Disclaimer: Que ya sé que esto no es mío, por dios!

Lo siento! Sé ke siempre actualizo seguidito, pero es que tuve un par de problemitas y no pude hacerlo antes, en todo caso... no volverá a ocurrir, o eso espero, si?

Bueno... a mis reviewers les responderé en otro cap porque estoy muy ocupada y no me maten cuando lean el final...

AH! Y OIGAN! Dejen reviews, por favor si? lo ruego!1

Capítulo 13

Temores y caminos

«Si estuvieras aquí sería distinto?

Tendría felicidad y una esperanza mayor?

Ayúdame, estoy cansado,

Dame una mano para poder cargar el peso del mundo.

Dame una esperanza para seguir luchando,

Dame una luz para encontrar el camino.

Y tener fuerzas para matar…

Y no morir.

Tener fuerzas para aguantar…

Y ser feliz»

"Palabras al cielo"- Harry Potter

—GINNY! GINNY!

Su grito quebró el silencio.

—GINNY!

Cayó sordamente al suelo, quebrado de dolor y pena y rabia… una vez más había caído, una vez más Voldemort lo había burlado… y nuevamente había puesto en peligro mortal a una de las personas a quien más quería…

Sentía tanta impotencia por no poder hacer nada… si tan sólo tuviera una pista, si tan sólo supiera donde estaba… si tan sólo quedaran esperanzas en su corazón…

Pero no.

Su corazón perdía cada vez más la capacidad de soñar, de tener ilusiones…

Y lloró.

Lloró por todo lo que durante años no había llorado.

Lloró por haber vivido durante diez años con una familia que lo odiaba, lloró por nunca haber tenido a alguien cuando de pequeño despertaba asustado por una pesadilla, lloró por no haber recibido nunca un beso de las buenas noches de parte de sus padres, lloró por haber tenido que vivir solo momentos horribles como la pérdida de Sirius, encerrado y llorando en un cuarto oscuro, lloró por todas las muertes que había tenido que soportar y presenciar, las luchas y batallas que siendo un niño había tenido que enfrentar, las pérdidas de personas a quienes conocía y estimaba, lloró por las noches de insomnio que había vivido porque Voldemort se introducía en sus pensamientos, lloró por los siete años que había estado separado de sus amigos, lloró por haber perdido a Ginny, por haber perdido a Neville, por que su amistad con Ron estaba arruinada, lloró por haber caído una vez más en una trampa que sólo buscaba atrapar y robarle a otra de las personas a quien quería…

Lloró por todo lo que nunca había llorado.

Estaba tan cansado de vivir… estaba tan cansado de sufrir… Sus fuerzas se agotaban, pero aún así tenía que seguir luchando, aún así tenía que seguir, porque el mundo entero no podía pagar sus fallos, aunque muchas veces quisiera rendirse y descansar por fin, no podía…

Y ahora sus lágrimas se convirtieron en gritos desgarradores de injusticia, gritando, preguntándole al mundo porqué tenía que soportar todo eso si él nunca lo había querido ni pedido…

Si perdía a una persona más, él no lo podría soportar.

No podría…

De pronto sintió una mano en su hombro.

Era un gesto tan simple, tan humano… pero que en ese momento fue un rayo de luz en la oscuridad.

—No quiero más… no quiero sufrir más…—sollozó amargamente, de rodillas en el suelo.

—Yo tampoco, Harry, te juro que yo tampoco…—sollozó Ron, mirando a Harry a los ojos—. Te juro que nunca habría querido que todo esto pasara… te juro que nunca fui tan infeliz como todos los años en que no estuve contigo y Hermione, te juro que los extrañé tanto… me hicieron tanta, pero tanta falta… te juro que me di cuenta que no puedo vivir sin ustedes dos… no puedo…

Y, sin previo aviso, se estrecharon en un abrazo de auténtica y profunda amistad.

Fue un gesto cargado de sentimiento.

Un simple gesto que demostraba que hasta de lo más oscuro podía nacer una luz de esperanza.

• • •

Yo cierro mis ojos sólo por un momento

Y los momentos ya se han ido

Todos mis sueños pasan ante mis ojos

Que curioso…

Qué curioso…

Ahora, tranquilo, en una enfermería podía cerrar los ojos. Sin embargo no veía algo oscuro cuando los cerraba… veía cientos de imágenes amontonarse en su cabeza…

Pero al abrirlos se daba cuenta de que había pasado tanto tiempo desde que los había vivido… que no podía creer que hubiera vivido tanto…

El mundo estaba silencioso, no oía nada, ni siquiera el viento golpeando la ventana de ese lugar tan frío, ni siquiera la lluvia azotando al castillo… simplemente no oía, simplemente no quería oír nada, sólo pensar, sólo recordar…

Porque ahora quería estar en silencio para pensar, ahora quería estar en silencio para recordar, aunque no sabía si esos momentos lo hacían sentirse feliz… o triste.

