Capítulo 2
Hasta que tu traición nos separe
«Eres tú? No te puedo ver.
Eres tú? No te puedo reconocer.
Mi mente es la que dice "ilusión"?
Mi Mente clama tu redención?
No, no es eso…
Es mi corazón, que rompiéndose…
Intenta comprender tu cruel traición»
"Cómo pudiste?"- Todas las personas que han sido traicionadas.
—Hermione…—la llamó una voz, para ella, ya conocida.
Abrió los ojos y giró la cabeza con pereza sobre su cómoda cama, sobre la cual se hallaba sentado en el borde, su novio: Víktor Krum.
—Buenos días—la saludó el búlgaro, sonriéndole y dándole un tierno beso—perdón por despertarte, pero ha llegado algo importante para ti…
—Y de qué se trata?—preguntó Hermione, intrigada, mientras se sentaba.
—Tienes correo—anunció su novio.
Hermione abrió los ojos más de lo normal.
—Yo? Correo?—preguntó, sorprendida, mientras recibía dos sobres de pergamino.
Estaba muy sorprendida, hacía mucho, pero mucho tiempo que no recibía carta alguna.
—Yo iré a dar una vuelta por el lago, vuelvo en un rato, hasta luego—dijo Viktor, levantándose y saliendo por la puerta de su pieza con paso desgarbado.
Hermione esperó a que saliera y abrió los sobres para leer sus cartas.
—Vaya…—murmuró al terminar de leer su correspondencia. Una de las cartas era de Hogwarts, su antigua escuela… en la que había vivido los mejores (aunque también otros muy dolorosos) momentos de su vida, y que anunciaba un baile de gala con alumnos antiguos del colegio.
La otra carta, para gran sorpresa suya, era de Neville. Él le escribía para decirle que necesitaba urgentemente hablar con ella y le ponía en la carta que se juntaran en el "Cabeza de Puerco", en Hogsmeade, en unos días más. Estaba contenta de recibir noticias de uno de sus antiguos compañeros, en especial de Neville, ya que nadie sabía que había sido de él al terminar el colegio, pero había algo raro en esa carta… algo que le causaba un mal presentimiento y algo de inquietud, pero no sabía porqué…
Sacudió su cabeza para centrarse en otras cosas y de repente se acordó de lo que había estado pensando la noche anterior… ella quería a Viktor, pero… todavía no podía olvidar completamente a… Debería seguir junto a su novio? Lo quería muchísimo y la había apoyado en un momento muy difícil de su vida, si… Tenía que olvidar a esa persona, no se merecía ni un segundo de ella, sobre todo por como la había tratado…
—No pienses en eso—se reprendió mentalmente, con angustia, no quería recordar…
¿Por qué todo era tan complicado? No lo sabía… pero estaba decidida. Olvidaría para siempre a Ron Weasley y dejaría paso a la persona que realmente la merecía.
A pesar de que Ron había sido la persona que más había querido en toda su vida…
Sin poder evitarlo, recordó lo que había ocurrido… Se habían peleado un año después de salir de Hogwarts, pero todavía, después de haber pasado ya siete largos años, no sabía porqué había ocurrido… No entendía, no comprendía que había pasado. Por qué sus amigos la habían herido de esa forma…
Odiada recordar ese momento…
FLASH BACK
Sacó su varita y abrió la puerta para entrar en el departamento en el que vivía junto a Ron y Harry, en el centro de Londres.
Estaba todo a oscuras, al parecer ni Ron ni Harry habían llegado del Ministerio, en donde estaban entrenando para llegar algún día a llegar a ser aurors.
Fue a la Biblioteca y ahí se dirigió al armario en donde había pociones de todo tipo, desde curativas hasta un frasco con veritaserum y poción multijugos. Buscó la etiqueta de «mareo y dolor de cabeza» y se la estaba tomando cuando apareció Ron en el umbral. Tenía una expresión extraña…
—Hola, Ron—lo saludó Hermione, yendo hacia él para darle un beso en la mejilla—me ayudarías a… hey! Qué haces! Me estás haciendo daño!
—A qué crees que juegas?—preguntó el joven con los ojos entrecerrados y tomándola con fuerza por los brazos, sacudiéndola—que mierda tienes en la cabeza!
—Qué te ocurre, ah!—Exclamó Hermione, consternada y sorprendida por lo que su amigo decía y estaba haciendo—suel… Suéltame! No te he hecho nada como para que tú me trates de esta manera!
Ron se rió fríamente.
—Y te parece poco todo lo que has dicho esta mañana?—Susurró Ron. Parecía escupir con dolor y odio cada palabra que decía.
