Hola
Ups, me he dado cuenta de que el capitulo que he arreglado y donde he puesto todas las respuestas a los reviews era el 31¬¬
Sólo iba a subir uno porque no me daba tiempo a arreglar los dos, pero ya que el otro está arreglado, pues subo este aunque no haya corregido los guiones (perdón, se que es un rollo leerlo sin guiones, pero no me da time a cambiarlo y el otro ya está corregido)
Capítulo 30: El padrino de Draco
La tarde del domingo, Hermione había quedado como de costumbre con Malfoy en la biblioteca para dar los últimos retoques al trabajo que tenían que entregar el lunes. La biblioteca estaba desierta, pues los alumnos no solían dedicarse a hacer las tareas los domingos, o si las hacían solían quedarse en sus salas comunes.
He traído esto.-dijo Malfoy sacando de la mochila una especie de viejo cuaderno- He pensado que te gustaría verlo, ahora que no hay secretos entre nosotros.
Hermione se sintió un poco culpable, pero empezaba a estar acostumbrada a ese sentimiento. Malfoy lo abrió. Era un álbum de fotos. Hermione sonrió al ver las primeras fotos, eran de Draco cuando pequeño, en algunas salía solo y otras con su madre, mucho más joven que cuando la vio en los mundiales y muy guapa. Le resultaba tan raro ver a Draco, se veía un bebé precioso y muy alegre. ¿Cómo podían unos padres hacer algo tan cruel? Convertir a un bebé inocente en una persona atormentada y sombría. Luego había fotos en las que salía con su hermano y sus padres. Al ver esas fotos entendió por qué Harry había confundido a Marius con Draco, eran tan parecidos... Había fotos de distintas épocas, hasta alguna en que Draco tendría unos 8 años y su hermano 16, la edad en la que murió. Era muy parecido a como era Draco en la actualidad, sólo que en todas las fotos donde salía Marius, se podía ver una mirada muy distinta a la de Draco. En las fotos en las que sonreía, se notaba perfectamente que era una mueca forzada. Esa mirada se iba acentuando cada vez más hasta la foto en que tenía 16 años. Era una mirada vacía, sin sentimientos, como si hubiera estado en Azkaban con millones de dementores a su alrededor absorbiéndole la felicidad.
Hermione sintió una profunda lástima por Draco. ¿Eso era lo que su padre quería¿ese era el ejemplo que debía seguir?
También se dio cuenta de que en las fotos, Draco siempre estaba con su madre, nunca con su padre, ya que con éste estaba Marius. Hermione miraba la foto con tristeza. Qué duro debía ser vivir sabiendo que tu padre sólo te considera un débil reflejo distorsionado de alguien que ya no está. Draco se dio cuenta de que Hermione miraba la fotografía con tristeza, y llevaba mirándola con la mirada perdida durante varios minutos.
Sé lo que estás pensando. ¿Sabes lo duro que es que tu padre te diga que deberías haber muerto tu en lugar de tu hermano? Pues imagínate, por eso me empeñé durante todo este tiempo en destacar y... bueno, todo lo que te conté.- dijo Draco, que pasó la página inmediatamente.
Había también fotos de los padres de Draco, cuando eran jóvenes y estudiaban en Hogwarts. Le sorprendió mucho ver en una de las fotos a Sirius. Aún no había asimilado del todo que fuera pariente de Draco. Aunque por la expresión de los retratados no parecían estar muy alegres de que estuviera allí. Draco le explicó, en la foto salía su madre y su tía Bellatrix, ambas con cara de pocos amigos, y luego, al lado pero algo apartados, Sirius y su otra tía, la madre de Tonks. Le pareció gracioso ver a Sirius tan joven, era un chico muy atractivo, sin duda tendría a todo Hogwarts revolucionado.
Pero en la siguiente página había otra foto que la dejó aún más sorprendida. Junto a Lucius Malfoy, estaba Snape, los dos mucho más jóvenes, pero... ¿llevaba Snape un bebé en los brazos¿Snape tenía un hijo?
¿Esto...- intentaba preguntar Hermione- ¿Snape tiene un hijo?
No, Snape no tiene ningún hijo, al menos que yo sepa.- dijo Malfoy riendo.
¿Entonces?
Ese bebé soy yo, Snape es mi padrino.
Aquella respuesta bajó un poco a Hermione de su asombro, pero aún así seguía siendo una sorpresa. Snape, el padrino de Malfoy... ahora entendía por qué tenía cierto favoritismo hacia él.
Se sintió un poco desilusionada ¿por qué todos tenían padrinos interesantes? Harry tenía a Sirius y Malfoy a Snape, no es que tener como padrino a Snape le resultara muy atractivo pero, al menos, seguro que podía ser útil. Hermione pensó¿Por qué no tengo yo como madrina a McGonagall? Habría estado bien.
