Este ya es el último de los que traigo hoy. Estoy segura de que os va a gustar jejejejeje.
Capítulo 44: ¿Cho?
El Gran Comedor bullía de actividad como siempre, además de los comentarios de los estudiantes sobre el partido de aquella mañana. Aunque había dos claras ausencias en la mesa de Gryffindor, ni Hermione ni Ron estaban allí. Harry comprobó en la mesa de Slytherin, que Malfoy estaba en perfecto estado de salud, además de no mostrar ningún indicio de saber que alguien le estaba buscando.
Harry compartía ese sentimiento de venganza con Ron, pero al menos, él sabía controlar sus impulsos, o por lo menos eso creía. Si había algo que había aprendido después de todo ese curso fatídico, era a calcular fríamente sus acciones y reacciones, aunque por lo visto, él no había sido el único... cada vez que recordaba cómo Hermione les había mantenido engañados durante meses, se hacía más consciente de lo manipuladora que podía llegar a ser.
Por otro lado, Malfoy, no tenía completamente superado lo de Hermione, aquello había sido un golpe muy bajo. Se fijó en que ella no estaba entre los Gryffindors, y sin quererlo, le surgió la preocupación. "¿Le habrá pasado algo?" En cuanto se dio cuenta de lo que estaba pensando, reprimió aquel pensamiento, pasando a clavar sus fríos ojos grises en quien era su objetivo, el único que le hacía seguir con ganas de estar allí, Potter. No podía permitir que Potter, quien formaba parte de todo el plan de Hermione, siguiera siendo feliz mientras él estaba hundido, habiendo sido utilizado y despechado.
La larga ausencia de Ron durante el resto del día mantuvo a Harry bastante preocupado, aunque finalmente, llegó a la conclusión de que tal vez su amigo había recapacitado a tiempo sobre lo que pensaba hacer, y se encontraría reflexionando sobre lo ocurrido. No podía culparle, entendía perfectamente cual era el estado en el que se encontraba Ron.
Durante la cena, Ron tampoco había aparecido, y Harry, conociéndolo de sobra, pensó que estaría muriéndose de hambre en aquellos momentos.
La única posibilidad de visitar a Cho sin riesgos, estaba en el lapsus de tiempo entre después de la cena y la hora del toque de queda. De esta manera, si algún prefecto lo pillaba por los pasillos sin la capa invisible, no tendría que ser castigado ni quitarle puntos a su casa (aunque eso le diera igual). Así que eso hizo, cuidando de que nadie le viera ir a la habitación de Cho, fue a visitar a su novia.
Claro que, Harry no sabía que alguien bajo su capa invisible, sonreía maliciosamente al descubrirlo. "Pensaba que iba a ser más difícil" pensó Malfoy viéndolo entrar en la habitación de Cho. "Vaya, Potter, una profesora... me parece que eso no está permitido..."
Después de que Cho abriera la puerta y entraran en la habitación, Harry seguía notándola algo distante.
-Ya te lo dije antes, pero ayer no pude venir... alguien me robó la capa invisible, y creo saber quien es.- dijo Harry con cara de maldad al decir lo último.
Cho se quedó mirándolo con sorpresa.
-¿La capa invisible?- preguntó Cho sin que Harry entendiera bien a qué se refería.
-No sabes la de cosas que han pasado desde la semana pasada.- dijo Harry pasándose le mano por el pelo.- Supongo que te habrás enterado de que Parvati está embarazada, pero por suerte no la expulsarán.
-No sabía nada.- dijo Cho sin darle mucha importancia, pero esperando impacientemente a que Harry continuara.- ¿qué más ha pasado?
-Ni que decir tiene que esto no debes contarlo a nadie... Malfoy y Hermione son novios.- dijo Harry mirando a Cho con cara de "estarás contenta."
Pero Cho se limitó a decir un "Oh" que sonó bastante falso. Harry se preguntaba en si ella ya lo sabría, como le pasó con Sirius, porque aquella reacción no era propia de una noticia como esa.
-Bueno, Ron se ha enterado además de que descubrí algo sobre Malfoy...-continuó Harry.
Aquello si que pareció interesarle, y Harry siguió explicando lo del álbum de fotos viendo la curiosidad que aquel asunto despertaba en su novia.
-Así que parece que la visión que tuve a principios de curso no era sobre Malfoy sino sobre su hermano.
