Capítulo 21: Humillación pública

Durante la semana siguiente, Harry decidió dejar pasar un tiempo antes de hablar con Cho, quería tener las cosas completamente claras y no volver a meter la pata. Después del incidente entre él y Hermione, ambos trataban de disimular que no había pasado nada, pero resultaba raro que de repente se llevaran de maravilla. Los dos sabían que era una actitud hipócrita y que ninguno había olvidado lo que había pasado. Ron, en cambio, estaba encantado de que se llevaran tan bien los tres de nuevo.

Hermione pensaba que si en realidad quería que Harry volviera con Cho, no podía hacerse la ofendida, porque así él le prestaría más atención, y quién sabe si se confundiría aún más.

Harry se sintió aliviado al ver que Hermione no se lo había tomado a mal, y empezó a pensar que Ron realmente era un buen consejero sentimental. No había reparado en lo mucho que echaba de menos a Cho hasta que la había perdido. Ahora, cuando dejaba divagar su mente, era la imagen de Cho la que aparecía. Iba a ser cierto también aquello que se dice de que siempre se desea lo que no se tiene.

Llegó el sábado. Era el partido de Slytherin contra Ravenclaw. Harry se sentía muy raro al tener que ver el partido en las gradas de Slytherin. Ron y Hermione estaban en las gradas de Gryffindor. Hermione estaba impaciente, deseaba que Slytherin ganara, pues Malfoy había estado muy inquieto durante la semana y había tenido un montón de entrenamientos que lo habían dejado echo polvo.

¡Hola Charlie- dijo Ron al ver llegar a las gradas a Charlie y Parvati.

-No podía perderme un partido de quidditch, aunque me habría gustado más si jugara Gryffindor.-dijo Charlie mientras se sentaba al lado de Ron.

-Tendrás que esperar hasta dentro de dos semanas para ver a Gryffindor, pero valdrá la pena.- dijo Ron dando un codazo a Hermione, que miraba fijamente la puerta por donde salían los jugadores.

-Ah, es verdad, me dijo Ginny que Hermione era la nueva buscadora.-dijo Charlie.

-Recuerdo a la profesora McGonagall diciendo "Gryffindor no gana la copa de quidditch desde el legendario Charlie Weasley"- dijo Parvati imitando a la profesora McGonagall- debías ser muy bueno, te llamó legendario.

-Tampoco era para tanto.- dijo Charlie quitándose importancia.

-Me alegra que el único que no haya jugado en el equipo de Gryffindor sea Percy, así al menos hay algo de lo que no pueda alardear de ser el mejor.- dijo Ron.

-Bueno, seguro que contestaría que no entró en el equipo porque no se lo había propuesto, que hay otras cosas más importantes que el quidditch.- dijo Charlie poniéndose muy serio, como hacía Percy.

Hermione no estaba pendiente de la conversación, miraba con los prismáticos.

¡Hermione! Que todavía no ha empezado el partido.- dijo Ron en broma al ver que Hermione estaba muy concentrada.

-Mira, Ron.-dijo Hermione dándole los prismáticos¿qué es eso que tienen los de Slytherin en sus gradas?

En las gradas de Slytherin tenían pancartas, pero las tenían enrolladas y no podían ver lo que ponían. En la fila más baja estaban Crabbe, Goyle y Pansy Parkinson. Una mezcla explosiva, había pensado Hermione. Tenían también unas cajas, pero tampoco podían ver lo que había dentro. Hermione se acordó de que Malfoy tramaba algo junto con Crabbe y Goyle y no le sorprendió nada que pudiera tratarse de aquello. Más arriba estaba Harry, con cara de aburrimiento.

-No se qué será, pero creo que cuando empiece el partido lo sabremos.- dijo Ron, que ya conocía las artimañas de los de Slytherin- pobre Harry ¿has visto la cara que tiene?

Poco después llegó Ginny y se sentó al lado de Hermione.

¿Y Neville- preguntó Ron.

-Está en las gradas de los profesores, con Lavender y Seamus.- dijo Ginny.

Los jugadores salieron al campo mientras Seamus, que era el comentarista decía sus nombres, primero los de Ravenclaw y luego los de Slytherin. Los capitanes, Draco y Bryan Mills se dieron la mano y comenzó el partido.

Hermione inmediatamente siguió con los prismáticos a Draco, ignorando por completo lo que pasaba con los demás jugadores. Cuando pasó un rato, ya habían marcado unos cuantos goles, pero Hermione ni los había visto.