Pero... Snape y tu padre son amigos ¿también Snape te odia?- preguntó Hermione. No podía decir que Snape ya no era un mortifago, porque seguro que estaba infiltrado entre ellos para espiar para Dumbledore, pero tenía que saber más.
No, Snape es como un padre para mi.
Hermione puso cara de horror, sólo la idea de tener a Snape como un padre para ella le repugnaba.
Él es muy amigo de mi padre, y tiene que hacerle saber que tiene mano dura conmigo, por eso le cuenta todo lo que hago, pero en realidad me apoya y me ayuda. Él fue quién me enseñó a ocultar mis pensamientos, por eso el otro día Tonks no pudo leerme la mente.- explicó Malfoy.
Ella pensó¿Estaría intentando Snape influir sutilmente en Malfoy para pasarlo al lado bueno¿Por eso le enseñó a ocultar sus pensamientos¿Para que su padre no pudiera saber que Malfoy estaba cambiando? Creo que estoy haciendo deducciones antes de tiempo, pero todo tiene sentido¿o no?
¿Tu podrías enseñarme a ocultar mis pensamientos?- preguntó Hermione sin calcular bien las consecuencias que eso podría ocasionar.
No puedo, yo sólo sé ocultar mis pensamientos pero para enseñarte debería saber leer tu mente, y eso no sé.
Cuando al día siguiente tuvieron el examen con el profesor Snape, a Hermione le parecieron distintos los habituales gestos y expresiones secas de éste. Lo veía con otros ojos. Era cierto que con Malfoy siempre había tenido cierto favoritismo, pero estaba muy alejado de parecer algo más profundo, como el cariño.
Al fin y al cabo, pensó, puede que realmente no odie a los alumnos de Gryffindor, incluso podría no odiar a Harry o a ella (aunque en verdad lo pareciese).
Le resultaba difícil pensar que detrás de esa fachada hostil pudiera existir alguien con sentimientos, como le había explicado Malfoy.
Conforme avanzaba la semana, cada vez se sentía más nerviosa, sólo faltaban unos días para que llegaran las vacaciones de Semana santa, además, todos los días, en algún momento, Malfoy encontraba la ocasión de cantar su cancioncilla.
4 días, 4 días- cantó Malfoy con una sonrisa al pasar junto a Ron y Hermione antes de la clase de Transformaciones.
Ron, al oírlo, resopló poniendo los ojos en blanco. Estaba tan harto de la canción de Malfoy que deseaba que pasaran los 4 días para que dejara de cantarla. Hermione sonrió, pero con una risa nerviosa. Lo deseba, pero tenía tanto miedo que habría preferido que el tiempo se detuviera unos días más.
Ya sé por qué cantas esa canción- dijo Ron, y Malfoy lo miró incrédulo, era imposible que Ron supiera el motivo.
¿Ah, si?- contestó Malfoy sin borrar la sonrisa de su cara.
Sólo faltan 4 días para las vacaciones. No sé a qué viene tanta expectación, los prefectos tenemos que quedarnos obligatoriamente- contestó Ron.
Bueno Weasley, de ilusiones también se vive ¿no?- dijo Malfoy antes de irse.
De verdad que me tiene alucinado- dijo Ron a Hermione- algo debe pasarle, no es normal que no me suelte alguna de las suyas.
Hermione se encogió de hombros con una sonrisa nerviosa y pensó: "Si tu supieras..."
De repente algo le vino a la cabeza, ya había pensado en cómo hacer el traslador pero aún no lo había hecho. Tendría que darse prisa, por si acaso no funcionara bien.
Transformaciones era la clase a la que menos le apetecía ir a Harry, no porque no le gustara, sino porque seguramente fracasaría a la hora de transformar cualquier cosa. Estaba temiendo el momento en que su objeto se transformara irremediablemente en serpiente en contra de su voluntad.
Por suerte para él, la clase fue más bien teórica, tratando el tema de los animagos, que ya habían visto en otro curso, pero esta vez con más profundidad.
A diferencia de otras cualidades como el metamorfismo, para lo cual es preciso nacer con ese don, la anitransformación puede ser conseguida por cualquier mago. No es una tarea fácil, hay que estudiar mucho y tener mucha práctica, además de pasar el control del ministerio para convertirse en animago autorizado.- explicó la profesora McGonagall, pero se detuvo especialmente en Harry al decir las últimas palabras.
Harry pensó: "¿Pensará que estoy tratando de hacerme animago clandestino igual que hicieron mi padre, Sirius y los demás?
Un codazo de Ron le sacó de sus pensamientos para volver a prestar atención.
