Capítulo 4:
Harry... bajo las circunstancias...
- ¡Harryyyyyyyyyyyy!
- ¡No! - chilló el chico, no encontrando como taparse adelante y atrás.
- Cuando de pronto, al pegarse a una pared, sumamente angustiado, unas manos lo jalaron y sellaron el lugar, Harry espantado miró a la chica, pensando que lo atacaría y el... el... ¡estaba des nudo e indefenso!
- Tranquilo, no te haré nada - era Nicolle
- ¿Segura?
- Estoy protegida
contra el hechizo - y como estaban a oscuras, la chica prendió
unas velas.
¡flama!
Y cuando se hizo la luz...cuando se iluminó... Nicolle ahogó un grito y se tapó los ojos... ella no se había dado cuenta que Harry andaba... sin nada...¡Lo siento, lo siento! - dijo Harry tapándose...mj... ... eso - ¡Es que me empezaron a seguir desde las duchas, no alcancé a vestirme y luego... luego... me quitaron la toalla.
- ¡Lo sé, lo sé! - dijo Nikky tratando de no ver y buscando algo, asta que decidió jalar una cortina y la arrancó.
- Gracias - dijo el chico cuando Nicolle se la pasó, sin ver.
- ¡Antes que te resfríes! - y fue a encender la chimenea que había, pues el salón era húmedo y frío.
- ¿Será que no entren?
- Está sellada... esperaremos aquí hasta que quiten el hechizo.
- ¿Es un hechizo?
- Eh... sí...
- ¿Quién lo puso?
- Bueno... - lo pensó un momento, Terry era uno de sus mejores amigos...
- ¿Lo sabes?
- Esto... yo...pues...
- ¡Harryyyyy! - de pronto el silencio se interrumpió por un grupo de chicas que pasaban corriendo y gritando en los pasillos, buscándolo y Nicolle suspiró, era emocionante tener a Harry ahí, a solas, sin interrupciones... y sin ropa – ¿Te duelen tus pies? – preguntó mirando las ampollas que le habían salido
- Un poco...
- ¡Creo que tengo algo en mi bolsa! - y sacó algunas pomadas.
- ¿Que son?
- Ungüentos para las heridas, te pueden ayudar - y muy acomedidamente, tomó el pie de Harry, un tanto sucio por cierto, pero ella, le puso la pomada, quitando lo lastimado al instante.
- Gracias - sonrió el chico agradecido.
- ¡Hola! - se apareció de pronto Itkar, en la puerta
- ¿Como entraste?
- Eh...
- Itkar... ¿serias tan amable de ir por ropa para harry? - gruñó Nikky con la mirada furiosa
- ¡La traje! - y la puso en la repisa
- Gracias... ya hablaremos tu y yo...
- ¡entonces me voy!
- Itkar...
- Sí am... Nicolle...
- Deshazte del hechizo...
- Lo intentaré - dijo el espíritu y en un descuido de Harry, desapareció de nuevo.¿Donde está Itkar?
- Se fue - dijo Nikky
- ¿Tan rápido?
- ¡Así es él! - sonrió nerviosamente - eh... entonces vístete ¿quieres?
- En tanto, en el césped, Elektra corría a toda prisa a levantar al pelirrojo, el cual estaba mas que noqueado con cinco hechizos encima.
- ¡Ronald!
- Gggggggggggg
- ¡Ronnie, despierta corazón! - decía Elektra
- Ggggggggggg (eso significa que Ron no reaccionaba)
- ¡Pobrecito mío! ¿Que te hicieron esas arpías? - y se sentó junto a el, en el césped y lo abrazó - ¡despierta papichi!
- ¿oooooooooooon toy? - gruñó Ron ante el zarandeo de la chica.
- ¡Ronnie!
- ¿Que me paso?
- ¡Te atacaron! ¿Estás bien, te duele algo?
- Mi cuerpecito – murmuró
- ¡Ay papichi, yo me quedo junto a tí, velando tu dolor! - suspiró Elektra...
- ¡Auch, me duele todo! - dijo el chico y la abrazó por la cintura (bueno, entons ni tan grave)
- ¡Pobrecito de ti! - y ella le acariciaba el cabello rojo fuego que tanto le encantaba del chico.
