Bueno, aquí está el segundo capítulo (como siempre). Como veréis las cosas empiezan a complicarse (más de lo que estaban y menos de lo que estarán jejejeje)

Espero que os guste y como siempre, espero vuestras opiniones.

Capítulo 29: Serpientes

Al día siguiente, Hermione aprovechó la tarde del Sábado para estudiar y hacer las tareas que les habían mandado. Estaba en la sala común, Ron también hacía los deberes, con mucha prisa porque tenía que acabarlos antes del domingo por la mañana, ya que había quedado con Harry para practicar los hechizos.

Aunque Hermione estaba allí para estudiar, no podía evitar que su mente se viera asaltada por momentos con multitud de dudas. No sabía qué hacer, se sentía tan impotente...

Ron le preguntaba constantemente dudas sobre los ejercicios pero Hermione seguía sumida en sus pensamientos.

'¡Eh! Hermione, te estoy preguntando por la redacción de Historia de la magia.' le dijo Ron en un susurro para que Parvati y Lavender que estaban cerca no lo escucharan. Pero Hermione tenía la vista fijada en el libro.

'No me va a dar tiempo... ¿me dejas que le eche un ojo a la tuya?' preguntó Ron esperando a que Hermione le reprendiera por no llevar al día sus deberes.

Pero Hermione no le regañó, contestó un "Si" casi inaudible, mientras seguía mirando el libro, la misma página que llevaba mirando hacía media hora. Aquello le resultó muy extraño a Ron, pero cogió la redacción de Hermione y se puso a mirarla a ver qué podía copiar.

Sin decir nada, Hermione se levantó, guardó sus cosas y cuando iba a salir de la sala común, tiró el libro de ingreso de la escuela de aurores a la papelera que había en la entrada.

Lo había decidido. No podía ser auror, más bien, no debía... La noche anterior no pudo dormir pensando en todo lo que Malfoy le había contado, y ese mismo día, aunque intentara despejar su mente con cualquier otra cosa, le resultaba imposible. Sabía que ser auror sólo empeoraría las cosas, y no sabía a qué se tendría que enfrentar si algún día conseguía llegar a serlo.

¿ Y ahora qué iba a hacer? Se lamentaba no haber prestado más atención en las otras conferencias de orientación profesional. Tenía buenas notas en todo, casi podría elegir lo que quisiera, pero es que nada le hacía ilusión.

En realidad no sabía por qué salía de la sala común, necesitaba que le diera el aire, refrescar su mente, estar allí sentada frente a los apuntes le incitaba a divagar. Iría a la lechucería y le mandaría una lechuza a Bill para que le contara más cosas sobre Gringotts, esa podía ser una buena opción. ¿O tal vez la Sanación? "No, Gringotts va más conmigo," pensó Hermione antes de ponerse a escribir la carta en la ventana de la lechucería.

Esa noche, Harry se había vuelto a escapar a la habitación de Cho, y esta vez, le había hecho una petición que a Cho la dejó un tanto extrañada.

'¿Quieres que te ayude con los hechizos?' preguntó Cho con cara de sorpresa.

'Sí, tu ya te has graduado, pensé que podrías ayudarme a practicar un poco.' dijo Harry.

'No sé, yo creo que más bien debería ser al revés, que tu me enseñes a mi.' dijo Cho con humildad. 'sabes que se te da mejor que a mi.'

'No te pido que me enseñes, solo que practiquemos.'

Cho tenía cara de estar un poco asustada y Harry entendió el por qué.

'No te preocupes, últimamente no hago estallar cosas.' dijo Harry, tranquilizándola con un beso en la mejilla.

'Bueno, está bien.' dijo Cho con un claro tono de resignación en la voz 'Pero... ¿a qué viene ese interés ahora? Aún quedan unos meses para los Éxtasis, y tampoco son para tanto, no creas...'

'No es por los Éxtasis, sólo que necesito sentirme preparado para lo inevitable, no puedo estar tranquilo quedándome quieto a ver pasar el tiempo y verlas venir.' dijo Harry.

Cho lo entendió. Debía ser muy duro para Harry estar bajo tanta presión. Sonrió. Harry le sonrió también y se acercó para besarla, pero ella había aprovechado para sacar la varita sin que Harry se diera cuenta.

'¡Impedimenta!' dijo Cho apuntando a Harry, y riendo al ver que se quedaba momentáneamente inmóvil.

