Holap! He regresado desde el inframundo para poder colocar un nuevo capítulo de esta historia... (entiéndase el inframundo como algo parecido a una cárcel... se los dejo más claro? EL COLEGIO!)

Disclaimer: si... si... creo que todos se saben esta parte, no?

Queridos y amados lectores... Espero que no me maten cuando lean este capítulo... Tiene de todo menos esperanza... ya verán lo que ocurre en el próximo capítulo... Sabeis algo? Que la historia ya la he terminado... sólo falta que ustedes sigan siendo bueno y me manden sus queridos reviews... porque esto es proporcionalidad enteramente directa: más reviews/más capítulos! XD

Aquí van las contestaciones que tenía atrasadas! '

Clawy: Linda! Que Hermione "todavía" no se ha muerto... ya veremos que pasa más adelante... Lamento mucho decirte que con respecto a esto tendrás malas noticias en este capítulo... Pero bueno, la historia debe ser así...Por lo menos no se casó con Krum! Me dio pena el pobre... pero ya saben... Ron/Hermione al 100. Pobre Ginny... que aún le queda un buen rato perdida por ahí... no se si hago sufrir mucho a todos... bueno... que ya comienzo a divagar mucho. Muchos kisses! XD

Herms Weasley: Bueno... lo siento mucho, pero lamentablemente voy a seguir haciendo sufrir al trío... que los amo mucho, pero es necesario... con respecto a la reconciliación entre Ron y Hermione... vaya! que todos me estais presionando para que sea pronto! Jjaja... la verdad es que yo también quiero que eso ocurra rápido... Hey... hay uno de tus puntos en el que acertaste completamente... aunque no te diré en cual . Oye! Yo también vivo en Santiago! Pertenesco a un club de fans que se llama Hogwartschile... claro que me interesa conocerte... gracias por adoptarme! Besos muchos! (por favor... no me mates!)

Ophelia Dakker: Grax por tu review! Es el primero que me mandas, no? Con respecto a lo de tu teoría bien romántica... mmmm... creo que la estudiaré! XD Besos!

Una vez más os digo... no me maten... y dejen reviews, si? Pero no vociferadores con maldiciones... :(

Capítulo 14

Muertes de Alborada

«Escucha, escucha, flor azul

Tienes que hablar y darme una respuesta.

El cielo y la tierra están en silencio,

Hay silencio en el mundo entero.

Flor azul tu debes saberlo, tu lo sabes y te acuerdas

Escúchame, háblame, susurra, respira…

Dame tan sólo una señal»

Los Escarabajos Vuelan al Atardecer


Segundos…

Horas…

Días…

Semanas…

Meses…

El tiempo avanzaba inexorablemente.

Y ya ni siquiera sabía cuanto había pasado, no sabía… pero parecían años, siglos.

El último tiempo se contaba entre los peores que había vivido. La atmósfera de oscuridad y tensión, incluso dentro del colegio, era ya desesperante, algo que apenas se podía tolerar. Todo parecía estar envuelto en una bruma de desesperanza, de abatimiento…

Y lo peor:

La culpa.

Desde hacía mucho había aprendido a convivir relativamente en paz con ese sentimiento que lo había embargado desde pequeño, pero los acontecimientos desatados hacía unos meses habían hecho que eso que lo carcomía por dentro volviera con todas sus fuerzas… y ya no podía aguantarlo más…

Hermione cada día empeoraba más y no había presentado ningún signo de mejora, ni siquiera el más mínimo; había puesto a medio mundo a buscar alguna pista, algún rastro de Ginny y no la había logrado encontrar, haciendo que la esperanza de los que esperaban encontrarla viva cada día menguaba, Ron a veces le dirigía una palabra cortés, pero cargada de tensión, Luna había tenido que viajar a una misión del ED y no había vuelto aún… estaba solo. Su único apoyo era su padrino y su novia, pero le faltaba algo… le faltaba y se notaba demasiado su ausencia…

Cada día veía como su vida se estaba convirtiendo en lo más parecido a un infierno en la Tierra… Los ataques masivos y constantes de Voldemort no habían cesado y estaban todos agotados tanto física como psicológicamente.