Harry se había terminado de vestir, mientras que Nikky hacia (lo juro) todo lo posible por no voltear a verle (¡¡La decencia ante todo… ajá), pero el chico estaba aún desconcertado por lo sucedido ¿Qué le estaba pasando a todas las chicas que ahora querían con el? ¿Y porque Nicolle actuaba de manera normal, sin querer lanzarse a sus brazos y besuquearlo?... bueno, de eso pedía su limosna la chica, pero como dije, hay que darse a desear un poco, además, era su salvadora.
Afuera el caos seguía, desde el barandal, Terry veía su desastre con cierto recelo, Darren se preguntaba cómo se pararía el desastre, Bren comía unos dulces, mientras que Sam se reía con Malfoy de lo que sucedía, las chicas aún seguían hechizándose y las mellizas Lie y Lia, como que ya se andaban hartando.
- ¡Hay que parar esto! – dijo Alkyon cansada de esquivar y de poner barreras para evitar los hechizos que les rozaban su bien peinado cabello.
- ¡Que lo detenga el que lo hizo! – protestó Isis que se acercaba casi aterrizando cerca de las chicas, pues algunos hechizos pasaban por sus pies.
- ¡A ver, Terry, ya que eres tan gracioso! – dijo Mariana acercándose a ellos
- ¿Qué?
- ¡Quiero que deshagas este hechizo ahora! – gruñó la chica
- ¡Mariana, yo me estoy divirtiendo!
- ¡Si, como no… escúchame Snape, si no te deshaces del hechizo utilizaré un hechizo reductor!
- Jajaja – rió Matilde con ganas - ¿reducirás su gran cabezota?
- No es su cabeza lo que pienso reducir… Matilde… ¿captas Snape? O tu orgullo quedará empequeñecido…
- UUUUUUUUUUUUUYYYYY – murmuraron los chicos
- ¡Órale Terry, haz algo o serás un eunuco!
- Jajajajaja
- Chistositos – gruñó el chico sacando su varita mágica
- ¡Un momento! – intervino Alkyon - ¡Tamara, Karla, ustedes también ayudaron! ¿No es así?
- ¡Ayúdenle a quitar el hechizo a Snape!
- Ta bueno – dijo Tamara, quien no pudo evitar lanzarle unos ojitos campiranos a Bren, quien sonreía ante el show.
- Karla sacó su varita y junto con Tamy y Terry dijeron el hechizo para terminarlo.
- ¡Finite incantatem!
- Pasaron algunos segundos, los tres chicos se miraron divertidos
- ¡Oh, Oh!
- ¿Qué significa ese: Oh, oh? – preguntó Mariana viendo que todo seguía igual
- ¿Oh, oh digo yo? – quiso ser divertido Terry, pero la mirada asesina de Mariana le indicó que no era momento de bromas
- No funcionó – dijo Tamy con cara de "yo no fui" – ni modos…
- ¿Qué podemos hacer?
- ¡No lo puedo creer! – Suspiró Mariana - ¿Así que no se saben el contra hechizo?
- Pos… no…
- ¿No tienen ni idea?
- Pues… no…
- ¿Y ahora que piensan hacer?
- Bueno… Harry es el chico mas deseado del mundo – dijo Terry como quien no quiere - ¿Qué mas puede pedir?
- ¡Hay que quitar ese hechizo ahora! – gritó Alkyon
- ¡Lo intentaré con otro! – dijo Terry alzando su varita
- ¡No vayas a hacer alguna babosada! – advirtió Natalie
- ¡Y hazlo pronto antes que esas chicas comiencen a atacarnos! – gruñó Natalia
- Mj… mj… veamos… ¿Cómo va ese hechizo?
- ¿Qué va hacer ese? – pensaba Itkar a lo lejos, como siempre, sin hacer caso a las órdenes de Nicolle y dejando que el hechizo prosperara.
- ¿Tú no ayudas? – dijo de pronto alguien a sus espaldas e Itkar casi pega un grito… (Milagro)
- ¡Oye! – gruñó, era Luna
- ¿Y tú no estás peleando por Potter?
- No…
- ¿Y eso?
- No lo sé – dijo Luna mirando de pies a cabeza a Itkar, reconociendo que el tipo era buen mozo.
Pero Itkar reconoció una pulsera que Luna cargaba en su muñeca izquierda.
- ¡Cargas una pulsera protectora! Que lista
- ¿Pulsera protectora?