Al cabo de unos instantes, Harry volvió a recuperar la movilidad, y miró a Cho riéndose, como diciendo "me has pillado".

'Primera regla: no bajar la guardia. "Alerta permanente"' dijo Cho, muy divertida imitando a Moody.

'Muy bien, "touché".' dijo Harry sonriendo también y la apuntó con la varita. '¡Expelliarmus!'

La varita de Cho salió despedida hacia la mano de Harry, que la cogió triunfante y se la lanzó para devolvérsela.

'¿Cómo vamos? Empate a 1 ¿no?' dijo Harry, que se puso en posición de atacar de nuevo. Cho le imitó.

Pero Cho no le estaba mirando ¿a dónde miraba? Harry volvió la cabeza hacia atrás. Cho lanzó un hechizo al perchero que estaba detrás de Harry y éste cobró vida, cogiendo por el cuello a Harry con los brazos que hacían de perchas. Harry hizo como si fuera a lanzar un hechizo contra el perchero, pero apuntó hacia una zapatilla que había al lado de Cho para convertirla en algún insecto asqueroso que se le subiera por la pierna. Sólo el imaginárselo le hacía gracia. Apuntó, pero la zapatilla no se convirtió en ningún insecto asqueroso como él había pensado, sino que se convirtió en una serpiente, que empezó a enroscarse por el tobillo de Cho, que se puso a gritar histérica intentando quitársela sacudiendo el pie. Harry apuntó al perchero que lo tenía agarrado por el cuello.

'¡Inmobilus!'

El perchero dejó de agarrarlo y se acercó a Cho, que seguía gritando.

'Vipera evanesca.' dijo Harry, y la serpiente se desvaneció. 'Segunda regla: no perder los nervios.'

Cho esbozó una sonrisa.

'Eso lo podrías haber hecho tu misma si no te hubieras puesto a gritar.' dijo Harry 'Ahora gano yo 3 a 2.'

Cho hizo el hechizo convocador a Harry, que llegó hasta ella como si hubiera sido atraído por un imán, quedando pegados uno contra el otro.

'Sólo espero que si algún día me encuentro en apuros, estés allí para salvarme.' dijo Cho suavemente al oído. 'Voy lista como me las tenga que arreglar yo sola.'

'Ahora aprenderás como se usan los hechizos.' dijo Harry a Cho, también al oído.

Apuntó a Cho con la varita.

'Wingardium leviosa.' dijo Harry, haciendo que Cho se levantara del suelo y enviándola con delicadeza sobre la cama.

Al caer sobre la cama, Cho suspiró con alivio, no le hacia mucha ilusión estar flotando en el aire. Harry se acercó y se puso de rodillas sobre ella, volviendo a apuntarla con la varita.

'Diffindo.'

El hechizo seccionador hizo que la camisa de Cho se rajara por la mitad, abriéndose.

'¡Harry!.' dijo Cho molesta 'esta camisa me gustaba m...'

'Silencius.' dijo Harry, callando con el hechizo a Cho, que se quedó sin poder terminar la frase.

Un último toque de varita bajó la intensidad de las velas que iluminaban la sala desde las paredes, quedando en penumbra. Harry se inclinó sobre ella y empezó a besarla en la boca, bajando por el cuello hasta el pecho que la camisa seccionada dejaba al descubierto.

'Tienes suerte.' dijo Harry con una sonrisa pícara en los labios 'Vas a poder gritar todo lo que quieras porque nadie te va a oír.'

Se supone que Cho se rió, pero no se pudo oír ninguna carcajada, sólo la respiración agitada de los dos.

Cuando a la mañana siguiente Hermione y Ron volvieron a la sala común después del desayuno, el libro que Hermione había tirado a la papelera la noche anterior, estaba sobre la mesa.

'No puedo creerlo, Hermione¿te separaste de tu libro?' dijo Ron de broma, al pensar que Hermione se lo había dejado olvidado. '¿Y si alguien te lo hubiera robado?'

Hermione miraba el libro con culpabilidad. Seguramente los elfos domésticos que arreglaban la sala mientras ellos no estaban lo habrían encontrado y lo pusieron sobre la mesa, pensando que estaba en la basura por error.

Lo recogió y lo apretó contra ella, como si hubiera encontrado algo muy preciado que había perdido.

'Menos mal que lo he encontrado, pensaba que se me había perdido.' mintió Hermione. Ron subía las escaleras que llevaban al dormitorio. '¿dónde vas Ron? Creía que íbamos a estudiar.'

