Por fin el capítulo del partido XDDDDD. Quizás no sea lo que os esperabais, no sé…

Capítulo 38: Slytherin vs Gryffindor

Días antes del partido, Hermione tenía clase de Aritmancia mientras que Ron y Harry tenían Adivinación. Padma compartía las clases de Aritmancia con Hermione, cosa que a ojos de Hermione la hacía parecer más sensata que su hermana Parvati. Estaba algo extrañada porque Padma se había sentado junto a ella durante la clase.

– Ya se que no hablamos mucho, Hermione, pero quería pedirte un favor.- dijo Padma algo ruborizada.

– Sí claro, si está en mi mano ayudarte.- dijo Hermione esperando a ver qué le pedía Padma.

– Bueno, verás...- parecía que Padma no sabía muy bien como empezar- Ron y yo hemos estado hablando sobre el tema y...hemos pensado que tal vez sea el momento de dar el paso definitivo en nuestra relación.

Hermione se sonrío al oír a Padma. ¿Qué tenía que ver ella en todo eso? "Este Ron... podría habérmelo dicho él, mira que meter a la pobre Padma en este marrón" Pero luego se imaginó a Ron, hablándole sobre ese tema, y no se lo podía imaginar, seguro que al final ni sería capaz de decirle nada.

– Hemos pensado que como Pansy ya no está, pues si podrías dejarnos el baño de las prefectas para nosotros la noche del viernes.- terminó de decir Padma, como si se hubiera quitado un gran peso de encima.

– Eso está hecho, mujer. No os preocupéis, lo tendréis enterito para vosotros.-dijo Hermione muy divertida.

"Y pensar en todo lo que tuvimos que armar Draco yo..." pensó la chica.

– Muchas gracias, Hermione, te debemos un favor, ya sabes, lo que sea.-contestó Padma.

– Anda ya, no digas tonterías. Bueno, si, tened mucho cuidadito ¿eh?- dijo Hermione con una sonrisa pícara que hizo que Padma se pusiera aún más roja.

– Oh, si claro.- contestó Padma.

– ¡Señorita Granger y señorita Patil, poneos a trabajar y dejad la cháchara!- les regañó la profesora Vector.

Hermione le guiñó un ojo a su amiga y ésta le sonrió antes de volver a ponerse a trabajar.

Harry había notado que Ron estaba algo inquieto durante la clase de Adivinación, no le preguntó por qué, supuso que eran los nervios por el partido del Sábado, pero cuado salieron del aula se despejaron sus dudas.

– Harry, quería pedirte consejo sobre una cosa.-dijo Ron, más rojo aún que su pelo.

– Si es algo sobre animagia, no creo que sea el más indicado, lo he dejado y no pienso volver a intentarlo.- contestó Harry, que todavía seguía algo molesto por eso.

– No, no es eso.- dijo Ron y añadió en voz muy muy baja.- es algo sobre las relaciones...ya sabes... relaciones sexuales.

Harry tuvo que reprimirse la risa por el misterio que Ron le estaba dando a todo aquello. "Ni que yo fuera Casanova" pensó Harry, y estuvo tentado a decirle que mejor le pidiera consejo a Adam y Stuart. Pero él también se puso rojo, nunca habían hablado de esos temas tan embarazosos.

– No sé, qué quieres saber.- dijo Harry sabiendo que su respuesta implicaba responder a cualquier pregunta.

En aquel momento pasaban por su lado Parvati y Lavender enfrascadas en sus habituales cotilleos.

– Seguro que Parvati le habrá hablado largo y tendido sobre el tema a Padma.- dijo Harry.

– Seguro que sí.- rió Ron.- además le cogí a Ginny sin que lo supiera sus revistas de "Brujas adolescentes", pero sí, mucha teoría bla,bla,bla pero en el momento de la verdad es ¡¡imposible acordarse de todo lo que dicen!

"¿Ron leyendo Brujas adolescentes? Esas ridículas revistas para chicas. Y luego dicen que los chicos siempre pensamos en lo mismo... y son ellas las que se pasan el día cotilleando sobre el tema" pensó Harry.

– Por supuesto que es imposible acordarse de todo, ¡es que eso es lo que no tienes que hacer! Estar pensando en la teoría, tiene que ser todo más espontáneo, y borra de tu memoria todo lo que has leído.- contestó Harry.- ¿Es la primera vez para los dos?

– Sí.