- Esa – la señaló
- No sabía que fuera protectora. La encontré en un viaje que hice a Irlanda con mi padre – dijo la chica sin dejar de mirar fijamente al chico.
- ¡Deja de verme así! – protestó incómodo
- Eres guapo – dijo la chica quitándose la maraña de pelo de la cara
- Sí… ya lo se (uy, y encima de todo, presumido)
- Y raro – dijo Luna sin inmutarse - ¿sabes que pienso?
- ¿Qué, que piensas, eh?
- Que no eres humano…
Itkar le lanzó una mirada a Luna de asombro ¿Cómo una humana podía ser tan intuitiva?
- Pareces humano – dijo Luna tocándole un brazo – pero sé que no lo eres…
- Estás loca – dijo Itkar alejándose de ella
- Sí, todos dicen eso…
- Aléjate de mí – dijo el chico con cierto… ¿temor? ¿Itkar teniéndole miedo a Luna? Más miedo debería tenerle a su dueña…
- Te estaré vigilando – dijo Luna muy alto, mientras suspiraba cuando el chico dio la vuelta y se hizo invisible.
- ¡Vieja loca!
En tanto, el joven Snape preparaba su gran hechizo…
- ¡Hechizo terminado! – y nada
- BUUUUUUU…. No sirve, no sirve, no sirve – corearon Lie y Lia
- ¡Cállense arpías! No me dejan concentrarse
- ¿No quieres llamar a papito, Terry? Tal vez el pueda – se mofó de el, Matilde.
- Jijijijiji
- Ok… trataré otro hechizo… ¡Yo solo puedo!
- ¡No sirve, no sirve, no sirve! – seguían burlándose el resto.
- ¡Trasladar hechizo! – dijo Terry y de pronto, el humo rosa se concentró
- ¿Hechizo traslador? – gruñó Alkyon
- Oh…no…
- ¡Bueno, si no lo quito, lo traslado! – dijo Terry convencido, pero Darren y Bren, vieron con horror, que el humo se acercaba peligrosamente a ellos.
- ¡Terry, eres un idiota! – gruñó Darren
- ¡Lo que menos quiero es que un grupo de locas, corra tras de mí! – chilló Bren
- ¿Qué les pasa? – preguntó Draco y…
- Terry, Darren y Bren, se escabulleron del humo, que de pronto envolvió a Malfoy…
- ¡NOOOO, Cuidado nene! – gritó Alkyon, demasiado tarde, el hechizo se revertió hacia Malfoy.
- ¿Qué pasa? – preguntaba Draco confundido, cuando el olor a rosas cambió a jazmines y las miradas de las chicas, cambiaron hacia Draco.
- ¡Draco! – Suspiró Millicent - ¡amor de mi vida!
- ¡Draco, eres la luz de mis ojos!
Y todas las chicas, sucias, despeinadas, hipnotizadas, comenzaron a concentrarse en Draco.
- ¡Te amo Draco Malfoy!
- ¡Siempre me han gustado los rubios! – suspiraba Hanna Abbott
- ¡Te he amado en silencio! – gruñía Ginny
- ¡Ven a mis brazos rubio mío! – dijo por ahí, Lavender
- ¡Oh, no! ¿Qué hicieron? – gimió Draco al ver que todas se acercaban peligrosamente, y el otro grupo, se alejaba.
- ¡No, mi hermanito no! – Chilló Isis - ¡Te voy a matar Terry!
- ¡Y yo te ayudo! – gruñó Alkyon
- ¡Mira lo que hiciste Terry!
- ¡Oh! Y ahora ¿Quién demonios podrá ayudarnos?
Itkar, que por fin, había vuelto, se volvió hacia el humo, vio que Draco era ahora el que salía huyendo y lo único que hizo fue… ¿chasquear los dedos? Y el hechizo se deshizo… cuando las chicas reaccionaron, no daban crédito a lo que había pasado, y se horrorizaron al verse despeinadas, sucias, con las túnicas rasgadas y todas corrieron a sus casas espantadas.
- ¿Qué paso?
- ¿Quién terminó el hechizo?
- Yo no fui – dijo Terry
- Obvio, eres un bueno para nada…
En tanto, en el campo de quidditch, Elektra trataba de levantar a Ron, sin lograrlo, cuando alguien más se acercó.
- ¿Te ayudo?
Elektra alzó los ojos y se toparon con unos ojos azules celestes y una sonrisa encantadora.
