¡Hola!

Antes de nada, muchísimas gracias a Amsp14 por decirme como poner los guiones ¡muchas gracias chica!

Bueno, aprovecho para deciros que me voy de vacaciones ya, entre la semana que viene y la siguiente creo que aún podré subir un par de capítulos más (así que os presiono para que me dejéis reviews jejejeje) pero a partir de ahí lo voy a tener complicado, al menos hasta el mes de Agosto, porque no tendré internet ni podré leer ff ni dejar reviews ni nada. Espero ponerme al día cuando vuelva. De todas formas, intentaré aprovechar este tiempo para seguir escribiendo el resto de ff, que hace tiempo que no actualizo (sorry, terminé los exámenes anteayer) y bueno, quizás escriba algún reto más jejejeje (es divertido, aunque piden cosas muy raras XDDDD) Además, también aprovecharé ese tiempo sin internet para poder leer HP and the Half blood prince ¡¡sin spoilers! Porque estoy segura de que solo meterme a internet, me contarán medio libro ¬¬

Lo malo de esto, es que mi ausencia deja el ff en lo más interesante jejejeje. Pero tranquilas, ya me mataréis cuando suba la semana que viene o la siguiente, el capítulo del partido de Gryffindor-Slytherin y otro capítulo que estoy segura de que me enviaréis todo tipo de howlers y maldiciones XDDDDD.

De momento, espero que os guste el capítulo de hoy (y el siguiente, porque traigo dos jejejee)

¡Besitos a todas!

Capítulo 35: Slytherins en peligro

Mientras que Harry aún estaba en la Casa de los gritos, Las tres escobas estaba atestada de alumnos de Hogwarts. Padma, sentada en una mesa junto a la ventana, miraba a través de ella esperando a que Ron llegara, tamborileando los dedos sobre la mesa, impaciente. "Éste Ron...siempre impuntual, para variar" pensaba Padma.

– ¿Aún no ha llegado tu amorcito?- le gritó Parvati varias mesas más allá, con Lavender, Seamus, Ginny y Neville- Vente aquí con nosotros.

– Déjalo, Parvati, ya llegará.- le dijo Padma.

– Estará con Harry, desde que Hermione y Harry no se hablan, están más inseparables que nunca.- dijo Parvati.

Un par de mesas a la izquierda de donde estaba Parvati, Draco hablaba con Crabbe y Goyle, y al oír el nombre de Hermione se estiró prestando atención. "¿Qué tenía que decir esa tonta sobre Hermione?"pensó.

En aquel momento Ron entró corriendo en el bar, le dio un beso a Padma y se sentó en el sitio que le guardaba.

– ¿Por qué has tardado tanto?-preguntó Padma.

– Ya te dije que iba con Harry a mirar unas cosas.

– ¿Y Harry, ¿dónde está?

– Pues creo que volvía a Hogwarts, no se.- improvisó Ron.

– Oye, estás helado.- dijo Padma al coger la mano de Ron.

– La verdad es que hacía mucho frío fuera, y no sé, esta mañana hacía muy buen día ¿no?- dijo Ron, que ya se había dado cuenta de eso.

– ¿Una cerveza de mantequilla?- dijo Padma.

– Vale.

La pareja tomaba tranquilamente su bebida a la vez que charlaban, cogidos de la mano. Ron se inclinó por encima de la mesa para besar a Padma, que miró a su alrededor un poco vergonzosa.

– ¿Aquí delante de todo el mundo?- dijo Padma algo ruborizada.

– Somos novios ¿no?- contestó Ron sonriéndole.

La chica sonrió también y se dejó besar, tal y como hacían en la intimidad. Después de todo eran novios, no tenían de qué esconderse. Tampoco ninguno de los alumnos dentro del bar reparó en la escena, la mayoría andaban preocupados de buscar algo de abrigo, o sugerir al dueño del bar que encendiera la chimenea.

