¡Holitas!
Ya he vuelto, y esta vez para quedarme, al menos hasta las vacaciones de navidad jejejeje. Siento no haber actualizado antes, pero bueno, ya es la recta final del ff y me he propuesto actualizar todas las semanas a ver si lo acabo cuanto antes.
Muchas gracias por los reviews. Ahora mirando para contestarlo me he dado cuenta de que he recibido bastantes en los capítulos últimos que subí, es una inyección de moral enorme, pues he estado bastante desanimadilla porque no sé, últimamente no recibía muchos reviews en mis otros ff (comprendo que quizás sean un tanto raros jejeje), en realidad no es que alguna vez haya recibido muchos, pero la cosa decayó bastante.
Pero bueno, ya vengo más animada y con muchas ideas para todos mis ff y nuevos que tengo pensados, y aunque la gente no corresponda yo seguiré haciéndolo T.T (me callo ya que si no entro en depresión jejejeje)
Bueno, os dejo con el primero del día ;-D Espero que os guste.
Capítulo 47: Una noticia inesperada
Esa noche, en la sala común de Gryffindor, Hermione hacía sus deberes, apartada prudentemente de Ron, como siempre hacía desde unas semanas atrás. Había conseguido una increíble capacidad de concentración para mantenerse ajena a las miradas asesinas de su ex amigo. También le venía bien para hacer oídos sordos a las escandalosas veladas adivinatorias de Parvati y Lavender.
- ¡Ahhh!- Parvati emitió un agudo chillido y seguidamente se levantó aplaudiendo y saltando- ¡85 de posibilidades!¡Bravo!
- ¿No es mejor que te dejes de tanta probabilidad y le preguntes de una vez a McGonagall si pueden contratar a Charlie?- dijo Lavender mirando a su amiga con los brazos cruzados.
- Quería saber más o menos a qué me enfrento, así iré más segura.- dijo Parvati.
Guardó las cartas del tarot con desgana pero seguidamente se sacó el colgante del cuello con gesto misterioso, arqueando varias veces seguidas las cejas.
- Mira lo que he descubierto.- dijo Parvati sacando además un viejo libro con unas páginas marcadas.
En esos momentos Ginny bajó a la sala común con una bolsa bajo el brazo.
- ¡Ginny, ven! Esto te interesa.- dijo Parvati, entorno a ella se formó un corrillo.- Este hechizo sirve para saber los hijos que tendrás y si serán niño o niña.
- ¿Y ya lo sabes?- dijo Ginny con ilusión e impaciencia.- ¿Tendré sobrinos o sobrinas?
- No, aún no me lo he hecho. Ahora veremos.- dijo Parvati sujetando el colgante como un péndulo sobre su mano.
- Parvati, ya sabemos las consecuencias que tuvo ese colgante ¿y si no es seguro?- dijo Lavender con recelo.
- Bah, no seas tonta, no pasa nada.- dijo Parvati centrándose en su colgante.
El invento consistía en que el colgante debía trazar un círculo sobre la mano si iba a ser niña y una línea si iba a ser niño. Ante la mirada observadora de Ginny y Lavender, el colgante de Parvati trazó dos líneas.
- ¡Serán dos niños!- exclamó Parvati.
- ¡Unos Fred y George!- rió Ginny.
- Un momento.- dijo Parvati, el péndulo trazó después un círculo.- ¡y una niña! ¡tendré gemelos y una niña!
- Oh, una niña, qué ilusión, yo quiero una sobrina a la que malcriar.- dijo Ginny- Házmelo a mi.
Ginny puso rápidamente su mano bajo el colgante, y le salió niña, niña, niño, niño.
- ¡Guau! Cuatro hijos, a ver si van a ser dos parejas de gemelos.- rió Ginny.- ¡Neville! Ven, a ver si a ti te sale lo mismo que a mi.
Neville con más miedo que interés se acercó al grupo. Puso una mano temblorosa y salió exactamente lo mismo que a Ginny.