– En mi caso, no era la primera vez para Cho, así que me dejé llevar, también un poco por el miedo a no estar a la altura, pero eso es una tontería. Ni si quiera se te ocurra pensar eso, luego todo saldrá bien sea como sea.- dijo Harry.- Supongo que algo habréis intimado ya, tu me entiendes.

– ¡Pues claro!- dijo Ron casi indignado.

– Entonces ya sabes todo lo que hay que saber.- dijo Harry guiñándole con complicidad.- Sólo hazla sentir la única mujer sobre la tierra. ¿Cuándo es el gran día?

– El viernes por la noche.

– ¿El viernes? ¿El día antes del partido?- exclamó Harry.

– ¿Qué pasa?

– Nada, puede estar bien para liberar tensiones...

Harry se rió porque se había sentido como los entrenadores de los equipos que prohíben a sus jugadores tener relaciones antes de los partidos. "Menuda chorrada" pensó.

Hasta que llegó el viernes, Hermione se divertía al ver a Ron cada vez más nervioso, pero no le decía nada sobre ese asunto. Se reía para sí misma cuando pensaba en cantarle la canción de Malfoy.

En clase de DCAO, era la última donde se sentaban juntos Ron y Hermione, porque en Pociones ella lo hacía con Malfoy, gracias a la intervención de Sirius. Ron no estaba dando ni una en la clase, y Snape ya le había quitado varios puntos a Gryffindor por su culpa.

– Ron, tranquilízate, todo va a salir bien. El baño estará solo para vosotros y yo no voy a aparecer, te lo aseguro.- dijo Hermione pensando en que ella tenía cita con Draco.

Una voz justo detrás suya hizo que diera un salto.

– Señorita Granger, si el señor Weasley tiene dudas no es usted la que tiene que responderle. ¿10 puntos menos para Gryffindor?- dijo Snape con su habitual sarcasmo.

"¿Habría oído algo Snape sobre lo que estaba hablando a Ron?", luego recapacitó en la respuesta de Snape y tuvo que aguantar la risa al imaginarse la escena "no me imagino a Ron yendo a preguntar ese tipo de cosas a Snape, a lo mejor a Draco si, pero a Ron..." Pero la idea de Draco preguntando a Snape tampoco la convencía mucho, le resultaba tan absurdo relacionar a Snape con cualquier acto romántico...

Luego recordó la conversación de Snape con Lucius. "En realidad alguna vez tuvo que estar enamorado incluso iba a tener un hijo, (aquella idea seguía sin encajarle), porque ahora lo vea como un amargado no quiere decir que lo haya sido siempre. Después de todo, era motivo suficiente para que sea como es, a su novia embarazada la mató un auror... eso es muy duro. O sea que, si la mató un auror quiere decir que era mortifaga también." Luego miró a Draco, que ahora también era un mortífago. "Si después de todo los mortifagos son también personas y tienen sentimientos."

Rápidamente llegó la noche. Hermione salía del baño de las prefectas con una sonrisa admirando su obra. Había preparado a conciencia la estancia para el encuentro amoroso de su amigo. Había dejado preparado el baño con burbujas y sales, con un hechizo que mantenía el agua caliente. Luego también había puesto numerosas velitas por toda la habitación, dejándola en una romántica penumbra. También había puesto una botella de champán (esperaba que Ron no se emborrachara porque tenía partido a la mañana siguiente) con dos copas y un cuenco de fresas con nata. Así que salió para hacer la ronda nocturna satisfecha por su actuación.

Cuando Ron y Padma creyeron que los demás prefectos se habían ido a dormir, corrieron cogidos de la mano hasta el baño. Entraron besándose con pasión, disimulando que los nervios les comían por dentro. Se separaron y fue entonces cuando vieron lo que Hermione les había preparado. Los dos se quedaron alucinados porque no se esperaban algo así.

– Qué linda Hermione.- dijo Padma.

– Sí, la verdad es que no me esperaba esto.-dijo Ron agradeciendo el detalle de su amiga.

– Esto está mucho mejor que el vestuario del campo de quidditch.- dijo Padma.

– ¡Ni punto de comparación!

– Parece que habrá que tomar un baño ¿no?- dijo Padma acercándose a Ron para besarle y quitarle la túnica. Ella ya estaba completamente desnuda...

Tanto Hermione con Draco en el aula de Adivinación, como Harry con Cho en su dormitorio, se acordaban a cada momento de lo que podía estar pasando entre Ron y Padma, y sonreían para ellos mismos. Aquella noche, parecía que todos tenían tensiones que liberar...