Cuando Ron y Padma se separaron, pudieron ver cómo de sus bocas salía el vaho.

– ¿Será posible que haya nevado?- dijo Padma, volviéndose a la ventana que tenía a su lado, que para su sorpresa, estaba totalmente empañada.

Frotó el cristal con la mano, pero fuera no nevaba, ni llovía, ni nada, sólo un sol resplandeciente.

– Pues el día sigue perfecto.- dijo Padma, que al volverse hacia Ron, lo encontró con una cara un poco extraña.- ¿te pasa algo?

– No sé, Padma, me siento mal.- contestó Ron.

En el momento, Padma también se sintió mal. No sabía qué le pasaba, pero unas lágrimas empezaron a caerle por las mejillas.

– ¿Por qué lloras?- preguntó Ron, que también tenía ganas de llorar.

–No lo sé.

– No...¡NO!

Ron se levantó de golpe y agarró a Padma del brazo para salir del bar.

– ¿Dónde vamos?

– Tenemos que salir de aquí. Son dem…

Pero a Ron no le dio tiempo ni a salir del bar, ni a terminar la frase. La puerta de Las tres escobas se abrió de golpe, dejando entrar una ráfaga de frío húmedo, y tras ella, varios dementores irrumpieron en la estancia.

Los demás alumnos tiritaban de frío, casi sin poder respirar por aquel aire viciado que les llenaba los pulmones absorbiéndoles la felicidad.

– ¿Por qué están aquí?- alcanzó a decir Padma, apenas dejando salir de su boca un débil susurro.

– No lo sé, vendrán por mortífagos.

– ¡Aquí no hay mortifagos!

Los dementores eran por lo menos diez, avanzaban entre las mesas, dejando atrás a la mayoría de los chicos excepto... los Slytherin. Dos de ellos se acercaban a la mesa donde estaban Bennington, Townsend y otros chicos del equipo de quidditch. Ginny veía la escena horrorizada, y tuvo que ahogar un grito. Odiaba a esos chicos, pero no hasta el punto de desearles la muerte a manos de los dementores. Los demás dementores siguieron acercándose a los Slytherin. Nadie hacía nada, todos estaban paralizados por el terror, el frío, la tristeza e incluso algunos ya casi perdían el conocimiento rememorando en su mente el momento más terrible de sus vidas.

La mirada de Ron llegó a su objetivo: Malfoy. En aquel momento de nada le servían sus guardaespaldas Crabbe y Goyle, que paralizados, veían como el dementor se acercaba a ellos. Malfoy estaba pálido y su mirada perdida, a punto de desmayarse. Ron tuvo un segundo para recreo propio "¿quién se desmaya con los dementores, Malfoy? A saber qué estará viendo, seguro que a Harry cogiendo la snitch antes que él". Pero rápido dejó pasar ese momento de burla al ver que Malfoy se desmayaba sin llegar a caer al suelo porque el dementor lo agarraba acercándole a él bajándose la capucha.

El dementor iba a besarle. Ron reaccionó sosteniendo su varita con fuerza. ¿Dónde estaban Harry y Hermione cuando los necesitaba? No estaba seguro de que su patronus fuera lo suficientemente fuerte como para ahuyentarlos a todos. No estaba seguro de querer salvar a Malfoy ni a ninguno de los Slytherin.¿Por qué nadie se había tomado la molestia de aprender el Patronus?¿Y si después de los Slytherins iban a por los demás alumnos?

– ¡¡EXPECTO PATRONUM!

El Patronus de Ron salió de su varita, recorriendo la sala, haciendo que los dementores se alejaran un poco de sus víctimas. Había evitado que el dementor besase a Malfoy, que al soltarle, había caído al suelo. Ahora los dementores se volvían hacia él. Su Patronus se desvanecía. Volvió a convocarlo y pasó en medio de los dementores frenándolos algunos segundos antes de que volvieran a avanzar hacia él. El segundo patronus había sido más débil y enseguida se desvaneció. Convocó de nuevo otro Patronus, pero los dementores estaban cada vez más cerca de él y el miedo empezaba a poseerle, no era capaz de concentrarse en recuerdos alegres. El débil patronus se desvaneció en cuanto impactó contra dos dementores, que salieron del bar.