- Eso quiere decir que serás el padre de los hijos de Ginny, o si no sería demasiada coincidencia.- dijo Parvati y Neville se alejó bastante colorado.- Ahora tu, Lavender.
A Lavender le salieron dos niñas. Luego llamaron a Ron, que estaba por ahí antes de la ronda nocturna. Y al final, igual que Neville se acercó a regañadientes. Sabía de sobra que Parvati y Lavender podían llegar a ser muy pesadas si se las contrariaba.
- A ver qué dice esta idiotez.- dijo Ron poniendo la mano y mirando a otro lado con despreocupación.
- ¡Niño! Y... ya está.- dijo Parvati- Vaya, Ron, parece que no seas un Weasley.
- ¿Quién te dice que a lo mejor en el futuro esté muy ocupado como para tener más de un hijo? Y...¿qué le salió a Padma?
- Ahora te interesa esta estupidez ¿eh?- bromeó Parvati.- Aún no lo se, se lo haré mañana.
- Yo me voy a la ronda nocturna, ahí os quedais con vuestras chorradas.- dijo Ron antes de salir por el cuadro de la sala común.
- ¡Hermione! Ven.- dijeron Parvati, Lavender y Ginny.
La concentración de Hermione era insuficiente para ignorar a tres chicas coreando su nombre con insistencia. Se acercó preguntándose qué se traerían entre manos esta vez. Parvati le cogió la mano instantáneamente y puso el colgante encima. Hermione tiró tratando de liberarse pero Parvati le apretaba bastante.
- Sea lo que sea no creo en eso.- bufó Hermione, que se quedó mirando la bolsa que Ginny sujetaba todavía bajo el brazo.
- ¡niño y niña!- exclamó Parvati, que parecía el sombrero seleccionador anunciando la casa a la que iría el alumno.
- ¿niño y niña, qué?- preguntó Hermione con cara de desconcierto.
- Que vas a tener un niño y una niña.- dijo Parvati como si estuviera haciendo un gran esfuerzo para mantener la paciencia.
Hermione abrió mucho los ojos, sorprendida de las cosas que se molestaban en averiguar aquellas dos.
- Pues como no sean del espíritu santo, no se yo...- dijo Hermione.
- Ay, Hermione, algún día llegará un hombre a tu vida, tu no te preocupes.- dijo Parvati en tono que parecía de compasión como si Hermione fuera una solterona de cuarenta años.
Ginny se había dado cuenta de que Hermione miraba su bolsa y recordó a qué había bajado a la sala común.
- Mirad, chicas, ¡¡Tachán!.- dijo Ginny sacando un precioso vestido de gasa color malva.- ¡Mi vestido para la boda! Me lo mandó mi madre esta mañana, me lo hicieron a medida.
Mientras Ginny se ponía el vestido delante para que las demás vieran lo bien que debía quedarle, Hermione miró incómoda hacia otro lado.
- Ohh, Ginny, es precioso. Cosa que me recuerda que debería probarme el mío, me lo compré en la última salida a Hogsmeade y puede que no me entre.- dijo Parvati poniéndose de perfil y aplastando su ropa para ver su barriga.
- No seas tonta, Parvati, si la barriga no se te nota todavía.- dijo Lavender dándose cuenta de que pese al poco tiempo que llevaba de embarazo, estaba embarazada de gemelos y algo sí que se notaba.
- ¿Y tu vestido, Hermione?¿Lo tienes ya?- preguntó Ginny.
- Si, eso, no nos lo has enseñado.- dijo Parvati.
- Esto...yo... no voy a ir a la boda.- dijo Hermione muy bajito y muy rápido.
- ¿Cómo que no vas a ir? Yo estaba cuando te invitaron.- dijo Ginny muy alterada.
- Tengo... un compromiso muy importante.- dijo Hermione- Ups, Ron hace rato que se fue a la ronda nocturna, debo irme ya.
