Capítulo 3:
El libro de hechicería peruano- Son escritos de mis antepasados, con las fórmulas de los antiguos hechiceros de mi pueblo natal, son dos tomos, uno de magia y espiritismo y otro de pociones y hechizos – respondió Mariana orgullosa y mostrando el librito, el cual tenía un hechizo empequeñecedor para poderlo llevar a todas partes – y son muy buenos, antes de venir aquí, hicimos algo loco
- ¿Qué cosa?
- Nos fuimos a una mansión embrujada y la exorcizamos… tuvimos que enviar a los espíritus al lado que pertenecieran, luz ú oscuridad, porque ya a la mansión no podían entrar, la sellamos…
- Me interesa tu libro… - respondió Nicolle, fijando su mirada en Itkar – por si hay que resolver algún problema…
- Bueno, eso del exorcismo estuvo de locos – intervino Matilde que había estado bien calladita.
- ¿Por qué lo dices?
- No es tan fácil, es horrendo, a media sesión, el piso se abrió y si lo que vimos no fue el fuego del infierno, creo que era un volcán o algo así…
- ¡Guau! – Suspiró Elektra - ¡continúa Matilde!
- Eran unas llamas enormes e insoportables, y si te podías asomar, veías miles de manos alzarse, como pidiendo ayuda…
- ¡Las almas atormentadas!
- ¡Pero estuvo de lujo! – dijo Natalia - ¡sobre todo cuando Natalie estuvo a punto de caerse!
- ¡No fue eso! – chilló - ¡Es que sentía que me llamaban!
- Sí bueno, una cosa es que estés camino al infierno y otra muy distinta que busques un atajo… hermanita…
- Jajajajaja
- ¡Eso es peligroso! ¡les prohíbo que vuelvan a hacer algo así!
- ¡No pasó nada! – dijo Líe – estoy bien…
- ¿Y si te hubieras caído?
- Hubiéramos utilizado el libro para traerla de vuelta… aunque es magia avanzada ¡creo que lo hubiéramos logrado!
- Además – dijo Matilde – Mariana sabe muy bien como hacer esos hechizos, siempre los practica con su bisabuela…
- ¿Está viva aún?
- No, está muerta…
- UUUUUHHHH… es que Mariana – dijo Alkyon – "ve gente muerta"
- UUUUUUHHH – dijo Elektra - ¡ya no fumen de eso!
- Jajajajajaa…
- Mientras ellas se divertían, en Ravenclaw sucedía algo similar, con el trío formado por Tamara, Karla y Terry.
- ¿Qué dices niño?
- Solo unas bromas para Potter Karla… aunque mi madre se haya merecido lo que le hicieron, creo que me gustaría un poco de… venganza
- ¡De lujo! No es que me caiga mal, pero unas bromillas por ahí, nos vendrían bien ¿Qué tienes pensado?
- Copié algunos hechizos del libro de Mariana…
- ¿El de sus antepasados?
- Sí
- ¿No es magia negra?
- Sí… ¿por? ¿Tienes miedo?
- Naaaaa ¡que te pasa Terry, estás hablando con Karla Beckingtoff! La reina de…
- ¿Los condenados?
- Esa es Akasha y no me cambies la conversación ¿Cuándo empiezas la broma?
- Hoy en la noche hago el conjuro… como me separaron de Darren y Brandon, pues ya no me ayudaran…
- ¡Ese Brandon es un lindo! – suspiró Tamara, quien aunque simpatizaba con Harry, una broma era una broma
- No te confíes – dijo Terry – una cosa es que parezca una noble ovejita… pero tiene su lado oscuro, no me explico cómo es que lo enviaron a Hufflepuff…
- Tal vez por el lado de su madre – dijo Karla
- Podría ser…
- ¿Quién es su madre?
- ¡Es un secreto! – Sonrió Karla – solo te diré… ¿alguna vez te contaron sobre Hades? Secuestró a la ninfa de la primavera, porque no quería estar solo…
- Algo…
- Bueno, si te haces amiga de Brandon y el nos permite, te contaremos su historia…
- ¿No me las pueden contar?
- El muy ingrato nos puso un hechizo a todos mientras dormíamos, si decimos algo de su familia… no nos la vamos a acabar…
- ¡Que mal! – suspiró Tamara, mirando a lo lejos a Brandon, que conversaba con Susan Bones.