Y pensar que durante años los guardó, pensar que durante años los encerró tratando de olvidarlos. Pensar que estaba perdiendo a una de las personas a quien más había querido en toda su vida. Su vida que no era larga… sólo tenía veinticinco años… pero parecía que hubiera vivido muchos más… por lo intensa que había sido, había vivido diez años en cada uno de los que habían pasado en ella.

Y casi todos junto a una de las personas que estaba frente a él.

Persona que podría perder en cualquier momento, viendo impotente como ocurría.

Y todo por él…

Por salvarle la vida a ÉL.

Cómo podría pagar eso alguna vez? Cómo?

Cómo podría vivir si ella se iba?

Cómo podría seguir a delante con el pensamiento de que una de las personas a quien más odiaba le había salvado la vida?

No podía… no podría.

Y Harry? Le había dicho que ya no podía vivir sin ellos…

Bueno… era verdad.

Pero tampoco podía perdonarlos.

Como poder aceptar algo que no podía creer, que su cabeza se negaba a aceptar, pero que quería aceptar, o diablos… Era lo que más quería!

Pero no podía… lo intentaba pero no podía.

Tan grande había sido el daño?

Tan grande había sido el dolor que le habían causado? Valía la pena seguir así?

No, no valía la pena… pero aún así su corazón no lo podía aceptar… Y sentía que eso estaba mal, sentía que tenía que hacerlo, sentía la necesidad de que aceptar todo lo que ella le había dicho una vez… eso que esa pequeña guardiana del pacto que había hecho, cuando tenía 11 años de edad, le había dicho…

Porque, aunque había tratado de ignorarlo, ese recuerdo le daba vueltas en la cabeza…

«Si sigues así, si dejas que el rencor y el sufrimiento nuble tu corazón y tu mente, no condenarás solamente al mundo al ocaso, a la oscuridad… tu mismo sufrirás… y del mismo modo harás sufrir al mejor amigo que has tenido y que tendrás en toda tu existencia… y también condenarás al infierno a la persona que más te ha amado y que más te amará en toda tu vida»…

• • •

El frescor de la noche la hizo sentirse un poco mejor.

No quería salir de allí, no quería dejar aquel lugar que tantas, pero tantas alegrías le había dado, los momentos tristes no contaban, lo único en que pensaba en que los siete años que había pasado en ese castillo eran lo mejor que podría haberle dado la vida.

Y ahora la vida, o el tiempo, se lo estaba arrebatando.

Afuera era todo tan frío… tan…

Tan solo…—susurró a la noche.

Sintió como una lágrima caía por su mejilla. Estaba muy triste esa noche la de su graduación, que se suponía debía ser alegre. Hermione y Ron habían ido, por supuesto… su hermano y su mejor amiga, su familia estaba al completo… pero no estaba él.

No estaba Harry.

Aún lo extrañaba, aún lo amaba, aún guardaba la loca esperanza de que volviera algún día y todo volviera a ser como era antes… Pero su cabeza le decía que encerrara todo esos tipos de pensamientos y había decidido que eso haría.

Ginevra Weasley?—preguntó una voz a su espalda.

Ginny, extrañada, sintió que conocía esa voz, pero… de dónde?

Se volteó lentamente y cuando vio quien estaba junto a ella, abrió los ojos, sorprendida.

Draco Malfoy? Qué diablos hacía él ahí? Por qué la había llamado… por su nombre?

Malfoy?—preguntó ella, insegura.

El chico rubio asintió con la cabeza, mirándola directamente a los ojos.

Qué haces aquí?

Yo… vine a la graduación porque me invitó una prima lejana… salí aquí afuera y te vi y pensé… que, tal vez… querrías bailar conmigo esta canción?—preguntó él.

Ginny sintió como su cabeza le gritaba algo así como ¡Draco Malfoy quiere bailar contigo!

Eh… está bien…—aceptó la pelirroja sin saber que otra cosa hacer.

Tomó la mano que él le había tendido y pasó sus brazos delicadamente por los hombros de él, mientras que Draco la tomaba de la cintura, atrayéndola hacia él.

Estuvieron durante un tiempo bastante largo en esa posición, moviéndose lentamente al compás de la pausada música que llegaba hasta la terraza, hasta que la canción se terminó.

Ginny se separó de él con lentitud, hacía tiempo no disfrutaba un baile así. Malfoy también se separó de ella, pero apenas unos centímetros, quedando sus caras a escasa distancia.

Sabías que eres muy hermosa?—preguntó él, acercándose.

Ginny quedó paralizada, intentó poner resistencia al Draco Malfoy que se acercaba cada vez más a ella, pero sus músculos no respondían…

Draco, yo…

No digas nada…

Cerró los ojos y sintió el frío contacto de unos suaves labios junto a los suyos.

Todos esos momento… todos esos recuerdo… habían sido una mentira.

Cómo había podido confiar tan ciegamente en él durante tanto tiempo? Cómo había podido ser tan ingenua, tan tonta?