- Pesa mucho – dijo la chica y se puso de pie, era Joel Dewsen, chico de intercambio hacia unos meses y se había quedado en Gryffindor.
- Te vi jugar hace unos días – dijo Joel acomodándose el pelo rubio largo en una coleta – eres increíble como Cazadora
- Eh… gracias… hago lo mejor que puedo…
- Aunque tu y Potter siempre se andan peleando…
- Bueno… no tiene cerebro – dijo Elektra sin importarle que Joel se llevara bien con Harry.
El chico se limitó a reír
- ¿Qué pasa?
- Me parece que en realidad Harry no te cae tan mal y solo finges…
- ¡No me digas! – sonrió Elektra coquetamente, olvidándose del pelirrojo y concentrándose en Joel y que no se había percatado cuan guapo era.
- Bueno… yo creo que tú eres… linda…
- Ah… gracias – respondió ruborizada
- Y me extraña que no hayas caído bajo ese influjo que les dio a las chicas de perseguir a Potter por todo el colegio… - pero me alegra, porque eso significa que no te interesa…
- ¡Claro que no!
- Entonces tal vez tú y yo… podríamos…
- ¿Qué?
- Ggggggggggg – volvió a chillar Ron
- ¡Maldita sea! – pensó Elektra, el chico era más inoportuno
- ¡Bien! Será mejor que lleve a Weasley a los vestidores, pues está atontado…
- Claro – dijo Elektra, pensando que definitivamente, Joel era un chico sumamente encantador y que… podría salir con el ¿Por qué no?
- ¡Bien, todo pasó! – salieron de su escondite, Darren y Bren, cuando Itkar se acercó a ellos.
- ¿Qué paso?
- Lo ignoramos, el hechizo se acabó…
Y Draco se salvó de ser engullido por un centenar de chicas… y Terry se salvó de ser asesinado por Isis y por Alkyon, por lo visto…
- ¡Que bien! – dijo Itkar, cuando las chicas se acercaron a ellos, pero cuando, el espíritu pasó al lado de Brandon o Bren, como quieran llamarle, éste que cargaba una pluma en el cuello, pequeña, atada a un cordón, que era blanca y brillante, de pronto se tornó negra y los ojos de Bren cambiaron de color.
- ¿Qué fue eso? – preguntó Mariana sorprendida
- ¿Qué de que? – preguntaron los chicos
- La pluma era blanca, ahora es negra… tus ojos cambiaron de color…
Tamara que estaba un poco alocada por Bren, no notaba esos cambios, ella pensaba que el chico simplemente era perfecto.
- No lo sé – dijo Bren – tal vez mis padres se están peleando y… cuando eso sucede, cambio… ya saben – y miró a Tamy que lo miraba ensoñadoramente. Ella no sabía nada.
- Pero fue cuando Itkar pasó – agregó Natalie
- Casualidad – gruñó Itkar, pensando que no debía estar junto a Bren, ya que el chico era así, cuando la presencia era positiva, la pluma de un verdadero ángel que tenía reducida en el cuello, era blanca y si la presencia era negativa, la pluma se volvía negra.
- ¡Pasa de nuevo!
- ¡Claro que no! – gruñó el espíritu y se alejó de los chicos, pero en el camino, Luna lo observaba fijamente.
- ¡Deja de verme así, me molestas! – gruñó
- No se me pega la gana – dijo la chica
- "¡Ya lo veremos cuando te lance un hechizo cegador!" – pensó Itkar, cruelmente.
Y la dueña de Itkar (Ausente en el foro actualmente) pues aún no dejaba salir a harry del salón, alegando que las peligrosas chicas estaban afuera, esperando a saltarle encima.
- Ya no escucho alboroto – decía Harry
- ¡Puede ser una trampa! Tal vez están esperando a que salgas… y no tienes tu varita mágica para defenderte…
- Si, la dejé en los vestidores con la prisa…
- ¡Pobrecito de ti! – dijo Nicolle acariciando su cabello y Harry se erizó como un gato, esas demostraciones de cariño no eran precisamente de una amiga.