– ¿Nerviosa por el partido de mañana?- preguntó Draco mientras se abrazaban frente a la chimenea.

– ¿Estás nervioso tu?- dijo Hermione en el mismo tono de rintintín que Draco había usado.

– ¿Yo? Vamos, ¿desde cuando el aprendiz es mejor que el maestro?- dijo Draco, medio en broma medio en serio.

– Yo no estaría tan seguro...- dijo Hermione advirtiendo.

– Sea lo que sea, sabes que no voy a ablandarme contigo, no te pienso dejar ganar por muy novia mía que seas.- advirtió también Draco.

– No espero menos de ti, me sentiría muy ofendida si lo hicieras.- dijo Hermione.

– Oh, ten por seguro que no lo haré.

Cuando Hermione se levanto el sábado, lo único que la tenía completamente fastidiada era tener que encontrarse con Harry. Intentaría no cruzar ni una palabra con él si le era posible.

Los alumnos comentaban con impaciencia durante el desayuno, mientras el techo del comedor estaba completamente negro. El día había amanecido lluvioso, como lo había estado el resto de la semana, pero aquella negrura sólo indicaba que estaba a punto de caer una buena tormenta. A menos que cayera un rayo a alguno de los jugadores, el partido seguiría adelante, y eso no esperanzaba demasiado a los equipos. En la mesa de Gryffindor todos daban ánimos a Hermione, como la estrella del equipo. Ella les sonreía por compromiso pues su orgullo se sentía herido al saber la verdad, que le atribuían méritos que no merecía. Mientras que en la mesa de Slytherin todos alababan a Malfoy, sin saber que Harry sería el buscador.

Como era habitual en esos casos, los alumnos de Ravenclaw y Hufflepuff llevaban banderines y estelas para animar a los Gryffindor. Hermione deseaba llevar en aquel momento una pancarta gigante que animara a Slytherin.

– Vas a hacerlo muy bien, Hermione.- dijo Padma junto con algunas amigas de Ravenclaw que llevaban pancartas y banderines de Gryffindor.- Y muchas gracias por el detalle de anoche.

Padma se había puesto algo roja al decirle aquello a Hermione, pero ella había sido su cómplice y tenía que agradecérselo.

– No hay de que, espero que todo saliera bien.-dijo Hermione con una sonrisa pícara.

– Si, si, todo salió perfecto.- dijo Padma poniéndose mas roja que el banderín de Gryffindor que llevaba.

– Ya sabes, para otra vez sólo tienes que pedírmelo.-dijo Hermione.

Esto ocurría mientras iban camino del campo de quidditch. Algunos de los chicos del equipo de Gryffindor junto con Ron y Ginny esperaban en la puerta del vestuario de las chicas.

– Bueno, Hermione, cuando estés lista vienes al despacho del capitán, tómate el tiempo que necesites.-dijo Ron.

Hermione comprendía perfectamente a lo que Ron se refería con "tómate el tiempo que necesites", o sea que esperara a que llegara Harry.

Las chicas entraron en el vestuario para cambiarse, pero una vez más Hermione tuvo que esperar a Harry.

– ¿Te espero?-dijo Ginny después de ponerse el uniforme del equipo.

– No hace falta, Ginny, ahora mismo voy.

Ginny se fue hacia la puerta y cuando estaba a punto de salir llegó Harry.

– Ah, hola Harry. ¡Hermione! Tienes visita, no tardes.-dijo Ginny antes de cerrar la puerta del vestuario de las chicas.

Harry y Hermione estaban solos, mirándose el uno al otro sin decir nada, aunque las miradas eran totalmente distintas. La mirada de Harry era de arrepentimiento, de tristeza y de anhelo mientras que la de Hermione era de odio, rencor y deseos de venganza.

– Hermione, de verdad, lo siento mucho, siento lo que pasó, yo no quería que te enfadaras...- intentaba disculparse Harry, pero Hermione hacía como si no le escuchara.

– Es un poco tarde ¿no crees?- le interrumpió Hermione- espero que esto te haya servido para pensar las cosas antes de hacerlas o de darlas por supuestas. No tengo nada que hablar contigo así que dame tu ropa y punto. Ah, y no creas que esta farsa me está gustando, que conste que lo hago sólo por Ron, ni por ti ni por el equipo de Gryffindor, sino por Ron, que es el único a quien puedo considerar amigo.