-¿qué visión?- preguntó Cho expectante, y Harry se quedó mirándola como si estuviera de broma.
-Por favor, Cho...- dijo Harry con tono de desesperación.- la visión de el hermano de Malfoy muerto y... bueno, y ya no se qué pensar sobre la de Voldemort...
-¿La visión del Señor Tenebroso?- preguntó Cho con más curiosidad aún.
Harry pensaba que todo aquello era una broma de Cho, después de todo el curso hablando sobre ello, parecía que ahora se hacía la tonta.
-Cho, ¿recuerdas por qué ahora estoy en Slytherin?- dijo Harry perdiendo la paciencia.- si no fuera por aquella visión, nunca habría cambiado a otra casa.
Cho parecía esperar a que Harry continuara contando aquello que ya había oído millones de veces.
-Oye, ¿a ti es que te han modificado la memoria o qué?.- dijo Harry en broma.
Pero lo único que recibió a cambio por parte de ella fue una mirada y una sonrisa maliciosas. Harry frunció el ceño.
-Un momento... ¿por qué llamaste antes a Voldemort "señor tenebroso"? Sólo los mortifagos lo llaman así...- dijo Harry, cerrando su puño en la varita que llevaba en la túnica.
Cho sonrió con una sonrisa que nunca antes le había visto. Ella también cerraba la mano entorno a su varita, y antes de que a Harry le diera tiempo a reaccionar, ella apuntó con rapidez.
- ¡Crucio!
Harry cayó al suelo. Sentía un inmenso dolor en la cabeza, como si estuviera a punto de estallarle. Aquella maldición no tenía comparación con ninguna de las que Cho le había hecho anteriormente. Cho se acercaba a él sin dejar de apuntarle.
-Dime qué viste en la visión.-. dijo Cho, con un tono de voz muy distinto, sin duda era su voz, pero...había algo muy distinto en ella.
El dolor apenas el dejaba pensar, pero de pronto vino a su memoria cuando fue capaz de repeler el Cruciatus de Sirius. Sobreponiéndose con todas sus fuerzas, fue capaz de detener la maldición. Cho se quedó sorprendida dando unos pasos atrás, mientras que a Harry le dio tiempo a levantarse y dirigir su varita hacia ella. En esos momentos cientos de teorías venían a su mente " será Cho una mortifaga...será uno de ellos con la poción multijugos..." Esta última opción tomó fuerza en su mente.
-¡Crucio!- dijo Harry dirigiendo la maldición hacia Cho, decidido a averiguar de quién se trataba.
Pero Cho había sido rápida, esquivó el rayo proveniente de la varita de Harry, y antes de que a éste le diese tiempo a volver a convocarlo, ella envió lo que Harry nunca creyó.
-Avada Kedavra.
Harry vio aquel rayo verde que inundó la habitación con su luz y un gran estruendo, fue capaz de esquivarlo, y éste impactó de lleno en la puerta de la habitación.
Fuera en el pasillo, Draco esperaba con paciencia a que Harry saliera de allí, y fue entonces cuando vio que la puerta de la habitación se sacudió violentamente, como si un montón de personas hubieran chocado con ella. Oyó el estruendo en la habitación y vio cómo por las rendijas de la puerta, se escapaban unos haces de luz verde. Supo que allí estaba habiendo una pelea. Sin pensarlo dos veces, se dirigió con paso rápido hasta el despacho del profesor Snape.
Cuando el destello hubo cedido, se encontraban cada uno en una zona opuesta de la habitación.
-Expelliarmus- dijo Harry, y la varita de Cho fue volando hasta sus manos.
Ahora Cho estaba desarmada. Harry se aproximó a ella sin dejar de apuntarla.
-¿Quién eres?- preguntó desafiante, pero sólo recibió como respuesta una carcajada.- ¡Imperio!
En ese momento lo supo. Supo que Cho estaba bajo la maldición Imperius. La había hecho muchas veces antes con Cho y sabía que ella era incapaz de resistirse a esa maldición. Ahora, notaba claramente dos personalidades dentro de ella, claro que la verdadera personalidad de Cho apenas si podía sentirla, en su lugar, alguien manejaba sus actos. No podía saber de quien se trataba...¿sería Voldemort?
En el rostro de Cho se dibujó una sonrisa maliciosa.
-Si piensas utilizar el Avada Kedavra te diré que será su cuerpo el que muera... no puedes hacerme nada.- dijo la supuesta Cho, acabando la frase con una carcajada.