" Dos menos" pensó Ron. Había tenido un pensamiento alegre en medio de la desesperación, y aprovechó para convocar otro Patronus, que al menos los mantuviera alejados el tiempo suficiente para salir de allí.

Fuera de Las tres escobas, Harry bajaba por la calle, frotándose con las manos para entrar en calor. Al fondo estaba el bar y vio salir de él a los dos dementores que Ron había ahuyentado. "¡¡¿¿Dementores en Hogsmeade!"

Harry echó a correr lo más rápido que pudo y al entrar en el local se encontró con la escena. Todos los alumnos afectados por la presencia de los dementores, y 8 de los encapuchados acercándose a Ron tras una estela plateada que se desvanecía.

– ¡Expecto patronum!- gritó Harry.

El ciervo color plata arrasó a varios dementores a su paso, luego dio la vuelta y volvió a arremeter contra ellos.

– ¡¡Harry!- exclamó Ron con alegría al ver a su amigo.

Ron volvió a aprovechar el momento de alegría para convocar el patronus de nuevo. Los dos animales plateados consiguieron ahuyentar definitivamente a los dementores que quedaban en la estancia. En seguida, los demás alumnos comenzaron a reaccionar, excepto los Slytherins, que habían perdido el conocimiento o se encontraban aún presas del pánico.

– Que alguien vaya a Hogwarts y avise a Dumbledore y los profesores.- dijo Harry acercándose a la mesa de sus compañeros Gryffindors.

– Está bien, iremos nosotras.- dijeron Parvati y Lavender.

– No voy a dejar que vayáis solas, iré con vosotras.-dijo Seamus.

Los tres salieron a toda prisa de Las tres escobas hacia Hogwarts.

– ¿Qué es lo que ha pasado?- preguntó Harry.

– No sé, entraron así, sin más, y fueron directos a por los de Slytherin.- explicó Ron.

– ¿A por los de Slytherin?- se extrañó Harry, que entre la confusión no había reparado en que ellos eran los más afectados.

Ron miró las bolsas de golosinas que sus amigos habían comprado en Honeydukes, y sin decirles nada, rebuscó en ellas buscando cosas de chocolate. "Chocolate... Lupin nos dio chocolate para contrarrestar los efectos, tal vez tengamos suficiente hasta que lleguemos a Hogwarts."pensó Harry.

– ¡¡¿Alguien tiene dulces de chocolate!- dijo Harry en voz alta para que todos le escucharan.- Si alguien tiene, que por favor se los de a quienes están peor.

Ginny cogió varias ranas de chocolate y sobreponiéndose a su orgullo fue hasta Stuart y Adam para que se las comieran. Los chicos no habían perdido del todo el conocimiento y después de comérselas todas se sintieron mucho mejor.

– Weasley...- dijo Adam al ver a Ginny sonriente frente a ellos.

– Gracias.- dijo Stuart.

– No es nada, buscad más chocolate para dárselo a vuestros amigos.- dijo Ginny volviendo con Ron y los demás.

Padma cogió una tableta de chocolate que Parvati había comprado y fue hacia donde estaban Malfoy, Crabbe y Goyle.

– ¿Pero donde vas?- dijo Ron como si Padma fuera a hacer algo espantoso.

– A darle esto a Malfoy ¿acaso no le ves? Tal vez necesite más.- dijo Padma haciendo caso omiso a Ron.

Crabbe y Goyle, que se habían desmayado después de Malfoy, estaban bien, algunos alumnos habían ido a ayudarles, pero Malfoy no volvía en sí.

– Tener novia para esto...- masculló Ron.

– Vamos Ron, no seas así.- dijo Harry.