'Ah, tendrá que ser esta tarde, es que he quedado con Harry para practicar hechizos.' dijo Ron, luego se acordó, le resultaba tan difícil no hablar de Harry delante de Hermione...

'¿Practicar hechizos?' dijo Hermione con una carcajada irónica. Aquello era algo más propio de ella que de Ron y Harry. '¿Qué mosca os ha picado?'

'Bueno... se acerca el momento ¿no?' dijo Ron con tono intrigante 'Harry necesita estar preparado.'

Ron desapareció por las escaleras y Hermione se sentó en la mesa a estudiar para el examen del lunes, el examen del castigo. ¿Cómo lo llevaría Malfoy? No podía permitir que volviera a sacar mejor nota que ella.

"Ese idiota de Harry..." pensaba Hermione mientras en su mente se sucedían imágenes de Harry, la escuela de aurores, Malfoy, los mortífagos... Volvió a mirar el libro, lo cogió y volvió a tirarlo a la basura.

Si tuviera a Harry allí delante, lo único que se le ocurriría sería hacerle la maldición Cruciatus. Maldito traidor...

El entrenamiento de hechizos entre Harry y Ron fue bien, sólo que Harry dominaba perfectamente todos los hechizos que habían estudiado. Necesitaba saber más, otras cosas, algo que no pudiera saber cualquier alumno de Hogwarts. Había algo que ahora le preocupaba y que la noche anterior había pasado desapercibido. ¿Por qué cuando hizo el hechizo de transformación, la zapatilla se había convertido en serpiente? Él no lo había hecho para que se convirtiera en serpiente sino en un insecto. Decidió volver a probarlo.

'Ron, convierte ese taburete en tortuga.' le dijo Harry a Ron.

Ron lo miró encogiéndose de hombros. Apuntó al taburete y lo convirtió sin problemas. Después volvió a transformar a la tortuga en taburete.

Harry apuntó y el taburete se convirtió en serpiente, antes de que la serpiente se escondiera por la sala, Ron volvió a convertirla en taburete.

'¿Has visto? Ayer me pasó lo mismo.' dijo Harry preocupado 'No sé por qué no consigo que se transforme en lo que quiero, sólo se transforma en serpiente.'

'Desde que te cambiaste a Slytherin te han pasado cosas raras, no sé de qué te extrañas.' contestó Ron 'Creía que lo tenías ya controlado.'

'Y lo tenía.' dijo Harry.

'¿Crees que el vínculo entre tu y él se está haciendo más fuerte?' preguntó Ron, era lo único que se le ocurría.

'Tal vez, puede que cuanto más fuerte sea ese vínculo tenga más posibilidades de vencerle. Pero no me tranquiliza nada, no quiero parecerme cada vez más a Voldemort, eso...podría ser malo.' dijo Harry. 'Sirius me dijo que yo era la persona más parecida a Voldemort, sólo nos diferenciaba el deseo de hacer el bien o el mal, ahora para colmo, también soy un Slytherin. No creo que hacer cosas sin control, como me acaba de pasar, sea nada bueno.'

Por la tarde, fue al despacho de Sirius, como habían quedado, pero no iba tan ilusionado como esperaba. El incidente de la serpiente le había dejado muy preocupado. ¿Por qué había pasado eso? Ahora que ya pensaba que tenía controlado su poder y esperaba aprender cosas más interesantes, volvía a perder el control.

Sirius le esperaba con un montón de libros sobre la mesa, con títulos muy sugerentes. Seguro que los había sacado de la sección prohibida. Si Hermione hubiera estado allí... Harry pudo imaginarse a Hermione pasando las páginas de los libros, un poco histérica, como si quisiera grabárselos en la mente. Tuvo que sonreírse con resignación al pensar que tal vez eso no volviera a ocurrir, al menos delante suya. Esa Hermione... qué cabezota es.

'He conseguido muchos libros interesantes.' dijo Sirius 'Es lo bueno de trabajar como profesor, podemos usar la sección prohibida sin problemas, aunque... cuando estudiaba en Hogwarts tampoco es que nos resultara muy difícil.'

'Ya me lo imagino.' dijo Harry sonriendo, ya sabía de las andanzas de su padre y sus amigos. Seguro que su madre era más como Hermione, la voz de la conciencia.

Harry estaba algo nervioso, los libros de la sección prohibida solían tener hechizos peligrosos, y no sabía si debía hacerlos, había convertido cosas en serpientes cuando no quería ¿qué podía pasar ahora?