Y él, ahí. Refugiado en Hogwarts. Sin tener el valor de ir donde Voldemort y enfrentarlo.

Porque sabía que si lo hacía no podría hacerle frente al mago Tenebroso más poderoso de todos los tiempos.

Y eso era lo que le ocupaba el pensamiento día y noche, a cada segundo y milésima. Se le iba la vida pensando y estrujándose el cerebro en busca del dichoso poder que se suponía que tenía y nunca había logrado encontrar… pero que iba a tener que encontrarlo, porque la batalla final se acercaba, lo presentía…

Desde luego que tenía algo de poder… su patronus, sus potentes escudos y hechizos… la oclumancia y legeremancia… Pero nada parecía bastante ante los poderes de Voldemort.

Apagado, vio como el sol comenzaba a salir en el horizonte, dejando un cielo azul intenso con miles de tonos anaranjados y amarillos que se fundían en él… No podía dejar que algo tan bello pudiera desaparecer…

Tendría que encontrar la forma de vencer al hombre que había arruinado casi al completo su vida. Tendría que hacerlo… fuera como fuera…

Y cuanto antes, porque ahora era una lucha a contrarreloj.

Miró la naturaleza que envolvía los terrenos de Hogwarts.

Todo estaba en relativa calma … como siempre antes de la tempestad.


• • •


—Hola, Ron.

El pelirrojo se volteó con una casi-sonrisa en los labios y atravesó el vestíbulo en media docena de zancadas para abrazar fuertemente a la rubia que lo había saludado.

La soltó y le dio un gran beso en la mejilla.

—Me atrevería decir que te alegras de verme—dijo ella, riendo con suavidad.

—No sabes cuanto te he extrañado y cuanto me has faltado, Luna—dijo Ron, ensombreciendo su rostro—. Esto ha estado terrible… es tan repugnante lo que han hecho los mortífagos… y, además…

—Lo sé… he estado buscando alguna pista de ella, un rastro… pero no encuentro nada… nadie sabe donde está… ni siquiera los mismos mortífagos. Pareciera como si la hubiesen borrado de la tierra—murmuró desolada, Luna—y Hermione… sé que cada día empeora más, he recibido un par de cartas… Es todo tan complicado…

Se miraron un par de segundos.

Ron suspiró, como cansado y luego levantó la mirada, despejada, algo, de la nube que cada vez locubría más.

—Bueno, pero debes estar cansada… es hora del desayuno. Vienes conmigo o vas a ir de inmediato a buscar tu dormitorio?

—Voy contigo—dijo Luna, tomándose el estómago con las manos—no como nada desde el mediodía de ayer y tengo hambre.

Entraron en el Gran Comedor, que se encontraba vacío y se dirigieron a la mesa habilitada para los aurores y miembros del ED que se hospedaban en el castillo de vez en cuando y se sentaron en un extremo.

—Oye…—llamó Ron a la chica, mientras se servía café con leche y unas tostadas—como es eso que me dijiste de que ni siquiera los mortífagos saben donde está Ginny?

Luna lo miró intensamente y luego desvió su mirada hacia el techo del Gran Salón.

—Utilicé el Imperio—dijo, al fin, Luna.

Ron se quedó en silencio y abrió mucho los ojos.

—Qué usaste qué!—preguntó, boquiabierto—pero como pudiste! Es magia Oscura!

