Abby Lockhart: gracias por re-leerlo en español, supongo que lo seguiré a medida que Nmesis me de los caps. Gracias por tu review!
Shadir: Tranquila, es hombre, que esperabas? Pero bueno, me alegro que te hayas interesado por la historia. Gracias por tu review!
Misao CG: Bueno, no llores tanto, piensa en el presupuesto en pañuelos Como siempre, gracias por tu review!
Iris: Te diré que he sido así por los últimos 21 años de mi vida (o sea toda mi vida) por eso es que las niñas ricas de la escuela donde iba me detestaban respeto los gustos ajenos mientras no insulten los míos, tengo varios otros fics de SS, ve a mi prifile y allí las encontrarás todas Me causaron mucha gracia las expresiones que utilizaste, eso de pedalearle la bicicleta ¡¡JAJAJA!!, todavía me río de solo escribirla, que bueno, la usaré en algún momento Gracias por tu review!
luna-wood: En este cap te enteras quien viene al rescate Como dije antes sobre los fics yaoi, respeto que a muchs les guste, pero no quiero que me vengan con que no siga escrinbiendo o cosas así (ya me lo han hecho) porque me importa un comino lo que ELLOS quieran o no, si no te gusta, pues no lo leas. Mil gracias por tu review!!
Ady: Si, si ,si, no te preocupes, lee el cap a ver si te agrada así Con Fler y Hagen, bueno, habrá algun que otro roze, pero no lo profundicé en el fic, ya que se trata de Hilda y Sigfried. Gracias por tu review!!
Declaimer: No me pertenecen, ok?
Capítulo 02Fue la primera vez que nos vimos, ¿Cómo olvidarlo?
El momento en el que entraste en el cuarto
Me quitaste el aliento, y si Dios lo quiere
Nos encontraremos nuevamente
Algún día...
Hilda entró al salón, estaba mareada, no podía creer lo que estaba a punto de hacer. Se acercó a la mesa donde su padre y William hablaban, ambos se pararon cuando ella se acercó.
"Discúlpame por interrumpirte padre, pero me gustaría hablar contigo en privado" Dijo ella, William inclinó la cabeza y se retiró. Hilda se sentó junto a su padre.
"¿Pensaste sobre la proposición de William?" Preguntó Royce.
"Si, y a pesar de que debiste habérmelo dicho... creo que es una buena alianza para nuestro país y nuestra familia... y, yo acepto" Contestó Hilda. Su padre la abrasó fuertemente y rió feliz, lo dejó besar su mejilla y los dos se pararon, Royce llamó a William y el joven estubo ahí en un momento.
"¡Tengo grandiosas noticias! ¡Hilda ha decidido ser tu esposa!" Dijo alegre, William sonrió satisfecho. Entonces se acercó a Hilda y besó su mano.
"No lo lamentarás, lo juro" Le dijo William, Hilda simplemente asintió. Fler llegó corriendo y abrazó a su hermana.
"Oh Hilda, soy tan feliz por ti, eres muy afortunada, Lord William parece un gran hombre, él te hará muy feliz... ¡y yo tendré pequeños sobrinos!" Dijo Fler e Hilda se sonrojó grandemente.
En el altar, la estatua de Odin brillaba extrañamente, misteriosamente, lo siete zafiros que había en su corona comenzaron a flotar, sobre las siete pequeñas piedras azules, las siete estrellas junto a Polaris brillaban también. Repentinamente volaron en siete direcciones diferentes, donde los cuerpos de los siete Dioses Guerreros descansaban.
Una poderosa voz, que solo aquellos con corazón puro podían escuchar, llamó por su nombre a los siete hombres que alguna vez protegieron a Hilda.
"Honorables Dioses Guerreros, escuchen mi orden, la persona que deben vigilar los necesita nuevamente..."
Cuando la voz terminó de hablar, siete rayos de luz se materializaron en siete cuerpos. Todos abrieron los ojos al mismo tiempo.
"¿Dónde estoy?" Preguntó un joven de cabello castaño claro y ojos azul hielo, en otros lugares, otros seis se preguntaban lo mismo.
La fiesta había terminado tarde en la noche, todos estaban muy cansados, el rey mandó a los sirvientes a descansar por la noche, ellos agradecieron contentos y desaparecieron, Fer estaba rebosante de alegría, Hilda casi tuvo que sacarla a patadas del cuarto.
"Al fin sola" Suspiró la chica, no estaba contenta, sabía que le sería muy difícil enamorarse de William, pero haría su mayor esfuerzo. Hilda se quitó el vestido para ponerse el camisón que era grueso y cálido, entonces se metió en cama.