—Muévete, Ginny, no seas terca…—musitó el hombre que había a su lado y que intentaba meterla al interior de una mansión que se encontraba en la cima de un pueblo sombrío.

Ginny escupió directamente a su cara.

—Escoria…—susurró con frío odio, la pelirroja—cómo pudiste…? seis años… CÓMO PUDISTE!

Draco intentó sujetar a Ginny por los brazos, para que dejara de golpearlo, forcejearon unos momentos, hasta que el rubio impuso su fuerza y la amarró con sus brazos alrededor de ella, que intentó separarse de él a toda costa. Pero no pudo, Ginny estaba agotada y debilitada por la pelea.

—Escúchame…—susurró él, hablándole despacio—. Yo lo hubiera dejado todo… me enamoré de ti! Pero tú nunca dejaste de amar al maldito «niño dorado»… siempre pensando en él, siempre pendiente de cada noticia que tuviera relación alguna con ese idiota… tu pensaste que no me daba cuenta? Acaso creías que era tonto?… RESPÓNDEME!

Ginny lo miró con los ojos llenos de lágrimas.

—Eso no justifica nada, Draco Malfoy—repuso ella.

—Estaba dispuesto a dejarlo todo por ti, a unirme a tu grupo… pero tú no aguantaste la tentación, no pudiste sacártelo de la cabeza nunca… Yo hubiese abandonado a Mi Señor por ti… y te pregunté! Te pregunté por última vez que era lo que sentías por mí, si yo significaba algo para ti! Pero no me amabas… AÚN AMABAS A ESE IMBÉCIL!—Draco la soltó con furia y la empujó a la mansión Riddle, haciendo que ella cayera al perder el equilibrio.

Ginny se tapó la cara con las manos, con miedo, mientras lloraba tristemente. Sintió como Draco se acercaba a ella y acercaba su boca a su oído.

—…Y yo no puedo permitir que tú ames a otro, Ginevra, no lo puedo permitir… Primero estarás muerta antes que ser de otro que no sea… yo.

• • •

El último tiempo había sido tan vertiginoso… y ese lugar le entregaba una extraña… tranquilidad para poder pensar bien.

Tranquilidad y calma…

No sabía desde cuando estaba ahí, sólo recordaba que un rayo negro le impactaba en la espalda y unos ojos azules y sorprendidos, unos ojos que no la miraban con odio, por primera vez desde hacía mucho…

Los ojos de Ron.

Ahora ya no sólo tenía que recuperar la amistad de él porque lo necesitaba y extrañaba… ahora también tenía que recuperarla para que el mundo no sucumbiera ante Voldemort, para que Harry pudiera derrotarlo… él era la pieza que faltaba… la única pieza, a su parecer.

Se suponía que para Harry, lo más importante era Sirius y ella y Ron, por la gran y profunda amistad que habían tenido, Cho era la parte amorosa… estaban todos junto a Harry… todos excepto Ron…

Que raro podía ser el amor…

Que raro podía ser el amor hasta para ella misma, que la llevaba a ese extraño lugar…

Pero… querría salir de verdad de ese lugar?

Es que era tan pacífico, tan relajante, tan… tan… atrayente.

La verdad era que ahí se sentía muy a gusto… era un lugar perfecto como no había visto en su vida: el cielo era azul intenso, se podía respirar un aroma suave que provenía de todas las flores que cubrían el suelo, que era mullido y suave…

Y si mejor se quedaba allí? Alguien sufriría realmente por ella? Probablemente Harry lamentaría su pérdida… Pero en realidad… siempre había sabido o sentido que ella sólo era el complemento, un agregado prescindible del grupo… así que en realidad tal vez el no sufriría mucho si se quedaba… Ron aún la odiaba…

Quién más?

Pensó un par de segundos, intentando encontrar a alguien más… pero no había nadie… Oh, si! Sus amigas… Ginny y Luna… pero… bueno, ellas tal vez tampoco la extrañarían mucho. Su amistad había sido reanudada hace pocas semanas y el tiempo de separación las había logrado distanciar inevitablemente, o al menos así pensaba ella.

Si… nadie siquiera notaría su partida.

Tomó aire profundamente, cerró los ojos y sintió que una lágrima caía por su mejilla, marcándola profundamente… le dolía todo eso, pero tenía que aceptar la realidad… nunca sería importante para alguien.

Nunca…

Se levantó con suavidad, secándose la cara con una mano y se decidió.

Estaba cansada, ya no tenía fuerzas para seguir, ya no era importante para nada ni nadie, así que podría irse a descansar tranquilamente, en paz.

Miró un brillante sol que le incitaba a seguirlo, suspiró, decidiendo que sería el último que daría y comenzó a caminar.

Para ella todo había acabado.

Se iría… y ya sin regreso.


Uh... me van a matar?

Tienen que esperar al prox capítulo...

Saludos y esperanzas para toditos...

Quid Morgan... adoptada por Herms Weasley (vivo en santiago! después te respondo mejor)