Harry estaba comprobando lo que se temía, que no había quien fuera capaz de convencer a Hermione cuando se ponía en ese plan. Sin contestarle, porque para qué iba a hacerlo si iba a ser algo inútil...se fue a la ducha para ponerse el uniforme de quidditch de Hermione y pasarle su ropa a ella.

Hermione había estado fastidiada por el inevitable encuentro con Harry pero ahora se sentía mejor, puede que fuera la única oportunidad de dejarle algunas cosas claras.

– Espero que a Cho y a ti os vaya de maravilla ¿le has pedido matrimonio ya?- dijo Hermione con claro tono irónico.

Harry, cambiándose dentro de la ducha no contestó.

– Ah, a lo mejor es que no estás seguro de tu relación. ¡Qué lastima! Si al final te veo más solo que la una, sin novia... sin amiga...- dijo Hermione soltando una risita de suficiencia.

¿Cómo podía estar disfrutando tanto con eso? Se preguntaba Hermione, que se crecía con cada palabra hiriente que le dedicaba a Harry. Durante ese tiempo incluso había pensado en que tal vez su actitud hubiera sido demasiado exagerada pero ahora sabía que no, que esa actitud altanera era lo que quería, la hacía sentir poderosa, además de otras muchas cosas que sabía sobre Malfoy y que no hacían más que posicionarla en el lado contrario a Harry. A veces esa confusión de intereses la abrumaba, no sabía si es que se estaba dejando influenciar o si realmente cada paso de que daba alejándose de Harry lo hacía por su propia voluntad.

Harry salió de la ducha, visiblemente molesto por los comentarios de su amiga. Porque era una chica... que si no le habría partido la cara allí mismo. No entendía cómo había cambiado tanto Hermione, le resultaba imposible creer que su amiga del alma se pareciera cada vez más a Malfoy. Si es que eran clavados. Estuvo a punto de decirle que se parecía a Snape con tanto sarcasmo. Harry cogió su ropa en un puñado y se la tiró a Hermione a la cara para que se cambiara.

– Vaya modales.-dijo Hermione, algo divertida, metiéndose en la ducha.

Mientras ella se cambiaba, Harry pensaba "Gracias a dios que es el último partido, no soportaría otra sesión como esta sin darle un par de bofetadas que la hagan bajar de las nubes. No se como Ron la soporta...bueno, es que con Ron no es así, es sólo conmigo."

Hermione salió con el uniforme de Slytherin puesto. No era de su talla pero se miraba al espejo, gustándole lo que veía. La serpiente bordada en la túnica, el verde, gris y negro como combinación de colores... sentía una extraña sensación de orgullo, y ahora comprendía la habitual pose de Malfoy, siempre sacando pecho, orgulloso de su casa y su insignia.

Le pasó a Harry varios pequeños tubos de ensayo con poción multijugos para que las guardara en el partido y se tomaron su parte. Al cabo de un minuto ya se habían transformado.

Antes de irse, Hermione le dio a Harry su Nimbus 2001 con las letras desvanecidas, y sintió como si le diera asco tener que prestarle su escoba.

– Nos veremos después del partido. Ah, y no te vengues de mi haciendo un mal papel, hay un ojeador muy interesado en ver mi actuación.- dijo Hermione saliendo del vestuario con una pequeña carcajada.

Harry se quedó allí un momento antes de ir al despacho del capitán, reflexionando sobre Hermione. Sentía como si hubiera perdido la guerra, ella no estaba por la labor de perdonarle, pero lo habría aceptado si no fuera por esa actitud arrogante que tenía con él. ¿Algo tan malo había hecho como para que su amiga le dedicara tal desprecio?

Oyó que la puerta del vestuario se abría, seguro que Ron venía a buscarlo, pero en aquellos momentos lo que menos le apetecía era ir a jugar al quidditch. El quidditch siempre le había servido de evasión pero no ahora. Tenía que salir a jugar para engrandecer la figura de Hermione. Por un momento incluso pensó en no tomar la poción multijugos y transformarse en Harry delante de todo el colegio. Si no lo hacía, era también por respeto a Ron y a que, a diferencia de Hermione, a él si le importaba que Gryffindor ganase.

Sumido en sus pensamientos, había olvidado que alguien había entrado, pero volvió a recordarlo cuando esa persona le abrazó por detrás.

Sobresaltado se giró de inmediato y si no se hubiera quedado sin habla habría fastidiado el plan gritando con toda su voz masculina encerrada en cuerpo de chica: "¡¡¡¿¿¿Malfoy!"