—Ron, nunca vas a entender, no es cierto?—Luna suspiró algo molesta y lo volvió a mirar—. Mira, el hecho de que ese hechizo sea considerado como magia oscura no significa que lo sea… que es lo Bueno y lo Malo? Acaso has visto una línea que los divida, y cada vez que dudas sólo tienes que mirarla para ver de que lado estás? siempre hay matices… como puede ser malo algo que utilizo para un fin que es bueno? Siempre has tenido ese maldito complejo del típico Gryffindor… eso te ha valido la soledad y la tristeza durante años… no piensas cambiar nunca, admitir tus errores y aceptar que no todo lo que crees que es lo correcto lo es? Nunca vas a entender que hay cosas que no son lo que parecen? Entiéndelo… por qué o sino no sólo arruinarás tu vida, sino también la de todo el mundo, incluyendo a las personas que más te quieren… He intentado que abras los ojos, pero te empeñas en cerrarlos cada vez más, dejando que sólo entre oscuridad en ti… Yo te quiero mucho, pero hasta aquí llego, no puedo seguir gastando mi tiempo en un caso perdido, como tú. Encuentra tu horizonte, Ron, encuéntralo… No es bueno perderse, y peor todavía es que te pierdas tú, ahora que tantas vidas dependen de ti yhay personas queTú estás destruyendo, sin darte cuenta…

Ron observó con la cara desencajada como la rubia se levantaba, más que indignada o enojada, desilusionada y abatida. Se sintió lo peor y tuvo ganas de gritar y llorar… pero no lo hizo, se levantó y subió rápidamente hasta llegar a la torre de Astronomía, escaló hasta el final y, abriendo un pasadizo que conocía desde sus tiempos de escuela, llegó hasta el techo, que se encumbraba, imponente, sobre todo el castillo y los terrenos. Con cuidado, se sentó en las tejas y se abrazó las rodillas, mirando hacia el horizonte.

«Las cosas no son lo que parecen»… Estaba seguro de que esas palabras ocultaban algo. Había presentido que su amiga le escondía algo desde que la había saludado tan efusivamente, en la mañana, pero el problema era que no sabía qué…

No quería estar descubriendo acertijos, estaba cansado y el tiempo de hacerlo lo había vivido hace mucho, aunque todo lo que Luna le había dicho le estaba dando vueltas en la cabeza. Qué vidas dependían de él tan directamente? A qué personas estaba destruyendo?

Si él nunca le había querido hacer daño alguno a nadie… Menos a las personas que quería…

Y súbitamente lo recordó.

Hacía tiempo que intentaba olvidar aquel momento, pero últimamente estaba presente constantemente en sus pensamientos, había sido un encuentro no premeditado, ellos lo habían encontrado a él solo y… bueno, pero sus palabras aún las recordaba… y si…? Si tal vez…?

«Únete a nosotros y salvaremos a tu hermana y toda tu familia, incluso a tus amigos, piénsalo… podrías salvar a todas las personas que quieres… En cambio si te niegas, ten por seguro que El Señor Tenebroso hará que pagues caro tu displicencia»

Luna tenía razón… Qué era lo bueno y lo malo? Al fin y al cabo todo lo bueno que había tenido en su vida, exceptuando a su familia, lo habían traicionado y hecho sufrir. Valía la pena realmente estar en el bando de la "luz" si en realidad para él ahora sólo representaba oscuridad? Debía realmente pelear por algo que sólo le podría canjear más sufrimientos y pérdidas?

Valía la pena el sacrificio?

Encontró la respuesta de inmediato, y le dolió, pero no se permitió sentir algo ahora que su mente por fin había logrado tomar una decisión.

Levantó la varita y murmuró el hechizo convocador. Segundos después apareció su escoba. Subió a ella, poniéndose bien su capa negra y echó una última mirada a su alrededor.

Tal vez nunca más vería el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Pero en realidad, ahora poco le importaba…

Apretó la mandíbula con fuerza, impidiendo que cayera alguna lágrima por su cara y pateó el techo, elevándose rápidamente en el aire.

Ahora todo cambiaría. Su pasado no importaba.

Ahora ya no habría vuelta atrás.


• • •


Hace tiempo iba hacia el camino que había tomado, pero todavía no llegaba a su fin, parecía como si mientras más caminara, más se alargara… pero no importaba, ella seguiría hasta el final, no desistiría de su meta.

