Capítulo 8

Como pasa el tiempo… que de pronto son años

«Si no quiero, el tiempo vuela

Y cuando quiera, irá al ritmo de una lenta melodía.

Por qué tengo tanto miedo de él?

Será porque cada vez que parpadeo, al abrir los ojos

Él lo puede haber arruinado todo,

Y haberme quitado el tiempo

Qué con penas y alegrías vi pasar?»

"Divagaciones en la oscuridad"- Todos y el niño-que-vivió

—Aquí voy—susurró Hermione, con una voz casi inaudible. Ella y Viktor se habían aparecido en la estación de Hogsmeade, cerca de las verjas con los cerdos alados, y ahora caminaban a paso lento hacia Hogwarts.

Con cada paso que daba sobre los terrenos sentía algo muy reconfortante, era como volver a casa después de un viaje extremadamente largo. Estaba un poco nerviosa, ya que hoy vería a muchas personas que hace tiempo no veía… Se preguntaba que le diría a todos cuando le contaran lo que habían hecho durante todos esos años y le preguntaran que había echo ella…

Sonrió con tristeza, sabía que a todo el mundo sorprendería y también decepcionaría que la chica más inteligente de la promoción no hubiera hecho nada durante todo ese tiempo.

Observó el cielo con melancolía… estaba espléndido, las estrellas centelleaban con una intensidad inusual y Marte brillaba como nunca, destacándose en el firmamento.

Los jardines del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería estaban hermosísimos, el Lago brillaba tranquilo cerca de la cabaña de Hagrid, y el bosque prohibido ahora parecía encantado, los árboles eran los únicos que emitían algún sonido al rozarse las hojas por el viento suave que soplaba y la poca nieve que había sobre ellos les daba un aire de caramelo.

—Estás nerviosa?—preguntó Viktor, observándola con atención a través de sus cejas pobladas.

—Hoy veré a personas que quiero mucho y que no veía hace años—dijo Hermione a modo de respuesta.

—Tus amigos… el pelirrojo y Harry Potter estarán ahí—acotó el búlgaro, deteniéndose y mirándola a los ojos.

—No sé, Viktor—repuso Hermione, desviando su mirada—. Hace seis años que no hablo con ellos, no sé si van a venir o no.

—Pero tú quieres verlos.

Hermione se quedó parada, dándole la espalda.

—No lo sé, Viktor—murmuró, de repente sintiéndose muy cansada—sólo quiero divertirme…

Avanzó más rápidamente hacia las puertas de roble, y cuando entró observó la espléndida decoración.

Había enormes calabazas colgando del techo y unas enormes esculturas de hielo sólido se imponían en el hall de entrada. La escalera estaba espléndida, los pasamanos estaban adornados con muérdago y carámbanos perennes, mientras murciélagos revoloteaban por entre las lámparas con forma de araña.

Al parecer Hagrid se había esmerado especialmente para esta fiesta de Halloween.

De pronto se encontró de pie frente a las puertas del Gran Comedor y no pudo avanzar más.

Viktor fue hacia ella, con una media sonrisa, tomó su mano en señal de apoyo y los dos entraron juntos al Gran Hall.

• • •

—Es bueno estar aquí—dijo Parvati, sonriendo sinceramente a Ron.

—S-si—respondió con dificultad, el pelirrojo—buenísimo…

—No han llegado muchos—dijo Parvati, observando el espléndido comedor, alrededor sólo habían alumnos que en sus años de escuela habían estado en cursos más bajos que ellos—. Sabes? Por qué mejor no vamos a dar una vuelta por el castillo antes de que lleguen los demás?

Ron sólo pudo asentir, hace mucho tiempo no veía a Parvati así, tan… madura y sinceramente feliz.