—Pero que…? En la mañana estaba en otro lugar, tú sabes muy bien que yo estaba en…
—No mientas!—gritó Ron—No sigas mintiendo—, el pelirrojo bajó la cabeza y soltó a la chica, luego, cuando levantó la cabeza, Hermione vio que tenía los ojos llenos de lágrimas.
—Ron, por favor escúchame…—Hermione estaba desesperada ¿qué era lo que supuestamente le había dicho a Ron y que le había causado tanto daño como para que la tratara de esta forma?—…no sé de que me estás hablando, qué es lo que te dije para…?
—No te creo—dijo Ron, apartándose de ella—Có… cómo no me di cuenta de que tú sólo jugabas con nosotros? Te odio, Hermione Granger, TE ODIO! Y ahora vete, maldita sangre-sucia, perr…!
PAF!
—No te atrevas a insultarme—susurró en voz baja, Hermione. Tenía la respiración entrecortada al haberle dado una bofetada con todas sus fuerzas y las lágrimas resbalaban silenciosamente por sus mejillas.
Respiró profundamente y se irguió.
—Cómo te atreves a hacerme esto, Ron…—susurró la joven—, nunca pensé que diría esto, pero ahora te estoy odiando con toda-mi-alma—tomó su bolso y su túnica—. Jamás te perdonaré lo que me has hecho, jamás…
—Vete de aquí, Hermione—dijo Ron, de espaldas a ella—vete, vete de aquí… vete! Vete! VETE! VETE!
Hermione salió de ese departamento, al cual nunca más volvió a entrar, con los gritos de una de las personas que habían sido más importantes en su vida y a la que más había querido, resonando con fuerza en su cabeza.
FLASH END
Todavía podía escuchar esos gritos mientras veía como el sol brillaba en la campiña. A pesar de todo, no pudo evitar hacerse las mismas preguntas que tantas veces se había hecho en esos cinco años que ya habían pasado… porqué había ocurrido eso? Por qué Ron la había tratado así? Y… que había pasado… para que ocho años hubieran terminado ese día…
• • •
—Baile en Hogwarts!—exclamó Parvati, emocionada—túnicas de gala! Oh, oh Dios, Ron… VERÉ A LAVENDER!
Ron la miró casi con desgano.
—Yo no sé si quiera ir…—comenzó, pero su novia lo paró en seco.
—Tú irás. Oh, tenemos que ir a comprar las túnicas… por supuesto, tengo que ser la más elegante y la que más sobresalga…—comentó la chica algo preocupada—te parecería que fuéramos a Legucci a comprar…?
Ron se atragantó con el café.
—Leg-Legucci?—preguntó, tragando con dificultad—. Hey, Parvati… no tiene que ser necesariamente la tienda más cara de toda Italia, una de las sucursales de Madame Malkin estarán bien. Además, falta mucho para ese dichoso baile.
—Está bien—se resignó la chica—, bueno, me iré a dar un baño…
La chica de cabello claro fue hacia el cuarto de baño mientras Ron la observaba.
—Iré a dar una vuelta!—gritó, mientras salía por la puerta hacia la calle.
Miró la noche oscura y fría que se extendía a su alrededor. Ante él había algunos álamos y pinos, y el mar se escuchaba a lo lejos, mientras los niños jugaban en una plaza cercana y las familias pasaban algún momento agradable. Hacía mucho, muchísimo tiempo que no estaba solo, para pensar en tantas cosas…
Aunque pensar no le gustaba.
Y tampoco le agradaba el silencio abrumador que ahora sentía.
Respiró. Tal vez… tal vez no le gustaba ni el silencio ni el pensar porque cada vez que estaba en alguno de esos estados comenzaba a pensar justamente en las cosas o personas que quería borrar, sacar de su cabeza para siempre.
Por qué no podía sacar de sus pensamientos y recuerdos a Harry y Hermione? Sonrió amargamente al ocurrírsele una respuesta: prácticamente toda su vida la había vivido junto a ellos, y cómo podía olvidar una parte de su vida? No podía, simplemente no podía.
Lo peor de todo es que cada vez que se acordaba de ellos, no volvía a su cabeza ningún buen momento, sólo el último que habían vivido juntos…
Y el peor.
Todavía lo veía como si hubiera ocurrido sólo ayer.
FLASH BACK
No había podido ir al Ministerio luego de la horrible noche que había pasado, el odio y la ira todavía hervían dentro de él, pero a pesar de todo aún no podía creer todo lo que Hermione le había dicho la mañana anterior. No podía reponerse del daño que la única chica de la que se había enamorado le había hecho… le había dicho que él le daba asco, que sólo había aguantado ocho años junto a él porque quería estar con Harry, que a pesar de ser un idiota era famoso y millonario. Le había dicho que no aguantaba más tener que compartir con él y que lo único que quería era que estuviera lo más lejos de ella posible…
Como poder perdonar eso, como…
Sintió que alguien se acercaba, volteó para ver quien era y vio a Harry aparecer en la puerta.