Pero no esperaron mucho, casi al atardecer, Terry se había quedado con Karla y Tamara en el salón de defensa, cuando el chico sacó unos pergaminos muy enrollados que tenía en sus túnicas.
- ¿Son los hechizos?
- Sí…
- ¡Huy, que miedo!
- ¿Cuál usarás en su contra?
- Uno tranquilo… que no lo dañe demasiado… es más, uno divertido… que no entiendo porque está en un libro de magia negra… "El hechizo encantador"
- ¿De qué se trata?
- Pues aquí dice que es para que las chicas te sigan…
- ¡Momento, momento! Si quieres jugarle una broma a Harry ¿Por qué un hechizo en el cual las mujeres lo sigan?
-Bueno, no es que solo unas dos o tres, si no todas… aquí explica: "aquella persona que tenga el hechizo, será perseguido por cuanta mujer se le cruce en el camino, y las cuales, querrán tener más de él, que un saludo, así que se desatará un caos, por quien lo consiga antes"
- Eso es peligroso… ¡Y yo no quiero que me pase eso! – protestó Karla
- Hay protección – dijo el chico – para ustedes y que no sufran "Harritis aguda"
- ¿Cuál?
- La flor de la protección, deberán portarla en su cabello, para protegerse de caer ante el hechizo y luchar por él…
- ¿Eso es todo del hechizo?
- Había más, pero no hablo ni español, ni quechua, así que escribí lo que pude… ¿lo hacemos?
- Pues sí… ¿y la flor?
- En herbología vi unas, cuando hagamos el hechizo vamos por unas…
Terry, Tamy y Karla, comenzaron a hacer el hechizo, pero estaban tan concentrados en un punto luminoso que formaban sus varitas, que no se dieron cuenta que en el techo, se formaba el verdadero hechizo, el rostro de una mujer se formaba de humo, era aterrador y cruel.
- ¡No funciona! – dijo Tamara al agotar sus fuerzas
- Tal vez las palabras eran otras… y lo tradujiste mal
- Podría ser pero… ¡de todas maneras vamos por las flores!
- Me parece bien, aunque no creo que la lucecita esa que apareció sea de peligro – suspiró Karla y los tres salieron sin ver al techo.
La nube del techo con
rostro de mujer, sonrió
malignamente: "Soy el
hechizo encantador, y de mi cuenta corre que el gran señor,
que es Potter, tenga a todas las chicas a sus pies, y que sean
capaces de matar por obtener su amor"
Y acto seguido desapareció, en busca de Harry.
El resto de las chicas se encontraban en el gran salón, revisando sus horarios, Darren conversaba con el monstruo de dos cabezas Líe y Lía, Matilde y Mariana hacían algunos hechizos de práctica, Itkar se acercaba peligrosamente a Hermione, pues Pansy ya había caído bajo sus influjos, todo por salvar a su ama, de la furia de las dos chicas... según el.
Nikolle e Isis comían algunos bocadillos, cuando sintieron algo extraño en el ambiente y se miraron unas a otras, y voltearon a ver a Bren, quien en ese momento había echo amistad con Sam, Alkyon también lo había olido y miraba a todas partes
- ¿Sientes eso Nikky?
- Huelo a rosas - dijo la chica - acabo de comenzar a oler rosas...
- Esto no me gusta... ¡Hey chicas!
- ¿Que pasa?
- ¿No sienten ese olor?
Todas comenzaron a aspirar y lo sintieron, el aroma a rosas era cada vez mas intenso.
- ¡Rosas!
- Esto se parece a un hechizo de tu libro, Mariana - dijo Matilde.
- Creo que sí... pero... no hemos echo ninguno, es más, ya los guardé.
-¡Hey, que hay! - entró de pronto Terry, con una sonrisa pícara, y tras él, Tamara y Karla, las chicas traían una pequeña flor en el cabello y brillaba mucho. (Debo mencionar que el hechizo no hace efecto en los chicos, a menos que sea "rarito".)
- ¿Porque esas caras? - pregunto Karla
- ¿No sienten el olor?
- No - dijo la chica aspirando el aire - ¿cual?
- El olor a Rosas...
- ¿Porque ambas cargan esas florcitas ridículas? - preguntó Natalie
- Eh... ¡por protección! - dijo Tamara
- ¡Ajá! - brincó Mariana - ¡ya sé que es!
- ¿Que cosa?