– Ya he hecho por él más de lo que se merece. Le salvé del beso del dementor. Debería estar el resto de su vida besándome los pies.- dijo Ron indignado.- Y tu, cállate, te estás pareciendo a Hermione.

"¿El beso del dementor a Malfoy?" pensó Harry. Aquello cada vez tenía menos sentido. Pasando también de Ron, Harry se acercó a donde estaba Malfoy, que seguía inconsciente.

– Han ido a avisar a Dumbledore y los profesores, pronto estarán aquí para llevaros a la enfermería.- dijo Harry.

Crabbe y Goyle le miraron con desprecio.

– Seguro que todo esto es culpa tuya, Potter. Si no hubieras venido a Slytherin, me apuesto lo que sea a que ninguno de los nuestros habría sido atacado.- dijo Goyle, dolido también por lo que le había pasado a Pansy Parkinson.

– De desagradecidos está el mundo lleno.- le espetó Harry.

Se alejó de ellos con una sensación amarga. Tal vez Goyle tenía razón. Nunca antes los Slytherin habían estado en peligro, siempre habían sido los Gryffindors, y casualmente porque él estaba en esa casa.

Entretanto, Parvati, Lavender y Seamus habían llegado a Hogwarts, entrando en el vestíbulo como un torbellino.

– Yo avisaré a la profesora McGonagall, Lavender a Dumbledore y Seamus a Snape, ¿de acuerdo?- dijo Parvati.

Cada uno se separó hacia su destino. Lavender fue hasta la gárgola de entrada al despacho del director, pero una vez allí, se acordó de que nunca antes había subido y no sabía la contraseña. Echó a correr por los pasillos en busca de algún profesor que la acompañara cuando se encontró con Hermione.

– ¿Qué pasa Lavender?- preguntó Hermione al verla tan alterada.

– Tengo que avisar a Dumbledore, no sé la contraseña.

– ¿Avisar? Me estás asustando.

– Ha habido un ataque de dementores en Hogsmeade, Hermione.

– ¿Están bien? Por dios, dime que sí.

– Han atacado a los de Slytherin, si ves a algún profesor avísale, yo voy a buscar a Flitwick.

Hermione no tuvo tiempo de reaccionar antes de que Lavender hubiera echado a correr de nuevo por el pasillo. Slytherins... ¡¡¡Draco! Ella sabía que los profesores habían estado reunidos, así que fue a buscar a Sirius a su despacho.

– Tenemos que avisar a Dumbledore, los dementores han atacado a los Slytherins.- dijo Hermione entrando en el despacho sin ni siquiera llamar a la puerta.

– ¡Dios! ¡Harry!.- dijo Sirius, saliendo del despacho a toda prisa seguido de Hermione.

Hermione se sintió un poco mal, hasta que Sirius mencionó a Harry ni se había acordado de él.

Cuando Sirius y Hermione entraron en el despacho de Dumbledore ya estaban allí Parvati, Lavender, Seamus, MacGonagall, Flitwick, Sprout y Snape.

– ¿Harry está bien?- preguntó Sirius apresuradamente.

– Sí, Harry está bien.- dijo Dumbledore.

La expresión de Snape no pasó desapercibida a Hermione.

– ¿Están todos bien?- preguntó Hermione, sabiendo que nadie le había dado vela en ese entierro.

– Según nos han contado sus compañeros, parece que todos se van recuperando.- dijo Dumbledore.

– Excepto Malfoy.-apuntó Snape fulminando a Sirius con la mirada.

Hermione se quedó sin respiración. Lo que se temía. Sirius le pasó un brazo por los hombros a Hermione, en un gesto de que no debía preocuparse. Snape se quedó mirándola. "¿Realmente le importa a esa sangre sucia lo que le pase a Draco?".

– Me atrevería a decir que tu ahijado tiene algo que ver en todo esto, Black.- dijo Snape.