Y salió corriendo de la sala común. Por supuesto que estaba invitada, pero no consideraba oportuno asistir dada la situación entre ella, Ron y Harry.
Sólo un par de días después, a la hora del desayuno, una lechuza llevó a Harry una carta de Cho. De camino a las clases, Harry leía la carta. Se sintió un poco desilusionado porque muy en el fondo esperaba que Cho le contara algo de lo que ocurría fuera de Hogwarts, si había notado algo extraño o algún indicio de movimiento por parte de los mortífagos.
-¿Qué pasa, Harry? Parece que te estuvieran dando el pésame por algo.- dijo Ron al ver la cara de Harry.
-No pasa nada, sólo que Cho me cuenta que le va bien en los entrenamientos de quidditch, que quiere verme y me echa de menos y, en fin, todo eso que escriben las novias.- dijo Harry.
-Vaya, cualquiera lo diría.- dijo Ron pensando en que una carta de Cho debería alegrarle.
-Es que... no se, esperaba que me contara algo de lo que tu ya sabes.- dijo Harry.
-¡Pero Harry! ¿Cómo eres así de egoísta? ¿Quieres que Cho se vuelva a ver envuelta en algún plan de los mortífagos para contártelo a ti?- dijo Ron escandalizado.
-No...no...- dijo Harry hasta que se dejó de oír su voz.
Realmente Ron tenía razón, era un egoísta y tuvo que regañarse a si mismo por haber pensado semejante cosa.
-No te conté que Cho quiere que cuando acabe el colegio conozca a su familia, ya sabes, que formalicemos nuestra relación.- dijo Harry para cambiar un poco el tema antes de que Ron volviera a regañarle.
-Te cazaron, amigo.- dijo Ron guiñándole.
-Ya lo sé.- dijo Harry poniéndose un poco colorado.
La clase de pociones tuvo una novedad importante. Cuando casi todos los alumnos habían entrado, Hermione apareció por la puerta. Se hizo un silencio sepulcral donde casi se oía la tensión entre las miradas de Harry, Ron, Draco y Hermione. Sirius le dio la bienvenida de nuevo a sus clases con una sonrisa.
Draco estaba hecho un mar de confusiones. Por un lado, sabía que debía odiarla por haberle utilizado, pero por otra parte, él aún la quería y verla de nuevo allí le hizo pensar que a lo mejor la chica habría recapacitado sobre lo que había hecho. Después de todo, ella misma le admitió que aunque todo hubiera sido una farsa, al final había conseguido tomarle cariño. Le resultaba imposible pensar que Hermione había estado actuando todo el tiempo, más aún cuando recordaba todos los momentos íntimos que habían compartido. Algo muy en el fondo de su dolido corazón le decía que por muy buena actriz que fuera Hermione, había cosas que habían pasado entre ellos que no tendrían que haber pasado si sólo se trataba de engañarle. Recordaba los besos, las miradas enamoradas, los abrazos y las caricias... y el día que ella se entregó a él, todos esos momentos cuidadosamente planeados bajo la imprudencia del amor. Podría decir que un teatro así habría sido más propio de él que de ella, pero ni siquiera él habría sido capaz de mentir en aquellos momentos.
Los castillos en el aire que Draco estaba formando en su mente cayeron estrepitosamente cuando Sirius anunció a Hermione que tomara asiento junto a Goyle, el sitio que ocupaba Pansy Parkinson mientras estuvo en clase, el único asiento vacío que había aparte del que había a su lado. Una Hermione imaginaria que le devolvía una sonrisa cómplice a su lado se desvaneció cuando la chica avanzó sin mirarle hasta la mesa de Goyle.
Pero Draco no era el único que estaba absorto con la vuelta de Hermione. Harry miraba con los ojos entrecerrados a Sirius y a Hermione, un poco celoso. Por lo que había averiguado, Sirius y Hermione mantenían una estrecha relación de confidencias al margen de él, y aquello no le gustaba nada, menos aún que Sirius no le contara nada de lo que Hermione le decía. Estaba completamente seguro de que Hermione había ido a llenarle la cabeza de mentiras a Sirius y lo que más le reconcomía era que Sirius la consideraba tan inocente como para no sospechar de que ella estuviera utilizándole para alguno de sus trabajos a dos bandas, que tanto parecían gustarle.