Salieron hacia el hall y subieron por la escalera de mármol en un trayecto que los llevaba hacia la torre de Gryffindor. Él estaba como asustado… a cada parte que miraba recordaba algún momento que había vivido junto a sus amigos. En esa escalera le parecía ver a Harry y a él mismo sacando a Neville de un escalón-trampa, en ese pasillo podía observar como tres pares de pies sobresalían de la nada porque la capa de invisibilidad que les cubría ya se hacía pequeña para los tres, en esa aula miraba a una niña de pelo enmarañado diciéndole a un niño pelirrojo como se hacía el hechizo levitador…

Tantos recuerdos… tantos momentos… como podían ser tantos? Cómo podía recordar cada segundo vivido en el castillo que durante siete años había sido su hogar…

—Tengo muchas ganas de ver a la profesora Trelawney—decía Parvati, animada—. Cómo estará la profesora McGonagall? Trabajará Snape aquí todavía?…

Ron no la escuchaba en realidad.

—Por qué mejor no bajamos, creo que ya el baile debe haber empezado—la interrumpió Ron.

—Está bien—repuso Parvati—vamos.

Caminaron hacia las escaleras y llegaron al hall, iban hacia el Comedor, cuando Ron sintió un suave y casi imperceptible olor a canela…

Suspiró casi con resignación y entró junto a su novia al Gran Comedor.

• • •

—Te ves guapísimo—le dijo Cho por enésima vez.

—Cho, vas a hacer que me ruborice—dijo Harry, seriamente.

—Pero es que es verdad—dijo mirándolo inocentemente, mientras sonreía divertida.

—Cho Chang, tú también te ves guapísima, pero no lo ando repitiendo cada dos segundos—repuso Harry.

Cho llevaba una túnica simple y de color plateado, mientras que Harry llevaba una de color verde, que combinaba con el color de sus ojos, haciendo que resaltaran impresionantemente y el cabello lo llevaba desordenado… como siempre.

—Ya, bajemos antes de que ocupen todas las mesas—dijo Cho.

Bajaron por las escaleras y entraron al Gran Comedor que estaba abarrotado de personas, vio a Colin y lo saludó con la mano, para su sorpresa, iba con Luna.

Fueron hacia ellos y se sentaron en la misma mesa, ya que no quedaba ningún espacio libre.

—Pensé que no vendrías—le dijo Luna, sonriente. Miró a Cho y luego le dijo—: No sabía que todavía salías con ella.

—Volvimos hace un par de meses—respondió Harry en voz baja.

—Ah…

Súbitamente, el comedor quedó en silencio, Harry miró instintivamente a la mesa de profesores y vio que Dumbledore se había puesto de pie.

—Bienvenidos!—exclamó Albus Percibal Wulfric Brian Dumbledore desde lo alto, con los brazos extendidos, como si fuera un nuevo año de escuela—. Espero que les agrade este baile que hemos celebrado con motivo del séptimo año desde la desaparición de Lord Voldemort—la mayoría de las personas que habían se estremecieron al oír ese nombre, Harry sintió como las miradas se iban hacia él y se sintió algo incómodo—. Bueno, no los aburro más… ¡Qué comience el baile!

Ante todos apareció un escenario con guitarras eléctricas, bajos y una batería, hubo un ruido como de explosión y apareció Celestina Warbeck y unos músicos. De inmediato comenzó la música y salieron todos a la pista de baile.

—Quieres bailar?—le preguntó gritando Harry a Cho, tratando de hacerse escuchar por sobre el ruido atronador de las guitarras y la batería.

—Por supuesto!

Fueron hacia el centro de la pista, saludando a personas conocidas mientras pasaban. Harry vio mientras bailaba, a Dean Thomas bailando con Sally-Anne Perks y a Terry Boot con Morag.

La voz de Celestina era genial, luego de la primera canción comenzaron a tocar otra aún más rápida. A lo lejos, Dennis Creevey destrozaba la pista de baile con Laura Madley y vio a Blaise Zabine hacerle una seña de saludo (en séptimo curso él se había unido al ED y se habían hecho amigos), estaba en lo mejor, cuando…

—Oh, lo siento!—dijo Harry, mientras caía con dos personas más al suelo, estiró su mano derecha para ayudarlos a levantarse y cuando vio una cicatriz igual a la suya en el dedo índice de cada mano, levantó la mirado con miedo…

—Ron, Hermione…—, susurró.