- ¡Un hechizo encantador! ¡TÚ! - señaló a Terry - ¡Ustedes!
-¿Que, que?
- ¡Hicieron el hechizo! ¿En contra de quién, eh?
- ¿Hechizo encantador?
- ¡Chicas, hay que protegernos!
- ¿Porque? -chilló Natalia
- ¡Pronto! - se quitó varias de sus muchas pulseras que traía - ¡Pónganse una yá!
- ¿Porque? ¡No combinan con mi ropa! - se quejó Alkyon
- ¡Bien, son protectoras y si no te la pones, con mucho gusto te veremos correr detrás del chico al que le hayan echo el maleficio! - protestó Mariana
- ¡De lujo! - sonrieron las mellizas poniéndose la pulsera.
- ¡Espero que no haya sido a Draquis! - gruñó Isis
- Este... - Terry miró a Karla y Tamara y suspiró -Potter...
-¿Que?
- Fue a Potter...
- ¡Oh, no! - gimió Nikky y miró a Itkar, quien había visto pasar el hechizo a través de las paredes y solo se limitó a sonreír.
De pronto escucharon un griterío fuera del gran salón, y un grupo de niñas entraba escandalosamente.
- ¿Saben donde está Potter? - Preguntó Nikky a una de ellas
- ¿Quien? - preguntó Elektra, quien entraba en ese momento y las chicas brincaron, ella no tenía protección.
- ¡Harry Potter!
- ¿Para que lo quieren? - preguntaron mirándose unas a otras
- ¿Donde está, dónde está? - gimió Nikky preocupada
Fue en ese momento, que un humo de color rosa, comenzó a introducirse y a rodear a todas las chicas, pero como las nuevas y Tamy traían protectores, el hechizo no les hizo nada, solo era molesto el intenso olor a rosas.
Pero a Elektra no habían alcanzado a darle ninguna protección y sin embargo, el humo tampoco le hizo efecto, pero a las otras chicas sí, que de pronto, de sonrisas dulces y alegres, pasaron a terribles y ansiosas.
- ¡Harry! ¡Harry! ¿Donde está Harry? ¡Mi amor!
- ¿Que te pasa? - gruñó otra chica agresivamente - ¡Potter es mío!
- ¡Mentira! ¡Yo lo amo, es mío! - intervino otra mas
- ¡No dejaré que me lo quiten, arpías! - peleó otra
- ¡Tengo que ir por mi amor! -dijo una de ellas y quiso salir del gran salón.
- ¡Petríficus total! - chilló otra y la chica quedó paralizada.
- ¡AAAAAH, NOOOOO, HARRYYYYYY!
- ¿Que has echo Terry? - gruñó Nikky
- Nada - sonrió el chico - ¡solo me divierto!
- ¡Tenemos que ver la masacre! - brincaron las mellizas y cuidándose de que no las hechizaran ese grupo de chicas que se comenzaban a atacar, salieron del lugar.
- ¡Vamos, vamos!
- ¿Utilizaron un hechizo inca? - se acercaron Darren, Bren y Sam.
- supongo - sonrió - solo quería desquitar un poco lo que le hizo a mi madre...
- ¡No me digas! - exclamó Darren
- Deberías hacer lo mismo Snape...
- ¡Si claro! ¡Odio declarado a Potter por los Snape! jajaja, no, creo que por el momento no me apetece fastidiarlo.
- ¡Como quieras! ¿Que opinas Brandon?
- Que cuando Potter se entere... no te la vas a acabar - sonrió - miren, les presento a Sam, de Slytherin, lo conozco desde pequeños.
- AAAAAH - gritaron un grupo de chicas que pasaban alocadas por el pasillo, aventándose hechizos, los niños solo se miraron divertidos...
- ¡Quiero ver la cara de Potter!
- ¡De lujo!
Los pasillos eran un
caos, chicas hechizadas, heridas, algunas mas se jalaban de los
cabellos, Cho Chang ya había encantado a muchas y peleaba con
Marietta, una más, en él piso, le mordía el pié
a otra, en fin, Darren, Terry, Bren y Sam sonreían ante el
espectáculo, porque lo que eran los otros chicos, estaban
asustados y no sabían que hacer.
Pero las curiosas
protegidas por las pulseras de Mariana, tenían que esquivar
algunos hechizos, porque si bien, las protegía en contra del
hechizo encantador, no así en contra de los hechizos de las
chicas locas.