—Todavía estás aquí?—preguntó Harry yendo hacia él. Ron se extrañó, su amigo parecía triste y enojado…
—Cómo que «todavía estás aquí»?—preguntó Ron con cautela—aquí vivo, lo recuerdas?
—Sólo recuerdo que quiero que ahora mismo te vallas de aquí—dijo Harry mirándolo con frialdad—,Y no vuelvas más!
Hizo un movimiento con su varita y al segundo siguiente aparecieron las maletas del chico pelirrojo, que se arrojaron con violencia sobre su dueño.
—Oye, qué estás haciendo?—exclamó Ron, enojado, mientras se levantaba del suelo con dificultad.
—Creo que ayer en la mañana eso quedó claro!—exclamó Harry—No era que me odiabas, que era un maldito embustero y que ojalá hubiera muerto junto a mis padres para no haberme visto nunca?
—De qué hablas?—preguntó Ron, no pudiendo contener una leve sonrisa de perplejidad, el jamás habría dicho algo así.
—No seas hipócrita, idiota!—gritó el muchacho de ojos verde esmeralda—Ándate, no quiero volver a ver tu horrible carota nunca-más-en-mi-vida!
—No me digas idiota!—gritó Ron a su vez.
—Pues yo te digo como me da la gana!—exclamó Harry.
—Oh, por supuesto, si eres Potter, no? El maravilloso mago que derrotó a Voldemort, no? NO ERES MÁS QUE UN ENGREÍDO!
—Y TÚ UN POBRE IMBÉCIL QUE NO TIENE EN DÓNDE CAERSE MUERTO!—gritó Harry con todas sus fuerzas mientras comenzaba a llorar por lo que estaba diciendo, por que a pesar de todo, lo que decía le dolía como si lo estuvieran quemando lentamente en carne viva.
Hubo un silencio en que los dos se miraron a los ojos, Harry pudo ver que Ron también estaba llorando.
—Qué… qué ocurrió?—preguntó Ron, dolido por lo que acababa de escuchar.
—Ocurrió que nuestra amistad se acabó, Ron, se acabó para siempre.
FLASH END
Así había sido la pelea que había concluido la amistad de él con Harry y Hermione, de esa manera fría, vil. De esa manera que hasta parecía estúpida y que había hecho que se fuera del país para olvidar todo lo ocurrido, pero que hasta el día de hoy todavía tenía grabado en la memoria.
Si… era mejor que enterrara esos recuerdos y dejara de hacerse preguntas…
Porque para ellas ya nunca encontraría respuestas…
Nunca.
• • •
—Qué Trelawney hizo una profecía?—preguntó Harry, extrañado.
—Si, dijo algo sobre que el mal moriría cuando el traidor pague su deuda, el amor se descubra y la amistad brille para siempre, o algo así…—murmuró Hagrid, sirviendo el té en las tazas que había puesto sobre la mesa—, pero, no sé Harry… no tenía cara de estar diciendo una profecía… no te vayas a preocupar, eh? Esa vieja loca lo está cada día más…
Harry sonrió.
—…Trelawney…—suspiró el joven con melancolía. Con gusto habría retrocedido en el tiempo para volver a estar en Hogwarts, aunque tuviera que volver a estar cerca de Trelawney, o Snape.
—Vas a aceptar el trabajo de Profesor de Defensa para el próximo año?—preguntó Hagrid, observándolo detenidamente por encima de su taza—Aunque te traería muchos recuerdos¿No? A pesar de eso sería bueno, me visitarías más seguido e incluso podrías ser jefe de la casa de Gryffindor, McGonagall dejará luego su puesto.
—No sé, Hagrid—contestó Harry, frunciendo el ceño—tendría que abandonar mi trabajo en el Ministerio…
—Pero sería bueno—comentó su amigo, suspirando— te traerían muchos recuerdos…—repitió.
—Son justamente esos momentos los que quisiera olvidar, Hagrid…
FLASH BACK
—Hermione…—dijo Harry, aliviado al ver a su amiga llegar—que bueno que llegaste, no sé que está ocurriendo pero…
—Aléjate de mí—susurró Hermione con violencia y fríamente al ver que Harry se acercaba para darle un abrazo.
Harry la miró preocupado.
—Pasa algo?—preguntó el chico.
Hermione soltó una risa, escéptica.
—Cómo que «pasa algo»?—preguntó la joven, atónita—me… me separaste de Ron, Harry. Me separaste de la persona que más quiero en el mundo, cosa que tu sabías, pasa que arruinaste mi vida, ESO PASA HARRY!
Harry la miró, confundido.
—Que yo te separé de…? De qué estás hablando Hermione?—preguntó Harry, extrañado.