FLASH BACK

Primer año al final de curso, tres niños de unos once años estaban en la sala común y conversaban seriamente.

Lo que harían era algo que habían decidido ese mismo día… nadie lo sabría… ese sería un secreto que jamás develarían.

—Esto lo haremos para que, pase lo que pase, siempre recordemos que somos los mejores amigos que nunca hayan existido, si?—dijo Hermione, seria.

—Por supuesto—dijo Ron de inmediato—y también para que nunca nos separemos.

—Esto que haremos será para demostrar a todo el mundo que somos inseparables—acotó Harry, sonriendo.

Se miraron entre ellos, sonrientes y sin siquiera ponerse de acuerdo, se levantaron al mismo tiempo y fueron hacia el mismo lugar: el lago.

Se sentaron en la orilla del lago, algo nerviosos, Hermione se sentó en medio de Ron y Harry, y éstos la miraron, expectantes.

—Bueno—comenzó la chica, ante las miradas de sus amigos—es muy simple, sólo nos tenemos que hacer un corte en el dedo índice de la mano derecha y juntar los tres dedos para mezclar la sangre de los tres y , luego, cada uno con su varita, va a repetir las palabras que les dije que se aprendieran, todo bien?—Hermione, miró a Harry y luego a Ron, ambos asintieron y el pelirrojo sacó una navaja del bolsillo de su túnica y se la pasó a Harry.

Harry se hizo un corte no muy grande, pero profundo, luego le pasó la navaja a Hermione, y ésta se la alcanzó al pelirrojo.

Con las manos temblorosas, los tres unieron las manos al centro del círculo que habían formado, sacaron sus varitas y repitieron las palabras que se habían aprendido:

Entre mil almas escogimos éstas…

Para unirlas…

Día tras día…

Vida tras vida…

El fuego consumirá la maldad…

El mundo nos querrá separar…

Más nuestra amistad durará…

¡POR LA ETERNIDAD!…

FLASH END

—Por la eternidad…—susurraron los tres al mismo tiempo.

BONUS:

—Ginny…—dijo Draco, mientras bailaban una canción lenta en los jardines.

—Qué pasa?—preguntó la chica, enderezando la cabeza y mirando a Draco.

El muchacho suspiró largamente, cerrando los ojos, parecía estar tomando una decisión.

—Tengo que hacerte una pregunta—dijo al fin, dejando de bailar.

Ginny lo miró sin comprender, y esperó, expectante.

—Tú…—comenzó el chico rubio platinado—yo quiero saber si tú… si tú me amas, Ginny.

La pelirroja quedó sorprendida por la pregunta.

—Pues claro—respondió Ginny—eres mi novio, lo recuerdas?

—Entonces dímelo—dijo Draco, algo más tranquilo—, dime que me amas.

Ginny se quedó de piedra.

—Porqué me dices eso?—preguntó extrañada—yo…

—Son sólo dos palabras—repuso Draco, con sencillez—no te costará decirlas…

—Yo… yo te…—Ginny quedó paralizada, eran dos palabras sencillas «te amo», pero… no podía decirlas…

—Yo… yo te quiero.

Draco Malfoy cerró los ojos y bajó la cabeza, Ginny lo miró, sintiéndose culpable. Se quedaron unos segundos en esa posición, hasta que de pronto Draco levantó la cabeza y se fue, dejando a Ginny sola en medio de los terrenos de Hogwarts.

Que pasará con el reencuentro de ese trío? Será todo como antes? Qué hará Ginny ahora que Malfoy se ha ido de su vida?

Leanlo en el próximo capítulo!

Besos y esperanzas para todos...

Morgan... huérfana! (sólo tengo a mi hermanito, Demian )