- Estoy bien – trató de sonreír nerviosamente
-Yo creo, que estás un poco… asustado, pero no tengas miedo – y la atrevida chica, se lanzó con todo, digo, el salón solo, ellos solos, sin nadie que les estorbase, pues… Harry solo miró los ojos celestes de Nikky que se acercaban a el, y estaba petrificado, no podía decirle que no a esa chica que le había salvado de ser ultrajado por las Howgarianas, y poco a poco, los labios de Nicolle amenazaban con posarse sobre los de Harry cuando…
- ¡Am…Nicolle! – abrió Itkar la puerta con violencia
- ¡Me llevan los cien mil demonios! – pensó Nicolle tratando de sonreír y fingir ante Harry que estaba absorto y confundido ¡Nikky había estado a punto de besarlo! Y sin su permiso… - ¿Qué pasa… Itkar? (entre paréntesis: te voy a matar hijo de la chin…)
- El hechizo terminó – dijo de mala gana
- ¡Bien! – sonrió forzadamente la chica y echa una furia, tomó a Itkar por el brazo y se lo llevó a rastras, lejos de Harry
- ¡Suéltame ama!
- ¡Que suéltame ni que la jodida!
- ¡Que boquita!
- ¡Me voy a deshacer de ti, ahora, mira que estaba a punto de besar a Potter y tu lo arruinaste!
- ¿Y solo por eso me quieres destruir amita?
- ¡Amita la fregada! – si… Nicolle, estaba furiosa…
Y la chica sacó el anuario, reducido de su bolsillo, y en un toque de su varita, se hizo del tamaño normal.
- Ama… no bromees – dijo Itkar
- No estoy bromeando – y acercó el anuario a una antorcha que flameaba cerca de ella, a punto de que agarrara fuego, Itkar en un momento de desesperación de no querer regresar al inframundo, entre las almas perdidas, hizo lo imposible.
- ¡No ama, no lo hagas! – y el muy tonto, quiso tomar el anuario, olvidando que él no podía tocarlo, y uno de sus dedos que rozaron el diario, se tornó de pronto rojísimo, como una quemadura.
- ¡Auch! – se quejó el espíritu cuando sintió el terrible dolor.
- ¡Basta Nikky! –de pronto salió Mariana
- ¡Mariana!
- ¡Es suficiente! ¡Para que lo dejaste salir entonces!
- ¿Lo sabías?
- Claro que si ¿Qué otra cosa podría ser Itkar Leidna?
- ¡Me desobedeció!
- ¿No ves que le duele? – espetó Mariana
- ¡El no siente, no tiene corazón! – chilló Nicolle
Pero la verdad era que el dedito enrojecido de Itkar, le provocaba una sensación dolorosa profunda.
- ¡Pues no permito que lo destruyas! – Dijo Mariana y le quitó el anuario – al menos no mientras estemos aquí.
- ¡Pero Mariana!
- ¡Nada, ven, tú y yo tenemos que hablar seriamente sobre estos maleficios!
- ¡Oh, maldita sea! – dijo Itkar mientras sostenía su dedo, el dolor era insoportable y no podía utilizar sus poderes.
- ¿Te quemaste? – de pronto Luna apareció… parecía que perseguía al chico por doquier.
- Largo – chilló él, pero ya estaba a punto de que algunas lágrimas resbalaran por su mejilla… y ese sentimiento humano era imperdonable para él.
Pero ella tomó su mano e inspeccionó el dedo – no creo que el murtlap ayude para esta quemada…
- ¡Claro que no! – chilló el chico
Y Luna hizo algo… tan natural… chupó el dedo de Itkar (como cuando una se quema un dedo y de inmediato chupa la parte quemada) y el dolor desapareció, no así lo rojo, esa marca se le quedaría un tiempo.
Itkar no podía tocar el anuario, porque si lo hacía se podría quemar por completo y era algo curioso el maleficio que tenía encima el anuario, pues tenía un hechizo tan complejo que con simple fuego, se podía destruir.
Harry estaba en el comedor, aún atontado por lo sucedido, y el comedor parecía solo de hombres, pues solo chicos estaban cenando ya… claro que cuando las chicas coquetas y traviesas entraron estaban fascinadas.
- ¡Mira hermanita, bufette! – dijo Natalie
- ¡Sí, quiero dos ravenclaws, un slytherin y tres Gryffindor para llevar… ah, y un Hufflepuff de postre! – respondió Natalia emocionada
- ¿Estoy en el cielo? – Sonrió Matilde - ¡creo que he muerto!