Aquella tarde, Harry tenía que ir a que Sirius le firmara una autorización para salir el fin de semana para asistir a la boda. No le comentó nada sobre Hermione, y como él suponía, Sirius tampoco le habló nada sobre ella. El encuentro fue un tanto frío, salvo la excepción de que Sirius estaba un poco reacio a firmarle la autorización alegando que no era prudente que saliera de Hogwarts después del ataque de los dementores y el ataque de Cho. Harry argumentó que el padre de Ron iría a recogerlos además de que asistirían a la boda numerosos miembros del ministerio, que aquello sería tan seguro como Hogwarts.
Aquella tarde también, Parvati estaba en la sala común, nerviosa porque iría a entregarle la autorización de sus padres a la profesora McGonagall y sabía que aquel sería el momento idóneo para hacerle su propuesta.
- ¿Aún no se lo has contado a Charlie?- dijo Lavender amenazadoramente, Parvati negó con la cabeza.- Me vas a obligar a que traiga una lechuza de la lechucería y espere a que le escribas la carta. ¿Te parece bonito ocultárselo por más tiempo?
- Ya lo sé, Lavender, pero es que contar algo así por carta... es tan frío...- se excusó Parvati.
- Ah, vale, y quieres decírselo en persona el día de la boda, así robarle el protagonismo a los que se casan y de paso que a Charlie le de un ataque de histeria por si la boda es muy aburrida ¿no?- dijo Lavender en tono irónico.- Perdona que te diga, pero admite que estás evitando el problema hasta última hora.
- Sí, vale ¿y qué?- dijo Parvati, levantándose de golpe.- Ya quisiera verte en mi situación.
Parvati salió con paso decidido hacia el despacho de McGonagall, sintiéndose furiosa con su amiga por presionarle. Lavender había conseguido ponerla de mal humor. Entró en el despacho y le entregó la autorización sin apenas hablar. Ni siquiera pensó en hacerle la propuesta a la profesora, porque en aquellos instantes lo único que tenía en la cabeza era la cara de su amiga regañándole y ella pensando en cómo habría reaccionado Lavender si todo lo que le había pasado a ella, le hubiera caído de repente a Lavender, como un jarro de agua fría.
El sábado por la mañana, Arthur Weasley fue a Hogwarts a recogerlos, pero no iba solo, con él también iba Charlie. Parvati se moría de los nervios y habría tomado un filtro de paz si no fuera porque no estaba segura de los efectos secundarios que le podrían causar. En cuanto se reunieron todos en el vestíbulo, Parvati se quedó paralizada al ver allí a Charlie. No esperaba verle hasta llegar a la boda y aún contaba con el trayecto en el tren para pensar un discurso de última hora.
La mayoría se habían enterado de que iban a salir aquel fin de semana, y Draco no iba a ser menos. Haciéndose el distraído se las ingenió para pasar cerca del vestíbulo y así ver a Hermione, que seguro estaría deslumbrante, pero se llevó una gran sorpresa al no verla allí.
Charlie esperaba sonriente a que Parvati se acercara, pero viendo que la chica parecía haber visto un fantasma, fue él quien se acercó aprovechando que su padre conversaba con los demás.
- ¿No tenías ganas de verme?- dijo Charlie bromeando.
Parvati, con las lágrimas saltadas se abrazó a él y se besaron.
-Tengo algo que contarte.- dijo Charlie.
-Yo... también.- dijo Parvati.
De camino a la estación de Hogsmeade, tanto Ron como Charlie presentaron a su padre a sus novias, y Arthur se quedó un poco confundido, tratando de aprenderse quien era quien para no meter la pata.