Malfoy estaba allí, sonriente y algo sorprendido de su reacción. ¿Qué hacía allí Malfoy?¿Estaría tramando algo para gafar el partido?

Antes de que fuera capaz de decidirse por una de sus respuestas, Malfoy caminaba hacia él, y Harry lentamente iba retrocediendo.

– ¿Te he asustado?-dijo Draco al ver la cara de espanto de Hermione.- Quería que fuera una sorpresa.

Harry cada vez estaba más extrañado. Si hubiera tenido la varita cerca le habría hecho alguna maldición.

Su mente trabajaba de forma vertiginosa buscando una explicación cuando se vio interrumpida por algo que le dejó en estado de shock.

Los labios de Draco estaban sobre los suyos. Retrocediendo había llegado hasta la pared y ahora estaba acorralado. Harry seguía paralizado, apretando los labios con fuerza pero estaba tan traumatizado que Draco consiguió abrirlos con su lengua y profundizar el beso. Su mente no dejaba de enlazar situaciones y atar cabos, sin estar pendiente a lo que ocurría, pero ¡¡¡¿qué estaba haciendo! Se encontró correspondiendo el beso de Draco y se soltó bruscamente.

– ¿Qué te pasa Hermione? Primero no me dejas besarte y luego... ese beso ha sido muy raro, no ha estado mal pero...ha sido diferente ¿no crees?- dijo Draco, pero Harry estaba pálido y a punto de vomitar.- Bueno, veo que estás nerviosa así que no quiero empeorarlo. Pero recuerda, no te voy a dejar ganar porque seas mi novia.

Draco salió del vestuario con sigilo, para que nadie se diera cuenta de que un Slytherin había entrado en el vestuario de los Gryffindor y empezaran a pensar que había tramado algo.

A Harry, cada vez que recordaba la escena le entraban arcadas. Tuvo que sentarse y mojarse con agua para espabilarse porque estaba incluso mareado.

" Así que era eso. Hermione y Malfoy son novios. Y pensar que no le hice caso a Ron durante todo este tiempo en que sospechaba cosas. Eso explica mucho. Después de todo, hasta Dobby tenía razón... Lo siento Hermione, no me esperaba esto de ti, para mi estás muerta."

Y completamente traumatizado y con muy mal cuerpo se fue hasta el despacho del capitán donde le esperaba el resto del equipo. Allí todos le preguntaron por su mal aspecto, pero no pudo contestar. Miró la escoba que llevaba inconscientemente en la mano. Le era tan sospechosamente familiar... "un regalo de navidad" recordó las palabras de Hermione. "Sí claro, un regalo de navidad, a quien vas a engañar, ¡esta es la Nimbus 2001 de Malfoy!"

Cuando los dos equipos salieron al campo y se colocaron uno frente al otro, Harry estaba todavía en estado shock. Vio que los dos capitanes, Ron y Malfoy, se daban la mano por un acto de protocolo, no porque así lo sintieran, y pensó en qué podría haber ocurrido si en lugar de él fuera Ron el que hubiera descubierto a Hermione. No sabía qué hacer, si decírselo a Ron cuando el partido acabase o callárselo para siempre. Sería muy violento para él explicarle los detalles de cómo lo había descubierto. Un sentimiento de repugnancia le recorrió de pies a cabeza, más acentuado si cabe después de ver las miraditas furtivas que le dedicaba Malfoy. "¿Realmente se aman? No puedo creerlo... Seguro que detrás de todo eso hay algún interés, no puede ser que... Me niego a admitir que se amen así sin más."

Cho soltó de la caja todas las pelotas y comenzó el juego, no sin antes mirar a Harry (con la apariencia de Hermione) como si quisiera que uno de los rayos que amenazaban con la tormenta lo dejara fulminado allí mismo.

Mientras tanto, Hermione se encontraba en las gradas de Slytherin mirando atentamente con los prismáticos. Se sentía más relajada que la última vez, ya que ninguno de los integrantes del equipo estaba allí además de que tampoco lo estaba Pansy Parkinson, sólo tenía la molestia presencia de Crabbe y Goyle, que sin ser alentados por Malfoy, parecían ignorarla.

Cuando el partido llevaba ya unos minutos, oyó que alguien llegaba y se sentaba algunos asientos atrás en las gradas. Volvió la mirada y allí se encontró con el profesor Snape acompañado de Lucius Malfoy y el ojeador.