- ¡Itkar! ¿En donde diablos estás? - gruñía Nikky por los pasillos
- ¿Llamaste mi ama?
- ¡Deja por un momento a esas chicas! - espetó - ¡que cuando les diga que no eres humano, no será agradable!
- Ama... ellas están bajo la influencia del hechizo y han corrido a los brazos de Potter...
- ¡Quiero que lo protejas! – exigió
- ¿Que?
- ¡Quiero que lo protejas de esas mujeres!
- Como quieras ama - dijo de mala gana y desapareció
- ¡Espera Itkar! ¿Donde está Harry ahora?
No respondió
- ¡Itkar, Itkar! ¡Maldita sea, desgraciado sirviente de pacotilla, nada mas que me fastidies te quemo con todo y anuario!
- ¿Que pasa Nicolle? ¿Estás hechizada? - preguntó Alkyon divertida
- ¡Nada que! solo quiero proteger a Harry
- ¡Vamos a buscarle!
- ¿Y Harry? muy despreocupado, con Ron, en su práctica de vuelo de quidditch, hasta que el clima no les permitió seguir volando.
- ¡Suficiente! - dijo Ron - ¡se me entumen las manos!
- ¡Bien! - y ambos bajaron al césped
- ¡Uf, sudé demasiado!
- ¡Necesitamos un baño! - y entraron a los vestidores - ¿Que me dices de las chicas que entraron?
- Ellas... preciosas, todas, ni a cual irle... sobre todo las que quedaron en nuestra casa...
- ¿Piensas tirarle la onda a alguna?
- Aún no lo sé... digo, lo de Gin, fue reciente...
- ¡Esa mi hermana! Primero loca por ti y ahora te hace eso, no me parece justo.
- ¡Así son las cosas! - se alzó de hombros
- ¡Me voy a dar una ducha! - dijo Harry y se metió a las regaderas
- ¡Yo iré por mi escoba, la dejé en el césped! - brinco Ron y salió de ahí, dejando a harry... solito. Muy quitado de la pena, Harry se quitó el uniforme... pus total, taba solito, se puso su toallita y se metió a donde las regaderas, sin toalla y como Dios lo trajo al mundo comenzó a ducharse...
Sin imaginas que unos pares de ojos lo observaban, desde unas rendijas, maléficos, ansiosos, espumosos, crueles y dispuesto a todo...
- ¡HARRYYYYY! - de pronto la puerta se abrió de un golpe y el chico casi se resbala del piso
- ¿Que pasa?
- ¡HARRYYYYY... mi amorsh! - era Pansy con una mirada de lujuria y extraviada.
- ¿Parkinson? ¡Que demonios haces aquí, sal, vete ahora! - gritó poniéndose la toalla alrededor de la cintura tapándose sus cosillas.
- ¡Te amo Harry, y eres mío, solo mío, Oh, eres tan, tan guapo!
- ¿Estás borracha Parkinson?
- ¡Harry, mi
amor! - de pronto entró Hermione, despeinada, desarreglada y
maltratada
¿¿¿?
- ¡Harry, eres el amor de mi vida, Draco es basura junto a ti, por eso lo dejé!
- ¿Que estás diciendo Hermy? ¿Que está pasando? ¿Es una broma?
- ¡Ay Harry! - corrió Hermy hacia el y lo abrazó ante la mirada de furia de Pansy - ¡Ay Harry, pero que buen cuerpecito! - chilló la castaña, pasando sus manos sobre su espalda y Harry hacía todo lo posible por quitársela de encima.
- ¡Ya déjame Hermione! ¿Que te pasa? - y se alejó de ella
- ¡Déjalo Granger, que es mío! – y fue que Pansy lo abrazó también y Harry casi la patea, pero solo la empujó y salió de las regaderas
- ¡Amor mío!
- ¡Harry, mi amorsh!
Itkar en forma
invisible, veía todo muerto de risa, aun no pensaba mover un
dedo.
Pero hubiera sido preferible, quedarse adentro de las
regaderas con Pansy y Hermione... afuera, un grupo muy nutrido de
chicas desde primero a séptimo, lo esperaban con ojos
lascivos, lujuriosos y casi, casi, babeando... si ya saben, ojos de
caricatura japonesa.