'¿Te pasa algo?' preguntó Sirius al ver la cara pensativa de Harry.

'Es que... no sé si será el mejor momento para empezar con esto.' dijo Harry.

Sirius lo miró un poco decepcionado. Incluso él se había ilusionado al buscar cosas para enseñar a Harry.

Harry, apuntó con la varita a una silla que había cerca para transformarla en algún animal, y ésta se convirtió en un cobaya. Se quedó un poco sorprendido, esta vez había funcionado.

'Bonita demostración, ahora vuelve a transformarlo en silla, anda, que no hay muchas en el despacho.' dijo Sirius sin saber muy bien a qué venía aquello.

'Verás, yo creía que lo tenía todo controlado, pero me ha pasado últimamente que transformo cosas en serpientes, cuando no quiero hacerlo. Esta vez me ha funcionado, pero no sé si será peligroso probar con otros hechizos más avanzados.' explicó Harry.

'Eso sólo te ha pasado desde que estás en Slytherin ¿no?.' preguntó Sirius y Harry asintió. Sirius se quedó pensativo un momento.'Creo que ahora más que nunca deberías empezar a prepararte para lo inevitable. No puedes dejar que el poder oscuro que hay dentro de ti te domine y menos aún cuando te preparas para un enfrentamiento con él.'

'¿Qué dices de poder oscuro¡Yo no tengo ningún poder oscuro! Tu lo sabes.' dijo Harry bastante molesto.

'Me temo que sí, Harry. Ya te dije que tu eres la persona más parecida a quién-tu-sabes, sólo alguien comparable puede vencerle, pero cuando el te transfirió poderes también te transfirió una parte oscura. Parece que tus poderes, los buenos y los malos, se han hecho más fuertes al ser un Slytherin, ahora, tienes que conseguir reprimir esa parte oscura. Cuando te enfrentes a él no puede quedar nada oscuro en ti, debe ser el bien contra el mal, en su estado puro.'

Harry lo escuchaba sin dar crédito. ¿Cómo sabía Sirius todo eso¿Por qué nunca se lo había dicho antes?

'Muchas gracias, ahora estoy muy tranquilo.' dijo Harry con tristeza pero en tono irónico 'Ya te vale, me lo podrías haber dicho antes, porque parece que soy el único que no sabe quién soy. ¿Cómo sabes tu eso?'

'No lo sé, sólo son suposiciones.' dijo Sirius, pero en un tono que a Harry no le convenció demasiado.

'¿Te parece divertido amargarme la vida con simples suposiciones?' contestó Harry cada vez más alterado. Estaba seguro de que Sirius sabía más cosas, que lo sabía todo pero se hacía el desentendido.

'No intento amargarte la vida, sólo intento ayudarte a que sigas con vida. Él mató a tus padres, no puedo permitirme que haga lo mismo contigo.' dijo Sirius tratando de que Harry se calmara y comprendiera.

Durante todo el tiempo que pasó con Sirius en el despacho aprendiendo hechizos, Harry estuvo de muy mal humor. Aunque Sirius tuviera razón en lo que le había dicho, que se preocupaba por él y que intentaba ayudarle, no podía evitar estar molesto ¿Por qué era él el último en enterarse de las cosas? Sobre todo cuando esas cosas eran referidas a él y no se trataban precisamente de un juego de niños.

Algo de verdad tenía que haber en lo que Sirius le había contado. Recordó cuando fue a ver a Dumbledore para contarle su visión sobre Voldemort. No puso ninguna objeción en que cambiara de casa, ni siquiera se sorprendió. Estaba seguro de que ya sabía que ocurriría, no le preguntó ni lo más mínimo. Dumbledore una vez más, lo sabía todo, y una vez más se lo ocultaba.

¿Por qué le hacían esto? Ya era lo bastante mayor para saber todo lo que hubiera que saber.

Estaba furioso. Se sentía como si fuera un juguete, una pieza crucial que dos bandos se disputaban. ¿De qué forma sería más fácil manipular una pieza importante? Haciendo que fuera un ignorante, que no supiera el poder que tenía. ¿Sería eso lo que tramaban¿Y si la pieza se enteraba de su valor y se revelaba?

La furia que sentía le impedía pensar con claridad. Pero una cosa si tenía segura: pasara lo que pasara nunca estaría del lado de Voldemort.

Eso es todo por ahora. (Así sabréis que no ha habido error al cargarse la página jejeje)

¡Besitos!