¿Has visto eso? Eso era penalty.- decía Ginny indignada.

¡Y gol de Bennington, tras un estupendo pase de Townsend! Slytherin aventaja 70-30.- decía Seamus.

-No los soporto.- se quejaba Ginny, que odiaba profundamente a Adam Townsend y Stuart Bennington, dos chicos de 6º de Slytherin que le hacían la vida imposible, según ella.- No se que les ven las chicas, pero se lo tienen muy creído.

-Ginny, admítelo, son guapos.- dijo Hermione.

-Si, vale, pero tienen muy mala leche, son insoportables.-dijo Ginny.

¡Gol de Townsend! 80-30 para Slytherin.- dijo Seamus mientras Townsend se paseaba por delante de las gradas de Slytherin y las chicas gritaban, incluso Pansy.- Ravenclaw recupera la quaffle, pero...¡ay! una bludger golpea al cazador, Bennington la recoge, se acerca al área, pasa a Townsend, vuelve a pasar a Bennington y... ¡paradón de Wood! Si tu hermano viera esto lloraría de emoción.

¿Ves? Wood me cae mucho mejor.- dijo Ginny refiriéndose al hermano de Oliver Wood, Elijah, de 6º curso de Ravenclaw y que jugaba también como guardián.

Pero Hermione no la escuchaba, parecía que Malfoy había visto algo, pues había salido como un rayo hacia uno de los postes de la portería de Slytherin.

-Parece que los buscadores han encontrado la snitch, Mills intenta alcanzar a Malfoy que le lleva bastante ventaja, claro, una escoba tan cara como esa...¡ay! vale,vale, profesora. La snitch cambia de rumbo, Mills gira, se acerca, pero Malfoy le da un codazo, será cab...¡le da con el pie a la escoba de Mills y casi lo tira! Vamos Mills, corre. Mills acelera. Malfoy se deja caer en picado, Mills lo sigue¡se van a dar contra el suelo! No, Malfoy remonta pero ¡oh! Mills, demasiado tarde.

Malfoy sonreía muy satisfecho al ver a Bryan Mills en el suelo y bastante aturdido por el golpe que se había dado. Hermione sonreía también.

-El amago de Wronski.- dijo Hermione en voz muy baja.

-Qué bien te acuerdas ¿no- dijo Ron en tono irónico.

- La snitch sigue en juego, parece que Malfoy la tiene localizada ¡qué rapidez! apenas si le podemos ver ¿cuánto alcanza esa escoba? La tiene, Malfoy tiene la snitch. Slytherin gana.- comentó Seamus.

En cuanto se oyó esto, las gradas de Slytherin se llenaron de pancartas de "Slytherin campeones" "la copa de quidditch para las serpientes" y otras cosas por el estilo. Los jugadores bajaron al suelo y algunos de los espectadores de Slytherin también, como Crabbe, Goyle y Pansy. Llevaban botellas de champán y se pusieron a brindar con los del equipo de Slytherin.

-Serán presuntuosos, están celebrándolo como si ya hubiesen ganado la copa.- dijo Ron molesto- qué pasa, que no piensan ni siquiera jugar contra nosotros o que.

Pero un sonoro ¡¡¡Ohhhh! Seguido de otro sonoro ¡¡Aggggg! Llenaron el estadio. Hermione que tenía los ojos como platos, le dio un codazo a Ron, Ron se fijó también y soltó un ¡¡¡Aggg!

Malfoy lo había planeado todo: cuando terminó el partido, Crabbe, Goyle y Pansy fueron a llevarles champán para celebrarlo. Los chicos del equipo de Slytherin los rodearon para coger los vasos de champán y Malfoy aprovechó para colocarse detrás de Pansy. Con la varita escondida debajo de la túnica de quidditch le lanzó sin que se viera, el hechizo aturdidor incompleto. Miró a Goyle por encima del hombro de Pansy y asintió con la cabeza. Era la señal. Pansy de repente se había quedado como traspuesta y Goyle aprovechó para acercarse a ella y besarla delante de todos. Nadie excepto Crabbe, Goyle y Malfoy sabían el plan, así que cuando los vieron enrollándose allí, todos los chicos del equipo dieron unos pasos atrás, sorprendidos, quedando Pansy y Goyle en el centro, totalmente visibles para el resto del estadio. Malfoy soltó una carcajada maliciosa. Su plan había salido a la perfección, sólo faltaba que Pansy volviera en sí y saliera de allí corriendo. Nadie con algo de dignidad (excepto Pansy, y por eso se había vengado de esa forma) se habría aprovechado de alguien que estuviera bajo los efectos del hechizo aturdidor, pero había que tener en cuenta que Goyle estaba bajo los efectos de un filtro de amor que ella misma había preparado, así que no le importaba enrollarse con ella aunque estuviese aturdida. Así, todas sus armas se habían vuelto contra ella, y él se sentía orgullosamente malvado.