Y Harry, el pobrecito, con una miserable
toallita, cubriendo de la cintura pa'bajo. Y lo que mas le llamó
la atención, era que todas estaban arañadas,
despeinadas, sucias, como si se hubieran revolcado... y pues, si,
todas tenían señas de lucha.
- ¡Harry! - se adelanto una - ¡te amo!
- ¡No lo toque es mío! - la jaló otra
- ¡Óyeme tú, perdida, ese hombre es mío! - gruñó otra
- ¡Es Mío!
- ¡No, es mío!
- ¡MIo, mío, mío!
Y Harry se horrorizó cuando la multitud de niñas se abalanzaba sobre él y se peleaban entre sí y los hechizos comenzaban a llover, Harry, en lo único que pensó fue en salir huyendo, así que semi-desnudo, solo con su toalla, descalzo y a medio bañar, puso pies en polvorosa, o sea, patitas pa que te quiero... ¡se echó a correr de los vestidores!
Y con la multitud que lo seguía, atrás, y otras más que se encontraba en el camino.
- ¿Que pasaaaaaaaaa? ¡auxilioooooooo!- comenzó a pedir ayuda el pobre chico, pero Ron no había podido regresar, porque dos chicas lo había hechizado a propósito y yacía desmayado en el césped.
- ¡Harryyyyyyyyyyyyyyyyy! ¡Mi amoooooooooooooooor!
- ¡Regresaaaaaaa aaaaaaaa miiiiiiiiiiii!
- ¡TEEEE AMOOOOOO!
- ¡Eres el amor de mi vidaaaaaaaaaaaaa!
- ¡Ven papacito preciosoooooooooooooo!
- ¡Mi vida santaaaaaaaaaaaa!
Y como si fuera un juego de fútbol americano y Harry el que llevara la pelota en las manos, de pronto, al entrar a Hogwarts, un grupo de chicas, entre ellas Cho y Ginny se le echaron encima, haciéndole bolita.
- ¡Harry!
- ¡Te amo!
- ¡Eres mío!
- ¡No, es mío!
- ¡Mira perrucha, es mío!
- ¡No pend... es mío!
Y comenzaron a
agarrarse de la greña sobre el pobre chico que lo único
que alcanzaba a hacer era jalarse la toalla, porque ya se andaban
descubriendo sus encantos.
¡Eso si está perrón!
- pensaba Itkar y solo levantó su mano, para que las chicas
sobre Harry, fueran empujadas lejos de él... pero seguían
peleando.
Harry no se detuvo a pensar que había pasado, el siguió corriendo a la sala común, para según él, estar a salvo, pero algunos de sus amigos que de pronto, quisieron salvarlo, fueron atacados por las chicas, hasta el profesor Snape, sufrió un hechizo desmaius.
- ¡Guay, ese es Potter! - dijeron las mellizas ocultas, cuando lo vieron pasar.
- ¡Tiene buena pierna Lía!
- ¡Y buen trasero Líe!
- ¡Que buen show está dando Potter! - reían Tamara y Karla, escondidas en un salón.
- Hasta el momento, nadie ha tratado de quitar el hechizo – dijo Tamy
- No creo que sea tan simple – sonrió Karla
- ¡Mira Isis! ¡ Que sensual se ve Potter con esa toalla!
- jajajaja, mi hermano estará feliz de verlo así, desesperado...
- ¡Auxilioooooooooo! - gritaba Harry por los pasillos, esquivando a las chicas, algunos hechizos y con muchas otras corriendo tras él.
- ¡Corre Potter, corre! - gritaban Terry, Darren, Bren y Sam, muertos de risa desde las escaleras.
- ¡Sí se puede, sí se puede!
- ¡Corre, corre, corre!
- Jajajajaja
Harry ya tenía las plantas de los pies muy lastimados, ý seguía huyendo, pensando en subir a su casa, pero cuando vio arriba, otro grupo de chicas lo esperaba, con sonrisas distorsionadas y lúgubres.
- ¡Ven aquí papito!
- ¡harry, mi amor!
- ¡Te amo!
- ¡No huyas, no te haré daño!
- ¡Harryyyyyyyyyyy!
- ¡No puede ser! - gimió el chico cansado y optó por otro atajo, pero las chicas lo seguían y era casi imposible escapar, de último, un grupo de chicas lo interceptaron y una de ellas le arrancó la toalla... dejándolo ahora así... en cueros (o sea, sin nadita que lo cubriera)