- ¡Y nos tocan de diez a una! – dijo Karla
Tambien entraron Mariana y Nicolle nada sonrientes, habían tenido una fuerte discusión, sobre Itkar, Tamara entró con Isis y Alkyon, quien reparó en Draco, que también había tenido un pequeño susto cuando vió a todas esas chicas sobre él.
Elektra entró casi de último y Joel, le envió un saludo y sin percatarse, se fue a sentar junto a Harry.
- ¡Definitivamente es bella! – suspiró Joel
- ¿Quién? – pareció harry reaccionar
- Elektra…
- ¿Te parece bonita? Yo diría que es grosera, ordinaria y común – dijo de mal modo
- ¡Vamos Potter! – Dijo Joel - ¡Es la única chica que no está loca por ti y por eso lo dices!
- Elektra no me interesa, es mejor que te alejes de ella…
- ¿Por qué?
- Es mala…
- ¿Cómo lo sabes?
- ¡Lo sé y punto! No te conviene Joel, mejor búscate otra chica… hay muchas…
- Me gusta Elektra – dijo Joel mirando fríamente a Harry – si te cae mal, es tu problema, yo voy a conquistarla…
Isis consolaba a Draco, que bueno, siempre ha sido un poco melodramático, pero entre que consolaba al chico, le echaba un ojito coqueto a Sam, el cual, le echaba otros, pero el problema era que Sam, como que le tenía un poco de miedo a Draco y eso de enamorar a su hermana pues…
- ¿Entonces te asustaste mucho Draquis?
- ¡Claro que sí! ¡Todas esas chicas sobre mi!
- ¡Ay, pobrecito! – decía Isis mientras lo abrazaba, pero con los ojos verde-azul, clavados en Sam, quien ya estaba un poco nervioso, por el atrevimiento de la chica, quien era demasiado obvia, que hasta Draco se dio cuenta.
- ¿A quien miras, Isis?
- Pues…
- Y el chico volteó y Sam sonrió nerviosamente.
- ¡Olvídalo Isis, sobre mi cadáver!
- ¡AY! ¿Por qué tengo que matarte hermanito?
- ¡Con ninguno de mi casa! – Gruñó - ¡Los conozco, son manilargas y traicioneros!
- Ajá, por eso Granger te dejó – dijo Isis de mal genio, sin dejar de ver a Sam, quien estaba concentrado en su pudín.
- ¡No me digas eso Isis!
- Te lo mereces, que te mandara al diablo…ahora ¿Quién podría enamorarse de ti?
- Eh…
Pero Alkyon, escondida entre un frutero, le lanzaba miradas embobadas a Draco, pensaba que ese rubio la merecía y que haría perfecta pareja con ella.
- ¿A quien tanto miras, Denevi? – preguntó Lie como quien no quiere.
- ¡A nadie!
- ¿El rubio es nadie? – pregunto Lia con picardía.
Hermione que estaba cerca, se volvió y vio que los ojos de Alkyon daban con Draco y como que sintió celos.
- ¡Él no vale la pena! – dijo la castaña
- ¡No te pedí tu opinión!
- ¡Draco fue mi novio. Pero es un torpe bueno para nada y lo boté! – gruñó Hermy como dándose mucha importancia
- ¡Mira señorita sabelotodo! – dijo Nikky - ¡Si a Denevi le gusta Draco y le quiere dar un fajecito, tronarle sus huesitos o verlo en cueros, es su bronca! No te metas
- ¡Lo mismo digo!
- ¡Cierra tu bocaza!
- ¡No se me da la ga…!
Pero Nicolle andaba como agua pa chocolate y como respuesta, le estampó en el rostro a Hermione, un tazón de pudín.
- ¡OOOOOOOOOH! – hubo un murmullo
- ¡Me las vas a pagar! – chilló Hermione aventándole su plato de espaguetti, pero éste fue a dar al rostro de Mariana
- ¡Óyeme no! – espetó Mariana y le lanzó su plato, pero Hermy se agachó y el plato fue a dar al rostro de Harry
- ¡Basta! – gruñó Harry aventando su jugo que cayó en la cara de Elektra y…
- jajajajaja
- ¡Imbécil! – le lanzó un tazón de avena
- ¡Guerra de comida! – gritaron las mellizas y el desastre comenzó.
Los platos de comida comenzaron a volar por los aires desde la mesa de Gryffindor, Elektra, demasiado furiosa e incontenible, tomó una bandeja de pastelillos de crema y fueron a parar a la cabeza de Harry.