-Dame los prismáticos, no me puedo perder esto.- dijo Ron quitándole los prismáticos a Hermione, que estaba muerta de risa.

-Qué pareja más horrible.- dijo Ginny haciendo un gesto de asco.

¿Has visto la cara que tiene Malfoy- preguntó Ron mirando por los prismáticos- está que no cabe en sí de satisfacción. No, si al final va a conseguir quitarse de encima a la Parkinson.

¿Y eso te molesta- preguntó Hermione volviendo a coger los prismáticos para ver a Malfoy.

-Bueno, no puedo negar que este espectáculo le esté bien merecido a Parkinson, pero me divertía más ver cómo acosaba a Malfoy. ¿Cómo habrá conseguido Goyle que se líe con él, y más aún delante de todo el colegio? No es que Parkinson sea precisamente una belleza, pero mira que liarse con Goyle... hay que tener estómago.- dijo Ron.

Hermione se imaginaba por donde iban los tiros, pero no le dijo nada a Ron, al fin y al cabo Ron no sabía que Pansy le había hecho un hechizo aturdidor a Malfoy y que él estaba molesto por eso.

Aunque el partido se había acabado, nadie se había levantado de su asiento, contemplando con estupefacción el espectáculo. Pero el hechizo aturdidor no duraba eternamente, y al cabo de un rato, Pansy volvió en sí, sorprendiéndose al encontrarse en esa actitud tan comprometedora. Se separó de Goyle con los ojos muy abiertos y empezó a escupir por todos lados y a limpiarse la boca con la mano. Estaba a punto de llorar. Sus amigas, que estaban en las gradas de Slytherin mirándola con la boca abierta, bajaron inmediatamente junto a ella. Salió corriendo del campo, pero antes de salir se topó con Malfoy, que la miraba con una expresión de maligna satisfacción.

Si Hermione hubiera tenido allí los omniculares que Harry les compró en los mundiales, habría rebobinado la escena una y otra vez para regocijarse todo lo que pudiera.

Cuando volvían al castillo, todo el mundo comentaba lo ocurrido, nadie se acordaba del partido.

¿Qué te ha parecido el espectáculo- preguntó Ron a Harry durante el camino de vuelta.

-Ha sido muy divertido vivirlo en las gradas de Slytherin, tendríais que haber oído a las amigas de Parkinson.-decía Harry riéndose.

-Me lo imagino, pero habría estado bien que Seamus hubiera seguido comentando como si fuera el partido "Goyle se acerca a Parkinson, la coge por la cintura, Parkinson cierra los ojos, que raro, no opone resistencia, y... ¡¡gol, Goyle consigue meterle la lengua hasta la garganta"- dijo Ron en tono de comentarista, pero se calló al ver la cara de Hermione y Harry.

¡Qué bruto eres! Dudo que Seamus hubiera dicho semejante grosería.- dijo Hermione, pero en el fondo le había hecho gracia.

A la hora del almuerzo, Pansy no apareció, sin duda estaría muerta de vergüenza escondida en algún rincón, pero eso no evitó que se siguiera comentando el incidente.

Por la tarde, Hermione había quedado con Malfoy en la biblioteca. Cuando había partido de quidditch, Malfoy tenía que faltar por las tardes para ir al entrenamiento especial y tenían el trabajo bastante atrasado. Al llegar a la mesa donde se sentaban, Malfoy la esperaba con una amplia sonrisa.

-Ya veo lo contento que estás.- dijo Hermione riéndose también.

¿Ves como ha merecido la pena? Si te lo hubiera contado no habría sido tan impactante.- dijo Malfoy.

-Sólo una mente retorcida como la tuya habría sido capaz de planear algo tan... maliciosamente genial.- dijo Hermione sonriendo con malicia y Malfoy asintió con un gesto orgulloso.¿qué va a ser lo próximo¿hacer que se quede embarazada?

-Pues mira, estaría bien, no lo había pensado.- dijo Malfoy- tu también tienes una mente retorcida.