Aunque… bueno, a veces llegaba a dudar, pero no mucho. Su objetivo estaba más que claro y no tenía ninguna intención en abandonarlo, menos ahora que ya presentía el final de su viaje.

Siguió avanzando lentamente por la ruta de césped, caminaba y caminaba sin detenerse nunca, sin descanso… estaba en eso, cuando algo ocurrió.

Por primera vez desde hacía mucho tiempo algo la obligó a detenerse. Miró con miedo como el prado se convertía en un gran desierto y como el cielo, momentos antes de un azul claro, ahora se volvía oscuro y tenebroso.

¿Qué estaba pasando?

Intentó seguir caminado, pero la arena le hacía difícil el paso y el aire seco no le permitía respirar con tranquilidad, le oprimía el pecho. Y la oscuridad amenazadora la hizo detenerse por segunda vez.

Intentó calmarse, pero su cuerpo actuaba involuntariamente. Sintió que se encogía de miedo al no tener ni una luz con la que orientarse, ningún atisbo de claridad.

Por qué estaba pasando eso?

De repente, como si estuviera viendo una película, vio como un hombre alto, enfundado en negro aparecía ante una figura grande y amenazadora, vio como se bajaba la capucha y se agachaba ante él y le decía algo. El hombre que estaba de pie se reía burlona y escalofriantemente, levantaba la varita y pronunciaba unas palabras.

—AAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH!

Sintió que se quemaba en vida.

Un dolor insoportable se apoderó de cada fibra de su ser, se retorció intentando apaciguar el dolor, intentando arrancarlo, quitarlo de su cuerpo desesperadamente, pero no podía. Sus ojos se desorbitaban y sus uñas se enterraron en su piel el un intento alocado de parar el sufrimiento… gritó y gritó y gritó… Mientras veía, ni siquiera sabía como, que el hombre que había estado postrado a los pies del otro, padecía lo mismo que ella.

De pronto sintió que su cerebro se relajaba, mientras el dolor seguía, y algo tibio comenzaba a manar por sus oídos, su nariz y su boca, sin embargo la oscuridad le impedía ver que era… Comenzó a temblar incontrolablemente… sólo quería que terminara, que acabara…

—Basta, por favor, basta…

«Misericordia, por favor, que pare…»

Si, creo que es suficiente por hoy—dijo una voz fría que le heló hasta la médula y que sintió como si estuviera a su lado, aunque sabía… en algún lugar de su mente estaba el conocimiento de que aquel hombre estaba a miles de kilómetros de distancia de ella…

Sus párpados comenzaban a caerse sin remedio, como preparados para dormir… pero entonces el hombre que habían torturado se giró.

Mi señor… acepto con humildad la propuesta que me ha dado… me uno a usted con la salvedad de que toda mi familia no sufra…

Acepto tu propuesta…—dijo la voz, burlonamente—. Tu familia estará a salvo, pero deberás cortar toda relación con ella y con todo el mundo… esas son mis exigencias a cambio de tus peticiones. Las tomas o las dejas.

No soy quien para dejarlas, mi Lord—respondió el hombre, haciendo una reverencia—desde ahora estoy a sus servicios…

Muy bien… luego agradecerás la decisión que has tomado y verás que estar en el lado del poder es mucho mejor, Weasley…

Hermione sintió que se le paraba, por fin, el corazón.

Entre medio de su dolor, vio como el hombre se levantaba y caminaba hacia el círculo de mortífagos que había a su alrededor.

Y pudo ver perfectamente su cara y quien era.

Después de mucho tiempo lo vio y casi no pudo reconocer su cara fría y sin vida… sus ojos apagados y con odio en su mirada… No podía creerlo…

Fue peor que la maldición torturadora que había sentido, fue peor que mil puñaladas al corazón y sintió que todo su cuerpo se paralizaba sin poder evitarlo. Y lloró. Lloró por la injusticia del mundo y por la maldad de la vida, lloró y lloró y lloró.

—No puede ser, no puede ser… maldita sea, no puede…—sollozó con fuerza.

No podía aceptar… no podía pensar… no podía, NO PODÍA!