Harry agradecía internamente haber decidido entrenarse en las maldiciones imperdonables, pues se le ocurrió una forma de liberar a su novia. Invocó él mismo una maldición Imperio sobre Cho, ahora tres personalidades se debatían en la mente de la chica. Harry se debatía el control de Cho contra su oponente, hasta que finalmente consiguió tomar el control, obligando a Cho a expulsar al otro invasor. Una vez que la otra persona fue expulsada, Harry liberó a Cho de la maldición que él mismo le había sometido.
La expresión de Cho cambió por completo, como si hubiera acabado de despertar de un sueño. Ella le miró con los ojos húmedos, con sentimiento de culpabilidad.
-¿Estás bien, Harry?- preguntó Cho.- no me perdonaría nunca que te hubiera pasado algo por mi culpa.
Harry se acercó hasta ella, arrodillándose a su lado.
-Estoy bien, no te preocupes ¿y tu?
-Yo... lo siento, no fui capaz de evitar la maldición, no vi a quien lo hizo, ya sabes que...
Harry la silenció con un beso en los labios.
-No te culpes, no todo el mundo es capaz de evitar esas maldiciones, claro que... creo que deberías seguir practicando, por si acaso.- dijo Harry tratando de consolarla.
-No me habría perdonado nunca si te hubiese pasado algo.- dijo Cho, mientras unas lágrimas resbalaban por sus mejillas. Harry la sujetó por los hombros y la miró a los ojos, muy serio.
-Cho, está claro que cualquiera que esté conmigo está en peligro, y no quiero que te pase nada malo... Entendería si me dijeses que no quieres seguir conmigo.- dijo Harry de corazón.
-Harry, yo nunca me apartaría de tu lado, no por mi seguridad al menos, pero si por la tuya, no quiero que mi debilidad sea un peligro para ti.
-No te preocupes por mi, en todo este tiempo y todo lo que llevo a mis espaldas he aprendido a cuidar de mi mismo. Lo que no soporto es ser un peligro para los que me rodean.- dijo Harry.
-Yo siempre estaré contigo.- dijo Cho, rodeándole con sus brazos y besándole apasionadamente.
En aquel momento, la puerta de la habitación se abrió. En el umbral estaba Snape, con una mirada furiosa, y tras él, Draco sonriendo satisfactoriamente.
Tanto Harry como Cho habían dirigido su mirada hasta la puerta. Tenían un grave problema.
-Potter...a juzgar por su actitud, parece que las normas de Hogwarts, o están en un idioma desconocido para usted o no le importan lo más mínimo.- dijo Snape, que a pesar de mirarlos furioso, tenía una extraña sonrisa parecida a la de Malfoy.
-Profesor... no es lo que parece.- dijo Harry intentando explicar lo de la maldición imperius, pero inmediatamente Snape le cortó.
-Creo que tanto el señor Malfoy como yo tenemos la vista perfectamente.
-¡Ella estaba bajo la maldición Imperius!- exclamó Harry en su defensa.
-Sí, ya veo... una maldición Imperius muy "grave"- dijo Snape arqueando una ceja, incrédulo.
-Es cierto, profesor Snape.- intervino Cho.
-Y respecto a usted, profesora Chang, la creía más sensata. ¿Acaso no sabe que esto es motivo de despido? Por no hablar de la expulsión de Potter.- dijo Snape.
Harry se dio cuenta de lo que Draco llevaba bajo el brazo: su capa invisible. Harry cruzó una mirada de odio con Malfoy, que Snape inmediatamente supo a qué se debía.
-El señor Malfoy, a parte de descubrir su relación, también ha descubierto su capa invisible, y yo como jefe de su casa, la confiscaré.- dijo Snape.
-¡No puede hacerlo!¡Esa capa me pertenece!¡Era de mi padre!
Mejor hubiera sido que Harry no hubiera mencionado a su padre, porque sólo el hecho de recordar ese detalle hizo que Snape se negara en rotundo, con más razón a devolverla. Ya sabía de la existencia de la capa de Potter, y ahora como jefe de su casa, por primera vez estaba en poder de confiscarla.
- Seguidme, creo que nos espera una pequeña conversación con el director.- dijo Snape flanqueando la puerta a Harry y Cho.
