HADA: Muchas gracias, personalmente adoro esta pareja, en realidad, en todo el anime, es la única que me gusta. Aunque no exista en el manga oficialmente. Espero que te entretengas con la historia y me sigas comentando que piensas de ella Gracias por tu review!

Abby Lockhart: ya, deja de gastar pañuelos, nada de pobre Sigfried, que bien buscado se lo tiene por tímido Pero bueno, le vamos a sacar ese pequeño problema más adelante Gracias por tu review!

Shadir: Na, Sigfried es demasiado bonachón para enojarse en serio con Hilda, la quiere demasiado, además, Hilda podría querer que él se pusiera un poquito celoso, o no? Yo que ella... no dejo títere con cabeza, otro tema Gracias por tu review!

Ady: Algo así le va a decir, pero bueno, Sigfried no se va a quedar tan tranquilo viendo como le sacan a su preciosa princesa Gracias por tu review!

Jezreel: Muchas gracias, espero quenla historia siga siendo de tu gusto Gracias por tu review!

Desclaimer: No me pertenecen los personajes de Saint Seiya, son propiedad de M: Kurumada y Shueishia.

Capítulo 03

Hilda no se atrevió a voltear a ver a Sigfried, sabía que estaría sorprendido o muy molesto y ella no sabía que era peor.

"Princesa, ¿podría explicarme esto del compromiso?" Preguntó, intentando no molestarse. Hilda suspiró y lo encaró.

"Bueno, yo... yo me casaré con Lord William el próximo mes" Dijo rápidamente, Hilda no quería que Sigfried le hiciera muchas preguntas.

"¿El próximo mes? Claro, y ahora me dirá que está muy enamorada de él, vamos, la conozco lo suficiente como para saber que no está muy feliz con todo esto" Dijo Sigfried sin moverse de su lugar. Hilda lo miró por un segundo, caminó hacia él y tomó su brazo.

"Tenemos que apurarnos, debo regresar temprano hoy" Dijo ella enganchando su delgado brazo en el de él para que la seguiera, Sigfried no había terminado aún, pero accedió. La pareja desapareció por la enorme y gruesa puerta que era la entrada al castillo.

Lord William llegó antes de lo esperado y pudo ver a su prometida con otro hombre camino al altar principal, las cosas como escoltar a Hilda eran SU tarea, para eso había llegado temprano, a William no le agradó y fue directamente a hablar con Royce.

El rey lo saludó alegremente e invitó a sentarse, William aceptó y pidió una taza de té a la criada.

"Royce, me gustaría preguntarle algo" Dijo, Royce asintió.

"¿Quién es el hombre que está escoltando a Hilda hacia el altar? Vine hasta acá con el propósito de hacerlo yo mismo" Dijo William algo enfadado.

"Oh, hablas de Sigfried, él es el más fiel guardián de mi hija, va con ella a todos lados" Contestó, William no estaba contento, según él recordaba Sigfried estaba MUERTO, esas no eran buenas noticias.

Hilda ya estaba rezando en el helado altar, su guardián solo la observaba con mirada pensativa, Hilda lo miraba furtivamente de vez en cuando, ahora que estaba de regreso sus pensamientos eran un desastre. Por un lado, lo que más quería era seguir siendo una princesa soltera, pero el otro lado, el lado razonable, sabía que tenía que hacer lo que había prometido, y eso era lo mejor para su país.

Hilda agradeció a Odin por haber regresado a sus guardianes y se levantó, Sigfried la estaba esperando en la cima, cuando ella llegó allá, él empezó con las preguntas.

"Princesa, dígame, ¿quién es su prometido? ¿es bueno? ¿la cuidará bien?" Preguntó Sigfried, la pobre chica solo puso los ojos en blanco, conociendo a Sigfried sabía que eso pasaría.

"Oh, por favor Sigfried, no lo sé, no conozco tanto a William, mi padre lo escogió, entonces debe ser bueno, además será una buena alianza para nuestro país y..."

"¡¡Por mi que la 'buena alianza' se vaya al diablo!! Quiero que usted esté conforme y feliz con esto y discúlpeme, pero no se ve muy feliz" La interrumpió, Hilda lo miró con los ojos muy abiertos, Sigfried nunca le había hablado así.