"Seguro que Lucius está extendiendo sus redes para influir en el ojeador en beneficio de Draco." pensó Hermione. Pero algo le resultaba extraño, Draco no le había comentado nada de que su padre iba a ver el partido, estaba segura de que si lo hubiera sabido habría estado más nervioso, ya conocía la presión que su padre ejercía sobre él. Al menos le tranquilizó ver que Snape estaba allí. Snape no le caía bien pero tenía que admitir que los últimos descubrimientos sobre él le daban muchos puntos a su favor en cuanto a seguridad para Draco se trataba.

– Otro gol para Slytherin. Aventaja a Gryffindor 50 a 0.- comentó Seamus.

Hermione había estado distraída y no se había dado cuenta de que Slytherin había comenzado a aventajar.

– Parece que la lluvia está haciendo mella en el equipo de Gryffindor, que no consigue hacerse con la quaffle.- comentó Seamus.- De nuevo la quaffle en posesión de Slytherin. Adam esquiva una bludger sin problemas, pasa a Stuart pero... ¡Ginny Weasley consigue arrebatar la quaffle!... Un momento, Ginny ha vuelto a perderla y el balón vuelve a estar en posesión de Slytherin, ahora Stuart se acerca al área peligrosamente...

Hermione miraba a Ginny y veía cómo hacía señas a Ron, pero éste estaba demasiado ocupado pendiente del cazador como para hacerle caso. Luego buscó con los prismáticos a Draco y Harry. Los dos estaban afanados dando vueltas por el campo tratando de ver el destello dorado de la snitch, pero parecía que esa tarea iba a estar difícil por la densa lluvia que caía sobre el terreno e juego. De todos modos, a Hermione le pareció que Harry estaba demasiado parado, no se le veía tan alerta como otras veces. "¿Lo estará haciendo a propósito para fastidiarme?"

Y es que Harry estaba muy desconcentrado, se empeñaba en buscar la snitch, pero a parte de que la lluvia no le dejaba ver más allá de unos metros, cada vez que Draco aparecía por allí cerca le desconcentraba aún más. Aquello había sido un golpe demasiado bajo para él, y cada vez que veía al rubio sentía que su corazón se resquebrajaba un poco más apunto de romperse en pedazos. "¿Cómo había conseguido apartar a Hermione de su lado para siempre?" Era cierto que la culpa sólo la había tenido él mismo por elegir a Cho, pero juraría que Draco había sido el detonante del cambio de actitud de su amiga.

De repente, Ginny apareció a su lado.

– ¿Qué haces ahí parada, Hermione? Necesitamos que cojas la snitch cuanto antes, estamos teniendo muchos problemas con la quaffle.- dijo Ginny volviendo rápidamente a su puesto. Estaba claro que con la lluvia, Harry no era capaz de enterarse de lo que Ron iba ordenando a cada uno.

En las gradas de Slytherin, Hermione intentaba oír la conversación que se traían los hombres a sus espaldas.

– Así que ese es tu hijo... Desde luego que tiene la mejor escoba del momento.- comentó el ojeador a Lucius.

– Por supuesto que tiene la mejor escoba del momento, es una lástima que Harry Potter no juegue, veríamos si era capaz de coger la snitch antes que Draco.-dijo Lucius con tono de superioridad.

Hermione cada vez estaba más agachada intentando pasar desapercibida, pues una sola pregunta de esos hombres la obligarían a contestar descubriendo el engaño.

– ¡Milagrosamente, Andrew consigue interceptar la quaffle y por primera vez Gryffindor se acerca al área de Slytherin!- seguía comentando Seamus.- Andrew es seguido de inmediato por Townsend y Bennington, un duro marcaje sin duda, pero el cazador de Gryffindor está ya muy cerca de los aros. ¡Ohhh! Una bludger golpea a Adam, que cae de la escoba dejando un hueco en el marcaje, parece que Andrew está a punto de tirar pero Stuart hace una entrada y Andrew se ve obligado a pasar la quaffle a Ginny que está muy cerca del aro izquierdo. Stuart no consigue interceptar el pase y Ginny...¡vaya pirueta de la pequeña de los Weasleys! Consigue la quaffle, está a punto de tirar...pero ¿qué ha pasado? ¿Se le resbaló el balón?

Una vez más, Hermione veía cómo Ginny se quejaba a Cho, haciendo gestos raros. Hermione no sabía qué pasaba pero juraría que había gato encerrado en todo aquello.