No podía creer que Ron Weasley se hubiera transformado finalmente en… un mortífago.


• • •


—Oh, No… Dios, mi Dios… no dejes que pase, no dejes…

Luna se llevó las dos manos a la boca, desesperada, mientras lloraba a mares y sollozaba con dolor y rabia.

—Haga algo, maldita sea! AYÚDELA!—La rubia estaba fuera de sí, fue hacia la enfermera y la tomó por los hombros con fuerza, sacudiéndola.

—Suél-suélteme, señorita Lovegood!—exclamó indignada Madame Pomfrey—tranquilícese, así no puedo ayudar a su amiga, no ve?

Luna la soltó y salió hecha un rayo, con la imagen de Hermione retorciéndose como endemoniada y haciéndose graves y horribles heridas, mientras balbuceaba algo… un nombre… una noticia… algo que debería ser parte de su delirio, pero que…

Corrió como nunca había hecho en su vida, recorriendo el castillo de este a oeste, buscando a una persona.

—RON! RON!

Nadie lo había visto desde hacía un par de horas aproximadamente, no estaba en los terrenos, porque había una especie de sensor en los terrenos que señalaba cuando había alguien en ellos que fuera mágico. Preguntó a decenas de personas y nadie sabía nada: se había esfumado.

Y… esas palabras de Hermione…

«… no puedes, no puede ser… Ron… ayúdame, ayuda… el no es así… su alma… pura… no puede ser… un mortífago…»

—RONNNNNNNNNNNNNN!

Su garganta se quebró de dolor y cayó al suelo agotada, llorando. Podía ser verdad? Podía ser que Ron Weasley, su amigo, se hubiese ido a unir a los mortífagos?

Dejó caer sus brazos en el piso y su cabeza la apoyó en la piedra fría, intentando calmarse… no podía ser… no era lógico! Si hace un par de horas había estado con él!

Pero… esa sombra casi imperceptible que había visto en sus ojos, y esa aura tan oscura y triste…

Podría ser?

Se quedó ahí, tendida en el suelo, sintiendo que estaba todo perdido. Ronun mortífago, Ginnysecuestrada y sin paradero, Harry, que probablemente no soportaría el último golpe que le tenía preparada la vida… ¿Había algo bueno?

Si, élque estaba con vida.

De pronto oyó unos pasos que se dirigían corriendo hacia ella… aún a la distancia pudo distinguir quien era.

—Luna! Qué pasó? Qué está ocurriendo? Son Ron y Hermione, verdad? Algo les ocurrió? Lo presiento, estoy seguro… pero, por favor, dime que no es nada malo, dime que no es nada malo, por favor… Te lo Ruego…

Harry Potter cayó a su lado, abatido y poniendo su mirada de última esperanza sobre ella, esperando su respuesta como la sentencia que decidía su vida o su muerte.

—Lo siento, Harry… Hermione se está muriendo, le quedan sólo unas horas de vida…—sollozó fuertemente, viendo como Harry perdía todo su color y su vida.

Harry no reaccionó.

—Eso no es todo… verdad?—susurró, con la mirada perdida, como sin saber donde estaba, ni quien era.

Era tan trágico verlo así… tan terrible ver como tu vida se pierde junto a las personas que amas…

—… Ron…—murmuró Luna, abrazándose así misma, porque de pronto un frío congelante había entrado en el castillo y porque sentía un dolor insoportable en el pecho—… él… él ahora es… un mortífago… nos abandonó para siempre… Ya nada volverá a ser como antes.


Oh... Me dio mucha pena escribir este capítulo!

Como les dije antes... no me quieran matar, si? Pero eso si... déjenme sus opiniones en ese botoncito de abajo que dice "go!".

Qué les ha parecido? Muy deprimente? Les prometo que el próximo capítulo (eso creo) va a ser más esperanzador.

Iap... Saludos y esperanzas para todos...

Quid Morgan... adoptada recientemente por Herms Weasley y hermana casi-huerfanita de Demian Quid...