Uno no puede elegir voluntariamente el animal en el que se va a convertir, ocurre algo parecido con el Patronus, ambos toman la forma de algo innato de nuestra personalidad.- siguió explicando la profesora.
Harry volvió a quedarse pensando. Ya sabía qué forma adoptaba su Patronus pero ¿en qué se convertiría si se hiciera animago?
Al salir de clase, los alumnos comentaban entre sí sobre el tema.
¿Te diste cuenta cómo se te quedó mirando McGonagall al hablar de los animagos autorizados?- comentó Ron muy entusiasmado.
Claro que me di cuenta. Sabe que mi padre y sus amigos lo hicieron, seguro que piensa que nosotros estamos haciendo lo mismo- contestó Harry.
¡No, Harry!- exclamó Ron, y Harry lo miró sin saber a qué se refería- Bueno, en realidad tiene motivos para pensar algo así, ya sabes, las normas y tu parece que no os lleváis muy bien. Pero no me refería a eso. Yo creo que intenta hacerte ver que lo hagas. Ella sabe por qué te cambiaste a Slytherin, sabe que tendrás que enfrentarte a quién-tu-sabes. Tal vez sólo haya sido una pista para que lo intentes. Es algo que puede venirte bien ¿no crees?- explicó Ron.
Las palabras de Ron tenían sentido. ¿Había sido como un "permiso" para que se hiciera animago no autorizado?
Puede ser, pero no veo a la profesora McGonagall saltándose las reglas de esa forma.- dijo Harry tratando de recordar la expresión de la profesora mientras lo miraba para encontrar alguna señal- Además, a mi padre y los demás les llevó varios años conseguirlo, yo no dispongo de tanto tiempo.
Ron puso cara de decepción. En realidad le habría hecho ilusión que Harry decidiera hacerse animago, y bueno, él también.
¿Te imaginas si no es eso que supones¿Cómo voy a ir a la profesora McGonagall y decirle: mire profesora, quiero hacerme animago no autorizado, puede ayudarme? Lo más light que se me ocurre es que me mande a paseo- contestó Harry.
No tienes por qué ir a la profesora McGonagall.- dijo Ron como si su respuesta fuera obvia- ¿Olvidas que está aquí Sirius y que está dispuesto a ayudarte?
El rostro de Harry se iluminó. Seguro que Sirius le ayudaría si se lo pidiese.
Sí, claro, Sirius... Le preguntaré en cuanto lo vea.-dijo Harry, que en realidad no sabía qué utilidad podría tener hacerse animago hasta que no supiera en qué animal se transformaría. Dudaba mucho que le sirviera si se convertía en elefante o algo así.
Bueno, no te importaría preguntarle si... yo también puede aprender- dijo Ron un poco avergonzado por la proposición. Harry lo miró sonriendo como diciendo "vaya cara dura que tienes" y Ron le devolvió la sonrisa- Supongo que lo comprenderá, para algo estamos los amigos ¿no? Y tu sabes bien que yo te ayudaría en lo que fuera.
Harry asintió sonriendo, pero había algo que se echaba de menos en aquella conversación: Hermione.
Apartó la mirada hacia un grupo de alumnos que hablaban en la puerta del aula. Hermione estaba en un rincón, leyendo uno de sus libros. Se la veía tan sola desde que el trío se había disuelto... Aunque ella debía pensar lo mismo de él, que para colmo no tenía ni un amigo entre los de Slytherin.
Ron se dio cuenta de que la sonrisa se había borrado de la cara de Harry y miraba a Hermione con tristeza.
Ella se lo pierde- dijo Ron- como se entere no nos lo va a perdonar en la vida.
Lo que me faltaba, añadir otra cosa más para volver la situación más irremediable.- contestó Harry con tristeza.
Bueno¿Y no tienes curiosidad por saber en qué te transformarías?- dijo Ron intentando cambiar el tema un poco- Fue muy divertido descubrir cual era mi Patronus, ahora sólo me falta esto.
Ron había aprendido a convocar un Patronus porque Harry les enseñó a él y a Hermione el año anterior, aunque como no tenían ni boggarts ni dementores reales, sus Patronus eran bastante débiles.
No sé si será la mejor idea eso de hacerme animago en este momento-dijo Harry, que albergaba grandes dudas- no estoy en mi mejor momento en Transformaciones. Recuerda que todo lo convierto en serpiente.
No podría soportar que su lado oscuro venciera a la hora de hacerse animago, se convertiría en serpiente con total seguridad. Tenía que mejorar en Transformaciones, controlar su lado oscuro antes de tomar esa decisión. No permitiría que el poder maligno que Voldemort había sembrado en él le persiguiera el resto de su vida cada vez que se convirtiera en serpiente.
Las respuestas están en el siguiente, perdón otra vez por haberme equivocado y no haber arreglado este.