– La ventaja en el marcador sigue siendo para Slytherin 100 a 20. Espero que Hermione Granger atrape la snitch pronto porque el equipo de Gryffindor no parece tener un buen día.-comentó Seamus.

– Hermione Granger, es buena esa chica, me dejó muy impresionado en el partido contra Hufflepuff.-dijo el ojeador con un tono natural pero Lucius debió echarle una de sus miradas y añadió rápidamente:- No he tenido el gusto de ver a Draco, pero estoy seguro de que es mucho mejor buscador.

– Draco aprendió a volar a la vez que a andar.- zanjó Lucius.- Nada que ver con esa sangre suc...

Hermione se reprimía las ganas de mirar hacia atrás.

– Es increíble que los Slytherins no hayan cometido ningún penalti ¡algo digno de verse, ya que no es su costumbre!- dijo Seamus, pero la profesora McGonagall debía haberle regañado porque no volvió a hacer otro comentario sobre el "sospechoso juego limpio de los Slytherins."

Draco sobrevolaba el área, con un ojo buscando algún rastro de la snitch entre la espesura de la lluvia y con otro ojo pendiente de Hermione. Ella no podía ganar bajo ningún concepto, él se convertiría en el hazmerreír de Gryffindor si una novata le ganaba. Pero había algo raro en el comportamiento de Hermione ese día, estaba como distraída.

Ginny estaba desesperada, no había conseguido marcar ni un solo gol en todo el partido y perdían ya por 130-20. Se acercó a Ron, que también veía impotente cómo el marcador parecía congelado para Gryffindor.

– Dile a Hermione que deje de perder el tiempo y busque la snitch en serio, como Malfoy la vea antes que ella no tiene nada que hacer. La rayo de plata de Malfoy le da mil vueltas a su Nimbus.-ordenó Ron.

– Ron, soy incapaz de coger la quaffle.- se quejó Ginny.

– Ya me estoy dando cuenta, Ginny.-dijo Ron como si Ginny fuera tonta.

– Lo digo en serio, cada vez que la cojo se me cae, por más que la aprieto se resbala... y no creo que sea por la lluvia.- explicó Ginny.

– Déjate de excusas y vete ahora mismo a por Adam, se cayó de la escoba y parece algo tocado, puedes quitársela fácilmente.

Ginny se alejó de allí con un bufido, harta de que Ron no hiciese caso de lo que decía.

Draco se acercó a uno de los golpeadores de Slytherin.

– Si ves que Granger va por la snitch no dudes en mandarle una bludger, no podemos perder, la copa de quidditch depende de este partido.- dijo Draco en voz alta para que Hermione le escuchara. La actitud de Hermione estaba siendo muy rara y temía que ella sí se estuviera dejando ganar a posta. Por eso necesitaba recurrir a la amenaza, no aceptaría ganar por compasión.

Mientras, Ginny se había acercado a Adam, que por la caída tenía un brazo algo lastimado, y lanzó un pase algo débil a Stuart que Ginny interceptó fácilmente, no sin antes ver en la cara de Adam y Stuart una sonrisita malévola. Ginny tenía firmemente agarrada la quaffle, era imposible que se le escapara, pero sin saber cómo, la pelota resbaló y fue a parar a otro cazador de Slytherin.

– ¡¡Vosotros dos! ¿Qué habéis hecho esta vez? – les gritó Ginny, pero los cazadores seguían riéndose de ella viendo como el otro cazador marcaba otro tanto.

Hermione miraba el reloj desesperada, estaba a punto de cumplirse una hora desde que tomaron la poción y comenzaba a notar la transformación. Disimuladamente se agachó para tomar otra dosis.

En el campo, Harry no se había dado cuenta de la hora ni de los síntomas de la transformación, pues estaba seguro de que había visto el destello de la snitch a pocos metros entre la lluvia y se lanzaba a por ella lo más rápido que le permitió su escoba. Draco, no muy lejos de allí además de estar con un ojo fijo en Hermione, se dio cuenta y salió disparado hacia ella.

Draco estaba muy cerca de alcanzar a Harry e hizo un gesto a uno de los golpeadores, que aunque dudando, acató la orden de su capitán: enviar la bludger a Granger si ésta iba por la snitch.

Draco, seguido de la bludger estaba a punto de alcanzar la snitch, llegando a ponerse a la par de Harry, iban codo con codo. Miró a su derecha con expresión triunfante pues se disponía a acelerar y sabía que la aceleración de la Nimbus no era nada comparada con la de su Rayo de plata.

