.
Bajó hasta el vestíbulo y vio cómo los relojes que marcaban las puntuaciones de las casas habían bajado considerablemente, sobre todo los de Gryffindor, Ravenclaw y Hufflepuff.
-Ha sido una noche muy movida ¿verdad- dijo Malfoy que se acercó a ella por detrás sin que lo viera y la besó en el cuello.
-Si, y creo que tu has tenido algo que ver en esto.-dijo Hermione señalando los relojes.- Que malo eres.
¿Si¿soy malo- dijo Draco con una sonrisa maliciosa- hoy estaban demasiado descontrolados y hay que ser severo, si no te toman a broma.
¿No te has encontrado a ninguno de Slytherin? Lo digo porque los puntos de Slytherin apenas han bajado.-dijo Hermione.
-Es que somos muy responsables.
Hermione cogió a Malfoy de la mano y salieron corriendo hasta el baño de las prefectas.
-Ha sido un detalle lo de los bombones.-dijo Hermione una vez que ya habían entrado en el baño.
-Pensé que te gustaría tener un regalo sorpresa.
-Bueno, aquí tienes mi regalo.- dijo Hermione sacando un paquete de su taquilla- espero que te guste.
Malfoy abrió el regalo y se quedó un tanto extrañado.
¿Ropa muggle?
Hermione le había comprado unos pantalones vaqueros, nunca había visto a Malfoy con vaqueros así que pensó que si ella se los regalaba...
-No es ropa muggle, los magos también los llevan, sólo que tu familia es demasiado tradicional.- dijo Hermione- pruébatelos, no se si serán de tu talla.
Malfoy se los probó y les quedaban perfectos. Hermione no podía dejar de mirarlo, estaba tan irresistible.
-Quítate la camisa.- dijo Hermione.
Él la miró sorprendido, pero se quitó la camisa. Hermione lo miraba mordiéndose el labio inferior, pensando en que Malfoy estaba para comérselo.
-La verdad es que me quedan bastante bien.- dijo Malfoy mirándose al espejo- Tu también querrás tu regalo ¿no?
Hermione abrió el regalo que Malfoy guardaba dentro de su túnica. Era un conjunto de ropa interior.
-Me temo que tendrás que probártelo, no sabía muy bien la talla.- dijo Draco con una sonrisa pícara.
-Vale, pero no mires hasta que me lo haya puesto.
El conjunto también le quedaba muy bien a Hermione. Un rato después, el baño estaba listo, y ellos se besaban acaloradamente.
-Tendré que quitarte esto para meternos en el agua.- le dijo Draco a Hermione al oído.
Con mucha suavidad, sus manos se deslizaron por su cuerpo hasta que la poca ropa que le quedaba quedó en el suelo.
Pero más tarde, un ruido hizo que Hermione se sobresaltara.
¿Has oído eso- dijo Hermione separándose de Draco y fijando su atención en el ruido.
-No he oído nada.- dijo Draco volviendo a besarla.
-Si, escucha.- dijo Hermione, que oía cómo alguien forcejeaba con la puerta del baño.
Hermione alargó el brazo fuera de la piscina para coger su varita, y oyó que alguien decía "Alohomora"y la puerta se abría.
Pansy Parkinson entró en el baño, con cara de mal humor.
¿Qué haces a estas horas aquí, Granger?
-Estoy bañando a mi gato, ha vuelto muy sucio del bosque-dijo Hermione, a quien le había dado tiempo de convertir a Malfoy en gato.
¿A tu gato- dijo Pansy- no se puede usar el baño de los prefectos para bañar a las mascotas.
-Bueno, lárgate ya. Y tampoco se puede entrar en el baño cuando hay alguien dentro, sería por algo por lo que la puerta no se abría.
-Pensé que estaba atascada, qué iba a pensar que estarías bañando a tu estúpido gato a estas horas.- dijo Pansy, que cogió algo de su taquilla y se fue.
Cuando Hermione oyó que los pasos de Pansy se habían alejado, volvió a transformar a Malfoy.
-Muy ingenioso.- dijo Malfoy tosiendo porque había tragado espuma- pero sería mejor que me avisaras antes de transformarme, por poco si me ahogo.
-No había tiempo, es pura suerte que no nos haya pillado.- dijo Hermione.
Salieron del agua para secarse. La interrupción de Pansy les había dejado con mal cuerpo. ¡Que poquito había faltado!
Cuando Hermione llegó a su cuarto, estuvo recapacitando en todo lo que le había pasado durante el día, y se sintió mal por haber pensado, aunque sólo fuera por un momento, que dudaba de que su relación con Malfoy mereciera la pena. Apretó con fuerza el colgante que le había regalado en navidad, y pensó que daba igual todo el lío en el que estaba metida, que su vida se hubiera complicado de esa manera, estaba dispuesta a cualquier cosa con tal de que su relación siguiera adelante, daría cualquier cosa por él.