De camino al despacho de Dumbledore, Harry cruzaba miradas asesinas con Draco, que parecía muy orgulloso de su actuación, mientras que Cho, de vez en cuando daba codazos a Harry, nerviosa por su futuro y el de su novio.
Cuando llegaron al despacho de Dumbledore, Snape expuso los hechos. Dumbledore no parecía muy preocupado por la relación de Harry con una profesora, es más, le quitó importancia alegando que las normas estaban un poco anticuadas. Snape y Malfoy gruñeron sin disimulo. En cambio, Cho, en su defensa contó que había sido víctima de una maldición Imperius cuando el fin de semana anterior volvía a su casa del entrenamiento con su equipo. Contra todo pronóstico, Dumbledore sí se mostró muy interesado en ese asunto, mientras Snape y Malfoy pensaban en cómo el director podía creer semejante excusa barata. Después, Draco explicó su versión un poco tergiversada, contando que hacía tiempo que sabía que Harry faltaba por las noches para visitar a Cho. Harry miraba sin creer que Draco supiera lo suyo con Cho desde hacía tiempo, y sin pensar soltó lo peor que se le ocurrió sobre él.
-Malfoy y Hermione son novios.- dijo Harry como quien da un golpe inesperado.
Draco se mostró un poco nervioso, pero reaccionó rápidamente al ver la mirada reprobatoria que Snape le estaba haciendo, era obvio que Snape no creía a Harry pero algo de duda se podía ver en su mirada hacia su ahijado.
-Eso es mentira, esa sangre sucia y yo no somos novios.- dijo Malfoy con asco.- ¿Acaso tienes pruebas?
Harry enmudeció un momento, no podía contar que Draco le había besado, además de que nadie le creería, descubriría toda la farsa de los partidos de quidditch. Además también sabía, que la única prueba física de ello, las fotos que Ron había descubierto, en esos momentos no serían más que pequeñas partículas de papel fruto de la rabia de su amigo.
Dumbledore intervino para zanjar aquel tema.
-No hay ninguna regla que impida que los alumnos se relacionen entre sí, así que tanto si el señor Malfoy y la señorita Granger son novios como si no, no están cometiendo ninguna falta, por tanto, no es un tema a tratar aquí. Pero en cambio, vuestro caso deberá ser puesto en manos del consejo escolar, donde se decidirá la solución.- dijo Dumbledore refiriéndose a Cho y Harry.
Por orden del director, cada uno volvió a su habitación. Para desgracia de Harry, compartía dormitorio con Draco, que seguía mostrándose muy orgulloso por su actuación.
-No creo ni una palabra de lo que has dicho.- dijo Harry, reprimiendo el impulso de lanzarle un cruciatus. La vista con el consejo escolar estaba fijada para el lunes y una cosa así sólo aumentaría sus posibilidades de expulsión.
-Un buen trabajo de investigación requiere discreción ¿no crees?- dijo Draco yendo a su cama.
-Y también una buena labor de robo ¿no?
-Por supuesto.- rió Draco.
-Esta vez te ha salido bien, pero yo se que lo de Hermione y tu es cierto.
-Me parece que vas un poco desfasado, pero allá tu, si eres feliz pensando en que somos novios, pues adelante.- dijo Draco cerrando las cortinas de su cama. Por fin iba a dormir tranquilo desde que Hermione le había dejado. Ni siquiera le importó que Harry supiera de lo suyo con Hermione. Era algo que ya no ocurría, así que podía ir contando lo que fuera. Supuso que la enemistad de Hermione y Harry había sido todo una farsa, al igual que su relación con ella. Todo formaba parte del plan de Hermione y Harry. ¿Pero acaso Harry no se había enterado de que ella y él no estaban juntos? Por su insistencia parecía que él creía que estaban juntos. "Vaya plan más extraño" pensó Draco, sin ganas de dar vueltas al asunto. Cuando estaba a punto de dormirse, la voz de Harry le hizo despabilar.
-Te aconsejo que duermas con un ojo abierto, porque esta me la vas a pagar.-dijo Harry, hirviéndole la sangre y pensando una forma de venganza.
-Uuu, miedo me das.- se burló Draco.
Muajajajajaja. Como veis, la ineptitud de Cho casi le cuesta el cuello a Harry, y esto no va a quedar así… Supongo que ya os imaginaréis lo que pasará, pero lo dejaré para la siguiente vez que traiga ff jejejejeje.
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¡Besitos!