—No te hagas el idiota, si? Me voy—anunció Hermione—, No puedo seguir conviviendo con alguien que hizo de su vida una mierda, desperdiciando y despreciando toda la amistad que te di y el sacrificio que… hizo tu madre al morir por ti…—la chica comenzó a sollozar mientras las lágrimas bañaban su rostro, le lastimaba tanto decir eso…
Harry la miró dolido, sin poder creer lo que su mejor amiga decía.
—Qué dices, Hermione?—preguntó débilmente, sin poder creer lo que había escuchado.
—Eso—dijo la chica con decisión mientras se secaba violentamente la cara con una manga de su túnica, no quería que la persona que le había hecho tanto daño le viera tan débil y vulnerable. Tomó su maleta—, arruinaste nuestra amistad, Harry, no te reconozco, no lo consigo… Adiós, adiós para siempre, Harry… Ojalá algún día pueda perdonarte… Adiós.
FLASH END
Esa había sido la última palabra que había escuchado de su amiga, de Hermione, cerrando y enterrando en recuerdos su antigua amistad. Una palabra corta, fría, cruel…
Un simple «ADIÓS»…
—No debes olvidar, Harry—dijo Hagrid, mirándolo seriamente—. No puedes olvidar, a pesar de toda la pena que causó todo esto. Y no creas que sólo para ti, también para otros como yo, por ejemplo, que siempre, a pesar de todo, los vi fuertes y unidos y que ahora los veo separados sólo por estupideces.
—Y de qué sirve que yo recuerde si ellos ya no me recuerdan a mí?
—No creo que sea verdad lo que me dices, sinceramente—dijo Hagrid, esbozando una sonrisa—, y pon atención: Ustedes tres son los mejores amigos, los más unidos, fuertes, incondicionales y buenos para meterse en problemas que he visto a lo largo de mi vida—Harry sintió algo en la garganta, algo muy parecido a lo que había sentido cuando Sirius había muerto y escuchó con lágrimas en los ojos lo que Hagrid le decía—. Y aunque digas que esa amistad fue toda una farsa, yo no me trago eso, Harry. Yo estoy seguro de que ustedes terminarán unidos, te lo aseguro, Harry, te lo aseguro…
• • •
—Vas a leer eso?—le preguntó Draco Malfoy a Ginny, mirando con desdén la revista «Corazón de Bruja» que la chica tenía entre las manos.
—Porqué, algún problema?—preguntó Ginny, fríamente. Todavía le daba vueltas en la cabeza el episodio del otro día, en el que su novio la había dejado plantada.
—No, por nada—refunfuñó en chico, callándose y dirigiendo miradas asesinas a la famosa revista.
La joven pelirroja comenzó a hojear la revista, riendo con todos los embrollos y triángulos amorosos que salían además de los incontables chismes, dio vuelta la última página y lo que vio fue como si le hubieran dado un golpe justo en el estómago: la dejó sin aire.
EL NUEVO ROMANCE DE HARRY POTTER
El chico Potter no ha tenido una vida amorosa muy comentada en su existencia, aunque ahora nos hemos enterado gracias a fuentes confiables que el poderoso mago y excelente ex-jugador de quidditch parece haber reencontrado el amor en una antigua novia del colegio Hogwarts que actualmente trabaja en el mismo lugar como profesora de Astronomía: Cho Chang.
Pero esta historia no comienza aquí, sino hace nueve años atrás, cuando estuvieron de novios durante un año en el 5ª curso de Potter. Aunque parece ser que el-niño-que-vivió no ha olvidado nunca a la bella joven que ojalá halla conquistado por fin el corazón del héroe del mundo mágico, dejando atrás algunas otras relaciones que, al parecer, no tuvieron tanta relevancia como esta.
—Cho?—exclamó débilmente Ginny, sentía que la cabeza le daba vueltas…
—Qué ocurre?—preguntó Draco, extrañado por la expresión de la cara de su novia.
—N-nada…—murmuró Ginny, apartando la revista del alcance del chico, no quería que su novio la viera y pensara que la noticia le había afectado, porque no era así, por supuesto que no. Sólo… ella sólo estaba sorprendida, si, eso…
—Hey, Ginny…—la llamó delicadamente Draco—voy a salir¿No te importa, verdad?
—No, ve, ve…—dijo Ginny, sonriéndole.
Draco Malfoy salió por la puerta, despidiéndose de ella con un gesto de la mano y un beso rápido en la mejilla.
Ginny Weasley miró la última página de la revista un momento y luego la dejó dentro del papelero. Se acomodó en su sillón favorito, dejando la cabeza descansar sobre sus rodillas, que había abrazado, cuando para sorpresa suya una lágrima cayó de sus ojos y se perdió entre las profundidades de su cabello.
DEJEN REVIEWS, PLEASE!