Parvati agradecía en aquellos momentos que los hombres fueran tan poco observadores, porque Charlie ni siquiera parecía haberse dado cuenta de que había engordado un poquito.
-El otro día recibí una carta.- empezó a contar Charlie y Parvati le miró con los ojos desorbitados.
"Esta Lavender...¡¡¿será capaz de haberle escrito a Charlie a mis espaldas!"
-Tranquila, no es nada malo.- dijo Charlie al ver la reacción de su novia, que se quedó más tranquila con la aclaración- Como te decía, recibí una carta de Dumbledore donde me pedía que viniera a sustituir a la profesora Chang lo que queda de curso.
-No me lo puedo creer.- dijo Parvati con la boca abierta.
-Pero había algo extraño en la carta, decía algo así como que me ofrecían el puesto porque seguramente me gustaría estar aquí en estos momentos de gran responsabilidad.- dijo Charlie con cara extrañada.- ¿Sabes tu algo? La verdad es que no veo que dar clase de vuelo a los de primero sea más responsabilidad que cuando estuve al cargo de los dragones.
Parvati tragó saliva. Tres, dos, uno... La cuenta atrás había acabado. Ahora o nunca.
-Se refería a que vas a ser papá.- dijo Parvati intentando poner carita inocente.
-¿¡Cómo que voy a ser...? ¡¿Qué!.- dijo Charlie quedándose allí parado, en medio del camino, blanco como la pared, esperando haber oído mal.
-Eso, que vamos a ser padres, Charlie.- dijo Parvati poniendo una mano sobre su tripita.
Charlie estaba tan en estado de shock que se habría caído de no ser porque los músculos estaban tan agarrotados que no le permitían moverse.
-Tiene su explicación...- dijo Parvati.
-No necesito una clase de biología ahora, ya se como ocurrió.- dijo Charlie.
-No, fue culpa del talismán, era un talismán de la fertilidad que...- empezó a explicar Parvati, pero Charlie no parecía interesado en lo que estaba contando.
-¿Es que no pensabas decírmelo? Ahora mismo lo que más me duele de todo es que no me lo hayas contado ¿Pensabas que no iba a enterarme?¿Acaso quieres tener el niño tu sola?- alcanzó a decir Charlie, que tenía tantas preguntas y reproches que hacer que parecía querer decirlo todo a la vez.
-Verás...no es un niño.
Charlie tomó aire y se llevó la mano al pecho, como si fuera a darle un infarto. Si no era un niño...¿¡Qué demonios era?¿Alguna criatura extraña producto de la magia negra o que?
-Son dos, son gemelos.- dijo Parvati apesadumbrada, sabiendo que con aquello acababa de darle a Charlie el golpe de gracia.
Sin importarle si se manchaba la túnica de gala, Charlie se sentó en el suelo. No podía creerse lo que estaba escuchando. Más adelante el resto del grupo se dio cuenta de que Parvati y Charlie se habían quedado rezagados y decidieron esperarles, y todos, a excepción de Arthur, se miraban nerviosos sabiendo lo que estaba ocurriendo unos metros más atrás.
Cuando la taquicardia de Charlie se había normalizado y creía que era capaz de levantarse sin caerse redondo al suelo, volvieron a emprender el camino, pero sin decirse nada. Lo único que Parvati oía era a Charlie resoplar fuertemente por la nariz y mirarla de reojo, reprendiéndola sin palabras. El trayecto en el tren fue igual, sin mirarse, sentados separados por Ginny y Neville. Arthur comentaba despreocupadamente con Harry y Ron el caso de una cabina de teléfonos que abducía a los muggles y que le había tenido mucho tiempo ocupado en el trabajo, pero dándose cuenta de que algo raro estaba pasando con Charlie y Parvati.
Una vez que llegaron a Londres, fueron a una terminal de trasladores que les dejó muy cerca de La madriguera. Dada la ocasión y lo elegantes que estaban todos no era buena idea utilizar la red Flu.