"¡Sigfried! ¡No tienes ningún derecho de decirme que hacer! ¡¡Entendido!!" Dijo enojada y caminó más rápido, Sigfried no se movió por unos momentos, frunció el ceño y siguió a su princesa.

Los dos llegaron casi al mismo tiempo, Hilda ni siquiera lo miró y caminó hacia el comedor, donde William y su familia la esperaban.

Sigfried fue a su recámara se sentó cerca de la ventana. Estaba perplejo, nunca creyó que podría hablarle a Hila de esa manera, ¿estaba que? ¿enojado? ¿preocupado?... ¿celoso? ¡No podía ser eso! Él era solo su guardia personal, no tenía ningún derecho de decidir en su vida... pero había algo que no le gustaba de todo esto, sus sentimientos, para empezar y ese Lord William... Sigfried podría jurar que había escuchado algo de él en alguna parte.

El resto de la tarde fue muy tediosa para Hilda, no quería recibir las atenciones de William y estaba distraída, William lo notó y se enojó más, sabía que sería difícil conseguir el amor de Hilda, pero era cuestión de tiempo, pero ahora, con Sigfried en medio, menos todavía, sabía que él era el responsable por el cambio de humor de su prometida.

"Hilda, ¿te gustaría ir a caminar conmigo? Me gustaría tomar un poco de aire fresco" Sugirió William, Hilda suspiró y asintió, no es que estuviese interesada, pero al menos debía ser cortés.

"Espera William, lo siento, pero no puedo dejarlos completamente solos hasta que estén casados, creo que deberían llevar a Sigfried con ustedes" Dijo Royce para disgusto de William y alivio de Hilda. Sigfried fue llamado en un segundo, William le lanzó una fría mirada cuando llegó, cuando Sigfried lo vio, se sorprendió ante la mirada de William, para luego regresarle una más fría mirada si era posible; Hilda y Royce no repararon en esto y en un momento los tres salieron en camino al bosque.

Hilda era llevada por William, cuyo brazo estaba enganchado al suyo, Sigfried estaba unos pasos atrás, el joven guerrero estaba por matar a ese bastardo por tocar a su princesa, y William sentía lo mismo por él y pensaba en la mejor manera de deshacerse de él... permanentemente.

Los dos hombres podrían haber derretido toda la nieve a su alrededor con las acaloradas miradas que intercambiaban mientras Hilda recogía algunas flores para Fler. Hilda no notó el extraño silencio en el aire, como tampoco que ambos hombres podían matarse mutuamente en cualquier momento.

"Bien, he terminado, lo lamento William pero me gustaría regresar, estoy un poco cansada" Dijo Hilda, esperando poder correr hasta su cuarto y quedarse ahí por el resto del día.

"Pero querida, es aún temprano, podemos caminar un poco más" Contestó William.

"No escuchaste, la princesa quiere regresar, déjela hacerlo" Dijo Sigfried en una manera casi agresiva, bueno, sonó así para Hilda, pero agradeció la intervención de Sigfried.

"No te pregunté, así que no te atrevas a intervenir" Contestó William con voz ruda, a Hilda no le gustó hacia donde se dirigía esto.

"Caballeros, por favor, no discutan por mi culpa, lo lamento William, pero quiero irme a casa, estoy cansada" Dijo Hilda con voz firme, Sigfried vio a William de manera triunfante, había ganado esta vez, William murmuró algo inaudible y aceptó. Hilda no tomó su brazo esta vez pues llevaba las flores en sus brazos.

Cuando llegaron, William se despidió de Hilda e intentó besar sus labios, pero ella lo evitó y solo logró besar su mejilla, Sigfried vio esto y casi golpea a William, pero se contuvo. Como odiaba a ese hombre, mientras estuviese a su alcance evitaría que se casara con su princesa, Sigfried encontraría la manera de hacer que se fuera.

Hilda se despidió también y entró al castillo, seguida de su guardián. Fue a las habitaciones de su hermana y tocó la puerta.

"¿Si?" Preguntó Fler.