Había pasado media hora y la pobre Hilda no podía dormir, se movía y daba vueltas en la cama, hasta que ya no pudo soportarlo, se levantó y bajó las escaleras hacia la enorme biblioteca.
Lo primero que hizo al llegar fue encender la chimenea, se sentó en el confortable sillón que estaba frente a esta, la noche era fría, como siempre, helada. Hilda miró las figuras que formaba el fuego mientras lamía los troncos, eso la tranquilizó, y casi se queda dormida, pero un ruido llamó su atención, alguien estaba entrando al castillo, peor, se acercaba a la biblioteca. Hilda intentó calmarse, ¿quién diablos podría estar merodeando por el castillo a esas horas de la noche?
Las pisadas se detuvieron como habían empezado, sin un ruido, Hilda se relajó y supuso que sería un criado haciendo algo que había olvidado. Cerró sus ojos azul violeta y no pensó en nada más. Cuando por fin pudo dormir soñó con sus guerreros, con uno especialmente, el más cercano a ella, sus ojos azul hielo estaban tristes, Hilda quería acercarse a él, pero mientras más corría él más se alejaba.
Hilda no podía descansar, su cabeza se movía de un lado a otro mientras susurraba el nombre Sigfried todo el tiempo. Había alguien a su lado, observándola dormir con ojos llenos de asombro al escuchar su nombre en los suaves labios de su princesa. Acarició su cara suavemente intentando tranquilizarla, ella se calmó un poco y abrió los ojos.
"¿Sigfried? Has regresado, no me dejes otra vez..." Dijo y se durmió otra vez, él sonrió tiernamente y la cargó en brazos, estaba más delgada y pálida que la última vez que la había visto, no le gustaba ese repentino cambio.
"No se preocupe mi querida princesa, no la dejaré nunca más" Susurró en su oído, Hilda sonrió y se acomodó en sus brazos, Sigfried la cargó hasta su cuarto y la dejó en la cama. La cubrió y se sentó en el piso a su lado.
Hilda se despertó temprano el día siguiente, había tenido ese sueño nuevamente, estaba harta de el, era muy deprimente, se sentó y estiró los rígidos músculos de su cuello y espalda, no había notado al joven de cabello castaño oscuro que dormía sentado en el piso.
Hilda se quitó las cobijas y cuando estaba por poner los pies en el frío piso vio a Sigfried.
"¡¡¡¡¡¡¡¡¡Kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!" La chica gritó desde el fondo de sus pulmones, Sigfried saltó y estaba en posición de ataque en menos de un segundo, pero se relajó cuando vio la asustada y perpleja mirada en los ojos de Hilda.
"¿Se encuentra bien princesa?" Preguntó mientras se arrodillaba, Hilda estaba sin palabras, su corazón latía a mil por hora, no podía ser posible, Sigfried estaba muerto, debía ser un sueño, Sigfried frunció el ceño al ver la extraña manera en que lo miraba Hilda.
"Debes ser una alucinación o un sueño, no eres real" Dijo Hilda intentando convencerse a si misma, rió maniáticamente y se dejó caer sobre el suave colchón nuevamente.
"Buenas noches" Susurró y rodó hacia el lado contrario de donde estaba Sigfried. Él estaba un poco sorprendido al principio pero entonces rió suavemente y se sentó en la cama.
"No soy una ilusión princesa, así que por favor levántese, se le hace tarde para el desayuno" Dijo tocando gentilmente su hombro, Hilda saltó de la cama a dos metros y dirigió a Sigfried un dedo acusador.
"¡Tu NO eres Sigfried! Eres alguien que está intentando burlarse de mí, pero sabes ¡Serás arrestado por eso!" Gritó, Sigfried suspiró, su señora no había cambiado mucho.
"Está bien, dígame como puedo convencerla de que yo SOY Sigfried, fui regresado a la vida por nuestro dios Odin. Así que por favor, no estoy aquí para burlarme de usted de ninguna manera, además, creo que el resto de los guerreros deben estar con el rey en este momento" Contestó el tranquilamente, ella lo pensó y lo miró directo a los ojos.
"Si eres Sigfried, debes saber a qué jugaba mi hermana contigo y Hagen cuando éramos niños, si recuerdas eso creeré que eres quién dices ser" Dijo cruzando los brazos sobre sus pechos, él sonrió dulcemente y se paró.
"Bien, es fácil, a la princesa Fler y Hagen les gustaba representar los relatos de dragones y caballeros, y podrá imaginarse quién hacía de villano... yo, por supuesto" Respondió sonriendo por el recuerdo. Hilda estaba congelada en su lugar, entonces sonrió enormemente y corrió hacia Sigfried.