En un prado, cerca de la casa, había instaladas numerosas mesas y un pequeño altar cubierto con enredaderas y flores. Se veía mucha gente por allí, invitados que ya habían llegado desde España, de donde era la novia de Bill.
Otra vez, Parvati y Charlie discutiendo, se habían quedado rezagados del grupo, que ya habían llegado a la carpa.
-Pensé que te haría ilusión.- dijo Parvati intentando no llorar para no estropearse el maquillaje.
-Y me hace ilusión, Parvati. No es que lo esperara, pero ya que ha ocurrido, pues... lo asumo, lo que me parece mal es que si Dumbledore llega a ser más explícito en su carta, me habría enterado de una forma muy poco...
-Es que contártelo por carta me parecía muy frío, entiéndelo, habría sido muy impersonal, como si quisiera colocarte el problema y salir corriendo.- dijo Parvati.
Charlie sonrió y la tomó de la mano, a Parvati se le alegró un poco la expresión.
-El curso que viene estaremos los cuatro en Rumania, una pequeña familia ¿no?- dijo Charlie limpiando una lágrima a Parvati.- Uy, el maquillaje.
-Tranquilo, soy una experta en arreglar estas cosas con magia.- dijo Parvati mostrando su reluciente sonrisa.
" Bill me matará por esto" pensó Charlie, que se arrodilló en el suelo sacando una pequeña cajita de su túnica.
-Parvati, ¿Quieres casarte conmigo?- dijo Charlie cogiéndola de la mano y abriendo la caja de las alianzas de Bill y María.
-Oh, Charlie.- dijo Parvati, cuyo maquillaje quedó totalmente estropeado por las lágrimas de felicidad.- Claro que sí.
Charlie le colocó la alianza en el dedo y ella se la colocó a él, y los dos se besaron abrazados.
-¿Qué ha sido eso?- preguntó Charlie separándose de Parvati, que sonreía.
-Se han movido ¿los has notado?
-Ah, claro.
Volvieron a guardar las alianzas en su caja, había sido algo provisional y simbólico hasta que a Charlie le diera tiempo a comprar unos anillos de compromiso.
-¿Para cuando la boda?- dijo Charlie mientras caminaban a encontrarse con el resto.
-Pues...- Parvati contaba mentalmente.- Para este verano estaría bien, porque sino voy a estar muy gorda. Los bebés nacerán en Diciembre.
-¿El 3 de Agosto te parece bien? Lo digo para ir avisando ya a mis padres.- dijo Charlie.
-Vale, el tres de Agosto.- dijo Parvati, que ya iba haciéndose esquemas imaginarios sobre cómo iba a ser su vestido de novia.
En medio del alboroto de los invitados, la señora Weasley iba de un lado para otro, colocando histéricamente cualquier centro floral que estuviera sólo unos milímetros fuera de su gusto. En cuanto vio llegar a Arthur y los demás, salió corriendo hacia ellos.
-Oh, Ginny, estás guapísima.- dijo Molly dándole una vuelta a su hija para ver lo bien que le quedaba su vestido.- ¿Qué tal Neville?¿Cómo está tu abuela?
-Supongo que bien.- contestó Neville.
-Ay, Harry, qué alto y que guapo estás.- dijo Molly, no sin mirar alrededor como buscando algo.- ¿Y Hermione?
-Esto...Hermione no ha podido venir, está enferma.- contestó Harry lo primero que le vino a la cabeza.
Pero la señora Weasley tenía aquel día demasiadas preocupaciones como para que la ausencia de Hermione se borrara al instante de su mente. En seguida se fue directa hacia Ron, abrazándole tan fuerte, que el pobre estaba rojo por falta de oxígeno.
-Mi Ronnie... Así que esta es tu novia ¿no?- dijo Molly saludando a Padma que estaba bastante cortada.
-Sí, mamá, ella es Padma.- presentó Ron.