Pero algo hizo que casi se cayera de la escoba. Totalmente empapada, Hermione lo miraba pero su pelo mojado pegado a la cara dejaba ver una cicatriz en forma de rayo en la frente. Si no hubiera sido por la inercia que ya llevaba su escoba se habría quedado parado allí mismo. ¿Qué significaba aquello? Vio de pronto cómo la cara de Hermione cambiaba a una expresión de alarma. Draco volvió la vista hacia su izquierda, pero era demasiado tarde, la bludger que iba hacia Hermione le dio de lleno en la cabeza. Saltó de la escoba por el golpe llevándose a Harry por delante que también cayó al suelo, y con él, los pequeños botes de poción multijugos, perdiéndose entre la lluvia sin poder ser localizados.

Cayeron desde una altura considerable, Draco estaba inconsciente por el golpe de la bludger en la cabeza y Harry, algo dolorido pero sin nada grave empezaba a darse cuenta de la transformación, tanteando el suelo inútilmente en busca de los pequeños tubos.

Sin preocuparse por el estado de Draco, Harry era consciente de que era cuestión de minutos que su transformación fuera completa. No podía quedarse allí a destapar la farsa en medio del campo de quidditch y de todo el colegio. Lo único que se le ocurrió fue salir corriendo de allí, irse al vestuario de las chicas y esperar a que Hermione volviera.

– Parece que ha habido abandono por parte de los buscadores. Draco Malfoy está inconsciente después del golpe de la bludger mientras que Hermione Granger, no sabemos por qué ha abandonado el juego.-comentó Seamus muy extrañado, nunca se había encontrado con una situación semejante y no sabía que pasaría.

En las gradas de Slytherin, Lucius Malfoy no pudo reprimir un gesto de decepción hacia Draco por haber sido golpeado y no haber cogido la snitch. Hermione lo escuchó y sintió el mismo odio que Draco sentía por su padre. ¿Acaso no le importaba si su hijo estaba bien o no? ¿Solo importaba que hubiera cogido la estúpida snitch?

Cho pitó tiempo muerto, para que atendieran a Draco y ver la gravedad del asunto. Ginny aprovechó para comentarle lo que le había estado sucediendo durante todo el partido.

– Creo que han puesto un hechizo a la quaffle.- dijo Ginny decidida.

– Vamos Ginny, no pongas esas excusas tan infantiles.- dijo Cho incrédula.

– Dame la quaffle y te lo demostraré.-dijo Ginny.

Cho no tenía nada que perder por aquello así que pidió la quaffle y se la puso en las manos a Ginny, que la agarraba fuertemente, de eso no había duda. Y así, sin más, la quaffle cayó al suelo sin que Ginny pudiera sujetarla.

– ¿Has visto? ¿Tengo o no tengo razón?- dijo Ginny.

– ¿Quién ha hechizado la quaffle?- preguntó Cho.

– Pues quienes van a ser, míralos como se ríen.- dijo Ginny señalando a Stuart y Adam que no se habían bajado de las escobas.

– Tendré que advertir de esto a la profesora McGonagall y al profesor Snape.-dijo Cho marchando a la grada de los profesores.

Después de un rato de deliberaciones y de que se confirmara que Draco no podría seguir jugando ese partido, se decidió suspender el partido por abandono de un buscador, baja del otro buscador y juego sucio por parte de los cazadores de Slytherin por hechizar la quaffle para impedir que Ginny fuera capaz de cogerla. Los espectadores fueron abandonando el campo algo decepcionados pero con la esperanza de que el partido tendría que volver a repetirse.

¡Ahhhhh! Admito que me divertí mucho escribiendo este capítulo. Lo de Ron y Padma, fue una petición expresa de una amiga mía, Marian, no tenía pensado poner nada de ellos en ese sentido, pero como ella me lo pidió pues le di su deseo. Y bueno, ya quise aprovechar para darle un toque divertido.

Lo de Draco y Harry… es obvio que no lo hice con intención slash ni nada de eso, pero es que desde el principio supe que era así como Harry tenía que descubrir lo de Draco y Hermione.

Me alegro que os gustaran los capítulos anteriores, ya veo que lo de Ron también os gusto, qué bien.

Y bueno, si muchas me quisisteis mandar un Avada por haberle hecho eso a Draco, sorry, pero creo que terminaréis de mandármelo en el siguiente capítulo XDDDDD (yo me voy escondiendo por si acaso)

A por el tercero del día.