– No culpes a Harry de algo que no sabes, Snape.- le contestó Sirius.

– Nunca debió ir a Slytherin.- concluyó Snape ante la mirada de reprobación de Dumbledore.

– Envíen algunos carruajes para traer de vuelta a los chicos y que vengan también los jefes de cada casa. Ustedes se quedarán aquí en Hogwarts.- dijo Dumbledore a Sirius y los alumnos.

Con resignación, los cuatro Gryffindors y Sirius acataron la orden mientras el director y los jefes de las casas iban a por los alumnos. Mientras Lavender, Parvati y Seamus volvían a la sala común, Hermione aprovechó para escabullirse de ellos y volver al despacho de Sirius e intentar averiguar por qué había pasado aquello.

– Sirius, me gustaría hablar contigo.- dijo Hermione al encontrarlo de camino.

– No irás a decirme que ya sabías algo de esto.-dijo Sirius mirándola severamente.

– No, no sabía nada. ¿Por qué piensas eso?

– Yo sé las compañías que frecuentas, Hermione.

La chica se paró en seco, como si no creyera lo que oía.

– No juzgues a Draco.- dijo Hermione clavándole la mirada a Sirius.- además él no sabía nada, ni yo tampoco, olvidas que Draco ha sido el más perjudicado en esto.

Sirius no le contestó hasta que entraron en el despacho.

– Sólo espero que recuerdes lo que me prometiste.- dijo Sirius haciendo una pausa para mirarla fijamente.- Prometiste que si te enterabas de algo peligroso me lo contarías además de no revelar nada a Draco sobre Harry.

Hermione jugueteaba nerviosa con el borde de su túnica sin mirar a Sirius, pero tuvo que devolverle aquella mirada escrutadora para que no creyera que ocultaba algo. Desde que tuvieron aquella conversación había muchas noticias nuevas sobre Draco, muy comprometedoras, que no tenía la más mínima intención de revelar.

– Si hubiera algo que pusiera en peligro la vida de Draco, no tengas dudas de que acudiría a pedir tu ayuda, pero no es algo que yo sepa.- contestó Hermione con firmeza. Estaba dolida por lo que Sirius le había dicho "las compañías que frecuentas..." ¿pero qué se había creído, ¿que Draco era un criminal o que?

– Está bien saberlo, pero me preocupa más si sabes algo que pueda poner en peligro a Harry.- dijo Sirius.

"¿Piensas que me puedes utilizar para sacar provecho para Harry? Estás muy equivocado. Harry necesita un escarmiento" pensó Hermione.

– Harry no significa nada para mi, así que ni siquiera me molesto en averiguar nada sobre él.- dijo Hermione levantándose hasta la puerta.- Hasta luego, Sirius.

– ¡Espera, Hermione! No puedes decir eso, Harry es tu amigo y puede que esté en peligro.- dijo Sirius levantándose para impedir que Hermione se marchara.

– Harry ya no es mi amigo.- dijo Hermione cerrando la puerta antes de que Sirius la alcanzara.

Sirius se quedó planchado ante la reacción de Hermione. "No sé que les ha pasado a Harry y Hermione pero ciertamente parece que no tiene arreglo" pensó mientras volvía a su escritorio.

Cuando volvieron los carruajes de Hogsmeade, todos los que quedaban en el castillo salieron a preguntar y curiosear. Hermione se abría paso entre los alumnos para llegar a la primera fila.

En la sala común, Parvati, Lavender y Seamus le habían contado lo que había pasado, pero aún así, ella no les consideraba una "fuente fiable de información".

– Dicen que un dementor casi besa a Draco Malfoy.- decían entre los murmullos.

– Pues yo qué quieres que te diga, pero se lo habría tenido bien merecido.