"Oh, Sigfried, en realidad eres tú, ¡¡No puedo creerlo!!" Dijo mientras lo abrazaba fuertemente, el pobre chico no lo esperaba y cayó al suelo intentando atrapar a Hilda. Estaba tan feliz que no podía creerlo, su mejor amigo y guardián había vuelto.
Sigfried la sostuvo suavemente, no tenía permitido tocar a la princesa de ninguna manera, era la primera vez que podía abrazar a Hilda y le gustaba. Cuando ella notó la posición en la que estaban lo dejó ir, no era muy 'decente', se sonrojó enormemente e intentó levantarse, Sigfried estaba algo sonrojado también, así que en un segundo estaba de pie otra vez e Hilda con él.
"L-lo siento, e-estaba demasiado contenta" Se disculpó Hilda, Sigfried asintió y se rascó la nuca, era un hábito que tenía cuando estaba nervioso o incómodo.
"E-está bien" contestó él, Hilda sonrió.
"Bueno, supongo que la esperaré abajo, me gustaría hablar con el rey" Dijo y dejó a Hilda sola, ella necesitaba cambiarse de ropa, pero su cerebro no funcionaba muy bien en ese momento. Brigitte, su criada, llegó en ese momento y tocó la puerta. Hilda fue a abrir casi automáticamente, Brigitte entró muy contenta.
"Mi señora, ¿ya escuchó? ¡¡¡Los Dioses Guerreros están vivos!!! ¡También Sigfried!" Dijo la criada casi saltando. Hilda sonrió y asintió.
"Si, lo sé, Sigfried vino aquí hace poco y casi me mata del susto, debiste haber visto su cara cuando lo acusé de impostor" Dijo Hilda riendo. Brigitte se rió también, feliz de ver a Hilda feliz otra vez sonriendo, Sigfried no tenía idea de lo felices que los había hecho.
oOo
Sigfried llegó al salón del trono y encontró a los otros seis guerreros ahí, el rey Royce aún no había llegado.
"¡Sigfried! ¿Dónde habías estado? Nosotros estamos en el castillo desde temprano en la mañana" Dijo Syd saludando a su líder. Los demás también estaban contentos de ver que Sigfried también estaba de regreso.
"Estaba con la princesa Hilda, casi se desmaya cuando me vio esta mañana, pero ya está bien" Contestó Sigfried sonriendo.
"Bueno, es bueno saber que no creen que somos unos guerreros falsos, eso en realidad me estaba preocupando" Dijo Mime caminando hacia un lado de Sigfried.
El resto simplemente esperó a que apareciera el rey y Royce no los hizo esperar mucho. Entró al cuarto sorprendido de verlos a todos vivos, pero también estaba contento. Fler se sorprendió también, pero en un segundo ya estaba corriendo a abrazar a Hagen. El pobre chico estaba sonrojado cuando ella lo dejó ir, él no se atrevió a tocarla pues el rey los estaba viendo.
"¡Fler! ¡No debiste hacer eso, no es correcto!" Dijo el rey, Fler hizo un puchero y fue a sentarse al lado de su padre, en ese momento Hilda entró al salón, sonrió al resto de sus guerreros y tomó asiento en el lado contrario.
"Estoy contento de verlos de regreso, Asgard estará seguro ahora con ustedes protegiéndolo nuevamente" Dijo el rey, los guerreros se arrodillaron y Sigfried habló en nombre de todos.
"Nosotros también estamos contentos de haber regresado y con su permiso, reiniciaremos nuestro deber a partir de hoy"
El rey asintió y algunos criados llegaron para escoltarlo hacia sus habitaciones. Tres de ellos se quedaron, Sigfried, Hagen y Thor. Thor se acercó al rey nuevamente y le pidió permiso para regresar a su aldea, pues se sentía más en casa ahí, el rey accedió y Thor se fue inmediatamente.
"¡Hagen! Vamos a caminar, ¡quiero recoger algunas flores!" Le dijo Fler, Hagen accedió y siguió a la rubia chica, Sigfried rió al ver la cara de resignación de Hagen, Hilda sacudió al cabeza y sonrió también.
"Bueno, supongo que puedo tomar el desayuno ahora, ¿quieres acompañarnos Sigfried?" Preguntó Royce, pero Hilda habló antes de que Sigfried pudiera contestar.
"Lo siento padre, pero necesito ir a orar y me gustaría que Sigfied me acompañara" Dijo ella.
"Está bien, vayan entonces, pero no lleguen tarde para almorzar, tu prometido vendrá a comer con nosotros" Dijo el rey y se retiró. Sigfried estaba clavado en el suelo, sus ojos estaban enormes por la sorpresa... Hilda... ¡¡¡¡comprometida!!!!