En ese momento llegaron Charlie y Parvati. Molly miraba alternativamente a Padma y Parvati algo sorprendida intentando memorizar " la del vestido verde es la novia de Charlie y la del vestido celeste, la de Ron"
-Bueno mamá, esta es Parvati, mi futura esposa.- anunció Charlie ante la mirada atónita de todos.- Nos casamos el 3 de Agosto.
Aquella noticia les había cogido tan de sorpresa como a los propios implicados y Padma miraba a su hermana con el entrecejo algo fruncido pensando en que algo así debía haberlo consultado primero con su familia.
-Pero hijo...¿no es un poco precipitado? Quiero decir... esta chica querrá estudiar, no se...- dijo Molly que por poco si se cae del susto.
-Claro que estudiará, vendrá a Rumania a estudiar dragones.- especificó Charlie.
-¡Dragones! Querida, ¿estás segura de eso? Alguien tan delicada como tu en un trabajo tan duro...- dijo la señora Weasley mirando compasivamente a Parvati, sin dejar de pensar que su hijo había lavado el cerebro a aquella pobre niña.
-Y eso no es todo... vais a ser abuelos, nada más y nada menos que de gemelos.- dijo Charlie, como quien anuncia la traca final.
A Arthur no le dio tiempo a darle la enhorabuena a su hijo por ser todo un Weasley, porque tuvo que conjurar una silla para que Molly no cayera al suelo del susto. Ginny abanicaba a su madre intentando que volviera en si cuando llegaron Fred y George.
-¿Qué pasó? ¿Ya encontró mamá los bombones desmayo que escondimos entre los aperitivos?- bromeó Fred, siendo reprendido por un codazo de su novia.
-¡¡¿Cómo que bombones desmayo!- saltó Molly con voz chillona, como un resorte al escuchar aquel horror.- ¡¡¿Donde los habéis metido!
-Era una broma, mamá, sabíamos que así volverías a recuperar el conocimiento.- aclaró George.
-Más os vale...- dijo Molly cogiendo el abanico de Ginny y abanicándose muy fuerte.
-Mira, Marian, éste es Harry, nuestro patrocinador.- dijo George a su novia.
Los gemelos presentaron a sus novias a Harry. Marian, era la novia de George y Anghy la novia de Fred, y entablaron una amena conversación entre ellos.
-¿Y dices que no quieres ser auror?- dijo Marian muy sorprendida.- En realidad no es tan difícil si estudias mucho, con suerte acabaré este año.
-Creo que ya he tenido suficientes experiencias con magos tenebrosos.- dijo Harry con un poco de pena.
-La verdad es que ahora está todo un poco calmado en ese aspecto pero...
Harry abrió mucho los ojos, esperando a que aquella chica se le escapara algo de lo que estaba seguro que todos le ocultaban.
-Vamos a darle un poco de charla a Bill, se le ve tan nervioso...- dijo George llevándose de allí a Marian y dejando a Harry un poco frustrado.
-¿Tu también estudias para auror?- preguntó a Anghy.
-No, yo trabajo en San Mungo, soy sanadora.- explicó Anghy.
Ron parecía haber olvidado que su futura cuñada era sanadora porque en cuanto la oyó, fue hacia allí corriendo a acribillarla a preguntas.
-Bueno, ¿y Percy?- preguntó Harry.
-Allí está, de relaciones públicas.- dijo Fred señalando con cara de aburrimiento a un grupo de hombres que parecían ser del ministerio. Penélope Clearwater parecía tan aburrida como la conversación que Percy mantenía con aquellos hombres.
Bueno, me hace gracia lo de Parvati y Charlie, no puedo remediarlo jejeje, aunque a mucha gente le caiga mal Parvati, pero como es una pareja que me he inventado yo pues me divierte mucho.
Lo del juego del principio, no sé si lo conoceréis pero es un juego que jugaba yo de pequeña con mis amigas (vaya chorrada, porque nunca salía lo mismo dos veces jejeje)
Contesto los reviews en el siguiente que es un capítulo muy cortito.