-Era broma ¿eh? No creo que de esos dos pudiera salir algo normal.- dijo Hermione imaginándose al hijo de Pansy y Goyle como una especie de aberración de la naturaleza.

¿Y qué saldría si tu y yo tuviéramos un hijo? Un niño muy inteligente y muy malvado, podría ser un peligro.- dijo Draco riéndose.

- No sé, quizás la sangre limpia y la sangre sucia sean genéticamente incompatibles.- dijo Hermione con ironía.

Llegó el lunes, Draco y Hermione tenían el examen con Sirius. Mientras corregía el trabajo y ellos hacían el examen, Hermione pudo ver que Sirius los miraba con lástima. Era una situación muy extraña. Desde que Sirius sabía que estaban juntos, Hermione se había dado cuenta de que era especialmente benévolo con ellos dos. Esperaron a que Sirius corrigiera sus exámenes antes de irse.

-Vaya, cada vez lo hacéis mejor, el trabajo está sin duda para un Excelente en los éxtasis. Y los exámenes... Hermione, tienes un 9,5, y tu, Draco, tienes un 10.- dijo Sirius.

Hermione miró con incredulidad a Draco ¿había sacado mejor nota que ella? Eso no era posible. Dudó de que Sirius le hubiera subido la nota por la cara, pero luego pensó que no, que eso no era justo. Quizás Draco realmente tenía un 10. Draco, al oír que tenía un 10, tuvo que disimular que se sentía muy orgulloso de haber sacado mejor nota que Hermione.

-Has mejorado mucho en pociones.- dijo Sirius a Malfoy.

-Siempre he sido bueno en pociones.- replicó Draco con una ligera molestia.

-Si, claro, pero no puedes negar que después de todo, este castigo te está reportando ciertos beneficios que no esperabas.- dijo Sirius.

Hermione pensó en si las palabras de Sirius iban con doble sentido, pero no pareció que Draco hubiera captado ningún doble sentido.

Pasó la semana sin más novedades. El viernes tuvieron otra charla de orientación profesional, esta vez vinieron a hablarles sobre la carrera de Sanación. Cuando salieron del aula, como ocurría siempre, los alumnos comentaban entusiasmados lo alucinante que sería estudiar Sanación.

-La verdad es que ha estado muy interesante.- dijo Ron- podría plantearme estudiar para ser sanador.

-Ron, deberías pensar seriamente lo que quieres hacer, no puedes dejarte impresionar por cada charla que nos dan, como sigas así, al final de curso vas a querer estudiar todas las carreras.- dijo Hermione con severidad.

Ron se quedó pensativo, la verdad era que Hermione tenía razón.

-Yo creo que estudiaré sanación.- dijo Neville- me gustaría trabajar en San Mungo, en la sección de Daños provocados por hechizos, sobre todo ahora que Snape no nos da pociones y mis notas han mejorado bastante.

¿No te gustaría ser auror? Tus padres eran aurores ¿no- preguntó Hermione.

-No, no quiero ser auror.- dijo Neville secamente- y tú deberías pensarlo bien, cuando tengas una familia y temas morir cada vez que te enfrentas a algún mortifago lo comprenderás.

-No todo el mundo encuentra tan fascinante ser auror como tú lo encuentras.-dijo Harry cuando Neville se había ido- es verdad que hubo un tiempo en que quise ser auror, pero creo que no quiero estar toda mi vida relacionado con los mortifagos, me gustaría poder llevar una vida normal. Creo que ya he tenido suficiente.

-Tienes todo el derecho y lo entiendo.- dijo Hermione- pero es una lástima, tienes un gran potencial.

-Si, vale, pero quiero dejar de vivir a la sombra de mi nombre. Ser Harry Potter sólo me ha traído problemas y tener la muerte rondando a mi alrededor toda mi vida, ser auror sería elegir seguir con eso voluntariamente.- dijo Harry con tristeza.

Hermione se encontró de repente en un dilema moral, llegaría un momento en que tendría que decidir si seguir con Malfoy o estudiar para auror, dudaba que las dos cosas fueran compatibles, eso sin contar con que probablemente Malfoy ni siquiera siguiera vivo para entonces.

Harry por otro lado, veía esfumarse su ilusión de jugar al quidditch profesionalmente. Ya no jugaba de forma oficial en Hogwarts, el ojeador no podría verlo jugar y además Cho ni lo miraba a la cara, con lo que además podía ser que incluso el ojeador no volviera nunca más.

Durante la charla, había estado pendiente de Cho, pero ella evitó en todo momento que sus miradas se cruzasen.