- ¡Te pasas Porter! – gruñó el chico
- ¡Tú empezaste niñito idiota!
- ¡La idiota eres tu Porter!
- ¡Soy tu espejo Potter!
-¡Proyectiles de albóndigas! – gritó Tamara desde su asiento y disparando con la cuchara, las albóndigas fueron a caer en un platón de sopa que había en medio de la mesa de Slytherin (si señor, atravesando la mesa de Gryffindor) y era la que estaba frente a Isis y Draco…
Isis puso un rostro seco cuando las verduras y algunos espaguetis volaron hasta su cabeza, echándole a perder su esmerado peinado
- ¡Hija de tu…!
- ¡Lo siento! – chilló Tamara
- ¡Ten esto traviesa! – gritó Isis molesta, ante la risotada de los demás y el rubor de Sam, aventándole un pay de piña, que tambien paso sobre la cabeza de los Gryffindor y fue a parar a la de Karla
- ¡aaaaaaaaaaayyyyyyyy! – gritó Karla cuando sintió la piña resbalando sobre su cabello.
- Venganza, venganza, venganza – gruñeron las chicas, cuando un trozo de pastel de chocolate fue a caer sobre el rostro de Darren.
- ¡NOOOO! – gritó el chico, sacudiéndose el pastel de la cara y yendo a caer sobre Terry que andaba cerca.
- ¡Te pasas Darren, odio el chocolate!
Itkar solo miraba como los postres y la comida pasaba sobre su cabeza de un lado a otro, y todos estaban batidos de ello, Elektra y Harry seguían enfrascados en su discusión.
- ¡Deja de fregarme Potter!
- ¡Tú empiezas Porter, no me extrañaría que tú hubieras puesto ese hechizo sobre mi!
- ¿Estás loco?
- ¡Sí, tienes razón, no creo que tengas demasiada inteligencia para hacerlo!
Elektra apretó los dientes y se le fue encima a Harry, lo tiró al piso asqueroso, comenzó a ahorcarlo, pero como no podía optó a hacer lo que las chicas, jalarle el cabello… y Harry tenía de sobra.
- ¡Sueltame loca!
- ¡No se me da la gana!
- ¡Dale duro Elektra, salva el orgullo femenino!
- ¡Suéltame Porter o me olvido que eres mujer!
- ¡Si me pegas es porque eres un maldito cobarde!
- ¡Mi madre! – Brincó Mariana cuando mas espagueti cayó en su cabeza - ¡Elektra, suelta a Harry!
- ¡NO! – y seguían forcejando, aparentemente, Elektra era débil, pero en ese momento, el coraje la hacían ser fuerte.
- ¡BASTA! – gritó de pronto el profesor Snape - -¡SUFICIENTE!
- ¡QUE VERGÜENZA JOVENES! – espetó la profesora Mcgonagall - ¡Todas las casas 50 puntos menos!
- ¡OOOOOOOOOOH!
- ¿Quién empezó este desastre?
Todos se miraron, aunque después de un segundo se concentraron en que Elektra y Harry seguian forcejando en el piso.
- Mj…mj… Elektra, amiga, hermana, cuatita, comadre, hija… ¿quieres terminar de asesinar a Harry? ya nos quitaron cincuenta puntos y el papá de Darren te está matando con la mirada y ni se diga de la otra profesora – dijo Matilde que estaba mas cerca.
- ¡Me las debes! – dijo Elektra y se puso de pié
- ¡Porter, tienes detención! – Dijo McGonagall - Y tú también Harry – lo señaló cuando un sucio, maltrecho y fregado Harry se puso de pie
- ¡No es justo!
- ¡Silencio Potter! – Gruñó Snape – es casi seguro que esto comenzó por tu culpa.
- ¡No es verdad! – Se quejó – Yo no fui…
- ¿Entonces quién empezó?
- ¡AAAAAHHH! – Se puso de pie Nicolle usando sus dotes de actriz - ¡Yo fui, yo fui, yo empecé, pero me insultó, me agredió, me azuzó… yo solo respondí… por mi honor y el de mi amigui Alkyon… que sufrió una agresión por su parte! – dijo bien teatrera.
- Eh… ¡Explíquese señorita Leidna! ¿A quien se refiere?