"Soy yo, Hilda, te traje algunas flores" Contestó Hilda, Fler abrió la puerta y la dejó pasar. Hilda le dio el bouquet y se sentó en la cama, limpiándose con el dorso de la mano el lugar donde William la había besado, fue un movimiento involuntario, no se dio cuenta hasta que había limpiado toda marca.

"¿Estás bien hermana?" Preguntó Fler un poco preocupada.

"¿Uh? Si, un poco cansada, eso es todo. Dime, ¿a dónde fuiste con ese pobre esclavo tuyo?" Preguntó Hilda. Fler se rió y comenzó a contarle sobre ella y 'su pobre esclavo' llamado Hagen.

Sigfried caminaba de un lado a otro, Mime lo miró preocupado. Sigfried parecía un león enjaulado muy molesto. Alberich lo miró también sobre el libro que estaba leyendo.

"Está bien, ¿Cuál es el problema? Me estás poniendo nervioso" Preguntó Alberich, Sigfried se detuvo y lo miró.

"¡¡El problema es su estúpido prometido!! ¡¡no lo soporto!! Necesito deshacerme de él rápido, así que si tienen alguna idea, díganme" Mime suspiró, también había visto al 'estúpido prometido' y no le agradaba, pero era decisión de la princesa después de todo.

"No deberías intervenir Sigfried, pero estoy de acuerdo contigo, él ES un idiota" Dijo Mime intentando animarlo un poco. Sigfried suspiró y se dejó caer en uno de los sillones.

Hilda regresó a su cuarto, no cenó, solo quería estar sola. Su cabeza era una confusión absoluta, ni no podía tolerar un beso en la mejilla ¿Cómo toleraría la noche de bodas?

Hilda no podía descansar, recostó su cabeza sobre la almohada, cerró los ojos y dejó a su mente y corazón descansar. Se vió a si misma cuando era una niña jugando con Fler y... Sigfried, siempre estaba cuidándola. Recordó la vez que se había caído del trineo, se había lastimado la roilla y lloraba sentada en la nieve, Sigfried había llegado corriendo par ayudarla, la abrazó y la cargó sobre su espalda, la llevó al castillo donde su madre se había ocupado de la herida. Sigfried estuvo ahí cuando su madre murió, siempre estaba ahí...

La criada despertó a Hilda, le había llevado una taza de leche con miel. Hilda le sonrió.

"Últimamente no eres tu misma, querida, dile a la vieja Brigitte que te pasa" Dijo tiernamente, Hilda dejó la taza sobre la mesa de luz y se cubrió la cara con las manos, escondiéndose de Brigitte. La vieja criada la abrazó fuertemente, Hilda no lo resistió más y comenzó a llorar. Brigitte la dejó tomar su tiempo.

"No quiero casarme con William, no soporto que me toque" Dijo aún llorando la chica. Brigitte suspiró.

"No puedes casarte con alguien a quién no amas, mi niña" Dijo la ancuana, abrazando tiernamente a la sollozante chica. Hilda asintió.

"No sé porque, pero desde que Sigfried regresó... no puedo dejar de pensar en él, ¿Qué me pasa?" Preguntó Hilda. Brigitte sonrió, ella sabía la respuesta.

"Eso es algo que debes descubrir sola Hilda, no puedo ayudarte" Dijo ella, Hilda se sentó y secó sus lágrimas.

"No es justo, no sé que hacer" Dijo Hilda haciendo puchero.

"Sugiero que empieces con lo que sientes en tu corazón cuando Sigfried está cerca de ti, sabes lo que sientes por William, pero, ¿tienes claro lo que Sigfried te hace sentir?"

Hilda lo pensó por un momento, cerró los ojos e intentó concentrarse. Si Sigfried besaba su mano, no quería limpiarla, incluso quería que lo hiciera nuevamente, pero no le gustaba que William la tocara de ninguna manera... pero si era su guardián, en realidad le gustaba.

Hilda abrió los ojos ruborizada, no se había dado cuanta de lo mucho que le gustaba su guardián, y no sabía si él sentía lo mismo. Necesitaba saberlo. Brigitte sonrió y besó su cabeza diciendo buenas noches, Hilda le sonrió y la abrazó.

"Buenas noches y gracias Brigitte" Dijo Hilda, la mujer asintió y salió del cuarto.