Hermione oyó aquellos comentarios y se tuvo que contener para no conjurar una maldición a quien lo estuviera diciendo. Haciendo caso omiso a los cotilleos, llegó a la primera fila. La señora Pomfrey se ocupaba de algunos Slytherins que tenían muy mal aspecto pero se encontraban bien. Les dio a muchos de ellos chocolate y les dijo que descansaran en su habitación. Había otros que no habían estado tan cerca del beso del dementor como Malfoy, pero que aún así estaban semi inconscientes y que fueron enviados a la enfermería, y después Crabbe, Goyle y Snape llevaban a Draco.

Sólo la visión de Draco en ese estado le partió el corazón en dos. Hermione estaba en claro estado de conmoción cuando Ron se acercó a ella, seguido de Harry. Hermione se abrazó a Ron con fuerza, en realidad sabía que a su amigo no le había pasado nada, pero se alegraba de verlo sano y salvo, además de que necesitaba desahogarse con alguien por el dolor que sentía por Malfoy.

– Gracias a dios que estás bien.- dijo Hermione estrechando a Ron.

– Si hubieras estado tu allí seguro que habríamos ahuyentado entre los dos a los dementores, pero tuve que hacerlo yo solo.- explicó Ron.

– Al menos evitaste que los dementores besaran a los alumnos.- dijo Hermione dándole un beso de agradecimiento en la mejilla. En realidad, era por haber salvado a Malfoy del beso, sabía que una decisión como aquella habría sido muy difícil para Ron, pero ante todo era una persona noble, no lo podía negar.

– Menos mal que a última hora llegó Harry y conseguimos echarlos a todos.- dijo Ron.

Se oyó una tosecilla, como alguien que quiere llamar la atención. Era Harry, que había estado allí desde el primer momento. Quería que Hermione olvidara su enfado y reparara en él y le diera las gracias, o le preguntara si estaba bien...

Hermione soltó a Ron y miró a Harry con desdén.

–También me alegro de que estés bien y de que hayas ayudado a los alumnos.- dijo Hermione por compromiso. Estaba claro que en su voz no había la misma gratitud y cariño que cuando había hablado con Ron.

– No hay de qué, Hermione. No me lo habría perdonado a mi mismo si no les ayudo.- dijo Harry con tristeza. Se había desvanecido la esperanza de que Hermione recapacitara sobre su actitud.

Para la mañana del domingo casi todos los alumnos ingresados en la enfermería se habían recuperado. El murmullo en Hogwarts era constante, los estudiantes comentaban el incidente asustados por la posibilidad de ser ellos los próximos, pero entre los Slytherins las culpas estaban enfocadas claramente a una persona: Harry. Todos parecían coincidir en lo mismo, aquello les había ocurrido porque Harry estaba en Slytherin. Harry se sentía muy desdichado por aquellos comentarios y deseaba soltarles que si no llega a ser por él y Ron todos estarían ahora sin alma vagando como zombis. "Es inútil intentar cambiarles de opinión, es demasiado para que unas mentes como las suyas sean capaces de entenderlo"pensaba Harry cada vez que a su paso algún grupo de Slytherins empezaba a cuchichear.

En la torre de Gryffindor, la noche había pasado al igual que el resto del colegio comentando lo ocurrido y haciendo conjeturas, incluso Parvati y Lavender habían echado las cartas y mirado la bola de cristal, para desesperación de Hermione. Ella sólo quería saber cómo se encontraba Malfoy.

Jejejeje, supongo que os habréis dado cuenta de que quise darle importancia al personaje de Ron, tanto con lo de la animagia como con el ataque. Creo que es un personaje infravalorado en los ff, además, me resulta un personaje divertido de escribir (aunque no tanto como Bellatrix XDDDD, con esa me lo paso bomba ¡mi ídola! XDDDDD)

También quise meter un poco de la tensión Snape vs Sirius, ya que no tengo muchas oportunidades de hacerlo debido al punto de vista del ff, ya que Snape no es demasiado importante (es una lástima, un punto negativo para el ff ¬¬ ¡Snape es el mejor!)

Contesto reviews en el siguiente capítulo ;-D