- Ella – señaló sin pudor a Hermy que estaba pálida y con jalea resbalando por su cara – ella me agredió – aguantó un sollozo fingido – y yo solo respondí…
- ¡Tenia que ser Granger! – gruñó Snape
- ¡No lo puedo creer Hermione!
- ¡Las cosas no fueron así! – espetó la castaña
- ¡Detención para las dos! – dijo McGonagall
- ¡Bien, así termino de deschongarte, Granger! – dijo Nicolle, amenazante.
- ¡Bien, bien, mucho me temo que con estas actitudes no nos queda mas remedio! – entró de pronto el director Dumbledore
- ¿Los expulsará señor director?
- OOOOOOOOH – gimieron los nuevos
- No precisamente… haré algo más cruel…
- ¿Qué cosa?
- Mandaré a llamar a sus padres a una junta…
Bren fue el primero en ponerse pálido… Itkar fue el segundo… y Severus Snape se volvió a ver a Darren, que ponía cara de santo.
- ¡Mi madre aún no sale del manicomio a donde Potter la envió! – se quejó Terry de modo gracioso
- Mj…Mj…
- ¡Vendrá su padre, le recuerdo que tiene uno, aunque no utilice su apellido, señor Umbridge!
- ¿Qué no ya salió de San Mungo, tu madre? – preguntó Terry a Darren
- Sigue en terapias… ¡¡¡ tengo una madre demente!
- Y cuanto la respetas – dijo Darren entre dientes
- ¿Y la tuya porque no viene?
- ¡Cierto! – y se puso Darren de pié - ¡Oye Padre! ¿vas a mandar a llamar a mi mamita? – preguntó y Snape masculló entre dientes.
- Por supuesto que vendrá tu madre – dijo el director – el profesor Snape dará las quejas a ella.
- ¡Uf… con las ganas que tiene de matarlo!
- ¿Por qué?
- Por su irresponsabilidad de padre – sonrió el chico y Hermy que lo volteó a ver, no pudo evitar el ver, que era muy atractivo.
- ¡Ay no! – Gruñó Mariana - ¡Mi madre es sanadora mental! y por cierto atendió a la madre de Terry… ¡Si viene querrá darnos terapias a todos!
- Tal vez quiera internarnos en la sala de enfermedades mentales de San Mungo – dijo Natalie
- Yo me pregunto porque dejo salir a su hija de ahí – sonrió Natalia
- Te lanzaré un hechizo esta noche – amenazó Mariana
- ¡No amiga, era broma! – dijo Lia nerviosa.
- ¡Mis padres, no! – Gruñía Brandon - ¿Y si vienen juntos? espero que mi padre no acepte venir… solo mi madre…
- ¿Por qué te quejas? – preguntó Ernie a Brandon
- ¡Por nada! –respondió el chico, pero la pluma de ángel de su cuello, parpadeaba alegremente y era blanca de nuevo.
Tamy que estaba fascinada con el chico, si le encantó la idea de conocer a sus padres y el secreto familiar.
Así que todos los chicos y las chicas tenían un grave problema, de solo pensar que sus papis llegarían a verlos y darían las quejas, Nikky no perdió el tiempo y se dirigió a Itkat con cara de ¿y que harás ahora?
- ¡Bien Itkar! ¿Me puedes decir que dirección le diste al director Dumbledore cuando te inscribiste como un humano cualquiera?
- Bueno…escucha amita… querida, linda, tierna y comprensiva…
- Ajá – brincó Nikky - ¿Y ahora que hiciste sirviente de pacotilla?
- ¡Nada, bueno, algo tenia que hacer para hacerlo mas creible!
- ¡Habla ya!
- Bueno mi ama, yo puse la dirección de unos amigos del norte…
- ¿Amigos? ¿Vivos o muertos?
- Como yo… pero son libres… no tienen que estar atado a ninguna maldición
- ¡Explícate!
- ¡No!
- ¡Itkar, te recuerdo que me debes obediencia!
Itkar iba a protestar cuando Harry se acercó a la chica, y al escuchar esto solo les lanzó una mirada sorpresiva, Nikky se volvió de inmediato y solo sonrió, mientras que Itkar hacia su huída graciosa.
Brando daba vueltas en el patio, de solo pensar que sus padres llegarían, se le revolvía el estómago y de solo pensar en la que se armaría cuando los vieran, peor, por eso rezaba porque su madre acudiera sola, aunque como digo, Tamara era la mas feliz de ver a sus suegritos, según ella,.
